El fondo AXA IM Wave USD Credit 2027 es un producto de vencimiento fijo (FMP) a tres años gestionado activamente que invertirá a través de una cartera diversificada en deuda con grado de inversión y de alto rendimiento denominada en Estados Unidos.
El fondo tendrá una calificación media de grado de inversión y estará disponible para los mercados de US Offshore y América Latina, dijeron fuentes de la gestora a Funds Society.
El objetivo del FMP es asegurar los rendimientos disponibles en el actual entorno de mercado y ofrecer a los inversores una alternativa al efectivo y a las inversiones en el mercado monetario durante un periodo en el que se espera que bajen los tipos a corto plazo, dice el comunicado de la firma.
El fondo pretende reflejar el perfil de un único bono a través de una cartera diversificada que ofrezca a los inversores una combinación de inversiones tanto de grado de inversión como de alto rendimiento.
La estrategia está gestionada por un equipo de 33 personas “dedicado a la inversión en crédito corporativo estadounidense, con amplia experiencia en la gestión de carteras a corto plazo en grado de inversión y alto rendimiento en EE.UU. durante más de veinte años. Este es el noveno FMP lanzado por AXA IM desde 2015”, agrega el comunicado.
Frank Olszewski, CFA, responsable de crédito activo estadounidense de grado de inversión, y Vernard Bond, CFA, senior portfolio manager de alto rendimiento estadounidense, codirigirán el fondo y contarán con el apoyo de los equipos de inversión de crédito estadounidense.
«Si bien estamos muy orgullosos de nuestros 30 años de historia en el espacio de renta fija, estamos igualmente entusiasmados de volver a entrar en el espacio FMP con el lanzamiento de este nuevo producto. Tenemos la suerte de contar con un equipo muy experimentado de especialistas en alto rendimiento y grado de inversión en EE.UU. que han gestionado casi 65.000 millones de dólares en activos de crédito estadounidenses1 a lo largo de múltiples ciclos de mercado. Creo que ese es nuestro mayor diferenciador, y me da la confianza de que nuestro equipo puede capitalizar las oportunidades actuales del mercado de crédito en nombre de nuestros clientes», dijo Olszewski.
El fondo está diseñado para mantenerse hasta la fecha de vencimiento fijada del 15 de diciembre de 2027, y abierto a nuevas suscripciones hasta el 28 de febrero de 2025, concluye el comunicado.
La primera etapa de la nueva amnistía fiscal destinada a regularizar fondos en Argentina ya tiene un resultado: 13.000 millones de dólares entraron a los bancos locales, aunque según fuentes oficiales, quedan otros 400.000 millones de dólares por regularizar.
El “blanqueo” de la era Milei continúa, ya que se han prolongado hasta el 30 de octubre. Hasta ese entonces, fondos fuera del sistema legal, en pesos o dólares, pueden ser ingresados en unas cuentas especiales creadas a este efecto que contemplan exoneraciones o ventajas fiscales.
«Hoy tenemos más depósitos en dólares en los bancos que el total de las reservas internacionales», dijo este miércoles 16 de octubre sel vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, durante un evento consignado por la prensa local.
Werning añadió que fuera del blanqueo quedaron activos de argentinos por valor de unos 400.000 millones de dólares, de los cuales, señaló que hay activos líquidos por unos 200.000 millones de dólares.
Según cifras del martes 15 de octubre, las reservas del Banco Central argentino han bajado en los últimos días hasta los 28.272 millones de dólares. Esta caída tiene que ver con pagos de deudas y cambios en el mercado monetario.
Confrontado a una falta de divisas y de reservas crónicas, el principal desafío para el gobierno argentino es que los fondos del blanqueo se queden dentro del sistema. Según fuentes oficiales, algunos depositantes ya han sido autorizados a sacar sus fondos y se han registrado retiros significativos.
El proceso de regularización empezó el pasado 30 de septiembre. Los ingresos por debajo de los 100.000 dólares están exonerados y a partir de esa cifra el impuesto es del 5%. Los descuentos apuntan a aquellos con cuentas en el extranjero y a los que guardan sus dólares “bajo el colchón”.
Las perspectivas para los REITs de oficinas siguen siendo desafiantes, a pesar de los avances positivos, como los mandatos de vuelta a la oficina y el inicio del ciclo de flexibilización de la Fed, dice Fitch Ratings. Para que el sector se recupere, será necesario una clara mejora de las tasas de ocupación.
Algunos grandes empleadores han revertido los acuerdos de trabajo flexible promulgados durante la pandemia a medida que el mercado laboral se debilita. El último ejemplo es Amazon.com, que exige a los empleados que vayan a la oficina cinco días a la semana.
Hasta ahora, esto no se ha traducido en una mejora significativa en las tasas de ocupación de los REITs. Más días en la oficina no necesariamente requieren más espacio. Los inquilinos suelen buscar consolidar y reducir el espacio cuando vencen los contratos de alquiler, y muchos contratos de alquiler firmados antes de la pandemia aún están por renovarse.
Fitch espera que el desempeño operativo de los propietarios de oficinas continúe divergiendo, ya que la demanda de oficinas ha cambiado estructuralmente después de la pandemia. Aquellos que ofrecen espacios de trabajo modernos ubicados cerca de destinos de cercanías y centros comerciales centrales estarán mejor equipados para lograr los niveles más altos de demanda y los alquileres más altos.
En los últimos 18 meses, Fitch ha rebajado la calificación de varios emisores. Sin embargo, los analistas de la firma consideran que la liquidez sigue siendo adecuada incluso para los emisores que perdieron el grado inversor, ya que estas empresas han seguido refinanciando hipotecas y accediendo a sus líneas de crédito renovables.
«Ningún emisor ha refinanciado su deuda no garantizada desde que se les rebajó la calificación de grado inversor. Dependiendo de las condiciones del mercado, los emisores podrían tener que considerar otras opciones de financiamiento, como deuda híbrida garantizada o empresas conjuntas, lo que podría reducir la flexibilidad financiera futura», dice Fitch.
«Para que estos emisores recuperen el estatus de grado de inversión, necesitaríamos ver una mejora significativa en las métricas financieras, incluido el apalancamiento de REIT y los activos no gravados con respecto a la deuda neta no gravada (UA/UD). Esto probablemente estaría acompañado por una recuperación sostenida en las tasas de ocupación», añade la calificadora.
Santander Asset Management acaba de anunciar en un comunicado el lanzamiento en Brasil de su nuevo fondo de pensiones, Prev Pamplona RF Crédito Privado Multiestratégia, con el objetivo de dar más opciones de diversificación a los inversores. El fondo, enfocado en renta fija y crédito privado, ofrece la posibilidad de destinar sus recursos en bonos de diferentes empresas y sectores, con diferentes fechas de vencimiento.
Disponible para planes de pensiones PGBL y VGBL, el nuevo fondo está dirigido a «inversores que buscan equilibrar riesgo y rentabilidad, con el objetivo de superar el CDI, su índice de referencia», dice la nota. La tarifa de administración es del 0,80% anual, sin comisión de desempeño.
Según Santander AM, uno de los mayores diferenciadores de Prev Pamplona es su flexibilidad de asignación, lo que permite al equipo gestor reequilibrar la cartera según su visión de mercado y condiciones económicas. Guilherme D’Aurea, responsable de Crédito Privado de Renta Fija de Santander Asset Management, señala que todas las estrategias de crédito privado se someten a un riguroso análisis de calidad crediticia, asegurando la selección de los mejores valores para la composición de la cartera.
“Este fondo es una excelente opción para quienes desean diversificar su cartera de pensiones, con la ventaja de contar con la experiencia de nuestro equipo en el análisis y selección de títulos de crédito privados”, afirmó D’Aurea.
El lanzamiento de Prev Pamplona se enmarca en la estrategia de Santander Asset de ampliar su oferta de fondos de pensiones. Entre 2023 y 2024, la gestora ya ha lanzado más de 10 nuevos productos, entre ellos Prev Málaga Multiestratégia Equilíbrio, que destaca por ser el primer fondo de pensiones multimercado exento de comisiones de administración hasta marzo de 2025.
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La vicepresidenta Kamala Harris es ya oficialmente la candidata demócrata para las elecciones presidenciales de Estados Unidos de este año, en sustitución del presidente Joe Biden (que anunció en julio que no buscaría un segundo mandato); en este contexto, quizá los inversores en atención sanitaria se pregunten cómo podría afectar el cambio de última hora a las perspectivas del sector. Por el momento, creemos que la respuesta es que no afectará mucho.
Ha pasado poco más de un mes desde que el presidente Biden se retiró de la carrera presidencial de 2024 y respaldó a Harris para sucederlo. En consecuencia, la vicepresidenta ha tenido poco tiempo para presentar propuestas de política; de aquellas que ha anunciado la mayoría se centran en temas económicos candentes, como la asequibilidad de la vivienda y la inflación.
En el área de atención sanitaria, Harris ha optado por centrarse en los derechos reproductivos, una cuestión que no repercute directamente en el mercado. También ha destacado los logros de la administración Biden, concretamente la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que se aprobó en 2022 e introdujo cambios significativos en torno a la asequibilidad en Medicare, el plan de salud del gobierno para personas mayores. Entre sus disposiciones figuraban limitar los costes de la insulina a 35 $ al mes y limitar los gastos corrientes en medicamentos para las personas mayores a 2.000 dólares anuales.
Lo que no se incluye en la campaña de Harris son las propuestas para reformar el sistema sanitario de Estados Unidos, que elaboró durante su anterior candidatura a la presidencia en 2020. En ese momento, la vicepresidenta defendió un proyecto de ley que llegó a conocerse como «Medicare para Todos». La legislación propuesta, que Harris copatrocinó y adoptó (en una versión modificada) en el marco de su campaña, hubiera establecido un sistema nacional de seguro médico de pagador único en EE. UU. Sin embargo, el plan resultó polémico ante la preocupación de sus integrantes por los efectos que podría tener en las opciones de seguros existentes y por los costes a largo plazo.
En el momento actual, dado lo reñido que resulta la contienda, Harris parece reacia a apoyar políticas que podrían desanimar a los votantes indecisos clave. Así pues, su campaña ha tratado de centrarse en la IRA, que contempla la ampliación de los límites de insulina y de los gastos corrientes a todos los estadounidenses, no solo a las personas mayores.
También ha insinuado «plantar cara a las grandes farmacéuticas» a través de una de las disposiciones históricas de la legislación: la negociación de los precios de los medicamentos. En virtud de la ley, Medicare ahora puede negociar directamente el precio de los medicamentos más usados por los participantes del plan, una novedad en la historia del programa. Este mes se anunciaron los precios de los primeros 10 medicamentos; otros 15 se negociarán el próximo año y el siguiente, seguidos de 20 terapias adicionales cada año posterior. La vicepresidenta (junto con la administración Biden) ha comentado la posibilidad de acelerar el ritmo de las negociaciones, así como aumentar la lista de medicamentos candidatos a negociarse.
Queda por ver qué consecuencias tendría esto en el sector. Este año, la industria farmacéutica salió de las negociaciones con lo que probablemente sea un éxito financiero manejable: la mayoría de los 10 medicamentos seleccionados para la negociación estaban a punto de enfrentarse a la competencia de los genéricos o ya habían sido rebajados drásticamente para optar a ser candidatos a formar parte del plan, lo que produjo solo descuentos incrementales.
De cara al futuro, el impacto dependerá de cómo las futuras administraciones decidan maniobrar con la nueva fórmula de Medicare. No obstante, conviene recordar que la política de atención médica siempre tiene matices. En virtud de la IRA, los medicamentos de moléculas pequeñas están exentos de negociaciones de precios en los siete años siguientes a su lanzamiento comercial, y los biológicos en los 11 años siguientes (los precios negociados no surten efecto hasta dos años después).
También se prevé que los límites de gastos corrientes ayuden a más personas a pagar sus medicamentos recetados, lo que podría impulsar la demanda y, por ende, los volúmenes de ventas. Además, un mejor acceso podría reducir la presión política sobre la industria farmacéutica, ya que habría menos pacientes agobiados por pagar sus medicamentos, un efecto que probablemente se multiplicaría si se aprobara el plan de Harris de ampliar los límites de gastos corrientes a todos los estadounidenses.
Ahora bien, en cuanto a los efectos a corto plazo, no creamos que veamos una mayor volatilidad en el sector sanitario como resultado de las elecciones, sobre todo al compararlo con años electorales anteriores. En todo caso, dada la ausencia de propuestas políticas radicales, y con la creciente incertidumbre en torno a la economía, los inversores podrían fijarse en el sector por sus cualidades tradicionalmente defensivas.
Esa tendencia podría estar afianzándose ya. Desde el 1 de julio, en un contexto de preocupación creciente por una posible desaceleración en la economía estadounidense, el S&P 500® Healthcare Sector1 ha generado una rentabilidad total del 7,3%. Por su parte, el índice S&P 500 ha ganado solo un 3,1%, mientras que el Nasdaq Composite Index se ha mantenido prácticamente plano (0,1%).2
Tribuna de Andy Acker y Dan Lyons, gestores de cartera de Janus Henderson.
Pixabay CC0 Public DomainFlo222. Los flujos a ETFs cierran un primer trimestre positivo gracias a la aceleración experimentada en marzo
Charles Schwab acaba de lanzar un RIA Roadmap con «un enfoque paso a paso para ayudarle a concebir, construir y lanzar su empresa”.
La firma advierte que pasarse al modelo de RIA independiente “le permite dar prioridad a sus clientes y conservar más de lo que gana”.
Según la información de la firma, los interesados encontrarán información y orientación para definir una estrategia empresarial, protegerse de los riesgos, establecer la oficina, convertir las cuentas y fortalecer su práctica.
Para acceder a la hoja de ruta debe ingresar al siguiente enlace.
Foto cedidaAntonio Fernández Quesada, director de inversiones de Tesys
La EAF Tesys Activos Financieros ha celebrado una rueda de prensa en la que ha explicado sus perspectivas financieras y los últimos cambios efectuados en la cartera de su fondo Tesys Internacional FI.
A nivel geopolítico, las tensiones en Israel se han multiplicado tras el ataque por parte de Hamás el 7 de octubre del año pasado. Por otra parte, el conflicto ucraniano parece estancado, después de que Ucrania, ahora con misiles de largo alcance proporcionados por occidente, ha lanzado ataques seleccionados sobre territorio ruso. En este contexto, Antonio Fernández Quesada, el director de inversiones de Tesys, afirma que son las compañías las que tendrán que adaptarse al mundo cambiante en el que vivimos. De esta manera, destaca que estudian empresa por empresa para identificar las que se comportarán mejor en los peores escenarios macroeconómicos posibles.
Si bien el futuro geopolítico es muy incierto, aseguran poseer en su cartera un elenco de compañías excepcionalmente robustas ante escenarios adversos más allá de la volatilidad que puedan producir estos eventos, pensando siempre que a largo plazo saldrán reforzados. Así, la cartera de Tesys se compone de compañías robustas, que pueden enfrentarse a cualquier entorno, por malo que sea. El equipo de inversión está tranquilo en épocas de subidas de tipos de interés, de bajadas, así como épocas con alta inflación, explican.
Por otro lado, también las elecciones estadounidenses generan gran incertidumbre. Ante ellas, protegen su cartera seleccionando compañías que operan con monopolios no regulados.
Movimientos destacados en la cartera del fondo
En la parte de las ventas, sale la compañía de publicidad Pubmatic, debido a su coste de oportunidad respecto a otras alternativas de mayor rentabilidad-riesgo, y unas peores expectativas en su negocio, donde encuentran una menor generación de caja de la esperada y una dilución accionarial elevada que les hizo replantear la posición. También sale de la cartera la compañía de gestión de dominios de internet Verisign, pues consideran que existían alternativas dentro y fuera de la cartera con mayor potencial.
Respecto a las incorporaciones, vuelve a entrar el grupo empresarial francés dedicado al lujo LVMH, con intereses en moda, accesorios, perfumería, cosméticos, bebidas y relojes. Esta compañía ya estuvo anteriormente en cartera y después de experimentar fuertes caídas en bolsa en los últimos meses han vuelto a invertir, iniciando una nueva posición.
También entra en cartera la empresa de software de recursos humanos Paycom Software. Su plataforma en la nube permite a las compañías automatizar y gestionar procesos de nóminas, administración de beneficios a empleados, control de horarios, formación, etc. Paycom Software lleva una caída en bolsa del 70% desde máximos, mientras sus ventas siguen creciendo a doble dígito. Además, la empresa tiene generación de efectivo creciente y caja neta.
Las compañías en cartera que más suben de peso, ya sea por compras o por revalorización, son Celsius, Visa y Accenture.
Celsius es la compañía en la que más se ha incrementado el peso. Esta empresa de bebidas energéticas acumula una caída desde máximos del 67% y a pesar de que en su día se incorporó con una baja exposición para dar “opcionalidad” a la cartera centrada en su internacionalización. Actualmente y después de las caídas, la valoración de Celsius ha dejado de ser tan exigente como en el pasado y ya se sitúa por debajo de comparables como Monster en ratios como EV/Ventas. Mientras tanto, Celsius sigue creciendo en ventas, generación de efectivo y posicionamiento de marca. La empresa está comenzando a dejar de tener esa “opcionalidad” para convertirse en una compañía que cotiza a unos múltiplos muy razonables. En caso de que la salida al exterior sea un éxito y su producto siga atrayendo a los consumidores como hasta la fecha, pensamos que puede haber valor. Actualmente Pepsi es dueña del 8,5% de Celsius en acciones preferentes, y, aunque no es la tesis, tampoco sería totalmente descartable una OPA futura por la empresa. Pepsi invirtió en esta operación 550 millones de dólares.
Visa, aunque con un peso moderado, ha tenido un desempeño por debajo del esperado desde su incorporación a Tesys Internacional, lo que les ha hecho ser más optimistas a futuro con su potencial, rebajando el peso de compañías con un potencial más bajo para hacer pequeñas compras. La compañía opera en un oligopolio en el negocio de pagos, junto con Mastercard, y actualmente se enfrenta a problemas con la justicia por casos antimonopolio, donde se les acusa de restringir la competencia y limitar la adopción de redes de pagos competidoras.
Accenture: esta empresa es líder a nivel mundial en consultoría tecnológica, estrategia, y transformación digital trabaja con clientes dedicados a todos los sectores, desde finanzas hasta salud y telecomunicaciones. Adquirieron la compañía después de sus últimas caídas, y la empresa ha recuperado de manera rápida después de unos resultados que gustaron al mercado. La compañía genera efectivo creciente recurrentemente y tiene caja neta.
En el lado de las ventas parciales, rebajan de manera considerable la inversión en Starbucks, después de las fuertes subidas tras el anuncio de la incorporación de su nuevo CEO, Brian Nicol. Este ejecutivo tiene el reto de volver a posicionar a la compañía como la icónica marca que siempre fue en el mundo del café, donde actualmente parece haber perdido la confianza de muchos de sus consumidores por los excesivos precios y una competencia creciente y bien posicionada.
Por otro lado, Alphabet, empresa que opera en un oligopolio de publicidad, junto con Meta Platforms y Amazon. Alphabet cuenta con la ventaja competitiva de ser líder en búsquedas y poseer Google, el mejor buscador. Sin embargo, en la actualidad se enfrenta a nuevas amenazas que cambian la intención de búsqueda con modelos que usan inteligencia artificial. La empresa sigue siendo una posición importante en la cartera pues cuenta con recursos y tecnología para hacer frente a esta amenaza, además de otros negocios como el Cloud, YouTube o Waymo y otras apuestas en un futuro, pero han rebajado ligeramente su peso.
Por último, Vertex Pharmaceutical, que, a pesar de ser una magnífica compañía, con un monopolio en el tratamiento de la fibrosis quística, sus últimas subidas y el encontrar otras oportunidades de inversión les ha hecho rebalancear ligeramente su posición.
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La vicepresidenta Kamala Harris es ya oficialmente la candidata demócrata para las elecciones presidenciales de Estados Unidos de este año, en sustitución del presidente Joe Biden (que anunció en julio que no buscaría un segundo mandato); en este contexto, quizá los inversores en atención sanitaria se pregunten cómo podría afectar el cambio de última hora a las perspectivas del sector. Por el momento, creemos que la respuesta es que no afectará mucho.
Ha pasado poco más de un mes desde que el presidente Biden se retiró de la carrera presidencial de 2024 y respaldó a Harris para sucederlo. En consecuencia, la vicepresidenta ha tenido poco tiempo para presentar propuestas de política; de aquellas que ha anunciado la mayoría se centran en temas económicos candentes, como la asequibilidad de la vivienda y la inflación.
En el área de atención sanitaria, Harris ha optado por centrarse en los derechos reproductivos, una cuestión que no repercute directamente en el mercado. También ha destacado los logros de la administración Biden, concretamente la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que se aprobó en 2022 e introdujo cambios significativos en torno a la asequibilidad en Medicare, el plan de salud del gobierno para personas mayores. Entre sus disposiciones figuraban limitar los costes de la insulina a 35 $ al mes y limitar los gastos corrientes en medicamentos para las personas mayores a 2.000 dólares anuales.
Lo que no se incluye en la campaña de Harris son las propuestas para reformar el sistema sanitario de Estados Unidos, que elaboró durante su anterior candidatura a la presidencia en 2020. En ese momento, la vicepresidenta defendió un proyecto de ley que llegó a conocerse como «Medicare para Todos». La legislación propuesta, que Harris copatrocinó y adoptó (en una versión modificada) en el marco de su campaña, hubiera establecido un sistema nacional de seguro médico de pagador único en EE. UU. Sin embargo, el plan resultó polémico ante la preocupación de sus integrantes por los efectos que podría tener en las opciones de seguros existentes y por los costes a largo plazo.
En el momento actual, dado lo reñido que resulta la contienda, Harris parece reacia a apoyar políticas que podrían desanimar a los votantes indecisos clave. Así pues, su campaña ha tratado de centrarse en la IRA, que contempla la ampliación de los límites de insulina y de los gastos corrientes a todos los estadounidenses, no solo a las personas mayores.
También ha insinuado «plantar cara a las grandes farmacéuticas» a través de una de las disposiciones históricas de la legislación: la negociación de los precios de los medicamentos. En virtud de la ley, Medicare ahora puede negociar directamente el precio de los medicamentos más usados por los participantes del plan, una novedad en la historia del programa. Este mes se anunciaron los precios de los primeros 10 medicamentos; otros 15 se negociarán el próximo año y el siguiente, seguidos de 20 terapias adicionales cada año posterior. La vicepresidenta (junto con la administración Biden) ha comentado la posibilidad de acelerar el ritmo de las negociaciones, así como aumentar la lista de medicamentos candidatos a negociarse.
Queda por ver qué consecuencias tendría esto en el sector. Este año, la industria farmacéutica salió de las negociaciones con lo que probablemente sea un éxito financiero manejable: la mayoría de los 10 medicamentos seleccionados para la negociación estaban a punto de enfrentarse a la competencia de los genéricos o ya habían sido rebajados drásticamente para optar a ser candidatos a formar parte del plan, lo que produjo solo descuentos incrementales.
De cara al futuro, el impacto dependerá de cómo las futuras administraciones decidan maniobrar con la nueva fórmula de Medicare. No obstante, conviene recordar que la política de atención médica siempre tiene matices. En virtud de la IRA, los medicamentos de moléculas pequeñas están exentos de negociaciones de precios en los siete años siguientes a su lanzamiento comercial, y los biológicos en los 11 años siguientes (los precios negociados no surten efecto hasta dos años después).
También se prevé que los límites de gastos corrientes ayuden a más personas a pagar sus medicamentos recetados, lo que podría impulsar la demanda y, por ende, los volúmenes de ventas. Además, un mejor acceso podría reducir la presión política sobre la industria farmacéutica, ya que habría menos pacientes agobiados por pagar sus medicamentos, un efecto que probablemente se multiplicaría si se aprobara el plan de Harris de ampliar los límites de gastos corrientes a todos los estadounidenses.
Ahora bien, en cuanto a los efectos a corto plazo, no creamos que veamos una mayor volatilidad en el sector sanitario como resultado de las elecciones, sobre todo al compararlo con años electorales anteriores. En todo caso, dada la ausencia de propuestas políticas radicales, y con la creciente incertidumbre en torno a la economía, los inversores podrían fijarse en el sector por sus cualidades tradicionalmente defensivas.
Esa tendencia podría estar afianzándose ya. Desde el 1 de julio, en un contexto de preocupación creciente por una posible desaceleración en la economía estadounidense, el S&P 500® Healthcare Sector1 ha generado una rentabilidad total del 7,3%. Por su parte, el índice S&P 500 ha ganado solo un 3,1%, mientras que el Nasdaq Composite Index se ha mantenido prácticamente plano (0,1%).2
Tribuna de Andy Acker y Dan Lyons, gestores de cartera de Janus Henderson.
El Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha autorizado la oferta pública voluntaria de adquisición de acciones de Árima Real Estate Socimi, S.A. formulada por JSS Real Estate Socimi, S.A. La oferta se dirige al 100% del capital social de Árima, compuesto por 25.982.941 acciones.
La contraprestación ofrecida es de 8,61 euros por acción que se pagará en efectivo. Al tratase de una oferta voluntaria, dicho precio no está sujeto a las reglas del precio equitativo en los términos del artículo 110 de la Ley del Mercado de Valores y de los Servicios de Inversión y del artículo 9 del Real Decreto de OPAs.
La efectividad de la oferta está sujeta al cumplimiento de la condición de que sea aceptada por un mínimo de 12.991.471 acciones, representativas de más del 50% del capital de Árima. En garantía de la operación, el oferente ha presentado un aval de 223.713.122,01 euros emitido por Banque J. Safra Sarasin (Luxembourg), S.A.
El plazo de aceptación será de 15 días naturales a partir del día hábil bursátil siguiente a la publicación del primer anuncio con los datos esenciales de la oferta, finalizando también en día hábil bursátil. El oferente manifiesta en el folleto que no ejercitará el derecho de venta forzosa de cumplirse los requisitos del art. 47 RD de opas.
El folleto y los documentos complementarios, que se incorporarán a los registros públicos de la CNMV, podrán ser consultados al menos a partir del día hábil bursátil siguiente a la publicación del primer anuncio con los datos esenciales de la oferta.
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La vicepresidenta Kamala Harris es ya oficialmente la candidata demócrata para las elecciones presidenciales de Estados Unidos de este año, en sustitución del presidente Joe Biden (que anunció en julio que no buscaría un segundo mandato); en este contexto, quizá los inversores en atención sanitaria se pregunten cómo podría afectar el cambio de última hora a las perspectivas del sector. Por el momento, creemos que la respuesta es que no afectará mucho.
Ha pasado poco más de un mes desde que el presidente Biden se retiró de la carrera presidencial de 2024 y respaldó a Harris para sucederlo. En consecuencia, la vicepresidenta ha tenido poco tiempo para presentar propuestas de política; de aquellas que ha anunciado la mayoría se centran en temas económicos candentes, como la asequibilidad de la vivienda y la inflación.
En el área de atención sanitaria, Harris ha optado por centrarse en los derechos reproductivos, una cuestión que no repercute directamente en el mercado. También ha destacado los logros de la administración Biden, concretamente la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que se aprobó en 2022 e introdujo cambios significativos en torno a la asequibilidad en Medicare, el plan de salud del gobierno para personas mayores. Entre sus disposiciones figuraban limitar los costes de la insulina a 35 $ al mes y limitar los gastos corrientes en medicamentos para las personas mayores a 2.000 dólares anuales.
Lo que no se incluye en la campaña de Harris son las propuestas para reformar el sistema sanitario de Estados Unidos, que elaboró durante su anterior candidatura a la presidencia en 2020. En ese momento, la vicepresidenta defendió un proyecto de ley que llegó a conocerse como «Medicare para Todos». La legislación propuesta, que Harris copatrocinó y adoptó (en una versión modificada) en el marco de su campaña, hubiera establecido un sistema nacional de seguro médico de pagador único en EE. UU. Sin embargo, el plan resultó polémico ante la preocupación de sus integrantes por los efectos que podría tener en las opciones de seguros existentes y por los costes a largo plazo.
En el momento actual, dado lo reñido que resulta la contienda, Harris parece reacia a apoyar políticas que podrían desanimar a los votantes indecisos clave. Así pues, su campaña ha tratado de centrarse en la IRA, que contempla la ampliación de los límites de insulina y de los gastos corrientes a todos los estadounidenses, no solo a las personas mayores.
También ha insinuado «plantar cara a las grandes farmacéuticas» a través de una de las disposiciones históricas de la legislación: la negociación de los precios de los medicamentos. En virtud de la ley, Medicare ahora puede negociar directamente el precio de los medicamentos más usados por los participantes del plan, una novedad en la historia del programa. Este mes se anunciaron los precios de los primeros 10 medicamentos; otros 15 se negociarán el próximo año y el siguiente, seguidos de 20 terapias adicionales cada año posterior. La vicepresidenta (junto con la administración Biden) ha comentado la posibilidad de acelerar el ritmo de las negociaciones, así como aumentar la lista de medicamentos candidatos a negociarse.
Queda por ver qué consecuencias tendría esto en el sector. Este año, la industria farmacéutica salió de las negociaciones con lo que probablemente sea un éxito financiero manejable: la mayoría de los 10 medicamentos seleccionados para la negociación estaban a punto de enfrentarse a la competencia de los genéricos o ya habían sido rebajados drásticamente para optar a ser candidatos a formar parte del plan, lo que produjo solo descuentos incrementales.
De cara al futuro, el impacto dependerá de cómo las futuras administraciones decidan maniobrar con la nueva fórmula de Medicare. No obstante, conviene recordar que la política de atención médica siempre tiene matices. En virtud de la IRA, los medicamentos de moléculas pequeñas están exentos de negociaciones de precios en los siete años siguientes a su lanzamiento comercial, y los biológicos en los 11 años siguientes (los precios negociados no surten efecto hasta dos años después).
También se prevé que los límites de gastos corrientes ayuden a más personas a pagar sus medicamentos recetados, lo que podría impulsar la demanda y, por ende, los volúmenes de ventas. Además, un mejor acceso podría reducir la presión política sobre la industria farmacéutica, ya que habría menos pacientes agobiados por pagar sus medicamentos, un efecto que probablemente se multiplicaría si se aprobara el plan de Harris de ampliar los límites de gastos corrientes a todos los estadounidenses.
Ahora bien, en cuanto a los efectos a corto plazo, no creamos que veamos una mayor volatilidad en el sector sanitario como resultado de las elecciones, sobre todo al compararlo con años electorales anteriores. En todo caso, dada la ausencia de propuestas políticas radicales, y con la creciente incertidumbre en torno a la economía, los inversores podrían fijarse en el sector por sus cualidades tradicionalmente defensivas.
Esa tendencia podría estar afianzándose ya. Desde el 1 de julio, en un contexto de preocupación creciente por una posible desaceleración en la economía estadounidense, el S&P 500® Healthcare Sector1 ha generado una rentabilidad total del 7,3%. Por su parte, el índice S&P 500 ha ganado solo un 3,1%, mientras que el Nasdaq Composite Index se ha mantenido prácticamente plano (0,1%).2
Tribuna de Andy Acker y Dan Lyons, gestores de cartera de Janus Henderson.