A&G continúa incorporando profesionales a sus filas. En esta ocasión el departamento de negocio ha fichado a Antonio Soler como socio a su oficina en Valencia.
Soler cuenta con una vasta experiencia profesional. Comenzó su carrera en Citibank, donde ejerció como Management Associate. Posteriormente trabajó durante 7 años en Banif, participó activamente en la creación de Banco Banif Banqueros Personales y fue responsable regional para la Comunidad Valenciana y Murcia. Antes de incorporarse a A&G estuvo durante 21 años en BNP Paribas Banca Privada, donde comenzó como responsable de la Comunidad Valenciana y Murcia, siendo subdirector general de la entidad en España. En su última etapa ejerció como Managing Director y formó parte del comité ejecutivo de BNP Paribas Wealth Management.
2022 está siendo un año especialmente activo para el equipo de A&G, que ha sumado en lo que va de año más de 40 profesionales, incluyendo a 10 nuevos banqueros en Alicante, Sevilla, la Coruña, Madrid y Valencia.
Al respecto, Juan Espel, director general comercial de A&G, ha señalado: “Creemos que incorporar al equipo a miembros con una trayectoria profesional tan extensa y potente como la de Antonio, nos permite continuar creciendo de una forma aún más robusta. Contamos con que Antonio será una pieza clave del equipo y participará activamente en ayudar y asesorar a A&G en nuestros planes de futuro”.
Las gestoras estiman que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) estaría dispuesta a subir los tipos un 0,75% o incluso un 1% en su reunión de esta semana. Esta subida supondría llevar el tipo objetivo al 2,5%, el nivel que alcanzó en el pico del último ciclo de subida de tipos en 2019. Según muestran las consideraciones previas, Jerome Powell, presidente de la institución monetaria, mantendrá un discurso duro y seguirá apostando por nuevas subidas de tipos en septiembre y octubre, aunque algo más moderados. Por ahora, la pregunta sigue siendo qué tan rápido aumentará la Fed las tasas de interés: ¿estamos ante una carrera de fondo o sprint contra la inflación?
La velocidad de la Fed se terminará en función de cuánto suba los tipos. Para Franck Dixmier, director de inversiones global de Renta Fija de Allianz Global Investors, la Fed seguirá la lógica de su reunión de junio, en la que también se produjo una subida de tipos superior a la prevista. “La idea es subir los tipos lo máximo posible en los próximos meses antes de que se cierre la ventana de oportunidad. Los mercados prevén ahora una recesión, o al menos una fuerte desaceleración del crecimiento a partir de finales de año. Por lo tanto, la Fed debe actuar ahora para seguir anclando las expectativas de inflación y asegurarse un margen de maniobra”.
En general, las gestoras coinciden en que la subida será de 75 puntos básicos. “Las posibilidades de una subida de 100 puntos básicos han disminuido sustancialmente con el retroceso de las expectativas de inflación y el actual endurecimiento de las condiciones financieras. Además, la trayectoria del crecimiento ya es lo suficientemente baja y una subida monstruosa sería innecesariamente arriesgada, especialmente porque podría desencadenar una revalorización sustancial y dificultaría al FOMC el control de las expectativas del mercado en el futuro”, indica Paolo Zanghieri, economista senior en Generali Investments.
Misma visión comparte François Rimeu, estratega senior de La Française AM: “Esperamos que este miércoles el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) suba los tipos de interés en 75 puntos básicos hasta un rango del 2,25%-2,5%, la estimación del tipo neutral a largo plazo de la Fed. No esperamos una subida de 100 puntos básicos a pesar del fuerte IPC de junio, porque las expectativas de inflación han bajado. Si bien, lo más probable es que el presidente Powell reitere la necesidad de que el Comité vea pruebas claras y convincentes de que la inflación está bajando antes de reducir el ritmo de subidas de tipos. Además, es probable que no proporcione demasiada información sobre el tamaño de la subida que llevará a cabo en septiembre para mantener todas las opciones abiertas”.
En cambio, en opinión de Tiffany Wilding, economista de PIMCO para América del Norte, aunque existe una gran incertidumbre en torno al nivel exacto del tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal que es coherente con la política neutral (es decir, ni restrictiva ni acomodaticia), lo que está claro es que el nivel actual sigue siendo acomodaticio, y que “está cada vez más desincronizado con los fundamentos económicos”, incluido con el elevado nivel de inflación. “En consecuencia, creemos que la Fed querrá reajustar su política lo antes posible, lo que aboga por una subida de 100 puntos básicos para situar el tipo de interés oficial justo por encima del 2,5%. No obstante, independientemente de lo que decida esta semana, esperamos que la Fed revise sus previsiones de tipos de interés para finales de 2022 cuando se publique el nuevo Resumen de Proyecciones Económicas (SEP) en septiembre, adelantando a 2022 las dos subidas previstas anteriormente para 2023”, indica Wilding.
Por último, sobre las expectativas de la reunión de mañana, Rimeu añade que otra cuestión importante de la reunión de mañana será si Powell confirma que se duplica el ritmo de endurecimiento cuantitativo en septiembre, hasta 95.000 millones de dólares al mes: 60.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y 35.000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas. “Esperamos que esta reunión sea una confirmación de que la Fed depende de los datos y no debería tener un impacto significativo en los mercados, y que el banco central mantenga su postura agresiva para restablecer la estabilidad de precios con un tono ligeramente más equilibrado, dada la debilidad de los datos conocidos”, aclara.
Cuándo pisar el freno
Según el experto de Allianz GI, el mensaje de la Fed ha sido bien entendido por los mercados, que anticipan un tipo de refinanciación del 3,50% a finales de año y un primer recorte de 50 puntos básicos en 2023, así como un descenso de la inflación a medio plazo. “La Fed ha recuperado el control, aunque a costa de su forward guidance, que ha sacrificado. Sabe que la oportunidad de subir los tipos se verá probablemente reducida por la desaceleración económica que se avecina y se centra, con razón, en su mandato de estabilidad de precios”, asegura.
Desde BlackRock coinciden en que las opiniones del mercado sobre lo que cabe esperar de los tipos han sido volátiles. “Los bancos centrales creen que pueden frenar la inflación y provocar solo una leve desaceleración, pero nosotros opinamos que eso es poco probable en realidad. Esperamos más volatilidad en el futuro hasta que los bancos centrales tomen partido en la dura disyuntiva entre crecimiento e inflación a la que se enfrentan”, advierte la gestora en su último comentario semanal.
“El mercado está volviendo a una visión macro que sugiere que es posible un aterrizaje suave. El desempleo es bajo en todas partes y existe la firme expectativa de que los altísimos niveles de inflación anual que se están imprimiendo en este momento bajarán. Las expectativas de tipos se han estabilizado, los bancos centrales no han sugerido que sus expectativas de tipos terminales tengan que ser más altas, y los factores de riesgo en los mercados de crédito y de renta variable podrían haber anticipado que los balances y los flujos de caja de las empresas no se verán tan dañados como en ciclos anteriores”, añade Chris Iggo, CIO Core Investments AXA IM.
Para el economista senior en Generali Investments, la cuestión clave es la magnitud de la subida de tipos en septiembre. “Los miembros del FOMC parecen dispuestos a mantener sus opciones abiertas y quieren evitar cualquier orientación fuerte. Esperamos que Powell recuerde que las subidas de 75 puntos básicos son inusualmente grandes y que el tipo de los fondos está ya cerca de la estimación del FOMC de su nivel a largo plazo. Esto, y los signos de una desaceleración material de la economía, deberían inclinar la balanza hacia una subida de 50 puntos básicos, seguida de otra en noviembre o diciembre. Sin embargo, el informe sobre el IPC de junio, que muestra una inflación elevada y generalizada y, en particular, una fortaleza persistente en el sector de la vivienda, plantea un riesgo al alza para nuestras previsiones de inflación y de la Fed», afirma Zanghieri.
Frenar la inflación
Tal y como recuerda Christian Scherrmann, U.S. Economist en DWS, los miembros de la Fed han sido claros al señalar que están “firmemente comprometidos” con la lucha contra la inflación. “La pregunta es qué se necesita para controlar unas tasas demasiado altas y cómo la función de reacción de la Fed incorpora el impulso económico incierto en este momento. Esto último se refleja principalmente en el mandato dual de la Fed a través de las condiciones en los mercados laborales”, afirma Scherrmann.
La inflación estadounidense volvió a sorprender al alza en junio, con un IPC del 9,1% frente al 8,8% esperado, y un IPC subyacente del 5,9% frente al 5,7% previsto. La gestoras consideran que estos datos, junto a los del mercado laboral, van moldeando las expectativas sobre lo que hará la Fed.
“En el estado actual de las cosas, no se puede descartar el riesgo de que el actual entorno inflacionista se convierta en permanente, sobre todo a través de los efectos de segunda ronda. En este contexto, la Fed no tiene más remedio que centrarse en su mandato principal de estabilidad de precios y seguir actuando con rapidez y firmeza. Por lo tanto, creemos que debería anunciar una nueva subida de los tipos de interés de la Fed de 75 puntos básicos”, advierte Dixmier.
Las empresas en las que invierte el equipo de renta variable “Quality” de Ninety One, como por ejemplo, las que forman parte de la estrategia Ninety One Global Franchise Fund, presentan tres características fundamentales que deberían ofrecer protección frente a cualquier presión inflacionista prolongada: tienen un importante poder de fijación de precios debido a su fuerte posición competitiva, son negocios de baja intensidad de capital, respaldados por activos intangibles y tienen balances saneados, lo que los aísla del aumento de los costes de financiación. A continuación, Clyde Rossouw,co-responsablede inversión Quality en Ninety One, explica en detalle cada una de estas tres cualidades.
El poder de fijación de precios ayuda a mitigar los riesgos de disrupción
En Ninety One definen las empresas de alta calidad como aquellas que tienen ventajas competitivas duraderas derivadas de activos intangibles como la marca, la propiedad intelectual, el contenido único y las redes. Estas cualidades proporcionan a estas empresas barreras de entrada y, sobre todo, poder de fijación de precios, lo que a su vez les permite ofrecer un crecimiento estructural a largo plazo y resistencia, independientemente de que el entorno sea inflacionista. También componen flujos de caja con niveles de rentabilidad sostenibles.
Algunas empresas poseen un poder de fijación de precios explícito a través de la oferta de productos y servicios críticos, mientras que otras tienen modelos de ingresos basados en comisiones, en los que los porcentajes de aceptación permiten que el aumento de los precios de las transacciones se traslade completamente a los ingresos. Otra forma de poder de fijación de precios proviene de las marcas con una fuerte imagen y del posicionamiento de la categoría premium. Las disrupciones en la cadena de suministro pueden tener un impacto significativo en las empresas de bienes de consumo con cadenas de suministro globales complejas y con ciclos de capital circulante muy ajustados. Sin embargo, las empresas con grandes carteras de marcas dominantes en categorías atractivas con una distribución líder en el mercado están bien situadas para mitigar los riesgos derivados de la disrupción en las cadenas de suministro y la inflación de los costes de los insumos.
Las empresas con menor intensidad de capital tienen los flujos de caja mejor protegidos
La sabiduría convencional que se suele citar en épocas inflacionistas es la de invertir en empresas de gran intensidad de capital, como las de los sectores de la energía y las materias primas, que -como se ha visto en lo que va de año- se benefician de la inflación de las materias primas que producen y venden. Sin embargo, en Ninety One creen que las empresas de menor calidad que hacen un uso intensivo del capital y que tienen unos costes fijos elevados pueden tener dificultades a largo plazo durante los periodos inflacionistas. Esto se debe a que tienen importantes necesidades de reinversión para mantener sus activos físicos, como edificios y maquinaria, y la inflación en los gastos de capital que inevitablemente afectan a sus flujos de caja.
En Ninety One creen que las empresas de alta calidad y con poco capital, con requisitos de gasto de capital mucho más bajos, estarán mejor protegidas en un entorno inflacionista. Estas empresas pueden mantener un crecimiento rentable del flujo de caja libre que, a su vez, puede reinvertirse en el negocio para financiar el crecimiento futuro o distribuirse a los accionistas en forma de dividendos o recompras. A juicio de la gestora, estas empresas no sólo están mejor equipadas para sobrevivir durante los períodos de inflación, sino que pueden prosperar.
Los balances saneados implican menores costes de financiación
Otra de las ventajas de las empresas de calidad con balances normalmente más sólidos es que se verán menos afectadas por el aumento de los costes de financiación a medida que suban los tipos y, de hecho, se beneficiarán directamente del aumento de los tipos cuando tengan efectivo neto en su balance.
Gracias a estos atributos, en Ninety One siguen confiando en que su enfoque estará bien equipado para obtener buenos resultados en un entorno inflacionista y será resistente en caso de que se produzcan períodos de debilidad del mercado. Todo el equipo comparte una filosofía de inversión coherente, que garantiza que todas las ideas de análisis se centran en aquellas empresas con poder de fijación de precios, baja intensidad de capital y balances saneados. En la opinión de Ninety One, estas empresas están bien preparadas para componer la riqueza de los accionistas en términos reales, independientemente del entorno macroeconómico, y seguirán haciéndolo si los precios suben durante un periodo prolongado.
DWS ha lanzado dos nuevos ETFs de Xtrackers que dan acceso a los bonos del estado y a los bonos corporativos de alto rendimiento high yield de la zona del euro. Según explica la gestora, los índices subyacentes de ambos ETFs seleccionan los bonos sobre la base de un amplio conjunto de normas centradas en los estándares ESG, por sus siglas en inglés.
La gestora indica que el ETF de Xtrackers ESG Eurozone Government Bond UCITS fue listado en la Deutsche Börse el pasado 8 de julio de 2022, y en los próximos días está previsto que también lo haga en otras bolsas. El fondo cotizado replica el índice FTSE ESG Select EMU Government Bond, que utiliza el marco ESG establecido por FTSE Russell para bonos del Estado, pero además aplica criterios más estrictos para dar una mayor ponderación a los países con mejores características ESG, y una menor ponderación a aquellos que tienen menos características de este tipo. Además, excluye a los países con las peores características ESG, así como a los que no se consideran «libres», basándose en una evaluación anual de la organización Freedom House.
Cada país es evaluado según tres categorías (con diferentes subcategorías) para determinar su puntuación ESG: medio ambiente, dependiendo de su uso de la energía, la protección del clima o el consumo de recursos; social, según el nivel de desigualdad, empleo, capital humano, salud o justicia social; y gobernanza, evaluando el grado de corrupción, eficacia de la acción gubernamental, estabilidad política, seguridad jurídica, voz y responsabilidad.
Por su parte, el ETF de Xtrackers ESG EUR High Yield Corporate Bond UCITS, listado en la Deutsche Börse y en la Bolsa de Londres (y que lo hará próximamente en otras bolsas), replica el índice Bloomberg MSCI Euro High Yield Sustainable and SRI. Según explican desde DWS, este índice refleja la rentabilidad de los bonos corporativos de alto rendimiento high yield denominados en euros que cumplen determinadas características de tamaño y liquidez.
Además, el índice incluye varios filtros para cumplir con los criterios ESG. Por ejemplo, se excluyen del índice los bonos sin la calificación MSCI ESG Research LLC, mientras que se incluyen los bonos con una calificación MSCI ESG de BB o superior. Se excluyen, además, todos los emisores relacionados con armas controvertidas, extracción de combustibles fósiles o armas nucleares. Los emisores activos en ámbitos como las armas de fuego civiles, la energía térmica del carbón, el tabaco o el alcohol se excluyen si su volumen de negocio supera el 5%. Una vez aplicados estos criterios, se excluye alrededor de la mitad de los miembros del índice en comparación con el inicial.
“Con estos dos nuevos ETFs, DWS añade importantes segmentos de inversión a nuestra gama Xtrackers ESG. Ahora ofrecemos a los inversores ETFs con exposición a bonos corporativos y gubernamentales con diferentes calificaciones crediticias, divisas y delimitaciones regionales basadas en un reglamento ESG coordinado”, afirma Michael Mohr, Head of Passive Products de DWS.
Dentro de su compromiso por fomentar la inversión responsable, Amundi ha anunciado que su fondo Amundi FTSE MIB UCITS ETF se ha convertido en Amundi Italy MIB ESG – UCITS ETF DR, pasando a ser el primer ETF que replica el recién creado índice MIB ESG, desarrollado por Euronext.
Según explica la gestora, básicamente ha abordado la transición de un ETFs tradicional que replica un índice de renta variable emblemático a uno equivalente ESG. El índice replicado por el ETF ofrece exposición a los 40 principales valores italianos que demuestran sólidas prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza entre las 60 compañías italianas más líquidas que cotizan en la bolsa italiana.
En este sentido, explica que aplica filtros de exclusión basados en normas basadas en los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas (ONU) y una selección negativa permite excluir a las compañías implicadas en prácticas empresariales controvertidas. Además, el ETF también pretende ofrecer una intensidad de carbono ponderada mejorada respecto a su universo invertible.
“La inversión responsable está en el centro de la estrategia de desarrollo de ETFs de Amundi, por eso estamos encantados de asociarnos de nuevo con Euronext y acompañar a los inversores en la reorientación del capital hacia carteras sostenibles. Creemos que la emisión del equivalente ESG de índices nacionales de blue chips también es fundamental para ayudar a democratizar la inversión ESG», explica Arnaud Llinas, director de ETF, Indexing & Smart Beta de Amundi.
Por su parte, Fabrizio Testa, director general de Borsa Italiana, parte del Grupo Euronext, ha añadido: “Tras el lanzamiento de MIB ESG el pasado mes de octubre, Euronext se alegra de que Amundi decida lanzar el Amundi Italy MIB ESG – UCITS ETF DR. Esto es una prueba más del fuerte apetito del mercado por soluciones que permitan la integración de las consideraciones ESG en las carteras de inversión core. Esperamos seguir colaborando con nuestros clientes en el desarrollo de productos que apoyen esta transición ESG, en línea con nuestro compromiso ‘Fit for 1.5°'».
Para Juan San Pio, Director de ETF, Indexing & SmartBeta en Amundi Iberia, “la ampliación de nuestra gama de ETFs ESG ilustra nuestro firme compromiso con el desarrollo de herramientas que ayuden a los inversores a implementar sus estrategias ESG en función de sus objetivos y condiciones”.
Según matiza la gestora, el ETF está clasificado como artículo 8 del reglamento SFDR de la UE y se ofrece con unos gastos corrientes del 0,18%. Esta iniciativa se inscribe en el proyecto social del grupo Crédit Agricole y en su compromiso con el clima.
En opinión de Virginie Maisonneuve, CIO global renta variable de Allianz Global Investors, el reto al que se enfrentan los gestores de renta variable es “lidiar con el angosto camino de la normalización de la política monetaria en una desaceleración global sincronizada”.
Para la CIO, el punto de partida es bastante inusual donde confluyen varios factores: la retirada de liquidez por parte de los bancos centrales, una inflación disparada, un “nuevo” orden geopolítico internacional, rendimientos de bonos subiendo e índices de renta variable cayendo. “En este punto de mediados de año estamos asistiendo a la retirada de la expansión cuantitativa y aumentos de tipos en un mundo que se está desacelerando, no creciendo, lo cual es muy atípico. Teniendo en cuenta este telón de fondo, la pregunta para los inversores es: ¿cuál es el rumbo de este gran cambio?”, se plantea.
El comercio mundial, en tanto que parte del PIB, podría caer aún más, presionado por un dólar estadounidense fuerte y la dificultad para abastecerse de bienes. “Curiosamente, muchas empresas en Estados Unidos que han logrado reparar sus cadenas de suministro se encuentran ahora lidiando con crecientes niveles de inventario a medida que los consumidores reducen el gasto. Esto puede apuntar a una desaceleración de la demanda”, advierte.
Según sus estimaciones, la probabilidad de una desaceleración económica mundial fuerte y sincronizada se ve respaldada por los datos de M2 y otros indicadores; como el alto precio del petróleo, la caída de los índices manufactureros, el aumento de los tipos de interés y la reversión de los paquetes de apoyo económico implementados durante el apogeo de la pandemia. En este sentido afirma: “El impacto de la desaceleración del crecimiento en los márgenes y ganancias empresariales aún no se ha reflejado en muchas empresas, y aunque las valoraciones ya se han ajustado considerablemente, sigue siendo posible una próxima recesión de beneficios”.
Soluciones para las carteras de renta variable
Para Maisonneuve el punto de inflexión para los mercados de renta variable podría llegar cuando las expectativas de subidas de tipos de interés en Estados Unidos cambien de “saltos” de 50 puntos básicos a 25 puntos básicos o cero. “Este puede ser el momento en que las malas noticias se conviertan en buenas noticias para los mercados. Aunque el entorno económico en ese momento podría ser aún más desafiante de lo que es ahora, el final del ciclo de ajuste podría empezar a vislumbrarse. Todo esto tendría lugar en un contexto en el que el crecimiento es más difícil de observar y los tipos de interés son más altos de lo que han sido durante muchos años”.
Con esto en mente, considera que los inversores se podrían beneficiar de una cartera diversificada anclada en torno a un número seleccionado de estrategias de alta convicción. En primer lugar, apunta a acciones de valor de calidad que tienen buenos dividendos: pueden alcanzar un precio superior en un panorama de tipos de interés más altos. “Las acciones de crecimiento de calidad con balances generales sólidos y valoraciones reajustadas: estos valores podrían ser atractivos, ya que su perfil de crecimiento les ayuda a destacarse en un entorno de crecimiento global deficiente y desaceleración económica”, afirma.
También destaca temáticas como la seguridad energética y seguridad alimentaria: “Dada la incertidumbre geopolítica que ha sembrado vulnerabilidad en estas áreas, estas son inversiones temáticas relevantes que pueden ayudar a los inversores a reposicionar las carteras”, explica y añade también como idea las “acciones de innovación de impacto”.
Por último, señala directamente a la renta variable china, ya que podrían ser cada vez más atractivas, aunque es probable que la volatilidad continúe. “El crecimiento del PIB de China del 4%-5% es notablemente más alto que el de otras economías importantes del mundo; y su PIB también es alto en comparación con muchas economías emergentes. Además, China está menos expuesta a los efectos negativos de un dólar estadounidense fuerte, y el banco central de China está suavizando, y no endureciendo, su política monetaria”, concluye.
Mutua Madrileña y Cabify han alcanzado un acuerdo estratégico por el cual la aseguradora tomará una participación del 1,26% de la plataforma española de movilidad. Además, Mutua Madrileña comenzará a ofrecer el servicio Cabify a sus clientes a través de la aplicación de Mutua.
Para Mutua Madrileña, reforzar su alianza con Cabify es un paso más en su estrategia de seguir avanzando en el ámbito de la movilidad urbana a través del mercado de las plataformas digitales, que jugarán un papel relevante a la hora de ofrecer nuevas formas de gestionar los desplazamientos, ya sea con transporte público, vehículo compartido o en propiedad.
Para Cabify, uno de los escasos “unicornios” españoles, este acuerdo supone una nueva muestra de la solidez de la relación entre ambas compañías, que comparten objetivos comunes en materia de movilidad y sostenibilidad. La confianza de Mutua en el proyecto de Cabify se ve ahora reforzada con la entrada en el capital de la empresa.
La operación refleja la aspiración de Mutua Madrileña por dar respuesta a las nuevas necesidades en movilidad que están surgiendo, ante los cambios económicos y sociales que se están produciendo y que están transformando nuestros hábitos. El acuerdo permitirá también a la aseguradora ofrecer a sus clientes la mejor experiencia de usuario, así como desarrollar en el futuro nuevos servicios de movilidad.
Plan estratégico 2021-2023
Grupo Mutua se encuentra actualmente inmerso en el desarrollo de su nuevo plan estratégico 2021-2023, que contempla como ejes principales continuar acelerando la transformación digital del grupo, consolidar la expansión internacional, el crecimiento de su actividad de asesoramiento financiero y la entrada en nuevos negocios relacionados con la movilidad, entre otros objetivos tendentes a garantizar un desarrollo sostenido en el tiempo y poder seguir ofreciendo el mejor servicio y precio del mercado asegurador.
Además, la entrada en el capital de Cabify se suma a la reciente adquisición del 100% de las plataformas de movilidad ElParking e Imbric.
Un acuerdo clave para la estrategia de negocio sostenible de Cabify
Cabify, por su parte, presentó recientemente su estrategia de negocio sostenible, una guía que marcará los proyectos de la compañía con objetivos concretos, como que el 100% de los viajes sea en vehículos eléctricos para 2025 en España y 2030 en Latinoamérica, o impactar positivamente a 750.000 ciudadanos a través de iniciativas sociales en las comunidades locales, entre otros. El acuerdo alcanzado con Mutua Madrileña permitirá seguir avanzando para alcanzar los objetivos marcados.
Abac Capital y B Lab Spain han sumado fuerzas para impulsar de manera conjunta la integración de herramientas de medición y gestión de impacto en las empresas participadas por los fondos asesorados por la gestora.
Este proyecto surge un año después de que Abac se convirtiera en la primera firma de capital privado del mid-market español en obtener el distintivo B Corp, otorgado por parte de B Lab. La iniciativa busca acelerar el rol de la gestora en la transformación de las empresas que participa contribuyendo a la transición sostenible de la economía.
La colaboración entre ambas organizaciones ha permitido poner a disposición de las participadas de Abac información, formación, acompañamiento y herramientas como la Evaluación de Impacto B − estándar internacionalmente reconocido para medir y gestionar el impacto de las organizaciones en cinco verticales clave: su gobernanza, sus trabajadores, su comunidad, sus clientes y el medioambiente. Con estas herramientas desarrolladas por B Lab, las empresas también pueden conocer en qué nivel de desempeño se sitúan respecto a su industria, su geografía y su tamaño, así como crear un plan de acción para integrar mejoras aplicables a sus estrategias de negocio.
Tras el arranque del proyecto en 2021, la participada del fondo asesorado por Abac, Motocard, líder español en la distribución de complementos para motoristas, ha superado la Evaluación de Impacto B y opta así a convertirse en una empresa B Corp. El caso de éxito de Motocard ha sido publicado en un case study conjunto entre B Lab Spain y Abac para compartir la iniciativa con la industria del private equity.
En palabras de Silvia Bach, CEO de Motocard, “en Motocard, el proceso de trabajo con la herramienta de Evaluación de Impacto B ha transformado la cultura de la organización. Ahora, todo el equipo ve su trabajo desde la perspectiva de la sostenibilidad y el impacto, y presenta propuestas para seguir mejorando de forma orgánica. Estamos muy orgullosos de haber alcanzado el estándar para aplicar a ser B Corp e ilusionados de poder formar parte pronto de la comunidad B Corp”.
En cuanto al resto de las participadas, el 100% ha incorporado la herramienta y un tercio de la cartera de la gestora ya ha superado el estándar para aplicar a ser B Corp, tras haber mejorado en su puntuación, por lo que han empezado a poner en marcha medidas nuevas y más efectivas que favorezcan la gestión y mejora de su sostenibilidad. En todo momento, cuentan con la colaboración y acompañamiento del equipo de sostenibilidad de Abac y de B Lab Spain, que siguen la evolución de sus resultados con carácter trimestral.
El euro ha tocado la paridad por primera vez en 20 años, cuando los principales bancos centrales tuvieron que lanzar una intervención concertada para infundir fe en el entonces incipiente proyecto. ¿Por qué ahora? Es bastante habitual que, en épocas de recesión durante fuertes correcciones del mercado, el dólar rebote con fuerza, es un activo refugio. Pero durante los últimos 20 años hemos vivido el 2008, la crisis del euro, el COVID, etc. y no habíamos llegado hasta este nivel. ¿Por qué ahora sí?
La guerra entre Rusia y Ucrania y su impacto en el suministro mundial de alimentos y energía afecta más negativamente a Europa que a EE.UU. La probabilidad de una recesión severa a corto plazo en Europa es más probable que en EE.UU.
Europa se enfrenta a una crisis energética estructural por la fragilidad del suministro de gas que estará agudizada por el Acuerdo de París, que implica la reducción de la utilización de energías fósiles y encarece aún más la factura energética. Ambos factores drenarán crecimiento potencial a largo plazo al Viejo Continente vs EE.UU., que es autosuficiente. Al ser un tema de largo plazo, tendrá un impacto estructural en el crecimiento y aumentará sustancialmente la divergencia entre el PIB de EE.UU. y la zona euro. De ahí la enorme incidencia en el ratio euro dólar.
El punto de partida de la economía de EE.UU. era mejor que el de Europa antes de la crisis provocada por la inflación y la guerra de Ucrania por lo que probablemente será capaz de sobrellevar mejor la desaceleración que se está produciendo.
La Reserva Federal va a subir los tipos más que el BCE, haciendo su deuda más atractiva. El BCE subirá tipos, pero se espera que lo haga de manera mucho más suave por miedo a una crisis periférica incluso cuando la inflación alcanza niveles récord. La brecha entre la política de la Fed y la del BCE parece destinada a crecer aún más.
Consecuencias para Europa
Un euro más débil es un factor positivo porque ayuda a los exportadores. O bien a ser más competitivos si venden en euros o a recibir mayores beneficios si lo hacen en dólares. Sin embargo, tiene un efecto muy negativo en la inflación. Europa es importador neto de materias primas y, cuanto más caiga el euro, más tendremos que pagar por ellas. Se calcula que por cada 10 por ciento de depreciación del euro frente al dólar, se agregan 0,2 puntos porcentuales adicionales a la inflación de la eurozona en 2023.
Consecuencias para EE.UU.
Los políticos estadounidenses siempre han defendido que un dólar fuerte es bueno para los EE.UU. Por su efecto deflacionario ya que, aunque Estados Unidos sea independiente a nivel energía, en absoluto importa más de lo que exporta.
Un dólar al alza al tiempo que la FED sube tipos tiene el riesgo de enfriar la economía excesivamente rápido, la fortaleza de la moneda puede estar dificultando el trabajo del banco central y elevando el riesgo de recesión. Al revés que en Europa, la fortaleza del dólar perjudica las exportaciones de EE.UU. y las ganancias en el extranjero convertidas en divisas de las empresas estadounidenses, lo que a su vez amenaza el crecimiento económico. Cada punto porcentual de ganancia en el dólar provoca un impacto de medio punto en las ganancias del S&P 500. Las principales empresas del índice son grandes exportadores.
Conclusión
El dólar ha corrido mucho. No sólo por ser activo refugio, sino porque la crisis energética está provocando divergencias de largo plazo en el crecimiento entre EE.UU. y Europa y el BCE no puede seguir el ritmo de la FED. La posibilidad de que se produzca un acuerdo multilateral entre los bancos centrales para tratar de frenar al dólar es poco probable. Pero probablemente pase a ser un gran tema de discusión porque el movimiento
de las divisas condiciona la actuación de los bancos centrales y tiene un impacto severo en el crecimiento de los países.
Seguimos queriendo tener dólar en nuestras carteras. Es un activo que ayuda a diversificar y que se comporta bien cuando hay miedo. Menos de lo que hemos venido teniendo, pero seguiríamos teniendo.
A un inversor que esté construyendo cartera, también le recomendaríamos que comprase dólar, pero evidentemente, en proporciones aún menores.
Tribuna de Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión y producto de Mutuactivos
La economía española se ha desacelerado desde el comienzo del año, el PIB ha crecido en el primer trimestre un 0,2%. Las expectativas de crecimiento para el segundo trimestre no van más allá del 0,4%. Las perspectivas de crecimiento para el 2022 se revisan a la baja, estimando el crecimiento del PIB en un 3,8%.
La principal razón es el impacto de la invasión de Ucrania, las sanciones impuestas a la economía rusa y el incremento de los precios, sobre todo de la energía y materias primas, que se ha producido durante los últimos meses, así como la persistente presión en las cadenas globales de suministro. La guerra ha aumentado mucho el grado de incertidumbre sobre los agentes económicos y ha provocado un repunte muy fuerte de los precios energéticos, materias primas y alimentos.
Si la situación no empeora, se mantiene una senda de recuperación gradual en la economía española, que podría alcanzar los niveles de PIB previos a la pandemia a finales de 2023. Por el momento, todos los organismos oficiales han rebajado sus previsiones de crecimiento de la economía nacional.
La situación económica del país se volverá más difícil tras una época en la que las familias destinan sus ahorros a llenar bares, restaurantes y emplazamientos turísticos. Cerca del verano, hastiados por la pandemia y la crisis, sabiendo que lo que viene después será muy complicado, los ciudadanos se han lanzado a disfrutar del día a día. El fuerte aumento de la inflación y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de subir los tipos de interés llaman a un futuro cercano poco halagüeño.
Los sectores económicos que se verán más perjudicados con la llegada del otoño serán los productivos industriales. Están muy preocupados por la inflación de costes que están teniendo y los suministros que no saben si van a llegar. Por contra, el sector servicios no lo notará tanto, debido a su carácter estacional en España. Se sabe que a partir de septiembre siempre hay un declive.
La economía global se ralentizará más de lo previsto hace tres meses. Tras expandirse un 6,1% en 2021, se prevé que el PIB global crezca un 4,0% este año. La revisión a la baja del crecimiento es significativa en Europa y moderada en el resto de geografías.
Continuidad de la recuperación
En cualquier caso, se espera que la recuperación económica continúe en España a pesar de las perturbaciones creadas por la guerra de agresión rusa contra Ucrania. Las inversiones del plan de recuperación y resiliencia y la recuperación del sector turístico está previsto que apoyen el crecimiento económico, aunque hay nubes en el horizonte, que podrían traer una recesión.
La inflación media de 2022 rondará el 6,5%, alcanzando su punto máximo a mediados de año; esta escalada de precios ha supuesto un deterioro del poder adquisitivo de los españoles por el alza de precios, lo que propiciará que el consumo se mantenga en niveles inferiores, todavía, a los de la pandemia.
Aunque la mayor parte del incremento en el coste de la cesta de consumo de los hogares continúa explicada por el componente energético, comienza a producirse una generalización de la inflación hacia otros bienes y servicios.
Mercado laboral, déficit público y prima de riesgo
El mercado laboral se mantendrá fuerte, situándose la tasa de desempleo en España en su nivel más bajo desde 2008, en el 13,4% para 2022. En lo que respecta a los niveles de deuda de España, la ratio deuda/PIB se situará en el 115,1% del PIB en 2022, por encima de la media comunitaria y de la zona euro y el tercer país con niveles más altos, solo por detrás de Grecia y Portugal.
El déficit público debería caer al 4,9% a finales de año, pero hay que mostrar preocupación por el déficit estructural español, que actualmente crece por encima del PIB. El sector público tiene un peso de más del 50% respecto al PIB, un síntoma del sobredimensionamiento del sector público frente al privado.
La situación de la prima de riesgo de España, junto con las de los otros países periféricos, ha vuelto a saltar a la palestra, y esto no es buena señal. El incremento de la misma, aumentando la precepción de riesgo del país, tiene efectos colaterales:
-Tasas de interés más elevadas, socavando la economía de las familias.
-Menor número de impuestos, por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares.
-Menos crecimiento de la economía nacional generado por la menor atracción de inversión extranjera, con lo que habrá menos dinero para gastar.
-Aumento del desempleo, ayudado por la menor predisposición de las empresas a contratar.
Por lo tanto, habrá que prestar mucha atención a esta situación y a cómo el BCE ayuda a controlar esta situación con la flexibilidad de compra de deuda.
Las políticas públicas seguirán siendo expansivas, aunque en el caso de la monetaria, se espera el inicio de un proceso de normalización en los tipos de interés, con dos subidas este año por parte del BCE.
Aunque los deudores españoles han incrementado recientemente el peso de las operaciones a tipo fijo, la mayor parte de los créditos al sector privado se han otorgado a tipo variable. Un aumento rápido y significativo de la carga financiera podría afectar las expectativas de gasto de los hogares.
La incertidumbre sobre el momento en el que se acelerará la ejecución de los fondos NGEU y sobre su impacto es todavía elevada. Aunque efectivamente hay señales de que los cuellos de botella administrativos se están resolviendo, dos años más tarde, la llegada del dinero a empresas y hogares continúa decepcionando.
Más aún, el problema ahora es que se corre el riesgo de que el gasto se acelere exactamente al mismo tiempo que se produzca un aumento en el consumo (derivado de la reducción de restricciones) y cuando los precios de los insumos son elevados. Así, es posible que la efectividad del impulso fiscal sea menor si una parte importante de los recursos se destina a comprar bienes importados más caros. Ahora más que nunca pueden ser importantes las políticas de oferta, que faciliten su respuesta ante el incremento esperado de la demanda.
La invasión de Ucrania, la inflación y la no concreción del pacto de rentas o la ejecución de los fondos europeos son los factores que lastran la competitividad de España. Las políticas públicas serán clave para minimizar los efectos de la guerra. La caída del precio de la electricidad será importante. Sin un pacto de rentas, el desigual impacto de la inflación puede aumentar la conflictividad social. Puede darse una espiral inflacionista si los salarios reales crecen por encima de la productividad. Persiste la incertidumbre sobre la inversión ligada al NGEU y el gasto podría filtrarse hacia mayores importaciones ante restricciones de oferta.
En definitiva, si no se toman medidas podemos ver una recesión en la economía, sobre todo después de que esta situación ya está avisando en EE.UU.
Tribuna de Aurelio García del Barrio, director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB