Foto cedidaMark Burgess, director adjunto global de inversiones y director de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments. . Mark Burgess, director adjunto global de inversiones y director de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, deja la firma
Columbia Threadneedle Investments ha anunciado que Mark Burgess, director adjunto global de inversiones y director de inversiones para EMEA, ha decidido tomarse un descanso en su carrera tras nueve años en la firma. Con su salida de la compañía, William Davies, actual director global de renta variable, se convertirá en CIO EMEA y reportará directamente a Colin Moore, CIO Global de Columbia Threadneedle.
Según ha explicado la gestora, Burgess ha decidido tomarse un tiempo para descansar, centrarse en su familia y replantearse su carrera profesional. Le sucederá en el cargo William Davies a partir del próximo 27 de septiembre, fecha prevista en la que Burgess dejará la gestora. Como consecuencia del nombramiento de Davies, Neil Robson pasará a ser el gestor principal de los fondo Threadneedle Global Select y Threadneedle (Lux) Global Select.
William Davies se unió a Threadneedle Investments como gestor de renta variable europea en los inicios de la compañía en 1994. Se convirtió en jefe de renta variable europea en 1999 y en Capital Global en 2011. En junio de 2016 William se convirtió en jefe de renta variable, EMEA y en 2017 se convirtió en global responsable de renta variable, asumiendo la responsabilidad de los equipos de renta variable de la empresa en todas las regiones. William retendrá este papel además de convertirse en EMEA CIO.
“En nombre del equipo de Columbia Threadneedle, quisiera agradecer a Mark por la gran contribución que ha hecho a nuestros equipos de inversión global, a la organización y a nuestros clientes. Ha sido un apasionado defensor de nuestro proceso de inversión y ha liderado y fomentado una cultura de colaboración que es fundamental para nuestro desempeño a largo plazo. Ha sabido mantener el foco en nuestro compromiso con los clientes y ha ayudado a dar forma a nuestra organización, logrando dar respuesta a las necesidades de nuestros clientes en todo el mundo”, ha señalado Colin Moore, director global de inversiones.
Por su parte, Burgess ha declarado: “Ha sido un privilegio liderar el equipo de inversiones de EMEA durante casi 10 años. Ha sido una experiencia fantásticas tanto como inversión como responsable del negocio de gestión de activos. Como gestores, lo que hacemos y cómo lo hacemos es importante para nuestros empleados y socios, para nuestros clientes y para la salud económica y la prosperidad de nuestra sociedad. He tenido el placer de trabajar con un equipo sobresaliente tanto en EMEA como a nivel mundial y estoy orgulloso de lo que hemos logrado y de nuestro récord de entrega para nuestros clientes”.
Burgess se unió a Threadneedle Investments como CIO en noviembre de 2010. Desde su cargo dirigió el departamento de inversiones de EMEA con más de 160 trabajadores, con la responsabilidad general del desempeño de todas las estrategias de inversión de EMEA. Ha sido un gran defensor de la filosofía de inversión de Columbia Threadneedle basada en el intercambio de ideas y el debate entre las clases de activos.
Foto cedidaPedro Oliver, responsable de la oficina en Barcelona de Julius Baer.. pedro oliver
Un equipo de 10 gestores patrimoniales con larga experiencia en el mercado se incorporó ayer al equipo de Julius Baer en Madrid con el objetivo de desarrollar y expandir el negocio en el mercado de Portugal de forma transfronteriza. José Maria do Cazal-Ribeiro ha sido nombrado responsable de Mercado de Portugal y Gonçalo Maleitas Correia, responsable del Equipo Nacional de Portugal. Ambos reportarán a Carlos Recoder, responsable de Europa Occidental de Julius Baer.
Tras ampliar la presencia local de la firma en España —al abrir una nueva oficina en Barcelona en abril de 2019—, la contratación de este completo equipo directivo para cubrir el mercado portugués es una de las continuas inversiones de Julius Baer para ofrecer una cobertura de mercado más inteligente.
Según declaraciones de Carlos Recoder, responsable de Europa Occidental, «Julius Baer considera a Portugal como un mercado con mucho potencial de “desarrollo” y se compromete a invertir en su crecimiento. Ofreciendo una mayor proximidad a los clientes de la región y una oferta exclusiva como banco privado puro, Julius Baer ostenta una sólida posición para atraer la cuota de mercado local en Portugal y seguir desarrollando su actual cartera de clientes. La contratación de este equipo directivo integral demuestra nuestro compromiso a largo plazo con el crecimiento del mercado portugués».
Las contrataciones clave para el mercado de Portugal empiezan por José Maria do Cazal-Ribeiro, como responsable del mercado de Portugal. José Maria será responsable del desarrollo y crecimiento del mercado portugués en Julius Baer. Con casi 30 años de experiencia en este campo, cuenta con un largo historial de generación de crecimiento empresarial sustancial. En su puesto más reciente, José María trabajó en Credit Suisse durante 14 años, donde estableció la franquicia portuguesa de la entidad, con cobertura en Lisboa y otros emplazamientos internacionales. Anteriormente, ocupó cargos directivos como gerente de Relaciones en Merrill Lynch International y Banco Espírito Santo.
Gonçalo Maleitas Correia es el responsable del equipo nacional de Portugal. Gonçalo procede de Credit Suisse, donde ocupó el cargo de gerente de sucursal y, últimamente y durante varios años, fue responsable de Mercado de la sucursal de Lisboa. Anteriormente trabajó para Banque Privée Edmond de Rothschild Europe, donde fue responsable de asuntos jurídicos, cumplimiento y desarrollo comercial.
Gonçalo Pinto Basto también se une como gestor patrimonial senior. Después de diez años trabajando en la Banca de Inversión, Gonçalo se unió a Merrill Lynch en 2000, donde fue decisivo en la creación del Portugal Desk. Posteriormente, entró en Credit Suisse, donde trabajó durante 14 años como gerente de Relaciones.
Francisco Pimentel es gestor patrimonial senior: estuvo en Credit Suisse durante seis años y posee un historial contrastado en nuestra industria. Anteriormente, fue gerente de Relaciones en Barclays Bank, donde tuvo la oportunidad de desarrollar una unidad de negocio dedicada a la prestación de servicios a individuos con un patrimonio neto muy elevado (UHNWI, por sus siglas en inglés) de Portugal.
Los miembros adicionales del equipo del mercado de Portugal incluyen a Gonçalo Viana de Sousa, gestor patrimonial senior, Luis Barata, gestor patrimonial senior, Salvador Roque de Pinho, gestor patrimonial senior, Luis Barreto Xavier, consultor de Inversiones, Ana Maria Da Silva, Assistant Relationship Manager, y Maria Joao Abreu, Assistant Relationship Manager.
Pixabay CC0 Public Domain. ¡Cambiemos el reglamento!
Muchos países acudieron a respaldar a sus bancos comerciales locales durante la crisis de 2008. Después de estos “rescates”, Estados Unidos y Europa decidieron revisar la legislación bancaria y buscaron eliminar los excesos del pasado, al considerar que estaban en la raíz de este declive financiero.
Se frenaron determinadas actividades y otras se redujeron, bajo la atenta mirada de los reguladores a cargo de la implementación de estas nuevas normas. Además, se pidió a la industria bancaria que fortaleciera la huella de su capital. El claro objetivo era evitar que se solicitase el dinero de los contribuyentes en la siguiente crisis.
El coste general de estas intervenciones fue muy alto. Los gobiernos vieron con preocupación cómo su deuda nacional aumentaba de forma significativa e, incluso, en algunos casos, tuvieron que implementar políticas de austeridad. Los bancos comerciales intentaron de forma desesperada cumplir con las nuevas reglas que se les impusieron y algunos incluso huyeron de los préstamos al sector privado y se inclinaron por financiar al sector público (ahora muy endeudado).
La deuda pública soberana es considerada menos arriesgada para los bancos bajo su regulación de inversiones. El resultado ha sido una débil actividad económica en algunas zonas (crecimiento por debajo del potencial), mientras que en otras ha sido anémica. Ante la ralentización del crecimiento, los bancos centrales globales han recurrido a mecanismos monetarios acomodaticios poco convencionales con la esperanza de activar estas economías debilitadas.
Con una actividad económica frágil, una política de tipos bajos y mayores requisitos para los nuevos capitales, en ocasiones, los márgenes de la actividad tradicional han sido insuficientes para cubrir las necesidades financieras de la banca. Hasta cierto punto, la tecnología a contrarrestado este fenómeno.
Muchos de los grandes jugadores han invertido de forma considerable y han mejorado su eficiencia operacional, apuntalando su rentabilidad y compensando el débil crecimiento de sus ingresos. Pese a ello, la situación financiera de los bancos sigue siendo precaria y su actividad depende de la economía subyacente en la que operan.
En este contexto, los bancos estadounidenses buscan impulsar algunos cambios para la nueva regulación. Han centrado su atención en la ‘regla Volcker’, considerada demasiado restrictiva para su actividad en el mercado financiero. Como alguien que entiende el valor de impulsar estos mercados, el señor Trump se ha mostrado abierto a escuchar sus propuestas. A su juicio, unos bancos más fuertes y rentables, combinados con mercados alcistas, solo podría contribuir a las perspectivas de crecimiento del país.
El debate político está abierto ahora al ajuste de estas normas. Una vez en funcionamiento, los bancos estadounidenses serán capaces de presumir de una ventaja competitiva triple: Operar en una economía resistente (Estados Unidos lo está haciendo relativamente mejor que Europa o Japón), márgenes de financiación saludables apoyados por tipos de interés positivos (todavía), y normas potencialmente rebajadas en comparación a las de sus competidores extranjeros.
A la hora de “retocar” la legislación, el desafío de las autoridades será evitar el regreso a los excesos del pasado. Desde 2008, la política de autorregulación impulsada por el señor Greenspan y el señor Bernanke ha sido desmantelada. Hoy en día, el regulador estadounidense tiene la capacidad de encontrar un equilibrio apropiado para implementar estas reformas. Cuenta con un amplio rango de herramientas legales a su disposición, lo que no era el caso hace 10 años.
Tribuna de Ygal Cohen, presidente, director ejecutivo y fundador de ASG Capital
Pixabay CC0 Public Domain. UBS AM, primera gestora en superar los 1.000 millones de euros en un fondo ETF socialmente responsable
Según ha anunciado UBS AM, por primera vez, un fondo cotizado europeo (ETF) centrado en inversiones con criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) ha superado la barrera de los 1.000 millones de euros de activos gestionados. Se trata del fondo UBS ETF (LU) MSCI World Socially Responsible UCITS ETF, que superó los 1.230 millones de euros en julio de 2019.
El ETF, que se lanzó en 2011, hace un seguimiento del índice MSCI World Socially Responsible 5% issuer capped TRN index, que incluye a las empresas que representan el cuartil superior según los criterios de ESG, de acuerdo con la metodología del índice. Con un coste total del 0,25%, el fondo da acceso a las acciones de empresas de 23 países a un bajo coste, y aplica un tope del 5% a cualquier emisor, lo que asegura una variada cesta de valores que ofrece un sólido potencial de diversificación para las carteras.
A raíz de este anuncio, Clemens Reuter, director de Passive & ETF Investment de UBS Asset Management, ha comentado: «Este hito representa una confirmación más de nuestro compromiso con la satisfacción de las necesidades cada vez más sofisticadas de los inversores. Queremos seguir estando a la vanguardia en el desarrollo de productos y soluciones innovadoras para nuestros clientes, ayudándoles a alinear sus inversiones con sus objetivos de ESG».
Desde la gestora han querido destacar su liderazgo en el espacio de ETF con criterios ESG y el fuerte crecimiento de los activos de los fondos cotizados en bolsa centrados en la sostenibilidad en Europa durante el primer semestre del año. “Los activos bajo gestión totales alcanzaron los 17.000 millones de euros, un 70% más que a finales de 2018. En el sector ESG ETF, los instrumentos de renta variable son el segmento preferido de los inversores, representando el 84% de los activos totales. Sin embargo, el sector de la renta fija está cobrando impulso con grandes entradas de capital en los últimos 12 meses, lo que ha dado lugar a una duplicación de los activos hasta alcanzar los 2.800 millones de euros”, explican desde la gestora.
Pixabay CC0 Public Domain. Guerra comercial: ¿aguantará la economía global una tormenta arancelaria?
La economía global se está desacelerando rápidamente y el intercambio comercial en el mundo se contrae desde junio. En este contexto, las continuas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China echan más leña al fuego sobre todo tras haber iniciado el pasado domingo una nueva fase de sanciones: un 15% de aranceles sobre importaciones chinas valoradas por 110.000 millones de dólares y entre un 5%-10% de tarifas adicionales sobre alimentos estadounidenses recibidos en las aduanas chinas.
“Este movimiento rompe el tono relativamente optimista que se había respirado a mediados de semana, cuando ambas partes habían relajado el tono de las conversaciones. A pesar de ser ampliamente anticipados, los nuevos aranceles han generado notables pérdidas en las bolsas mundiales y enviado al billete verde a nuevos máximos de más de dos años”, explican los analistas de Monex Europe.
Estos cambios de bruscos en el tono de las negociaciones desorienta a los inversores y analistas. Los expertos de Unigestion afirman que la falta de transparencia en las negociaciones entre Estados Unidos y China está “afectando al sentimiento inversor, en un enfrentamiento en el que China parece estar lejos de rendirse”. Por ahora ambos países han agendado un encuentro este mes, pero una nueva ronda de aranceles sobre 160.000 millones de dólares de importaciones chinas y un total de 75.000 millones de dólares de envíos norteamericanos sigue programada para mediados de diciembre. Según indica el documento Macro Insights preparado por el equipo de Macro Research de AXA IM, “si Estados Unidos vuelve a aumentar los aranceles en diciembre, China reintroducirá las tarifas automáticas del 25%”.
Sin duda, los analistas y casas de inversión coinciden en que una estabilización de la guerra comercial podría contribuiría al crecimiento del mercado y alejaría este sentimiento negativo. Desde Unigestion apuntan dos factores clave que ayudarán a estabilizar el enfrentamiento entre China y EE.UU: “Por un lado, hay un límite a las devaluaciones que puede implementar China si quiere evitar que haya una fuga masiva de inversiones extranjeras directas de China; por otro, las elecciones se ha aproximan en EE.UU. y el presidente estadounidense, Donald Trump, de cara a su reelección, no puede permitirse terminar su mandato en recesión. Simultáneamente, los índices del comercio mundial en los últimos dos meses se han recuperado, y cualquier mejora adicional en este frente sería un factor positivo adicional, empujando el sentimiento en una dirección positiva”.
En cambio, desde Schroders han reducido sus previsiones de crecimiento mundial como consecuencia de la reciente escalada de tensión en la guerra comercial entre ambos países. “Ahora esperamos un crecimiento del PIB del 2,6% este año y del 2,4% el siguiente, frente al 2,8% y el 2,6% que preveíamos anteriormente. Si se cumplen las previsiones, el crecimiento mundial en 2020 sería similar al de 2008, justo antes de la gran recesión de 2009”, indica Keith Wade, economista jefe de Schroders.
En su opinión, la escalada de la guerra comercial no ofrece muchas posibilidades de mejorar las perspectivas de los mercados emergentes. “Reducimos las expectativas de crecimiento de las economías BRIC este trimestre y esperamos que la guerra comercial la debilidad de 2020. En un tono más positivo, creemos que ahora hay margen para una mayor relajación cuantitativa por parte de los bancos centrales de los países emergentes, mientras sus homólogos desarrollados adoptan una postura más dovish”, añade Wade.
Mercado estadounidense y chino
Si hacemos casos a las últimas manifestaciones de ambos países, tanto China como Estados Unidos están dispuestos a resistir los aranceles. “Cada vez es más difícil que reducir el nivel de tensión actual. Mientras tanto, la confianza empresarial de EE.UU. continúa suavizándose a medida que aumentan las incertidumbres comerciales, mientras que el último dato del sentimiento del consumidor retrocedió a los niveles de 2016”, apuntan desde AXA IM.
En el mercado chino estas tensiones comerciales se mezclan con otras realidades como la depreciación del renminbi, la evolución de sus índices, su problema de deuda o el menor crecimiento del país. “Creemos que la fuerte corrección del mercado del año pasado fue excesiva. Esto puede haber contribuido al repunte durante el primer trimestre de este año. En este sentido, es cierto que las entradas de flujos de fondos pasivos que se han producido gracias a la inclusión de las acciones A en los tan seguidos índices MSCI han supuesto un gran impulso. Sin embargo, pensamos que lo más importante es que el consumo interno y los servicios están impulsando el crecimiento del PIB del país en la actualidad y no las exportaciones. El mercado de acciones clase A está mucho más expuesto al consumo interno que los mercados chinos offshore, lo que explica por qué las acciones clase A se están comportando relativamente bien. Asimismo, pensamos que el mercado está volviendo a centrarse en los fundamentales de las compañías”, explica Nicholas Yeo, el responsable de renta variable china de Aberdeen Standard Investments.
En opinión de Yeo, sigue habiendo oportunidades en el mercado chino: “Encontramos el mayor potencial en los títulos orientados al consumo, capaces de beneficiarse del crecimiento estructural en la nación de una población cada vez más envejecida y con mayor poder adquisitivo. Actualmente, en nuestro fondo Aberdeen Standard SICAV I- China A share sobreponderamos consumo, compañías de seguros de vida y empresa del sector salud”.
Pixabay CC0 Public Domain. Infraestructuras sociales: invertir en activos esenciales para la sociedad
Las infraestructuras sociales resultan cruciales para la actividad económica, la productividad y el bienestar social. Podríamos definirlas como las estructuras necesarias para que una sociedad funcione adecuadamente, desde colegios, hospitales y cárceles hasta redes de transporte como carreteras o líneas ferroviarias. En 2006, estos activos se convirtieron en una clase invertible, con el lanzamiento en Reino Unido del primer fondo de infraestructura (HICL).
Históricamente, la construcción y el mantenimiento de este tipo de instalaciones corría a cargo del sector público (administración local o nacional). Los cambios demográficos han convertido las infraestructuras en una prioridad aún más importante para los gobiernos de todo el mundo. Teniendo en cuenta que los recursos públicos son limitados, las empresas de infraestructuras sociales proponen mejorar los servicios gracias a eficiencias operativas y permiten transferir el riesgo al sector privado.
Un poco de historia
En el Reino Unido, las asociaciones público-privadas (PPP, por sus siglas en inglés) y las iniciativas de financiación privada (PFI) usan capital privado para desarrollar infraestructuras sociales básicas. Surgidas a principios de los años noventa, ganaron popularidad en 1997, coincidiendo con la victoria electoral del laborista Tony Blair, y pronto se convirtieron en la forma de financiación preferida para los grandes proyectos de infraestructuras.
A lo largo de los últimos 20 años, más de 700 proyectos se han financiado con unos 60.000 millones de libras de capital privado. Este modelo ha sido adoptado por muchos otros países que también se enfrentan a limitaciones presupuestarias y de endeudamiento público. El mercado de las PPP y las PFI ha crecido de forma significativa tanto en los países desarrollados como emergentes.
A los inversores les atrae el hecho de que los proyectos de infraestructura social suelen estar sujetos a mecanismos de pago basados en la disponibilidad (availability-based, en inglés). Es decir, el dueño de la infraestructura recibe pagos regulares a cambio de asegurarse de que el activo esté operativo y disponible. Los pagos corren a cargo de un organismo público, normalmente gubernamental, por lo que los riesgos relativos a la demanda o al precio son limitados. Las concesiones suelen mantenerse durante décadas y, con frecuencia, las cantidades pagadas se ajustan por la inflación.
El horizonte a largo plazo, unos flujos de caja respaldados por el Gobierno y unas rentabilidades mucho más atractivas que las de los bonos gubernamentales han facilitado que esta clase de activo capte importantes volúmenes de capital.
Cómo funciona
Normalmente, cada proyecto de infraestructura se canaliza a través de una entidad instrumental (SPV) que es “inmune a la quiebra” de la empresa matriz, ya que es independiente desde el punto de vista legal y financiero. Los proyectos se financian mediante una combinación de deuda a largo plazo y capital. Quienes invierten en deuda valoran la seguridad de estos proyectos, que ofrecen flujos de ingresos constantes y estables a largo plazo.
Los inversores que aportan capital participan en proyectos de explotación y desarrollo con empresas promotoras y de gestión de instalaciones que se responsabilizan de la calidad del proyecto y de la gestión diaria. Por eso, el riesgo de contraparte es un factor importante para estos inversores, que deberán asumir los costes incurridos por el cliente en caso de que el activo no esté disponible para su uso. A cambio de asumir este riesgo, suelen percibir una rentabilidad cercana al 7% de los proyectos operativos.
Nosotros invertimos en la clase de activo a través de sociedades de inversión cotizadas de tipo cerrado (closed-end) que aportan el capital para proyectos de infraestructuras. Los vehículos de “capital permanente” se adaptan bien a activos con ciclos de vida tan largos. Estas empresas se negocian en mercados cotizados y facilitan que los inversores puedan acceder a una amplia gama de proyectos de infraestructuras tanto en el Reino Unido como en Europa, Norteamérica y Australia.
Fuente de diversificación
Las concesiones de infraestructuras sociales suelen ser a largo plazo, lo que les permite generar flujos de caja predecibles sujetos a la disponibilidad del activo, en vez de a su uso. Las inversiones se ven respaldadas por el gobierno o la regulación. Además, en muchos casos, los ingresos de las concesiones se ajustan por la inflación. Por todos estos motivos, creemos que las infraestructuras sociales representan una fuente de diversificación particularmente interesante.
Tribuna de Mike Brooks, responsable de multiactivos diversificados en Aberdeen Standard Investments
Foto cedidaGabriel Simón, director del equipo de ventas de Columbia Threadneedle para España.. Gabriel Simón se incorpora a Columbia Threadneedle para reforzar el equipo de ventas en España
Columbia Threadneedle Investments refuerza su presencia en España con la incorporación de Gabriel Simón al equipo de ventas. Según ha podido saber Funds Society, Gabriel Simón ocupará el cargo de responsable de ventas para el mercado ibérico, tarea que desarrollará junto con Bárbara Echazarra y Carlos Moreno. Además, reportará a Rubén García Páez, director general para Iberia y Latinoamérica de Columbia Threadneedle Investments.
Se encargará de ampliar las relaciones con los clientes en Iberia, incluidas las empresas de asesoramiento, los selectores de fondos, las redes de asesores financieros, la banca privada, así como los gestores de fondos discrecionales y las compañías de seguros. Gabriel también dará apoyo a las relaciones globales en Latinoamérica.
Gabriel Simón se incorpora desde Santander AM, donde ocupaba el puesto de gestor senior de fondos de asset allocation desde 2006. Simón cuenta con una dilatada carrera profesional de más de 17 años, pasando por firmas como Merrill Lynch y Santander UK, entre otros. Es ingeniero superior industrial del ICAI por la Universidad Pontificia de Comillas y cuenta con un posgrado en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley, en California (EE.UU.). Además, es analista financiero internacional (CIIA) y analista financiero europeo (CEFA).
Pixabay CC0 Public Domainwewewegrafikbaydeh. Los bancos y aseguradoras han subestimado la magnitud del reto de la transformación digital
Un nuevo informe del Instituto de Investigación de Capgemini señala que las empresas de servicios financieros se están quedando rezagadas en el proceso de transformación digital con respecto a otros sectores económicos. Según se desprende de la percepción recogida entre las empresas de servicios financieros, decae la confianza en sus capacidades digitales, así como en las competencias, el liderazgo y la visión colectiva que necesitan para configurar el futuro digital.
El informe examina cuál es la percepción de directivos de entidades bancarias y aseguradoras acerca de las capacidades digitales y de liderazgo de sus organizaciones, comparándolo con un estudio realizado en 2012 con el mismo objeto. Igualmente, se compara esta percepción con la de otros sectores de actividad no financieros. Para este análisis, se entrevistó a más de 360 directivos de media-alta y alta dirección de 213 empresas del sector financiero, que en 2017 representaron una facturación conjunta cercana a 1,67 billones de USD. El estudio forma parte de la serie de trabajos de madurez digital de Capgemini (Global Digital Mastery Research Series).
Estas las principales conclusiones del informe destaca que la confianza en las capacidades digitales y de liderazgo disminuye desde 2012. En comparación con 2012, es menor la proporción de directivos del sector de servicios financieros que considera que sus organizaciones tienen las capacidades digitales necesarias para operar con éxito: retrocede el porcentaje del 41% al 37%. De forma pormenorizada, son más los ejecutivos que consideran que sus organizaciones cuentan con las capacidades digitales necesarias para el desarrollo de la experiencia del cliente (40% frente al 35%). Sin embargo, la confianza en la operativa interna ha experimentado una caída significativa: solo el 33% de los directivos considera que sus organizaciones tienen las capacidades operativas necesarias, frente al 46% de hace seis años.
El informe también marca la falta de liderazgo: solo el 41% de los directivos afirma que sus organizaciones tienen estas capacidades de liderazgo necesarias, frente al 51% registrado en 2012. En algunas áreas concretas, la confianza en el liderazgo ha disminuido de manera considerable, incluyendo la gobernanza (del 45% al 32%), la implicación (del 54% al 33%) y las relaciones empresariales basadas en TI (del 63% al 35%).
La madurez digital, una meta todavía lejana
Considerando el concepto de “maestría digital” que Capgemini aborda en el informe, solo el 31% de los bancos y el 27% de las aseguradoras están en una posición de madurez (digital masters), mientras que el 50% y el 56%, respectivamente, se encuentran aún en niveles iniciales (beginners).
Los ejecutivos también apuntan la falta de una visión convincente de transformación digital que sea extensiva y transversal a todas las áreas de la organización. Solo el 34% de los consultados del sector bancario y el 24% del sector de seguros está de acuerdo con la frase “nuestra visión de transformación digital abarca las diferentes unidades organizativas internas”, y únicamente el 40% y el 26%, respectivamente, concuerda que “se dispone de una hoja de ruta desde el alto nivel para el proceso de transformación digital”.
Automatización e inteligencia artificial
A pesar del avance conseguido en su proceso de transformación digital, los bancos se encuentran en un entorno retador, dice el informe, donde ahora han de hacer frente a las crecientes demandas digitales de los clientes, la presión en la gestión de costes y la entrada de los nuevos competidores tecnológicos. Menos de la mitad de los bancos (38%) afirma que cuentan con las capacidades digitales y de liderazgo necesarias para la transformación. Las compañías de seguros van más rezagadas, pues solo el 30% afirma tener las capacidades digitales necesarias y el 28% las capacidades de liderazgo necesarias.
El sector bancario, sin embargo, sí supera a otros sectores de actividad en cuanto a capacidades en áreas como la experiencia del cliente, captación y desarrollo de talento y la convergencia de negocio y tecnología. El 56% de las entidades bancarias señala que utilizan herramientas de analítica para realizar campañas de marketing relacional más eficaces (en comparación con el 34% de las aseguradoras y el 44% los sectores no financieros). Más de la mitad (53%) de las entidades bancarias también señala que la mejora y ampliación de competencias, incluidas las digitales, de sus empleados es una prioridad (frente al 32% de las aseguradoras y el 44% de media de los sectores no financieros).
Por otra parte, las aseguradoras toman la delantera en cuanto a la automatización de operaciones y la utilización de la inteligencia artificial. El 42% de sus directivos afirma que utilizan la automatización robótica de procesos, frente al 41% de los bancos; y el 34%, que utilizan la inteligencia artificial en sus operaciones (frente al 31% de los bancos).
Más desafíos por delante
Por otro lado, la innovación del modelo de negocio, la definición de una visión y objetivos claros y la cultura corporativa y compromiso son áreas que representan importantes desafíos tanto para bancos como para aseguradoras. Solo el 33% de las aseguradoras y el 39% de los bancos han puesto en marcha nuevos negocios basados en tecnologías digitales (en comparación con el 41% de los sectores no financieros). Si bien la banca está en línea con la media del conjunto de sectores, solo un tercio (34%) tiene una visión digital implantada en todas las unidades organizativas. Las aseguradoras van todavía más a la zaga, pues solo una cuarta parte (24%) considera que tiene una visión transformadora que es transversal todas las áreas de la organización. También en cuanto a aspectos de cultura corporativa, solo el 33% de los consultados en banca y el 25% en aseguradoras cree que sus líderes están adoptando nuevos roles y comportamientos requeridos para la transformación, frente al 37% que así lo considera en el segmento de sectores de servicios no financieros.
“Este estudio demuestra que el sector de servicios financieros ha abierto ya los ojos a la realidad y que las entidades tradicionales están comprendiendo el verdadero alcance del reto de la transformación digital. En un entorno de competencia creciente y de nuevas demandas de los clientes, el panorama es hoy muy diferente del de años atrás, y no es de extrañar que las grandes entidades sean ahora más realistas en cuanto a sus capacidades”, explica Anirban Bose, responsable a nivel mundial del área de Servicios Financieros de Capgemini y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo.
“Al mismo tiempo, las conclusiones del informe sirven como una llamada de atención a bancos y aseguradoras, para que revisen sus modelos de negocio. El modelo operativo de mañana es colaborativo, innovador y ágil. Los maestros digitales que analizamos están trabajando con un ecosistema de partners independientes que permite desarrollar y probar ideas más rápidamente con modelos de viabilidad o MVP y promover una cultura de innovación y experimentación de abajo arriba. La mayoría de las empresas de servicios financieros debe tomar referencias del pequeño conjunto de innovadores disruptivos en su campo”, concluye Bose.
Algunos fondos comunes argentinos operaban con normalidad este lunes, según fuentes consultadas por Funds Society, después de que el pasado jueves las gestoras decidieran suspender sus labores hasta poder adaptarse a las medidas del gobierno, que reprogramó los vencimientos de la deuda.
Aunque el inversor minorista (o persona física) no se vio afectado por los cambios, que sí se aplican a los clientes institucionales, el clima de nerviosismo está provocando importantes pérdidas en el sector.
Así, según Portfolio Personal Inversiones (PPI), desde las elecciones primarias del pasado 11 de agosto, el patrimonio administrado de los fondos cayó casi un 30%, quedando en 620.000 millones de pesos. En dólares, la caída fue del 45% llegando a los 10.000 millones de activos bajo administración.
Los fondos de Money Market y los de renta fija fueron los más afectados.
“El viernes, la mayor salida de fondos provino de los Money Market -que funcionaron con total normalidad en este proceso- por 28.500 millones de pesos (-16%), seguido por los fondos de Renta con salidas por 10.800 millones. En Money Market, igualmente, aún hay unos 154.000 millones. Monto que podría seguir achicándose hoy, pero otra vez con salida limitada a dólares ante el control. No obstante, un dato no menor es que el 50% de este total es persona física y el resto jurídica (que no puede comprar dolares por atesoramiento)”, señalaLucas Gardiner, Director de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
En la tarde del lunes, con las medidas de control cambiario vigentes, el dólar parecía retroceder desde los 60 pesos que había alcanzado el viernes. La tasa promedio de las Letras de Liquidez (Leliq) fue del 85%.
Este lunes rigen las medidas de control o “cepo” cambiario que restringen la compra de dólares y obligan a los exportadores a liquidar divisas en el mercado local en un máximo de 5 días hábiles. Los bancos no pueden girar dólares al extranjero sin autorización previa y las personas físicas no pueden comprar más de 10.000 por mes.
Pixabay CC0 Public Domain. Puerto Madero, Buenos Aires
A la hora de comprar o invertir en una vivienda, Latinoamérica se mide mejor en barrios que en ciudades, como acaba de mostrar un análisis de Mercado Libre que compara Buenos Aires, Santiago de Chile, México DF, Montevideo, Sao Paulo y Río de Janeiro.
Los barrios más caros de la región resultaron ser Polanco y Lomas de Chapulpepec, en Ciudad de México, así como Puerto Madero. Allí un apartamento de dos ambientes cuesta entre 738.000 y 883.000 dólares.
Leblon e Ipanema, en Río de Janeiro, Vitacura y Las Condes en Santiago Chile y Carrasco en Montevideo, tienen promedios de venta que van de los 350.000 dólares a los 450.000.
Según Mercado Libre, las zonas más rentables para invertir coinciden con las que son más caras.
Puerto Madero, en Buenos Aires, es un caso particular, ya que tiene el mayor precio por metro cuadrado de Latinoamérica (6.141 dólares), multiplicando por tres el resto de los barrios de la ciudad.