Oportunidades post-coronavirus y cómo posicionarnos para 2021 en renta fija

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Pixabay CC0 Public Domain. Oportunidades post-coronavirus y cómo posicionarnos para 2021 en renta fija

Durante el confinamiento, un gran número de compañías y sectores sufrían una presión considerable en sus cotizaciones, presión que se vio especialmente acentuada en sectores como el de las aerolíneas, compañías de cruceros, duty free, fabricantes de maletas, hoteles e industrias relacionadas con el consumo. Este año, hemos puesto el foco en esos ángeles caídos (fallen angels) y, de forma gradual, hemos ido tomando posiciones en compañías altamente golpeadas.

Muchos de estos sectores se recuperaron significativamente tras los últimos anuncios relativos a la disponibilidad de la vacuna. Sin embargo, siguen cotizando con grandes descuentos respecto a la época pre-COVID-19, y aquellas compañías sólidas y de buena calidad podrían experimentar una recuperación más continuada. Asimismo, tienen más flexibilidad para gestionar los desafíos económicos a través de, por ejemplo, la emisión de acciones o la venta de activos para levantar capital.

No obstante, reconocemos que los problemas de crédito se mantendrán durante los próximos seis meses, ya que la recuperación podría llegar demasiado tarde para algunas empresas con dificultades para encontrar financiación o reestructurarse. Esto nos lleva a continuar centrándonos en negocios sólidos, aunque podemos empezar a mirar hacia un entorno más normalizado a mediados del próximo año.

También tenemos una pequeña posición en asset-backed bonds emitidos por aerolíneas y respaldados por sus activos subyacentes -en este caso, los aviones-, cuyo valor ha caído con la pandemia. Esta situación ha generado buenas oportunidades. El motor clave a la hora de invertir en estos bonos es centrarse en la calidad de los activos subyacentes -en nuestro caso, aviones nuevos de fuselaje estrecho- que ahora tienen más demanda.

Encarando el 2021: foco en el carry

El año que viene será el año del carry, donde pondremos el foco los próximos meses. El carry es el beneficio de los bonos que poseemos. Dado que la mayor parte de la apreciación de capital ya ha tenido lugar este año, deberían ser los ingresos los que impulsen los retornos. Esto significa que buscaremos bonos con cupones atractivos en compañías sólidas donde el call de esos bonos, especialmente en high yield, se produzca en 2024/2025. En estos bonos, el rendimiento en 2021 y 2022 será el propio cupón. Esto nos dará la oportunidad de obtener cupones altos, frente a la liquidez, a medida que se produce el roll-down de los bonos.

Creemos que 2021 será un año de fortaleza para algunas áreas de la renta fija. Será más un año de carry, dado que gran parte de la recuperación de los precios de los bonos ya ha tenido lugar. Con los tipos de interés a cero, a los bonos soberanos y la mayoría del investment grade les costará igualar el importante rendimiento de los últimos años a medida que los tipos de interés bajan cada vez más. Si se produjera una depresión o una recaída económica significativa, entonces los bonos de mejor calidad crediticia tendrán un mejor comportamiento, especialmente si vemos un movimiento hacia tasas de interés negativas en los EE.UU.

Si los resultados de la vacuna son igualmente buenos, se debería consolidar el mercado a estos nuevos niveles. En ese caso, añadiríamos más riesgo de crédito ante cualquier retroceso.

Tribuna de Andrew Lake, director de renta fija de Mirabaud Asset Management

 

Andrew Lake es el gestor del fondo Mirabaud Global Strategic Bond I cap. USD. Se trata de un fondo de renta fija global que, gracias a su estrategia basada en un modelo de gestión activa y flexible, permite detectar las mejores oportunidades a lo largo del ciclo. El fondo invierte en bonos soberanos, bonos corporativos, investment grade, high yield, deuda de mercados emergentes y convertibles. Esa variedad de tipologías de activo también es una protección frente a los movimientos en los mercados. El fondo se caracteriza frente a otros de su categoría por su atractivo binomio rentabilidad/riesgo. A 30 de octubre, la cartera registraba un YTM del 2,9% y una duración de 4,41 años.

A 25 de noviembre de este año, la estrategia contaba con cerca de 600 millones de dólares bajo gestión y acumulaba una rentabilidad del 4.38%*. Ha sido merecedora de cuatro estrellas Morningstar y clasificación Citywire +.

* Clase I Cap USD. Rentabilidad 2019 +7.1%, 2018 -2.3%, 2017 +5.42%. Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Para más información sobre rentabilidades históricas y riesgos asociados a este Subfondo, consulte la Sección la web www.mirabaud.com/es 

España: los nuevos cambios fiscales que nos esperan

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Edmond de Rothschild analiza las últimas reformas fiscales anunciadas en España, introducidas en los Proyectos de Ley de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal y de Presupuestos para el año 2021, así como en la Ley del Impuesto sobre Transacciones Financieras.

Desde un punto de vista legal y fiscal, los cambios más relevantes introducidos serán el incremento del tipo impositivo de las bases imponibles general y del ahorro para rentas superiores a 300.000 y 200.000 euros, los cambios que afectan al impuesto sobre el patrimonio español y la creación de un impuesto sobre las Transacciones Financieras (Tasa Tobin). Asimismo, estas reformas incluyen las modificaciones en la aplicación de la exención por doble imposición, el cambio del cálculo de la base imponible de los inmuebles en determinados impuestos indirectos y los cambios fiscales en las sicavs españolas.

Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF)

En primer lugar, se incrementa en 2 puntos (2%) el tipo impositivo de la base imponible general cuando se superen unos ingresos de 300.000 euros (el tipo máximo actual dependiendo de la comunidad autónoma está entre el 43% y el 48%) y en tres puntos (del 23% al 26%) para la base imponible del ahorro que supere los 200.000 euros.

Para los planes de pensiones, se limita la reducción aplicable las aportaciones a planes de pensiones particulares de 8.000 a 2.000 euros.

Impuesto sobre el patrimonio (IP)

En lo referente al impuesto sobre el patrimonio, se incrementa la tarifa en 1 punto para bases liquidables superiores a 10 millones de euros (en la actualidad el tipo máximo, dependiendo de la comunidad autónoma está entre el 2,5% y el 3,75%).

Asimismo, se elimina la posibilidad de dejar exentos en el Impuesto sobre Patrimonio los seguros de vida en los que el tomador no tenga la facultad de ejercer el derecho de rescate total en la fecha de devengo del impuesto (designación de beneficiario irrevocable). A partir de ahora, el tomador del seguro computará en su base imponible el valor de la provisión matemática en la citada fecha.

Exención por doble imposición de dividendos y plusvalías

Por otro lado, la exención por doble imposición de dividendos y plusvalías para participaciones superiores al 5% pasará del 100% al 95%, excepto para aquellas empresas que se hayan constituido partir de 1 de enero de 2021, que tengan una cifra de negocios inferior a 40 millones de euros, no sean patrimoniales y no pertenezcan a un grupo de sociedades, en cuyo caso podrán seguir aplicando la exención al 100% durante un periodo de tres años.

Además, en relación con los requisitos para la aplicación de la exención, se elimina la posibilidad de que el coste de la participación superior a 20 millones de euros como alternativa al porcentaje mínimo de participación del 5%. Esta última modificación se traslada a la Ley del IRNR para la exención sobre dividendos distribuidos a entidades de UE (Directiva Matriz-Filial).

Instrumentos de inversión

En lo referente a los instrumentos de inversión, se pretende cargar un 0,20%, con carácter general en las operaciones de compraventa de empresas españolas cotizadas que tengan una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros, la denominada Tasa Tobin.

Por otro lado, con efectos desde el 1 de enero de 2022, y para participaciones o acciones adquiridas a partir de dicha fecha, los ETFs cotizados en el extranjero no podrán aplicar el régimen de traspasos. Se iguala, por tanto, su tratamiento a los ETFs españoles.

Para los bienes inmuebles, se utilizará el valor de referencia previsto en la normativa reguladora del catastro inmobiliario como el valor real a la hora de determinar el Impuesto sobre, Sucesiones y Donaciones y Transmisiones Patrimoniales. Existen dudas en la redacción de la norma, pero parece que también será aplicable al Impuesto sobre el Patrimonio, lo que, según la firma, tendrá un impacto importante en la valoración de los inmuebles a efectos del Impuesto sobre Patrimonio dado que en la actualidad para inmuebles con fechas de adquisición antiguas se solía usar el valor de adquisición.

Asimismo, se establecen nuevas obligaciones informativas referidas a la tenencia y operativa con monedas virtuales. Por ejemplo, deberán aparecer reflejadas en el Modelo 720 aquellas que estén custodiadas en cuentas en el extranjero.

Sicavs españolas

Según la legislación española se pueden constituir sicavs españolas con un capital social mínimo de 2,4 millones. Actualmente existen en España muchas sicavs familiares entre 3,5 y 10 millones. Las sicavs están gravadas al 1%. La base imponible es la renta neta anual.

Las sicavs en España necesitan, a efectos regulatorios, al menos 100 accionistas. La mayoría de las sicavs españolas no son vehículos colectivos reales ya que el 99% del capital social es propiedad de unos pocos accionistas (un accionista de unos pocos miembros de la misma familia).

Por este motivo, las autoridades fiscales españolas intentaron atacar a las sicavs en el pasado, considerando que se trataba de un fraude ya que la mayoría de los accionistas solo tenían una acción con el único propósito de obtener las ventajas fiscales del vehículo. Sin embargo, desde el punto de vista regulatorio, la CNMV no consideró esta situación como irregular, los intentos de las autoridades tributarias fueron infructuosos.

Se introducirá una nueva modificación fiscal

La nueva legislación faculta, además, a la inspección tributaria el derecho a determinar, solo para fines fiscales, si las sicavs tienen estatus de institución colectiva o si, por el contrario, efectivamente existen accionistas simulados (accionistas con el único fin de obtener un régimen tributario para el vehículo).

En consecuencia, la inspección fiscal estará facultada para decidir si una sicav familiar no es una verdadera sicav colectiva y, en consecuencia, deberá tributar al tipo impositivo del 25% en lugar del 1%.

“De aprobarse esta medida, generará una importante inseguridad jurídica y podría ser el golpe final para este vehículo inversor”, advierten desde Edmond de Rothschild. Para solucionar este riesgo, existen varias alternativas, pero la firma recomienda estudiarlas con cuidado y precaución: la fusión de sicavs españolas, fusiones transfronterizas etc.

Transparencia fiscal internacional

Además, se contempla la transparencia del establecimiento permanente, cuando estén situados en un territorio en el que concurran las mismas condiciones de baja tributación previstas para las entidades, sin que, en ese caso, pueda aplicarse la exención prevista en el artículo 22 de la Ley del Impuesto de Sociedades (exención por dividendos).

Aquí se incluyen las rentas derivadas de actividades de seguros, crediticias, operaciones de arrendamiento financiero y otras actividades financieras salvo que se trate de rentas de actividades económicas, y las provenientes de operaciones con personas o entidades vinculadas, en las que la entidad no residente o establecimiento añade un valor económico escaso o nulo.

Asimismo, se mantiene la imputación de la totalidad de las rentas de entidades en aquellos casos en los que no se dispone de medios materiales y personales para su obtención (con determinadas excepciones y requisitos).

Exit Tax

Estas reformas incluyen, además, la regulación como un nuevo supuesto de imposición de salida del traslado de la actividad del establecimiento permanente al extranjero. Se permite el fraccionamiento del pago a lo largo de cinco años, en quintas partes anuales iguales, cuando el traslado se realice a otro estado miembro de la UE o del Espacio Económico Europeo que haya celebrado un acuerdo de asistencia mutua en materia de cobro de créditos tributarios con España.

En el caso de cambio de residencia o transferencia a España de elementos patrimoniales o actividades que, de acuerdo con ATAD, haya sido objeto de una imposición de salida en un estado miembro de la Unión Europea, el valor determinado por el estado miembro de salida tendrá la consideración de valor fiscal en España, salvo que no refleje el valor de mercado.

La restricción al movimiento de capitales desde un punto de vista legal

Ante los temores y rumores de que en España se pudiera decretar algún tipo de medida de esta naturaleza de manera unilateral por parte del gobierno español, Cuatrecasas enumeró las razones legales por las que eso no sería posible, tanto desde un punto de vista interno español (sería anticonstitucional) como comunitario (al tratarse de uno de los derechos fundamentales de la UE). Por ello, desde la firma subrayan que siempre sería necesario un acuerdo de la UE para poder tomarse una medida de esta naturaleza.

La custodia, no obstante, de cuentas de valores en otros países diferentes a España es, según la opinión de Cuatrecasas, recomendable por un simple principio de diversificación del riesgo. No obstante, recuerdan que no existe en España ningún beneficio fiscal por el hecho de tener cuentas depositadas en el extranjero, pero tampoco perjuicios fiscales por tenerlo.

La Administración Tributaria ha confirmado en numerosas resoluciones la posibilidad de hacer “traspasos con diferimiento fiscal entre UCITS” en cuentas depositadas en el extranjero. Respecto a la posibilidad de traspasar patrimonio a otros países extranjeros (cambio de domicilio de las sicavs, fusiones transfronterizas, etc…) es algo que, según Edmond de Rothschild debe analizarse caso por caso para determinar la opción más interesante desde un punto de vista fiscal.

Cambios de residencia fiscal

“Se trata de un asunto de máxima actualidad en España y es imprescindible asesorarse previamente tanto en España (país de origen) como en el país de destino”, aseguran desde la firma.

No obstante, la Inspección Tributaria española está siendo “muy beligerante” con los cambios de residencia, haciendo investigaciones muy concienzudas para garantizar que los cambios de residencia son reales y que el centro de interés económico del sujeto pasivo no permanece en España, según explican desde la entidad.

En este sentido, Edmond de Rothschild advierte que se deberá llevar a cabo un análisis especial en el supuesto de que el Exit Tax se devengue en España, dado que es posible que el país de destino no permita actualizar el valor fiscal de los activos gravados con dicho impuesto en el país de origen (por ejemplo, es el caso de Portugal).

En el supuesto de que el país de destino haya establecido un régimen tributario beneficioso para los impatriados, será imprescindible asesorarse antes del cambio de residencia también en el país de destino para planificar la opción más beneficiosa y asegurarse de que se cumplen todos los requisitos exigidos para la aplicación de dicho régimen.

Accenture e Inversis llegan a un acuerdo estratégico para el desarrollo internacional de soluciones de outsourcing en servicios de inversión

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Foto cedidaDe izquierda a derecha, Alberto del Cid, consejero delegado de Inversis y Diego López Abellán, managing director de Servicios Financieros de Accenture en España.. Accenture e Inversis llegan a un acuerdo estratégico para el desarrollo internacional de soluciones de outsourcing en servicios de inversión

Inversis y Accenture han llegado a un acuerdo para impulsar una línea de negocio con foco internacional que permitirá a las entidades de crédito, principalmente bancos universales y especializados en banca privada, externalizar todos los procesos operativos y tecnológicos relativos a la distribución de productos de inversión. 

Según han explicado ambas firmas, como fruto de este acuerdo, y en su fase inicial, Accenture colaborará en la transformación y desarrollo de la plataforma tecnológica de Inversis. Además, este acuerdo estratégico, sujeto a la autorización de los organismos supervisores correspondientes, acelerará los planes de crecimiento de Inversis para ampliar sus servicios fuera del mercado español. 

La solución de outsourcing que Inversis y Accenture desarrollarán permitirá a las entidades financieras afrontar un entorno caracterizado por la presión regulatoria y la compresión de márgenes, sustituyendo sus estructuras de costes fijos por modelos de costes variables. Según destacan, “la experiencia de Accenture como proveedor de servicios de externalización de grandes entidades financieras, combinada con los servicios de inversión y la plataforma de fondos de Inversis, permitirá la creación de una solución inexistente hasta ahora en el mercado”. 

Esta oferta de servicios facilitará a los clientes el cumplimiento del nuevo entorno regulatorio en aspectos como los relativos a la normativa MiFID II, mejorar los procesos de toma y ejecución de órdenes, liquidación de operaciones y custodia y administración de activos financieros, con una cobertura completa en términos del tipo de productos incluidos en la oferta, incluyendo el acceso a más de 50.000 fondos de inversión de más de 450 gestoras. 

En una primera fase, el mercado objetivo está focalizado en las entidades financieras europeas (bancos, aseguradoras y fintechs) con la posibilidad de expandir esta propuesta de valor a otros mercados geográficos, como Latinoamérica, región en la que Inversis ya presta servicios a clientes. Además, en la primera fase, Accenture trabajará con Inversis en la modernización de su actual plataforma tecnológica, con el objetivo de trasladarla a la nube (cloud) para adoptar soluciones de próxima generación. De esta forma, Accenture se convertirá en el socio tecnológico preferente de Inversis, gestionando los servicios vinculados a la nueva plataforma en lo relativo al desarrollo y mantenimiento de aplicaciones y la gestión de las infraestructuras tecnológicas.

“En 2019 Inversis anunció su apuesta por impulsar la creación de valor de la compañía por una doble vía: el desarrollo de los servicios y productos actuales y/o la creación de nuevas fuentes de ingresos y una mayor cobertura geográfica. Tras este acuerdo, Inversis mejorará sus resultados y valor como compañía gracias a una evolución de su plataforma tecnológica, la incorporación de nuevos clientes a nivel internacional, el posicionamiento de su marca en otras geografías y el desarrollo de nuevos modelos de negocio”, ha señalado Alberto del Cid, consejero delegado de Inversis

Por su parte, Diego López Abellán, managing director de Servicios Financieros de Accenture en España, Portugal e Israel, ha destacado que “desde Accenture esperamos ayudar a Inversis a reimaginar la experiencia de los servicios de distribución de activos para sus clientes del sector financiero. Al pasar a la nube y adoptar soluciones tecnológicas de última generación, la plataforma de Inversis será más ágil y estará diseñada para reducir los costes de la operación, acceder en tiempo real a la información, es escalable a requerimientos regulatorios locales y permite desarrollar nuevos modelos de negocio, además de facilitar de una manera ágil la incorporación de nuevos clientes y funcionalidades”.

Allfunds se convierte en el proveedor de la plataforma de fondos de CMB Group, el principal banco privado de China

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Pixabay CC0 Public Domain. Inversis apuesta por una cartera diversificada, con la atención puesta en emergentes y en EE.UU.

Allfunds, la wealthtech y proveedor de distribución de fondos, ha sido seleccionado como la plataforma de fondos de inversión B2B socia del banco privado China Merchants Bank Group (CMB Group). Por lo tanto, Allfunds será el proveedor de acceso a fondos de terceros para todos sus centros de PWM&PB en el extranjero, especialmente en los mercados de Hong Kong y Singapur.

Según ha explicado, a través de este acuerdo, CMB Group podrá utilizar las capacidades de distribución de fondos de Allfunds para reforzar su negocio de gestión de patrimonio privado y banca privada, que está experimentando un rápido crecimiento en todo el mundo. Esta medida también está en línea con la estrategia del banco de continuar desarrollando sus negocios en el extranjero a través de un crecimiento y una inversión sostenibles.

Al seleccionar Allfunds, las filiales de CMB en el extranjero podrán acceder a la mayor red de distribución de fondos del mundo con una amplia gama de fondos de inversión. Además, podrán utilizar los servicios de gestión de activos que la wealthtech proporciona en Asia y en todo el mundo. Entre estos servicios destaca los datos y el análisis, las herramientas de cartera y de presentación de informes, y los servicios de investigación y regulación. CMB tiene como objetivo utilizar Allfunds para aumentar la eficiencia e impulsar el crecimiento de su negocio de fondos.

Gracias a la cooperación con CMB, el principal banco privado de China y entre los 10  bancos más conocidos del mundo según The Banker, Allfunds podrá seguir ampliando y reforzando su posición en Asia-Pacífico, así como de mejorar sus soluciones integrales e innovadoras para la gestión de fondos de terceros. Según indica, el mercado asiático es una pieza fundamental de la estrategia de crecimiento de Allfunds y es una región sumamente importante para las ambiciones futuras de la wealthtech. 

El CEO y fundador de Allfunds, Juan Alcaraz ha destacado la importancia de este acuerdo:  «Estamos encantados de asociarnos con CMB, un banco privado de gran prestigio y líder en China. Estamos entusiasmados con las enormes oportunidades que se presentan en los mercados de gestión de patrimonios de Asia y China, fundamentales en nuestra estrategia de crecimiento, mientras continuamos ampliando la red de distribución de fondos mundiales. Queremos contribuir a la expansión de CMB en la región».

Por su parte, David Pérez de Albéniz, Regional Manager en Asia de Allfunds, ha señalado que «CMB está consolidado en la región como un banco digital e innovador. Como líderes en el sector wealthtech, nuestro equipo en Asia está comprometido con la experiencia del cliente, la innovación y las soluciones digitales. Estamos encantados de poder ayudar a CMB a avanzar en su misión y apoyar su ambición de crecimiento con nuestras soluciones de valor añadido y de vanguardia en el sector wealthtech».

Actualmente, Allfunds tiene una oficina en Singapur y un equipo de 17 empleados que aportan un profundo conocimiento de las particularidades de los mercados asiáticos, así como una considerable experiencia en la región. A principios de este año, Allfunds abrió una nueva oficina en Hong Kong como hub para su negocio en el norte de Asia, ampliando su ecosistema con nuevos distribuidores y gestores de fondos procedentes de la región.

Los bancos y los factores ESG: desde el gobierno corporativo al medioambiente

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City of London Mariano Mantel
Pixabay CC0 Public DomainMariano Mantel. Mariano Mantel

Tras más de una década después de la crisis financiera mundial y la consiguiente revisión de la regulación bancaria, los perfiles de gobierno corporativo de las entidades de crédito —el mayor problema en clave ESG de los bancos antes de la citada crisis— han mejorado significativamente y, hoy por hoy, son uno de los factores positivos para los inversores en deuda bancaria europea. Según nos adentramos en una nueva década y en una nueva etapa de la regulación, avanzamos de los aspectos relacionados con el gobierno corporativo a los medioambientales, posicionándose el riesgo climático como nueva área de especial interés.

Aunque el riesgo climático es sustancial para el sector bancario europeo, la regulación seguirá haciendo a veces de catalizador positivo para los perfiles ESG de las entidades de crédito, profundizando en su historial de transformación del sector tras la crisis financiera mundial. Las iniciativas impulsadas por el sector bancario también están ganando impulso y, dada la función dominante de las entidades de crédito en la financiación de la economía europea, es probable que los bancos desempeñen una función cada vez más activa en la transición medioambiental.

La cuestión del gobierno corporativo para los bancos

El gobierno corporativo ha dominado los perfiles ESG y de crédito de los bancos desde la crisis financiera mundial. Dicha cuestión entre los bancos europeos y de todo el mundo ha llevado a una destrucción de valor excesiva en el sector, bien por las elevadas pérdidas durante la crisis financiera mundial, bien por los altos costes derivados de las malas conductas en la última década.

Antes de la crisis financiera mundial, la deficiente supervisión del riesgo, la excesiva asunción de riesgos y el hincapié en los beneficios a corto plazo, combinados con una regulación laxa, llevaron a una elevadísima vulnerabilidad del sector bancario europeo a perturbaciones externas. Al avanzar la crisis financiera mundial, las entidades de crédito no fueron capaces de absorber las abultadas pérdidas derivadas de préstamos y valores, lo cual se tradujo en quiebras y rescates de bancos de importancia sistémica. En lugar de amortiguar la crisis, los bancos exacerbaron su efecto, extremo que derivó en una de las mayores contracciones de la historia.

Tras la crisis financiera mundial, las conductas del pasado llevaron a unos significativos costes por malas conductas que han pesado durante años sobre la rentabilidad del sector. Las entidades de crédito europeas han registrado costes por malas conductas muy superiores a 100.000 millones de euros desde 2008 (1), reflejo de diversidad de problemas heredados de etapas pasadas (por ejemplo, las hipotecas subprime de Estados Unidos y la manipulación del mercado).

Regulación, el catalizador para cambios positivos en el gobierno corporativo

Puede que la tendencia del gobierno corporativo de los bancos más importante de la última década haya sido la regulación. Tras la crisis financiera mundial, los reguladores se encontraron con la ardua tarea de revisar en profundidad la regulación bancaria para velar por que no se produzca otra crisis. En particular, trabajaron para incrementar la resiliencia del sector bancario a perturbaciones externas y asegurar que las entidades de crédito puedan hacer frente a una situación de tensión, sin necesidad de recurrir a dinero público.

Basilea III es el resultado de años de una regulación reforzada, implementada en la mayoría de las jurisdicciones de todo el mundo, donde se incluye Europa en 2013 a través del Reglamento y la Directiva de requisitos de capital (CRR/CRD). El foco se ha dirigido a hacer frente a las carencias fundamentales de los regímenes regulatorios previos y la incapacidad de los bancos de abordar las perturbaciones económicas. Los elementos clave incluyen el refuerzo de los requisitos de capital y liquidez, el fortalecimiento de las prácticas de gestión de riesgos y la supervisión regulatoria y, por último, la mejora de la provisión de información y la transparencia. Tanto la cuantía del capital captado como la mejora de la gestión y la supervisión de los riesgos han sido esenciales en la transformación del sector. Los bancos han tenido que reducir el riesgo en sus operaciones de préstamo y negociación para evitar tener que hacer frente a requisitos de capital más elevados previstos en la nueva regulación, abriendo así el camino a que reduzcan los activos de mayor riesgo y que las operaciones en los mercados de capitales de mayor riesgo sean de las dimensiones adecuadas. La mejora de los requisitos de información y transparencia ha permitido que los inversores conozcan mejor los posibles factores de riesgo entre bancos.

Como resultado de una regulación más exigente, los perfiles de gobierno corporativo de las entidades de crédito han mejorado significativamente. El gobierno corporativo ha pasado a ser un factor positivo de los perfiles de crédito de los bancos y ha hecho del sector uno de los más resilientes. La crisis actual del COVID-19 es prueba de esta mejora, pues el sector bancario europeo ha logrado absorber una recesión profunda, al tiempo que ha seguido respaldando a los clientes y la economía. Actualmente, en lugar de amplificar, los bancos amortiguan las perturbaciones económicas. Los costes en litigios también han descendido tras los máximos de 2013 y 2014 como resultado de la mejora de las prácticas de gobierno corporativo. Sigue habiendo algunos ámbitos donde es posible seguir mejorando, tal y como ponen de manifiesto las sanciones recientes por cuestiones relacionadas con el blanqueo de capitales. Sin embargo, la tendencia ha sido de sólida mejora y, hoy por hoy, el gobierno corporativo es un aspecto positivo para los inversores que mantienen bonos bancarios.

Del gobierno corporativo al medioambiente: ¿dónde se encuentra el riesgo climático para los bancos?

En el caso de los inversores en deuda corporativa, el foco en la última década se ha centrado en el gobierno corporativo, a fin de hacer frente a la reconstrucción del sistema bancario tras la crisis financiera mundial. Aunque la regulación continúa avanzando y sin duda llevará a un mayor fortalecimiento de los fundamentales bancarios —Basilea IV está en el horizonte—, el gobierno corporativo de los bancos se está acercando a objetivos definitivos.

Por tanto, ahora que el sector bancario se ha «arreglado», el foco regulatorio puede virar a aspectos medioambientales. Si bien las propias operaciones de los bancos entrañan un efecto limitado desde el punto de vista del riesgo climático, el efecto indirecto a través de sus carteras de préstamo plantea repercusiones mayores. El riesgo climático supone una amenaza para los bancos, pues plantea riesgos físicos —impacto de fenómenos climáticos— y riesgos de transición —riesgos vinculados a la transición hacia una economía más verde, por ejemplo, con motivo de los activos en desuso—. Un ejemplo de riesgo físico sería el derivado de las pérdidas por préstamos a un proyecto que quiebra con motivo de daños físicos causados por fenómenos meteorológicos (por ejemplo, huracanes e incendios). Un ejemplo de riesgo de transición sería el derivado de unas pérdidas por préstamos elevadas con motivo de impagos de empresas del sector del carbón en caso de un giro abrupto hacia fuentes de energía más limpias, con el consiguiente desplome de la demanda.

Hay dos áreas de posible vulnerabilidad para las carteras de préstamos de los bancos: la financiación a empresas de sectores «en riesgo» (por ejemplo, energía y transporte) y la financiación a ámbitos expuestos al cambio climático (por ejemplo, financiación hipotecaria en zonas con riesgo de inundación).

Aunque la exposición de las entidades de crédito al riesgo climático en su cartera de financiación varía de un banco a otro, en general se trata de un riesgo sustancial que debe abordarse, pues, de lo contrario, su repercusión para el sector puede ser muy negativa. Además, dado que los bancos siguen siendo la fuente principal de financiación para las empresas no financieras europeas, la función de los bancos en la transición medioambiental es clave.

El cambio se aproxima con un impulso sólido

Como se indica anteriormente, el historial de los reguladores en la reconstrucción del sector bancario europeo ha sido de gran éxito, tal y como refleja la resiliencia apuntalada por un gobierno corporativo sólido y unos fundamentales robustos. Ha llegado el momento de que el foco regulatorio pase del gobierno corporativo al medioambiente, pues el primero ya no plantea problemas (o no tantos), si bien seguirá siendo una parte clave de la agenda regulatoria, y los bancos se encuentran en disposición de hacer frente al reto climático de las próximas décadas.

Está creciendo la presión regulatoria sobre los bancos para que afronten el riesgo medioambiental. La agenda regulatoria sigue a la agenda política en cuanto a cuestiones climáticas y crecimiento sostenible, tal y como pone de manifiesto el hincapié en el medioambiente del fondo de recuperación europeo y el presupuesto de la UE más a largo plazo, en que al menos el 30 % de los recursos se destina a proyectos medioambientales. Por otra parte, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha afirmado en repetidas ocasiones que el cambio climático es una prioridad para el banco central, lo cual repercute tanto en la política monetaria como en la supervisión bancaria de las entidades de crédito europeas.

Aunque los esfuerzos regulatorios en torno al riesgo climático son amplios y abarcan una amplia variedad de cuestiones, desde el punto de vista de los titulares de bonos, las medidas clave tienen que ver con la provisión de información, los planes de actuación y la asignación de capital. En primer lugar, se han establecido diferentes flujos de trabajo para incrementar la transparencia en torno a la intensidad de carbono de las carteras de préstamos de los bancos y el riesgo climático asociado, con el fin de abordar tanto el aumento de la información que se proporciona, como la coherencia y la comparabilidad de los datos de los diferentes bancos. Con mayor información sobre los riesgos y unos indicadores coherentes, los inversores obtendrán una mejor percepción del riesgo climático de cada entidad de crédito. En segundo lugar, se ha solicitado a los bancos que presenten planes de actuación sobre cómo tienen previsto abordar el riesgo climático de sus operaciones (incluidas sus carteras de préstamos). Por ejemplo, la Autoridad de Regulación Prudencial del Reino Unido ha exigido a los bancos británicos la presentación de tales planes para finales de 2021. En último lugar, nos encontramos con la inclusión del riesgo climático en las decisiones de asignación de capital, aspecto que quizá sea el más importante. El BCE y la Autoridad de Regulación Prudencial del Reino Unido incluirán el riesgo climático en las pruebas de tensión que se lleven a cabo en el futuro, lo cual marca un punto de inflexión. Dado que las pruebas de tensión influyen directamente en la planificación del capital de los bancos, penalizar a los que presenten un riesgo climático significativo terminará por impulsar un viraje hacia sectores respetuosos con el medioambiente, en detrimento de la financiación a sectores de gran producción de carbono. Otra consecuencia que se prevé es que aumente la presión de los bancos sobre su base de clientes para que actúen y reduzcan su exposición al riesgo climático.

Esta evolución ya se refleja en la conducta de financiación de los bancos. Esto no solo se consigue con compromisos de reducir la financiación a los sectores más contaminantes, sino también orientando el nuevo flujo de crédito. Por ejemplo, han aparecido nuevos productos de financiación respetuosos con el medioambiente, con descuentos sobre los márgenes para que los prestatarios financien proyectos con efectos medioambientales positivos. Por ejemplo, diversos bancos europeos ofrecen tasas de descuento a los hipotecados que financian inmuebles de alta eficiencia energética.

También han surgido otras iniciativas en el sector: en 2018, en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), diversos bancos europeos aunaron esfuerzos para crear una metodología que midiera la coordinación con los objetivos del Acuerdo del Clima de París de las carteras bancarias de financiación a empresas. La metodología PACTA de evaluación de la transición hacia un capital coordinado con los objetivos de París adopta un enfoque granular sector a sector con provisión normalizada de información y resultados. Una adopción generalizada de este tipo de iniciativas garantizará una mejor provisión de información sobre riesgos relacionados con el clima, así como una mayor capacidad para comparar los bancos frente a objetivos establecidos.

Para concluir, es probable que, en el marco de los factores ESG de las entidades de crédito, el medioambiente centre la atención de inversores y reguladores en la próxima década. En vista de que los perfiles de crédito de los bancos son en la actualidad robustos, los reguladores pueden centrarse en velar para que el sector pase a desempeñar una función clave en la financiación de la economía verde. La presión regulatoria está virando hacia el riesgo climático en las operaciones de financiación de los bancos, con el foco en la resiliencia al clima del sector bancario. El historial de los reguladores en la reparación del sector bancario europeo tras la crisis financiera mundial apuntala nuestra visión de que el perfil medioambiental de los bancos mejorará drásticamente. Esta evolución se verá impulsada por una mejor provisión de información, reducciones paulatinas de la financiación a sectores de gran producción de carbono y orientación del capital hacia la economía verde; ya ha comenzado y la presión regulatoria lo acelerará.

 

Romain Miginiac es responsable de research en Atlanticomnium S.A, firma de inversión especializada en bonos corporativos que gestiona múltiples estrategias de renta fija corporativa de GAM Investments desde 1985.

 

Anotaciones:

(1) Atlanticomnium, información facilitada por empresas

 

Información legal importante
La información contenida en este documento se ofrece únicamente a efectos ilustrativos y no reúne las condiciones para considerarse asesoramiento de inversión. Las opiniones y las valoraciones recogidas en este documento pueden variar y reflejan el punto de vista de GAM en el entorno económico actual. Se declina toda responsabilidad con respecto a la exactitud y la exhaustividad de la información. La rentabilidad pasada no es indicativa de tendencias actuales o futuras. Los instrumentos financieros que se mencionan se prevén con fines meramente informativos y no deben considerarse una oferta directa, recomendación de inversión o asesoramiento de inversión. Las referencias a valores no constituyen una recomendación para comprar o vender el valor en cuestión. Los valores que se enumeran han sido seleccionados de un conjunto de títulos analizados por los gestores de carteras para ayudar al lector a comprender mejor los temas presentados. Los valores incluidos no forman parte necesariamente de una cartera de inversión ni representan recomendaciones de los gestores de carteras.

 

 

 

Los inversores institucionales, los próximos aliados de la transición energética

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Los fondos de pensiones y los grandes inversores institucionales pueden ser los mejores aliados de la inversión en eficiencia energética, especialmente en momentos de mercado como el actual, con escasa rentabilidad en los productos de renta fija, la renta variable inmersa en la volatilidad y la inversión bajo criterios ESG ganando fuerza.

Se estima que las inversiones ESG ya representan casi 30.700 billones de dólares en activos en cinco de los principales mercados del mundo, un tercio de los activos globales bajo gestión, según el informe ‘Global Sustainable Investment Alliance’. En España, el año pasado alcanzaron los 210.644 millones de euros, según Spainsif. Hay un enorme apetito por proyectos de inversión “eco”, estable, sostenible y a largo plazo, y la financiación a escala de la renovación energética de edificios está llamada a convertirse en un potente activo de inversión alternativa dentro de la categoría sustainable energy assets.

El 80% de los edificios en España son energéticamente ineficientes, pero carecemos de herramientas que logren activar la llegada de este capital privado “ecológico” al sector edificado. Es necesario abrir alternativas que proporcionen oportunidades de financiación y garantías al ahorro; nuevas vías que logren canalizar el ahorro institucional privado de largo plazo hacia la financiación de proyectos de renovación energética de edificios de carácter residencial, comunitario, comercial o industrial, así como hacia proyectos innovadores en energía distribuida, almacenada y compartida.

Y es importante hacerlo ahora, porque los 27.000 millones de euros que nos llegarán de la UE con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aunque ayudarán a hacer realidad los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) del gobierno para avanzar en la descarbonización mediante la rehabilitación energética de edificio, son insuficientes. Incluso con el impulso que supone la Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (ERESEE) elaborada por Fomento hacia el parque inmobiliario de consumo casi nulo antes de 2050.

No olvidemos que las necesidades de inversión en eficiencia energética en España solo para el periodo 2021-2030 superan los 85.000 millones de euros; más de 40.000 de ellos corresponden a proyectos de descarbonización del parque edificado. Es imposible que las cuentas públicas, incluso con el apoyo desde EU Nextgeneration, financien en solitario la inversión que se necesitará en los próximos diez años para cumplir los objetivos de eficiencia energética en edificios que exige la Unión Europea.

Una de las vías que pueden vehicular el flujo de fondos privados hacia la inversión en eficiencia energética en inmuebles, sumándolos a la inversión pública, viene de la mano de incorporar una enmienda presentada en la tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que permita la traslación a España del sistema de financiación a través de préstamos PACE (Programa para la Activación de Capital Ecológico en Edificios), operativo ya en numerosos países.

Se trata de un modelo de colaboración público-privada que permite encauzar el capital privado hacia la financiación de proyectos de eficiencia, sin desembolso para los propietarios o los gestores de inmuebles ni incremento de su endeudamiento -fuera de balance-, sin coste para la Administración y en condiciones muy atractivas para los inversores a largo plazo en términos de vencimiento, garantías y rentabilidad -del 5% al 7% en Estados Unidos-.

El modelo, que es intermediado desde el municipio en que se lleve a cabo la rehabilitación, es un mecanismo voluntario de financiación de reformas de eficiencia energética en inmuebles que facilita y abarata el acceso a los fondos necesarios. A través de los préstamos PACE, el 100% del coste de las mejoras de la eficiencia de los inmuebles se financia con fondos privados, contra el inmueble -financiación que se traspasa con el inmueble en caso de venta-, con un plazo de amortización de hasta 25 años (posibilitando que los ahorros energéticos sean superiores al coste de la financiación, y por tanto, generando un nuevo flujo de caja neta positiva para los propietarios), un tipo de interés fijo que suele situarse entre el 6% y el 9% y el único límite en su importe del 20% del valor del edificio. Además, no se acelera en caso de impago -los casos rondan el 1% en los países en que se ha implantado-.

Consiste en facilitar a los propietarios financiación con repayment, a efectos netos, mediante los ahorros generados por las obras de rehabilitación energética. Este repayment se canaliza a través de una contribución local especial no tributaria -una suerte de IBI- que, sin constituir un impuesto nuevo ni una subida de los existentes, goza del beneficio de una hipoteca legal tácita sobre el edificio, gira el ayuntamiento competente, y cuyo importe es equivalente a la cuota de amortización y los intereses de la financiación del proyecto de rehabilitación durante el plazo acordado de financiación.

La experiencia de este mecanismo en otros países -en Estados Unidos se ha otorgado ya financiación por un valor cercano a 7.000 millones de dólares a través del modelo y, de éstos, se han titulizado ya aproximadamente 2.000 millones- demuestra que PACE genera beneficios para todos los agentes involucrados: inversores, propietarios, entidades locales y la sociedad en su conjunto.

Los recursos públicos son limitados e insuficientes para la transición ecológica de nuestro parque edificado. Urge dinamizar la inversión privada de alto impacto hacia objetivos de lucha contra el cambio climático, abriendo nuevas vías de acceso a financiación eficiente y de alto valor añadido. Necesitamos normativas eficaces e instituciones especializadas capaces de dar soluciones innovadoras y canalizar eficientemente los ingentes recursos del ahorro privado que actualmente están infrautilizados.

Tribuna de Eduardo Brunet, fundador y CEO de Greenward

Tikehau Capital amplía el Consejo Asesor de su gestora

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Tikehau Capital ha anunciado que refuerza la composición del Consejo Asesor de su gestora Tikehau IM, que fue creado el 28 de mayo de 2020. Este órgano aconsejará a la alta dirección de Tikehau Capital encargada de las actividades de asset management en materia de estrategia, desarrollo empresarial, gestión de sistemas y gobernanza. 

El Consejo Asesor está integrado por 11 profesionales en diversas materias y con un elevado perfil. Según explica la gestora, tienen una amplia experiencia y provienen de siete países distintos, con conocimientos especializados en los diferentes ámbitos de la gestión patrimonial y de activos, así como en la consultoría y el mundo académico. En este sentido, el Consejo Asesor aportará sus conocimientos especializados en temas relacionados con la distribución, la inversión, gestión de riesgos, el capital humano, igualdad de género y diversidad.

Los miembros de la Junta Asesora son: Gianluca La Calce, CEO de Siref; José Cloquell, jefe de co-inversiones y alternativas ilíquidas de Banca March; Davide Elli, jefe de multimanager e inversiones alternativas en Fideuram Investmenti SGR; Dirk Goergen, miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Administración y responsable de gestión de ventas de DWS; Goh Mui Hong, director ejecutivo y director general de Singapore Consortium Investment Management Limited; Jason Lamin, fundador y CEO de Lenox Park Solutions; Lionel Martellini, director del Instituto de Riesgos de EDHEC y Profesor de Finanzas en la Escuela de Negocios EDHEC; Juan Antonio Roche Gonzalez, miembro del Comité Ejecutivo de Banca March; Bruno de Saint Florent, socio de Deloitte; Natacha Valla, decana de la Facultad de Gestión e Innovación de Sciences Po; y Rob Williams, director de Temasek.

Según explica la gestora, este Consejo Asesor está en línea con el “impulso de la actividad de la gestora de la firma en todas sus estrategias, su huella geográfica y una base creciente de inversores, cada vez mayor y más diversa, que va desde el sector retail hasta los mayores inversores institucionales a nivel global”. 

Además, la firma destaca que el expertise de Tikehau Capital en materia de inversiones ha aumentado con el desarrollo continuo de su experiencia en la estructuración de productos multiactivos y la facilidad de acceso de los inversores no profesionales a estrategias privadas y las cuentas gestionadas segregadas a medida, entre otros.

«Estamos entusiasmados con la formación de este Consejo Asesor de activos y estamos muy agradecidos de dar la bienvenida a sus miembros, cada uno de los cuales posee una notable experiencia y un profundo conocimiento de sus respectivos campos, aportando cada uno de ellos perspectivas únicas y complementarias a la mesa. Creemos en una forma de pensar crítica y original y estamos convencidos de que la diversidad de antecedentes y perfiles alimenta este enfoque. Espero con interés trabajar con estos recursos excepcionales y confío en que el crecimiento externo e interno de Tikehau Capital en materia de gestión de activos se beneficiará en gran medida de la Junta Consultiva, y las estrategias de inversión y las convicciones de nuestros equipos se enriquecerán como resultado», ha señalado Thomas Friedberger, CEO y Co-director de Inversiones de Tikehau Investment Management.

En busca de calidad duradera en crédito global

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Los mercados de renta fija presentan un panorama incierto de cara a 2021, pero gran parte de esta incertidumbre procede de acontecimientos de riesgo cuyo desenlace debería quedar claro en los próximos meses y semanas. Estos riesgos son (por orden de mayor a menor importancia) las segundas olas de coronavirus y las correspondientes restricciones económicas, cualquier repercusión de las elecciones en Estados Unidos, el precipicio fiscal en dicho país, y el brexit. Cada uno de ellos puede tener repercusiones tanto negativas como positivas para los mercados. No obstante, el resultado de las elecciones estadounidenses ya se conoce, y es casi seguro que Joe Biden será investido presidente en 2021 a no ser que los tribunales decidan lo contrario. Considerando este último escenario muy poco probable, ya es casi seguro que uno de los principales riesgos —el de una transición caótica de la Casa Blanca de Trump a Biden— ha disminuido.

A continuación, creemos que los bancos centrales parecen dispuestos a respaldar las valoraciones los mercados de renta fija a lo largo del año y más allá. El virus ha precipitado por fin el gasto fiscal, y con las TIR de la deuda corporativa muy cerca de mínimos históricos, los mercados asumen dos posibles escenarios: que todos estos acontecimientos de riesgo redundarán positivamente en los mercados, o bien que, de no ser así, los estímulos fiscales y monetarios amortiguarán su impacto en las valoraciones.

En Estados Unidos se anticipa un aumento del estímulo fiscal en 2021. Como demócrata pragmático, Joe Biden ha afirmado que su objetivo principal es controlar la pandemia de coronavirus, pero es probable que el presidente electo se enfrente a un Senado republicano hostil. En Europa y el Reino Unido, un desarrollo preocupante es que las señales apuntan cada vez más hacia la reducción del respaldo fiscal en los próximos meses. No obstante, con las TIR de la deuda soberana en niveles extremadamente bajos y unos bancos centrales todavía muy activos respaldando tal escenario, las razones para elevar el estímulo fiscal en el marco de la recuperación tras la pandemia y los confinamientos parecen ser de peso.

En general, a las valoraciones actuales, no parece muy prudente añadir demasiado riesgo a las carteras de crédito globales que gestionamos en M&G Investments. Si estos acontecimientos de riesgo transcurren sin afectar excesivamente a los mercados y cabe argumentar a favor de estímulo fiscal más allá de los Estados Unidos, el punto de inflexión de cara a 2021 será una vacuna. De materializarse una vacuna altamente efectiva y de disponibilidad amplia, el panorama económico debería mejorar. Cuanto antes mejor, y la aparente protección del 90% registrada por la vacuna de Pfizer en las pruebas es sin duda un indicio positivo. Con esto en mente, nuestro escenario básico para la segunda mitad de 2021 y la primera de 2022 es de una fuerte recuperación económica cíclica. De materializarse, en algún momento de 2021 consideraríamos recortar algunas de nuestras posiciones defensivas de gran calidad y rotar hacia posiciones cíclicas en sectores y créditos que en nuestra opinión se beneficiarán en mayor medida de este entorno esperado.

¿Cómo abordar entonces el actual entorno? Identificando a las compañías de mayor calidad del mundo en base a nuestro análisis, y teniendo flexibilidad para estar expuestos a dichas empresas en las divisas o regiones que en nuestra opinión remuneran mejor el riesgo que asumimos. Para nosotros, gestionar carteras de crédito globales nos proporciona una valiosa herramienta para poder movernos hacia regiones en las que se anticipan más medidas de estímulo monetario y fiscal, y alejarnos de aquellas en las que es probable que se retiren tales medidas.

 

Columna de Ben Lord, gestor de renta fija en M&G Investments

 

 

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Bank of America confía en que las vacunas impulsen el crecimiento en un entorno donde la incertidumbre dominará el corto plazo

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Pixabay CC0 Public Domain. Bank of America confía en que las vacunas impulsen el crecimiento en un entorno donde la incertidumbre dominará el corto plazo

Mezcla de sentimientos en la presentación de las perspectivas para 2021 entre los grandes bancos. El último en mostrar cuál es su previsión para el próximo año ha sido Bank of America, cuyos expertos consideran que “la incertidumbre va a dominar el panorama económico a corto plazo, pero se espera que la distribución de las vacunas impulse el crecimiento a nivel global”.

Según explican Ethan S. Harris y Aditya Bhave, economistas globales de Bank of America, “después de un año de grandes sorpresas, aún no estamos fuera de peligro. Con el aumento de los casos de COVID-19 y una política fiscal incierta, el panorama a corto plazo es débil e incierto. Sin embargo, una vez que pasemos por esa garganta, esperamos que el despliegue de múltiples vacunas impulse el crecimiento mundial, en particular en las economías de mercado desarrolladas con los mayores problemas de contención del coronavirus, pero con el mejor acceso a las vacunas”.

Entre las conclusiones de su último informe, prevé que el PIB de EE.UU. crezca un 4,5% en 2021, ya que la recuperación ha sido rápida a medida que muchos negocios se han adaptado al mundo virtual. En la Eurozona, espera que el crecimiento alcance el 3,9% y el 2,7% para 2021 y 2022, respectivamente. Y para América Latina espera que la recuperación de su PIB llegue hasta el 3,8% el próximo año, después de un descenso del 7,4% en 2020. En este sentido matiza que es probable que los déficits fiscales de América Latina mejoren en 2021, pero “muchos países aún estarán lejos de estabilizar sus coeficientes de endeudamiento y tendrán que desarrollar estrategias de recuperación creíbles”.

Gráfico BOFA 1

A corto plazo, Bank of America considera que los riesgos más importantes son la incertidumbre política que aún está sobre EE.UU., el control de la curva de la pandemia, lo incierto de las políticas fiscales y el estancamiento político de ciertas medidas y estímulos. “La velocidad a la que despliegue la vacuna será crítica. Lo importante no es sólo la oferta de vacunas que haya sino también la demanda, es decir, el grado en que el escepticismo sobre la vacuna frenará el progreso hacia la inmunidad de manada. Si los retrasos en el despliegue de las vacunas en los mercados emergentes son aún mayores de lo previsto, los inversores deberían buscar en los mercados desarrollados un rendimiento superior el próximo año”, señala el informe. 

Catalizadores del crecimiento

De este informe también es relevante que la entidad identifica cuatro tendencias que estarán presentes en todas las economías del mundo y que serán determinantes para el impulsar el crecimiento: la evolución de la pandemia, la disponibilidad de vacunas, la política fiscal y la “guerra comercial”. 

Sobre la evolución de la pandemia, los expertos de Bank of America apuntan que las perspectivas son bastantes estables para la mayoría de los países que han “hecho un buen trabajo” de contención del virus a través de pruebas eficaces, rastreos y cuarentenas. “Al cierre de esta edición, la mayoría de las economías desarrolladas se enfrentan a un aumento de los casos de COVID-19”, advierte y apunta que “el recuento de casos diarios está disminuyendo en Europa, mientras que el crecimiento se está desacelerando en los Estados Unidos y América Latina. Japón y Corea también han visto un aumento de las infecciones, aunque los casos per cápita siguen siendo órdenes de magnitud por debajo de los niveles observados en Occidente”.

Gráfico BOFA 2

Por ello, la disponibilidad de una vacuna eficiente será, junto al frenazo de la expansión de la pandemia, el gran catalizador del crecimiento mundial el próximo año. “Una parte clave de nuestra previsión es que esperamos cierto nacionalismo de la vacuna, ya que los países que fabrican vacunas primero inmunizan a gran parte de sus propias poblaciones antes de exportarlas al resto del mundo. Por lo tanto, es probable que los EE.UU. obtengan la mayoría o todas las dosis iniciales de la vacuna Moderna. Y en general, las economías desarrolladas tenderán a obtener la vacuna más rápido que las economías en vías de desarrollo. Entre las economías emergentes, China será probablemente la primera en obtener inmunidad de grupo, ya que está desarrollando varias de sus propias vacunas”, explican. 

En tercer lugar, la entidad apuesta por una importante política fiscal en las principales regiones del mundo y en particular en Estados Unidos. “Esperamos otra ronda de estímulo fiscal para el año nuevo. Para los EE.UU., se prevé unos  750.000 millones de dólares fiscales justo después de la inauguración presidencial del 20 de enero” apunta. Y advierte que la Eurozona no conseguirá recuperarse de la crisis por la pandemia en los próximos dos años, ante una política fiscal insuficiente que deja a la región en un escenario muy frágil.

El último factor es la guerra comercial entre Estados Unidos y China que, tras el relevo en la Casa Blanca, espera que sea “más pequeña y más organizada”. La entidad espera que con Biden como presidente haya un “trabajo con los aliados” de EE.UU para presentar un frente unido en el ámbito comercial internacional. “Eso incluiría un continuo retroceso contra las violaciones chinas de los derechos de propiedad intelectual, las preocupaciones de seguridad nacional y las cuestiones de derechos humanos. Esperamos que reduzca las tensiones entre  Europa, Canadá, México y los aliados de Asia, y que al mismo tiempo trate de reformar las organizaciones internacionales en lugar de dejarlas de lado. Esto significa un clima mucho menos incierto para las empresas multinacionales”, apuntan. 

Inflación, deflación

Por último, Bank of America aporta su visión sobre el debate de la inflación: “La inflación se negó a crecer antes de la pandemia, a pesar de la larga recuperación económica y el aparente pleno empleo en gran parte del mundo. En nuestra opinión, se debió principalmente al hecho de que muchos años de baja inflación habían reducido las expectativas de inflación incluso cuando los mercados laborales finalmente comenzaron a endurecerse. El efecto fue tanto aplanar como bajar la curva de Phillips. La crisis del COVID-19 ha abierto un agujero en la inflación, y cualquier presión inflacionaria que haya existido en la economía global se ha filtrado. Harán falta algunos años para que la mayoría de los bancos centrales alcancen sus objetivos”.

COVID-19: las tres fases del comportamiento de los inversores en 2020

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2020 ha sido un año crucial para los mercados de inversión y, cuando miramos atrás ahora que estamos en su recta final, nos parece que ha habido tres fases claras, sobre todo en lo que se refiere a la inversión en rentabilidad absoluta.

La primera fase se produjo en el primer trimestre y nos obligó a centrar todos nuestros esfuerzos en la preservación del capital. Cuando reflexiono sobre las experiencias que hemos acumulado en 15 años de gestionar las estrategias, veo que la experiencia de observar, aun a distancia, las pandemias de SARS y H1N1 nos dieron una valiosa perspectiva sobre la forma que adoptarían los confinamientos en China y Asia en un primer momento y, más tarde, cuando entendimos que muy probablemente en Europa, el Reino Unido y Estados Unidos íbamos a ver una tendencia muy similar de cierre de las economías y de toma de decisiones políticas muy difíciles.

Considerábamos que contábamos con suficiente información para tomar algunas decisiones drásticas en las estrategias. Entre ellas, tuvimos que limpiar la cartera de posiciones largas en sectores como catering, viajes y hostelería e incluir en la cartera de posiciones cortas de las estrategias posiciones que podrían beneficiarse del tipo de disrupciones y enormes caídas que se produjeron en los mercados de renta variable en esta fase.

Cuando entramos en la segunda fase, que abarcó desde finales de marzo hasta principios del verano, ya empezábamos a ser conscientes del alcance de la crisis en términos económicos y sociales. Y esa fase nos recordó, en lo que a los mercados financieros se refiere, a lo que ocurrió en la crisis financiera internacional de 2008, sobre todo en cuanto al servicio de las enormes cantidades de apalancamiento financiero que se habían acumulado.

Vimos cómo se emitía una ingente cantidad de deuda nueva y, también en los mercados de renta variable, un número elevadísimo de emisiones de derechos y colocaciones de acciones que se llevaron a cabo para taponar los agujeros causados por los efectos secundarios del cierre de las economías. También en este caso, la situación generó para la estrategia grandes oportunidades, además de riesgos. Pero, en la cartera táctica en particular, logramos adoptar primero posiciones cortas en las empresas y los sectores en los que detectamos la mayor tensión financiera y, más tarde, cuando llegó el momento, posiciones largas para sacar partido del alivio que sintieron los inversores cuando esos balances se sanearon y las empresas sobrevivieron para vivir un día más y un ciclo más.

Durante las últimas semanas y meses hemos entrado a nuestro juicio en una tercera fase de este 2020. Es ahora cuando estamos posicionándonos realmente para una posible reapertura, a pesar de que pueda sonar raro que hablemos de esto cuando en todo el mundo sigue habiendo graves problemas con el coronavirus y, en muchos casos, se están imponiendo confinamientos y restricciones locales o nacionales. Pero, como bien sabemos, los mercados financieros son un mecanismo de descuento.

A 12 meses, lo que esperamos es una recuperación sostenida y continua de algunas de las empresas que están mejor situadas para salir de los confinamientos económicos en una posición competitiva fuerte. No se trata de comprar mercados o sectores, ni siquiera de comprar valor. Tenemos que identificar las empresas que tienen un balance adecuado, ya sea porque ya lo tenían antes de la pandemia o porque han acumulado capital en los últimos meses. Las empresas que probablemente saldrán de la crisis en una posición competitiva sólida, habiéndose hecho con parte de la cuota de mercado de sus competidores. O incluso las empresas que se han visto favorecidas de alguna forma, ya sea por el aumento de la demanda como consecuencia del confinamiento (estoy pensando en algunas de las compañías tecnológicas a las que les ha ido muy, muy bien), u otros sectores que pueden estar menos de moda, como el papel y el embalaje o la automoción, en los que hemos visto cómo salía oferta del sector. Y esas características financieras nos parecen mejores ahora que nos acercamos a 2021 que quizá cuando comenzó la crisis del coronavirus.

Lo que quiero decir es que equilibramos las estrategias mucho más entre cestas de crecimiento puro y de valor, tras una serie de años en que tuvimos un sesgo hacia empresas orientadas al crecimiento compuesto. Así que nos hemos posicionado mucho más para sacar partido de la futura recuperación, aunque mantenemos la prudencia.

Por desgracia, no va a ser un camino fácil, ni para los inversores ni para ninguno de nosotros en la esfera personal. Pero estamos encontrando oportunidades y lo importante es mantener la calma, asegurarnos de que guardamos una bala en la recámara para aprovechar esas oportunidades y centrarnos no solo en preservar la rentabilidad a corto plazo de las estrategias, sino también en asegurarnos de que tenemos los pilares necesarios para generar una rentabilidad absoluta positiva, constante y uniforme con niveles bajos de volatilidad y con la capacidad de mantener un nivel de correlación bajo con los mercados de renta variable subyacentes en los próximos años.

 

Columna de Luke Newman, gestor de renta variable británica en Janus Henderson Investors.

 

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