Las oportunidades y los riesgos de la deuda emergente de cara a la recuperación del crecimiento en 2021

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Las oportunidades y los riesgos de la deuda emergente de cara a la recuperación del crecimiento en 2021
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El panorama para los fundamentales de los mercados emergentes se ha deteriorado debido a la pandemia de COVID-19. Según NN Investment Partners, las ventas en los mercados globales en marzo afectaron gravemente a la deuda de los emergentes, lo que hizo que los spreads de crédito alcanzaran niveles sin precedentes en toda la década.

“Desde entonces, la clase de activos ha repuntado vertiginosamente, a pesar de que las emisiones se han realizado a un ritmo muy alto, ya que los países de mercados emergentes trataron de aliviar el impacto del virus. Pero, si continúan resurgiendo durante el próximo año, ¿dónde estarán las oportunidades y los riesgos?”, se pregunta la gestora en un análisis.

Tras su abrupta ampliación a más de 700 puntos básicos a principios de la primavera, los diferenciales del crédito soberano emergente se han vuelto a estrechar hasta los 400 puntos básicos, lo que refleja la mejora de la confianza de los inversores y el fin de la mayor parte del escenario de crecimiento negativo.

NN IP identifica tres motivos que explican la recuperación: la recuperación en forma de V del crecimiento en China; el apoyo oficial a los países de mercados emergentes por parte del G20, el FMI y China; y las medidas monetarias de apoyo de los principales bancos centrales del mundo. En particular, la decisión de la Fed de mover rápidamente los tipos a cero, iniciar un agresivo programa de compra de activos e introducir un objetivo de inflación. A su juicio, estas medidas ayudaron a estabilizar los mercados crediticios mundiales.

Según Marcin Adamczyk, responsable de deuda emergente de la gestora, las perspectivas a medio plazo para esta clase de activo siguen siendo constructivas, dado el esperado repunte del crecimiento mundial el próximo año y la probabilidad de que varios países emergentes sigan el camino de la recuperación de China. “La amplia liquidez mundial, la búsqueda de rendimiento y una Fed estructuralmente acomodaticia proporcionarán un mayor apoyo”, señala antes de hacer hincapié en el “potencial catalizador positivo” de un posible avance en la vacuna.

En su opinión, acontecimientos como el reciente aumento de la volatilidad de los activos de riesgo y un posible incremento de las tensiones geopolíticas entre EE.UU. y China antes de las elecciones estadounidenses podrían ofrecer atractivos puntos de entrada para los inversores “con una perspectiva constructiva a medio plazo para la deuda emergente”.

Riesgos y oportunidades que identifica NN IP

Bonos soberanos y corporativos en moneda fuerte: un dólar estadounidense más débil apoya a las economías y empresas emergentes a través del comercio y los canales financieros, y los bonos de las economías emergentes denominados en dólares suelen ser los primeros activos que se benefician de ello. Los bajos tipos de interés reales de Estados Unidos están moviendo el capital hacia inversiones de mayor rendimiento en dólares.

“Un dólar más débil también suele coincidir con el aumento de los precios de las materias primas que, combinado con mejores condiciones de refinanciación para los emisores emergentes, apoyan los spreads del crédito en moneda fuerte y estimulan las entradas en la clase de activo”, destaca la gestora. En el espacio soberano, se inclina por los bonos high yield, sobre todo porque los diferenciales del grado de inversión se han recuperado casi por completo.

Deuda corporativa asiática: a su juicio, es particularmente interesante debido a sus valoraciones muy atractivas en comparación con otras regiones y otras clases de activos crediticios, además del apoyo que proporciona el repunte del crecimiento liderado por China.

Ecuador, Egipto, Rumanía, EAU: “Si bien se espera cierto grado de dispersión en los rendimientos de estos países, hay varias historias atractivas”, señala. En concreto, Ecuador se beneficia de una exitosa reestructuración de la deuda y de un importante apoyo del FMI, que asciende a 6.500 millones de dólares. Egipto goza de un fuerte apoyo bilateral y multilateral de EE.UU., Oriente Medio, China y el FMI, mientras que Rumanía ofrece valoraciones atractivas, a pesar de la incertidumbre política del país.

En cuanto a los Emiratos Árabes Unidos, están bien equipados para manejar el COVID-19 debido a su robusto sistema de salud, y la normalización de las relaciones con Israel está reduciendo los riesgos de cola para el país.

Deuda en moneda local: según NN IP, esta clase de activo es el que se ve menos favorable, especialmente en algunos títulos de alta beta como Turquía, Sudáfrica y Brasil, cuyas monedas siguen siendo débiles, incluso frente al dólar. “Sin embargo, a largo plazo, los activos de los mercados emergentes denominados en divisa local podrían beneficiarse directamente del debilitamiento del dólar, no solo frente a otras monedas de los mercados desarrollados sino también frente a las de los emergentes”, asegura.

Los principales requisitos previos para ello incluyen la mejora del crecimiento de los mercados emergentes frente a los desarrollados, diferenciales de carry positivos y sustanciales frente al dólar, y una menor volatilidad de las divisas. “El enfoque de la volatilidad es especialmente importante dado que los ciclos de recortes de los tipos de interés han reducido el carry en muchos mercados emergentes. La ausencia de fuertes factores de atracción hace que la deuda en moneda local sea actualmente una jugada más táctica”, sentencia la gestora.

Julien Houdain, lead PM Schroders: “Las acciones de los bancos centrales y sus narrativas son extremadamente importantes”

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. Julien Houdain, lead PM Schroders: “Las acciones de los bancos centrales y sus narrativas son extremadamente importantes, y ahora más que nunca”

El pasado 1 de octubre, Schroders y Funds Society celebraron un nuevo encuentro virtual donde Julien Houdain, lead portfolio manager del fondo Schroders ISF Global Credit Income y de la estrategia Schroders ISF Global Multi Credit y Cristian Reynal, Sales Director, analizaron la reciente evolución de sus estrategias, la situación y perspectivas de los mercados de renta fija, y las actuales oportunidades que ofrece el mercado de crédito.

Refugio en crédito grado de inversión americano

Para Houdain, este último año y su primer año en Schroders, ha sido un año muy movido “con diferentes eventos, regímenes de volatilidad y muchos cambios en las reglas de juego especialmente por parte de los bancos centrales y los gobiernos”.  Sin embargo, se muestra muy satisfecho con el buen comportamiento de sus dos estrategias que han obtenido rentabilidades en el entorno del 2,5% acumulado en el año y en el 6% desde su lanzamiento, gracias a su enfoque flexible y modelo propio de asset allocation. “Esto nos ha permitido estar en una muy buena posición antes de la crisis. No porque la viéramos venir sino porque estábamos percibiendo una debilidad en la economía mundial que fue exacerbada con la pandemia”, declara.

En concreto, las estrategias aunque se vieron afectadas por la caída de los mercados en marzo, no han sufrido ningún evento de crédito (default) en su cartera y se ha priorizado la calidad crediticia a las operaciones oportunísticas. Así, durante los meses de marzo a mayo, en lugar de invertir en nombres distressed como el segmento de high yield o deuda emergente, prefirieron invertir en activos de largo plazo dentro del segmento de grado de inversión en Estados Unidos. Houdain explica esta decisión “porque el nivel de incertidumbre era todavía muy alto y no queríamos deteriorar la calidad de la cartera sino aprovecharnos de la fuerte recuperación”. De esta forma no fue hasta el mes de junio cuando empezaron a reinvertir en mercados emergentes que estaban un algo regazados en la recuperación.

No obstante, aunque el gestor reconoce que estaban largos en cuanto a spread de crédito americano no era así en términos de spread de duración, que para el gestor es el punto de mejora en su gestión de los últimos meses. “Teníamos una gran parte de la duración expresada en bunds y otros gobiernos, y como los activos del tesoro americano han tenido tan buen comportamiento, deberíamos haber tenido una mayor exposición a duración en Estados Unidos y no solo crédito americano. Fue algo que corregimos muy rápidamente, pero perdimos los primeros 30-40 puntos básicos de contracción frente a los bunds”.

Las acciones de los bancos centrales condicionaran las valoraciones en el futuro

De cara a la evolución del mercado y las valoraciones a futuro, Houdain opina que las acciones de los bancos centrales serán la clave: “Concemos esta batalla, estamos en ella desde hace 10 años, la cantidad de liquidez inyectada hacen que las acciones de los bancos centrales y sus narrativas sean extremadamente importantes y ahora más que nunca”.

Unido a la política monetaria, otro punto importante, que es relativamente nuevo este año, es la respuesta fiscal de los gobiernos a esta crisis que, junto con los bajos tipos de interés, han ayudado a controlar los niveles de defaults. Sin embargo, existen dudas acerca de la renovación del paquete fiscal en Estados Unidos y cual será su efecto en la economía. Además, en el corto plazo, están las elecciones presidenciales en Estados Unidos “cuyo principal riesgo es una elección cuestionada que retrasará cualquier decisión, sobre todo desde el lado fiscal y esto es muy importante”, añade Houdain.

Así, para el gestor el debate en el largo plazo es “cuanto puede aumentar la deuda con respecto a PIB antes de que sea un problema” y cita el ejemplo de Japón que lleva más de 20 años con un bajo crecimiento económico y un alto nivel de deuda frente PIB. “ Esto lo hemos podido observar muy bien en Japón, y estamos viendo la japonización de otras economías y creo que la pandemia ha acelerado este proceso”, afirma el gestor.

En Europa, por ejemplo, el gestor afirma que no tienen certeza de que los impulsos fiscales puedan traducirse en un mayor crecimiento y que “en el mejor de los casos añade un par de puntos al PIB por lo que los grandes déficits serán financiados por el Banco Central Europeo”.

Así, desde su punto de vista, existe un alto nivel de incertidumbre que hace difícil saber dónde se situará el mercado en los próximos 6 meses, pero en el más corto plazo hay una serie de riesgos donde fija su atención. Además del riesgo de que las medidas de apoyo fiscal no se renueven en Estados Unidos (fiscal Cliff) añade el posible riesgo de inflación provocado por un exceso de liquidez en el sistema. En su opinión para ver un nivel de inflación preocupante tienen que ocurrir simultáneamente varias cosas: “una recuperación en V y una continuidad en la relajación de la política monetaria y fiscal” y no ve señales de que eso ocurra, al menos en el corto plazo, aunque en el largo plazo una nueva regulación sobre el sector tecnológico podría generar una cierta presión en precios.

Sin embargo, la otra cara de la moneda de un posible incremento de la inflación, unido al efecto demográfico, es un aumento en la pendiente de las curvas y una mayor demanda por activos de crédito. Si a este efecto, le unimos el hecho de que los bancos centrales están comprando deuda corporativa, para Houdain “hay sólidos fundamentos técnicos para el crédito”.

Posición conservadora ante la situación de actual incertidumbre

“Junto con la incertidumbre, al otro lado encontramos mucha liquidez” y esto se traduce en que las expectativas del mercado son muy positivas para los próximos meses y el año próximo. No obstante, debido al alto nivel de incertidumbre, Houdain afirma que prefieren quedarse en “el lado seguro, reconociendo que no sabemos realmente hacia dónde va la pandemia, que el nivel de liquidez en el sistema no tiene precedentes y retirar estos estímulos siempre ha conllevado correcciones en el mercado”.

La clave para el gestor es lograr la correcta combinación en activos de grado inversión, high yield y emergentes seleccionado los buenos sectores y compañías. “Hemos visto mucha dispersión por clase de activos y dentro de una misma clase de activo por sectores y por ganadores y perdedores del coronavirus. Todo el trabajo que hacemos ahora mismo es intentar extraer valor de esta dispersión y asegurarnos que no estamos creando una cartera que podría verse atrapada si el mercado se vuelve en nuestra contra en los próximos meses”. Por ello, destaca la importancia de tener productos y enfoques flexibles en estos periodos de incertidumbre.

Puede acceder a la grabación en este link. La contraseña es Schroders10.

De las tres crisis recientes, ¿cuál conllevaría una mayor devaluación en México?

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Foto:Pixist CC0. Foto:

En vez de hacerlo en bloques de tiempo, lo adecuado es comparar las variaciones cambiarias de este año con las de crisis previas, la de 2008-2009 y la de 2014-2016. El dólar subió en las tres ante el desplome de los precios del crudo. La primera, recordemos, fue la debacle bancaria global y la ruina de varios países. La segunda, el derrumbe petrolero sumado al factor “Trump”. ¿Qué balance queda de la devaluación actual contra las anteriores? ¿Qué desempeño puede esperarse?

2008-2009: colapso financiero global (crisis subprime)

El dólar se encareció 56%, de $9,86 en agosto de 2008, hasta $15,35 en febrero de 2009. La moneda mexicana se devaluó 36%. El crudo perdió 77% desde el máximo de US$ 141, en junio de 2008, a US$ 33 en febrero de 2009; la caída fue solo equiparable a la de los años ochenta (la década perdida para México). Véase la similitud lineal WTI-peso en la gráfica de StockCharts:

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Pasado lo peor, el peso avanzó en función del crudo, que rebotó 234% en poco más de dos años, a US$ 113 el barril, en abril de 2011. Con eso, el nuevo mínimo interbancario se marcó en $11,49 (máximo del peso: $0,87 según se ve enseguida). La apreciación acumulada del dólar se moderó dos años y medio después a 16,52% sobre el mínimo pre-crisis y, de ahí, vuelta rápida al alza y constantes subibajas con máximo de $14,20 en mayo de 2012 y nuevo “piso” fugaz de $12,06, en abril de 2013.

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2014-2017: El sueño de la reforma energética. Lecciones no aprendidas

A partir de agosto de 2013 el tipo de cambio osciló en una serie de vaivenes y cotizaciones mínimas de $12,80 – $12,85. La última vez que tocó ese rango fue a fines de mayo de 2014. Era cuando se hablaba de los frutos de la reforma energética como si ya se tuvieran. Se repetía la historia de los años ochenta, con menos consecuencias malas, por suerte.

El peso se debilitaría por la baja de 76% del precio del petróleo (igual de drástica que la de 2008), de US$ 107 en junio de 2014 a US$ 26 en febrero de 2016; en ese mes, el interbancario avanzó sin respiro desde $12,85 hasta $19,14 acumulando 49% de alza y 33% de devaluación.

Al tiempo, en abril de 2016, a la par del nuevo rebote del crudo a casi 50 por barril, el tipo de cambio descendió a $17,17, lo más bajo de cuatro años y medio a la fecha. En adelante, mientras el petróleo seguía subiendo, el peso se demolía por la irrupción de Trump: la divisa se encareció a $19,88, previo a las elecciones americanas, y hasta a $21,90 antes de la toma de posesión. En suma, el dólar se incrementó 71% entre mayo de 2014 y enero de 2017, y la devaluación a 41%.

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A junio de 2018 el petróleo subiría en un año 73%, a 75 el barril. El interbancario parecía acoplarse al bajar a $17,55 – $17,65 entre julio y septiembre de 2017; pero no, porque de ahí comenzó a zigzaguear en canal, entre $18,55 y $20,30, con algún repunte menor, sin sufrir daños adicionales (ya estaban dados) en el octubre negro de 2018, cuando el crudo cayó a US$ 45.

2020: el mundo en vilo. La crisis más grande jamás imaginada

La tendencia cambiaria bajista se consolidaba en el último cuatrimestre de 2019, cuando el peso osciló arriba del precio promedio de los últimos 200 días (PM 200) la línea azul de la gráfica siguiente, a la izquierda. El dólar bajó a $18,55, lo mínimo en año y medio, reforzado, sí, por la recuperación del crudo, que subía a US$ 63, 40% en doce meses, a diciembre de 2019. La historia a partir de entonces es de sobra conocida, no así las cifras comparativas:

  • Del precio pre-covid, el dólar subió de golpe 37%, a $25,33. La devaluación fue de 27%. El petróleo, mientras tanto, se desplomó a lo inverosímil: digamos que a US$ 8,91, como muestra la gráfica, para no hacer cuentas contra el precio de entrega a futuro que resultó negativo. Es decir, perdió 86% de su valor. Nunca en la historia.

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Con esas condiciones, considerando que esta crisis se define como la más grave en tiempos de paz, más aguda que la Gran Depresión y mucho más dura que la de 2008-2009, nuestra moneda habría de haber caído más que en los otros casos. Diríase que el porcentaje de alza del dólar fue moderado. Se entendería que hubiera sido peor y es positivo que haya bajado pronto y atravesado otra vez el PM 200 (en la gráfica, el peso hacia arriba, superando la línea azul). El regreso a $20,85, en apenas seis meses, reduce la apreciación a 13% y la devaluación a 11%. El aumento se va a 19% y la devaluación a 16% con el rebote intempestivo y cierre en septiembre en $22,10. Tolerable, tanto en contraste con los porcentajes de las crisis pasadas como en función de la magnitud del hundimiento del PIB al segundo trimestre y teniendo en cuenta que el tipo de cambio refleja lo que se espera. En resumen:

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¿Interbancario más alto o recuperación del peso?

En cada regreso después de máximos, el dólar marcó “pisos” un poco más abajo del PM 200, para rebotar enseguida. Por tanto, caben tres posibilidades:

  1. Si la dinámica que se ha visto luego de las crisis precedentes se cumpliera ahora, el precio de $20,89 sería el menor de la era post-covid. El objetivo, a mediano plazo, pudiera ser al menos $23,50
  2. La velocidad del regreso del dólar ha sido mayor ahora que en las ocasiones anteriores. Eso sugiere espacio para bajas adicionales, tal vez a $21,20 – $21,40
  3. En caso de que el precio del barril de crudo se recupere a más de US$ 65 (pasaba de US$ 63 a inicio de año), el cambiario podría tender otra vez al rango de $20,90 o menos ¿Volvería a estar abajo de 20,00? Es muy difícil.

Hay que dar tiempo a que la nueva normalidad se asiente. Y calibrar la dimensión y forma de la recuperación económica.

Una vez que el mundo declare haber vencido el virus, como China, se podrán hacer nuevas evaluaciones. En todo caso, habremos de asimilar que el dólar vuelva a subir, poco a poco, a partir del nuevo mínimo al que llegue.

Columna de Arturo Rueda

Las nuevas políticas monetarias de China buscan transformar su antiguo modelo hacia uno más sustentable

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El objetivo económico general del liderazgo de China es transformar su antiguo modelo de crecimiento en un camino más sostenible, dice el artículo de Carol Liao y Stephen Chang en el blog de PIMCO.

Estas políticas abordarán como desafíos a largo plazo combatir el envejecimiento de la población, la disminución de la productividad y cada vez menos espacio para los estímulos políticos.

Las políticas en curso como el reequilibrio, el desapalancamiento y «Made in China 2025», que están diseñadas para lograr esta transición, seguirán vigentes y se irán ajustando con el paso del tiempo.

La estrategia económica de “circulación dual” probablemente se incluirá en el próximo plan quinquenal de China (2021-2025) para guiar las políticas económicas del país.

China dependerá predominantemente de su sistema económico nacional «circulación interna», y será respaldado por los mercados internacionales «circulación externa».

Si bien se podría ver el intento de China a largo plazo de reducir su dependencia de los mercados extranjeros y la tecnología como una reversión a una política de puertas cerradas, los analistas de PIMCO aseguran que refleja un ajuste estratégico en respuesta a un entorno geopolítico más conflictivo

A medida que aumentan las tensiones entre EE.UU. y China y el proteccionismo en todo el mundo, la demanda externa se vuelve menos confiable, por lo que China se está enfocando en estimular la demanda interna para absorber su enorme capacidad de producción.

China, a lo largo de los años, ha perseguido y experimentado aumentos en el consumo final y los servicios como porcentaje del PIB.

Sin embargo, la producción industrial sigue siendo un contribuyente clave a la economía y la cadena de suministro continúa involucrando vínculos críticos con las importaciones y la experiencia extranjera. Por esta razón, China ve una necesidad urgente de mejorar el sector manufacturero del país, desarrollar una cadena de suministro de espectro completo y lograr la autosuficiencia tecnológica.

Aunque un desacoplamiento financiero forzado sigue siendo un riesgo de cola, es posible que China acelere la internacionalización del RMB para mitigar las posibles interrupciones de las transacciones internacionales y abrir aún más sus mercados financieros a los inversores extranjeros.

Los inversores deben esperar cierta volatilidad del mercado durante este período de transición y ser más selectivos al elegir en qué sectores y clases de activos invertir.

El creciente énfasis de China en el empleo de herramientas de política monetaria específicas refleja la alineación del banco central con la agenda a largo plazo del gobierno.

La política monetaria “estructural” del Banco Popular de China es esencialmente un conjunto de políticas diferenciadas que tienen como objetivo optimizar la asignación de liquidez y crédito, apoyar sectores clave y eslabones débiles de la economía, evitando burbujas y sobrecalentamiento en sectores como el real bienes raíces, industrias que están experimentando un exceso de capacidad y banca en la sombra.

El Banco Popular de China tomó medidas de flexibilización monetaria rápidas y preventivas a principios de 2020 en respuesta a una crisis de salud nacional sin precedentes, pero esperamos que la política monetaria se vuelva más equilibrada a medida que la economía se recupere.

En opinión de los analistas, es poco probable que se produzca un recorte de tipos a corto plazo, dada la sólida recuperación de China, las acomodaticias condiciones crediticias, la considerable emisión de bonos a pesar de los mayores rendimientos y el enfoque activo del Banco Popular de China para la gestión de la liquidez.

Es posible que el banco central continúe implementando políticas monetarias más focalizadas a favor de préstamos para pymes y préstamos a mediano y largo plazo al sector manufacturero.

Si se produce una recuperación económica super-V en 2021, la prevención de riesgos recuperará impulso.

Es probable que se implemente un endurecimiento del crédito y una reducción fiscal, más restricciones en el mercado de la vivienda y una reanudación del desapalancamiento.

Sin embargo, el listón para un aumento de la tasa de política será alto dado el elevado endeudamiento de la economía y el énfasis del gobierno en mantener la estabilidad financiera.

 

Balance de septiembre: los flujos hacia ETFs de renta variable continuaron su crecimiento

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El comportamiento del mercado europeo de ETFs se caracterizó en septiembre por la continuidad. Es decir, siguiendo la tendencia experimentada en agosto, el interés de los inversores por los ETFs y en concreto por los ETFs de renta variable volvió a ser muy significativo. 

Según los datos del último informe Money Monitor de Lyxor, los fondos ETFs recibieron 5.100 millones de euros en septiembre. Y, en caso de la renta variable, los fondos y los ETFs disfrutaron de 18.800 millones de euros de nuevos activos netos, distribuidos en 12.500 millones en fondos y 6.200 millones en ETFs. 

En cambio, los ETFs de renta fija arrojaron -100 millones de euros y los ETF ESG (basados en criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo) prosiguieron su sólida tendencia y marcaron otro mes récord con unos flujos netos de activos por valor de 3.900 millones de euros. 

Esta cifra supera en 3.700 millones de euros el récord registrado por los ETFs ESG en junio. Como consecuencia, los flujos hacia este tipo de fondos representan ahora más de la mitad de los flujos totales acumulados por los ETF en 2020. Si analizamos el tipo de fondo ESG que resultó más atractivo, se observa que, desde enero de 2017, los ETFs de renta variable han recibido la mayor parte de los flujos en el segmento ESG, lo que supone el 80% de los flujos de entrada totales en los ETF ESG (48.000 millones de euros). “Más recientemente, los ETFs de renta fija han atraído mayores flujos en el sector ESG y experimentan ahora un crecimiento constante”, matiza el documento.  

Gráfico Lyxor septiembre

Según explica el informe de Lyxor, las asignaciones de los inversores se concentraron principalmente en la renta variable mundial por medio de exposiciones generales o sectoriales. “La renta fija experimentó discretas entradas netas de capitales. Los inversores mostraron una creciente preocupación por las exigentes valoraciones de los bonos, y comenzaron a deshacer sus posiciones en la deuda corporativa durante el mes”, matiza el documento.

En cambio, el informe destaca que los ETFs smart beta mostraron una “trayectoria prácticamente plana”, y algunos inversores se aventuraron hacia el segmento value, atraídos por los diferenciales de valoración históricamente elevados entre los títulos de crecimiento y los títulos de valor.

A la hora de analizar el comportamiento de los ETFs de renta fija, el informe apunta que, en lo que va de año, recaudaron 4.700 millones de euros, casi el doble del importe acumulado a lo largo del mismo periodo en 2019 (2.800 millones de euros). Dentro de esta tendencia, el mercado de bonos verdes se está beneficiando de la creciente demanda de activos verdes por parte de los inversores. 

“Los responsables políticos de todo el mundo están intensificando su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París. Más allá de los emisores soberanos, la UE cuenta también con una ambiciosa agenda verde en el marco del plan de inversiones del Pacto Verde Europeo y el fondo de recuperación pos-COVID-19 de 750.000 millones de euros, de los cuales en torno al 30% se destinará a proyectos respetuosos con el clima”, apunta el informe.

Pictet AM abre su primera oficina en EE.UU.

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Foto cedida. Elizabeth Dillon

Pictet Asset Management anunció la apertura oficial de su sucursal de Nueva York, Pictet Asset Management (USA) Corp, la primera en EE.UU.

El equipo directivo, liderado por Elizabeth Dillon, estará formado por Mike Acker, responsable de grandes cuentas, Nick Mavro, responsable de clientes institucionales EEUU y Jorge Corro, responsable de US Offshore. 

Dillon regresa a su ciudad natal tras trabajar 19 años para Pictet AM en Ginebra y Londres y recientemente ha sido responsable de instituciones financieras mundiales. 

“Sabiendo que es un momento difícil para los neoyorquinos, quienes han tenido que hacer importantes cambios en sus vidas personales y actividades profesionales, hemos adquirido el compromiso de que nuestro equipo veterano se instale en la capital financiera del mundo, para apoyar a nuestros clientes. Tenemos planes de crecimiento de Pictet AM en EEUU, para lo que seguiremos ampliando el alcance del equipo y explorando nuevas oportunidades”, afirmó Dillon.

Para Laurent Ramsey, socio gestor del Grupo Pictet y codirector de Pictet AM, dijo que la presencia en Nueva York mejorará los servicios que se ofrecen a los clientes, aumentará la visibilidad en esta área geográfica y ofrecerá a Pictet la posibilidad de aprovechar su presencia en EE.UU., uno de los lugares con mejores profesionales del mundo.

En este sentido, Pictet AM ha previsto ampliar equipo de Nueva York y está llevando a cabo una política de contratación activa.

Pictet Asset Management es una sociedad gestora de activos independiente que gestiona 209.000 millones de dólares invertidos en una amplia gama de productos de renta fija, renta variable, inversión alternativa y multiactivos.

La sociedad ofrece servicios de inversión especializada mediante cuentas segregadas y fondos de inversión.  

Pictet AM incluye todas las filiales operativas y divisiones del Grupo Pictet de gestión de activos institucionales y de fondos con 17 centros de negocio en el mundo en Londres, Bruselas, Ginebra, Fráncfort, Ámsterdam, Luxemburgo, Madrid, Milán, París y Zúrich, hasta Hong Kong, Taipéi, Osaka, Tokio, Singapur, Montreal y Nueva York. 

 

Latin Advisors incorpora 9 asesores financieros a su unidad de banca privada internacional

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Wikimedia CommonsZonamerica, Uruguay. ,,

La firma Latin Advisors, situada en Zonamérica, Uruguay, anunció la llegada de nuevos equipos de asesores financieros procedentes de importantes instituciones financieras basadas en Montevideo. Las incorporaciones a la unidad de Banca Privada Internacional son efectivas desde el 2 de octubre.

Se suman a Latin Advisors:

. Guzmán Nebel, quien ha ejercido posiciones de asesoría, desarrollo y liderazgo en ABN AMRO Bank y HSBC Uruguay.  

. Marion Fraenkel, Michelle Acher y Paula Maggioli, quienes conforman un equipo  de amplia experiencia, habiendo desempeñado funciones de asesoramiento en diversas  instituciones financieras tales como Banco Safra, Citicorp y Merrill Lynch.  

. Por otra parte, el equipo de experimentados asesores conformado por Ana  Clara Schenzer, Luciana Valansi, Hernan Padilla, Héctor Sánchez y Ruben  Wolfovich, quienes han transcurrido su carrera profesional en las Bancas Privadas de  Bank Hapoalim, Bank Leumi y Bank Mizrahi Tefahot y, en los últimos 3 años, como  asesores en la firma regional Criteria.  

La semana pasada, Latin Advisors y Latin Securities anunciaron también la contratación de Juan Andrés Pinilla a su segmento de Banca Privada Internacional. Pinilla era director de LarrainVial Securities en Miami.

 

UBP: “Los inversores afrontarán volatilidad a corto plazo por las elecciones en EE.UU., pero deben seguir participando en los mercados”

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Foto cedidaNorman Villamin, CIO de Wealth Management en Union Bancaire Privée (UBP). UBP: “Los inversores afrontarán volatilidad a corto plazo por las elecciones en EE.UU., pero deben seguir participando en los mercados”

La pandemia ha transformado radicalmente las perspectivas de los mercados para un año que se esperaba marcado por el impacto de las elecciones presidenciales estadounidenses. Con los comicios cada vez más cerca, Funds Society habla con Norman Villamin, CIO de Wealth Management en Union Bancaire Privée, sobre las oportunidades de inversión, los riesgos y los escenarios electorales posibles.

Pregunta: ¿Cuáles son los principales riesgos que afrontan los inversores en la actualidad?

Respuesta: La economía mundial se encuentra en una fase temprana de recuperación gracias a la flexibilización de las medidas de confinamiento y el apoyo sin precedentes de los gobiernos en todo el mundo. Con el aumento de casos en Europa, se incrementa la preocupación, pero la experiencia de Estados Unidos en verano ofrece un camino a seguir que puede evitar un confinamiento total y los daños económicos que conllevaría. 

Además, con los bancos centrales empezando a trasladar la coordinación de políticas a sus contrapartes fiscales, los inversores deberían ver un momentum económico positivo a partir del cuarto trimestre, mientras la incertidumbre sobre el Brexit y las elecciones estadounidenses captan su atención. En consecuencia, deberían estar preparados para un nuevo repunte de volatilidad a corto plazo a partir de finales de año, aunque deben seguir participando en los mercados, especialmente centrados en la temática de transformación económica global en un mundo post-confinamiento.

¿La crisis del COVID-19 ha cambiado la percepción de Donald Trump? Hace unos meses, se esperaba que ganara las elecciones, pero ahora las encuestas sugieren que Joe Biden puede haber tomado la delantera.

Es así; las encuestas sugieren que el aspirante demócrata está liderando la carrera por la presidencia. Pero si analizamos los datos de forma más profunda, Trump sufrió dos descensos distintos en los sondeos. El primero vino con el inicio del confinamiento en EE.UU. en marzo, algo comprensible, ya que, históricamente, una recesión económica tiende a condenar una reelección. El segundo fue cuando las medidas se suavizaron y los casos aumentaron, en junio-julio. Curiosamente, con la disminución de los casos en EE.UU. desde julio, los sondeos han vuelto a los niveles de principios de año, lo que quizás sugiere que el momentum económico de las elecciones en noviembre puede ser un factor clave para el resultado.

¿Qué escenarios electorales potenciales deberían contemplar los inversores?

Mientras muchos se preparan para los escenarios de victoria de Biden o Trump, se están pasando por alto uno en el que no se declare ningún vencedor en la noche electoral y uno en el que Joe Biden gane la Casa Blanca, pero los demócratas no logren tomar el control del Senado.

Debido a la pandemia, se espera un gran número de votos por correo. La experiencia de los estados durante las primarias de mitad de año sugiere que el retraso en el conteo es un riesgo significativo. Nueva York tardó más de seis semanas en procesarlos y los “swing states” (que probablemente determinarán el resultado) como Pennsylvania sufrieron un retraso de una semana.

¿Qué activos y sectores se beneficiarían de la victoria de Biden?

Una victoria de Biden puede provocar una rotación sectorial: las grandes empresas tecnológicas podrían verse presionadas por el incremento de los impuestos, mientras que la infraestructura y las tecnologías «verdes» deberían beneficiarse de un mayor gasto fiscal en esos segmentos.

El sector de la energía tradicional puede seguir bajo presión a medida que aumente la normativa ambiental sobre exploración y perforación. Esto puede ejercer presión sobre los inversores en bonos high yield en dólares, donde el sector energético supone un gran segmento del mercado. 

¿Y de la reelección de Trump?

Con una victoria de Trump, puede que las acciones no sufran la misma presión inmediata, ya que los impuestos a las empresas, en el peor de los casos, seguirán siendo los mismos. Sin embargo, igual que en 2018-2019, la perspectiva de una mayor tensión geopolítica con China o incluso de una nueva guerra comercial con Europa pueden generar una volatilidad más profunda. La energía doméstica y la infraestructura energética pueden ser un beneficiario clave a raíz de la promesa de campaña de Trump de continuar con la iniciativa de autosuficiencia de Estados Unidos.

Si finalmente los resultados no están disponibles en la noche electoral, ¿se incrementará la incertidumbre durante un mayor periodo de tiempo?

Las elecciones presidenciales del 2000 permiten vislumbrar lo que podría ocurrir si no se dispone de ningún resultado en la noche de las elecciones. Entonces, la carrera se redujo a un conteo de votos disputado en el estado de Florida. El vencedor se declaró el 12 de diciembre, un mes después de las elecciones. 

Durante ese período, el S&P 500 cayó un 4,4%, los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayeron 60 puntos básicos, mientras que los diferenciales del high yield se ampliaron en 140. El dólar estadounidense se debilitó casi un 4% frente al franco suizo, que es un valor seguro, mientras que el oro subió casi un 4%. La confianza del consumidor estadounidense cayó y no se recuperó durante el año siguiente. Las empresas manufactureras, en cambio, se mostraron cautelosas en diciembre y enero, pero experimentaron una recuperación constante en los meses siguientes.

¿Han afectado las elecciones a la estrategia de inversión de UBP?

Desde el referéndum por el Brexit de 2016, la evaluación de los riesgos geopolíticos en los mercados maduros se ha convertido en una parte más importante del proceso de inversión de UBP. Por ello, el análisis de los riesgos y las oportunidades que generan las elecciones estadounidenses son parte de nuestro enfoque general. 

En lugar de adoptar un enfoque «risk on/risk off» ante sucesos como las elecciones, los inversores deberían mantener un enfoque de gestión activa del riesgo que les permita seguir participando en los mercados y, al mismo tiempo, contener el gran riesgo a la baja al que algunos de esos acontecimientos pueden exponerlos.

Olivier Le Braz, nuevo director de la sucursal en España de Groupama AM

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Foto cedidaOlivier Le Braz, Country Manager de Groupama AM en España.. Groupama AM anuncia la llegada de Olivier Le Braz como director de la sucursal en España

La gestora francesa Groupama Asset Management ha anunciado la llegada de Olivier Le Braz (director en el seno del equipo de Desarrollo de Groupama AM), como Country Manager de la sucursal española.

Le Braz estará al frente de la oficina de la gestora en España, que sufrirá cambios próximamente. En concreto, Iván Díez Sainz, Country Head, saldrá de la entidad para emprender nuevos retos profesionales, y la gestora le sustituirá próximamente con una nueva contratación. Cuando llegue ese nuevo fichaje, la oficina en España estará compuesta por cuatro profesionales (Le Braz al frente como Country Manager, el próximo sustituto de Díez como Country Head, Sergio López de Uralde, responsable de desarrollo de negocio, y Maya Montes-Jovellar, también en desarrollo de negocio).

Le Braz ha ocupado anteriormente los puestos de director para España en Rothschild AM y ventas wholesale para Francia en el año 2011/12 en Oddo AM. Así, tiene un amplio conocimiento del mercado español y de la distribución. Su misión en la entidad será acelerar el desarrollo de la oficina española, según explican desde la entidad.

Groupama AM España, abierta desde 2008, cuenta con más de 3.000 millones de euros en activos bajo gestión, a 30 de septiembre de 2020. Gracias a sus resultados, recibió el premio Morningstar 2020 a Mejor Gestora de Renta Variable en el mercado español.

“A través de esta nueva organización, AM reafirma sus fuertes ambiciones de desarrollo sostenido en Iberia”, subrayan desde la entidad.

Liberbank y Unicaja retoman contactos preliminares para estudiar su fusión

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Pixabay CC0 Public Domain. flor

Los movimientos corporativos siguen activos en la industria financiera española. Los próximos en estudiar su fusión serán Unicaja Banco y Liberbank, según han comunicado a la CNMV en sendos hechos relevantes.

“En relación con determinadas informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación, Unicaja Banco, S.A. comunica que de forma regular analiza potenciales oportunidades de inversión u operaciones corporativas que pudieran resultar de interés para todos sus accionistas. En este sentido, confirma contactos preliminares con Liberbank, S.A., con conocimiento del Consejo de Administración, sin, por el momento, la participación de asesores externos, no habiéndose adoptado al respecto ninguna decisión” por parte del banco, explica en su comunicado al supervisor de los mercados español.

De igual forma, Liberbank comunica también que el Consejo de Administración tiene conocimiento de los contactos preliminares con Unicaja Banco.

Unicaja y Liberbank ya se acercaron a finales de 2018 para estudiar su fisión pero rompieron las negociaciones meses después al no alcanzarse un acuerdo sobre el reparto accionarial. Si se llega a un acuerdo, sería la segunda fusión bancaria de 2020, tras la de CaixaBank y Bankia.

En gestión de activos, la unión de Unicaja y Liberbank supondría aumentar el volumen en fondos hasta los 7.000 millones (al sumar los 5.095 millones que reúne actualmente Unigest -la gesora de Unicaja- y los 2.060 millones de Liberbank Gestión, según datos de Inverco correspondientes al cierre de septiembre). La operación situaría a la nueva gestora naciente en el top 10, en novena posición, justo por detrás de Bankinter Gestión de Activos y por delante de Mutuactivos.

Sin embargo, el contacto acaba de empezar y no hay ninguna aún decisión sobre la mesa.