En el tercer trimestre del año, Citigroup Inc. reportó ingresos netos 3.200 millones de dólares, o 1,40 dólares por acción diluida, sobre unos ingresos de 17.300 millones de dólares. Mientras que, en el tercer trimestre de 2019, los ingresos netos fueron de 4.900 millones de dólares, o 2,07 dólares por acción diluida, sobre unos ingresos de 18.600 millones de dólares.
Esto supone una disminución en los ingresos del 7% con respecto al periodo del año anterior, reflejando principalmente unos menores ingresos en la división de Banca de Consumo Global y la división de Banca Corporativa/Otros, que se vieron parcialmente compensados por el crecimiento en las divisiones de Mercados de Renta Fija, Banca de Inversión, Mercados de Renta Variable y Banca Privada en el Grupo de Clientes Institucionales.
Los ingresos netos disminuyeron un 34% con respecto al período del año anterior, impulsado en gran medida por los menores ingresos, un aumento en los gastos y mayores costes crediticios. Estos resultados incluyen una multa civil monetaria de 400 millones dólares en relación con órdenes de consentimiento registrada en la división de Banca Corporativa/Otros. Las ganancias por acción diluida de 1,40 dólares disminuyeron un 32% desde el período del año anterior, reflejando principalmente la disminución en la utilidad neta.
En el Grupo de Clientes Institucionales, los ingresos fueron cercanos a los 10.400 millones de dólares, un 5% con respecto al año anterior, pero un 15% que en el anterior trimestre. Un sólido desempeño en las divisiones de Mercados de Renta Fija, Banca de Inversión, Mercados de Renta Variable y Banca Privada se vio parcialmente compensando por unos menores ingresos en Préstamos Corporativos y Soluciones de Tesorería y Trading, así como Servicios de Valores.
La división de Banca Privada obtuvo ingresos de 938 millones en este tercer trimestre, mientras que, en el tercer trimestre de 2019, los ingresos fueron de 867 millones de dólares, esto supone un incremento del 8% respecto al tercer trimestre del año anterior. Sin embargo, estos ingresos son un 2% menores que los del trimestre anterior, donde la división obtuvo unos 956 millones de dólares.
«Continuamos navegando por los efectos de la pandemia COVID-19 extremadamente bien. Los costes crediticios se han estabilizado, los depósitos siguieron aumentando, y los ingresos aumentaron un 3% en lo que va de año. Nuestro Grupo de Clientes Institucionales nuevamente tuvo un desempeño muy fuerte, especialmente en Mercados, Inversión Banca y Banca Privada. La columna vertebral de nuestra red global, Soluciones de Tesorería y Trading ha experimentado un fuerte compromiso con el cliente frente a las bajas tasas de interés. Aunque en la división Banca de Consumo Global los ingresos se mantuvieron bajos como resultado de la pandemia, vimos más actividad en nuestras hipotecas y productos de gestión patrimonial”, dijo Michael Corbat, CEO de Citi.
Rodríguez d’Achille se incorpora en calidad de socio de la nueva gestora y director con el objetivo de desarrollar la nueva marca para todo el Sur de Europa, Latinoamérica y US Offshore; además, Rodríguez d’Achille es co-fundador del proyecto, al que se ha sumado a inicios de este año.
“Hemos desarrollado un proyecto con profesionales de primer orden y con un empaque particularmente robusto en las áreas de gestión, control de riesgos, compliance y relación con inversores. Desde el principio ha sido una prioridad para nosotros ofrecer el mejor servicio desde todas las áreas de nuestra compañía y Lonvia Capital nace en esa línea desde el primer minuto. Las relaciones con nuestros inversores son con visión a largo plazo, al igual que lo hace el equipo de inversiones con las compañías en las que invertimos”, explica d’Achille.
Francisco Rodríguez d’Achille se desligaba de Amiral Gestion, donde desarrollaba el rol de responsable de desarrollo de negocio institucional para España e Italia, a principios de año para unirse al proyecto.
El nuevo director de desarrollo de negocio de la firma cuenta con una experiencia internacional en la industria de fondos de inversión de más de 14 años y ha desarrollado su carrera profesional en entidades de renombre como BBVA Venezuela, Old Mutual Wealth en Italia, March AM y, en su última etapa, Amiral Gestion.
Tras tomar la decisión de cambiar sus actividades empresariales actuales por un puesto corporativo sénior en Credit Suisse Group AG, Christian Meissner ha dimitido de la Junta Directiva de Julius Baer con efecto inmediato. Christian Meissner fue elegido miembro de la Junta en mayo de 2020.
Romeo Lacher, presidente de la junta directiva de Julius Baer, dijo: “Los planes profesionales de Christian Meissner han cambiado recientemente y entendemos que las oportunidades a veces surgen inesperadamente. Si bien lamentamos su partida y esperamos su contribución, nos gustaría agradecerle y desearle todo lo mejor para su futuro”.
Según apunta la publicación Bloomberg, Credit Suisse Group AG contratará a Christian Meissner, ex director de la división de la Banca de Inversión de Bank of America Corp., para codirigir un grupo recién creado que conectará a los clientes más ricos del banco con los servicios ofrecidos por el banco de inversión de la entidad suiza.
Meissner se trasladará a Europa desde Estados Unidos e informará a los directores del banco de inversión de Credit Suisse, así como al negocio de gestión de patrimonio internacional.
Bajo el mandato del nuevo director ejecutivo Thomas Gottstein, Credit Suisse está revisando varias unidades de negocio con el objetivo de simplificar la complicada estructura del banco, revirtiendo parcialmente las iniciativas tomadas bajo su predecesor Tidjane Thiam y el ex director de gestión patrimonial Iqbal Khan.
La combinación de la división de Banca de Inversión con el comercio de una empresa que pasará a llamarse Banco de Inversión Global, al tiempo que reduce el número de regiones en el negocio clave de gestión de patrimonio y trabaja para hacer más con clientes estratégicos ultra ricos.
Como parte de ese plan, Meissner y Babak Dastmaltschi dirigirán el grupo asesor de la banca de inversión que realizará fusiones y acuerdos de mercado de capitales con clientes del negocio de banca patrimonial internacional. Meissner también se convertirá en vicepresidente del banco de inversión que reporta a Brian Chin, un rol en el que originará acuerdos a nivel mundial.
Pixabay CC0 Public Domain. La CCR chilena aprueba los primeros cuatro instrumentos títulos representativos de oro físico
La Comisión Clasificadora de Riesgo Chilena (CCR), el organismo que autoriza los instrumentos que pueden ser adquiridos por los fondos de pensiones, ha aprobado los cuatro primeros títulos representativos de oro físico.
La lista está compuesta por tres instrumentos de Wisdom Tree Investments: Gold Bullion Securities, WisdomTree Physical Gold y WisdomTree Physical Swiss Gold registrados en Jersey y cotizados en la bolsa de Londres (LSE por sus siglas en inglés) y por un cuarto, SPDR Gold Trust de World Gold Council registrado en Estados Unidos y cotizado en NYSE Arca.
El pasado mes de mayo la superintendencia de pensiones aprobó cambios en el régimen de inversión de los fondos de pensiones, que, entre otros, introducía una nueva alternativa de inversión en títulos representativos de oro como “una opción de protección en escenarios de incertidumbre, permitiendo de esta manera una mayor diversificación y rentabilidad en los fondos de pensiones”. La inversión computa dentro del límite para activos alternativos.
En esta línea, y cumpliendo con su papel de aprobación, la CCR publicó, el 30 de julio, los requisitos que debían cumplir los títulos representativos de oro, que son definidos como “instrumentos financieros listados en mercados de valores, que tienen como objetivo la exposición al oro, cuyos subyacentes estén respaldados por oro físico”.
En el proceso de aprobación, la CCR tendrá en consideración, entre otros, factores que afectan al país de registro y de cotización del título, la sociedad administradora, el custodio, sus respectivas matrices, las políticas y características del instrumento y su liquidez en los mercados secundarios.
Así, la CCR exige una calificación de al menos AA para el riesgo país “donde esté constituido o sea regulado el emisor y sus títulos, la sociedad administradora, el custodio y la bolsa de valores en que estén inscritos y puedan ser transados los títulos” y de al menos BB para la clasificación de riesgo país donde estén constituidas las matrices de estas entidades.
Para las sociedades administradoras, la CCR exige un volumen de al menos 10.000 millones de dólares en activos bajo gestión, diez años completos de experiencia y al menos cinco de experiencia en la gestión de títulos representativos de oro. Para el instrumento en cuestión, se exige un mínimo de 1.000 millones de dólares “descontados de esta cifra los aportes efectuados por la sociedad administradora o entidades relacionadas”.
En cuanto al custodio, se le exige una experiencia mínima de cinco años en la custodia física de oro, el cumplimiento de estándares mínimos reconocidos internacionalmente y una calificación crediticia (suya o de su matriz) de al menos rating A.
Durante años, parte importante del mundo de las inversiones soberanas era la calificación de riesgo soberano y no era poca la “obsesión” de muchos países por buscar un grado de inversión (BBB hacía arriba). Desde el punto de vista conceptual, el grado de inversión garantizaba el acceso a mejores condiciones financieras en los mercados internacionales y nacionales, puesto que bajaba el riesgo de los inversionistas ya que un país, con el grado de inversión, tenía mejores posibilidades futuras de repagar su endeudamiento.
Por ello, era tan importante hacer una tarea juiciosa y consistente de indicadores financieros y económicos, controlar el endeudamiento como porcentaje del PIB, medir la solidez de las instituciones, la independencia del banco central, entre muchas otras. Con todo controlado, las calificadoras tenían el insumo para catalogar a un país como atractivo y, por ende, otorgar una buena calificación. Así crecimos muchos en el mundo financiero y aún llevamos el chip del grado de inversión, que se repite como un mantra, en no pocas ocasiones.
Sin embargo, desde la crisis financiera de 2008, el riesgo soberano ha tenido un cambio sustancial en su esencia más básica: entraron a escena unos jugadores con billetera ilimitada, que más allá de la calificación, sustentan los bonos gubernamentales…sí, los bancos centrales al rescate. Con estos jugadores en el mercado, es virtualmente imposible que exista un “default” soberano, especialmente en moneda local. En este 2020, sí que ha quedado demostrado que, cuando se necesite, los bancos estarán dispuestos a ir al rescate de sus bonos gubernamentales (otra historia es con bonos emitidos en moneda extranjera, donde los bancos no tienen potestad y están expuestos a los riesgos cambiarios; aunque esto lo han venido entendiendo los gobiernos, quienes han dado mayor relevancia al endeudamiento local, con lo cual cada vez es más claro que la posibilidad de intervención de algunos bancos centrales se amplía).
Para que veamos lo que ha sido el cambio en el riesgo soberano, a muchos se les olvida que Estados Unidos perdió, luego de la crisis de 2008, su calificación AAA, y una de las calificadoras le bajó a AA+… ¿cuál fue el efecto?: ninguno, !absolutamente ninguno!
En términos “normales” (quizá por ello ahora llamamos a esto, la “nueva normal”) eso hubiera tenido un impacto más allá de la anécdota que terminó siendo dicha bajada de calificación. Y creería, sin temor a equivocarme, que nadie piensa que EE.UU., entendido como su gobierno federal, tenga un mayor riesgo hoy que hace años atrás…eso a pesar de que su deuda sobre PIB es cercana al 120%, su déficit fiscal cercano al 5%, con crecientes déficits comerciales, una posición de inversiones internacionales netas deficitaria en casi el 50% de su PIB, entre otros. Si no me dijeran que es EE.UU. y me muestran estos indicadores, creería que es un país cuyo riesgo soberano lo llevaría a la categoría de “especulativo”…y claramente, no lo es.
¿Bien, todo esto qué implica? Sencillamente que, ya que no hay riesgo soberano, se deben empezar a evaluar otros indicadores, quizá el más importante, sea la inflación. Si bien los bancos centrales salen al rescate, lo hacen con cargo a emisión monetaria que entra al circuito económico y financiero, en algunos casos local, en otros casos, global. A más dinero, según la teoría monetarista, mayor inflación.
Claro, no hemos visto la inflación final (aquella del consumidor último) creciente en los últimos años, por muchas razones: porque el dinero no le llegó al ciudadano del común. En el 2020 2H Outlook de M&G Investment, hubo una gráfica que me quedó dando vueltas en la cabeza, la cual básicamente mostraba que desde 1950 la productividad acumulada en EE.UU. ha crecido un 252%, mientras que la compensación horaria lo ha hecho en un 116%, con un estancamiento desde la década del 70; la tecnología no ha permitido que suban los precios; entre otros. Un ejemplo: en muchos frentes no hemos tenido inflación, hemos tenido deflación, pero no nos hemos dado cuenta: el teléfono móvil que compraba hace 10 años, hoy vale mucho menos (deflación), lo que sucede es que ya no lo compro, porque hice un “upgrade” a un modelo nuevo (que sí, creo que vale mucho más), pero la realidad es que, proporcionalmente, el nuevo teléfono de hoy, cuesta proporcionalmente mucho menos (así su valor absoluto sea mayor) que el teléfono 10 años atrás.
Volviendo al punto central, el tema es que si a un banco central “se la pasa la mano”, podría crear inflación, y esa, realmente esa, va a ser la verdadera afectación de un inversionista. Con un bono de tasa fija y una inflación creciente, gana el deudor (paga lo mismo, pero es un pago disminuido por la inflación) y pierde el acreedor (porque recibe dinero devaluado por la inflación). Y también, es claro que la fórmula de inflación, para ajustar indicadores macro, no es nueva: la han usado muchos países a lo largo de la historia.
Finalmente, la relación deuda sobre PIB, es una relación, que para que baje se necesita alguna de las dos siguientes: que baje el numerador (deuda) o suba el denominador (PIB)…cuando hay inflación, sube el PIB, porque el mismo se mide en términos nominales, y si la deuda no se incrementa al mismo ritmo, por lógica, la relación baja…pero eso, a costa de la población que sufre la carga de mayores precios.
Entonces, en la medida en que muchas cosas han cambiado desde 2008, que han entrado de manera masiva actores que antes eran un poco más “conservadores”, que se ha incrementado la liquidez, que la teoría básica sobre la que sustentaban los mercados y la economía han cambiado, debemos pensar diferente: quizá el riesgo financiero ya no es el mismo con el que nos habíamos acostumbrado a vivir, y nos toca pensar de una manera muy diferente cuáles son las afectaciones que debemos controlar.
Manuel Felipe García Ospina es vicepresidente Wealth Management de Skandia
De acuerdo con los datos recibidos por las gestoras de IICs que han facilitado información sobre esta actividad desarrollada por sus grupos financieros, la cifra estimada de patrimonio en gestión discrecional de carteras se situaría en torno a 78.000 millones de euros a finales de junio de 2020 (75.230 millones para las 27 gestoras que facilitan dato de sus grupos financieros).
Este volumen supone que durante el segundo trimestre de 2020, la gestión discrecional de carteras ha registrado un incremento del 7%, basado tanto en rendimientos por efecto mercado como en nuevos flujos, explica Inverco.
De esa cifra, el 95% correspondería a clientes minoristas (en torno a 74.000 millones de euros). El número estimado de contratos se elevaría a 740.000 carteras gestionadas (728.423 para las entidades que remiten información), correspondiendo casi la totalidad de ellas a clientes minoristas, siendo el patrimonio medio gestionado por cartera de cliente minorista de aproximadamente 97.954 euros.
Según la información remitida por las entidades, el 35% de la gestión discrecional en España se canaliza a través de inversiones en IICs de terceras gestoras.
Más IICs distribuidas
El volumen de las IICs distribuidas en España experimentó un incremento durante el segundo trimestre de 2020 del 6,4%, para las 27 gestoras que facilitan dato de su grupo financiero.
Según la información sobre distribución de IICs recibida por las entidades, que representan una muestra elevada de la totalidad de la distribución de sus grupos financieros en España, el porcentaje de IICs de terceros comercializadas hasta junio 2020 alcanza el 18,9% del total (70.504 millones de euros frente a 301.619 millones del total referido a las entidades que remiten información).
A junio de 2020, el porcentaje que supone la gestión discrecional de carteras respecto a la distribución total en España continúa incrementándose, y ya alcanza el 23,0%.
Funds Society acaba de lanzar el número 24 de su revista Américas, disponible en versión digital y en vías de distribución en Estados Unidos, Chile, Uruguay y México.
Les presentamos una versión en vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión, y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos.
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Pixabay CC0 Public Domain. Sostenibilidad global, con Janus Henderson
Tal como lo define la Organización de Naciones Unidas (ONU), el desarrollo sostenible consiste en conseguir dar respuesta a las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Un deseo de dejar un mundo mejor a las generaciones venideras que Janus Henderson ha situado en el foco de su filosofía de inversión desde hace ya veintinueve años, basada en la inversión sostenible y el liderazgo en ideas innovadoras. Una estrategia que no ha hecho sino fortalecerse durante los pasados meses, como consecuencia de los grandes cambios que la llegada de la pandemia ha forzado en nuestras vidas y que ha reforzado su compromiso de ofrecer a sus inversores los mayores estándares de transparencia y compromiso.
Uno de sus principales exponentes de esta filosofía de sostenibilidad y compromiso es Janus Henderson Global Equity, uno de los fondos más rentables en el año de la categoría VDOS de Etico, con una revalorización de 17,11% en su clase I NET de acumulación con cobertura en euros.
Aplica una estrategia integral de sostenibilidad que combina criterios positivos y negativos (exclusiones) tomando en consideración tanto los productos de un negocio (lo que hace) como las operaciones (cómo lo hace). Su marco de inversión es muy claro, basado en megatendencias ambientales y sociales y diez temáticas de sostenibilidad, que combinan con un enfoque bottom-up que incluye una revisión de operaciones, estados financieros y la valoración de empresas, así como una evaluación de los factores materiales de ESG integrados en el proceso de análisis.
El enfoque de inversión es explícitamente bajo en carbono y, al incorporar factores ambientales, sociales y de gobierno en el análisis, buscan construir una cartera con un perfil de riesgo favorable. Como resultado se obtiene una cartera global bien diversificada con características de riesgo equilibradas. El enfoque multitemático es un diferenciador importante que les permite hacer esto. El equipo cree que la integración de ESG mejora su capacidad para generar retornos atractivos ajustados por riesgo.
El gestor principal del fondo es Hamish Chamberlayne, CFA, director de Renta Variable Global Sostenible en Janus Henderson Investors. Chamberlayne es gestor de Cartera de las estrategias Janus Henderson Global Sustainable Equity e Institutional Global Responsible Managed, una función que ha desempeñado desde 2012. Chamberlayne se incorporó a Henderson en 2011 desde Gartmore, donde fue analista en el equipo global de renta variable. Con anterioridad, fue auditor senior en PricewaterhouseCoopers, donde cubrió una variedad de sectores, incluyendo energía, tecnología y comunicaciones.
Chamberlayne comenzó su carrera en Burlington Consultants realizando procesos de diligencia debida en negocios identificados como objetivos de adquisición por casas de capital privado. Es graduado en Química por el New College de la Universidad de Oxford. Cuenta con la certificación CFA y con 17 años de experiencia en el sector.
Janus Henderson Global Equity es un fondo de inversión responsable de renta variable global, con un proceso bottom-up, por fundamentales e implicaciones temáticas, que combina criterios de exclusión e inclusión junto con la integración de criterios ESG en el análisis y selección de valores. Es más, el fondo busca explícitamente una huella baja en emisiones de carbono y contribuye a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Su proceso de inversión es disciplinado y repetitivo, diseñado para seleccionar las mejores ideas de sostenibilidad a nivel mundial y construir una cartera bien diversificada. La generación de ideas parte de un universo de 5.000 compañías que, al encuadrarse en un marco temático, queda reducido a unas 800. Las mejores ideas reducirán aún más el número de empresas hasta 120, por medio de análisis fundamental y ESG integrados. Como resultado se obtiene una cartera activa y diversificada que incluye entre 50 y 70 acciones, con una tasa de rotación inferior al 30%, sin restricciones sectoriales, con asignaciones regionales en línea con su índice de referencia (+/-3%) y niveles de efectivo de entre el 1% y el 3%.
El fondo busca tener un impacto positivo en la sociedad. Para ello, se apalanca en cinco temáticas medioambientales y cinco sociales. Evita las empresas e industrias que sean intensivas en emisiones de CO2. El resultado es que la huella de carbono del fondo es un 85% inferior a la del MSCI World. Con la transparencia como una de sus prioridades, el equipo gestor puede medir la contribución de la cartera a cada uno de los 17 ODS de las Naciones Unidas. Por ejemplo, el 68% del fondo contribuye a luchar contra la pobreza en el mundo; el 93%, a una educación de calidad y el 90% a igualdad de género.
Entre las cinco mayores posiciones en cartera encontramos acciones de Microsoft Corporation (5,39%), Adobe Inc (4,13%), Salesforce.com Inc (3,49%), Autodesk Inc (3,29%) y Humana Inc (2,94%). Por sector, las mayores ponderaciones corresponden a tecnologías de la información (41,90%), industrial (12,03%), financiero (11,76%), consumo discrecional (8,66%) y salud (5,57%).
La historia de rentabilidades del fondo lo sitúa entre los mejores de su categoría por este concepto, en el primer quintil, durante 2016 y 2020, batiendo al índice de su categoría en 2017, 2018 y 2019. A tres años, su controlado dato de volatilidad es del 19,06% y de 16,56% a un año, posicionándose en este último periodo entre los mejores de su categoría por este concepto, en el quintil cinco. También a un año, su Sharpe es de 1,33 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 9,50%. La suscripción de la clase I NET de acumulación con cobertura en euros de Guinness Sustainable Energy Fund requiere una aportación mínima inicial de 750.000 euros, aplicando a sus partícipes una comisión fija de 0,75% y de depósito de hasta 0,0075%. Cuenta también con una clase A en euros con un coste de suscripción mínimo de 1.500 euros, que grava a sus partícipes con una comisión fija del 1,50% y de depósito del 0,01%.
A medida que las restricciones del confinamiento comenzaron a relajarse, la actividad económica fue repuntando, pero el éxito parcial del confinamiento en todo el mundo ha servido como recordatorio de que no va a ser un proceso fácil. Tiendas minoristas, restaurantes y ocio presencial son algunas de las actividades que continuarán teniendo dificultades hasta que se consiga recuperar una mayor normalidad. Por el contrario, la digitalización, una tendencia que el equipo gestor cree que está alineada con una economía sostenible, sigue acelerándose. La fortaleza de la economía digital, que ha visto una creciente demanda de sus servicios, ha servido para subrayar la idea de que muchas personas y muchas empresas pueden llevar una vida más baja en carbono.
Creen firmemente que la transición a una economía baja en carbono continuará. El impulso imparable de las tecnologías limpias, combinado con el aumento de las cargas regulatorias asociadas con el carbono, sigue haciendo que la inversión en combustibles fósiles sea menos atractiva y esperan, además, que continúe la normativa de apoyo a la transición a las energías limpias. Un número cada vez mayor de empresas en los sectores de generación de energía, transporte e industria se han comprometido con planes de inversión plurianuales alineados con la transición a una economía baja en carbono. Creen que en la próxima década es inevitable un enorme aumento de la capacidad de generación renovable, los avances en la tecnología de las baterías y una amplia aceptación de los coches eléctricos por parte de los consumidores. Creen asimismo que esta será la década en la que se alcanzará el pico máximo de demanda de petróleo.
Hay muchas otras áreas en las que esperan pocos cambios: la necesidad de servicios esenciales de salud, impulsados por el envejecimiento de la población, no ha hecho más que aumentar debido a esta crisis; sigue habiendo una gran necesidad de seguros y gestión de riesgos; el crecimiento de la población y la urbanización continuarán y con ella la necesidad de invertir en infraestructuras sostenibles, transporte público, edificios energéticamente eficientes y tecnología del agua. La innovación avanzará en relación con la economía circular y seguirá habiendo demanda de muchos bienes y servicios de consumo en relación con el deporte y el ocio, el entretenimiento y la alimentación saludable.
La rentabilidad de la Clase I Net de acumulación con cobertura en euros de Janus Henderson Global Equity a lo largo de su historia, respecto al riesgo incurrido medido por volatilidad, especialmente en los últimos tres años, lo hace merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS.
Tribuna de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS y quefondos.com
Reagan Mize, de cinco años, fue diagnosticada en mayo de 2019 de DIPG, un cáncer cerebral terminal, inoperable y agresivo.
La dificultad del tratamiento hizo que Los padres de Raegan, el teniente de Plantation Fire Rescue Marc Mize y su esposa Adrea Mize, se dedicaran por completo a su cuidado.
Por este motivo, Participant Capital está organizando una rifa para recaudar el dinero que necesitan Raegan y su familia.
“Raegan es una guerrera y su fe es asombrosa. Ella está tocando vidas, creando conciencia y creando fondos de investigación a nivel mundial. ¡Ella es realmente una inspiración!”, dice el comunicado al que accedió Funds Society.
Todas las personas que contribuyan a la causa de Reagan participarán por un sorteo.
Según el importe de la donación, puede ser elegible para 2 noches en Paramount Miami Worldcenter o un pasaje aéreo y 3 noches en Paramount Miami Worldcenter.
En caso de que desee donar de forma anónima, puede enviar un correo electrónico con su información a info@participantcapital.com y se comunicarán en caso de salir sorteado en la rifa. De todas maneras, se mantendrá la confidencialidad.
Para colaborar con Raegan podrán acceder a la plataforma GoFundMe en el siguiente enlace.