Desde Invesco observan cinco megatendencias que afianzarán el crecimiento y definirán la innovación en el consumo asiático durante los próximos años: la digitalización, la premiumización, las experiencias, la urbanización y el bienestar.
Digitalización
En Asia, la digitalización es muy evidente. La pandemia ha acelerado esta tendencia, ya que la gente ha recurrido a internet para mantenerse conectada durante los confinamientos, provocando el aumento de muchas actividades online. Creemos que esta tendencia está aquí para quedarse y seguirá conquistando nuevos espacios cotidianos. Claramente, la innovación es fundamental para ello.
Premiumización
La premiumización es el resultado del incremento de poder adquisitivo de los consumidores, que cada vez se centran más en la calidad de vida. Desde los productos básicos diarios como el café y el té hasta la comida, el papel higiénico y los artículos más caros como electrodomésticos y coches, esta tendencia a la mejora de la calidad se da en todas las categorías de productos y segmentos de consumidores.
Por ejemplo, Uni-President China, una empresa de alimentación y bebidas, ha demostrado en los últimos años una sólida innovación en productos. Ha lanzado un producto de alimentación que se calienta solo, basado en una nueva tecnología de preparación instantánea. En 2020, las ventas de este producto se incrementaron en más de un 600%. La dirección de la compañía se ha comprometido a seguir lanzando nuevos artículos de alta gama.
Experiencias
A medida que sus niveles de ingresos aumentan, los consumidores asiáticos buscan cada vez un mayor rango de experiencias para enriquecer sus vidas. A pesar del impacto de la pandemia en algunos sectores relacionados con las experiencias, en Invesco creen que esta tendencia se recuperará rápidamente. Y, además de las físicas, los consumidores asiáticos también buscan más experiencias virtuales como las redes sociales, las emisiones en directo y los juegos para móviles, una tendencia que claramente se ha acelerado con la pandemia.
En los últimos años, el comercio electrónico en directo, que promociona y vende productos en plataformas online mediante emisiones en directo, ha experimentado un gran crecimiento en China. En estas emisiones, un influencer digital, que normalmente hace las veces de presentador, muestra los productos y ofrece descuentos. Al ofrecer tanto la comodidad del comercio electrónico como la interacción en tiempo real, ha atraído a millones de personas a ver las emisiones y comprar los productos. Solo en 2020, se estima que el mercado del comercio electrónico en directo alcanzó el billón de yuanes.
Urbanización
Las ciudades son un motor importante de crecimiento económico. Su mayor densidad de población produce más transacciones, información e interacciones, y da lugar a una mayor eficiencia y productividad. Las ciudades indias suponen solamente un 35% de la población, pero generan el 75% del PIB. A excepción de las economías desarrolladas como Corea y Singapur, la tasa de urbanización en la mayor parte de Asia es baja en comparación con la media global, lo que deja un amplio margen de crecimiento.
Las compañías innovadoras han identificado maneras de subirse al carro de la urbanización y crear un impacto económico real. Por ejemplo, HDFC Bank, una institución financiera privada líder en India, ha priorizado incrementar su presencia en las nuevas ciudades de India en proceso de urbanización. Esto le ha permitido incrementar su cartera de préstamos en más del 22% en los últimos 5 años, en comparación con un crecimiento del 9% del mercado general.
Bienestar
Para muchos, la pandemia ha sido un recordatorio de la importancia de mantener una buena salud. Incluso antes de la pandemia, la población asiática estaba adoptando estilos de vida más saludables como resultado del envejecimiento de la población y el crecimiento de los ingresos. Solamente en China, en 2019 se celebraron más de 1.800 maratones oficiales, mientras que en 2015 fueron menos de 150.
Las empresas de asistencia sanitaria se centran en seguir investigando y desarrollando su oferta de productos. «Creemos que la rápida innovación asiática y sus grandes necesidades médicas sin cubrir están impulsando la transformación del sector sanitario», destacó la gestora.
Puede leer más artículos sobre China y los mercados emergentes en este link de Invesco.
Foto cedidaMaxime Prodhomme, analista y gestor del equipo de small y mid caps de Groupama AM.. Maxime Prodhomme se incorpora al equipo de small y mid caps de Groupama AM
Groupama Asset Management ha reforzado su equipo de small y mid caps con la incorporación de Maxime Prodhomme como nuevo analista-gestor. Prodhomme trabajará en el equipo junto con Stéphane Fraenkel y Hervé Lorent, y contribuirá al desarrollo de la gestión de small & midcaps (SMID).
La gestora destaca su trayectoria profesional como gestor y analista financiero en varias gestoras europeas, lo que le ha permitido adquirir los conocimientos y la experiencia indispensable para reforzar el expertise ya ofrecido por Groupama AM. “Estamos encantados con la llegada de Maxime Prodhomme, ya que contribuirá a nuestras ambiciones de desarrollo. Su experiencia en empresas europeas de pequeña capitalización, adquirida en particular como gestor especializado en Oddo BHF Asset Management y analista financiero en Portzamparc, será imprescindible para complementar nuestro expertise en esta estrategia. Maxime también aportará su know-how para acelerar nuestro desarrollo en materia de ISR (inversión socialmente responsable) y ampliar además la cobertura geográfica de nuestros fondos», ha señalado Stéphane Fraenkel, director asociado de gestión de renta variable y convertibles de Groupama AM.
Por su parte, Pierre-Alexis Dumont, director de renta variable y convertibles de Groupama AM, ha destacado: “Las competencias de Maxime nos permitirán ampliar el universo de inversión en el que desarrollaremos nuestro expertise en el segmento de pequeñas y medianas capitalizaciones. Su contratación refuerza al equipo y reafirma nuestra ambición por la excelencia en esta clase de activos”.
Desde 2018, Maxime Prodhomme trabajó como gestor en Oddo BHF Asset Management, donde se dedicó al análisis financiero de compañías europeas de pequeña capitalización bursátil. Entre 2016 y 2017, fue Analista de renta variable en Portzamparc BNP Paribas, siguiendo a 13 empresas del CAC Mid & Small. Anteriormente, Maxime Prodhomme trabajó como analista en Comgest Asset Management (analista de renta variable), Crédit Mutuel Arkéa / SPG (analista de renta fija high-yield) y Moneta Asset Management (analista de renta variable). Maxime Prodhomme, se graduó de la Universidad Paris Dauphine (Master 222 Asset Management) y es CFA (Chartered Financial Analyst).
Foto cedidaRaphael Pitoun, gestor de la cartera Trium Sustainable Innovators Fund.. Raphael Pitoun lleva sus estrategias ESG a Trium y crea una gama de “sustainable innovators”
El gestor de carteras de renta variable Raphael Pitoun ha llevado sus estrategias de acciones ESG globales y estadounidenses a Trium Capital, firma independiente respaldado por un family office. Además, a Pitoun se une un equipo de analistas que incluye a Philip Gottschalk.
Según explican desde la gestora, Pitoun gestionará el Trium Sustainable Innovators Global Equity Fund y el Trium Sustainable Innovators North American Equity Fund, los fondos sucesores del CQS New City Global Equity Fund y del CQS New City North American Equity Fund respectivamente, incluido en la gama Trium Sustainable Innovators Fund, trás la finalización de una fusión, que ahora gestionan activos por valor de 220 millones de dólares.
Ambas estrategias UCITS apuntan a rendimientos en línea con el crecimiento de los beneficios a largo plazo de las empresas en las que se invierte, entre un 12% y un 15% brutos anuales, a lo largo de un ciclo, sobre una base no comparativa. Para lograr el objetivo de inversión, las estrategias invierten en carteras concentradas de 20 a 30 empresas que cotizan en la OCDE con una capitalización de mercado superior a 3.000 millones de dólares, un sólido historial y fuertes perspectivas de crecimiento.
Las estrategias se centran en empresas enfocadas en servicios al cliente que Pitoun clasifica como «integradores de innovación», ya que constantemente ofrecen nuevos productos y servicios en el contexto de una relación de beneficio mutuo con sus clientes. En el contexto de este análisis, el equipo de inversión busca identificar los riesgos y oportunidades ESG que puedan afectar la calidad y la previsibilidad del desempeño económico a largo plazo de las inversiones de la cartera del fondo.
El equipo combina un análisis profundo con el compromiso continuo de la empresa en la que invierte. El análisis ESG se incorpora a todo el proceso de inversión, incluida la selección, la investigación, el seguimiento, con vistas a mejorar el rendimiento financiero. Ambos fondos han recibido la etiqueta LuxFLAG ESG, reconocida por el alto estándar y rigurosa evaluación de la estrategia de inversión de los fondos solicitantes y por la integración de ESG en el proceso de inversión.
Tanto Trium Sustainable Innovators Global Equity como Trium Sustainable Innovators North American Equity están clasificados bajo SFDR como fondos del Artículo 8, ya que la estrategia promueve características ambientales y sociales. De hecho, el universo de inversión de Pitoun tiene un 88% menos de emisiones de GEI de Alcance 1 y Alcance 2 que el MSCI World. Por último, la firma destaca que ambos fondos están disponibles en Allfunds y otras plataformas importantes desde el inicio.
“La exposición sustancial de nuevas oportunidades de mercado relacionadas con factores ESG desempeñará un papel cada vez más importante en la sostenibilidad de los modelos de negocios a largo plazo. Dentro de este paradigma, creemos que la innovación constante es clave para que las empresas mantengan su ventaja económica y superen a sus competidores a lo largo plazo . Encontramos componentes de innovación en industrias específicas respaldadas por vientos de cola seculares altamente diversificados. Por lo general, ocupan una posición de liderazgo en el mercado. Para comercializar consistentemente su innovación, las empresas deben tener una misión comercial clara, un gobierno corporativo apropiado e incentivos que fomenten específicamente la innovación desde cero”, explica Raphael Pitoun, gestor de la cartera Trium Sustainable Innovators Fund.
En opinión de Pitoun, “estas empresas han producido constantemente un flujo de innovación recurrente y beneficios sostenibles derivados del valor intrínseco que la empresa aporta al cliente, no de una cadena de valor opaca o de una ventana reguladora. Un dólar de ganancia no es igual a otro. Creemos que es primordial que los intereses entre estas empresas y su entorno están armoniosamente alineados”.
Por su parte, Donald Pepper, codirector de Trium, añade: “Atraer las estrategias válidas por un largo historial de buenas rentabilidades comparado con el índice de referencia y por la excelente reputación y reconocimiento del sector de Raphael a Trium demuestra nuestro compromiso de encontrar a los gerentes más excepcionales del mundo. Nuestra experiencia y recursos ayudarán a Raphael y su equipo a ampliar una base diversa de inversores. Ambas estrategias tienen procesos repetibles bien definidos e impulsados por la valoración que se han desempeñado a lo largo de los ciclos del mercado, mientras que son particularmente resistentes en los mercados a la baja”.
Pepper cree que la adopción de ESG se está acelerando rápidamente en la industria y los inversores deben prepararse para un cambio fundamental en la gestión de carteras a largo plazo. “Por ejemplo, las próximas fases de implementación de SFDR, en particular la taxonomía, pueden conducir a una concentración de fondos de capital en un número limitado de acciones y un aumento en el costo de capital para empresas mal clasificadas en términos de ESG. Como fondos designados por el Artículo 8, los de Raphael tienen el proceso existente para guiar a los clientes a través de un entorno cambiante, y el cumplimiento temprano de las estrategias demuestra su compromiso con la inversión sostenible”, concluye.
Pixabay CC0 Public Domain. El volumen de transacciones de capital privado en el sector de la salud aumentó un 21% en 2020
La pandemia del COVID-19 sacudió los sistemas globales de salud en 2020. En este sentido, los inversores se dieron cuenta de una paradoja: se enfrentaron a una necesidad urgente y generalizada de innovación y un acceso más equitativo a los servicios de salud, a la par que sufrieron las fuertes repercusiones de la demanda.
No obstante, el capital privado del sector sanitario mostró una notable resistencia el año pasado. En contraste con el mercado en general, el volumen de transacciones de capital privado en el sector de la salud aumentó a niveles récord, aumentando en un 21% a un total de 380 transacciones en 2020. El fuerte apetito de los mercados de capital por las salidas, crearon buenas condiciones para la inversión, según indica el décimo Informe Global Healthcare Private Equity y M&A de Bain & Company.
A pesar del daño del COVID-19, los sectores de proveedores de atención médica y biofarmacia fueron los más activos en 2020, con casi 150 acuerdos cada uno. Las presiones sobre los proveedores de atención médica y el cambio hacia sitios de atención alternativos también impulsaron el crecimiento y la actividad en la TI de la atención médica.
Sin embargo, el aumento de 2020 en el volumen de acuerdos se produjo con valores de acuerdo totales y promedios reducidos, especialmente en ausencia de transacciones de gran éxito del orden del acuerdo de Nestlé Skin Health de 10.100 millones de dólares en 2019. El tamaño promedio de los acuerdos con valores divulgados cayó un 57% en 2020, mientras que el valor total del acuerdo divulgado disminuyó por primera vez desde 2015, cayendo un 17% a 66.000 millones de dólares.
“Los impactos concentrados de la pandemia del COVID-19 en la industria de la salud hicieron que el impacto económico del año pasado fuera diferente a todo lo que el sector ha sentido en los últimos años. Si bien en recesiones anteriores los acuerdos de salud se convirtieron en un modelo de calidad y estabilidad, el panorama en 2020 fue más matizado. Vimos un aumento en la actividad en torno al tratamiento y la prevención del coronavirus yuxtapuestos con una letanía de interrupciones, que incluyen pérdidas de volumen, aplazamientos de tratamiento y limitaciones de la cadena de suministro”, explica Kara Murphy, co-directora de la práctica de Private Equity de salud de Bain & Company.
La conmoción de la industria en 2020 generó una incertidumbre sustancial para los compradores y vendedores de activos, lo que redujo el apetito por acuerdos, especialmente para los más grandes, que han sido un sello distintivo de años anteriores. Por ejemplo, entre 2015 y 2018, las 10 compras principales de atención médica representaron aproximadamente del 60% al 75% del valor divulgado para todas las ofertas de atención médica. En 2020, sin embargo, las 10 principales ofertas representaron solo el 43% del valor total, siendo la más grande la tecnología DXC con 5.000 millones de dólares. Entre los acuerdos con valores revelados, el tamaño promedio de un cheque cayó a 296 millones de dólares en 2020 desde 686 millones de dólares el año anterior, ya que grandes volúmenes de acuerdos de menor valor aumentaron en 2020, especialmente en la región de Asia y el Pacífico.
Según el informe, la pandemia no fue el único factor relevante que redujo el valor revelado. Varios activos importantes se negocian sin revelar su valor. Además, algunos de los activos más importantes terminaron en transacciones con empresas de adquisición de fines especiales (SPAC).
Al mismo tiempo, incluso en un entorno macroeconómico turbulento, muchos inversores pudieron obtener una financiación rápida, lo que les permitió apuntalar los balances más ajustados de sus inversiones existentes, así como avanzar rápidamente en la inversión en nuevos activos. En EE.UU. y Europa, los múltiplos de deuda a EBITDA se mantuvieron altos, una señal de un buen acceso al crédito para los inversores.
Según apunta Nirad Jain, co-director de la práctica de Bain & Company Global HealthcarePrivate Equity and Corporate M&A, “el capital privado en el sector de la salud registró una sólida actividad en 2020, y creemos que la competencia seguirá intensificándose por los atractivos activos que llegan al mercado en segmentos de alto interés. Los inversores deberán diversificar su búsqueda y forjar relaciones sólidas en toda la industria, a fin de posicionarse para acceder a oportunidades acumulativas de alto valor”.
Distribución geográfica
Por primera vez, la región de Asia y el Pacífico registró más acuerdos que América del Norte y Europa, debido al aumento de los acuerdos de biofarma y proveedores de atención médica en la región. El valor de la transacción estuvo muy concentrado en el segundo y tercer trimestre del año, posiblemente debido a los efectos anteriores y más breves de la pandemia en países clave de Asia. Las tendencias de inversión variaron ampliamente según el país y el sector; por ejemplo, el sector de proveedores de atención médica mostró una actividad hospitalaria sustancial en China, pero más acuerdos en sitios alternativos en Japón.
Por su parte, el volumen y el valor de las transacciones en América del Norte y Europa cayeron en 2020. América del Norte continuó concentrando la mayor parte de su actividad en el sector de proveedores -especialmente sus servicios-, seguido de la biofarma. La combinación de sectores de Europa parecía similar a la de América del Norte, y ambos vieron una mayor actividad en sitios de atención alternativos y proveedores de salud minoristas.
SPAC en boga
Las bajas tasas de interés, el fácil acceso a la financiación, las preocupaciones sobre la eficacia de un mecanismo tradicional de fijación de precios de OPI en medio del COVID-19 y el sólido desempeño de las acciones públicas hicieron que los SPAC fueran atractivos en 2020.
Como sector de inversión comprobado, la atención médica atrajo su parte de SPAC recién formados y algunos grupos de rápido movimiento pudieron completar acuerdos el año pasado. “Los inversores de capital privado ven cada vez más al SPAC como un canal de salida atractivo, y el próximo año servirán como un momento decisivo para los SPAC, a los que normalmente se les concede dos años para desplegar su capital”, destaca el informe en sus conclusiones.
Por último, las fusiones y adquisiciones contrajeron más que el capital privado, ya que muchas empresas se retiraron durante la recesión económica. Las fusiones y adquisiciones corporativas cayeron a 339.000 millones de dólares desde 541.000 millones de dólares en 2019, y el recuento de acuerdos cayó a 2.845 desde 3.137. “Aun así, las fusiones y adquisiciones terminaron el año más de cinco veces mayor en valor que la actividad de compra, y muchas entidades corporativas adquirieron activos atractivos”, indica el documento en sus conclusiones.
Oportunidades para observar en 2021
Como ocurre con la mayoría de las crisis, la turbulencia provocada por la pandemia crea oportunidades potenciales para empresas o inversores que se preparan y son capaces de aprovechar el momento. El informe de Bain & Company identifica varios ámbitos dónde los inversores podrán encontrar oportunidades de inversión:
Sitios de atención alternativos: El alejar la dependencia del paciente de los sitios de atención de mayor agudeza ha creado oportunidades para que los proveedores capten parte del flujo de pacientes hacia sitios o servicios alternativos, especialmente en los ámbitos de la atención médica domiciliaria. Bain espera ver una mejor coordinación y gestión de la atención en estos sitios alternativos. La atención médica domiciliaria se había convertido en un canal más importante incluso antes de la pandemia, ya que los pacientes se volvieron menos dependientes de visitar sitios de mayor agudeza y disfrutaron de cambios favorables en el reembolso, especialmente en EE.UU.
Telemedicina: A medida que los consumidores aplazaban las visitas a los centros de atención médica durante la pandemia, los diagnósticos básicos se volvieron bastante difíciles, lo que complicó los esfuerzos para promover buenos resultados para los pacientes. Muchos consumidores comenzaron a tomarse en serio la telemedicina como un sustituto adecuado. La telesalud tiene potencial de crecimiento, pero la pandemia también ha brindado lecciones sobre formas de impulsar la adopción. Los modelos existentes que ofrecen a los pacientes la oportunidad de visitar a cualquier médico fueron mucho menos populares entre los pacientes que los que permiten visitas virtuales con un médico que ya conocen. Los grupos reguladores y los pagadores de servicios de salud han apoyado aún más este cambio, agregando servicios virtuales a las listas de reembolso y aumentando la tasa a la que se reembolsan estos servicios.
Modernización de los ensayos clínicos: El Covid-19 expuso debilidades en el enfoque de ensayo clínico tradicional que históricamente se basa en visitas en persona para recopilar datos de pacientes. Esta dependencia ralentizó o detuvo el desarrollo de muchos activos de oleoductos al principio de la pandemia. Soluciones de eficiencia de ensayos clínicos, como el consentimiento electrónico en operaciones clínicas; descentralización de los ensayos, incluido el diagnóstico y el seguimiento de pacientes a distancia; y el uso de datos del mundo real, como los brazos de control sintéticos, representan el desarrollo de un modelo de prueba menos dependiente de las interacciones físicas. En particular, los investigadores colaboraron de formas sin precedentes para acelerar el desarrollo de vacunas el año pasado. El éxito del desarrollo puede adoptar modelos de investigación y ensayo más orientados a consorcios para compartir datos como parte de medicamentos innovadores que salvan vidas.
Mayor consolidación de proveedores de atención médica: En los últimos años, las plataformas de proveedores más grandes han estado ocupadas consolidando proveedores pequeños para obtener los beneficios de eficiencia de la escala. Los médicos independientes y los grupos de médicos más pequeños eran particularmente vulnerables a los efectos comerciales de la pandemia. Más de estas personas y grupos más pequeños pueden optar por mitigar sus riesgos uniéndose a una plataforma más amplia este año. Las plataformas más grandes están intrínsecamente mejor posicionadas para sobrevivir, debido a su escala, mejor economía y menor exposición a cualquier pagador individual o geografía. Para continuar obteniendo valor de su posición, los grupos a gran escala deberán aprovechar el poder de la tecnología, los servicios auxiliares y modelos más centrados en pacientes ambulatorios.
De cara al 2025
El informe refleja que las empresas de atención médica continúan viendo tendencias subyacentes que refuerzan los argumentos a favor de un retorno relativamente rápido a los niveles anteriores de demanda. Desde Bain & Company esperan que el envejecimiento de la población, el aumento de los niveles de ingresos y el acceso a la atención médica, la innovación en el tratamiento y la tecnología y el probable crecimiento moderado de los precios se combinen para aumentar los fondos de ganancias de la atención médica en aproximadamente un 5% anual en los próximos cinco años.
“Los riesgos legislativos y regulatorios ciertamente podrían nublar el panorama, especialmente a raíz de la pandemia y los cambios significativos que probablemente resultarán en sistemas de salud, infraestructura y vientos de cola históricos en los precios”, añaden desde la firma. Sin embargo, no prevén una reforma integral de los sistemas sanitarios actuales de la mayoría de los países. En cambio, esperan ver una combinación de crecimiento continuo de precios, aumento de la demanda y la creación de nuevos nichos de mercado para explorar.
En un mundo de tipos de interés en mínimos y de TIRes de la deuda bajas, los mercados de deuda high yield podrían tener más capacidad de proporcionar lo que tantos inversores desean con ansia: rentas atractivas. En los últimos años, a los inversores les ha resultado más difícil lograr tal flujo de rentas de sus carteras, ya que los tipos de interés siguen cerca de cero y son incluso negativos en muchas áreas del mercado. Esto ha llevado a muchos a buscar más allá de los depósitos bancarios y de los bonos tradicionales de mayor calidad, y la deuda high yield ganado popularidad como clase de activos.
Concentrándose en bonos flotantes (FRN, por sus siglas inglesas), los inversores pueden protegerse de los efectos negativos de la subida de las TIRes de la deuda sobre el valor de los bonos a tipo fijo. Como se ha visto recientemente en los mercados europeo y estadounidense, las expectativas de mayor inflación suelen propiciar subidas de las TIRes y por consiguiente, caídas de las cotizaciones. En este contexto cabe preguntarse: ¿Qué espera el mercado? ¿Y pueden cambiar estas expectativas? Estas dos cuestiones determinarán la volatilidad en el mercado de deuda a tipo fijo. Si a los inversores les preocupa que estos altibajos puedan afectar a sus bonos en cartera, los FRN podrían brindarles resguardo frente a condiciones tormentosas en otros segmentos del mercado de renta fija. Los inversores en FRN también podrían beneficiarse de eventuales subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales para amortiguar la inflación, al aumentar asimismo los intereses aportados por sus posiciones.
Los mercados high yield conllevan más riesgo que los de deuda con grado de inversión, con lo que preferimos adoptar un enfoque relativamente conservador de FRN high yield, para ayudar a reducir la volatilidad del perfil de rentabilidad para nuestros clientes. Junto a esta cautela en torno a los sectores de mercado más sensibles a la economía, seguimos concentrados en el segmento de emisiones senior garantizadas. Estos instrumentos pueden brindar una mayor protección al inversor en el caso de que su emisor incumpla o tenga dificultades para realizar pagos asociados con su deuda: además de estar garantizados por activos del emisor, tienen prioridad sobre los bonos subordinados en el proceso de recuperación.
En nuestra opinión, la clase de activos representa una oportunidad interesante en un entorno de tipos de interés y TIRes en niveles bajos. La perspectiva limitada de nuevas caídas de los niveles de renta podría restar atractivo a las estrategias concentradas en bonos a tipo fijo. Los emisores high yield suelen mostrar una buena evolución cuando las actividad económica mejora, lo cual les permite satisfacer más cómodamente sus obligaciones de servicio de deuda. A medida que continúa la recuperación económica de la pandemia de COVID-19, es probable que mejore el entorno para las empresas. Dicho esto, creemos que el mercado ya descuenta gran parte de esta buena noticia, con lo que sopesamos cuidadosamente dónde invertimos.
Nuestro extenso y experimentado equipo de análisis de crédito nos ayuda a identificar las mejores oportunidades en el mercado (incluida la deuda a tipo fijo), y además podemos utilizar derivados para aislar específicamente el elemento de crédito que buscamos de un bono, eliminando exposición no deseada a las TIRes de la deuda. Creemos que la estrategia puede ofrecer a los inversores una oportunidad bien diversificada para lograr un nivel de rentabilidad atractivo en un entorno de tipos de interés bajos: está protegida de los efectos negativos que pueden tener unas TIRes crecientes en las estrategias de deuda a tipo fijo, y de hecho podría beneficiarse de una eventual subida del precio del dinero.
Columna de James Tomlins, gestor del fondo de bonos flotantes de M&G Investments.
El valor y los ingresos de los activos del fondo podrían tanto aumentar como disminuir, lo cual provocará que el valor de su inversión se reduzca o se incremente.Es posible que no recupere la cantidad invertida inicialmente.
Los puntos de vista expresados en este documento no deben considerarse como una recomendación, asesoramiento o previsión.
Exclusivamente para inversores profesionales. Prohibida su posterior distribución. Ninguna otra persona o entidad debe utilizar la información contenida en el presente documento. Esta información no constituye una oferta ni un ofrecimiento para la adquisición de acciones de inversión en cualquiera de los fondos de M&G.Promoción financiera publicada por M&G International Investments S.A. Domicilio social: 16, boulevard Royal, L‑2449, Luxembourg.
En mayo del año pasado ponderé el recuento de los daños al mercado local en función de la forma y proporciones en que sufrieron los pares de la región, a marzo de 2020. Toca sacar cuentas de la recuperación. Para ver con objetividad cómo nos fue, y cómo estamos en la vuelta a lo normal, va otra comparación contra Brasil y Chile. Los termómetros o calibradores son los índices accionarios, el tipo de cambio y la tasa de rendimiento a 10 años.
¿Cómo le fue a las bolsas?
El IPC tardó un año en volver a los 45.800 puntos en que oscilaba antes de la irrupción de la pandemia. El caso es que a enero de 2020 tenía dos años y medio de rezago, aún a medias de recuperar el máximo de 51.500 de julio de 2017, al que volvió finalmente el 7 de junio.
El IPSA de Chile requirió catorce meses para subir a los 4.995 puntos que había alcanzado al inicio de enero del año pasado, aunque también caben anotaciones: llevaba dos años en franco declive cuando el virus se propagó; esa cifra había sido la última parada del canal en que bajaba desde dos años atrás, de la marca de 5.870 unidades.
IBOVESPA, de Brasil, con notable influencia del crudo (como México) tardó 11 meses en regresar al máximo de 118.500 unidades de enero de 2020 que en ese entonces era la cima histórica, el resultado de cuatro años de crecimiento.
Se diría que los tres mercados regeneraron en el mismo tiempo y forma lo que perdieron de súbito en marzo de 2020. Véase la tabla al final de la sección siguiente.
El desempeño bursátil en dólares
La devaluación restó valor al dinero. Sabemos que el tipo o tasa de cambio es una de las variables que más inciden en la evolución de nuestras economías, y en los bolsillos de los consumidores. Por eso, la lectura valiosa es la del desempeño en dólares. ¿A cuál mercado le fue mejor? ¿A cuál peor? Véase la gráfica.
Nuestro IPC había sido el de menos pérdida de los tres grandes de la región, hacia marzo de 2020 (véase “¿Cómo impacta la crisis a mercados de Brasil, México y Chile?”). El dólar, recordemos, subió 34%, a $25,25, para luego retroceder hasta $20 (o menos, en caídas de duración breve). A fin de cuentas, entre el inicio de 2020 y hasta el 11 de junio pasado también le fue mejor a la bolsa mexicana, al generar 11,46%.
El IPSA chileno se comportó casi igual que el IPC, sacándole ventaja entre marzo y septiembre de 2020 y luego entre febrero y marzo de este año, pero sucumbió a partir de abril y terminó con pérdida de 6,68%. El peso chileno se devaluó 17,4% el año pasado, a $865, y fue la única de las tres monedas que recuperó plenamente el valor que tenía antes de la debacle. De hecho, llegó a regenerarse más, pues entre enero y mayo el dólar bajó varias veces a $695, cotización de mediados de 2019. Pero, atención: el peso chileno se había devaluado considerablemente, 46%, entre noviembre de 2018 y marzo de 2020, y aún sin pandemia había subido a $850 en noviembre de 2019.
El IBOVESPA brasileño había sido el de mayor pérdida en marzo de 2020 y fue el de desempeño inferior al corte actual. Tampoco ha recuperado por completo su valor en dólares, pues acumuló en el periodo una pérdida de 14%. El dólar subió en 2020 un 47% sobre el real, hasta $5,89, y lo más que ha regresado es a alrededor de $5.00. De ahí ha rebotado dos veces, a $5,78 y a $5,71. Al corte del periodo estaba de nuevo en ese piso de año y medio, $5,02.
Como mera referencia, no comparable para estos efectos, el S&P produjo 31,5%. Es decir, aventajó al IPC por 20%, al IPSA por 38% y a IBOVESPA por 45%. Cifras elocuentes.
¿Qué tanto se compusieron o distorsionaron (más) las tasas?
La tasa de rendimiento del bono a 10 años permite entrever el grado en que salieron los recursos de cada país y el precio de intentar retenerlos. A tasa más alta, mayores salidas por ventas y mayores pérdidas para los tenedores (los fondos de pensiones, por ejemplo), porque la subida de los réditos abarata, disminuye o tira los precios de los valores.
En Brasil y México el porcentaje de rendimiento al cierre de 2019 era de 6,80%. La tasa mexicana tuvo un máximo prepandemia de 6,84%. Luego, los extremos: se disparó a 8,54% y cayó posteriormente a un mínimo de 5,20%. El premio se ubicó por debajo del nivel de arranque de 2020 durante once meses, hasta que en febrero de este año comenzó a subir como espejo del rebote de la nota de 10 años de Estados Unidos. Así, el pasado abril llegó hasta 6,90%, y continuaba, moderada a alrededor de 6,60%, en niveles previos la debacle. Los inversionistas recuperaron lo perdido.
El rendimiento en Brasil, antes del coronavirus, había subido a 6,87%. En el marzo fatal se disparó a 9,85%, luego bajó con vaivenes. En junio y agosto llegó a estar por debajo del nivel de inicio de 2020. Véase que a partir de ahí comenzó su escalada que la impulsó hace dos meses prácticamente al pico del año pandémico: llegó hasta 9,64% y ahí seguía, arriba de 9%. Los tenedores que han aguantado siguen sin recuperarse.
La tasa en Chile era de 3,14% en enero de 2020, poco menos de la mitad que la de sus pares, pero había escalado a 3,75% antes del mes crítico. Su punto más alto en marzo de 2020 fue 3,89%. De ahí bajó hasta 2%. En proporción, fue la que más disminuyó de las tres y duró incluso más que la de Brasil por debajo del porcentaje de inicio, de abril a febrero, aunque en diciembre subió al punto de inicio y se siguió, de forma sostenida, hasta 4,40%, ya en este mes. Ahora es la de mayor aumento. Los tenedores acumularon más pérdidas.
En suma, utilizando proporciones, a marzo de 2020 la tasa a 10 años llegó a ser,
México, 0,26 veces más alta. Brasil, 0,45 veces más. Chile, 0,24 veces más.
La variación entre el 1 de enero de 2020 y el 11 de junio de 2021, era
México, 0 veces (“Cero”). Brasil, 0,35 veces más. Chile, 0,40 veces más.
Véase la gráfica de la evolución. Los datos de Chile, en el eje secundario.
Algunos efectos de la política monetaria
Es para reiterar que los bancos centrales de Brasil y Chile emularon a la Fed de EUA aplicando medidas monetarias convencionales y excepcionales para favorecer la recuperación, en tanto que Banxico aparecía en los medios más para augurar que el panorama tendía a descomponerse o alertar de lo mal que nos iría, como si no tuviera que ver con el curso de la economía. Mientras Banco do Brasil y Banco Central de Chile recortaron de tajo la tasa Selic y referencial, de 4% a 2,00% y de 1,75% a 0,50%, respectivamente, y echaban mano de toda la batería de herramientas para intentar activar el engranaje productivo, Banco de México fue bajando la tasa de referencia desde 7,25% con recortes espaciados de 0,50% y solo hasta 4%, el punto del que el central brasileño comenzó a recortar (en condiciones menos apremiantes, entre septiembre de 2013 y junio de 2016, Banxico la había reducido a entre 3,75% y 3,00%).
Las circunstancias cambian, la recuperación fue diferenciada en cada país, así como los efectos inflacionarios:
Banco do Brasil ya aumentó a 3,50% la tasa Selic porque la inflación anual saltó en forma vertical, a 8,60% en abril.
El banco central chileno mantiene la tasa en el mínimo de 0,50%. Los precios al consumidor a 12 meses saltaron a 3,3% en abril.
Y no es que Banxico haya logrado contener el alza de los precios, pues en abril fue de 6,08% anual, casi lo doble que en Chile, dos tercios la de Brasil, que inundaron sus mercados de liquidez. Podría atribuírsele que haya moderado el alza cambiaria, aunque en crisis anteriores, en las que también fue reticente a bajar el costo del dinero al grado en que lo hicieron sus homólogos en el mundo, no logró evitar la subida desmesurada del dólar. Daría para otra nota contrastar la influencia de los bancos centrales en el repunte del PIB de cada país.
Los advisors Fernando Panizzutti y Guilherme Sahadi se unieron a BTG Pactual en Miami. Ambos financial advisors llegan desde la oficina US Offshore de Wells Fargo.
Este fichaje se da en el marco de una estrategia de BTG para potenciar su negocio de US Offshore. En consecuencia, la firma contrató en marzo a Blas Miñarro procedente de J.P. Morgan.
“Estamos muy contentos de haber agregado a Blas Minarro a nuestro equipo de Wealth Management de EE.UU. Estamos comprometidos con nuestro papel como el banco de inversión independiente más grande de América Latina y, como tal, estamos posicionados para capturar una parte significativa del mercado Offshore de Wealth Management”, comentó Fabio Feitler, Head of US Wealth Management de BTG Pactual en un comunicado al que accedió Funds Society en marzo.
El cierre de la oficina US Offshore de Wells Fargo lanzó una batalla por captar a los advisors especializados, que dejan la wirehouse. Además de BTG Pactual, entre las compañías que han captado a los managers están Morgan Stanley, Insigneo, Bolton,UBS y Raymond James, entre otras.
Si bien ya hay más de una centena de advisors que se han ido de Wells Fargo Internacional, fuentes de la industria esperan que los movimientos sigan sucediendo.
Insigneo ha incorporado a Nelson Vallin en Miami procedente de HSBC como Senior Vicepresident y consultor de inversiones, acompañando una estrategia de captación de advisors que ha implementado la compañía en los últimos meses.
Vallin administra 212 millones de dólares de clientes de toda América Latina, pero principalmente en Argentina, México, Uruguay, Venezuela y Brasil.
Antes de trabajar en HSBC, trabajó en Bank of America International Private Bank de 2004 a 2005.
Además, trabajó en estrecha colaboración con clientes estadounidenses e internacionales ayudándolos a crear carteras de inversión, administrar sus riesgos, reequilibrar, evaluar sus condiciones financieras y evaluar los cambios en el ambiente, dice el comunicado al que accedió Funds Society.
Vallin es licenciado en Finanzas y Negocios Internacionales por la Universidad de Florida y tiene un MBA de la Universidad de Chicago con especialización en Finanzas y Economía.
“Estamos muy emocionados de que Nelson se una a la familia Insigneo y a nuestra red independiente de asesores financieros, su vasta experiencia asesorando a clientes internacionales será un activo para nuestra firma”, dijo José Salazar, jefe de Ventas, para el negocio de US Offshore.
En lo que va de junio, Insigneo sumó a Carlos Carreño como responsable global de AML y también nombró a Raúl Henríquez como CEO interino.
La manufactura de los primeros autos eléctricos con baterías recargables comenzó a principios del siglo pasado, mucho tiempo atrás de lo que podríamos imaginar. Sin embargo, por cuestiones de eficiencia, costos de producción e intereses de ciertos sectores económicos, el auto eléctrico no había tomado un lugar protagónico en la conciencia social como hasta ahora. Actualmente, en mi opinión, existen más razones a favor que en contra para electrificar el transporte e incorporar esta tecnología a nuestra vida diaria.
Es sabido que el proceso de sustitución a vehículos eléctricos o híbridos será más rápido en autos personales y utilitarios. Esto representará un enorme beneficio ambiental y financiero a corto plazo en ciudades altamente pobladas, dado que es justo ahí donde uno pasa más tiempo en el tráfico y la contaminación afectan más a la salud pública y a la infraestructura urbana. En contraste, el uso de combustibles fósiles en vehículos de grandes dimensiones y de largo itinerario (incluyendo al transporte aéreo y marítimo) resulta ser todavía más eficiente.
En el último par de años, varias ciudades y países ya empezaron a prepararse para esta transición, incluso la están alentando. Francia tiene como fecha límite el 2040 para matricular vehículos de combustión interna. Inglaterra prohibirá para el 2030 la venta de autos nuevos de gasolina y diésel. Mientras que el gobernador de California firmó una orden ejecutiva para prohibir la venta de autos nuevos a gasolina a partir de 2035. Bajo estas circunstancias, si la vida útil de uno de estos vehículos es de aproximadamente 15 años, probablemente se logre el objetivo de cero emisiones de CO2 en el transporte y la neutralidad de carbono en 2050.
A la par de estas iniciativas gubernamentales, debemos decir que el precio y el costo por mantenimiento de un vehículo eléctrico o híbrido se ha reducido año con año. Esto se debe a que, ahora, el auto eléctrico demanda menos componentes que el impulsado por gasolina; en consecuencia, hay menos desgaste y los ciclos de mantenimiento son menores. De hecho, los analistas del sector esperan que la paridad de precios con los coches de combustión interna se alcance en 2024. Incentivos fiscales, como los aplicados en algunos países, también los hacen más competitivos.
Ahora bien, es justo decir que esta transición requiere de mucha inversión, de una estricta regulación y de apoyos fiscales; pero sin duda los beneficios serán mayores. Pero ¿cuáles son los retos que enfrenta el mercado en nuestro país y en muchos otros? La respuesta es: 1) la escaza infraestructura eléctrica de carga, 2) la producción de baterías y su posterior proceso de reciclaje, 3) mayor demanda de insumos como el litio y cobalto y 4) el abasto de energía limpia y renovable para cubrir el incremento en la demanda de electricidad.
El plan climático del presidente Biden considera invertir 2 billones de dólares para que alrededor del 90% de la red eléctrica de su país esté libre de energías fósiles en 2035, para instalar más de 500.000 estaciones de carga para vehículos eléctricos y para desarrollar tecnología de baterías, entre otros objetivos. Esta reconversión también está orillando, sobre todo, a la industria automotriz a modificar sus estrategias de inversión para ampliar su oferta de vehículos eléctricos e híbridos y en algunos casos eliminar de sus pisos de venta las unidades de combustión interna para finales de la década; esto con el fin de seguir siendo rentables y competitivas. Ante esto, probablemente el siguiente paso de los EE. UU. sea establecer un estándar nacional de energía limpia y renovable que obligue a aumentar el porcentaje consumido de esta energía en los procesos industriales. Pero ¿qué estamos haciendo en México?
Si México no considera estas nuevas circunstancias dentro de su estrategia de crecimiento y desarrollo económico, el impacto negativo podría ser significativo. Por un lado, recordemos que la industria automotriz representa una cuarta parte del PIB manufacturero, una tercera parte de las exportaciones totales y forma parte de un ecosistema de producción fronterizo, dominado por empresas transnacionales. Por otro lado, dado el número de vehículos existentes en nuestro país, los beneficios ambientales y económicos de empezar esta transición serían enormes. A principios de este siglo, los vehículos sumaban aproximadamente 15.2 millones y para 2020, de acuerdo con el INEGI, ya eran 46.6.
Finalmente, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, las toneladas de CO2 generadas en el mundo no han disminuido desde 2015 (año de la firma del Acuerdo de París), incluso en grandes ciudades como la Ciudad de México la emisión de GEI no bajó ni siquiera durante los peores meses de la pandemia.
Sin duda, alentar la electrificación del transporte y en particular promover un transporte público de cero emisiones podría mejorar esta situación. Debemos seguir invirtiendo en el desarrollo de motores eléctricos más eficientes y sustituir a los combustibles fósiles en el proceso de generación de electricidad. De hecho, no obtendríamos muchos beneficios de un transporte electrificado, si el fluido eléctrico que lo abastece se genera a través del uso de combustibles contaminantes o si las empresas automotrices consumen energía de este tipo en sus procesos de producción. Actualmente, en México la generación de electricidad y el transporte son responsables, conjuntamente, de la emisión de alrededor del 70% de GEI.
Roberto Ballinez es director ejecutivo Senior de Deuda Subnacional e Infraestructura de HR Ratings
La gestora Golden Hind confirmó el lanzamiento de Golden Hind Global Trends, un portafolio modelo enfocado en invertir en los principales fondos de inversión y ETFs vinculados a las grandes tendencias globales.
Este nuevo fondo apunta a capitalizar las oportunidades en tendencias que están transformando el mundo que hoy conocemos: energías renovables, inteligencia artificial, telecomunicaciones, ciberseguridad y tecnología blockchain, entre otras.
“Nuestro objetivo es entregar los mejores resultados ajustados por riesgo a nuestros clientes, y el lanzamiento de este nuevo fondo responde a la necesidad latente de invertir en temáticas disruptivas con gran potencial a futuro. En los últimos años, vimos cómo el inversor demuestra interés por acercarse a estas disrupciones; pero le es muy difícil decidir en cuál de ellas. Este nuevo portafolio busca tener exposición en varias de estas tendencias a la vez, seleccionando las mejores estrategias y logrando una diversificación óptima. Todo esto, estructurado dentro de nuestra SICAV, siendo un fondo de valuación diaria”, comentó Jaime Álvarez, Portfolio Manager de la gestora Golden Hind.
La estrategia Golden Hind Global Trends ya se encuentra disponible para inversiones en plataformas como Allfunds, Pershing, Quilter International, Investors Trust y bancos suizos.
Los fondos de Golden Hind están registrados en Luxemburgo y cuentan con más de 600 millones de dólares en activos bajo manejo.
Golden Hind Investments es el nombre con el que operan desde julio de 2020 los fondos antes conocidos como GIP (Global Investment Portfolio). El cambio de nombre y la generación de una nueva identidad obedecen a que estos fondos operan en otras plataformas como All funds, Pershing e Investors Trust así como aspectos contractuales debido a la separación de la firma del grupo Old Mutual. Los fondos Golden Hind Investments son manejados por Aiva.