Perspectivas de los mercados privados para 2023: cauto optimismo en un año de turbulencias

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En opinión de BlackRock, los inversores se enfrentan a una nueva era también a la hora de invertir en los mercados privados. “Hay pocas razones para amar 2022. Fue un año que trajo consigo convulsiones en los mercados, inestabilidad geopolítica y condiciones económicas que pocos podrían haber previsto. Aunque se espera que 2023 traiga consigo algunas turbulencias, en BlackRock Alternatives las perspectivas para el nuevo año son de un cauto optimismo”, afirma Edwin Conway, Global Head de BlackRock Alternatives, en el último informe presentado por la gestora.  

Según reconoce el experto, “la incertidumbre a corto plazo presenta una oportunidad para que los inversores alcancen sus objetivos a largo plazo, al seguir invirtiendo en tendencias mundiales duraderas como la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, la adopción cada vez mayor de tecnología y los cambios demográficos emergentes”. 

En este sentido, destaca que cada vez son más las empresas que acuden a los mercados privados para cubrir sus necesidades de capital y financiación, lo que amplía el campo de inversiones potenciales. “La historia nos dice que, incluso en periodos de turbulencias, los activos privados pueden obtener buenos resultados en términos absolutos y relativos. Aunque somos conscientes de los retos que pueden surgir, somos optimistas y creemos que una red mundial de relaciones, un riguroso proceso de selección y un sofisticado análisis de riesgos pueden ofrecer a los clientes lo mejor de los mercados privados, independientemente del ciclo del mercado”, añade Conway.

Según el último informe de la gestora, las oportunidades de este año vendrán justamente al calor de este nuevo entorno de mercado con inflación, tipos y volatilidad más elevados. A esto hay que sumar que, en su opinión, el papel de los activos privados en una cartera es más importante que nunca, ya que muchos están en una posición única para aprovechar las importantes tendencias mundiales. 

“Vemos la incertidumbre a corto plazo como una oportunidad para seguir invirtiendo en megatendencias a largo plazo, como la transición neta a cero: los inversores desempeñarán un papel fundamental en la reorientación de los flujos de capital para financiar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. También observamos una aceleración de la adopción de tecnología a escala mundial, un crecimiento de la atención sanitaria y cambios demográficos impulsados por la evolución de los estilos de vida y las preferencias”, señala el documento. 

Entre las conclusiones que presenta, apunta que justamente esa mayor recurrencia de las empresas a los mercados privados en busca de capital está creando oportunidades para adquirir activos de alta calidad a múltiplos atractivos. “Aunque el efecto denominador ha provocado un aumento de las asignaciones a los mercados privados en relación con las participaciones públicas, animamos a los clientes a contemplar sus carteras desde una perspectiva de futuro. Creemos que las próximas añadas de fondos están bien posicionadas para aprovechar la nueva dinámica del mercado”, argumentan. 

Sobre las perspectivas que la gestora tiene para los diferentes activos de los mercados privados, destaca que en renta variable privada ve la oportunidad de invertir en flujos de caja persistentes a múltiplos atractivos: los sectores resistentes, como la sanidad y la tecnología de lucha contra la inflación, ofrecen distintas formas de jugar en ciclos múltiples”, 

En el caso de las infraestructuras, tan populares en estos dos últimos años, BlackRock explica en su informe que  la crisis energética, combinada con la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, pone de relieve la necesidad de invertir en tecnologías asequibles, viables y limpias. “La estructura de estas inversiones será esencial para mitigar los riesgos relacionados con la innovación tecnológica, los impuestos extraordinarios, la volatilidad de los precios y las políticas regionales”, matiza. 

Sobre el real estate el informe señala que las exigencias de los cambios demográficos, la desglobalización y los edificios energéticamente eficientes no han desaparecido, aunque la inversión se haya ralentizado. Y reconocen: “Esperamos una nueva revalorización de los activos en 2023, pero creemos que los inversores que sepan identificar los puntos dulces regionales y temáticos encontrarán un conjunto de oportunidades atractivas”. 

Por último, señala que los diferenciales del crédito privado, junto con la subida de los tipos de interés, han aumentado la rentabilidad potencial. Pero matizan que existen dudas sobre la capacidad de las empresas para hacer frente a los costes más elevados. Una conclusión relevante es que la gestora considera que las normas y las estructuras sólidas de suscripción que existen para este tipo de activo hace que sea más sencillo para los inversores entender la inversión. 

En este sentido el informe indica: “Consideramos que el apoyo de los patrocinadores de capital privado y la flexibilidad de los proveedores de deuda privada son fundamentales para garantizar que las estructuras de capital de las empresas estén optimizadas para la proporción adecuada de capital y deuda. Cuando no sea así, puede volver a surgir una oportunidad para situaciones especiales y distressed. Nuestro flujo de operaciones en los mercados privados ha sido constante, con el tercer trimestre a un nivel similar al del mismo periodo de 2021, en parte como resultado de un mayor uso del crédito privado, así como de la aceleración de la inversión en infraestructuras”.

Por último, sostienen que empiezan a ver oportunidades de mayor calidad en el mercado secundario, ya que algunos inversores se ven obligados a vender carteras. “Dado el largo periodo de tiempo que transcurre entre la decisión de vender un activo de capital riesgo y la venta, esperamos más oportunidades de este tipo en 2023”, señala el informe.

Ventajas para las carteras

De cara a este año, BlackRock considera que los activos privados ofrecen potencialmente una mayor relación riesgo-recompensa. “Teniendo en cuenta que el periodo de inversión de una nueva añada de un fondo puede extenderse de uno a tres años, la perspectiva de valoraciones de entrada más bajas es una cualidad atractiva en estos momentos”, sostienen. 

El informe explica que la naturaleza focalizada de las carteras de mercados privados, que tienen relativamente pocas inversiones, contribuye a una mayor dispersión de la rentabilidad y prima la selección de gestores. Según su experiencia, los activos privados pueden utilizarse para diversos fines en una cartera, y de forma complementaria a las participaciones públicas. “La mera amplitud de las inversiones en el mercado privado permite la búsqueda de rentas defensivas o el crecimiento a largo plazo, con un número diverso de motores fundamentales de rentabilidad”, defiende el documento.

Mercados emergentes: en el punto de mira

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En la década de 2010, la renta variable de mercados emergentes obtuvo su peor rentabilidad como clase de activo desde la década de 19301. Tan solo subió un 49%, en comparación con un promedio del 203% en las siete décadas anteriores2. Los países que conforman los mercados emergentes registraron altos déficits comerciales y fiscales debido a un legado de políticas fiscales y monetarias laxas, lo que provocó la depreciación de las divisas y forzó una limpieza de sus balances.

2010: La peor década para los mercados emergentes desde 1930

Rentabilidad total acumulada de los mercados emergentes durante cada década

Datos a 31 de diciembre de 2019

Fuente: MSIM, Bloomberg, FactSet, Haver. Rentabilidades totales renta variable, USD.

 

Otro factor importante que lastró la rentabilidad de la renta variable de los mercados emergentes en la última década fue el deterioro del diferencial de crecimiento entre las economías emergentes y el mundo desarrollado, que es el impulsor clave históricamente de las rentabilidades relativas de esta clase de activos.

 

El diferencial de crecimiento favorece ahora a mercados emergentes

Diferencial de crecimiento y rentabilidad relativa de los mercados emergentes frente a los mercados desarrollados

Datos a 5 de diciembre de 2022. Ponderado por PIB.

Fuente: MSIM, Bloomberg, Factset, Haver. Pronóstico = estimaciones del sector privado con consenso de Bloomberg. Los pronósticos/estimaciones se basan en las condiciones actuales del mercado, están sujetos a los principales cambios y pueden no llegar a materializarse.

Tras más de una década estando por detrás de las economías desarrolladas, especialmente frente a la renta variable estadounidense, los mercados emergentes se encuentran ahora en una posición mucho mejor para superar a los países desarrollados en esta década, aquí hay algunas razones:

  • Los diferenciales de crecimiento ahora favorecen a la renta variable de mercados emergentes
  • La deuda soberana de mercados emergentes se encuentra en mejor forma comparada con mercados desarrollados, debido a la mejora de la deuda pública y las situaciones fiscales
  • El crédito de mercados emergentes se encuentra en mejor posición debido al desapalancamiento
  • Los balances externos de los mercados emergentes han mejorado en comparación con la última década
  • La renta variable y las divisas de los mercados emergentes cotizan en valoraciones de crisis

 

Las divisas de mercados emergentes ex-China se encuentran a niveles mínimos de crisis

Valoraciones de las divisas de los mercados emergentes ex China ppp

Datos a 5 de diciembre de 2022.

Fuente: Análisis MSIM, Bloomberg, FactSet, Haver.

Las valoraciones relativas de la renta variable en mercados emergentes también se encuentran en mínimos a nivel de crisis

Indicador de valoración de mercados emergentes frente a mercados desarrollados

Datos a 5 de diciembre de 2022

Fuente: MSIM, Bloomberg, FactSet, Haver. Medida compuesta de 6 métricas de valoraciones: precio/valor contable, 12 meses al año. PER, PER, precio/ventas, ganancias por precio/efectivo, rendimiento de dividendos.

 

La economía y los mercados chinos también han estado marcados por décadas. Si bien en la década de 2000 se produjo el último repunte de la “vieja” China y en la de 2010 el auge de la “nueva” China, 2020 será la década de la “China 3.0”, con el gobierno priorizando la ciencia y las tecnologías fronterizas. Los motores de la economía y los mercados de China también deberían evolucionar en esta década. Dado que China constituye el 30% del índice MSCI EM, no creemos que la inversión pasiva pueda captar estas temáticas, ya que una gran parte del índice todavía está formado por compañías de la China “antigua”. En la actualidad, la “China 3.0” es una pequeña parte del índice. Ha llegado el momento de mirar más allá de la ponderación del 30% de China en el índice y centrarse en mercados, sectores y empresas que estructuralmente puedan beneficiarse de las nuevas tendencias en la región.

Creemos que la mayoría de los inversores están infrapoderados en mercados emergentes, considerando las rentabilidades potenciales de los catalizadores de esta clase de activos para la próxima década. La asignación media activa de fondos de renta variable global a mercados emergentes es del 5,2%, muy por debajo de la asignación media de los últimos 20 años del 9%3. El entorno para invertir en mercados emergentes nunca será fácil, pero centrándonos en la selección de países, la selección de acciones y las temáticas estructurales, creemos que los inversores pueden cosechar recompensas, especialmente en esta etapa de su ciclo económico y de mercado.

En Morgan Stanley IM, el equipo de renta variable de mercados emergentes cuenta con gran experiencia en inversión en diferentes ciclos de mercado, lo cual nos ayuda a tomar mejores decisiones de inversión y generar rentabilidades atractivas a largo plazo.

 

 

1 MSIM, Bloomberg, FactSet, Haver.

2 MSIM, Bloomberg, FactSet, Haver. Rentabilidades de mercados emergentes basadas en MSCI EM Index.

De TINA a TARA: ¿Qué ha cambiado para los inversores en renta variable?

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Foto cedidaAlexandre Drabowicz, Amundi

Hasta 2022, el acrónimo TINA (There is no alternative) se había puesto de moda en los mercados, en referencia a que la renta fija ya no era una alternativa para los inversores, que no quedaba más remedio que asumir riesgos para obtener rentabilidad. El fuerte mercado bajista visto el año pasado ha puesto patas arriba a las valoraciones, haciendo que emerja un nuevo acrónimo: TARA o, lo que es lo mismo, There are reasonable alternatives, ya hay alternativas razonables. “Quiere decir que los inversores ya son capaces de tener diversificación y de obtener fuentes de rentas distintas a la renta variable, dado que antes la renta fija no estaba dando ningún tipo de renta”, explica Alexandre Drabowicz, director adjunto de renta variable de Amundi.

Drabowicz explica que la estrategia de inversión de Amundi para 2023 se va a escalonar en tres secuencias: primero añadir deuda soberana y crédito con grado de inversión, después high yield y, en el segundo semestre del año, acciones. “Vamos a ejecutar este movimiento de irnos primero a renta fija, porque por fin vamos a ser recompensados, y las acciones serán lo siguiente, porque probablemente los inversores aprovecharán la oportunidad y los diferenciales empiezan a estrecharse otra vez, por lo que la tendencia podría agotarse rápidamente”, resume.

El representante de Amundi explica que la firma prefiere mantener cautela antes de incrementar su exposición a renta variable: si realmente estamos en la antesala de una recesión, “entonces debería haber también una recesión de beneficios, creemos que el mercado está un poco más optimista con sus previsiones”. Drabowicz se refiere a que actualmente el mercado europeo está poniendo en precio un crecimiento de los beneficios del 3%, mientras que en Amundi esperan una contracción del -10% que se correspondería con una recesión suave. Por tanto, “en cierto modo y desde la perspectiva de las valoraciones, los mercados se están poniendo un poco caros”.

Hay vida fuera de Estados Unidos

El experto explica que las acciones estadounidenses están cotizando a un PER medio en torno a las 18 veces, frente a la media de largo plazo, que sitúa en torno a las 17 veces. En Europa y emergentes, los múltiplos están en torno a las 12,5 veces el beneficio, y por esta razón él constata que se está produciendo cierta rotación por geografías, ya que los inversores han empezado a comprar más acciones europeas, chinas y de otros países emergentes.

El director adjunto de renta variable recuerda que el año pasado, con el estallido de la guerra en Ucrania, “nadie quería comprar acciones europeas”. Ahora, la percepción está cambiando para los inversores globales por dos razones. La primera tiene que ver con la caída en los precios del gas, sobre todo frente a las expectativas del mercado. Esto ha tenido un reflejo sobre la inflación, al reducirse el efecto de base y caer la tasa.

La segunda razón es que “nadie esperaba la reapertura de China”, y de hecho Drabowicz considera que está siendo “subestimada”. El experto cree que la reapertura china va a tener un impacto mucho más profundo sobre la economía mundial que las reaperturas previas de Estados Unidos y Europa. Drabowicz afirma que hay mucha demanda embalsada que se liberará con la reapertura de fronteras, pues los ciudadanos chinos ahora disponen de mucho dinero ahorrado y están deseando viajar y adquirir productos que no son tan fáciles de encontrar en su país. Por este mismo motivo, también anticipa el incremento de las exportaciones. Además, observa que “el gobierno chino se está centrando otra vez en el crecimiento interno, por lo que estimularán a la economía”. Drabowicz alerta de que se trata de un cambio de gran magnitud, y que “tendrá impacto sobre las materias primas y potencialmente sobre la inflación”.

El experto añade que la reapertura del país “ayudará a aliviar los problemas en la cadena de suministro”. Al mismo tiempo, observa que muchos países se han dado cuenta de que quizá dependían mucho de China: “Muchas compañías han sido más cuidadosas respecto a sus cadenas de suministro, tratando de diversificar más allá de China, por ejemplo, a India, pero también mediante el reonshoring (trayendo de vuelta la producción)”.

En cualquier caso, los problemas de suministro que han marcado el último año y medio y que tanto impacto han tenido sobre la estabilidad de los precios ya están desapareciendo, y esa debería ser una de las buenas noticias para 2023. El experto afirma que “ya hemos visto el pico de inflación” tanto en EE.UU. como en Europa. El precio de la energía también está a la baja, por lo que “el efecto de base es favorable”. Dicho esto, la previsión de Amundi es que la inflación se va a mantener estructuralmente más alta que en el pasado: “No creemos que vuelva a niveles del 2%, es más probable que se mantenga más elevada durante más tiempo”.

El nuevo orden mundial

“El entorno de crecimiento a cualquier precio y tipos de interés cero ya ha acabado. El año pasado había 24 o 25 billones de dólares en bonos cotizando en negativo en todo el mundo. Hoy hay cero. Esto son buenas noticias, es una normalización. Estamos regresando a un mundo en el que tienes algo de prima de riesgo”, declara el director adjunto de renta variable.

En un mundo de inflación y crecimiento, Amundi se está fijando especialmente en dos áreas dentro de la renta variable. Las acciones que pagan dividendo son una de ellas, particularmente de las compañías que tengan poder de fijación de precios, al ofrecer protección contra la inflación: “Si inviertes en compañías que pagan buenos dividendos, y cuyos dividendos son sostenibles porque son capaces de mantener sus márgenes y traspasar la subida de precios a sus clientes, entonces sus beneficios están creciendo desde una perspectiva nominal, y son capaces de incrementar su dividendo”, explica Drabowicz.

La segunda área está en el value, después de casi 20 años de reinado del growth. Drabowicz explica que Amundi ya había empezado hace dos años a aconsejar a sus clientes que rotasen parte de sus carteras a acciones con este estilo. Tras la gran corrección de 2022, ahora aboga por una posición un poco más equilibrada: afirma que “hay valor en algunas partes growth” por la fuerte corrección de los valores, y dentro del value recomienda fijarse en los modelos de negocio de mayor calidad.

Por sectores, el experto muestra mayor preferencia por valores cíclicos frente a los defensivos: “Algunas áreas cíclicas parecen un poco caras, pero globalmente preferimos estar cíclicos, nos cuesta emocionarnos con la parte defensiva del mercado”. Cita por ejemplo a la banca, por beneficiarse de las subidas de tipos, por ofrecer dividendos atractivos y porque los bancos se han provisionado en los últimos años y presentan balances saludables y preparados para afrontar una recesión suave. Los otros sectores en los que se están fijando son el consumo discrecional, y los relacionados con la reapertura de China, como turismo, lujo o fabricantes de automóviles.

2022: ¡adiós, amigo!

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El pasado año recordó a todo el mundo que los embates de la inflación son negativos para casi todos los activos financieros y que una inflación en máximos de décadas exigía tipos de interés también en sus puntos más altos en décadas. Un precio del dinero elevado aumenta las rentabilidades reales, lo cual mina las valoraciones del crédito y la renta variable. Dicho esto, nunca hemos tenido un año con rentabilidades negativas superiores al 10% tanto de bonos como de renta variable. 2023 debe ser significativamente mejor, ¿no?

Nosotros creemos que sí. Las tires son mucho más altas, se encuentran más próximas a su promedio previo a la pandemia. Auguramos que 2023 sea un año mucho más sólido para la renta fija y creemos que generará rentabilidades positivas decentes. No dudamos de que la renta fija volverá a estar en boga en vista de los niveles de rentabilidad y la incertidumbre actual de la renta variable, y posiblemente con una dispersión mucho menor de sus posibles desenlaces.

El primer elemento incierto es cuánto más subirán los tipos los bancos centrales. Las buenas noticias son que, hagan lo que hagan, será bastante menos que en 2022 y que mucho de lo que harán ya se descuenta. De hecho, varios bancos centrales de mercados emergentes han finalizado sus ciclos de subida del precio del dinero, pues consideran que ya han hecho bastante para reducir la inflación. Así pues, es probable que las sacudidas de la política monetaria sean muchas menos. Sin embargo, los mercados en general mantienen un enfoque más moderado que los bancos centrales, lo cual crea la posibilidad de sorpresas desagradables.

Por ejemplo, aunque el tipo máximo de los fondos federales que prevé el mercado es solo 25 pb inferior a la previsión de la Reserva Federal, existe una discrepancia importante. El banco central estadounidense cree que esta cifra, aproximadamente el 5%, es el suelo probable, mientras que el mercado no solo cree que se trata del máximo, sino también que caerá significativamente entre finales de 2023 y durante 2024. Si la Reserva Federal acierta, es decir, que la economía de Estados Unidos se ha reforzado o la inflación persistirá, su renta fija tendrá que ajustarse. Esta evolución posiblemente devuelva las tires del bono estadounidense a 10 años por encima del 4%. La buena noticia es que el desenlace sea posiblemente tan solo un incremento de 50 pb, muy por debajo de 2022 y menos perjudicial para los retornos.

También es posible que los bancos centrales hayan conseguido ralentizar la demanda agregada lo suficiente para consolidar la tendencia desinflacionaria. Los bancos centrales han realizado un avance enorme al llevar sus tipos oficiales a territorio restrictivo, subiéndolos a un ritmo inaudito en 40 años y contribuyendo a impulsar los tipos reales —el indicador más importante de la restricción monetaria— sustancialmente al alza.

El mayor desacuerdo entre el mercado y la Reserva Federal sigue siendo durante cuánto tiempo deberán permanecer los tipos en el 5%. A la Fed le interesa mantener una retórica dura para mantener las condiciones financieras restrictivas durante el proceso desinflacionario. Sin embargo, el mercado considera, y así lo respalda la evolución histórica, que la Reserva Federal dará marcha atrás una vez la inflación vuelva a avanzar hacia el 2% o la creación mensual de empleo se torne negativa. Esta reflexividad contendrá las posibles alzas de las rentabilidades a largo plazo. El mayor riesgo que se cierne sobre esta perspectiva, por lo demás optimista, es la persistencia de la inflación y de la evolución de los salarios.

El sector de renta fija con el que estamos más optimistas es el mercado titulizado, a pesar de los elevados tipos de interés y el riesgo de recesión en Estados Unidos y Europa. El mercado de activos titulizados está formado principalmente por bonos de titulización hipotecaria sobre inmuebles residenciales y comerciales, así como por bonos de titulización de activos. Las tires de la mayoría de estos bonos se han multiplicado por dos con respecto al pasado año y los diferenciales se han ampliado bastante más que en el caso de los mercados de crédito corporativo (salvo el crédito corporativo CCC). Pensamos que la inquietud acerca del crédito es exagerada y que las tires cerrarán 2023 a la baja, bien por una compresión de los diferenciales, bien por un descenso de las rentabilidades de la deuda pública. Nuestra categoría favorita de crédito titulizado sigue siendo las hipotecas sobre inmuebles residenciales no de agencia pese a las expectativas de que los precios de la vivienda en Estados Unidos posiblemente caigan en 2023. Nos decantamos por oportunidades estadounidenses frente a las europeas en vista de las valoraciones y los riesgos económicos.

Los mercados de crédito corporativo obtuvieron en 2022 el peor rendimiento desde que se recogen cifras. En las valoraciones actuales, los bonos investment grade no parecen ni caros ni baratos, si bien las tires parecen interesantes, lo cual debería atraer a los inversores. Aunque no creemos que los diferenciales de crédito investment grade se vayan a reducir significativamente en 2023, la TIR que se ofrece brinda una mitigación del riesgo adecuada frente a las perturbaciones de los tipos o incluso una recesión suave, dado el sólido punto de partida de los fundamentales corporativos. Compramos cuando el mercado se debilita.

Un análisis similar respalda al high yield, aunque con un mayor volumen de riesgo derivado de una posible recesión en 2023. No vemos que se vaya a producir una recesión importante, esperamos un crecimiento lento o inferior a la tendencia, con una subida gradual del desempleo. Es probable que las tasas de impago suban, pero no que se disparen, como cabe esperar en una recesión tradicional.

Esta recesión potencial, de producirse, posiblemente tenga un aspecto distinto dado que el PIB nominal y el crecimiento de los salarios mantienen la solidez. Dado que los índices high yield están alrededor del 9%, existe un margen amplio para que los diferenciales se amplíen y todavía generen rendimientos del entorno del 5%, si no superiores. Sería muy inusual que se den dos años consecutivos de rendimientos negativos high yield.

Los bonos de mercados emergentes siguen ganando en atractivo, y esperamos que los mercados locales y las divisas tengan un rendimiento relativo potencialmente positivo. Los diferenciales de tires reales de treasuries se mantienen en niveles históricamente amplios. La reapertura de China debería ser bastante positiva para los mercados emergentes en general y útil para la economía mundial. En el lado negativo, una economía china más fuerte puede dificultar que los bancos centrales de los mercados desarrollados reduzcan la inflación. La deuda externa de mercados emergentes sigue siendo el sector menos favorecido en el complejo de renta fija de mercados emergentes.

Oppenheimer amplía el equipo de ventas de renta fija de grado de inversión

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Oppenheimer & Co. anunció este martes la expansión de su mesa de grado de inversión con las incorporaciones de Perren Thomas, Dennis Megley y Mike Henneberry.

Cada uno de ellos ocupará el cargo de director general en el equipo de Ventas de Grado de Inversión en Nueva York y dependerá de Katie Lucas, directora general y jefa de Ventas de Grado de Inversión.

«Estamos encantados de dar la bienvenida a Perren, Dennis y Mike al equipo. La profunda experiencia en productos y las amplias relaciones con el sector que cada uno de ellos aporta no sólo añadirán un valor significativo a nuestra mesa de grado de inversión, sino que también complementarán nuestras otras capacidades en renta fija”, declaró Peter Albano, director global de Renta Fija de Oppenheimer.

Albano destacó cómo Oppenheimer continúa contratando “a los mejores talentos” mientras la industria se digitaliza cada vez más.

Thomas se une a Oppenheimer con casi dos décadas de experiencia en ventas de renta fija. Recientemente, ocupó el cargo de Senior Vice President en D.A. Davidson, donde “jugó un papel decisivo en el desarrollo de las ventas de grado de inversión y los negocios de trading”, dice el comunicado de la firma.

Anteriormente, trabajó como senior vice president en First Horizon Capital Markets, vendiendo productos de renta fija a cuentas institucionales. Comenzó su carrera en Goldman Sachs tras licenciarse en el Boston College.

Por otra parte, Megley se une a Oppenheimer con más de 35 años de experiencia como vendedor de crédito institucional. Más recientemente, trabajó como director general en Cantor Fitzgerald. Antes de eso, pasó 13 años en Bear Stearns, donde fue director gerente Senior, después de comenzar su carrera en Kidder, Peabody & Co. y UBS. Se licenció en la Universidad Colgate y obtuvo su MBA en la Universidad de Nueva York.

Por último, Henneberry tiene más de 30 años en el sector de las ventas con grado de inversión. Más recientemente, ocupó el cargo de director General en B. Riley Financial. Henneberry ha creado y reforzado los departamentos de ventas de Cohen & Co, BBVA, Raymond James y Fifth Third Bank. Comenzó su carrera en Bear Stearns y tiene un MBA por la Universidad Carnegie Mellon, resalta el comunicado.

Estas contrataciones de ventas de Investment Grade siguen a las de los directores generales Si Lund (Ventas de High Yield), John Covello (Negociación de Investment Grade), Chris O’Connor (Sindicato de Deuda), Peter Overton (Negociación a Corto Plazo), Ed Murphy (Negociación de Bonos Municipales), José Puell (Ventas de Mercados Emergentes) y Russ Mueller (Negociación de Productos Estructurados), que se han incorporado al equipo en los últimos 24 meses.

Apex reunió las oportunidades de alternativos en su evento Context365 en Miami

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El banco israelí Leumi expande su negocio de banca privada en el sur de la Florida
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Inés Hegedus García. El banco israelí Leumi expande su negocio de banca privada en el sur de la Florida

El evento Context365 de Apex volvió a Miami y reunió a inversores calificados y gestores de inversiones alternativas durante tres días.

Durante el evento que tuvo cita en el InterContinental de Miami entre el 22 y 25 de enero tuvo días “completos de productivas reuniones individuales programadas junto con oportunidades de networking”, dice el comunicado de la firma.

Context365 by Apex alberga una red diversa de los principales fondos en una sola plataforma.

Además aprovecha un enfoque basado en datos en tiempo real, “nuestra tecnología algorítmica de emparejamiento le pone en contacto con clientes potenciales relevantes y le permite conectarse uno a uno en una cumbre o virtualmente desde cualquier lugar y en cualquier momento. Elimine el ruido y llegue a los fondos que más se ajustan a sus mandatos de inversión”, agrega el comunicado.

En una extensa lista de speakers se destacaron Georges Archibald de Apex Group, Lance Armstrong de Next Ventures, Lawrence Bosley del sistema de retiros de la ciudad de New York, Tyler Grossman del fondo de pensiones de los bomberos y policías de El Paso, entre otros.

Como productor preeminente de eventos para la industria de gestión de activos alternativos, Context365 by Apex se centra en elevar la experiencia de la conferencia a través de un formato innovador donde la construcción de relaciones específicas conduce a resultados inigualables, dice la información de la empresa.

Argentina evita el default, pero se enfrenta a una creciente vulnerabilidad

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Los recientes canjes y recompras de deuda soberana de Argentina no son eventos de incumplimiento o default, afirma Fitch Ratings en un informe, pero las debilidades de las políticas continúan aumentando las vulnerabilidades económicas y socavando la capacidad de pago, y una sequía severa y elecciones inminentes agravarán estos desafíos en 2023.

 En enero, las autoridades argentinas comenzaron a recomprar títulos de deuda en moneda extranjera a través del mercado secundario. Desde julio de 2022 realizan canjes de títulos en pesos para extender vencimientos. Según los criterios de Fitch, un canje de deuda en dificultades (DDE) debe implicar una reducción material en los plazos y ser necesario para evitar un evento tradicional de incumplimiento de pago. Fitch no considera cumplida la segunda condición.

La recompra por debajo de la par de los bonos en dólares que vencen a partir de 2025 apunta a una parte del stock total (1.000 millones dólares de 100.000 millones de dólares) que es demasiado pequeña para afectar materialmente la capacidad del soberano para prestarles servicio. Los canjes de deuda en pesos se han producido principalmente con entidades del sector público inclinadas a apoyar al gobierno, y junto con (en su mayoría) subastas periódicas exitosas, por lo que no está claro si fueron necesarios o tenían la intención de evitar la falta de pago. El banco central (BCRA) ha intervenido con compras masivas de bonos en pesos (por un valor aproximado del 2,3% del PIB en 2022), al igual que otras entidades públicas, en consonancia con el deseo declarado de las autoridades de evitar un evento de incumplimiento del peso, pero alimentando aún más los desequilibrios monetarios.

Presiones sobre las reservas del Banco Central

Sin embargo, la capacidad de pago soberana está bajo una presión cada vez mayor, como se refleja en la rebaja de Fitch de las calificaciones en moneda local y extranjera de Argentina a ‘CCC-‘ en octubre de 2022. Las autoridades del país deben aliviar los desequilibrios macroeconómicos o mejorar la confianza, ya que esto ha implicado principalmente medidas improvisadas en lugar de ajustes sostenibles, dice desde la calificadora.

Las reservas internacionales netas aumentaron 6.000 millones de dólares en 2022 a 8.600 millones de dólares, según la estimación de Fitch, lo que probablemente cumpla con el objetivo de EFF. Sin embargo, esto solo se logró mediante el financiamiento neto del FMI que se tornará negativo este año, el mecanismo del “dólar soya” mediante el cual el BCRA compraba divisas a exportadores de soja con una prima sobre la tasa a la que vende divisas, y la postergación de la provisión de divisas a los importadores. Es poco probable que este enfoque conduzca a una acumulación sostenida de reservas. Mientras tanto, la peor sequía en décadas y las recompras de bonos en moneda dura se sumarán a las presiones sobre las reservas, que volvieron a caer en enero.

Déficit fiscal y efectos transitorios

El déficit fiscal primario del gobierno federal se redujo al 2,6 % del PIB en 2022 desde el 3,3 % en 2021, por debajo del objetivo del 2,8 % (excluyendo las ganancias contables consideradas falsas por el FMI). Esto reflejó efectos transitorios más que ajustes estructurales. El gasto en pensiones cayó 0,4 puntos porcentuales del PIB en medio del aumento de la inflación, pero la indexación hacia atrás eventualmente erosionará estos ahorros. Los subsidios a la energía cayeron 0,3 pp del PIB, lo que refleja una acumulación de atrasos más que los aumentos de precios para el usuario final promulgados a fines del año pasado. Es probable que alcanzar el objetivo del 1,9% para 2023 dependa nuevamente de los efectos de la inflación y de medidas improvisadas en lugar de reformas estructurales, que serán particularmente difíciles en un año electoral.

A pesar de un desempeño fiscal y un crecimiento más fuertes de lo esperado, la deuda/PIB aumentó al 85 % en 2022 desde el 81 % en 2021, en lugar de caer al 74 % como se proyectó originalmente en el EFF, lo que destaca los riesgos para la sostenibilidad de la deuda por el aumento de los pagos de intereses y por debajo -los artículos de línea.

El financiamiento directo de la tesorería por parte del BCRA se mantuvo por debajo del límite EFF del 0,8% del PIB en 2022. Sin embargo, el BCRA brindó un apoyo indirecto masivo al gobierno a través de sus compras en el mercado secundario de bonos y otras medidas (incluido el dólar de soja), lo que agravó los desequilibrios monetarios.

El BCRA podría verse sometido a una presión aún mayor para apoyar financieramente al gobierno, que ha enfrentado dificultades para renovar la deuda en pesos que vence más allá del ciclo electoral actual (las primarias son en agosto y las elecciones generales el 22 de octubre). Las tensiones de financiamiento que aumentan los riesgos y los incentivos para que el soberano no cumpla o vuelva a perfilar los pagos de los bonos, o los intercambie en términos de dificultades, podría resultar en un incumplimiento u otra acción de calificación negativa. Evaluaremos los canjes de deuda futuros de acuerdo con sus términos y con referencia a la definición ‘DDE’ en nuestros criterios soberanos.

BlackTORO recluta a Gonzalo Artagaveytia como su nuevo Relationship Manager

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Gonzalo Artagaveytia, Relationship Manager de BlackTORO Global Investments (LNK)
LinkedInGonzalo Artagaveytia, Relationship Manager de BlackTORO Global Investments

La firma de inversiones BlackTORO Global Investments dio la bienvenida a un nuevo Relationshio Manager. Es Gonzalo Artagaveytia, un ejecutivo basado en Buenos Aires, Argentina.

En una publicación de LinkedIn, la firma describió al ejecutivo como “un factor clave” en su estrategia de negocios, apuntando a entregar asesoría financiera a su cartera de clientes.

Hasta finales de la semana pasada, Artagaveytia trabajaba en la firma de inversiones argentina Portfolio Personal Inversiones (PPI), donde se desempeñaba como asesor financiero senior. Anteriormente, el profesional ocupó el puesto de analista de Compensación y Beneficios en MetLife Argentina.

El profesional es licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Católica Argentina (UCA).

BlackTORO se describe a sí misma como un equipo internacional de profesionales de la inversión que ofrece servicios de wealth management, incluyendo la construcción de portafolios de inversión.

Banca March espera que 2023 sea el año de la renta fija y la pausa en las subidas de tipos

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Pixabay CC0 Public Domain

El endurecimiento de las condiciones financieras y los efectos de la inflación en el poder adquisitivo dejarán una gran huella en el crecimiento de la economía global en 2023: así lo ha asegurado el equipo de Estrategia de Mercados de Banca March, que prevé una fuerte desaceleración para este año.

Uno de los principales efectos del endurecimiento monetario se verá en el sector inmobiliario, donde los precios a nivel global ya han comenzado a frenarse. En Estados Unidos, por ejemplo, la caída de las ventas de viviendas está siendo la más rápida de todos los ciclos de subidas de los tipos de interés vistos en el pasado.

A pesar de esta moderación, el tono positivo que continúa mostrando el mercado laboral y el colchón de ahorro que las familias aún retienen de la pandemia actuarán de soporte a la actividad, lo que evitará una recesión profunda en la mayoría de las regiones desarrolladas.

Entre las economías avanzadas, la zona euro registrará el peor comportamiento debido a su elevada dependencia energética del exterior y que, en el mejor de los casos, conducirá a un estancamiento del PIB en 2023. En este contexto, la economía española también registrará una intensa desaceleración, pero el PIB terminará 2023 con un avance del +1%. España sigue rezagada en la recuperación y no recuperará el PIB previo a la pandemia hasta finales del año. Por tanto, este mejor comportamiento relativo se debe a un peor punto de partida y, sobre todo, a que el importante sector turístico nacional será un nuevo motor del crecimiento: en 2023 se espera que el gasto internacional de los turistas crezca un 6,8%, volviendo a situarse por encima de lo registrado en 2019.

En cuanto a los factores que podrían sorprender positivamente, el equipo de Banca March destaca que la reciente reapertura de la economía de China actuará de impulso a la actividad global y, en particular, a la reactivación de las economías emergentes asiáticas.

El menor crecimiento económico desplaza a la inflación como principal preocupación

En cuanto a la inflación, una vez confirmado que ha tocado techo, el equipo señala que todo apunta a que entraremos en una nueva fase: la estabilización de los precios de las materias primas y la descongestión de las cadenas de suministro a final del año pasado permitirán que la inflación siga moderándose a lo largo de 2023. Además, a medida que se cumpla el primer aniversario de la invasión de Ucrania, el efecto base de unas materias primas más baratas ayudará a relajar las presiones inflacionistas. Según explica el equipo, esta tendencia de freno de la inflación nos acerca al final de las subidas de tipos de interés por parte de las autoridades monetarias.

En este sentido, Banca March insiste en que 2023 será el año de la gran pausa en las subidas de los tipos de interés. Esperan que en Estados Unidos la Fed implemente la última subida de este ciclo entre marzo y mayo, situando el tipo terminal en el 5%. En Europa, creen que la parada se producirá tras el verano en el 3,25-3,5%. Aunque consideran que la inflación seguirá moderándose, advierten que lo hará sin alcanzar los objetivos de los bancos centrales. «El impacto de los mayores costes energéticos ya se ha trasladado a los servicios, por lo que las tasas subyacentes seguirán elevadas», argumentan.

2023: el resurgir de la renta fija

Por primera vez en una década la renta fija vuelve a ser atractiva y se sitúa como una verdadera alternativa de inversión frente a otros activos. La explicación es que, en un escenario de fin de subida de tipos de interés, tradicionalmente la renta fija se comporta bien, tanto si se produce una recesión en los 12 meses posteriores como si no se materializa.

En el contexto actual de desaceleración económica, Banca March apuesta por los bonos corporativos con mayor calidad crediticia, que presentan un menor riesgo de impago y ya ofrecen unas TIR por encima del 4% a nivel global. En términos de duración, no se recomienda adoptar posiciones en los tramos largos, dado que las curvas de tipos siguen muy invertidas y las tasas subyacentes de inflación tardarán varios meses en normalizarse. Además, la deuda privada se mantiene atractiva y con un riesgo contenido: “La rentabilidad adicional proviene de su menor liquidez y no de un mayor riesgo de impago, que históricamente no ha sido más elevado que los vistos en mercados como el high yield”, explica el equipo.

En el caso de la renta variable, las pausas en las subidas de tipos de la Reserva Federal no son necesariamente buenas, ya que para las bolsas es mucho más determinante la evolución de la economía y, en concreto, si el freno a los tipos vendrá acompañado o no de una recesión. Un crecimiento de los beneficios empresariales que todavía no descuenta este escenario de deterioro de la actividad, junto a valoraciones ajustadas, ofrecen un potencial más limitado sobre los niveles actuales.

La entidad muestra preferencia por las bolsas de Estados Unidos por el mayor ROE de sus empresas y la menor dependencia energética del país. Además, en Banca March ven oportunidades en bolsas emergentes donde las revisiones a la baja de los beneficios han sido mucho más agresivas. «Una situación que consideramos que se girará debido a la reciente reapertura de China. Dentro de los emergentes, destaca la preferencia por Asia y las oportunidades que generará la vuelta al consumo de unos ciudadanos chinos que vuelven a disfrutar de libertad de movimiento», destacan.

A nivel sectorial, Banca March recomienda una combinación de sectores con capacidad de generar beneficios en el contexto macroeconómico actual y otros que permitan ganar exposición a la transformación económica. En concreto, siguen favoreciendo la inversión en el sector de cuidados de la salud por su carácter defensivo y la mayor resiliencia de sus beneficios en momentos de deterioro del ciclo económico. Sin embargo, estas posiciones se pueden combinar con exposición a sectores cíclicos, como el sector tecnológico, por su capacidad de generar beneficios más allá de las megacaps. Asimismo, ven interesante mantener exposición en sectores sensibles a tipos elevados como el financiero, donde hay valoraciones atractivas. Finalmente, y de manera estructural, localizan importantes oportunidades de inversión en los sectores ligados a la transición y autosuficiencia energética

En definitiva, para Banca March la renta fija será la protagonista de 2023 dentro de un entorno que se mantendrá volátil para la renta variable. El equipo de Estrategia de Mercados de Banca March afronta este año como un ejercicio en el que se deberá ir incrementando el riesgo, pero teniendo muy presente que todo tiene un precio y que, por el momento, hay que esperar y mantener la cautela en renta variable, aprovechando y capturando el efecto positivo que tienen unos tipos base más altos sobre la renta fija.

Julius Baer refuerza su operación brasileña con una seguidilla de contrataciones

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Julius Baer tiene la mirada puesta en el mayor mercado de América Latina: Brasil. En línea con lo que describen como “ambiciosos objetivos de crecimiento”, el banco de inversiones de matriz suiza está apostando por el talento local, con una seguidilla de nombramientos en el país.

Según informaron a través de un comunicado, la firma está engrosando sus operaciones brasileñas con la contratación de siete ejecutivos en los últimos meses.

El primero fue Felipe Dexheimer, que se unió la compañía en noviembre como jefe de Gestión de Cartera. En la firma lo describen como un experimentado y reconocido especialista en inversiones. Proviene de XP Asset Management, donde era responsable de Asignación de Activos para la unidad minorista.

Ese mismo mes, llegó Felipe Milano, que ingresó a la firma como Relationship Manager, luego de dejar XP Investimentos.

Cristiano Câmara llegó a Julius Baer en enero como Business Developer. En su función, explicó la firma, representa y apoya el avance del negocio en la zona centro-oeste de Brasil desde Goiania. Anteriormente fue socio de una empresa local de gestión de activos, donde lanzó y dirigió la iniciativa de gestión de patrimonios hasta mediados de 2022.

El primer mes del año también trajo la llegada de Roberta Faustino, que fue contratada como Asistente de Gestora de Relaciones y trabajaba anteriormente en Banco Safra

En febrero, se sumaron dos contrataciones más, reclutadas también desde el Banco Safra. Flávia Bruno, ex subdirectora de Nuevos Negocios/Adquisición de Clientes del banco, se incorporó a la firma de matriz suiza como Senior Relationship Manager, mientras que Andrea Sampaio también fue nombrada como Senior Relationship Manager, cubriendo las regiones Norte y Nordeste de Brasil.

Por su parte, Eduardo Tabone se incorporará a Julius Baer en como jefe de equipo. Anteriormente fue jefe de Nuevos Negocios/Adquisición de Clientes en Banco Safra y pasó alrededor de 10 años en Itaú Unibanco. Ahí, fue jefe de equipos de asesoramiento de inversiones para la unidad de banca de consumo, entre otras funciones de alto nivel.

Estas contrataciones vienen después de otra período en que el banco de inversiones europeo robusteció su planilla en Brasil. En octubre del año pasado, la firma anunció la contratación de cinco ejecutivos locales, en distintas áreas.

La responsable de la Región de las Américas de Julius Baer, Beatriz Sánchez, destacó la decisión a través de la nota de prensa. “El país sigue ofreciendo excelentes oportunidades de crecimiento y el negocio local del banco ha ido expandiendo y creciendo con éxito desde la primera adquisición en Brasil en 2011. Julius Baer se enorgullece de ser el mayor gestor patrimonial independiente del país y esperamos seguir expandiendo nuestro negocio con el apoyo de los nuevos miembros del equipo”, indicó.

La compañía de servicios financieros opera en el mercado brasileño a través de Julius Baer Family Office, que ofrece servicios patrimoniales como la multi-custodia; Julius Baer Advisory Office, centrado en soluciones globales de inversión y planificación patrimonial; y el equipo Brasil International, con sede en Suiza.