El Departamento de Análisis de Renta 4 Banco ha presentado su Estrategia de Inversión para 2022.Tras un año 2021 marcado por una notable recuperación tras el primer impacto de la pandemia, los analistas de Renta 4 Banco creen que el ritmo de recuperación se moderará, “pero desde niveles muy altos y manteniendo crecimientos del PIB 2021-22 superiores al potencial, gracias a los apoyos monetarios y fiscales, al elevado ahorro acumulado, y al control del riesgo sanitario”, confirma Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 Banco.
Sin perder de vista lo que podrían ser los riesgos principales: extensión de los cuellos de botella o nuevas variantes del coronavirus que impliquen restricciones importantes a la actividad económica.
La otra clave de los mercados en 2022 será la inflación que, según el equipo de Natalia Aguirre y César Sánchez-Grande, «se mantendrá alta en el corto plazo, pero con progresiva moderación a medio plazo (más patente desde mediados de 2022, con gradual mejora de cuellos de botella y crisis energética), siempre y cuando no haya efectos de segunda ronda».
Como derivada, se espera una gradual normalización de la política monetaria: “La recuperación económica, junto a una inflación elevada a corto plazo, justifica el inicio de retirada de estímulos monetarios”, confirman los analistas. Sin embargo, la persistencia de riesgos sobre el crecimiento, así como la expectativa de moderación de inflación en el segundo semestre del año y los elevados niveles de deuda justifican que la retirada sea gradual. Como riesgo principal se contempla un giro demasiado rápido y/o intenso a una política monetaria restrictiva, especialmente en el caso de la Fed, con un BCE que previsiblemente irá más rezagado.
En cuanto a las políticas fiscales, desde el equipo de analistas de Renta 4 Banco esperan «que continúen los apoyos, con menor intensidad que en ejercicios anteriores, pero con la Eurozona tomando el relevo de EE.UU., con la concreción de los fondos Next Generation y pendientes de su adecuada utilización».
En referencia a los beneficios empresariales, tras el fuerte crecimiento en 2021 en reacción a la notable caída motivada por la pandemia en 2020, “esperamos en 2022 una normalización en el ritmo de crecimiento de los BPAs en niveles en torno al +7%/+9%, con especial atención en los márgenes en un contexto de incremento de precios de los insumos, siendo clave la capacidad de fijación de precios de las empresas”, concluyen los analistas.
Renta variable frente a deuda
Los analistas de Renta 4 Banco plantean por tanto un escenario de crecimiento superior al potencial junto a una normalización gradual de tipos de interés, lo que justifica sobreponderar renta variable frente a renta fija, aunque en un entorno de volatilidad creciente ante el inicio de salida de las políticas monetarias ultraexpansivas.
Como principales apoyos a la inversión en bolsa, destacan la atractiva valoración relativa a la deuda, unos flujos buscando rentabilidad y el comentado crecimiento económico y de beneficios empresariales. Entre los riesgos, más destacados, un tensionamiento de políticas monetarias más intenso y rápido de lo necesario, rebrotes de COVID que comprometan la recuperación económica, valoraciones exigentes en términos absolutos y el elevado endeudamiento acumulado.
Geográficamente, los analistas reiteran su preferencia por Europa frente a EE.UU., en base a un mayor apoyo monetario del BCE frente a la Fed, unas valoraciones más atractivas y un componente value/ciclo de los índices europeos.
En el caso concreto del Ibex, los analistas fijan un objetivo de 10.700 puntos y consideran que el selectivo español debería recuperar, al menos parcialmente, su peor comportamiento relativo a Europa apoyado por la aceleración del crecimiento relativo, la recuperación económica global, el elevado peso del sector bancario en un contexto de normalización de la política monetaria a medio plazo y repunte gradual de TIRes, el menor riesgo regulatorio en utilities y una progresiva recuperación del turismo.
“El departamento de Análisis construye sus carteras recomendadas en base al escenario descrito, conjugando crecimiento con atractivas valoraciones”,matiza César Sánchez-Grande, responsable, junto a Natalia Aguirre, del Departamento de Análisis.
Foto cedidaEntrega de los galardones en la cuarta edición de los Premios Solidarios de CaixaBank Banca Privada.. Entrega de los galardones en la cuarta edición de los Premios Solidarios de CaixaBank Banca Privada.
CaixaBank Banca Privada ha organizado la cuarta edición de los ‘Premios Solidarios’ con el objetivo de destacar la actividad filantrópica y el compromiso de personas, entidades o fundaciones en el ámbito de la filantropía y que tienen impacto directo en la sociedad.
Juan Alcaraz, director general de Negocio de CaixaBank, fue el encargado de presentar la jornada en el centro All in One de Madrid y fue retransmitida virtualmente para todos los invitados. En el acto se detallaron los proyectos finalistas de cada categoría y se entregaron los galardones a las mejores iniciativas de entre las 108 candidaturas presentadas en esta edición.
En esta ocasión, la Fundación María José Jove fue reconocida como premio a la mejor trayectoria en el ámbito de la filantropía, gracias a la labor desarrollada desde el año 2003 enfocada en la infancia y las personas con necesidades especiales.
Al mismo tiempo, el premio al mejor proyecto solidario recayó, de manera excepcional y por primera vez en la historia de este certamen, en dos iniciativas: la Fundación Ave María -con su Instituto de Robótica para la dependencia-, por su labor de atención especializada a personas con diversidad funcional y mejora de la calidad de vida de las personas dependientes, y al proyecto Viña Ardanza Solidario, promovido por La Rioja Alta, que supone dedicar el 1% de sus beneficios a proyectos solidarios basados en la agricultura en países en vías de desarrollo.
Además de las candidaturas premiadas, durante el acto se destacaron las tres propuestas finalistas. Por lo que se refiere a la categoría a la mejor trayectoria, las opciones finalistas fueron la de Fundación Ampans, orientada a la atención e integración sociolaboral de personas con discapacidad intelectual; y la Fundación Balia por la Infancia, que trabaja para la inclusión social de la infancia vulnerable. En la categoría al mejor proyecto, la finalista fue la Casa Tiempos de Esperanza, promovida por la fundación homónima, cuya misión es apoyar y generar oportunidades de desarrollo y superación a la infancia y juventud en situación de vulnerabilidad.
‘La Gran Noche de las ilusiones’ solidaria
En el marco de la cuarta edición de los ‘Premios Solidarios’ impulsados por la entidad, CaixaBank también organizó ‘La Gran Noche de las ilusiones’, una cena solidaria en la que cerca de 3.500 clientes participaron de forma online.
Los clientes realizaron una donación para alguno de los proyectos que apadrina CaixaBank Banca Privada: la alianza para la vacunación infantil, la lucha contra la pobreza infantil y la investigación contra el cáncer. La entidad les envió a sus domicilios, gracias a la colaboración de SEUR, una cena realizada por el jurado de MasterChef y que pudieron degustar durante la celebración del evento, que contó además con la presencia y colaboración de Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera. Una vez finalizada la entrega de premios, los tres chefs detallaron la elección de cada plato del menú y contaron aspectos prácticos para su elaboración final.
El dinero recaudado por las cenas y la fila 0 ha superado los 370.000 euros. Todos los donativos se han destinado a tres proyectos solidarios: la investigación contra el cáncer desarrollada en la Unidad de Investigación de Terapia Molecular del Cáncer -UITM CaixaResearch-; la vacunación infantil, a través del proyecto de la Alianza para la Vacunación Infantil promovida por Fundación “la Caixa” y GAVI Alliance, así como la lucha contra la pobreza infantil en colaboración con Save the Children.
Se inicia la recta final del año y es el momento de pensar en cómo aligerar nuestras obligaciones fiscales en la Declaración de la Renta del año 2021. Las posibilidades de incorporar reducciones o deducciones cada vez son más limitadas, y ello, unido a una mayor presión recaudatoria por parte de las autoridades fiscales, complica todavía más este objetivo.
No obstante, los movimientos que se hagan hasta el final del año 2021 podrían ser claves para la optimización de la factura fiscal, a pesar de que no haya que presentar la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) hasta la primavera del próximo año (2022).
A continuación, expondremos algunas pautas/sugerencias que ayudarán en la reducción de la carga fiscal de los contribuyentes.
Para los mayores de 65 años: en caso de que contemplen la transmisión de la vivienda habitual, la ganancia de esta estará exenta de tributación. Si el cónyuge y dueño de la vivienda no alcanza los 65 años, lo mejor será esperar hasta que cumpla esa edad para transmitir y gozar del 100% de la exención.
Asimismo, los mayores de 65 años tienen la posibilidad de transmitir cualquier bien o derecho y no tributar por la ganancia patrimonial siempre que reinviertan lo obtenido con un máximo de 240.000 euros en una renta vitalicia en el plazo de 6 meses.
En caso de transmitir un elemento adquirido antes de 1995, conviene analizar si interesa reducir la plusvalía con los llamados coeficientes de abatimiento. El límite por contribuyente es de 400.000 euros, por lo que, en algunos supuestos, podría ser más conveniente no reducir y reservar ese límite para minorar una plusvalía posterior correspondiente a otro elemento que fuera adquirido también antes de 1995.
Las ganancias patrimoniales provenientes de activos financieros en mercados regulados (ya sean acciones, fondos de inversión o similares) pueden ser compensados con pérdidas de éstos, por lo que es conveniente revisar si hay activos en pérdidas que pudieran compensar las ganancias obtenidas durante el presente ejercicio. Teniendo en cuenta que dichos valores vendidos con pérdidas no podrán ser adquiridos de nuevo en un plazo de dos meses.
En el IRPF se diferencian dos compartimentos: los rendimientos del capital mobiliario -donde se incluyen intereses de cuentas corrientes y depósitos, dividendos, cupones de bonos o productos como los seguros, los PIAS o los planes ahorro 5- y las ganancias o pérdidas patrimoniales -que abarcan lo obtenido en la venta de acciones, fondos, ETFs, sicavs, derivados, divisas… pero también de inmuebles. La regla es que estos dos cajones del ahorro se suman siempre entre ellos separadamente. Y si en alguno el resultado es negativo, existe la opción de compensar con el otro, siempre con una limitación del 25%.
Si disponen de una hipoteca por la adquisición de la vivienda habitual adquirida antes del 1 de enero de 2013: siempre que hayan tenido deducciones por esta vivienda en 2012 y ejercicios anteriores, pueden deducirse el 15% de hasta 9.040€ de inversión, por lo que amortizar parte de la hipoteca hasta llegar a dicho límite podría ser una opción de ahorro.Si se ha separado o divorciado y le han adjudicado la vivienda habitual, podrá seguir aplicando la deducción por el 100% de las cantidades satisfechas.
Salario en especie: El cambio de retribuciones dinerarias por retribuciones en especie permite un ahorro impositivo. Es el caso del cheque-transporte, el cheque-restaurante, el cheque-guardería o el seguro médico que satisface la empresa. Para que este último sea retribución en especie exenta es necesario que el tomador del seguro sea la empresa que otorga tal retribución al trabajador.
Gastos profesionales: los gastos profesionales como autónomos pueden permitir ahorrar, ejemplo de ello son aquellos gastos que estén vinculados con la actividad económica y cumplan los requisitos de deducibilidad tanto formales como conceptuales.
Si es empresario o profesional y ha satisfecho gastos de atenciones a clientes y proveedores durante 2021, debe de tener en cuenta que el máximo deducible es el 1% del importe neto de la cifra de negocios.
Los donativos a entidades sin ánimo de lucro: podrán deducirse un 80% sobre los primeros 150€ donados y el resto de las aportaciones un 35%. La deducción puede llegar hasta un 40% si en los dos períodos impositivos inmediatos anteriores se hubieran realizado donativos, donaciones o aportaciones con derecho a deducción en favor de una misma entidad, por importe igual o superior. Las cantidades que excedan de este límite se podrán aplicar en los períodos impositivos que concluyan en los diez años inmediatos y sucesivos.
Aportación al plan de pensiones: las aportaciones a planes de pensiones suponen una reducción directamente de la base imponible en el IRPF. Desde el 01/01/2021 el límite de aportaciones individuales es la cifra menor entre 2.000€ o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas. Además, si el cónyuge gana menos de 8.000 € al año se podrá aportar hasta 1.000 € a los planes de pensiones del cónyuge y deducir esta aportación de la base imponible general del aportante.Este límite se incrementará en 8.000€ adicionales, siempre que tal incremento provenga de contribuciones empresariales.
Si se plantea la posibilidad de rescatar el plan de pensiones, es importante señalar que las prestaciones tributan como rendimientos del trabajo, y que, si se rescata en forma de capital, se puede disfrutar de una reducción del 40% sobre el importe correspondiente a las aportaciones realizadas con anterioridad al año 2007. En cambio, si se rescata en forma de renta, no se podrá aplicar dicha reducción. Por ello, antes del rescate se debería hacer números y evitar acumular rentas para romper la progresividad del impuesto.
Inversión en empresas de nueva creación: «Los contribuyentes podrán deducirse el 30 por ciento de las cantidades satisfechas por la suscripción de acciones o participaciones en empresas de nueva o reciente creación. La base máxima de deducción será de 60.000 euros anuales y estará formada por el valor de adquisición de las acciones o participaciones suscritas». Por lo tanto, la cuantía máxima a deducir en el caso de invertir 60.000 euros o más, sería de 18.000 euros de ahorro.
Si ha realizado inversiones en determinadas instituciones de inversión colectiva, conocidas como fondos y sociedades de inversión cotizados (ETF), tenga en cuenta que, con efectos 1 de enero de 2022, se procede a homogeneizar el tratamiento fiscal de estas inversiones, con independencia del mercado, nacional o extranjero, en el que coticen. Así, se extiende a las instituciones de inversión colectiva cotizadas que coticen en bolsa extranjera el tratamiento de las que cotizan en bolsa española respecto a la no aplicabilidad del régimen de diferimiento. Por tanto, si dispone de ETF extranjeros y desea vender y reinvertir, puede aprovechar a hacerlo antes del 31 de diciembre para acogerse al régimen de diferimiento.
Si dispone de una vivienda alquilada como vivienda habitual del inquilino, recuerde que podrá deducir entre un 20% y un 60% de las cantidades satisfechas por las obras realizadas desde el 06 de octubre de 2021 hasta el 31 de diciembre de 2022, o 31 de diciembre de 2023 en algunos casos, siempre que esas obras contribuyan a la reducción de determinados porcentajes del consumo de energía o incrementen la eficiencia energética. Lo mismo es predicable de las obras realizadas en la vivienda habitual del contribuyente.
En el caso de separaciones o divorcios, es importante que, en el Convenio regulador, se especifique el importe de la pensión compensatoria y, en su caso, el de las anualidades por alimentos a los hijos, para que el contribuyente pueda reducir su base imponible o aplicar el tratamiento especial que reciben esas anualidades por alimentos.
La deducción por producciones cinematográficas ha resultado ser un incentivo fiscal de gran atractivo para los contribuyentes (empresas en la mayoría de los casos). No obstante, esta deducción también puede ser utilizada por empresarios o profesionales que desarrollen actividades económicas en estimación directa en el IRPF que normalmente no dispongan de créditos fiscales y cuenten con cierto nivel de liquidez. Estas inversiones se realizan a través de un vehículo que tiene forma jurídica de Agrupación de Interés Económico, AIE. El funcionamiento de este vehículo se puede resumir en que las rentas positivas o negativas «bases imponibles negativas», deducciones y bonificaciones generadas por este vehículo se imputan directamente a sus socios. Así pues, centrándonos en los autónomos, las rentas negativas y deducciones que se generen por estas inversiones permitirán minorar su factura fiscal por el IRPF.
Deducciones autonómicas: Existen diversas deducciones autonómicas por gastos de guardería, material escolar, compra de vivienda, reformas o inversión en empresas que son propios de cada Comunidad Autónoma y que deben valorarse de cara a una mayor optimización fiscal.
Tribuna de Isca Noguera, directora de Planificación Patrimonial y Asesoría Jurídica de Beka Finance Private Banking
Pixabay CC0 Public Domain. La variante ómicron actuó como una fuerte señal de venta en el mercado de ETFs
Las entradas de noviembre en fondos cotizados (ETFs) globales fueron de 77.500 millones de euros, alrededor de un 25% menos que el mes anterior. Según explican desde Amundi, esto refleja quizás el temor de los inversores a las repercusiones de la variante ómicron en las perspectivas de crecimiento económico mundial.
Los datos de la gestora indican que la renta variable norteamericana siguió siendo la clase de activo más rentable, atrayendo 43.500 millones de euros, mientras que los inversores asignaron un total de 61.800 millones de euros a la clase de activo de renta variable. En cambio, la renta fija recibió 13.600 millones de euros, con 10.900 millones en estrategias de bonos soberanos y 2.700 millones en deuda corporativa.
Aunque los flujos de los ETFs de renta variable registrados en Europa y EE.UU. destinados a la renta variable japonesa se mantuvieron estables, los inversores asiáticos retiraron 3.800 millones de euros de esta clase de activo. También se produjeron salidas de 3.600 millones de euros de la renta fija de la región.
Flujos europeos
Aunque las entradas netas en los ETFs de renta variable registrados en Europa fueron positivas, con 8.000 millones de euros, la última semana de noviembre, cuando se anunció el descubrimiento de la variante ómicron, fue muy diferente a las anteriores. En los últimos siete días del mes, se produjeron salidas de 2.200 millones de euros de los ETFs de renta variable registrados en Europa, mientras que la semana anterior se produjeron entradas de 3.600 millones de euros. “En otras palabras, la variante ómicron actuó como una fuerte señal de venta”, afirman desde Amundi.
La renta variable norteamericana siguió siendo la estrategia más popular, sumando 3.600 millones de euros, mientras que los índices globales captaron 3.200 millones de euros. Se produjeron salidas de 537 millones de euros en la renta variable de la zona euro. La gestora destaca que China fue el país más popular, sumando 636 millones de euros.
Además, la cumbre de la COP26 celebrada a principios de mes pareció reforzar la popularidad de las estrategias sostenibles, ya que los índices climáticos captaron 1.100 millones de euros. Los fondos ESG sumaron 7.500 millones de euros, con 2.500 millones asignados a índices globales y 1.700 millones a estrategias norteamericanas. En otras palabras, casi el 80% de las asignaciones de los índices globales se destinaron a estrategias ESG y alrededor del 50% de los flujos norteamericanos se invirtieron en productos sostenibles.
Aunque los inversores retiraron 2.200 millones de euros de las estrategias de renta variable a finales de noviembre, siguieron asignando a los fondos ESG, que ganaron 873 millones de euros en el mismo periodo. Se produjeron salidas netas de smart beta de 222 millones de euros, y las estrategias value perdieron 1.100 millones de euros, “lo que es comprensible dada la preocupación por la variante de ómicron en relación con el crecimiento mundial”, matizan desde la gestora.
Respecto a la renta fija, al igual que las tendencias observadas a nivel mundial, la deuda pública registrada en Europa fue la clase de activo de renta fija más popular, captando 2.100 millones de euros. Por su parte, la renta fija corporativa sumó 1.700 millones de euros.
Según explican desde la gestora, las estrategias de bonos ligados a la inflación de EE.UU. fue la clase de activo de deuda pública más popular, con 544 millones de euros. Esto reflejó el cambio de lenguaje de la Fed, que afirmó que la inflación debería considerarse «no tan transitoria».
Los datos de Amundi reflejan que la renta fija corporativa europea ganó 1.700 millones de euros, con las estrategias corporativas de la zona euro sumando 620 millones de euros en el mes, mientras que los fondos financieros globales fueron los segundos más importantes, con 370 millones de euros.
“Estas cifras ocultan un comportamiento diferente entre la deuda investment grade y high yield. En la primera semana de noviembre, ambos tipos de deuda corporativa obtuvieron importantes flujos de entrada. En la segunda semana, el high yield siguió teniendo un buen comportamiento, mientras que el investment grade se estancó. En la tercera semana, esta tendencia se invirtió y los títulos de deuda investment grade obtuvieron buenos resultados, mientras que los títulos de deuda high yield experimentaron pequeñas salidas. En la última semana, cuando se anunció la variante ómicron, la deuda high yield experimentó salidas de 500 millones de euros, mientras que la de investment grade ganó 400 millones de euros”, explica la gestora.
Por último, su informe mensual destaca que las estrategias de renta fija sostenible se comportaron bien, sumando 1.500 millones de euros, con los fondos financieros globales ganando 370 millones de euros, mientras que los corporativos de la zona euro ganaron 325 millones de euros.
Foto cedida. La inflación y la variante ómicron complican el papel del BCE en su reunión más esperada del año
Continúa el turno de reuniones de los bancos centrales. Ayer comenzó la Fed y mañana le toca al Banco Central Europeo (BCE). Los mercados, analistas, gestoras e inversores tienen importantes expectativas en esta reunión ya que el pasado octubre Lagarde aplazó cualquier cambio hasta las perspectivas de diciembre, tras publicar sus proyecciones macroeconómicas hasta 2024.
En concreto, se espera que el BCE informe sobre si el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) finaliza y también cuándo se volverá a calibrar el Programa de Compra de Activos (APP). También se espera una actualización de la guía futura, sobre el vínculo entre el momento de la terminación de APP y el primer aumento de tipos. “En la actualidad, el BCE compra alrededor de 70.000 millones de euros al mes en el marco del PEPP, más 20.000 millones de euros al mes en el marco del Programa de Adquisición de Activos (APP) regular, un ritmo que creemos que se mantendrá en general durante el primer trimestre del próximo año. Aunque no tenemos una opinión firme sobre la combinación de acrónimos de compra de activos más allá de marzo de 2022, seguimos pensando que el Consejo de Gobierno evitará un efecto precipitado en las compras de activos y optará por reducir gradualmente el ritmo de los actuales 90.000 millones de euros al mes hasta una tasa estable de entre 40.000 y 60.000 millones de euros al mes durante el segundo trimestre del próximo año. Esto podría adoptar la forma de una dotación de transición de entre 200.000 y 300.000 millones de euros durante nueve meses”, indica Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.
Respecto a las perspectivas sobre subida de tipos, Gilles Moëc, economista jefe de la gestora de fondos AXA Investment Managers, considera que se verá una postura muy consensuada. “Lo que probablemente sea consensuado dentro del Consejo de Gobierno se no subir tipos en 2022. El debate entre halcones y palomas se ha vuelto muy público, pero todavía se centra directamente en la flexibilización cuantitativa. Si el aumento de tipos no está sobre la mesa, entonces probablemente sea aceptable para la mayoría del Consejo continuar con la flexibilización cuantitativa hasta finales del 2022; terminar antes de eso dificultaría que el mercado no comience a aumentar los precios el próximo año, ya que lo hizo por un corto tiempo a finales de octubre-principios de noviembre”.
Pero la reunión de mañana y la posterior rueda de prensa son todavía más interesantes si tenemos en cuenta que la evolución al alza de la inflación y la nueva variante del coronavirus, ómicron, han complicado, un poco más, el escenario al BCE. Sin duda, las cosas han cambiado desde octubre. En opinión de Philippe Waechter, economista en jefe de Ostrum AM, se puede afirmar que los bancos centrales están atrapados en un estricto marco de referencia que ellos mismos han implementado. “Con el fin de salir de la política monetaria acomodaticia, el esquema es primero detener la compra de activos antes de cualquier alza a la tasa de interés. Esto brinda cierta inercia al proceso de toma de decisión y una incapacidad de intervenir tan pronto como sea necesario”, señala Waechter.
Franck Dixmier, CIO Global de Renta Fija en Allianz Global Investors, espera que el BCE de detalles en su próxima reunión sobre una nueva etapa de su política monetaria, que había calificado de «contundente y persistente». «Esperamos que el banco central comunique la necesidad de mantener su política monetaria voluntaria para seguir apoyando a la economía y lograr su meta de inflación del 2% a medio plazo. Lagarde también debería insistir en mantener herramientas flexibles para asegurar la correcta transmisión de la política monetaria y evitar cualquier riesgo de fragmentación financiera, pero también para mantener amplios márgenes de maniobra. Es probable que Lagarde no quiera comprometerse a largo plazo, dado el pico de inflación actual y las tensiones dentro del Consejo de Gobierno», comenta.
Para Ulrike Kastens, economista de DWS, tampoco es probable que el BCE apueste por una “salida rápida” de su política monetaria expansiva. Sin embargo, como el resto, sí espera que sea una reunión “menos insulsa”. Según recuerda, en pocas ocasiones como en esta los miembros del BCE han estado tan divididos sobre la futura orientación de la política monetaria. “Las previsiones sobre la evolución futura de la inflación son controvertidas y algunos miembros, como es el caso del economista jefe Philip Lane, temen mayores riesgos de inflación a medio plazo. Además, existe un alto grado de incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, -con altas cifras de contagio incluso antes de la propagación de la variante ómicron-, que podría seguir pesando sobre las perspectivas económicas. En este contexto, muchos miembros del BCE hacen un llamamiento a no comprometer demasiado el rumbo de la política monetaria. Sin embargo, y a la luz de la ya elevada incertidumbre de las previsiones, el BCE no debería inquietar aún más a los participantes del mercado siendo demasiado impreciso”, afirma Kastens.
Sin embargo, es poco probable que el BCE siga el mismo enfoque y ritmo que la Fed, sobre todo en su cambio de retórica respecto a la inflación. “Los miembros del BCE insisten en que siguen evaluando el actual repunte de la inflación como transitorio por la conocida trinidad de efectos de base, el aumento de los precios de la energía y los cuellos de botella. Las presiones salariales siguen siendo bajas y las expectativas de inflación están ancladas. Sin embargo, el BCE tendrá que mejorar sus proyecciones de inflación y los miembros del Consejo de Gobierno hacen cada vez más hincapié en los riesgos al alza, siendo los efectos de segunda ronda una señal clave a tener en cuenta. Una subida de tipos en 2022 sigue siendo muy improbable, pero nuestra hipótesis base de que no habrá cambios en los tipos en 2023 está cada vez más cerca”, apunta Martin Wolburg, economista senior de Generali Investments.
Inflación y pandemia
Como ocurre con la Fed, las perspectivas que tenga el BCE sobre la inflación serán claves porque sobre ellas calibrará su programa de compras de activos. “Por primera vez, el BCE publicará también proyecciones para 2024. Con las tasas de inflación de octubre y noviembre, que se dispararon del 4,1% al 4,9%, parece evidente que el próximo año también podría comenzar con tasas elevadas, incluso teniendo en cuenta una previsible relajación de los precios de la energía y una moderación gradual de los cuellos de botella de la oferta. Para 2022, esperamos un ajuste significativo de las previsiones de inflación del BCE hasta situarlas muy por encima del 2,0%. En cambio, para las perspectivas a medio plazo de 2023 y 2024, el BCE podría mantenerse en su línea y publicar proyecciones de inflación por debajo del 2,0%.
Para Waechter, el otro aspecto cuestionable de la política monetaria es tomar en cuenta demasiado sistemáticamente las expectativas y reacciones de los actores económicos. “Esto se refleja en el deseo de los bancos centrales de indicar lo que están por hacer en el futuro (proyecciones) con el fin de orientar las expectativas para que el anuncio de alguna medida no vaya a crear una ruptura. Janet Yellen hizo esto notablemente después de diciembre de 2015. Este método, sin embargo, reduce drásticamente la capacidad de los bancos centrales de intervenir con rapidez”, añade.
Respecto al impacto que tiene la situación actual de la pandemia con una nueva variante en circulación, las gestoras destacan que tendrá un efecto negativo en la actividad, dadas las nuevas restricciones puestas en marcha. “El BCE tomará una decisión sobre el final del PEPP el jueves, manteniendo abiertas todas las opciones para poder aumentar el APP de forma temporal o más duradera. La decisión TLTRO es menos urgente, pero el importe pendiente de las operaciones de financiación (2,2 billones de euros) nunca podrá refinanciarse en los mercados, en particular para los bancos más frágiles del sur de Europa”, matiza Axel Botte, estratega global de Ostrum AM.
En opinión de Moëc,si la variante sudafricana impone restricciones de movilidad significativas que frenan el crecimiento, entonces sus nuevas proyecciones podrían estar «muertas a la llegada». A lo cual añade: “Más allá de las preguntas sobre la respuesta de la economía real, la aparición de la variante ya ha provocado una caída significativa en el precio del petróleo, con el Brent finalmente descendiendo marcadamente por debajo de los 80 dólares el barril el viernes. Otro problema para el BCE es que la depreciación del euro podría detenerse a medida que el mercado revalúe sus anticipaciones sobre la trayectoria de la Fed. Ambos acontecimientos pueden reducir seriamente la inflación de la zona del euro”.
Con todos estos elementos sobre la mesa, Tomasz Wieladek, economista internacional en T. Rowe Price, apunta: «Lo ideal sería que el BCE esperara hasta febrero o marzo para tomar una decisión sobre el futuro del programa ampliado de compras de activos ya que la incertidumbre de ómicron podría resolverse para entonces y los efectos de base deberían dar al Consejo de Gobierno la confianza de que la inflación está bajando realmente. Sin embargo, parece que el BCE está decidido a tomar una decisión sobre el futuro de este programa el jueves».
En la segunda y última parte de este número de sinología, explicamos otra escuela de pensamiento sobre las razones por las que es poco probable que las recientes medidas reguladoras sean un intento de Xi Jinping de hacer retroceder al sector privado de China. La segunda cree que, más que un intento de frenar el sector privado, los cambios regulatorios de Xi forman parte de un esfuerzo por abordar importantes preocupaciones socioeconómicas, como la desigualdad de ingresos y el acceso desigual a la educación y la atención sanitaria.
Desde la década de 1980, muchas de las reformas económicas de China se han inspirado en la experiencia estadounidense, incluyendo el apoyo al desarrollo industrial con infraestructuras públicas y barreras comerciales para proteger a los sectores nacientes. El Partido también ha extraído lecciones de los fracasos de la política estadounidense. En el sector inmobiliario, por ejemplo, los reguladores chinos han exigido a los compradores de viviendas una gran cantidad de dinero en efectivo y han limitado la titulación de hipotecas.
Recientemente, Xi ha observado que el aumento de la desigualdad en EE.UU. condujo a la polarización social y luego política, lo que llevó al estancamiento gubernamental sobre las medidas para resolver esos problemas. En su discurso de agosto, Xi dijo: «Algunos países están divididos entre ricos y pobres, y la clase media se ha derrumbado, lo que ha llevado al desgarro social, la polarización política y el populismo. Las lecciones son muy profundas».
A Xi le preocupa que, aunque China se haya enriquecido mucho, se enfrente a problemas de desigualdad similares a los de Estados Unidos.
Una larga historia de más intervención gubernamental en la economía
La preocupación del Partido por la «prosperidad común» no es nueva. Tampoco lo es la inclinación del Partido a utilizar una mano más visible para guiar el desarrollo económico. Desde los primeros tiempos de la reforma, China ha adoptado un enfoque del capitalismo más europeo que estadounidense.
La intervención general del gobierno se diseñó a menudo para apoyar a los trabajadores. Durante la década que va de 2005 a 2015, el salario mínimo se incrementó en una tasa de dos dígitos cada año, con lo que el Partido parecía decir que no valoraba los trabajos que no pagaban un salario digno.
Durante mucho tiempo, la intervención del gobierno en sectores específicos solía apoyar a las empresas estatales, como la financiación del desarrollo de un avión civil de pasajeros, las centrales nucleares, la transmisión de electricidad y las telecomunicaciones de banda ancha móvil. Pero, más recientemente, algunas intervenciones han beneficiado a los empresarios.
Aceleración de la intervención ahora
En los últimos meses, el alcance y el ritmo de la intervención gubernamental en la economía se ha acelerado considerablemente. Creo que hay varias razones para esta aceleración.
Como se ha señalado anteriormente, Xi ha estado hablando de políticas diseñadas para promover la «prosperidad común» desde poco después de convertirse en jefe del Partido en 2012, y desde entonces se tomaron una serie de modestas medidas reguladoras cada año. Por ejemplo, la reducción de la exposición de los niños a los juegos en línea, o de la venta de licores caros, o del precio de los medicamentos. En cada caso, las mejores empresas adaptaron sus planes de negocio y prosperaron en el nuevo entorno normativo.
Sin embargo, el progreso general hacia la «prosperidad común» fue limitado, y es posible que Xi se haya alarmado al ver que problemas socioeconómicos similares conducen a una mayor polarización social y política en muchos países desarrollados. A menudo, esos gobiernos se esforzaron por abordar los problemas de la desigualdad. A veces, los problemas conducen a la agitación social.
Es posible que Xi haya querido actuar de forma más agresiva hace unos años, pero es posible que se haya contenido cuando la retórica de la guerra comercial y los agresivos aumentos de los aranceles por parte de Washington suscitaron preocupaciones sobre la capacidad de la economía china para absorber los efectos secundarios negativos a corto plazo de las nuevas regulaciones. Entonces, justo cuando estaba claro que los aranceles tenían poco impacto en China, surgió el COVID-19.
El actual impulso normativo puede reflejar un cálculo de Xi de que la economía china está ahora lo suficientemente sana y estable como para gestionar los cambios. Es probable que Xi también quiera poner en marcha los elementos políticos de su programa de «prosperidad común» antes del 20º Congreso del Partido del próximo otoño, cuando es probable que los dirigentes del PCC le concedan un tercer mandato de cinco años.
Beneficios potenciales de las regulaciones destinadas a promover la prosperidad
Si las regulaciones destinadas a promover la «prosperidad común» se aplican de forma razonablemente eficaz, existen importantes beneficios potenciales para la economía china y, por tanto, para el Partido.
Si se reduce la desigualdad de ingresos y se mejora el acceso a la sanidad y la educación, se reduciría el riesgo de inestabilidad social y política a largo plazo.
Unos salarios más altos para los trabajadores poco cualificados apoyarían el consumo interno, la mayor parte de la economía china.
El freno a las prácticas anticompetitivas de las grandes empresas apoyaría el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, que emplean a la mayoría de la mano de obra china.
La reducción de la incertidumbre sobre el entorno normativo, por ejemplo, aclarando lo que constituye prácticas anticompetitivas, permitiría a las empresas ajustar sus modelos de negocio con más confianza.
Riesgo potencial: ¿la regulación acabará con el espíritu empresarial y la innovación?
La mayoría de los empresarios chinos desconfían menos que sus homólogos estadounidenses de la intervención del Estado, por lo que los cambios normativos no les parecen alarmantes.
Los empresarios chinos entienden que el Partido apoyará sus esfuerzos para crear puestos de trabajo y enriquecerse, siempre y cuando los empresarios acepten que no pueden utilizar su riqueza y su fama para desafiar al Partido en cuestiones políticas y de gobierno. (No es de extrañar que el Partido haya intervenido recientemente después de que dos conocidas empresas privadas cuestionaran o ignoraran los consejos de los reguladores).
También es probable que la mayoría de los empresarios acepten y se adapten a las nuevas normas del Partido, como lo han hecho en el pasado. Parece que los inversores chinos ya lo han hecho. Este año, el principal índice de renta variable nacional ha superado con creces los índices globales de China, dominados por los inversores extranjeros.
El mayor riesgo: ¿una mala aplicación frenará inadvertidamente el crecimiento?
Los riesgos de los cambios normativos de Xi Jinping sobre la «prosperidad común» no provienen de sus objetivos, que se centran en la reducción de la desigualdad, en lugar de hacer retroceder las reformas basadas en el mercado. El mayor riesgo es que las regulaciones diseñadas para lograr estos admirables objetivos se apliquen mal, creando consecuencias negativas no deseadas que inhiban la creación de empleo en el sector privado y el crecimiento económico.
Una de las preocupaciones es que, dado que el gobierno chino puede actuar con rapidez, sin los controles y equilibrios de los partidos de la oposición y la transparencia creada por una prensa libre, a menudo no articula claramente sus objetivos políticos, lo que provoca incertidumbre y confusión.
La dirección del Partido ha reconocido este error, con una ventisca de declaraciones y discursos que explican sus objetivos, pero sólo meses después de lanzar los cambios normativos.
Lo más preocupante es que los reglamentos suelen ser redactados por funcionarios del gobierno central que no tienen experiencia comercial, y con poca aportación de la comunidad empresarial. Estas normativas son aplicadas por funcionarios locales que reciben firmes mandatos políticos y poca flexibilidad para responder a las condiciones del mercado. Además, las normativas de los distintos departamentos se solapan a menudo sin tener en cuenta el impacto combinado que puede tener en una industria.
La actual escasez de electricidad en China es un buen ejemplo. Recientemente se han puesto en marcha varias políticas de «prosperidad común», todas ellas con objetivos admirables: mejorar la seguridad en las minas de carbón, reducir la corrupción en la industria del carbón, aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones. Pero el impacto de los funcionarios locales que presionan con fuerza para cumplir sus objetivos de rendimiento en todas estas áreas al mismo tiempo, combinado con el aumento de la demanda de energía a medida que el sector manufacturero se recupera de la COVID, mientras que las condiciones climáticas limitan la producción de los generadores hidroeléctricos y eólicos, creó una tormenta regulatoria perfecta.
Una vez que se hicieron evidentes las consecuencias negativas de esta tormenta regulatoria, los funcionarios centrales respondieron como era de esperar, dando instrucciones a los gobiernos locales para que suavizaran la aplicación de las nuevas normas y dieran prioridad a la producción de carbón y a la generación de electricidad. Los admirables objetivos no se han abandonado, pero se perseguirán de una forma menos agresiva que (esperemos) no cree más caos involuntario.
El sistema político leninista de China es propenso a «exagerar». Pero, en el ámbito económico, los dirigentes del Partido parecen ser conscientes de este problema y, por lo general, se apresuran a cambiar de rumbo para evitar que las consecuencias negativas a corto plazo descarrilen el crecimiento a largo plazo. Los datos macroeconómicos de las últimas décadas reflejan la capacidad y la voluntad del Partido de corregir el rumbo en materia económica.
Por eso creo que la mayor probabilidad es que haya incertidumbre y volatilidad a corto plazo, mientras el Partido afina su enfoque normativo. Pero a largo plazo, incluso los esfuerzos imperfectos para reducir las tensiones socioeconómicas a las que se enfrentan la mayoría de las naciones probablemente mejoren las probabilidades de un crecimiento económico saludable y la estabilidad social en China.
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Pixabay CC0 Public Domain. abrdn amplía su gama sostenible con el lanzamiento del Emerging Markets Sustainable Development Corporate Bond Fund
abrdn ha anunciado el lanzamiento del fondo Emerging Markets Sustainable Development Corporate Bond. La gestora destaca que el fondo, bajo el artículo 9 del reglamento SFDR, es uno de los primeros en el mercado de deuda emergente en tener un objetivo de inversión sostenible.
Según explican, la estrategia asigna capital a empresas que contribuyen positivamente a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Su finalidad es ofrecer «beneficios con propósito» invirtiendo en bonos de empresas que aporten soluciones a algunos de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo en la actualidad, como el cambio climático, la creciente desigualdad social y la producción y el consumo insostenibles.
La gestora recuerda que los mercados emergentes necesitan actualmente más de 2,5 billones de dólares al año en inversiones adicionales para cumplir los ODS en 2030. En este sentido, sostiene que las necesidades son especialmente acuciantes en materia de inclusión financiera, seguridad alimentaria, acceso a la sanidad, infraestructuras básicas y mitigación y adaptación al cambio climático, incluidas las energías renovables, las ciudades con bajas emisiones de carbono y la gestión sostenible de los bosques.
El fondo, gestionado por Samuel Bevan, Siddharth Dahiya y Kevin Craig, del equipo de deuda de mercados emergentes de abrdn, forma parte de una gama de desarrollo sostenible ya establecida. A través de una participación activa (engagement), el equipo busca impulsar un cambio positivo y aumentar su alineamiento con los ODS. Esto se determina en función del marco de inversión en ODS de ocho pilares establecido por abrdn, que se lanzó en 2017 y que ya utilizan sus fondos hermanos de la gama: Asian Sustainable Development Equity Fund y Emerging Markets Sustainable Development Equity Fund. Este último celebra este mes su primer aniversario con éxito.
“Hay muchos retos mundiales que pueden abordarse mediante la asignación de capital al desarrollo sostenible. Nuestro análisis en profundidad y nuestro compromiso proactivo nos permiten identificar e invertir en empresas que aportan soluciones sostenibles que están positiva y materialmente alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. El producto final es una cartera diversificada de emisores de alta calidad de los mercados emergentes que pueden ofrecer el doble resultado de una rentabilidad superior a la del mercado y un impacto social positivo. Este fondo ofrece a los inversores convencionales la oportunidad de alinear sus inversiones con su brújula moral, al tiempo que satisfacen las necesidades de desarrollo del mundo”, ha destacado Samuel Bevan, Investment Director de abrdn.
Por su parte, Siddharth Dahiya, Head of Emerging Market Corporate Debt de abrdn, ha añadido: “Creemos que los inversores son cada vez más conscientes de los retos a los que se enfrenta el mundo hoy en día y de cómo su dinero puede invertirse para tener un verdadero impacto. Esta nueva estrategia es una de las primeras en el mercado de deuda emergente que tiene un objetivo de inversión sostenible, complementando la ya establecida gama de fondos Artículo 9 de abrdn y ampliando el conjunto de nuestros productos de inversión sostenible que ofrecemos a nuestros clientes”.
Foto cedidaStuart Wilson, nuevo jefe de Sostenibilidad de Eastspring Investments.. Eastspring Investments nombra a Stuart Wilson jefe de Sostenibilidad
Eastspring Investments, negocio de gestión de activos de Prudential plc, ha anunciado el nombramiento de Stuart Wilson para el cargo de responsable de Sostenibilidad. Según puntualizan, este nombramiento, que corresponde a un cargo de nueva creación, aún está sujeto a las aprobaciones regulatorias. Una vez aprobado, se incorporará el próximo 10 de enero de 2022, y reportará directamente a Wai-Kwong Seck, director general del Grupo Eastspring Investments.
Desde la firma destacan que, en los últimos años, han hecho grandes progresos en la aplicación de las consideraciones ESG. Sobre la base de este progreso, Wilson dirigirá y acelerará los esfuerzos de inversión responsable de la empresa en todo el negocio y hará de la sostenibilidad una parte clave de la cultura. Será responsable del equipo de Sostenibilidad y trabajará estrechamente con los equipos de inversión y los responsables regionales, para seguir integrando las consideraciones ESG en los procesos de inversión y desarrollar nuevos e innovadores productos y soluciones con temática de sostenibilidad para satisfacer las demandas de los clientes de carteras de inversión responsable.
“El nombramiento de Stuart refuerza nuestro equipo de sostenibilidad. Su profunda experiencia fortalecerá la competencia de Eastspring en materia de ESG y reforzará nuestra posición como gestora de activos líder en Asia, cumpliendo con nuestro propósito compartido de ser expertos en Asia. El nombramiento de Stuart también reforzará nuestros esfuerzos en curso con nuestra empresa matriz Prudential plc. en la transición a un futuro de bajas emisiones de carbono y el cumplimiento de su objetivo de 2050 de cero emisiones netas de carbono», comentó Wai-Kwong Seck, director general de Eastspring Investments Group.
Por su parte, Stuart Wilson, jefe de Sostenibilidad de Eastspring Investments, ha señalado: “Estoy encantado de unirme al equipo de Eastspring y espero aprovechar la experiencia y las capacidades de Eastspring en materia de inversión responsable, e incorporar aún más la sostenibilidad en el ADN de la empresa”. Wilson se incorpora a Eastspring procedente de Sunsuper, el mayor fondo de pensiones por número de afiliados de Queensland (Australia), donde ocupaba el cargo de Director de Inversión Responsable. Es licenciado en Empresariales por la Universidad de Tecnología de Sidney y posee la Carta CFA.
La inversión responsable está en el centro del negocio de Eastspring. Actualmente, el 82% de la gama de fondos sicav de Eastspring (a 10 de diciembre de 2021) están clasificados como fondos del artículo 8 según el Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles (SFDR) de la UE, otorgado a los productos financieros que promueven características ambientales y/o sociales. Además, los fondos sicav de Eastspring están preparados para cumplir con el nuevo nivel 2 de divulgación del SFDR (basado en el informe final sobre el proyecto de normas técnicas reglamentarias del 22 de octubre de 2021), que entra en vigor en enero de 2023.
William Davies, director adjunto global de inversiones de Columbia Threadneedle Investments. William Davies, director adjunto global de inversiones de Columbia Threadneedle Investments
Los tipos de interés llevan en mínimos históricos desde hace más de una década, afectados por el aluvión de estímulos monetarios que se han aplicado tras la crisis financiera mundial. Una situación que esperamos que cambie en 2022. Conforme la recuperación económica vaya dejando atrás la pandemia de COVID-19, el año que viene estará marcado por un intercambio de papeles en la política monetaria: apoyo a la crisis, estímulo y gasto sustituidos por recuperación, reparación, menor estímulo fiscal y vuelta a la “normalidad”. El compromiso político cobrará una crucial relevancia, sobre todo en EE. UU., a medida que los gobiernos afronten la transición. Conforme se retire el apoyo a los precios de los activos, la gestión activa ―descubrir empresas con cualidades duraderas que les ayuden a superar la volatilidad― será fundamental para tener éxito en 2022.
Inflación: ¡no es momento de que cunda el pánico!
Hace unos meses, este mismo año, predijimos que la actividad de la reapertura, junto con los problemas de la cadena de suministro, darían lugar a un entorno inflacionista transitorio, lo cual ha sucedido. Aunque esta fase transitoria se está prolongando más de lo pronosticado, seguimos pensando que la inflación se moderará a medida que avance 2022.
Convenientemente, los bancos centrales siguen haciendo como si las presiones inflacionistas no existieran; por ejemplo, la Reserva Federal estadounidense no parece haberse mostrado excesivamente preocupada por la creciente y persistente inflación en su país, algo que en ciclos anteriores se habría considerado un obstáculo de ciertas proporciones. Los inversores y los mercados son también bastante optimistas. Los mercados de renta variable se hallan en máximos, espoleados en algunos ámbitos por la fuerte actividad de fusiones y adquisiciones en algunas (de forma más evidente en el Reino Unido), mientras que ha resultado interesante ver cómo la curva de tipos se pronunciaba y aplanaba sin provocar la alarma que cabría esperar. Esto contrasta claramente con las anteriores veces en que se habló de virar la política monetaria, en 2013 y 2018, lo que provocó reacciones negativas del mercado, sobre todo las turbulencias causadas por la retirada paulatina de estímulos o “taper tantrum”. En la actualidad, tras esperar tanto tiempo a que la situación se aclare, el mercado nota un mayor equilibrio, lo que aumenta nuestra confianza de cara a 2022, aunque en un entorno de ralentización del crecimiento.
Un motivo por el que creemos que la inflación disminuirá a la larga en 2022 son las mejoras en la cadena de suministro. Con independencia de si creen que la culpa la tienen la COVID-19 u otros factores estructurales y políticos (especialmente en Europa), muchos de nosotros hemos infravalorado hasta qué punto la cadena de suministro incidiría en el entorno corporativo. Si el exceso de pedidos disminuye entonces, existe el riesgo de una recesión provocada por las existencias en algunos sectores, principalmente los de automóviles y semiconductores, ya que los fabricantes que infravaloraron los niveles de pedidos durante la pandemia han agotado existencias para salir adelante. En efecto, según cálculos recientes de analistas del sector, la escasez de semiconductores podría durar hasta 2023.
Sin embargo, a pesar del persistente desafío de los problemas en los centros de transporte y la escasez de mano de obra, hemos observado recientes indicios de mejora. En algunos sectores, principalmente el comercio minorista, las empresas siguen beneficiándose de una cadena de suministro menos concentrada y más ágil, mientras que los fabricantes, transportistas y minoristas trabajan con ahínco para recuperar el terreno perdido en 2021 ante la constante demanda de los consumidores. A nuestro parecer, los obstáculos de la cadena de suministro seguirán perdiendo relevancia en 2022, pero puede que los efectos positivos no se noten hasta aproximadamente la segunda mitad del año.
La calidad se abrirá camino
Este año hemos asistido a la recuperación de los beneficios, lo que refleja una gestión relativamente sólida de los balances por parte de las empresas, con unos controles de costes más estrictos y una firme disciplina acerca de los dividendos y las recompras de acciones. La actividad de reapertura y el persistente repunte de la demanda se han traducido en un incremento de los flujos de caja que han dado un impulso a las arcas de las empresas, lo que las ha dotado de las herramientas para reducir el apalancamiento.
Ahora bien, debido a esos cuellos de botella en la cadena de suministro y la persistente inflación, a las empresas les va a costar más superar las previsiones como han hecho en 2021, al menos a corto plazo. Esperamos que el año que viene las compañías vuelvan al ciclo habitual de decepción en términos de beneficios, en lugar de deparar sorpresas positivas.
En los ciclos anteriores, cuando la curva de tipos se ha aplanado, el impacto en la renta variable ha llevado a los inversores a buscar empresas de calidad que podrían sobrevivir a cualquier perturbación inminente de los tipos. Camino de 2022, hemos visto cómo la curva se ha pronunciado, aplanado y elevado a lo largo de la curva una vez más, lo que ha dejado un escenario más dispar en cuanto a los factores que guían el mercado. No veo que esa situación vaya a cambiar a corto plazo, pero algunos segmentos que se han comportado mejor últimamente podrían experimentar dificultades, como los valores “meme”, acciones que ganaron popularidad entre los inversores minoristas a través de plataformas en las redes sociales. Las compañías que nos atraen ―negocios de calidad con balances sólidos y ventajas competitivas― presentan más posibilidades de capear la volatilidad.
Renta fija: las valoraciones del crédito dejan poco margen de error
Los inversores volvieron a inundar el mercado de renta fija en 2021, subidos a la ola de liquidez que aumentó el atractivo de la mayoría de los activos de riesgo. No obstante, esto ha dejado unas valoraciones elevadas y recelamos de los activos menos líquidos que los otros, entre los que se incluirían, en general, el crédito estructurado y los bonos municipales. Con pasivos vinculados a índices que incluyen muchas entidades sobreendeudadas, consideramos que un enfoque activo dará sus frutos en 2022.
Como creemos que la inflación se mantendrá durante más tiempo, en paralelo a la retirada del estímulo, cabría esperar que los rendimientos de los bonos aumenten en 2022, lo que no es una perspectiva excelente. Pero a medida que las compañías vuelvan a una fase tradicional de expansión del ciclo económico, nuestro enfoque activo específico en la mejora de los balances de las firmas y los consumidores, junto con una perspectiva “inteligente” de gestión de costes, proporcionarán mejores resultados en 2022. En recientes fechas, hemos visto cómo algunos diferenciales se han ampliado más en los tramos más débiles que en el universo investment grade, algo que cabría esperar en una fase de desaceleración. Si esto continúa, podríamos considerar el segmento investment grade más atractivo que el alto rendimiento, aunque las grandes promesas nos siguen resultando interesantes. Y si la desaceleración fuese más grave de lo que pensamos, cabría prever un mayor apoyo a la deuda pública.
Renta variable: no hay escondites
A las empresas les va a costar más superar las previsiones como han hecho en 2021, al menos a corto plazo. De hecho, espero unamayor variación en los resultados de la renta variable a lo largo del año, un contexto que podría ofrecer oportunidades para los inversores activos. La continua actividad de reapertura (y un entorno de crecimiento del PIB superior a la media) ofrecen oportunidades de rentabilidad superior cíclica, especialmente en el primer semestre del año, aunque incluso esto dejará ganadores y perdedores de forma dispar. Como hemos señalado, creemos que la calidad se abrirá camino a largo plazo. Por calidad, nos referimos a empresas con balances sólidos, fuertes ventajas competitivas y unos excelentes credenciales de sostenibilidad. Con independencia de la región, estamos convencidos de que estas empresas sobrevivirán a cualquier fase de desaceleración o volatilidad en 2022.
Regiones
Desde una perspectiva regional, este año los inversores han salido de China en masa, debido a su publicitada represión regulatoria, a lo que se ha añadido el desequilibrio de su mercado inmobiliario. Entiendo la inquietud por la normativa, por no mencionar los brotes de la variante delta de la COVID-19, las condiciones climáticas extremas que han afectado la producción de alimentos y el transporte, y han derivado en la ralentización del crecimiento. No obstante, China fue la primera en recuperarse de la COVID-19 y lo hizo con unas políticas más estrictas que otras regiones. Aunque el crecimiento del país preocupa bastante, para mí eso hace más probable que las autoridades chinas proporcionen estímulo en 2022, por lo que tengo una perspectiva equilibrada. En China (y en el resto de los mercados emergentes) hay oportunidades, pero se necesita análisis fundamental y un enfoque ascendente (bottom up), es decir, construir las carteras empresa a empresa en lugar de con un enfoque temático.
En Japón, el primer ministro, Fumio Kishida, no constituye el mismo catalizador positivo que sí era Abe. Sin esa chispa política y la expectativa de cambios importantes, Japón ha perdido atractivo como región para nosotros, en tanto que inversores, a pesar de las mejoras en las cadenas de suministro que respaldarán la naturaleza industrial del país. Dicho esto, como inversores activos, no nos faltan oportunidades y muchas veces el mercado japonés ofrece una mayor variedad de la que le atribuimos, sobre todo en los sectores de tecnología y servicios. Este último no vive una fase normal debido a la COVID-19, pero hay iniciativas en marcha diseñadas para mejorar la productividad que nos están permitiendo descubrir oportunidades.
El sector de ahorro del Reino Unido ha estado invertido normalmente en un 60% en activos denominados en libras esterlinas, pero últimamente los inversores del país han tenido una perspectiva más global en busca de rentabilidades ajustadas al riesgo. Esta puesta se ha revelado acertada, ya que el mercado del Reino Unido ha quedado rezagado en muchas ocasiones y sigue viéndose castigado por la reducción de flujos. Sin embargo, a las compañías con mucho dinero no les importan los flujos, sino encontrar activos baratos e infravalorado que puedan comprar, unas oportunidades que en el Reino Unido abundan. Puede que se exagere hasta qué punto el Brexit está afectando a las economías del Reino Unido y Europa. Lo que sí sabemos es que el Reino Unido es una economía menos abierta que hace cinco años y eso seguirá influyendo, generando tanto oportunidades como desafíos.
En cuanto a Europa, esperamos un fuerte crecimiento, aunque con la posibilidad de que se produzcan turbulencias en la cadena de suministro, ya evidentes con la falta de conductores de vehículos pesados y una menor reserva de mano de obra. Es probable que estos factores provoquen una inflación mayor de la esperada y que el estímulo toque techo. El tema del cambio también está presente en la región: en Alemania, Angela Merkel sigue teniendo una gran presencia, pero se prepara para dejar el cargo; una Alemania bajo el mando de Olaf Scholz, del Partido Socialdemócrata (SPD), junto con Los Verdes y los liberales del FDP podría dar lugar a una mayor volatilidad y un predominio del estímulo. A ello hay que sumar que en abril se celebrarán elecciones presidenciales en Francia, una cita electoral que, como es sabido, resulta difícil de predecir. Estos acontecimientos influirán en los mercados, pero es complicado calcular hasta qué punto.
Conclusión
El año 2022 se caracterizará por los cambios. Hemos tenido un entorno de estímulo fiscal y monetario durante un tiempo, y cuando los grifos se dejan abiertos, a los inversores no les preocupa cuánto gastan los gobiernos y los bancos centrales o cuánto déficit tienen los países. Pero se avecinan cambios, por indeseados que sean, y nos enfrentamos a un mundo de “reparación económica” en el que los mercados y los inversores deben tener en cuenta el impacto de un menor estímulo fiscal.
Como gestores activos, nos hallamos en una buena posición para abrirnos camino en este mundo cambiante. Contamos con una diversidad de ámbitos de especialización, con más de 650 profesionales de la inversión que comparten sus opiniones sobre todas las principales clases de activos y mercados. Son esa experiencia, nuestra cultura de colaboración y un enfoque en la intensidad investigadora lo que nos ha permitido históricamente seguir ofreciendo rentabilidades sólidas a largo plazo. Y así seguirá siendo en 2022.
Tribuna de William Davies, director adjunto global de inversiones de Columbia Threadneedle Investments.
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En el EEE: Publicado por Threadneedle Management Luxembourg S.A. Sociedad inscrita en el Registro Mercantil de Luxemburgo (R.C.S.) con el número B 110242, 44, rue de la Vallée, L-2661 Luxemburgo, Gran Ducado de Luxemburgo.
Los dividendos de las empresas se han recuperado en gran medida de los estragos de la pandemia, y es probable que los pagos de las compañías europeas vuelvan a los niveles anteriores a la pandemia a mediados de 2022 [1]. Sin embargo,la mayor recuperación de los dividendos se ha producido en los sectores más difíciles desde el punto de vista medioambiental. Las empresas mineras, por ejemplo, han anunciado repartos extraordinarios gracias a la subida de los precios de las materias primas, y las petroleras y compañías de gas han podido aumentar los dividendos a medida que los precios de la energía se han recuperado.
En este contexto, los inversores deben encontrar un camino para garantizar que su estrategia de ingresos de renta variable no sea incompatible con una creciente atención a los criterios ESG, manteniendo al mismo tiempo una diversidad sectorial suficiente para una gestión prudente de la cartera. Para NN Investment Partners (NN IP), hay tres formas clave de garantizar la sostenibilidad de los dividendos a largo plazo:
Comprometerse en lugar de excluir
El enfoque preferido de NN IP es comprometerse con las empresas para lograr el cambio, en lugar de excluirlas. Nicolas Simar, gestor senior de la cartera de European High Dividend, afirma: «Sólo llegamos a donde queremos estar si ayudamos a las empresas a realizar la transición. Aplicar una exclusión general en subsectores específicos no ayuda necesariamente, sobre todo si esos activos se venden luego a inversores con una menor sensibilidad a los factores ESG. Es mucho mejor actuar como accionistas responsables y comprometerse con las empresas para ayudarlas a avanzar en la dirección correcta. Como inversores, también tenemos que construir una valoración realista de cómo el camino hacia el cero neto impacta en sus flujos de caja y el efecto potencial en los dividendos».
Ajustar las métricas financieras a criterios específicos de ESG
Mark Belsey, analista de inversiones senior del equipo de renta variable europea, señala que desde la gestora observan los riesgos y las oportunidades ESG de cada empresa y los incorporan a su análisis de valoración. “Hay elementos que pueden cuantificarse fácilmente. Para ello, podemos ajustar nuestras previsiones financieras y nuestras estimaciones de flujos de caja descontados. Para los factores más difíciles de cuantificar, integramos el análisis cualitativo en nuestro caso de inversión. Entonces podemos aplicar descuentos o primas a los costes de capital, o múltiplos de valoración, en relación con su grupo de referencia».
Esta evaluación también puede llevarse a cabo junto con los esfuerzos de engagement. Si un compromiso funciona, puede eliminarse el descuento aplicado a una empresa con malos resultados. Si no lo hace, el descuento seguirá aplicándose.
Cuantificar el coste de lograr el cero neto
«Nuestros analistas tienen en cuenta los gastos operativos y de capital necesarios para que las empresas alcancen el objetivo de cero emisiones netas”, explica Robert Davis, gestor senior de carteras del equipo de renta variable europea. “Una vez que hemos incorporado esto a las previsiones, podemos tener una proyección de los flujos de caja para esa empresa bastante diferente a la del consenso del mercado. Esto es importante para el reparto de dividendos: una empresa que necesita invertir cientos de millones en un proyecto de neutralidad de carbono puede ver mermados sus flujos de caja».
Sin embargo, a largo plazo, esta inversión puede mejorar la posición financiera de la empresa. Puede haber un retorno atractivo de su inversión porque ya no tiene que pagar por los bonos de carbono, o pueden cobrar una prima por su producto porque se produce de forma sostenible, añade.
Conclusión
Para el inversor en dividendos, Europa continental cuenta con una amplia selección de empresas generadoras de ingresos en múltiples sectores. Tiene una concentración notablemente menor en sectores cíclicos que, por ejemplo, el mercado británico. Sin embargo, todavía puede ser difícil encontrar empresas con ingresos elevados y crecientes que obtengan una buena puntuación en criterios ESG.
Con el proceso adecuado, estos objetivos son compatibles: si se eligen los nombres indicados en cada sector, es posible construir una cartera con mejores resultados pero que también logre una intensidad de emisiones de carbono inferior a la del índice de referencia.