El número 23 y correspondiente a septiembre de 2021 de la revista de Funds Society España ya está en la calle y los suscriptores españoles ya lo están recibiendo estos días.
Para abrir boca, les hacemos un adelanto en un vídeo, de la mano de algunos de los colaboradores que han escrito tribunas de opinión, y también expertos de la industria de gestión de activos y asesoramiento que nos han dado su visión en algunos de los artículos. En el vídeo, explican algunas de las claves del contenido en el que han participado.
Entre los protagonistas, Inés del Molino, directora de cuentas de Schroders, habla de los cinco motivos que se esconden tras el alza de las materias primas.
De la revolución de las fintech, y del nuevo universo que se está creando en España, hablan Santiago Molina, anterior Head of Platform en Finnovating y actualmente Product Owner en Alter 5, Mariona Pericas, asociada principal de finReg360, y Miguel Jaureguízar, director de Desarrollo Digital de Renta 4 Banco.
Paula De Biase, socia responsable de Regulación Financiera en Baker McKenzie Madrid, habla de las posibilidades de los fondos, y de los inversores, para invertir en criptoactivos, según marca la nueva regulación en España.
También sobre normativa, sobre el tsunami regulatorio sostenibe, nos hablan María Molina Martín, directora del área de Finanzas Sostenibles y Compliance Financiero de Gabeiras & Asociados e Inés García-Pintos Balbás, Of Counsel de Gabeiras & Asociados.
Abrie Pretorius, co Portfolio Manager del Global Quality Equity Income Fund, de Ninety One, nos cuenta las claves del fondo Ninety One GSF Global Quality Equity Income, que analizamos en nuestra sección de Fondos de Armario.
Por su parte, Aurelio García del Barrio, director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB, nos habla de perspectivas y retos para la economía española tras el COVID-19.
Además, Mariam Pérez-Camino, directora de Comunicación y Engagement del grupo BNP Paribas en España, comenta los proyectos solidarios del grupo para dejar huella en los países en los que está presente. En España, en colaboración con la asociación Joven Norte, destaca la inciaitiva de teatro Entre Bambalinas.
Sonsoles Santamaría, directora general de negocio de Tressis y de su Comisión de Sostenibilidad, Javier Galluza, director de Producto y miembro del Comité de Inversión de DiverInvest, y Ana González, gestora de carteras de fondos de terceros en Welzia Management, nos hablan de cómo será el mundo post pandemia.
Trece meses después de su máximo en 10 años, el oro pierde alrededor de 15%; la plata, 23%, y descienden con trazos largos y respiros cortos, esporádicos. Se diría “normal”, luego de que subieran 63% y 105% desde mayo de 2019, si no fuera porque la baja se asemeja a la sufrida a partir de agosto de 2011, luego de llegar a su entonces cima histórica. ¿Se repetirá el desplome?
¿Mala racha o fin del ciclo positivo?
Oro y plata alcanzaron $1.900 y $48,5, en 2011, cuando la FED mantenía la tasa en 0,00%, e inyectaba liquidez, consecuencia de la crisis de 2008. La inflación era de 3,9%. El índice del dólar, DXY, bajó a 72,60. Conforme los estímulos se cortaban y los precios al consumidor se moderaban, los metales perdían brillo.
Entre 2015 y 2016, la FED subió la tasa a 0,25%, con la inflación oscilando en 0,0%.Oro y plata bajaron a $1.140–$1.050 y $15,30–$13,8. Hacia 2019, la FED había elevados las tasas en forma escalonada a 2,25%. La inflación tuvo picos de 2,90%. El oro tuvo sesgo alcista, entre $1.128 y $1.423. La plata se movió entre $14,00 y $18,6.
Los metales volvían a brillar según la FED volvía a su política “dovish”, en julio de 2019, recortando la tasa a 1,5%. El oro repuntó a $1.550, la plata, a $19,60. El dólar, que había llegado a 103,8, hizo vaivenes entre 95 y 99.
A la irrupción de la pandemia, la FED volvió al costo de 0,0%, implantó la compra de bonos y el gobierno repartió dinero. La inflación bajó a 0,1%, luego rebotó a 1,4%. El oro subió a $2.075 (nuevo máximo inter-sesión) y la plata a $30. DXY cayó a 89,20 desde 103.
Este año, con la inflación en 5,4%, lo más alto en 13 años, la FED insinúa el principio del fin de los estímulos. Los metales rompen soportes.Hacia 2015, al acabar la expansión monetaria (aunque no solo por eso), oro y plata se habían desplomado 45% y 72%, respectivamente. Hoy, cuando apenas se plantea la reducción de estímulos, los metales no parecen tan preciosos. Si el patrón se repite, perderían más lustre una vez comience la disminución del ritmo de compra de bonos, el “tapering”. ¿Habrá algo que los sostenga?
El impulso (menguante) de los ETFs
En 2015, la inversión en oro de ETFs (GDL, IAU, GLDM…) era de 54,05M de onzas; la de plata (SLV, SIVR, AGQ…), de 524M. Al inicio de la política “hawkish”, la de oro cayó 9% desde su máximo, a 46,25M de onzas; la de plata, 14,4%, a 476,09M.
En septiembre de 2021, la inversión en oro (histograma amarillo), 99,825M de onzas, perdía 8,4% desde su cima de agosto del año pasado y 6% en este año. La de plata (histograma gris), 913M, ganaba 3,9% y 2,1%.
La industria consideraba que la reapertura de las economías impulsaría los precios, que el repunte de compras de oro en Asia (India, China, Singapur…), la demanda de plata para paneles solares y automóviles eléctricos, dinamizaría el mercado.
A fines de enero, sí, la plata subía a $29, por el llamado vía Reddit a exprimir el metal –silver squeeze–. La tenencia de ETFs subía 15%, a 1,02 MM de onzas, respecto al cierre de año. Pero… la inversión decreció entre febrero y mayo, a 920M de onzas, un 9%, ajustando el incremento en el año a 3,5%. Los ETFs fueron indiferentes a los vaivenes del precio (línea negra): la inversión decreció tanto en lapsos de rebote (enero-febrero y marzo-mayo), como en el de caída (febrero-marzo).
La variación de la tenencia de oro (histograma amarillo) fue positiva en enero, a 107,75M de onzas. Se tornó negativa en febrero, luego de la pausa del precio (línea dorada), en $1.860, de la caída comenzada desde $1.940. La tendencia bajista de la inversión continuó aun cuando el precio se impulsaba desde el mínimo de $1.670, en marzo. El nivel más bajo fue en abril, 99,35M de onzas, -7,03% en el año. Mejoró en mayo, cuando el precio aceleró de $1.760 a $1.900. Y ahí tuvo, como la de plata, mes y medio de estabilidad. Desde ese mes, a diferencia de la de plata, la tenencia disminuye a ritmo lento, con altibajos marginales.
Podríamos decir que tanto el entusiasmo más alto que mostraron los inversionistas por los metales, como su desencanto mayor, se dio en el primer semestre. La “indiferencia” en la segunda mitad del año parece indicar que están como a la espera, dando oportunidades a la recuperación, o aguardando señales definitorias. ¿De la FED?
¿Qué nos anticipan los Futuros?
El interés abierto, que con el volumen otorga fuerza al precio, desciende desde hace un año pese a rebotes promisorios. A marzo de 2020, el CME perdió en dos meses 40% de la cantidad negociada de oro (línea dorada) y 55% de plata (línea gris). Las recuperaciones han sido cada vez más débiles y las subsecuentes recaídas han ido más allá del fondo previo.
El interés abierto del oro parece estabilizarse en torno a 500 mil contratos, 65% del prevaleciente en enero de 2020. En cuanto a la plata, las dos elevaciones notorias restituyeron el 85% de lo que era, de modo breve. El pasado julio rompió por abajo del piso de 60% que había mantenido desde octubre-diciembre, se adelantó y previno de la precipitación del precio, y parece otra vez hacer fondo sobre los 140 mil contratos. ¿Seguirá cayendo?
Posiciones Especulativas Netas en CME
Los contratos largos netos (largos menos cortos) revelan el grado en que el mercado está orientado al alza. O a la baja. Parece que los especuladores de plata pasan rápido del optimismo al pesimismo y que la creencia de los que negocian oro es menos dubitativa.
Los largos netos de plata (histograma gris) emulan una montaña rusa. Entre 2018 y 2019 se invirtieron a “posiciones cortas netas”: los cortos superaban a los largos por 20 mil contratos. En enero y febrero de 2020 se mantuvieron entre 62 mil y 78 mil contratos. En agosto de 2020, aun con largos netos por debajo de 30 mil, el oro (línea negra), saltó a $29; de ahí escalaron hasta 57,3 mil y desde entonces suben o bajan según el precio. En agosto se redujeron al piso de 24 meses y en septiembre rebotaron para recolocarse por encima del mínimo de 12 meses.
Los largos netos de oro (histograma amarillo) van más alineados al vaivén del precio (línea dorada). Es decir que su trayectoria de largo plazo es bajista. En enero de 2020 llegaron a ser de 353.6 mil. En la semana del máximo histórico del precio rondaban los 224 mil contratos. La mayor cifra en tiempos de la pandemia fue de 280 mil. En diciembre perdieron el techo de 250 mil y desde febrero bajaron de nivel, con tope en 216 mil y pisos de 162 mil contratos.
Un vistazo técnico
Desde que cae de su máximo, el oro sigue un comportamiento típico técnico: se podría trazar una línea para delimitar la resistencia a lo largo de la trayectoria. Esa línea correspondió primero al promedio móvil de 20 días, luego al de 50 y finalmente al de 200; un promedio móvil más largo sustituía al anterior.
La primera etapa de la baja terminó en el doble fondo de marzo y abril, en $1.680. El rebote se validó al traspasar el promedio móvil medio, alcanzó para pasar en mayo por encima de la resistencia de $1.800 y se extendió en exceso hasta $1.900. El indicador RSI acusó de sobrecompra; al liberarla, el oro perdió el promedio de 20 días y cayó en vertical a $1.760. De ahí rebotó en diagonal hasta tocar dos veces el techo, el promedio móvil largo. Al segundo toque perdió de nuevo la media de 20 días, que recuperaría con el rebote en “V” de agosto, y lo traspasaría para chocar de nuevo con la barrera dura.
Con la recaída del 16 de septiembre, la posibilidad de que la tendencia bajista terminase para encauzar un alza sostenida, parecía aminorar. Los indicadores RSI y MACD, que sugerían perfil alcista, también se debilitaron en sus zonas media y de cero, respectivamente, para apuntar a la baja. Una nueva caída a $1.700, si se produce, lo reincorporaría a la tendencia de baja de largo plazo, realineándose a la plata.
La plata bajó en forma escalonada, en canal descendente ancho, a partir de junio, por el tanteo de que la FED comenzaría a cortar estímulos. En cada reacción falló al tocar el promedio móvil de 20 días y recayó gradualmente más abajo. En la primera rompió la media de 200 días. El segundo fallo propició el “cruce de la muerte”, meses después de que se produjera para el oro. La tercera, que parecía subir a la media de 50 días, se frustró trayendo el precio al mínimo desde diciembre, su último sostén. Los indicadores, que mostraban fuerza alcista, proyectaban ya un sesgo negativo. El canal sugería que la caída pudiera prolongarse más allá de $22.
Conclusiones
Los metales preciosos se han condicionado a las vicisitudes relativas a la política monetaria. No a las decisiones, sino al debate sobre lo que puede decidirse. Los elementos inherentes a su uso, producción y demanda, han pasado a plano secundario. El repunte inflacionario, favorable en la teoría, es ahora contraproducente, pues motivaría que la FED disminuyera los estímulos.
Algunos miembros de la junta de la reserva federal argumentan por comenzar a disminuirlos. Otros, entre ellos en presidente Powell, optan por la cautela y otros reclaman claridad y explicaciones.
Es posible que en la reunión de esta semana se den al fin no señales sino concreciones, en uno u otro sentido. Oro y plata, entonces, podrían definir el suyo.
El Banco de México reportó que durante el mes de julio entraron al país 4.540 millones de dólares por concepto de remesas familiares, que equivalen a un crecimiento de 28,6% a tasa anual, alcanzando un máximo histórico.
Este aumento se explica por un incremento de 13% en el número de operaciones para el envío de estos recursos, las cuales llegaron a 11,6 millones, y un crecimiento de 13,7% en la remesa promedio, para ubicarse en 390 dólares, dice el análisis del BBVA.
Las remesas superaron el anterior récord logrado en el pasado mes de mayo, cuando ingresaron 4.526 millones de dólares. En los últimos tres meses: mayo, junio y julio, se han registrado los tres mayores montos mensuales por ingresos de remesas a México.
De esta manera, de enero a julio de 2021, ingresaron a México 28.187 millones de dólares por concepto de remesas, lo que representó un crecimiento de 23.5% en comparación al mismo periodo de 2020. Sin embargo, debido a la apreciación del peso mexicano frente al dólar de este año, en términos reales las remesas aumentaron solo en 8.1% en este periodo.
El fuerte crecimiento de las remesas a México y a muchos países de América Latina y el Caribe observado desde mediados de 2020 se explica por la rápida recuperación económica en Estados Unidos, la cual ha captado importantes flujos de mano de obra migrante de la región, tanto documentada como no documentada.
En julio de 2021, la tasa de desempleo en Estados Unidos se ubicó en 5.4%, su menor nivel desde el inicio de la crisis por el COVID-19, pero aun superior a los niveles prepandemia.
La población empleada de origen hispana o latina ha tenido un crecimiento más rápido que el promedio nacional. En el mes de julio de 2021 la población hispana o latina empleada en Estados Unidos creció en 10.6% a tasa anual, en comparación al mismo mes de 2020, mientras que el total de personas empleadas en ese país aumentó en este mismo periodo en 6.2%.
Por otro lado, el ingreso de las remesas al país contribuye a reducir la pobreza en México, dice el análisis de BBVA.
Para tener una estimación de la importancia de los flujos de remesas en la reducción de la pobreza de los hogares en México, se estimó un escenario hipotético usando la metodología oficial del Coneval para calcular la pobreza multidimensional, omitiendo los montos registrados con la clave P041 correspondiente a “Ingresos provenientes de otros países” de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares.
Es decir, se construyó un escenario para estimar la pobreza en México sin considerar las remesas internacionales, los cuales forman parte de los ingresos corrientes monetarios que reciben los hogares.
“En los resultados de las estimaciones realizadas se encontró que, si no se consideran los flujos de remesas, el volumen de la población en México en situación de pobreza aumentaría en 836 mil personas, y aquellas en situación de pobreza extrema se incrementaría en 351 mil personas”, asegura el informe.
A medida que se vaya apagando el efecto que el tercer retiro parcial de fondos previsionales en Perú, la curva de rendimiento podría ver un rally, lo que dejaría algunos papeles como un punto atractivo de entrada. Ese es el pronóstico de BBVA Corporate & Investment Banking en un informe reciente sobre el mercado de renta fija del país andino.
“A medida que avanzamos más allá del tercer retiro de fondos de pensión, podríamos ver una corrección temporal en la curva, después del marcado mal desempeño que ha tenido en las últimas semanas y meses”, indicó la firma en un informe firmado por su estratega de tasas latinoamericanas, Mario Castro.
Para el banco de inversiones, a medida que se mitigue el efecto del retiro, podría aumentar la demanda de papeles soberanos locales en las próximas semanas y meses.
Como la tercera ventana de rescates fue aprobada en mayo de este año y la mayoría de las solicitudes se registraron en junio, eso implicó fuertes presiones de retiros hasta agosto, porque los pagos se dividieron en tres giros mensuales, señalaron.
En el futuro cercano, en cambio, “las obligaciones de retiro son más pequeñas, abriendo una ventana de oportunidad para que los portafolios de los fondos de pensión se normalicen”, señaló el estratega de BBVA, lo que aumentaría la demanda de bonos soberanos.
En esa línea, Castro destaca que las carteras previsionales están “fuertemente subponderadas” en la clase de activos, con alrededor del 15% del AUM. En contraste, esa proporción se ubicaba en 22,4% en promedio entre 2016 y 2019.
Punto de entrada
Ante este panorama, en el banco de inversiones de capitales españoles ven el papel a 2028 como una apuesta atractiva.
“Recomendamos entrar en una posición táctica larga en los soberanos a 2028 en 5,90%”, indica el informe de Castro, destacando como target para la inversión el rendimiento de 5,50% y como punto de stop loss el 6,10%.
¿Por qué ese plazo? “Creemos que el aplanamiento de la curva reciente ha sido muy extremo y se podría revertir en el corto plazo”, señalaron.
Eso sí, eso no significa que el panorama esté exento de riesgos. Aunque los posicionamientos de las AFP podrían jugar un rol en la corrección que esperan para la curva de soberanos, otros factores podrían influir, ya sea apoyando el rally o revirtiendo la tendencia.
“En particular, el mercado todavía está esperando que el gobierno confirme a Julio Velarde como el gobernador del BCRP (Banco Central de la República del Perú). Una salida repentina de Velarde podría agregar más incertidumbre y gatillar una nueva ola de debilidad en los activos locales”, indicó Castro.
El Comité de Coordinación e Incorporaciones de BME Growth ha remitido al Consejo de Administración un informe de evaluación favorable sobre el cumplimiento de los requisitos de incorporación de Silicius Real Estate Socimi una vez estudiada toda la documentación presentada.
Se incorporará al mercado este jueves, 23 de septiembre.
Silicius Real Estate será la duodécima compañía en incorporarse a este mercado de BME en lo que va de año.
El Consejo de Administración de la sociedad ha fijado un valor de referencia para cada una de sus acciones de 15,40 euros, lo que supone un valor total de la compañía de 556,13 millones de euros.
El código de negociación de la compañía será “YSIL”. El asesor registrado de la empresa es Renta 4 Corporate, mientras que Renta 4 Banco actuará como proveedor de liquidez.
Silicius Real Estate posee una cartera de 45 activos inmobiliarios, 42 de ellos repartidos geográficamente en España y tres localizados en Europa. La política de inversión de la sociedad está enfocada en invertir de forma diversificada en activos de oficinas, logísticos, residenciales, hoteles, parques y centros comerciales que se encuentren ubicados en zonas prime de las principales ciudades de España.
Pixabay CC0 Public DomainMika Baumeister. Mika Baumeister
Viendo cómo las lluvias y vientos monzónicos azotaban el camping donde estuvimos durante nuestras vacaciones de verano, inundando tiendas y campos, resulta difícil negar que el cambio climático ya está aquí. En parte, el cambio climático implica unas lluvias más intensas, pero también unas sequías más fuertes, y ambos fenómenos se han observado en todo el mundo en los últimos meses.
Este año, el número de eventos climáticos extremos ha sido excepcional con respecto a cualquier parámetro, desde la ola de calor sin precedentes en Canadá, cuando las temperaturas alcanzaron un récord de 49,6 grados centígrados (1), a las desastrosas inundaciones de Renania en Europa (2) y de la provincia de Henan en China (3), a los devastadores incendios forestales que arrasaron desde Siberia (4) hasta California (5), pasando por Turquía (6) y Grecia (7). Las imágenes en los medios de comunicación de puentes, carreteras y viviendas destrozados muestran las consecuencias físicas del cambio climático.
El aumento de temperatura ya asciende a en torno a 1,1 oC, pero es de prever que suba mucho más. El gráfico 1 muestra claramente hasta qué punto el sistema climático de la Tierra se ha calentado desde la era preindustrial. Es difícil no estar de acuerdo con el tuit de Greta Thunberg: “Nos encontramos solo al principio de una emergencia climática y ecológica, y los eventos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes” (8).
Las consecuencias de este número cada vez mayor de eventos extremos (gráfico 2) también se están observando en los mercados financieros. Por ejemplo, los precios del café han escalado a unos niveles que no se habían registrado desde 2014 (9) después de que las peores heladas en Brasil en dos décadas, junto con sequías, afectaran las cosechas.
Las olas de calor y las sequías de este verano en ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y Canadá también habrán afectado seguramente los rendimientos de los cultivos, y las inundaciones en la principal región productora de carne de cerdo de China han aumentado el riesgo de enfermedades de los animales. Mientras tanto, la helada en Texas a principios de este año tuvo un coste de millones para algunas compañías eléctricas (10).
Ahora sabemos que hacen falta unas reducciones inmediatas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para limitar el calentamiento a menos de dos grados, y parece que finalmente el mundo está empezando a darse cuenta de esta emergencia climática.
En mayo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó un informe donde detallaba los pasos para una transición hacia un sistema energético con emisiones netas cero para 2050 (11). Esto significa que debe haber una compensación entre las emisiones generadas y las emisiones eliminadas de la atmósfera terrestre.
La principal conclusión de la AIE es que esta transición requiere una transformación sin precedentes de cómo se produce y consume energía en todo el mundo. Esto, a su vez, exige el despliegue inmediato y masivo de todas las tecnologías de energías limpias y eficientes disponibles, así como un esfuerzo coordinado a escala mundial para acelerar la innovación en nuevas tecnologías, tales como baterías avanzadas, hidrógeno verde y la captura y almacenamiento de carbono.
Otra conclusión contundente es que no hace falta desarrollar nuevos proyectos de petróleo y gas para satisfacer nuestras necesidades futuras de energía y, de hecho, no debería haber nuevas inversiones en combustibles fósiles a partir de este año si queremos alcanzar el objetivo de emisiones netas cero. Por lo tanto, no es de extrañar que la presión relativa al cambio climático sobre las compañías de petróleo y gas esté aumentando, no solo por parte de los organismos reguladores, sino también de los inversores y consumidores. De hecho, hubo algunos hitos clave de algunos inversores que coincidieron con la publicación de este informe de la AIE:
En los Países Bajos, un tribunal ordenó a Shell que ampliara sus recortes de emisiones de carbono en al menos un 45% antes de 2030 (frente al 20% actual) con respecto a los niveles de 2019 (12).
En Estados Unidos, es notorio que la petrolera Exxon ha ido a la zaga de sus homólogas europeas en el plan de descarbonización. Sin embargo, en una jugada inesperada, dos candidatos con experiencia climática del inversor activista Engine No. 1, que solo tiene una participación del 0,02%, fueron elegidos como miembros del consejo de administración de Exxon, con el respaldo público de otros grandes inversores (13). En Chevron, mientras tanto, los inversores aprobaron una resolución a favor de reducir las emisiones de alcance 3, es decir, las generadas por los consumidores de los productos de Chevron (14).
El mensaje está claro: si los sectores automovilístico y de energía logran poner en marcha unos planes de transición “verde”, no hay motivo por el que las compañías de petróleo y gas no puedan hacer lo mismo, y la presión de inversores y gobiernos sobre estas empresas está empezando a intensificarse en Europa y en Estados Unidos.
Aunque los objetivos de emisiones netas cero han ascendido considerablemente en los 18 últimos meses, y ahora ya hay compromisos de gobiernos que cubren el 70% del PIB mundial (15), de momento muy poco de ello se ha reflejado en unos planes viables.
De hecho, menos de una cuarta parte de estos compromisos de emisiones netas cero se ha traducido en legislación o políticas efectivas. No obstante, un buen paso en adelante es que Europa ha empezado a convertir en hechos sus objetivos de emisiones netas cero desvelando su tan esperado plan “Objetivo 55” (16). Este plan, en caso de que se apruebe, pretende alinear las distintas políticas climáticas de Europa con su objetivo de reducir las emisiones de carbono en un 55% de aquí a 2030, lo que, a su vez, implica endurecer y ampliar el alcance de las políticas climáticas existentes.
Uno de los mayores cambios es la expansión del régimen de comercio de derechos de emisión de carbono (RCDE) de la UE. La política climática de los 10 últimos años se ha centrado principalmente en descarbonizar el sector energético, mientras que otros sectores han resultado poco afectados. Sin embargo, este plan pretende cambiar esta situación, ya que Europa ampliará el RCDE a todos los sectores emisores de carbono, incluidos el transporte y los edificios.
Europa se compromete a que los precios del carbono reflejen mejor el coste de descarbonización de sus economías, con el objetivo de que, a medida que el precio del carbono aumente, las empresas integren mejor los factores climáticos en sus decisiones de inversión. El plan también introduce un nuevo impuesto fronterizo sobre las emisiones de carbono, más apoyo para los combustibles sostenibles, unas mayores perspectivas de crecimiento para las energías renovables, un impulso a la aceleración de los vehículos eléctricos y una mayor eficiencia energética en la renovación de edificios. También contempla la introducción de una fiscalidad más estricta sobre los combustibles fósiles.
Creemos que no estamos más que al principio de esta megatendencia de la descarbonización. La voluntad política de endurecer los objetivos de emisiones no hará más que aumentar de aquí en adelante a medida que se acelera el cambio climático.
La estrategia Threadneedle Sustainable Outcomes Global Equity está bien posicionada para beneficiarse de estos cambios. Invertimos en destacadas compañías de energías renovables que se beneficiarán no solamente de la aceleración prevista en la inversión en renovables durante la próxima década, sino también de la mayor demanda de electricidad a medida que electrificamos nuestras economías.
También invertimos en compañías que ofrecen soluciones “verdes” en los sectores de la movilidad, edificios, industria y agricultura. Creemos que, gracias a nuestro enfoque en unos resultados sostenibles positivos, esta estrategia podrá ofrecer unas sólidas rentabilidades a los inversores en la próxima década, ya que estaremos bien posicionados en lo que respecta a las tendencias de la demanda de los consumidores y la normativa de los gobiernos en materia medioambiental.
Tribuna de Pauline Grange, gestora de carteras de renta variable global, y Jess Williams, analista de carteras de inversión responsable en Columbia Threadneedle Investments.
Notas a pie de página:
https://www.bbc.co.uk/news/world-us-canada-57654133, 30 de junio de 2021.
https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-57850504, 15 de julio de 2021.
https://www.theguardian.com/weather/video/2021/jul/22/ henan-floods-aerial-images-show-flood-devastation-in-chineseprovince-video, 22 de julio de 2021.
https://www.theguardian.com/world/2021/aug/09/smokesiberia-wildfires-reaches-north-pole-historic-first, 9 de agosto de 2021.
https://www.theguardian.com/us-news/2021/aug/17/ california-wildfires-dixie-fire-damage-crews, 17 de agosto de 2021.
https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-58057081, 2 de agosto de 2021.
https://www.bbc.co.uk/news/world-europe-58141336, 9 de agosto de 2021.
https://twitter.com/GretaThunberg/ status/1415600846356819971?s=20, 15 de julio de 2021.
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Durante los últimos años, el continente asiático ha ido experimentando un gran crecimiento, convirtiéndose en una región líder. Por ello, con el ánimo de explicar dicha pluralidad y una de las regiones más prósperas del mundo, BrightGate Capital ha organizado un webinar series,‘Asia, desde Asia’.
Los seminarios serán puramente educativos y se desarrollarán durante cuatro semanas consecutivas, en los días 19 y 26 de octubre y, 2 y 10 de noviembre (a las 11.00h CET).
A lo largo de los teach-ins, se discutirán los retos particulares de China, India, Japón y Asia en su totalidad, así como las oportunidades de inversión, y las cuestiones relacionadas con las estructuras socioeconómicas, políticas y culturales que puedan permitir al oyente entender las mecánicas que realmente gobiernan estas economías. Para ello, se contará con la participación de tres de las gestoras especialistas y ubicadas en el continente asiático: Eastspring Investments, White Oak y Alpha Japan, de BrightGate Capital.
Para inscribirse puede hacerlo a través del programa completo o en su defecto, a los seminarios que más hayan suscitado su interés. Pueden encontrar los datos de registro, a continuación:
Seminario impartido por Ken Wong, gestor de cartera de clientes en Eastspring Investments Icon.
Es especialista en renta variable de China y se encarga de articular las estrategias, los procesos, el posicionamiento y las rentabilidades de la renta variable de China para los clientes y posibles clientes a nivel mundial.
Ken aparece con frecuencia en la CNBC y en Bloomberg como invitado para hablar de las perspectivas del mercado chino.
Impartido por Prashant Khemka, fundador y director general de White Oak Group Icon.
Khemka es el fundador de White Oak Group y cogestor del fondo Ashoka India Opportunities. Cuenta con más de dos décadas de experiencia en el sector de la gestión de inversiones, habiendo comenzado su carrera profesional en 1998 en State Street Global Advisors en Boston.
Anteriormente, Khemka fue director de información y gestor principal de los fondos GS India Equity y Global Emerging Markets Equity en Goldman Sachs AM. En Goldman Sachs, gestionó personalmente 5.000 millones de dólares en activos de los 6.500 millones gestionados por el equipo bajo su dirección.
Impartido por Peng Tang, presidente y director general de Alpha Japan.
Tang cuenta con 20 años de experiencia en el sector financiero. Antes de incorporarse a Alpha Japan, estableció una estrecha y larga colaboración con la empresa como director general de A J Asset Management Ltd en Londres.
Antes de entrar en el sector de la gestión de activos y alternativas, trabajó en toda Europa en el ámbito de la negociación por cuenta propia, ocupando el cargo de jefe global de Arbitraje Estadístico y de Índices en Commerzbank Securities.
La última conferencia, presentada por Sarah Lien, gestora de cartera de clientes en Eastspring Investments Icon.
Lien es miembro integrado de los equipos de Estrategias Cuantitativas y Renta Variable e Inmobiliaria. Representa a sus respectivos equipos de inversión en la comunicación de la filosofía de inversión, el posicionamiento de la cartera, el rendimiento, las actualizaciones del mercado financiero y las perspectivas de inversión de los equipos.
Antes de unirse a Eastspring Investments, Sarah fue analista de investigación senior en Russell Investments y analista en Fisher Francis Trees & Watts (FFTW), parte de BNP Paribas Investment Partners.
La tan necesaria transición energética lleva tiempo en boca de todo el mundo, pero ¿hasta qué punto tiene sentido hablar de ella si no se actúa con suficiente rapidez o contundencia? Gobiernos de todo el mundo se han comprometido a la lucha contra el cambio climático fijándose objetivos de neutralidad de carbono, pero cabe afirmar que estos esfuerzos han carecido de consistencia, colaboración y coherencia.
Con las fechas límite de reducción de emisiones ya a la vista, están surgiendo señales de una transformación a largo plazo en el modo en que producimos, suministramos y consumimos energía. No obstante, múltiples personalidades y organismos reconocen que con esto no basta. Si ha llegado verdaderamente la era de la transformación energética, ¿cuál es el mejor modo de acceder a estas oportunidades como inversores?
¿Reconstruyendo de forma más verde?
En plena pandemia, gran parte del respaldo fiscal sin precedentes aportado por los gobiernos para estimular el crecimiento económico estuvo delimitado por iniciativas verdes para asegurar que los países se reconstruían de mejor forma. No obstante, un estudio reciente de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) sugiere que solamente un 2% de este gasto se ha destinado a medidas de energía limpia1.
Sobre todo, la AIE advierte de que, bajo los actuales planes gubernamentales de gasto de recuperación, las emisiones globales de carbono alcanzarán niveles récord en 2023 y continuarán subiendo. En opinión de sus expertos, el mundo se halla «lejos de la senda hacia la neutralidad de carbono de cara a 2050»2.
Aunque el tiempo apremia, todavía no es demasiado tarde para implementar los cambios necesarios, y la expectativa es que la próxima cumbre COP26 será crucial a la hora de elevar las ambiciones de todos los agentes para intensificar las medidas climáticas, crear resiliencia y reducir las emisiones. Alok Sharma, presidente del COP26, afirma: «No debemos perder de vista los enormes retos que plantea el cambio climático… estamos trabajando con nuestros socios internacionales en una ambiciosa hoja de ruta de acción climática global… y el COP26 puede ser un momento en que el mundo se una bajo una recuperación limpia y sostenible».3
Creciente frecuencia de eventos climáticos extremos
Por si los políticos necesitaban un nuevo catalizador para ampliar sus compromisos climáticos, este verano ha sido escenario de un gran número de acontecimientos meteorológicos extremos en todo el mundo. Una ola de calor sin precedentes afectó a América del Norte, y las inundaciones en China, la India, Alemania, Austria y Bélgica han causado numerosas víctimas mortales y miles de millones de dólares en daños. Ni siquiera los climatólogos daban crédito a sus ojos ante la gravedad y frecuencia de estos eventos. Chris Rapley, profesor de ciencias climáticas en el University College de Londres, advierte de que «se está produciendo un cambio dramático en la frecuencia con la que se producen acontecimientos climáticos extremos».4
Un resultado positivo de estos trágicos eventos es que los políticos han pasado a reconocer públicamente la necesidad de hacer más para abordar el impacto del cambio climático y frenar su avance. La canciller alemana Angela Merkel ha instado a «intensificar la lucha contra el cambio climático»5, mientras que el presidente estadounidense Joe Biden reconoció que el «cambio climático está propiciando una peligrosa confluencia de calor extremo y sequías prolongadas», añadiendo que «ahora tenemos que actuar con rapidez: se nos acaba el tiempo».6
El último informe sobre calentamiento global del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU también confirma inequívocamente la realidad del cambio climático, advirtiendo de que este siglo se superará el nivel de calentamiento de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales a no ser que se produzcan reducciones profundas de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)7. Esto llevó al Secretario General de la ONU, António Guterres, a describir este escenario como «un código rojo para la humanidad»8.
Hoja de ruta de la AIE hacia la neutralidad de carbono
El reconocimiento por parte de grandes figuras públicas de la importancia y la urgencia del reto climático y su compromiso con la intensificación de medidas es un gran paso adelante, pero el compromiso de la AIE no lo ha sido menos. Este poderoso ente energético ha estado vinculado con el fomento de los combustibles fósiles en el pasado, pero en mayo de 2021 deleitó a los defensores de la lucha contra el cambio climático con la publicación de su hoja de ruta hacia las cero emisiones de cara a 2050.
Este informe representa el primer estudio exhaustivo a nivel mundial de cómo puede lograrse la transición energética, ayuda a priorizar las medidas necesarias y define hitos para guiar el camino hacia la neutralidad de carbono. La declaración de la AIE de que «no debería invertirse en nuevos proyectos de suministro de combustibles fósiles»9 tuvo un impacto particularmente fuerte, al respaldar la financiación del ulterior desarrollo de fuentes renovables.
Invertir en la transición energética
Según la AIE, la inversión total anual en energía necesita alcanzar los 5 billones de dólares de cara a 2030, lo cual añadiría un 0,4% adicional al año al crecimiento del PIB mundial10. Un gasto de tal envergadura subraya la perspectiva de que la transición energética ofrece una oportunidad excitante a los inversores. Además de representar un tema de fuerte crecimiento secular, también es atractiva para los que consideran importante lograr resultados sostenibles.
La oportunidad que ofrece la transición energética no se limita a la energía limpia. Después de todo, nadie espera que el uso de combustibles fósiles vaya a cesar de inmediato, y las fuentes convencionales siguen siendo una parte esencial del mix energético. De lo que se trata es de reducir la dependencia del mundo en los combustibles fósiles y adoptar progresivamente más fuentes de energía sostenibles y renovables.
Las oportunidades abarcarán innovaciones en redes inteligentes, transporte alternativo, vehículos eléctricos, eficiencia energética industrial, edificios verdes, iluminación LED, pilas de combustible de hidrógeno, energía eólica y fotovoltaica y numerosas áreas de suministro público. En este contexto, la transición energética debería verse como una oportunidad temática muy amplia.
Contribuir a un futuro más verde
Nos hallamos en plena búsqueda de soluciones más verdes para dotar de energía al planeta, y esta podría ser una de las mayores oportunidades de inversión de nuestra época. La comunidad inversora se halla ante una oportunidad increíble para respaldar a empresas que se esfuerzan por descarbonizarse y acelerar la tan necesaria transición energética. Además de los operadores ya establecidos y conocidos, habrá empresas pequeñas, ágiles e innovadoras tratando de forjarse un nombre en este mercado en plena evolución, y cualquiera de ellas podría convertirse en una superestrella del mañana.
En BNP Paribas Asset Management reconocemos la importancia de ser capaces de distinguir entre modas pasajeras y tendencias transformadoras y duraderas. Nos concentramos en investigar e identificar el futuro de la energía, de las fuentes renovables y de su impacto no solo en el sector energético, sino en un amplio abanico de áreas como el transporte y la vivienda. Creemos que esto requiere un conjunto diferente de preguntas. Al fin y al cabo, uno no puede tomar decisiones de inversiones bien fundadas si no adopta un enfoque sopesado, de miras amplias y sin sesgo alguno a la hora de evaluar el impacto y las oportunidades.
Tribuna de Ulrik Fugmann, gestor del BNP Paribas Energy Transition
Financial Mind organiza un curso para tratar en detalle la reforma en curso de la Ley del Mercado de Valores y de los reales decretos de desarrollo, durante los próximos 21, 24 y 28 de septiembre de 2021.
El curso lo impartirán técnicos de la CNMV y cuenta también con la participación de expertos de finReg. En concreto en el curso se tratarán, entre otros, los siguientes asuntos del máximo interés.
En primer lugar, los objetivos que persigue el Anteproyecto de Ley y sus tres Reales Decretos de desarrollo y una visión general del contenido de los distintos borradores de textos publicados subrayando las principales novedades.
También la transposición de «Quick Fix» de MiFID en la nueva Ley del Mercado de Valores: nuevo régimen de separación de costes de análisis y ejecución para determinados emisores. Y novedades en relación con la publicación sobre la calidad de la ejecución de las operaciones, en relación con el RTS 27 y RTS 28.
Otras modificaciones relativas a mercados que incorpora el Real Decreto de Desarrollo: incorporación de las obligaciones y funcionamiento de los mercados regulados, sistemas multilaterales de negociación (“SMN”) y sistemas organizados de contratación (“SOC”).
Otras modificaciones previstas en la revisión de MiFID II: exenciones de los requisitos sobre la gobernanza de productos, entrega previa de información sobre costes y gastos, envío de la información en formato electrónico para profesionales o contrapartes elegibles, nuevas obligaciones de información a clientes profesionales o contrapartes elegibles, análisis de costes y beneficios en el servicio de asesoramiento.
Además, el nuevo régimen prudencial y de solvencia para las entidades que prestan servicios de inversión (régimen incorporado por IFD/IFR): nuevos tipos de empresas de inversión (ESI) en IFD/IFR y nuevos requisitos en capital, solvencia, gobernanza y remuneraciones.
Y una actualización de los instrumentos financieros de la Ley del Mercado de Valores y la inclusión de la Tecnología de Registros Distribuidos (“RTD”) o blockchain y cambios relacionados con el Régimen Piloto y MiCA.
Pueden inscribirseen el curso con un 10% de descuento, indicando en el momento de la inscripción el siguiente código: 21finFM.
Jaime Ramos se incorpora a la gestora independiente de activos Bestinvercomo miembro del equipo de Renta Variable Internacional. Ramos, con más de 20 años de experiencia en el sector, se ha incorporado al área de inversión de la gestora independiente.
Jaime procede de Aviva Investors, donde durante los últimos cuatro años ha sido gestor de fondos donde ha liderado los esfuerzos de inversion responsable en renta variable global, incluyendo el lanzamiento de fondos enfocados en la transición climática. Anteriormente, Jaime trabajó, entre otras, en firmas de referencia como Standard Life o Mercer Investment Consulting.
Tomás Pintó, director de renta variable internacional en Bestinver, ha declarado que «la capacidad técnica de Jaime es excelente, y encaja perfectamente con la filosofía y con el equipo de inversión de Bestinver». Pintó ha añadido sobre la incorporación: «Estamos muy ilusionados con la incorporación de Jaime, además de ser un complemento perfecto a nuestro equipo de inversión, su extensa experiencia nos ayudará a seguir desarrollando nuestras iniciativas en inversión sostenible».
Ramos se integrará en el equipo de Renta Variable Internacional, como co gestor del fondo Bestinver Megatendencias, ayudando a Álvaro Llanza (co gestor) y Raquel Martínez (analista). Además, Ramos será un activo importante en el impulso y desarrollo de las iniciativas de inversión sostenible de la firma.
Gestión de activos
Bestinver es en la actualidad una de las gestoras más destacadas del mercado español en gestión independiente. Cuenta entre sus estrategias con una cartera de fondos de renta variable, renta fija, mixtos e infraestructuras que suman un patrimonio de 7.400 millones de euros, de más de 50.000 clientes.
La compañía mantiene en este negocio su filosofía de inversión, basando sus decisiones en el análisis fundamental de las empresas, una visión de largo plazo y una gestión adecuada del riesgo. Además, la complementa con criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), incorporando a su cartera nuevos productos de inversión socialmente responsable, como el Bestinver Megatendencias.
El área de Inversión de Bestinver se organiza en tres equipos: Renta Variable Internacional, Renta Variable Ibérica y Renta Fija.