Los fondos de renta variable registrados en EE.UU. tuvieron salidas récord de casi 46.000 millones de dólares en julio, lo que genera un acumulado de 147.000 millones hasta la fecha, colocándolas en el camino de sus peores salidas anuales de la historia, superando las de 2015 de 63.000 millones, informa Morningstar.
Por otro lado, los fondos mutuos a largo plazo y los fondos negociables en bolsa reunieron 43.000 millones de dólares en julio de 2020, su cuarto mes consecutivo de entradas.
En cuanto a los fondos de renta fija, estos prosperan luego de tener un breve pero severo desvío en marzo. Recibieron en julio unos 86.000 millones de dólares, el segundo recuento mensual más alto detrás del récord de junio con 92.000 millones.
Todas las categorías de fondos de renta fija recibieron dinero salvo la de préstamos bancarios.
Los sector-equity continúan atrayendo inversionistas y recolectaron 3.000 millones de dólares en entradas en julio.
Los inversores se han dirigido a sectores como la tecnología y la salud que podrían beneficiarse de las políticas de distanciamiento social, el teletrabajo desde los hogares, el comercio electrónico y la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus.
Sin embargo, abandonaron los sectores más afectados por los bloqueos impuestos por el gobierno o la débil demanda, incluidos los bienes raíces y los recursos naturales.
Los fondos de commodities registraron otro mes fuerte en julio, atrayendo 8.000 millones de dólares y elevando las entradas totales del año hasta la fecha a casi 39.000 millones.
Los inversores continuaron buscando protección en los fondos de metales preciosos, invirtiendo 4.000 millones de dólares en SPDR Gold Shares y un total de 3.500 millones en iShares Gold Trust e iShares Silver Trust.
Morningstar presentó dos ratings para los fondos ESG en su análisis de flujos de fondos en julio: Morningstar® Sustainability Rating ™ y Morningstar® Low Carbon Designation ™.
Los fondos ESG registrados en EE.UU. que tuvieron 4 o 5 en el Morningstar Sustainability Rating y una nota favorable en el Morningstar Low Carbon Designation han registrado entradas netas en lo que va de 2020, mientras que la mayoría de las otras combinaciones registraron salidas netas para el mismo período.
Entre las familias de fondos, iShares encabezó la lista con 19.000 millones de dólares de entradas en julio.
Gran parte de eso se destinó a fondos de bonos sujetos a impuestos, incluidos ETFs de bonos corporativos de grado de inversión y de alto rendimiento.
La Reserva Federal continúa activa en esos segmentos, pero sus compras no representan la mayoría de los flujos de iShares.
Mientras tanto, muchos gestores activos vieron salidas, incluidos Dimensional Fund Advisors, American Funds, Oakmark y Primecap.
Foto cedidaAlessando Citterio, CEO AZ Andes. Azimut, presente en Chile desde 2015, crea su propia AGF: AZ Andes
Azimut, gestora independiente de origen italiano con unos activos bajo administración cercanos a los 65.000 millones de dólares y establecida en Chile desde 2015, acaba de terminar el proceso de creación de su propia administradora general de fondos bajo legislación chilena: AZ Andes AGF.
La gestora se estableció en el país andino con el objetivo de dar servicio a inversores institucionales (principalmente fondos de pensiones y empresas de seguros) y a clientes de altos patrimonios, (family offices, multi-family offices y bancas privadas) en Chile, Perú, Colombia y Uruguay. Ahora, casi cinco años más tarde, puede ofrecer a través de AZ Andes AGF fondos locales que simplifican de manera significativa la operativa para el inversor chileno que desea invertir en el exterior.
“Hemos visto interés por parte de inversores por productos locales, así que la creación de AZ Andes responde a una clara demanda de nuestros clientes”, explica Alessandro Citterio, CEO de AZ Andes desde 2015.
Aprovechamiento de las capacidades de gestión del grupo
La creación de una administradora local responde a la aplicación del modelo internacional del grupo, cuya estrategia de implantación es la creación de una gestora local en la mayoría de los 17 países donde está presente. En concreto, en la región latinoamericana, Azimut está presente en Brasil a través de AZ Quest y Azimut Brasil Wealth Managementy a través de Más fondos en México.
Este modelo permite, además, apoyarse en las capacidades de gestión de Azimut para diseñar productos a medida para los clientes. “Nos da la libertada de hacer fondos específicos usando las capacidades de Azimut, que no sean solo feeders. Azimut tiene muchas estrategias UCITS pero también muchas estrategias que no son UCITS. Por ejemplo, en México tenemos tres fondos de renta fija mexicana y esos no son UCITS y no pueden ser distribuidos directamente a inversores chilenos. Pero si hubiera la demanda, se podría crear un fondo chileno gestionado por el gestor del fondo mexicano”, explica Citterio. Por otro lado, no tienen previsto crear estrategias que inviertan en activos locales porque según Citterio, “en este segmento, ya hay suficiente competencia”.
Sin embargo, sí están considerando la posibilidad de ofrecer estrategias que inviertan en activos alternativos, apoyándose en las oportunidades de inversión que pueden ofrecer a través de Azimut Alternative Capital Partners (AACP), empresa de reciente creación, que invierte en administradoras de activos alternativos de pequeño y mediano tamaño. “Recientemente, AACP ha adquirido una participación minoritaria en Kennedy Lewis que ya ofrece dos fondos por un volumen de 2.000 millones de dólares que están cerrados, pero este año se va a lanzar otro fondo bajo la marca Azimut que administraran ellos. En esta línea se puede hacer un feeder que invierta en este fondo”, aclara Citterio.
Con respecto a otros mercados, el CEO de AZ Andes comenta que, en el futuro, si se llega a implementar el pasaporte de fondos en los mercados MILA estos productos se podrían distribuir en Perú, Colombia y México donde Azimut cuenta con una gran capacidad de distribución. “Aunque todavía este tema no está resuelto”, afirma el directivo.
Proceso en circunstancias más complejas
Con respecto al proceso, el directivo nos cuenta que se inició en febrero 2019, y reconocen que ha durado más de la habitual por diversas circunstancias: “Se produjo el estallido social y la contingencia derivada del coronavirus, pero todo dentro de lo esperado en función de nuestra experiencia en otros países”, explica Citterio. Sin embargo, en cuanto a la pandemia, Citterio afirma que “no ha tenido mucho impacto y que la CMF ha respondido bien”.
Así, el directorio de AZ Andes está formado por cinco integrantes: tres de los cuatro co-CEOs de Azimut a nivel mundial, el CIO y el Country Head de Brasil. Citterio ocupará el cargo de gerente general.
Primer fondo local: bonos híbridos sostenibles
La recién creada administradora está trabajando ya en la creación de un fondo feeder que invierta en la estrategia Sustainable Hybrid Bonds, un fondo que invierte en bonos subordinados de emisores de alta calidad crediticia y con además un filtro ESG en la selección de los activos que forman la cartera. El fondo es gestionado por Nicoló Bocchin, Head of Fixed Income de Azimut, desde la oficina de Azimut en Luxemburgo.
Foto cedidaDe izquierda a derecha, Kai Torrella, consejero delegado de Gesinter; Silvia Torrella, directora general, y David Levy.. De izquierda a derecha: Kai Torrella, consejero delegado de Gesinter; Silvia Torrella, directora general, y David Levy.
Gesinter, empresa especializada en la gestión de fondos de inversión, ha incorporado en su accionariado al empresario David Levy, fundador y director general de la firma de asesoramiento financiero y gestión patrimonial DiverInvest. Levy adquiere el 29,63% de las acciones de Gesinter, siguiendo al resto del accionariado controlado por la familia Torrella.
David Levy se suma, a título personal y sin otras entidades involucradas, a la compañía. De esta forma, Gesinter concluye un proceso iniciado en 2018 tras la venta de Interbrokers Española de Valores, en el que la compañía buscaba abrirse a un nuevo socio individual del sector. La empresa seguirá liderada por Kai Torrella y Silvia Torrella, miembros de la tercera generación de la familia fundadora.
De esta forma, Gesinter mantiene su tradición familiar y de negocio totalmente independiente. La compañía está embarcada en un proyecto a medio y largo plazo de crecimiento estable, ordenado y constante, en el que los intereses de todo el accionariado estén alineados.
En palabras de Kai Torrella, consejero delegado de Gesinter, “estamos muy satisfechos con la incorporación de David Levy, su conocimiento y experiencia en el sector financiero son muy valiosos para la compañía. Los negocios los forman las personas y el entendimiento surgió desde el inicio”.
Por su parte, David Levy se muestra muy ilusionado con esta alianza y ha destacado que “emprender una nueva aventura junto a una empresa consolidada como Gesinter que es un reto al que espero poder contribuir para cumplir con los objetivos de la empresa en esta nueva etapa”.
Este proceso de crecimiento se canalizará a través de los instrumentos financieros ya existentes y utilizados por Gesinter, además de añadir nuevas IICs especializadas, respondiendo a las demandas del mercado por este tipo de inversiones. Así pues, la firma mantendrá el trato personalizado, familiar y cercano que la ha caracterizado durante su trayectoria, complementándolo con un ambicioso impulso tecnológico.
En este sentido, la incorporación de David Levy al Consejo de Administración se producirá de forma inmediata para dar inicio a esta nueva etapa de desarrollo y evolución.
Los objetivos de MiFID II y MIFIR referentes al incremento de la transparencia, la mejora del proceso de formación de precios y la devolución de la negociación OTC a los mercados organizados no se están alcanzando: es la conclusión del grupo de trabajo designado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF) para analizar el efectivo impacto de la regulación sobre los modelos de negocio y sobre la industria financiera en dos ámbitos diferentes (los mercados y la innovación).
“La implantación de la nueva normativa ha supuesto una notable alteración de las estructuras del mercado con impacto general tanto en la renta variable como en renta fija y derivados, y con implicaciones colaterales sobre los intermediarios, las infraestructuras y los costes operativos”, destacan los expertos.
Las conclusiones, publicadas en la duodécima edición consecutiva del Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros europeos que desde el año 2006 publica la Fundación de Estudios Financieros, con el objetivo de seguir la evolución de las reformas normativas en la Unión Europea (UE) y valorar su impacto sobre la construcción del mercado financiero único, han sido elaboradas por dos grupos de trabajo en los que participan representantes de la industria y del supervisor.
“El trabajo ha estado centrado en seis áreas: la negociación en los mercados, el efecto en los intermediarios, la financiación de pymes, la desagregación en el análisis, la problemática de datos y la postnegociación”, explicaba Ramiro Martínez-Pardo, vicepresidente de IEAF y presidente de Solventis SGIIC en un reciente webinar organizado por el despacho finReg 360.
En su opinión, “MiFID II ha tenido consecuencias no deseables y hay objetivos no alcanzando. Entre los efectos opuestos a lo buscado, se ha producido una notable alteración de las estructuras existentes, y efectos colaterales negativos en los intermediarios, infraestructuras y costes operativos”.
Los efectos sobre los intermediarios
Entre otras cuestiones, uno de los puntos en los que se centra el informe son los efectos que ha tenido la normativa en los intermediarios financieros. En el informe de 2018 el grupo de trabajo ya puso de manifiesto que un posible efecto de la regulación era que solo intermediarios de gran tamaño podrían mantener un modelo de negocio rentable, lo que representaría una probable reducción del número de operadores en detrimento de proyectos pequeños y especializados sin suficiente capacidad financiera para afrontar las nuevas exigencias.
“La transformación del mercado por la carga regulatoria ha supuesto cambios relevantes en su marco de actuación y la reducción de ingresos y márgenes, así como un incremento de las inversiones necesarias para mantener modelos de negocio rentables. Los intermediarios han hecho un esfuerzo de adaptación pero que solo los de mayor tamaño pueden afrontar”, dice Martínez-Pardo. “Esto se materializará en una probable reducción del número de operadores que afectará sobre todo a proyectos pequeños y especializados”, añade.
En opinión del grupo, esta posibilidad se está confirmando y viene motivada por varias causas, como los menores ingresos y los altos costes e inversiones en tecnología necesarios para adaptarse a las nuevas exigencias en un mercado ya muy maduro; la consecuente reducción de márgenes que implica que solo las entidades capaces de desarrollar un negocio basado en volumen puedan ajustar sus cuentas de resultados; la reducción del tamaño del mercado; y el incremento de la carga regulatoria.
“Ante esta situación de reducción de márgenes e ingresos, los intermediarios están incrementando su dedicación al negocio de operaciones corporativas, donde pueden encontrar refugio para desarrollar una actividad rentable que forma parte de su programa de actividades”, explica el informe. Esta tendencia les hará jugar un papel relevante en la preparación, análisis y provisión de liquidez a las pymes que optan por acudir a los mercados de capitales para encontrar una alternativa a la financiación bancaria, pero les aleja de lo que es la actividad central del intermediario.
En opinión del grupo de trabajo, esta situación pone de relevancia la importancia de la aplicación del principio de proporcionalidad como algo esencial y estratégico y que debe ser objeto de atención por reguladores y supervisores dentro del proceso de desarrollo de la UMC. “Es preciso evaluar los elementos que pueden incidir en la reducción o desaparición de operadores y hacer un análisis de los costes que la nueva regulación ha añadido al mercado frente a los beneficios que está generando, sin perder de vista el objetivo, que no es otro que el de alcanzar mayores niveles de competencia e innovación en los mercados europeos”, asegura el grupo.
La cantidad de empresas latinoamericanas que caerán al “sub-investment grade” (IG) en 2020 será varias veces mayor que en 2019, debido a los efectos relacionados con la pandemia del coronavirus en el crecimiento económico y los precios de las materias primas, anunció Fitch Ratings.
Dos emisores fueron degradados a high yield en 2019 en comparación con cinco emisores YTD. Otros 13, que representan el 37%, de los 35 emisores con calificaciones internacionales de ‘BBB-‘ tienen Perspectivas Negativas, lo que indica la posibilidad de una rebaja.
“El riesgo de convertirse en un ángel caído está presente en muchos países de América Latina, pero es más elevado en México, según la cantidad de emisores mexicanos en la cúspide de IG. Once de los 35 emisores con calificación ‘BBB-‘ están domiciliados en México, incluido Nemak, que tiene Perspectiva Negativa”, señala la calificadora.
El riesgo también está generalizado en todos los sectores, pero los sectores de recursos naturales y de servicios eléctricos juntos representan el 40% de los emisores cuyas calificaciones están en la cúspide de IG. Después de actualizar los pronósticos para 2020, 2021 y 2022 para emisores corporativos latinoamericanos ‘BBB-‘, proyectamos que el flujo de caja de algunos emisores disminuirá un 20% o más en 2020 y se recuperará solo modestamente en 2021. Las razones son idiosincrásicas y reflejan el producto básico de Fitch supuestos de precios y perspectivas económicas.
“Los flujos de efectivo de las empresas que operan en petróleo, gas, metales y minería son los más afectados por la pandemia debido a los precios más bajos de estos productos básicos y las interrupciones significativas en la producción de varias entidades mineras”, afirman los analistas de Fitch.
La firma proyecta que el EBITDA de Ecopetrol, por ejemplo, disminuirá un 65% en 2020, con un apalancamiento neto que aumentará a 3.5x desde 0.9x al año 2019, ya que los precios del petróleo están deprimidos a nivel mundial y el consumo de combustibles líquidos es menor en Colombia debido a los bloqueos relacionados con la pandemia. También pronostica el EBITDA de Nexa disminuirá en más del 20% en 2020, con un apalancamiento neto que aumentará por encima de 4.0x desde 2.4x en 2019, debido a volúmenes más bajos y precios bajos del zinc.
Según Fitch Ratings, “los desencadenantes de la rebaja para la mayoría de las empresas latinoamericanas calificadas con ‘BBB-‘ incluyen índices de apalancamiento que están aumentando debido a menores ingresos y crecimiento del flujo de efectivo, incluso cuando el gasto de capital se reduce significativamente para minimizar el gasto de efectivo. Nuestras previsiones sugieren que el apalancamiento neto medio para los 35 emisores con calificación ‘BBB-‘ aumentará aproximadamente medio giro, hasta aproximadamente 3,5 veces, y 11 de estos emisores no tendrán margen de apalancamiento en comparación con las sensibilidades de calificación negativas. Las métricas de apalancamiento de grandes emisores como Suzano, Alfa, Entel y Votorantim están muy cerca de sus sensibilidades a la baja hasta 2021”.
“Nemak y Cementos Pacasmayo corren un mayor riesgo de una rebaja debido a que las proyecciones de apalancamiento de Fitch para 2020 y 2021 están por encima de los desencadenantes de la rebaja. La perspectiva para ambas empresas es negativa. Proyectamos que el EBITDA de Nemak disminuirá aproximadamente un 40% durante 2020, lo que resultará en un apalancamiento neto de 3.6x en 2020 y 2.6x en 2021, en comparación con una sensibilidad de calificación negativa de 2.0x. También se espera que Cementos Pacasmayo no tenga margen de apalancamiento en 2020 y 2021. La pandemia pondrá a prueba la tolerancia de sus accionistas en las decisiones de política de dividendos, ya que la reducción de pagos podría acelerar materialmente el desapalancamiento”, añaden desde la calificadora del riesgo.
Las acciones de calificación soberana también son un factor para los emisores con estrecho vínculo con el gobierno, incluidos Ecopetrol y Oleoducto Central de Colombia. Fitch tomó numerosas acciones negativas en países de América Latina, en parte debido a la brusquedad de la recesión y la expectativa de Fitch de una lenta recuperación. Así, rebajó la calificación de Colombia a «BBB-» de «BBB» y mantuvo una perspectiva negativa en abril.
Pixabay CC0 Public Domain. Las realidades carnosas de la producción de alimentos
La población es cada vez más consciente de que sus hábitos alimentarios tienen un coste ambiental y social dramático; por eso muchos se están volviendo veganos o vegetarianos, o adoptan una dieta sin carne. Esto es una señal de que los patrones de consumo de alimentos están cambiando. Como inversores, estamos particularmente interesados en cómo las compañías están manejando los riesgos ASG.
La industria alimentaria contribuye de manera significativa a los gases de efecto invernadero, la deforestación y la escasez de agua. Representa el 70% de la extracción de agua y la agricultura, mientras que la silvicultura y otros usos de la tierra suponen casi una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. A medida que la población mundial pase de los 7.000 millones de personas de 2010 a una cifra prevista de 9.800 millones en 2050, se prevé que la demanda global de alimentos aumente en más de un 50%.
Llevamos un tiempo comprometiéndonos con sistemas alimentarios sostenibles, centrándonos en la nutrición, el riesgo del agua y los aspectos laborales. Durante los próximos tres años, trataremos de impulsar el cambio en algunos de los mayores productores, comerciantes y minoristas de alimentos del mundo, promoviendo las mejores prácticas para ayudarles a satisfacer la demanda creciente de alimentos y, al mismo tiempo, reducir y evitar la degradación del medioambiente.
A nivel mundial, nos dirigimos a minoristas, comerciantes, productores, bancos y empresas de bienes de consumo y alineamos nuestros esfuerzos con otras iniciativas de compromiso, como la de los inversores FAIRR (Farm Animal Investment Risk and Return) sobre proteínas alternativas y Asia Research and Engagement (ARE) sobre proteínas animales.
La producción de alimentos:
Evaluaciones exhaustivas de los riesgos para el agua, incluyendo en las cadenas de suministro
Sistemas de gestión de aguas residuales, incluidos planes de gestión del estiércol
Objetivos en materia de agua; evaluaciones del riesgo climático, también en la cadena de suministro de piensos
Innovación tecnológica para aumentar la productividad y mejorar la eficiencia del uso de los recursos
Indicadores ambientes, incluidos los objetivos a largo plazo alineados con el acuerdo climático de París
El consumo de alimentos:
Evaluación de la inversión en el desarrollo de sustitutos de la carne y evaluaciones de riesgos en relación con las nuevas tendencias de las preferencias de los consumidores, como las proteínas alternativas
Mediciones de pérdidas de alimentos y reducción de desechos, así como objetivos de reducción
Soluciones tecnológicas para reducir el desperdicio de alimentos
Cadenas de suministro libres de deforestación:
Evaluación y transparencia en torno al riesgo de deforestación de las operaciones y cadenas de suministro propias
Compromiso de no deforestación
Compromiso con una trazabilidad plena con plazos claros
Sistema de gestión de la cadena de suministro totalmente sostenible
Experiencias con las tres principales industrias británicas de alimentos y bebidas con las que nos hemos comprometido:
Sainsbury’s: Su estrategia para lograr cero emisiones netas para 2040 incluye como pilares la gestión del agua y el carbono, reducir al mínimo los plásticos en los envases; dietas saludables y sostenibles y evitar residuos alimentarios. Cada tema cuenta con un grupo de trabajo que informa a una junta de Responsabilidad y Sostenibilidad Corporativas, presidida por el director general.
Si bien es cierto que la estrategia es un paso en la dirección correcta, destacamos la necesidad de evaluar más detalles sobre las huellas ambientales de los productos de la empresa. La compañía lo reconoce, pero afirma que tiene dificultades para obtener los datos correctos y está cooperando con un consultor externo para abordarlo.
Cranswick: Nos reunimos con la alta dirección de este productor de alimentos del Reino Unido para discutir su estrategia de sostenibilidad. La empresa esbozó sus compromisos de sostenibilidad, incluyendo un objetivo de cero emisiones netas para 2040. Discutimos algunos de los cambios en los patrones de consumo de alimentos, incluyendo una disminución en el consumo de carne roja y un mayor interés en las proteínas de origen vegetal.
En este momento, Cranswick no tiene la intención de entrar en el negocio de los sustitutos de la carne. Les hemos presionado para que al menos consideren la diversificación de su negocio, ya que es probable que las tendencias actuales se intensifiquen aún más. También discutimos la cadena de suministro de soja, que es el principal alimento de sus cerdos, y obtuvimos su compromiso de tener todo su suministro certificado para 2025.
Britvic: Su jefe de Sostenibilidad presentó su estrategia actual y sus logros. La empresa informa periódicamente al Carbon Disclosure Project (CDP) y se comprometió a hacerlo siguiendo los requisitos del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD). Destacamos la necesidad de mejorar las evaluaciones de riesgo de las fuentes de agua, la divulgación de los resultados y un compromiso de sostenibilidad más amplio para su cadena de suministro de azúcar.
Conclusión
La colaboración con estas tres empresas nos permitió examinar sus programas de sostenibilidad, comprender sus mejores prácticas y, al mismo tiempo, llevar a su atención algunos de los desafíos que aún deben superar, como la disponibilidad de datos y la presentación de informes. Compartiremos sus experiencias y mejores prácticas con las empresas de los mercados emergentes, donde las estrategias de sostenibilidad a menudo no están tan desarrolladas.
Tribuna de Nina Roth, directora de Inversión Responsable de BMO Global Asset Management
Pixabay CC0 Public Domain. La inversión sostenida y el número de operaciones en startups crecen más del 40%
La inversión sostenida en startups, es decir, aquella recurrente y exenta de grandes operaciones puntuales, crece un 47% hasta situarse en los 735 millones de euros. Además, el número de operaciones crece un 44% con un total de 231 de proyectos que consiguieron inversión.
A través de su informe inaugural, “Tendencias de Inversión en España en 2019”, el Observatorio del Ecosistema de Startups, creado por la Fundación Innovación Bankinter, recoge todos los datos publicados de las rondas de financiación en startups en España desde 2018, presenta análisis de los principales aspectos del ecosistema y permite interactuar con los datos. Juan Moreno, director de la Fundación Innovación Bankinter, y Javier Megías, director del Programa Startup de la institución, han sido los responsables de presentar este trabajo.
No obstante, si se toma el total de la inversión realizada en startups, incluidas grandes y excepcionales rondas de financiación, el volumen en 2019 se sitúa en 1.218 millones de euros, una ligera bajada interanual del 2,9%. Pese a ello, “el sector de las startups presenta un crecimiento orgánico sano y con menor tendencia a la concentración de la inversión en pocas operaciones”, apuntan desde el Observatorio.
“Aunque el volumen total de la inversión ha sido ligeramente inferior al de 2018, el crecimiento del ecosistema en cuanto a inversión ha resultado muy positivo, y se presenta una perspectiva interesante de cara a los próximos meses tanto en inversión extranjera como en actividad de operaciones en las fases más significativas del crecimiento de una startup, como son las posteriores a la inicial, cuando ya se encaminan hacia la madurez”, destaca Megías.
Asimismo, el informe muestra que la inversión extranjera en España sigue creciendo. Aunque los fondos de capital riesgo extranjeros solo participaron en el 15,2% de las rondas, estas supusieron más del 56,8% del volumen total invertido durante el año. Además, según el Observatorio, existe un repunte significativo de la actividad en fase inicial, y Serie A (entre un millón y cinco millones de euros de financiación). Por otro lado, como sectores destacados el informe subraya la movilidad y la logística, junto con fintech e insurtech.
En cuanto a las ciudades que concentran la inversión en startups, Barcelona sigue liderando el ranking, con un 53,6% del total de la inversión. No obstante, Madrid reduce su distancia de un22,9% en 2018 al 37,6% en el último año. “2019 ha sido un año de consolidación para la inversión en startups en España, tanto por volumen como por número de operaciones cerradas, y muestra una mayor distribución de la inversión, con menos concentración en un menor número de proyectos”, subraya Moreno.
El Observatorio del Ecosistema de Startups nace como una iniciativa para “aportar valor al mercado y a los emprendedores a través de información financiera que permita evaluar la evolución de este segmento en España y la toma de decisiones de sus actores”, aseguran desde la Fundación Innovación Bankinter. “Con el Observatorio de Startups esperamos seguir ofreciendo al ecosistema periódicamente la radiografía de su evolución, que, pronostico, será más positiva y aportará cada vez más a la economía”, destaca Moreno.
Para ello, el Observatorio pone a disposición de los emprendedores, medios de comunicación y personas interesadas en el panorama del emprendimiento una herramienta digital, pública y gratuita, con datos de la inversión en startups. Además, esta se nutrirá de forma constante con nueva información pública y está abierta a toda aquella información que deseen suministrar los actores del ámbito startup.
Los análisis interactivos del Observatorio permiten reflejar datos globales de la inversión en España, con detalle de los principales sectores, operaciones e inversores más activos; perspectivas interanuales de la inversión; análisis y tendencias de inversión, con información sobre la evolución mensual, los tipos de inversor o el origen de los fondos; y análisis de las operaciones de desinversión, con datos de evolución y origen de los fondos, entre otros.
Los fondos mutuos ESG están atrayendo grandes flujos de entrada, pero siguen existiendo desafíos fundamentales para definir qué es lo que les da esa etiqueta, dice un estudio de fondos de renta variable de EE.UU., realizado por el equipo de Quantitative Portfolio Strategy (QPS) de Barclays.
«En este nuevo informe, nuestro equipo de QPS examinó dos décadas de datos de tenencia de fondos y encontró una falta de diferencia en las tenencias y los estilos de inversión entre los fondos de renta variable estadounidenses centrados en ESG y los que no lo son«, indicó el director de investigación del banco inglés, Jeff Meli.
El informe, ESG funds: Looking beyond the label, reclama una mayor transparencia en la definición de los fondos ESG y ofrece varias sugerencias para crear puntos de referencia explícitos para medirlos y abordar la falta de una definición uniforme de lo que constituye un fondo ESG.
Según Braclays, “los fondos ESG no son realmente diferentes de los fondos convencionales en términos de tenencias, exposiciones al riesgo y, por lo tanto, rendimiento”lo que refleja el hecho de que medir el enfoque ESG de un fondo es todo menos sencillo.
“Existe una falta de consenso sobre cuántos y qué aspectos de E, S y G deben evaluarse en cada dimensión relevante y, como resultado, diferentes proveedores califican los criterios relacionados con ESG de manera diferente”, dicen las conclusiones sobre el informe.
Además, muchas acciones, especialmente las de pequeña capitalización, aún no tienen calificación ESG.
“La puntuación ESG general de un fondo es una combinación de sus puntuaciones E, S y G individuales, pero puede haber poca correlación entre los pilares individuales”, asegura Barclays.
Un fondo puede tener una puntuación alta de impacto ambiental al sobreponderar las bajas emisiones de carbono, pero una calificación baja en el impacto social, lo que da como resultado una puntuación ESG promedio en general.
“La inversión responsable se ha convertido en un tema candente en los mercados financieros en los últimos años, con muchos inversores compitiendo para integrar cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza en su proceso de inversión”, reflexionó Meli, constata el portal Businesswire.
Los fondos con etiqueta ESG han atraído un mayor porcentaje de entradas que otros fondos de renta variable: Desde el 2013, se evidencia que los fondos ESG han tenido, en promedio, entradas de un 7% por año, mientras que los no ESG experimentaron salidas anuales del 2%.
El crecimiento de los activos bajo gestión ha sido impulsado por el interés en la inversión sostenible más que por un mejor rendimiento ya que los fondos ESG han generado rendimientos aproximadamente similares a otros fondos de renta variable desde 2013.
A medida que el interés ha crecido, también lo ha hecho el número de opciones de inversión, con el número total de fondos ESG creciendo significativamente desde 2006, y los activos totales bajo administración aumentando a alrededor del 0,7% de la capitalización de mercado total de todas las acciones estadounidenses.
Pixabay CC0 Public Domain. Fundación Mapfre otorga 1.500 ayudas al empleo a las pequeñas empresas españolas
Fundación MAPFRE moviliza 5,5 millones de euros para contribuir a reactivar el tejido productivo y mantener e impulsar el empleo, minimizando los efectos sociales y económicos de la pandemia. Para ello, lanza una convocatoria extraordinaria de 1.500 ayudas al empleo: ACCEDEMOS-COVID-19.
Las ayudas están dirigidas a pequeñas empresas, autónomos y entidades sociales con hasta cinco empleados con el objetivo de mantener los puestos de trabajo previos a la declaración del estado de alarma, así como a generar nuevos empleos.
Con una duración de nueve meses, la ayuda permite contratar a personas sin límite de edad (siempre que sean mayores de 18 años), y que lleven, al menos, un mes en situación legal de desempleo. El contrato deberá ser de media o jornada completa, quedando excluido el contrato por obra y servicio y autoempleo.
Además, la convocatoria priorizará el mantenimiento y creación de empleo para jóvenes y mayores de 50 años. De igual forma se focalizará principalmente en las comunidades autónomas más castigadas por los efectos económicos de la pandemia.
Para todos aquellos contratos de jornada completa se concederá una ayuda por valor de hasta 4.500 euros (distribuidos en mensualidades de hasta 500 euros) y para los de media jornada, la ayuda será de hasta 2.700 euros (distribuidos en mensualidades de hasta 300 euros). Las bases de la convocatoria están disponibles en el siguiente enlace.
Una tarjeta alimenticia
Además, Fundación Mapfre crea la Tarjeta Alimentaria Familiar, una iniciativa solidaria para ayudar a aquellas familias en situación de vulnerabilidad ante la crisis del COVID-19. La tarjeta se distribuirá a través de 30 entidades sociales de toda España entre familias con menores a su cargo y en situación de vulnerabilidad social.
Cada tarjeta tendrá un valor de 100 euros y a través de ella se podrán adquirir productos de alimentación o higiene en los centros Carrefour. Las familias recibirán una tarjeta mensual durante un período de tres meses, por lo que la ayuda total que percibirá cada una de ellas será de 300 euros.
La iniciativa, que se enmarca dentro del programa Sé Solidario de la fundación, busca “ayudar de una forma normalizada a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad en España”, añaden desde la entidad. Para seleccionar a los beneficiarios, la fundación ha contado con la coordinación de más de 30 entidades sociales de toda España, que colaboran en el programa Sé Solidario y cuentan con un conocimiento específico y directo de las situaciones de mayor riesgo social en cada una de las comunidades autónomas.
Los beneficiarios serán principalmente núcleos familiares con menores a cargo y con personas en situación de ERTE, que han sufrido un despido durante la pandemia o cuyos ingresos han disminuido drásticamente como resultado de la crisis.
Esta iniciativa forma parte de los 35 millones de euros que Fundación Mapfre ha invertido hasta el momento en 27 países para frenar el virus, ayudar a las familias y recuperar el empleo.
Pixabay CC0 Public Domain. El volumen de transacciones de capital privado en el sector de la salud aumentó un 21% en 2020
El virus se ha propagado rápidamente en la mayoría de los países del mundo, incluidos los mercados emergentes. Es probable que el número real de casos siga siendo desconocido, ya que es más difícil realizar las pruebas en estos países, pero lo que sí se sabe ahora es que sus ganas de un confinamiento total y su capacidad de implementarlo y vigilar el proceso, son escasas. Los gobiernos de estos estados se enfrentan a un compromiso entre los costes sociales y económicos de intentar controlar el virus, y el impacto del virus en la salud de la población.
Es probable que esto tenga dos efectos principales. En primer lugar, las recesiones inducidas por el virus probablemente serán menos profundas. El segundo lugar, algo más especulativo, es que los países emergentes pueden aprender a vivir con el virus de manera más efectiva, pero es poco probable que lo controlen. Si la respuesta es la inmunidad de grupo, y si las tasas de mortalidad reales por el virus en la gran mayoría de estas zonas son menores, se aceptará vivir con él hasta que haya una vacuna. Este ha sido un camino que ya se ha seguido con otras enfermedades transmisibles a las que se enfrentan muchos de estos países todo el tiempo. Aceptar esto también disminuye la profundidad de la recesión.
Eso no significa que los emergentes puedan evitar una recesión severa. Los costes que han tenido los intentos de confinamiento, el cierre del comercio mundial y la falta de inversión son muy altos y afectan directamente a estos países. Los que deberían ser más resistentes son aquellos que están más cerrados y menos expuestos a las tendencias mundiales. Irónicamente, muchos de ellos son las economías más pobres, más frontera.
Lo importante es entonces la recuperación económica. El escenario bajista espera que las recesiones en los países emergentes terminen siendo más profundas y prolongadas de lo que esperamos, lo que podría causar una disminución del crecimiento potencial.
La mayoría de los países de mercados emergentes han anunciado programas de estímulo monetario y fiscal, lo que tiene sentido desde el punto de vista del crecimiento, incluso si existen preocupaciones sobre las consecuencias para la deuda de algunos de ellos. Una hipótesis optimista sería que centraran el estímulo fiscal en proyectos de infraestructura y de largo plazo, lo que podría ser el motor de crecimiento que necesitan muchos de ellos. En circunstancias más «normales», existe una gran cautela en relación con la deuda y el endeudamiento, así como una prudencia fiscal de tipo prescriptivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la que los mercados se centran en gran medida; pero, por ahora, muchos países se enfrentan a una oportunidad para llevar a cabo algunos proyectos de infraestructura en gran escala que deberían haber realizado hace mucho tiempo.
Dado que muchos emergentes han seguido los pasos de la flexibilización monetaria de los países desarrollados, existe un riesgo muy real de que la carga de la deuda aumente y se convierta en insostenible. No hay duda de que habrá algunos países a los que esta situación los lleve a una crisis de deuda. Actualmente tenemos a cinco de ellos en default, en medio de programas de reestructuración o que probablemente se dirigen a uno, un número inusualmente alto. Curiosamente, cuatro de ellos ya se dirigían a una reestructuración antes de la crisis: Líbano, Argentina, Zambia y Venezuela. La única reestructuración desencadenada por la crisis actual fue la del Ecuador. Sin embargo, no es cierto que todos los emergentes caminan al borde del precipicio, o que debido a la emisión de deuda de los últimos años, toda esta clase de activos está a punto de implosionar.
Deuda y liquidez
Creo que hay tres razones principales por las que muchos emergentes son capaces de soportar un aumento de los niveles de deuda. En primer lugar, si bien la emisión de deuda agregada ha crecido considerablemente en la última década, en su mayor parte ha reflejado un incremento del número de países y empresas que emiten deuda, en lugar de que la carga se deba a uno o dos países (China es una excepción en este caso). Esto se ha visto favorecido por los programas de expansión cuantitativa (QE) en el mundo desarrollado y la demanda de rentabilidad.
Muchos de los nuevos participantes en los mercados de bonos tienen niveles de deuda que son razonablemente bajos (iguales o inferiores al 50% del PIB), mientras que algunos tienen coeficientes de interés de la deuda que son insosteniblemente altos. Sin embargo, en esos casos, la mayor parte de los bonos se han emitido en su moneda nacional, por lo que la deuda puede imprimirse, inflarse o renovarse. Los niveles insostenibles de deuda interna se manifiestan en mayores costes de intereses, desplazamientos de la curva de rendimiento, devaluaciones de la moneda y deuda a más corto plazo. Todo esto es increíblemente costoso económicamente, pero no implica un incumplimiento de la deuda externa, algo que suele ser muy inusual.
En segundo lugar, en respuesta a la pandemia mundial, se han puesto en marcha varias medidas de liquidez. Entre ellas se han incluido las facilidades de crédito rápido del FMI, el aumento de los servicios de préstamo de la misma institución, el alivio de la deuda a corto plazo del G20 y las líneas de canje de dólares estadounidenses de la Reserva Federal, entre otras medidas. Éstas han dado al mercado la confianza de que se disponía de apoyo y sugieren que de alguna forma habría una acción más coordinada para los mercados emergentes, si se necesitara. Parece que hacer lo que sea necesario para prevenir una depresión mundial es la prioridad número uno de las autoridades de los mercados desarrollados y los países de economía de mercado se beneficiarán de ello. Obsérvese que el apoyo bilateral es otra posible forma de financiación para los países de economía de mercado, a cambio de la lealtad y, en algunos casos, el acceso a los recursos naturales.
Por último, el acceso al mercado es importante, y creo que el momento de temor de un cierre de los mercados de capital a los emergentes ha pasado. Si los países pueden emitir bonos a nivel interno y/o externo, con una prima de riesgo adecuada y un incentivo para reducirla, no habrá una crisis de deuda. A principios de abril, esto no estaba tan claro. Los mercados se están abriendo y funcionando – todavía no para todo el mundo, y tal vez con una saludable y renovada volatilidad-, pero los bonos se están emitiendo, cotizando, comprando y, en general, van bien. Hay tanta liquidez a nivel mundial y el resultado es que el flujo de dinero fluye hacia la clase de activos. Creo que esta situación se mantendrá. Sin embargo, creo que el precio del riesgo seguirá siendo más elevado para los mercados emergentes que para otros activos de riesgo.
La rentabilidad de la deuda emergente en moneda local es la anomalía, ya que la mayoría están en sus niveles más bajos de todo el año. Algunos bonos en moneda local no se vendieron mucho, mientras que otros lo hicieron, pero volvieron a subir bruscamente. Esto tiene sentido ya que por lo general los tipos de interés han sido recortados de manera significativa, reduciendo los rendimientos. Lo que es interesante en la mayoría de los países emergentes es que las curvas de rendimiento también se han empinado mucho, reflejando la incertidumbre económica y de la inflación y unos tipos de cambio más baratos. La estrategia en este caso, que prefiero en general, es tener una larga duración final en mercados selectivos con curvas pronunciadas, pero no estar sobreponderado en general dados los riesgos de la inflación. La excepción son bonos de países asiáticos con grado de inversión, en los que creo que los tipos pueden bajar más y los mercados se comportan de manera más parecida a la de los mercados desarrollados.
Tribuna de Kirstie Spence, portfolio manager de Capital Group.