Photo: Ed Schipul from Houston, TX, US (running with the seagulls) . Brave New World
Las principales temáticas que han marcado los mercados en el primer trimestre han sido todas negativas: unos datos macroeconómicos y empresariales decepcionantes, problemas recurrentes en los mercados emergentes y crisis política en Crimea. Aun así, la resistencia que han demostrado los mercados (renta variable internacional: +1,4%; mercados emergentes: -0,4%[1]) ante esta difícil coyuntura, apunta a la fortaleza de los mercados subyacentes y a la promesa de mejores rentabilidades en los meses venideros si las noticias realmente mejoran.
Aunque sentimos cierto positivismo ante esta situación, tenemos nuestras reservas a la hora de dejarnos llevar por ella. Uno de los motivos es que la resistencia del mercado en los últimos meses parece deberse, en parte, al hecho de que nuestras previsiones positivas en materia de crecimiento en las principales economías han pasado a ser una opinión de consenso. Probablemente, los inversores han pasado por alto la debilidad de los datos, puesto que esperan un repunte en los próximos meses. Si están en lo cierto, los activos de riesgo podrían precisar buenos datos sólo para validar las expectativas actuales. Asimismo, es posible que cualquier noticia positiva sobre crecimiento en el Reino Unido y Estados Unidos despierte entre los inversores cierto pesimismo en cuanto a la política monetaria.
La política monetaria desempeña un papel fundamental: ha sido el principal motor de los mercados financieros en el periodo posterior a la crisis. El segundo trimestre de 2013 fue el punto álgido de la confianza de los inversores en la inyección de liquidez por parte de los bancos centrales. Desde entonces, los mercados comenzaron a aceptar que el programa de relajación cuantitativa estadounidense estaba tocando a su fin y empezaron a centrarse en cuándo se produciría la primera subida de tipos. La huella de esta temática en los mercados es clara. Aunque últimamente la renta variable internacional y los bonos de alto rendimiento han registrado nuevos máximos, las demás clases de activos aún se negocian por debajo de sus cotas máximas de 2013.
La tesis general al respecto es que los mercados se encuentran inmersos en un proceso de transición desde un mundo en el que la liquidez inyectada por los bancos centrales impulsó a todos los activos, a otro marcado por un apoyo más limitado en lo que a política monetaria respecta. En las principales economías, la expansión de los balances de los bancos centrales ha alcanzado su punto máximo. Actualmente, los responsables políticos chinos están centrados en contener el boom crediticio. En otros mercados emergentes, las políticas monetarias se han endurecido más que flexibilizarse. A medida que los mercados se enfrentan a los límites del apoyo que ofrecen estas políticas, las previsiones de crecimiento pasan a ser cada vez más importantes. En unos mercados emergentes aún tocados, está claro que las sorpresas positivas en materia de crecimiento serían recibidas con los brazos abiertos. En el Reino Unido y Estados Unidos, la reacción de los mercados a estas agradables sorpresas se verá empañada en cierto modo por las preocupaciones en torno al efecto de la política monetaria.
Los mercados impulsados por la liquidez son potentes y directos: aquí todo sube. Hoy en día nos encontramos en un momento de transición hacia un contexto más complejo, en el que la reacción de los mercados a las noticias tendrá más matices y será menos predecible. Un mundo en el que prevemos que la rentabilidad de los activos seguirá siendo muy dispersa. Un mundo con más volatilidad, más retos y más oportunidades.
Rentabilidades de mercado desde el máximo del segundo trimestre de 2013
Berlín. Foto: Roger4336, Flickr, Creative Commons.. Europa está en el inicio de una recuperación duradera que apoyará a sus bolsas
El equipo de Renta Variable Pan Europea de Invesco en Henley cree que la economía europea está en el inicio de una fase de recuperación que durará varios años, lo que sin duda será un apoyo para la renta variable de esta región. Las acciones y sectores más beneficiados serán aquellos que han sido más castigados durante la crisis y que cotizan todavía lejos de sus medias históricas de beneficios ajustados cíclicamente.
Mientras que los mercados de renta variable siguen preocupados por Rusia y los mercados emergentes, el flujo de noticias generado por Europa sigue siendo positivo. Los últimos datos, como por ejemplo los índices PMI y la caída de las rentabilidades de los bonos gubernamentales de los países periféricos, están generando una corriente optimista. Incluso la demanda interna está dando signos alentadores de mejora, especialmente la inversión de capital y el gasto de los consumidores. «Todo esto apunta a una recuperación gradual del PIB de la eurozona, lo que sin duda es un buen apoyo para la renta variable de la región», dice el equipo, compuesto por 19 gestores que gestionan más de 50.000 millones de euros.
“Creemos que Europa está en el inicio de una fase de recuperación de varios años, lo que debería provocar que los desequilibrios acumulados durante la pasada década vayan desapareciendo gradualmente. Esto es beneficioso para esta clase de activos en general, al mismo tiempo que genera una serie de oportunidades tanto a nivel individual como sectorial entre los más castigados por la crisis del euro, incluyendo las empresas financieras y medios de comunicación. La mejora de la inversión y del sentimiento de los consumidores también ofrece oportunidades específicas entre aquellas compañías más expuestas a esas tendencias, que es uno de los temas a los que estamos apuntando en varias de nuestras carteras”.
El equipo explica que, si bien la crisis del euro y su impacto en la confianza de los consumidores y empresas ha tenido un efecto muy negativo en la inversión y el gasto en los últimos años, la inversión nunca había sido tan baja en al menos 20 años, mientras las ventas al por menor, un indicador razonable del gasto de los consumidores, ha caído a niveles de 2004. “Con una ruptura del euro menos probable que nunca, el gasto de los consumidores y la inversión están comenzando a mejorar desde unos niveles muy deprimidos”. En su opinión, varios factores animarán la mejora de las inversiones de capital en los próximos años. La demanda, tanto dentro de Europa como internacionalmente, está lista para aumentar este año. La utilización de la capacidad productiva, una figura usualmente muy correlacionada con el capex, está comenzando a subir. Muchas empresas han retrasado sus inversiones y proyectos, por lo que hay un cierto déficit en los últimos años que se debería reducir en los próximos tiempos. Dada la fortaleza de los balances y las reservas de liquidez acumuladas, las empresas cuentan con recursos suficientes para financiar los proyectos futuros.
“Por otra parte, las últimas encuestas sobre la evolución crediticia muestran una mejora continua de la disponibilidad de crédito, lo que en algún momento beneficiará a las compañías que han tenido problemas para lograr financiación externa en los últimos tiempos. Consecuentemente, la confianza empresarial está volviendo gradualmente a la región”, añaden.
Reactivación del gasto
Así, la situación parece proclive para una reactivación del gasto de los consumidores y un aumento de las inversiones de capital. Esta conjunción beneficiará a las empresas más ligadas al consumo. “Los consumidores europeos se han enfrentado a varias tormentas en los últimos años: altos niveles de deuda, creciente desempleo, incertidumbre política y reducción de la riqueza. Sin embargo, hay varios factores que están reduciendo la preocupación de los consumidores: política monetaria acomodaticia, un menor ritmo de reducción de la deuda, una menor presión de la austeridad y la vuelta al crecimiento económico. La confianza está de nuevo en niveles de 2010, una significativa mejora desde sus mínimos del tercer trimestre de 2012. Esto tiene implicaciones significativas para muchos sectores, desde el minorista a la venta de automóviles, con varios datos recientes confirmando esta tendencia”, explican.
Todo esto apunta a un crecimiento modesto pero positivo en Europa durante los próximos años, animado por la recuperación de la demanda interna desde sus niveles ultra-deprimidos. Mayores inversiones y un mayor gasto de los consumidores también deberían favoreces el comercio neto, con un 60% de las exportaciones de bienes hacia otros países europeos.
En su opinión, y en una línea prudente, estos factores deberían ayudar a Europa a resistir el efecto en cadena de un menor crecimiento en las áreas del mundo que han estado creciendo más rápido en los últimos años. “Aunque la prima de riesgo exigida a la renta variable europea ha caído desde sus máximos del segundo trimestre de 2012, sigue por encima de sus niveles anteriores a la crisis. Una mejora del cuadro macroeconómico ayudaría a reducir algunas de las preocupaciones que rodean a la renta variable europea, lo que debería ser un apoyo para varias de las compañías que tenemos en cartera. Creemos que una recuperación de la inversión y del gasto de los consumidores sería beneficiosa para varias de nuestras participaciones, con empresas de bienes de capital, servicios tecnológicos, transporte industrial, publicidad y gestión de personal entre las grandes beneficiadas de un mayor capex. En el lado de los consumidores, creemos que las empresas de automóviles y las minoristas están bien posicionadas para aprovechar de ese mayor gasto, por lo que tenemos una cierta exposición a estos sectores.
Una economía mejor de lo previsto también debería apoyar las inversiones en el sector financiero, donde Invesco permanece sobreponderado. «Seguimos encontrando valor en estas compañías en base a nuestro análisis de valoraciones bottom-up, mucho más favorable a esas industrias que a las defensivas y sectores de crecimiento como bienes de primera necesidad y de lujo», apostillan.
Fernando Borges, Managing Director and Co-head of Carlyle Group operations in Brazil has just been elected new president of the Brazilian Association of Private Equity & Venture Capital (ABVCAP) for the period of two years (2014-2016). The voting of the new president by the members of the ABVCAP boards occurred before the opening of «ABVCAP Conference 2014», hold last week in Rio de Janeiro. The new vice presidents are elected Clovis Meurer, Partner and Superintendent Executive at CRP, and Luiz Eugenio Figueiredo of ABVCAP.
«The perspective for the industry to participate in the country is promising and positive, as we believe the resumption of economic growth, the recovery of the capital market and the strength of the Brazilian productive sector,» said Borges , during the press conference.
According to Clovis Meurer, former president of ABVCAP, the market for private equity funds and venture capital in Brazil is experiencing an extraordinary moment with immense opportunities in various fields like education, infrastructure, consumer and retail.
“Increasingly, the private equity industry sees Brazil as a country with endless possibilities, with increasingly high wages, natural resources and a wonderful industrial park. Brazil is a natural destination in world affairs,” he says.
ABVCAP Conference is the largest gathering of industry interests in Latin America, bringing together major players of the national and international scene. The event has featured names like David Rubenstein, co-founder of The Carlyle Group; Gustavo Franco, a founding partner of Bravo Investments; Clovis Meurer, vice-president of ABVCAP and superintendent of CRP – Companhia de Participações, among other industry experts, local and international managers. The Congress of ABVCAP is sponsored by the BNDES, FINEP, KPMG, BM&FBovespa, Guernsey, Thomson Reuters, Bradesco BBI, Merril Datasite, RR Donnelley, CAF, Deloitte, PWC, IBM and UOL Diveo, beyond institutional partnership ABDI, Apex-Brasil and the IDB / MIF.
See the members of the deliberative council elected for 2014-2016:
Foto: GomezPar, Flickr, Creative Commons.. Fidelity apuesta por la inversión multiactivo para conseguir rentas más estables
Óscar Esteban, director de Ventas de Fidelity Worldwide Investment, explicaba en una reciente conferencia organizada por Aseafi que la búsqueda de rentas era un aspecto esencial del comportamiento de los inversores en la actualidad y que la gestora está apostando por tres formas de conseguir esas rentas: fondos de deuda de alta rentabilidad, fondos de acciones y fondos multiactivo. Esteban indicó además que están comercializando en Europa productos con rentas mensuales, algo que ya venían haciendo en Asia en Japón, para atender a las necesidades y demandas de liquidez más frecuentes.
Con todo, y a la vista de la prima asociada con los activos seguros en los últimos tiempos y la diversidad de los riesgos económicos, políticos y financieros, invertir en una única clase de activo para obtener rentas podría ser «un enfoque proclive a la incertidumbre». Por eso, una buena solución es adoptar un enfoque multiactivo que invierta en un conjunto de assets con diferentes rasgos de rendimiento, liquidez, volatilidad y protección contra la inflación para conseguir un flujo de rentas competitivo y constante. “Un enfoque multiactivo dinámico que combine diferentes clases de activos puede ofrecer buenos rendimientos diversificando las fuentes de riesgo y reduciendo así la volatilidad del capital”, explica Eugene Philalithis, gestor principal de los fondos multiactivos de reparto de Fidelity.
Un enfoque con sentido
“Invertir con la vista puesta en la búsqueda de rentas se ha convertido en una tendencia muy consolidada. Sin embargo, ahora que los tipos de interés de los depósitos están por debajo de la inflación y que los rendimientos de la deuda pública de calidad siguen siendo bajos, las opciones tradicionales para conseguir rentas han perdido atractivo. Aunque existe una amplia gama de alternativas con mayores rendimientos para los inversores que buscan rentas, todas tienen sus desventajas propias”, explica Philalithis.
En su opinión, las clases de activos con mayores rendimientos requieren inevitablemente asumir más riesgo. Y además, invertir buscando rentas en una única clase de activo es un enfoque proclive a la incertidumbre y a las crisis de mercado. Entonces, ¿cuál es la mejor solución? “En mi opinión, los inversores deben considerar un enfoque multiactivo para conseguir rentas duraderas y predecibles con escasas variaciones en el capital y fuentes de rentabilidad más diversificadas”, explica, defendiendo un enfoque multiactivos internacional.
En este sentido, se pregunta cuál es la asignación estratégica de activos correcta para una cartera multiactivos orientada a la percepción de rentas que pretenda ofrecer un rendimiento predecible y estable y que, además, ayude a preservar el capital. “El peligro de centrarse en un objetivo concreto de rentabilidad es que acabamos teniendo grandes exposiciones a los bonos de alto rendimiento y las acciones, que introducen un mayor grado de volatilidad. Del mismo modo, el peligro de buscar una volatilidad baja es que terminamos con una gran exposición a los bonos corporativos de alta calidad crediticia y sacrificamos parte del rendimiento. Resulta interesante constatar que en una cartera equiponderada que invierta en bonos de alta calidad crediticia, bonos de alto rendimiento y acciones, alrededor del 60% de la varianza total de la cartera sería atribuible al componente de renta variable”.
Así pues, dice que aunque existe una amplia gama de activos que generan rentas, cada uno de ellos tiene desventajas particulares y éstas pueden variar dependiendo del punto del ciclo económico en el que nos encontremos. Cuando se diseñan carteras multiactivos de reparto, el objetivo clave es equilibrar la generación de rentas con los diferentes factores de riesgo, sin dejar de prestar atención a los costes y la liquidez.
Invirtiendo en un amplio conjunto de activos internacionales se puede utilizar la diversificación para conseguir flujos de renta estables y duraderos que podrían superar ampliamente las rentabilidades de algunas inversiones orientadas a la percepción de rentas que se centran en una única fuente. Su receta es, por tanto, “incorporar clases de activos con bajas correlaciones entre ellas ofrecer mayor margen para generar rentabilidades más constantes con menor volatilidad”.
Protección frente a la inflación
La inflación erosiona el valor real de los activos y siempre se debería tener en cuenta a la hora de invertir pensando en rentas, incluidos los enfoques multiactivo, explica. El objetivo primordial a la hora de compensar los efectos de la inflación es encontrar activos que puedan incrementar de forma fiable los pagos que ofrecen o abonar rentas que de alguna forma estén expresamente ligadas a la inflación. Por ejemplo, está ampliamente contrastado que los inmuebles, los alquileres de edificios terciarios, los fondos inmobiliarios cotizados y los proyectos de infraestructuras encierran un elemento de protección contra la inflación en sus flujos de renta. Estos activos tienen la ventaja añadida de presentar correlaciones bajas con las acciones y los bonos, con lo que podrían mejorar la diversificación de las carteras multiactivo.
En el mundo actual de crecimiento económico reducido, bajos rendimientos en los bonos y tipos de interés exiguos en los depósitos, «los inversores deben buscar formas alternativas de satisfacer sus necesidades de renta y, al mismo tiempo, reducir los riesgos de concentración indeseados y los riesgos relacionados con la inflación. Considero que la diversificación es clave para ello y que un enfoque multiactivo flexible e internacional ofrece las mejores perspectivas para conseguir flujos de renta duraderos”.
François Gobron, gestor del fondo Generali IS European Recovery Equity, lanzado recientemente. "El tema de la recuperación es más acusado en Portugal y Grecia que en España e Italia"
François Gobron, gestor del fondo Generali IS European Recovery Equity, lanzado recientemente, explica en esta entrevista a Funds Society que, de la Europa periférica, donde hay más por ganar es en Grecia y Portugal, debido al mayor impacto de la crisis financiera en esos mercados. De hecho, su nuevo fondo descarta las empresas que no están lo suficientemente dirigidas a sus mercados nacionales, porque la idea es captar esa recuperación. Gobron descarta también una situación de deflación y habla de desinflación y defiende que, si el euro continúa fortaleciéndose y llega a convertirse en una amenaza para la recuperación, el BCE no debería dudar en introducir un tipo de interés de depósito negativo.
El nuevo fondo Generali IS European Recovery Equity se creó con la intención de sacar partido de la recuperación económica actual pero, ¿es una buena idea a largo plazo, aunque los países no estén en todo momento en situación de «recuperación»?
La temática de recuperación que queremos explotar con nuestro fondo está focalizada en los países periféricos del sur de Europa; es decir, Italia, España, Portugal y Grecia. Creemos que existen muchas oportunidades en el sur de Europa, principalmente en las empresas con gran exposición doméstica. Tenemos en cuenta tres factores principales que tendrán un fuerte impacto positivo en las empresas del sur de Europa. En primer lugar, la recuperación económica propiamente dicha de estos países, con especial interés en las empresas privadas líderes más enfocadas en sus mercados domesticos; en segundo lugar, la recalificación (mejoras de rating) por parte de las agencias de calificación más importantes, que reducirá el coste de la deuda de dichas empresas y facilitará su acceso a los mercados de deuda; y, en tercer lugar, el proceso de reestructuración en el que se encuentran actualmente muchas empresas públicas o semipúblicas y la nueva legislación, en muchos casos impuesta por la troika (FMI, BCE y CE), especialmente en Grecia.
Estamos convencidos de que hay mucho que ganar en Grecia y Portugal, precisamente porque estos mercados fueron los más afectados por la crisis económica. Por lo tanto, hemos centrado nuestro interés principalmente en estos dos países. También resulta algo injusto, desde mi punto de vista, poner a Italia y España en el mismo saco que Portugal y Grecia.
Aunque es cierto que algunos de estos países no estarán en situación de «recuperación» en todo momento, siempre existen buenas oportunidades y situaciones especiales que pueden convertirse en buenas ocasiones para invertir, especialmente para inversores expertos en selección de valores que prioricen claramente el análisis estratégico.
¿Qué opina de las valoraciones actuales? ¿Es un buen momento para entrar?
Si nos fijamos únicamente en las PyG de 2014, es cierto que las valoraciones en Europa del Sur no parecen especialmente atractivas, incluso en línea con el resto de Europa. Pero si hacemos un análisis estratégico e intentamos entender cuáles podrían ser los márgenes normalizados una vez que el volumen vuelva a lo que venía siendo lo normal (o incluso aunque solo aumente un poco), veremos que hay muchas oportunidades en algunas empresas con bases de activos amplias e infrautilizadas. Además, existe una enorme variación entre el rendimiento y la valoración de los activos; por ello, debemos ser particularmente selectivos y precavidos en cuanto a los activos que incorporamos a nuestra cartera.
Por ejemplo, no nos hemos expuesto al mercado de los medios de comunicación en España, dado que los activos de los medios de comunicación (cadenas de televisión, etc.) nos parecen demasiado caros a la vista de la clase de recuperación que podemos esperar a medio y largo plazo en esta industria.
Para este fondo, descartamos las empresas que no están lo suficientemente dirigidas a sus mercados nacionales. Es decir, preferimos no invertir en empresas con fuerte presencia internacional (valores de gran capitalización); también evitamos los sectores regulados que pueden verse afectados por una legislación inestable, como la energía en España; y, por último, procuramos no caer en trampas de valor; por ejemplo, las empresas con activos sobrevalorados como puede ser el sector inmobiliario español, bajo nuestro punto de vista.
¿Qué clase de oportunidades con potencial interesante existen en la periferia?
Hay gran cantidad de oportunidades en las empresas cotizadas en el sur de Europa, ya que todos estos países se beneficiarán de la recalificación por parte de las principales agencias de calificación. Normalmente nosotros preferimos las empresas con una fuerte implantación en su mercado nacional, que serán las que aprovecharán mejor la recuperación interna; con potencial de reestructuración (empresas semipúblicas a las que la Troika ha forzado a realizar fuertes reducciones de costes); y empresas del sector financiero italiano, que creemos que supondrán una oportunidad interesante en un futuro inmediato.
¿Qué país en fase de recuperación puede proporcionar más beneficios a los accionistas? ¿España, Italia, Portugal o Grecia?
La recuperación es más acusada en Portugal y Grecia que en España e Italia. Decidimos no incluir Irlanda en nuestro fondo porque el índice del mercado de valores irlandés ya ha duplicado de largo su nivel, desde los mínimos de 2009.
¿En qué sectores puede darse la mayor recuperación?
Industria pesada (cemento, metalúrgica), infraestructuras (agua, energía, telecomunicaciones). El sector financiero tiene un gran impacto en la actividad, con un ROTE que podría llegar al 15% a largo plazo en Grecia y Portugal (con un CT1 normalizado de. 9%). En Italia el ROTE podría normalizarse desde el 7% actual a un 10% en pocos años; igualmente, esperamos cierta consolidación del sector bancario italiano en los próximos trimestres/años.
¿Es realmente sólida la recuperación y qué riesgos afronta?
La recuperación es ya una realidad. Vemos que lo peor ya ha quedado atrás, pero la recuperación está todavía en una fase muy temprana en los mercados del sur de Europa. El principal riesgo que me gustaría subrayar no es la salida de Grecia de la zona euro, sino una recuperación más lenta de lo previsto que podría tardar en materializarse cinco años en lugar de tres.
¿Cree que entraremos en deflación?
Creemos que no estamos en una dinámica de deflación y que los organismos políticos tomarán medidas para evitar que se produzca. Somos bastante inmunes a la deflación de los países emergentes, ya que los valores incluidos en el European Recovery Equity Fund solo están expuestos a sus mercados nacionales. Por ejemplo, la crisis de las divisas de países emergentes del pasado enero no tuvo ningún impacto específico en nuestro fondo.
Es cierto que la preocupación por la deflación ha crecido últimamente, con la inflación en la zona euro situándose en un nuevo mínimo cíclico del 0,5% interanual en marzo; en el caso de España, incluso se produjo una caída en los precios del 0,2%. Sin embargo la deflación es una situación en la que los precios caen a gran escala y tanto los consumidores como las empresas creen que esta situación se mantendrá en el tiempo. Hay que diferenciarla de la desinflación, que ocurre cuando se ralentiza el ritmo de aumento de los precios pero no hay una expectativa general de caída de precios a largo plazo. Lo que está ocurriendo en la zona euro es una desinflación. De cara al futuro, no esperamos que la zona euro entre en deflación por varias razones: en primer lugar, los factores técnicos influyeron en gran medida en los últimos datos. Los efectos básicos de los precios de la energía y una Semana Santa temprana, comparada con la de este año, fueron factores sustancialmente desinflacionarios. En segundo lugar, la recuperación económica avanza. Los resultados han comenzado a extenderse por la mayoría de los países del sur de Europa. Eso, como mínimo, estabilizará el aumento de los precios. Además, en estas economías la presión sobre los precios ya se ha estabilizado, excluyendo los bienes volátiles y los efectos del gobierno (subidas de impuestos, precios administrados, etc.). En tercer lugar, las expectativas de inflación han caído en los últimos meses, pero todavía se encuentran en niveles razonablemente altos.
En términos generales, mientras los índices de baja inflación se mantengan, no creemos que la zona euro caiga en deflación. A pesar de todo, se debe vigilar estrechamente el riesgo de deflación. Por ejemplo, una crisis de oferta creada por la situación geopolítica puede iniciar un proceso que acabe por empujar a la zona euro a un entorno deflacionista.
En cuanto al BCE, ¿cree que debería hacer más? ¿Qué medidas podrían tomarse a medio plazo?
El BCE ya ha bajado sus tipos de interés casi a cero y ha puesto en práctica diversas medidas políticas no convencionales para estimular la actividad y minimizar los riesgos. Y lo que es aún más importante, el programa OMT de compra masiva de deuda y la directriz de «dejar los tipos de interés en el nivel actual o bajarlos aún más durante un periodo de tiempo prolongado» es una señal clara de que la política monetaria va a continuar sosteniendo la actividad económica. Sin embargo, en la actualidad el mayor problema de la recuperación es la falta de crecimiento del crédito. Por ejemplo, los préstamos al sector privado continúan contrayéndose a un ritmo constante de algo más del 2% interanual. Por tanto, es probable que se adopten medidas para facilitar la creación de crédito, especialmente en las economías periféricas. Algunas de las posibilidades más prometedoras bajo nuestro punto de vista son la aceptación de títulos con garantía de activos para la concesión de créditos a pequeñas y medianas empresas o la creación por parte del Banco de Inglaterra de un Fondo para un Programa de Préstamos. No creemos que la zona euro vaya a entrar en deflación. Sin embargo, sería necesario elaborar un plan de emergencia claro y creíble para ayudar a estabilizar las expectativas. En este sentido, el hecho de que el conjunto de los responsables de las políticas económicas, incluido el presidente del Bundesbank, estén planteando públicamente una flexibilización cuantitativa es un paso en la buena dirección. Por otra parte, si el euro continúa fortaleciéndose y llega a convertirse en una amenaza para la recuperación, creemos que el BCE no debería dudar en introducir un tipo de interés de depósito negativo.
Foto: Godot13. Chile propone una nueva norma que regula los requisitos para la comercialización de fondos
La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) ha publicado para comentarios del mercado una propuesta de normativa que regula las disposiciones reglamentarias de fondos mutuos y fondos de inversión, en virtud de las disposiciones contenidas en la Ley 20.712, sobre administración de fondos de terceros y carteras individuales (LUF) y que se dirige a todas las sociedades que administran fondos mutuos y de inversión.
En particular, la norma puesta en consulta en el sitio web de la SVS hasta el 25 de abril establece los contenidos mínimos que deben tener los Reglamentos Internos, Contratos y Reglamento General de los fondos mutuos y de inversión, así como los requisitos de información que se deben observar en la comercialización de cuotas.
La propuesta de norma establece las siguientes disposiciones que deberán cumplir las sociedades que administren fondos mutuos y fondos de inversión:
Los contenidos mínimos que deben tener los Reglamentos Internos, Contratos Generales de Fondos y Reglamento General de Fondos.
Los procedimientos para el depósito de los antecedentes y sus modificaciones.
La información que se debe otorgar a los aportantes, ya sea de manera directa, a través del sitio web, y los potenciales partícipes en los puntos de venta en caso de modificaciones de tales documentos y los plazos de entrada en vigencia de las mismas.
Los requisitos de información para la comercialización de cuotas en los puntos de venta, entre los que destaca tener a la vista los Reglamentos Internos y Generales de los fondos, las últimas carteras de inversiones y los estados financieros remitidos a SVS, entre otros. Igualmente, se debe poner a disposición de los potenciales aportantes un folleto informativo que señale el objetivo del fondo, tipo de inversionista, riesgos, beneficios tributarios, rendimientos, simulación de escenarios, costos, plazo pago rescates y duración, fiscalización y lugares obtención de información, entre otros aspectos.
Las disposiciones transitorias que aplicarán para la adecuación a la nueva normativa en el caso de fondos mutuos y fondos de inversión vigentes.
La SVS informó de que la norma reemplazará a la Circular N° 2.027 sobre la materia y derogará las Circulares Nº 1.538, Nº1.754, Nº1.841, Nº1.947 y Nº2.032, así como los Oficios Circulares Nº19, Nº 417, y Nº704.
Foto cedidaStephen Cohen, responsable de estrategia de inversiones para iShares y de estrategia de renta fija internacional para BlackRock.. Bolsa de países fuertes y deuda en dólares: los lugares donde BlackRock encuentra valor en emergentes
El año ha comenzado con apetito hacia la renta variable europea y japonesa y con el rechazo, al menos por los inversores particulares, de los mercados emergentes, de cuya renta variable sigue saliendo dinero debido a unas decisiones de asignación de activos que favorecen al mundo desarrollado. Stephen Cohen, responsable de estrategia de inversiones para iShares y de estrategia de renta fija internacional para BlackRock, confiesa que en la gestora también son cautos con las acciones del mundo en desarrollo, pero encuentran oportunidades de forma selectiva, también debido a que esos mercados están más baratos. “Las bolsas emergentes están más baratas, la cuestión es si lo están suficientemente”, indica.
Por eso, además de favorecer en renta variable los mercados desarrollados (sobre todo Europa y Japón), también apuesta por algunos mercados y regiones en desarrollo con buenos fundamentales que puedan impulsar sus bolsas, como Corea y Taiwán (países con buenos fundamentales y exposición al crecimiento de EE.UU.) o Polonia (también con buenos datos de demanda interna, política monetaria acomodaticia y exposición a Alemania, si bien también a la crisis de Ucrania, lo que podría traer volatilidad). Cohen no menciona a México en el grupo debido a que está inmerso en un proceso de reformas y afronta una inflación al alza, pero sobre todo porque sus valoraciones son altas. “Es un mercado caro y buscamos valor en otros lugares con mejor precio”, explica el experto.
Los mercados emergentes también están en el punto de mira de la gestora en el espectro de renta fija porque, en un entorno de bajos tipos de interés y en el que gran parte de la deuda pública del mundo desarrollado -incluida la de la Europa periférica- y el crédito -tanto de alta calidad como high yield- han visto estrecharse muy rápidamente sus diferenciales y han protagonizado un rally “que en su mayor parte ya está realizado”, ofrecen mayores oportunidades.
“La renta fija emergente, soberana o corporativa, denominada en dólares ofrece descuento con respecto a la del mundo desarrollado y estamos encontrando oportunidades en el activo”, explica. Una alternativa a la postura centrada en el pasado en deuda periférica europea o high yield para encontrar mayores rentabilidades. “No queda mucha rentabilidad en renta fija y aquí la encontramos”, dice, pero siempre en deuda en dólares, y huyendo de la volatilidad de la deuda en divisa local. Aquí la apuesta se centra en bonos de mayor calidad y con grado de inversión, sobre todo BBB, que ofrecen más rentabilidald que sus homólogos del mundo desarrollado, sin necesidad de tomar mayor riesgo.
La deuda emergente, y sus bolsas, también pueden ser un buen lugar donde obtener dividendos, pues sus empresas suelen tener fuertes flujos de caja y ofrecer dividendos de entorno al 5%-6%, con lo que son uno de los lugares donde invertir si lo que se buscan son rentas, uno de los grandes temas que detectan en BlackRock. Para jugarlo, Cohen señala también los REITS pero, sobre todo, la renta variable europea frente a la estadounidense.
Foco en los beneficios empresariales
Por activos, la apuesta central de Cohen es la renta variable, puntualmente del mundo emergente pero sobre todo del mundo desarrollado, que se beneficiará de “un crecimiento simultáneo por primera vez en cuatro años” y de la continuidad de unas políticas monetarias acomodaticias (a pesar del tapering, los tipos no empezarán a subir en EE.UU. hasta comienzos del año próximo). El reto son las valoraciones, pues las bolsas han pasado de estar baratas a justamente valoradas por lo que en BlackRock esperan ver un crecimiento de los beneficios para apoyar esa visión alcista. “Necesitamos ver que los beneficios crecen en el primer trimestre y estamos centrados en estos datos”.
En Europa, sus expectativas se centran en un rango de entre el 8% y el 11% pero, si la fortaleza del euro impacta negativamente en el crecimiento o los beneficios se quedan por debajo de esos niveles, “empezaremos a cuestionarnos si el crecimiento económico es capaz, o no, de trasladarse a las empresas y a revaluar nuestra visión en la renta variable de estos mercados”, advierte.
En el mercado de deuda, a esa apuesta por la deuda emergente en divisa local se une la deuda financiera europea porque los bancos “están desapalancándose y no necesitarán emitir demasiada deuda, lo que beneficia al inversor en bonos”, dice, incluyendo a los bancos españoles en esa visión positiva. En crédito, tanto con grado de inversión como high yield y ante el último rally, considera que no lo hará mal porque los fundamentales y las bajas ratios de default apoyan el mercado pero advierte de que con los diferenciales en niveles pre-crisis, el high yield ofrecerá en el año retornos de entre el 5% y el 5,5%, de los cuales ya se ha logrado el 3%, por lo que ya queda poco que rascar.
El incremento se produjo tanto en el número de entidades registradas, que pasó de 101 en 2012 a 126 en 2013 (96 personas jurídicas y 30 personas físicas), como en el volumen de patrimonio asesorado, que alcanzó los 17.600 millones de euros en 2013 (14.800 millones en 2012).
La pauta de crecimiento de las EAFI se mantiene a lo largo de los años, según señalan Pilar Grande, Marta Lorenzo, Pilar del Pozo, Alberto Pérez y Emilia Tamargo en su estudio “Tendencias en las entidades y productos registrados en la CNMV durante 2013”. “Se mantuvo una pauta de aumento en el número de entidades registradas similar al observado desde que comenzó el registro en el año 2009 (16 entidades en dicho ejercicio, 36 en 2010, 31 en 2011 y 23 en 2012)”. Pero las solicitudes crecieron: durante el ejercicio se recibieron 50 solicitudes de inscripción. Este número es un 40% superior al de los tres últimos años (37 en 2010, 30 en 2011 y 36 en 2012).
Desde la CNMV prevén para 2014 un crecimiento moderado del número de EAFI inscritas en el registro de la CNMV, atendiendo a la pauta seguida tanto en 2013 como en los años anteriores y al hecho de que el número de solicitudes recibidas en 2013, pese a ser superior al de los tres años precedentes, «no es tan elevado como para anticipar un aumento de mayor intensidad».
Según datos del supervisor, durante 2013 no llegaron a buen término 16 solicitudes, en cuatro casos por no cumplir los requisitos para constituirse como EAFI y en los 12 restantes por desistimiento de los interesados. El número de denegaciones se mantiene en línea con el observado durante los últimos tres años (dos denegaciones en 2010 y tres tanto en 2011 como en 2012).
En 2013 se produjeron cuatro bajas. De ellas, tres se debieron a la transformación en EAFI persona jurídica de EAFI persona física, una tendencia cada vez más frecuente en España ante la necesidad de buscar socios para desarrollar la actividad, y una a la renuncia voluntaria por arte de la EAFI. El número de bajas es igual al del año precedente. En el año 2011 se produjo la primera baja en los registros de EAFI.
A la conquista europea
A finales de 2013, las EAFI disponían de nueve sucursales y 11 pasaportes para prestar servicios en el Espacio Económico Europeo en régimen de libre prestación, lo que confirma su apetito por conquistar los mercados internacionales.
Aumento del cliente minorista
La CNMV destaca, dentro del patrimonio de las EAFI, el incremento del patrimonio asesorado correspondiente a los clientes minoristas, que se situó en el 52,8%. Como consecuencia de este avance, la importancia relativa del segmento minorista en relación con el volumen de patrimonio total asesorado por las EAFI se incrementó desde el 22% en 2012 hasta el 28% en 2013.
Además señala que, en 2013, los ingresos por comisiones percibidos por las EAFI aumentaron de forma paralela al volumen de patrimonio asesorado. En 2013, estos ingresos llegaron a los 33,3 millones de euros, un 27,1% más que en 2012.
Didier Saint-Georges es miembro del Comité de Inversiones de Carmignac Gestion.. En días despejados, la locomotora estadounidense se percibe mejor
Al término de este primer trimestre de 2014, la mayor parte de las grandes plazas bursátiles permanece indecisa. Cinco años después del inicio de su repunte posterior a 2008, los mercados de renta variable parecen fatigados e inquietos debido a tanta incertidumbre acumulada: la amenaza a la liquidez disponible en los mercados internacionales, las presiones deflacionistas en todo el mundo, la escalada de la tensión política en Europa del Este o la debilidad económica del mundo emergente, la zona del euro, e incluso Estados Unidos.
Por todo ello, Didier Saint-Georges, miembro del Comité de Inversiones de Carmignac Gestion, explica que «conviene tomar cierta distancia para reflexionar: el alejamiento del riesgo sistémico permitió a la mayor parte de los mercados corregir sus excesos. Por lo tanto, ya ha pasado el tiempo de las anomalías flagrantes en las valoraciones de mercado, las cuales posibilitaron, aunque con una gran concentración de riesgos, unas trayectorias de inversión espectaculares durante el año pasado. No obstante, en nuestra opinión, hoy en día se sigue subestimando un factor decisivo: la dinámica de la economía estadounidense, cuyos indicadores se han visto enturbiados por la ola de frío sufrida en la costa este durante este invierno. Su esclarecimiento traerá profundas consecuencias para los mercados de renta variable, las divisas y los tipos de interés».
Tras su breve estancamiento a finales de 2012 debido al huracán Sandy, en 2013 la economía estadounidense volvió a demostrar su resistencia al lograr controlar el aumento de la presión fiscal: el ritmo de crecimiento anual del PIB se aceleró de forma regular, desde el 1,3 % de comienzos del año hasta el 2,6 % del cuarto trimestre. En 2014, la cortina de humo que supuso el excepcional invierno sufrido en la costa este no debe hacernos olvidar que la reducción de la presión fiscal hará ganar, por sí sola, a la economía estadounidense un punto de crecimiento a lo largo del año. Los analistas siguen revisando al alza las estimaciones de los resultados de las empresas y, por el momento, registran un incremento de aproximadamente un 9 % este año. La confianza de los hogares —que han continuado con su proceso de desendeudamiento— se encuentra en el nivel más alto desde la crisis y, durante los tres últimos meses, los préstamos bancarios han retomado la senda del crecimiento a un ritmo anual de entre el 8 % y el 9 %. Asimismo, durante el mes de marzo asistimos a un aumento cercano al 6 % en las ventas de automóviles y el índice ISM manufacturero experimentó un leve incremento (en concreto, los nuevos pedidos aumentaron un 0,6 %). Aunque estas cifras no son espectaculares en sí mismas, apuntan a unas perspectivas de crecimiento sólido. En tal contexto, la normalización de la política monetaria estadounidense seguirá su curso y difícilmente se podrán evitar algunos momentos de tensión en los tipos de los bonos del Tesoro. Éste también justificará un aumento del apoyo al dólar, explica Saint-Georges.
Y es más cauto con Europa. «Desde junio de 2012, la reducción del riesgo sistémico en la zona del euro viene alimentando una subida de más del 40% en los mercados europeos de renta variable. Lógicamente, este espectacular repunte del atrevimiento de los inversores ha beneficiado al valor de las empresas con mayor descuento, y no de las más arriesgadas. Como también es lógico que los valores seguros, aunque más caros, hayan sido los menos favorecidos por este alza de los mercados. El hecho de que la zona del euro se encuentre en una fase anterior en el ciclo económico con respecto a Estados Unidos sigue alimentando la esperanza de recuperación (los resultados de las empresas europeas tan sólo han remontado un 10 % desde su nivel más bajo durante la crisis, mientras que en EE. UU. ya se han duplicado). No obstante, la coyuntura económica sigue marcada por la atonía: al contrario que en Estados Unidos, durante el primer trimestre, las previsiones de los resultados de las empresas de la zona del euro han seguido sufriendo las revisiones a la baja de los analistas. Además, en nuestra opinión, una preferencia indiscriminada por los valores sensibles al ciclo económico sería poco sensata actualmente».
Como ejemplo, Italia encarna uno de los escasos intentos de escapar a la histéresis europea, con un Matteo Renzi que trata de poner en marcha rápidamente un programa económico tan completo como radical. En este sentido, resulta significativo que el mercado bursátil italiano haya registrado, de lejos, la mejor rentabilidad entre las grandes plazas europeas durante el primer trimestre. «No obstante, contrariamente al consenso —y al BCE—, creemos que el ritmo de inflación de la zona del euro no tiene visos de enderezarse próximamente. No sólo creemos que el ritmo de inflación aún podría bajar en Italia y España, sino que también creemos que se ha subestimado el ciclo de desinflación iniciado en Francia, Alemania y los Países Bajos«.
En su opinión, tarde o temprano el BCE deberá intervenir, con arreglo a su mandato de asegurar la estabilidad de precios. «Ello supondrá un apoyo adicional para los mercados de deuda corporativa y deuda pública de los países periféricos, así como un factor que impulsará el debilitamiento del euro. En Carmignac Gestion, nos hemos posicionado claramente de acuerdo con esta perspectiva», explica.
Y han reforzado posiciones en Japón: «Desde el inicio del año, los inversores han recogido una parte de los cuantiosos beneficios acumulados en 2013 en el mercado japonés de renta variable (el índice Nikkei ha sufrido una caída del 7 % durante este trimestre), al optar por observar desde la prudencia el efecto que tendrá sobre el consumo el aumento del IVA llevado a cabo en abril. Las autoridades japonesas se muestran totalmente lúcidas con respecto a un reto que les recuerda a la situación de 1997, cuando una medida similar frenó la recuperación económica, algo que aún recordamos como si fuera ayer. Sin embargo, la inacción que vienen acusando desde hace varios meses está poniendo a prueba la paciencia de los inversores y el Banco de Japón haría bien en intervenir con determinación si la dinámica de la economía japonesa comienza a desviarse de la trayectoria iniciada hace un año. Durante este tiempo, destacamos asimismo que a los empleados de Toyota, Honda y Toshiba se les concedió durante este primer trimestre del año su primer aumento salarial desde 2008. Además, Toyota acaba de anunciar un importante programa de recompra de acciones. Al contrario que el consenso en los mercados europeos, el escepticismo general con respecto al renacimiento de la economía nipona presenta también la ventaja de albergar más empresas de calidad aún infravaloradas, y aprovechamos la debilidad del mercado para reforzar nuestras posiciones».
Con respecto a China, comenta que los inversores siguen siendo muy escépticos con respecto a la determinación de las autoridades chinas para abordar el extraordinario desafío que supone dirigir la transición hacia un crecimiento más débil pero más equilibrado. El exceso de capacidad, la magnitud de su sistema bancario «en la sombra» o las restricciones medioambientales suponen obstáculos que explican la desconfianza de los inversores. Así, durante el primer trimestre, el mercado de las llamadas H-shares (acciones de sociedades constituidas en China continental que cotizan en la Bolsa de Hong Kong o en otras plazas extranjeras) sufrió una caída del 7 %. Estamos convencidos de que una respuesta ante tales desafíos es el reconocimiento sin precedentes por parte de las autoridades chinas de la necesidad de abordar de forma decisiva las reformas estructurales necesarias. Dichas reformas deben acometerse lentamente y adaptarse a lo que la economía china pueda soportar sin caer en una ralentización excesiva (a este respecto, el Gobierno chino acaba de confirmar varias medidas de apoyo a la economía). El privilegio de la economía china —al abrigo de unos mercados de capitales sujetos a un estricto control y de una tasa de ahorro superior al 50 %— es su protección ante la impaciencia de los mercados. «A pesar de esta convicción, seguimos reduciendo nuestra exposición global al crecimiento chino, ya que, en nuestra opinión, esta gran reorientación seguirá generando dudas acerca de la sostenibilidad de dicho crecimiento e infravalorando los activos implicados. No obstante, mantenemos nuestra confianza en varias empresas muy bien gestionadas y capaces de basar su crecimiento a largo plazo en la ineludible mutación de la economía china».
Una buena póliza de seguro
Pero donde es más positivo es en EE.UU. «La capacidad de recuperación de la economía estadounidense sigue siendo una de las mejores pólizas de seguro frente a las presiones deflacionistas a escala internacional. Sin embargo, debido a su propia «reindustrialización», la economía estadounidense no será una locomotora potente para otros países, a menos que éstos tengan los medios para engancharse a ella. Japón ya ha dado muestras de su determinación. Aunque aún falta la confirmación. Por su parte, los países emergentes abordan esta oportunidad de manera dispersa (en este sentido, el reciente debilitamiento del yuan constituye un factor suficientemente esclarecedor acerca de las intenciones chinas). Por último, Europa debe dotarse de una moneda más competitiva so pena de perder el tren», concluye.
Por todo esto, en su estrategia de inversión siguen apostando por el dólar estadounidense, en renta fija mantienen su convicción acerca de la normalización de los tipos de interés y en renta variable siguen reforzando posiciones en bolsa estadounidense.
El vocero del Gobierno chileno, Álvaro Elizalde, recorre la zona afectada del cerro Las Cañas. Foto cedida por La Moneda. TECHO Chile y Banco Santander, manos a la obra para levantar 1.000 casas en Valparaíso
Voluntarios de TECHO-Chile y Banco Santander han lanzado una campaña para construir 1.000 viviendas en la zona afectada por el incendio en Valparaíso. Estas viviendas básicas, todas equipadas con cocina, comedor y camas, tienen un costo de 1,5 millones de pesos, unos 2.690 dólares cada una.
La meta de esta campaña, que cuenta también con la participación de Canal 13 y Radio Duna, es reunir 2,7 millones de dólares y llegar a 1.000 TECHOS para Valpo.
«Sabemos que es muy difícil ponerse en los zapatos de quien lo ha perdido todo, pero cada vez que enfrentamos situaciones como ésta, surge lo mejor de nosotros. Somos un equipo solidario y eso nos engrandece como personas y como empresa», señaló Claudio Melandri, gerente general y Country Head de Banco Santander Chile.
«Los voluntarios nuevamente nos dan un ejemplo de compromiso con su país. Silenciosamente y durante todo el año, muchos de estos jóvenes como los que vemos en Valparaíso trabajan en cientos de campamentos a lo largo de Chile. Ésa es la energía que necesitamos los que queremos un Chile mejor, pero en este partido juegan los privados, el Gobierno, los jóvenes y la sociedad civil. El marcador es adverso pero Santander, una vez más, nos da un tremendo empujón para salir adelante. Este partido lo ganamos entre todos», enfatizó Juan Cristóbal Beytía, capellán de TECHO.
El rostro principal de la campaña es Jorge Sampaoli, quien es cliente de Banco Santander desde 2011. «Desde que llegué a este país, vi a los chilenos caer y levantarse mil veces, pero nadie puede solo. Los voluntarios del TECHO quieren construir 1.000 viviendas en Valparaíso, para que todas esas familias que se quedaron sin nada tengan un techo», dijo.
La campaña durará dos semanas y las donaciones se están recibiendo en la cuenta N°6225497-1 de Banco Santander a nombre de Fundación Un Techo para Chile, Rut 65.533.130-1, correo emergencia.chile@techo.org.
Adicionalmente, Banco Santander está organizando campañas 1+1 y de recolección de fondos con sus empleados.