La gestora francesa Ofi Invest AM ha publicado recientemente el informe “Biodiversidad: La lucha contra la contaminación de plásticos para proteger los océanos”. El informe explica las conclusiones de un estudio desarrollado entre marzo y mayo de 2022 y encargado por Macif, la aseguradora que es el mayor accionista de la gestora. El estudio se centra en analizar el nivel de compromiso de las 19 compañías multinacionales que mayor cantidad de plástico producen en el mundo, por reducir su uso y buscar alternativas que no sean dañinas para el medio ambiente.
Es una realidad que el plástico se ha convertido en un elemento esencial y omnipresente en la vida diaria de las personas, pero su producción y composición perjudican considerablemente a la biodiversidad y al medio ambiente. 100.000 mamíferos y 1 millón de aves marinas mueren cada año asfixiadas o envenenadas por los residuos plásticos. Casi 700 especies marinas están amenazadas por el plástico, de las cuales el 17% están clasificadas en peligro crítico por el WWF. Según el último informe de la OCDE de marzo 2022, el consumo de plástico se ha cuadruplicado en 30 años impulsado por el crecimiento de los mercados emergentes. La producción mundial de plástico ha pasado de 234 millones de toneladas en 2000 a 460 millones en 2019. El plástico, además, genera el 3,4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Los residuos plásticos han alcanzado 353 millones de toneladas en 2019, de los cuales dos terceras partes proceden de productos con una vida útil inferior a cinco años, tales como envases (40%), bienes de consumo (12%) y ropa y textiles (11%). La mayoría de los residuos plásticos acaban en vertederos o incineradoras, o se vierten al medio ambiente. Sólo el 9% se recicla.
En marzo de 2022, los países miembros de la ONU se comprometieron a negociar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante antes de 2024 para poner fin a la contaminación por plásticos. Según Ofi Invest AM, parte de la lucha contra la contaminación de los plásticos corresponde a los inversores, que pueden ayudar a concienciar a las empresas en las que invierten midiendo la huella de sus carteras y evaluando su adecuación a los objetivos a largo plazo de biodiversidad y protección de los océanos, así como ofreciendo soluciones de financiación a las alternativas al plástico.
Por ello, el equipo de investigación ESG de Ofi Invest AM examinó el compromiso de 19 multinacionales que producen grandes cantidades de plástico, en cuanto a las mejores prácticas corporativas en materia de reducción y alternativas al uso de plásticos, así como los retos a los que se enfrentan. Entre las empresas analizadas figuran Coca-Cola European Partners, Unilever, PepsiCo, Procter & Gamble, Michelin y Nestlé Waters, entre otras. El estudio fue encargado por el accionista mayoritario de Ofi Invest AM, Macif, y contó con el apoyo de la ONG Surfrider Foundation Europe, especializada en la lucha contra la contaminación por plásticos de océanos y ríos.
Principales conclusiones
Según la gestora Ofi Invest AM, las empresas encuestadas todavía no han asumido las consecuencias de los impactos medioambientales causados por el uso de plásticos. Sólo una minoría se ha comprometido a reducir la cantidad, o al reciclaje. Estas son las conclusiones del estudio:
La mayoría de las empresas mencionan el plástico como un riesgo importante para su modelo de negocio.
Solo Unilever ha incluido el reciclado de envases de plástico en sus paquetes de compensación para directivos.
Todas las empresas encuestadas son miembros de asociaciones o iniciativas de lucha contra la contaminación por plástico. Un tercio participa activamente en más de diez asociaciones.
Los plásticos rara vez se tienen en cuenta en las estrategias de sostenibilidad en relación con los proveedores.
Las empresas que producen microplásticos hacen poco por reducir su impacto en el medio ambiente.
La mayoría de las empresas analizadas, especialmente las alimentarias, se han comprometido a mejorar la reciclabilidad de los envases y a aumentar la proporción de envases fabricados con plástico reciclado. Sin embargo, todavía hay que avanzar en la reducción del consumo total de plástico.
Los volúmenes de material de envasado utilizados por las empresas casi no se divulgan. En la mayoría de las empresas que ya utilizan grandes cantidades de plástico, su consumo sigue aumentando.
En consecuencia, para avanzar en la lucha contra la contaminación por plástico en los océanos la gestora Ofi Invest AM apuesta por replantear los modelos económicos actuales; realizar cambios en el comportamiento de los consumidores; endurecer la legislación vigente y abrir nuevos caminos en el uso de plásticos en sectores expuestos como el agrícola y el alimentario; y, por último, reforzar la economía circular y reestructurar la gestión de residuos.
Finalmente, la gestora Ofi Invest AM aboga porque, “los inversores y los gestores de activos deben asegurarse de que las empresas incorporen estos retos a sus previsiones de crecimiento, y pongan en marcha planes convincentes para reducir el consumo de plástico. Esta es la única forma de reducir su impacto en el medio ambiente y en la sociedad, y disminuir los riesgos para las empresas”.
El total de activos bajo gestión en Europa creció hasta los 32,2 billones de euros a finales de 2021, según el último informe anual elaborado por la Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, por sus siglas en inglés). El documento recoge además algunas de las principales tendencias del sector, donde la gran estrella es la ISR y la integración de la ESG en las gestoras.
Según indica el informe de Efama, el estallido de la guerra en Ucrania, la fuerte subida de la inflación y los tipos de interés, y la consiguiente ralentización del crecimiento económico provocaron una brusca caída de los mercados de renta fija y renta variable en 2022. “El resultado fue una disminución estimada de los activos bajo gestión total hasta los 28,4 billones de euros a finales de septiembre”, señalan.
Tal y como explica Naïm Abou-Jaoudé, presidente de Efama, “los mercados financieros también han reaccionado negativamente a la guerra y sus efectos perjudiciales, en particular sobre la inflación y los tipos de interés. Esto ha deprimido no sólo los mercados bursátiles mundiales, sino también los precios de los bonos. Esto es muy inusual, ya que normalmente los fondos de bonos han ofrecido protección a los inversores durante periodos de agitación en los mercados”.
Además, el documento muestra que la gestión de activos en Europa se concentra en seis países en los que tiene lugar casi el 85% de la actividad de gestión de activos: Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza, Países Bajos e Italia. Según Efama, esta concentración se explica por la presencia de grandes centros financieros en esos países.
Otra de las conclusiones que arroja el informe es que los activos gestionados por las gestoras pueden dividirse en dos grandes categorías: fondos de inversión y mandatos discrecionales. La proporción de los fondos de inversión en el total de activos gestionados ha aumentado constantemente hasta alcanzar un récord del 56,6% a finales de 2021. La mayor proporción de renta variable en la asignación de cartera de los fondos de inversión en comparación con los mandatos discrecionales, combinada con las fuertes subidas de los mercados bursátiles, es la principal razón de esta evolución.
El informe revela una fuerte presencia de la inversión sostenible en la industria. Y esto se nota en que, a finales de septiembre de 2022, los activos netos en fondos UCITS de renta variable sostenibles se estimaban en 1,1 billones de euros y abarcaban 2.648 fondos. Según señala Efama, “representaban una cuota del 27 % del total de UCITS de renta variable. Utilizando las puntuaciones ESG de Refinitiv, se observa que los fondos de renta variable sostenibles con altas puntuaciones medioambientales tienden a asociarse con altas puntuaciones sociales y de gobernanza”.
Soluciones de inversión y clientes
Según el documento, un elemento clave para el éxito de la industria es la capacidad de las gestoras de ofrecer soluciones de inversión rentables acorde con el nivel de riesgo asumido por los inversores. Algo lógico y que suena sencillo, pero que según la organización profesional es angular para el negocio. “Proporcionan a sus clientes acceso a una amplia gama de productos y soluciones de inversión con diferentes perfiles de riesgo y ayudan a los propietarios de activos a obtener rendimientos reales positivos sobre sus ahorros a largo plazo. Al proporcionar una conexión entre los fondos de ahorro y las oportunidades de inversión, las gestoras también ponen en contacto a inversores y empresas y desempeñan un papel clave en la transición hacia una economía más sostenible”, argumenta el informe anual de Efama en sus conclusiones. Visto en cifras, se observa que el saldo vivo de los títulos de deuda y de las acciones cotizadas emitidos en Europa y en poder de los gestores de activos europeos se estimaba a finales de 2021 en 6,989 billones de euros y 3,648 billones de euros, respectivamente.
Respecto a quiénes son los principales clientes, el informe confirma que se trata de los inversores institucionales, ya que buscan beneficiarse de las economías de escala que pueden lograr los gestores de activos. Aunque sigue siendo muy inferior, la proporción de clientes minoristas de los activos tales gestionados aumentó en 2021, a medida que los hogares europeos recuperaban el apetito por los instrumentos del mercado de capitales. “Otra tendencia reciente es el aumento constante de la cuota de otros clientes institucionales, como fundaciones, organizaciones benéficas, sociedades de cartera o grandes empresas”, matizan.
En concreto, destaca que los clientes nacionales constituyen la mayor parte de la base de clientes del sector europeo de gestión de activos. Sin embargo, la proporción de clientes radicados en un país distinto al del gestor de activos ha aumentado de forma constante en los últimos años, pasando del 27% en 2017 al 33% a finales de 2021. Según explican desde Efama, “esta evolución está en consonancia con uno de los objetivos clave de la Unión de Mercados de Capitales (UMC) de la UE, a saber, una mayor integración de los mercados nacionales de capitales en un auténtico mercado único”.
En opinión de Abou-Jaoudé, el sector de la gestión de activos apoya firmemente los esfuerzos de la Comisión Europea por construir una UMC realmente eficaz y sostenible que funcione para las personas y la sociedad. “Ya se ha avanzado mucho, pero aún queda mucho por hacer y los gestores de activos están dispuestos a ayudar a los responsables políticos de la UE a alcanzar esa ambición. En este proceso, es esencial preservar la competitividad de los actores de la UE en la escena mundial”, afirma.
Según recuerda, en el actual entorno de mercado, los gestores de activos se siguen enfrentando a una fuerte presión sobre los costes y a un acusado descenso de sus ingresos, por no hablar de la importantísima carga que supone el cumplimiento de la nueva normativa. “Los responsables políticos no deben pasar por alto esta realidad si queremos tener unos mercados de capitales vibrantes y diversos en Europa. El reciente anuncio de la Presidenta Von der Leyen de que la Comisión Europea introduciría un control estándar de la competitividad en la normativa de la UE es muy bien recibido en este sentido. Junto con una aplicación más estricta de los principios de legislar mejor y proporcionalidad, se trata de consideraciones esenciales para garantizar que la economía europea siga esforzándose en un mundo cada vez más exigente”, concluye el presidente de Efama.
La agencia de valores Campion Capital Iberia A.V. ha alcanzado un acuerdo con la gestora británica Pacific Asset Management para distribuir sus fondos en España.
Pacific AM combina la flexibilidad y el foco de una gestora “boutique” con los recursos de grandes instituciones, ya que forma parte del Sir John Beckwith’s Pacific Investments Group (con inversiones en el sector inmobiliario, private equity y gestión de activos tradicionales), family office creado en 1993.
La gestora, con sede en Londres, tiene un claro compromiso con la inversión sostenible, siendo firmante de los PRI. Cuenta con 3.700 millones de dólares bajo gestión.
La agencia de valores Campion Capital distribuye ya tres de sus estrategias (UCITS) con track records muy consistentes a distintos plazos. Esos tres fondos están registrados en la CNMV, disponibles en Allfunds (pronto lo estarán en Inversis), son traspasables y tienen más de tres años de track record.
El primer fondo es Pacific North of South, un fondo con filosofía value que invierte en mercados emergentes globales. Creado en 2014, sus gestores son Matt Linsey y Kamil Dimmich. La estrategia cuenta con 850 millones de dólares bajo gestión, 600 de los cuales pertenecen a la estrategia UCITS, que se cerrará cuando alcance los 2.000 millones.
La cartera invierte en más de 30 países, aplicando una estrategia verdaderamente global de mercados emergentes, e invirtiendo en todas las capitalizaciones. El 50% está posicionada en compañías con menos de 5.000 millones de dólares de capitalización. El equipo gestor sigue una filosofía value, pues busca compañías con altos ROIC, con generación de flujo de caja libre y altos márgenes. El fondo cuenta con un track record consistente a largo plazo: se encuentra en el top cuartil a tres, cinco años y desde lanzamiento, y acumula un 4,6% de rentabilidad anualizada superior al índice desde su lanzamiento, y ofreciendo un dividend yield del 6,2%, con datos a octubre de 2022.
Cuenta también con una versión de rentas, North of South All Cap Equity Income Opportunities, con el objetivo de generar niveles elevados de dividendos, al mismo tiempo que busca una revalorización de las compañías.
El segundo fondo es Pacific G10 Macro Rates, un fondo alternativo líquido que sigue una estrategia global macro. La estrategia cuenta con 370 millones de capitalización (desde 2006) y la UCITS, vigente desde marzo de 2019, con 160 millones. El fondo sigue una estrategia global macro, invirtiendo en mercados del G10, con una estrategia de valor relativo (20-30 posiciones), y busca retornos positivos ofreciendo descorrelación a los mercados de renta fija y renta variable.
Cuenta con un sólido track record con retornos positivos en diferentes entornos macro. Su equipo de inversión realiza análisis y cuenta con modelos propios para identificar y explotar ineficiencias de precios, para invertir en deuda soberana de los 10 países más grandes de mundo, derivados de tipos de interés de esos 10 mercados y divisas.
El tercer fondo es Pacific Longevity and Social Change, un fondo que se centra en la temática social y de envejecimiento poblacional (fondo clasificado bajo el artículo 8 de la SFDR). La estrategia, vigente desde 2021, cuenta con 50 millones de euros bajo gestión, y busca posicionarse en compañías con exposición a la temática de cambio social y envejecimiento poblacional, o que promocionen hábitos de vida saludables. Está centrada en la “S” o parte social, de la ESG.
Los gestores buscan compañías con perspectivas de crecimiento, centrándose en la temática social y con modelos sólidos de negocio que ya hayan sido probados, con un enfoque de todas las capitalizaciones, sin restricciones. El equipo gestor es muy experimentado y cuenta con un gran conocimiento de la industria farmacéutica y la transición demográfica.
El mundo de las criptomonedas varía según el paso del tiempo en el sector económico. En este caso, la Reserva Federal (FED) indica que el precio del bitcoin llega a los 20.800 dólares, mientras que la volatilidad tiene relación directa con la subida de tasas de la Fed en 75 puntos. En sus orígenes, a finales de 2016, este método de monedas virtuales tenía más de 10 millones de usuarios y un total de 100.000 negocios lo consideran método de pago, según señala el informe final de investigación documental sobre bitcoin de Authorea. Además, se considera el entorno más seguro y suma 300.000 transacciones diarias.
Actualmente, el número de transacciones mediante las criptomonedas se encuentra limitado. La encuesta JP Morgan que presenta Business Insider señala que un 78% de los inversores institucionales no se proponen invertir en criptomonedas. A pesar de ello, más de la mitad opina que es un ámbito relevante a tener en cuenta que perdurará en el tiempo. Un 58% de los 3.400 inversores institucionales entrevistados aseguran que las criptomonedas han llegado para formar parte de la economía y no desaparecer.
De hecho, las criptomonedas consiguieron el punto más álgido a lo largo de toda su evolución en 2021, porque superaron la barrera de los 66.000 dólares, según argumenta Statista. En cambio, la perspectiva se alteró en el mes de julio al situarse por debajo de los 30.000 dólares. Este suceso tuvo lugar a consecuencia de las restricciones en China y el deterioro de las perspectivas de mercado. “Los bitcoins están directamente relacionadas con las circunstancias en las que se encuentra el sector económico, por lo tanto, fomentar la inversión en estas monedas contribuirá a impulsar este sector”, declaran desde Deusto formación, centro de formación continua a distancia.
¿Cómo conseguir bitcoins en la actualidad?
Los métodos más comunes para obtener criptomonedas son sencillos y rápidos de usar. El informe de Authorea expone que Faucet es uno de los procedimientos más usados. Concretamente, son páginas web que reparten pequeñas cantidades de Bitcoin cada cierto periodo tiempo. La utilización de este servicio es completamente gratuita. También están las aplicaciones móviles que funcionan de forma parecida a las Faucets, pero se trata a través del móvil. Por último, las páginas PTC en las que recibes beneficios mediante satoshis.
En el caso de que decidas invertir en grandes cantidades, tienes la opción de especular con esta criptomoneda. Al ser un valor que varía según el día en el que te ubiques, «debes aprender a esperar el momento correcto, ya que puede ofrecerte grandes ganancias», como explica el informe. Deusto Formación, ofrece formaciones como el curso de blockchain, fintech y finanzas digitales.
Las stablecoins, un criptoactivo con mecanismo de respaldo
Las stablecoins sirven para proteger a los inversores de los momentos de volatilidad. Estas monedas virtuales son como tokens, es decir, unidades de valor basadas en criptografía que se emiten por entidades privadas en blockchains, como bitcoin o ethereum. Estos tokens están asociados al valor determinado de una moneda física, a bienes materiales u otra criptomoneda. También puede ser que no se encuentren relacionadas con ninguna de las mencionadas, porque se controlan mediante algoritmos. De esta manera, la computación permite que se controle la estabilidad.
“La regulación de las stablecoins está en el punto de mira de los gobiernos. En realidad, los bancos centrales cada vez están más pendientes de las acciones relacionadas con las criptomonedas”, revelan fuentes de Deusto Formación.
Puede acceder a la página web de Deusto formación a través de este link.
El último ejercicio ha supuesto un auténtico reto para los gestores de multiactivos, al romperse por completo la correlación negativa entre acciones y bonos… y literalmente las correlaciones de todas las clases de activos, ya que los precios de la gran mayoría se desplomaron al mismo tiempo. Hablamos con John Stopford, responsable de la estrategia Global Multi-Asset Income de Ninety One, sobre qué esperar en 2023 tras la profunda revisión de las valoraciones de 2022.
Típicamente, las clases de activo se mueven en direcciones opuestas. En 2022, todo ha caído a la vez. ¿Veremos que vuelve la normalidad en 2023?
Ciertamente, los mercados han estado altamente correlacionados y las caídas en los mercados de bonos han sido más espectaculares que las de las bolsas. Tienen un motor común, que es la eliminación del dinero barato, que ha causado una revisión de los precios de todas las clases de activos. Nuestra percepción es que veremos una mayor diferenciación en el comportamiento de las clases de activos en 2023. Es probable que nos deslicemos hacia una recesión global y, por tanto, podríamos ver que los tipos de interés empiezan a caer, y que también lo hagan los beneficios. Típicamente, los primeros deberían dar apoyo a los mercados de bonos, mientras que los segundos potencialmente seguirían minando a las bolsas.
¿Cómo ha navegado este entorno de mercado tan desafiante?
Hemos intentado encontrar un equilibrio entre gestionar las caídas, pero también buscar oportunidades para generar retornos. Nuestra exposición neta a renta variable ha sido baja, típicamente entre un dígito alto y un 10% – 20%; tuvimos muy poca exposición al crédito, con el high yield suponiendo un dígito bajo o medio. De manera similar, mantuvimos la posición en duración ajustada, de modo que el riesgo de tipos de interés se limitó a un año más o menos durante gran parte del año. Esto nos ha ayudado, pero en retrospectiva podríamos haber mantenido el efectivo, dada la correlación que ha existido entre los tipos de interés.
¿Qué ha significado el mercado bajista de los bonos para los inversores defensivos?
Es importante intentar comprender qué está impulsando a los mercados y qué está guiando a las relaciones entre mercados. La cartera equilibrada clásica ha sido dependiente de dos cosas: una, que los bonos tienden a tener una correlación negativa con las acciones, y la otra, que los bonos generan retornos positivos. Esa combinación ha protegido y apoyado la rentabilidad de los fondos equilibrados durante los últimos 40 años. Ahora estamos potencialmente en un entorno muy diferente y tenemos que pensar en estas cosas de forma diferente. Por ejemplo, ¿vamos a tener correlaciones permanentemente más altas y positivas entre bonos y acciones? Si la inflación se vuelve más volátil eso definitivamente es un riesgo, porque afecta a las valoraciones de todas las clases de activos.
Y además, ¿vamos a tener más obstáculos u oportunidades si los tipos de interés tienden a ser más altos en el futuro de lo que lo han sido en el pasado? El contexto está evolucionando continuamente, lo que necesita un acercamiento ágil para invertir. Creemos que habrá oportunidades tácticas para tener bonos, pero estamos menos convencidos de que sean una asignación estratégica, particularmente la deuda soberana. Por consiguiente, los inversores necesitan explorar otras maneras de conseguir protección. Para nosotros esto significa reducir la exposición a activos de riesgo, buscando tener menos exposición neta a renta variable y menor duración, como hemos hecho este año, y después buscar oportunidades de comprar barato acciones que sean resistentes y que generen rentas que hayan sido golpeadas durante la corrección, pero que ofrezcan buenos flujos de caja y buenos retornos potenciales.
¿Cómo van a afrontar el 2023?
Inicialmente, vamos a mantenernos algo cautos en términos de la exposición general al riesgo. Nuestra mayor preocupación es que todo el endurecimiento monetario causará una recesión en 2023, que impactará a las clases de activos más cíclicas y con mayor riesgo, como las acciones. También puede sembrar las semillas de un pico en el ciclo de los tipos de interés y reducir los rendimientos de los activos más defensivos, al menos temporalmente. Pero también hemos visto una venta generalizada de todo, lo que típicamente significativa que hay chollos para tener en cartera. Estos son activos que están baratos, que ofrecen buenas fuentes de rentas, con menor incertidumbre, y que son potencialmente más defensivos durante una recesión. Pensamos, por ejemplo, que ciertos mercados de deuda soberana -particularmente aquellos donde los riesgos de recesión no están en precio, como Australia, Canadá, Nueva Zelanda y algunos bonos soberanos emergentes en deuda local-, cubiertos a divisa fuerte, ofrecen potencial. Respecto a los mercados emergentes, muchos bancos centrales van muy adelantados en el ciclo de tipos respecto a los mercados desarrollados.
También vemos oportunidades en el extremo de calidad del mercado de bonos corporativos, donde ya se están obteniendo diferenciales de tipo recesivo, pero donde tienen balances sólidos que son relativamente saludables y donde las necesidades de financiación no son elevadas. Después, dentro de la renta variable, definitivamente hay algunas empresas que están hacienda crecer sus beneficios y traspasando los precios más elevados a sus clientes con éxito relativo, particularmente en algunas áreas del consumo básico. Creemos que pueden continuar generando retornos decentes y que están razonablemente valoradas.
En tiempos donde reina la incertidumbre y la volatilidad, los inversores buscan constantemente donde refugiarse. Y como lamentablemente el conflicto entre Rusia y Ucrania continúa y no se sabe hasta qué nivel podrían seguir subiendo los tipos de interés, los fondos de renta fija pueden convertirse en un oasis para los inversores. Nathalie Coffre, responsable de soluciones a corto plazo, renta fija y crédito de Amundi proyecta que este volátil entorno podría continuar durante algunos meses y que además todavía podría no haber pasado lo peor.
¿Cómo ven la situación actual en renta fija en general? ¿Ya ha pasado lo peor?
Tal vez lo peor fue vernos sorprendidos por dos sucesos relevantes que han impactado con fuerza en el mercado de renta fija este año. En primer lugar, la subida de los tipos; y en segundo lugar, la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que ha conducido a una dolorosa crisis energética. En consecuencia, hemos tenido que asumir esta situación inesperada que ha impactado en el mercado en 2022 y que podría continuar afectándolo en 2023.
En la zona euro, no esperamos que el BCE decida cambiar su política monetaria tan rápido. De hecho, nos ha sorprendido en gran medida que siga la senda que ha sido trazada por la Reserva Federal, subiendo los tipos ya en junio. Este último hecho también fue una sorpresa en el mercado de renta fija en la zona euro. Pero prevemos que esta situación dure unas semanas o unos meses más.
La coyuntura geopolítica que se produjo fue un suceso definitivamente inesperado, pero no tuvo el impacto en los mercados que podríamos haber temido. Las consecuencias para el sector energético, podrían ser quizá la parte más inesperada.
Entonces, ¿la renta fija continúa siendo el mejor refugio a corto plazo?
Sí. Tenemos la misma volatilidad en la parte corta del mercado de renta fija, aunque sea menos visible que en la parte más larga de la curva porque nuestra duración es quizá todavía más corta. Sin embargo, la volatilidad sigue siendo muy, muy alta y podría continuar siéndolo durante algunos meses más.
Diría que la renta fija a corto plazo continúa siendo un refugio, ya que está menos expuesta que en el largo plazo, pero seguirá siendo ligeramente volátil.
¿Y qué tendencias u oportunidades ve en la inversión en renta fija para el próximo año?
La primera tendencia u oportunidad surge como consecuencia de la decisión del BCE de subir sus tipos de interés. En primer lugar, los fondos del mercado monetario están ofreciendo actualmente rendimientos positivos, algo que no se veía en años. Por lo tanto, los inversores pueden tener una tasa real libre de riesgo en territorio positivo. Ese puede ser el activo refugio que vemos y la parte positiva de la tendencia reciente.
También vemos, pero tal vez en unas semanas, por no decir unos meses, alguna oportunidad en la parte a muy corto plazo del mercado de renta fija, porque, aunque todavía esperamos subidas de tipos, la duración es bastante baja y los rendimientos son altos. Así que la combinación de una rentabilidad cercana al 3% en los vencimientos entre dos y tres años con una duración inferior a dos, puede suponer una buena oportunidad para volver a mirar a los bonos como un activo refugio en 2023.
¿Debería prepararse el inversor de renta fija para el comienzo del año?
Esto puede variar entre los distintos tipos de clientes. En el lado corporativo, definitivamente pensamos que están preparados, con su liquidez aparcada en inversiones muy seguras. No sabemos exactamente cómo cambiará la gestión de la liquidez de las compañías en el futuro. Hemos visto alguna reducción recientemente porque necesitan algo de liquidez para poder llevar a cabo sus negocios desde el final del Covid 19 y porque tienen una actividad muy importante hasta febrero.
En cuanto a los clientes institucionales, nuestra visión es menos nítida porque no hemos observado muchas reducciones del riesgo en 2022. Las reasignaciones no han supuesto un regreso a la calidad desde febrero. Desde mediados de febrero de 2022, tras la invasión de Ucrania, no observamos un efecto de huida hacia la calidad o efecto huida hacia la seguridad en nuestros fondos del mercado monetario o en nuestras inversiones a corto plazo.
Para los distribuidores de terceros, que constituye otra gran parte de nuestros inversores, es exactamente lo mismo, pero vemos un creciente interés o apetito de cara al futuro por invertir nuevo efectivo en un entorno más rentable sin riesgo de tipo de interés, pero con algo más de prima de crédito en comparación con los fondos del mercado monetario.
¿A quiénes van dirigidos estos fondos? ¿a qué tipo de inversor?
Amundi Euro Liquidity Rated SRI, es un fondo del mercado monetario. El mercado monetario se divide en dos categorías: a corto plazo y estándar. El Amundi Euro Liquidity Rated SRI es estándar, lo que quiere decir que hemos seleccionados los parámetros de riesgo más amplios para este producto. El primer objetivo es proporcionar a nuestro cliente rendimientos con baja volatilidad. El segundo objetivo es lograr, si es posible, un rendimiento cercano al Euro short-term rate (€STR). Esta es a grandes rasgos la filosofía del fondo.
En este contexto de mercado, en el que hemos experimentado subidas de tipos, estábamos bastante preparados en la zona euro tras las subidas de la Reserva Federal. Hemos reducido la duración de la cartera a cero. Esto significa que, a partir de hoy, este producto ESTR en euros aumente, el rendimiento de la cartera seguirá el incremento del ESTR. Por lo tanto, no hay exposición a los tipos futuros que todo el mundo proyecta. Esto, en lo que respecta a la duración o asignación de la cartera.
Por el lado del crédito, que es nuestra segunda fuente de valor añadido, hemos reducido significativamente el Weighted Average Life del fondo. Pasamos de 129 días a mínimos de menos de 70 días a finales de agosto. Desde entonces, tenemos una visión más optimista, ya que visualizamos el objetivo de los tipos de riesgo, y no anticipamos demasiada volatilidad los spreads. Estamos aumentando ligeramente nuestra inversión renovando algunas inversiones con un vencimiento a un año o a 6 meses.
¿Cómo miden los KPI?
Los indicadores de rendimiento se pueden medir a través de la duración modificada. Lo que significa, que estamos cubriendo completamente la cartera usando swap. Es decir, podemos esperar ESTR más un margen y este margen está definitivamente ligado a la asignación al crédito que tenemos en la cartera. A día de hoy, nuestra expectativa para este fondo es de poder ofrecer en los próximos de 3 a 6 meses, un rendimiento que oscile entre ESTR + 5 y ESTR +10.
La edición especial de 2022, “Diez años de Capital Privado” en el mercado Ibérico de 2012 a 2022, realizada por Transactional Track Record (TTR) en alianza con iDeals, proporciona una visión en profundidad del mercado de private equity en España y Portugal a través de perspectivas con expertos del mercado, así como la actualización de rankings de las empresas legales, financieras y de la industria más destacadas en el asesoramiento en capital riesgo.
La inversión de private equity en España y Portugal ha demostrado ser resistente a pesar de los actuales desafíos macroeconómicos de 2022.
De igual forma, las transacciones de capital privado en Portugal aumentaron en volumen y valor agregado entre 2020 y 2021 a los niveles más altos de los últimos 10 años, mientras las transacciones de capital privado en España se mantuvieron relativamente estables durante gran parte de la última década, antes aumentando significativamente entre 2019 y 2022.
Los fondos de capital privado internacionales han liderado la negociación entre el fuerte apetito por los activos españoles.
La crisis energética, los altos costes laborales y la productividad, sumado a los costos que afectan a Europa en general, tienen menos de un impacto en la economía española.
Los niveles de liquidez se mantienen altos y el apalancamiento continúa estando disponible, especialmente para transacciones del mercado medio.
La ley de insolvencia de España es un buen augurio para las transacciones de deuda en un momento de creciente demanda de apoyo de liquidez entre empresas, según el informe.
Los modelos de negocios digitales y ESG siguen siendo clave para empresas que buscan un crecimiento sostenible en medio de la incertidumbre, así como para los inversores de capital privado que evalúan objetivos.
Javier Gómez de Miguel, Corporate Partner de Pérez-Llorca; Borja Oria, Managing Partner de Arcano Partners; y Sebastian Montoya, Iberian Manager de iDeals, participan en la edición del informe y describen el panorama del mercado de private equity en el mercado ibérico en los últimos 10 años.
Para Oria, «los negocios B2C vinculados al consumo discrecional son los más afectados. Sin embargo, creemos que este es un problema transitorio causado por la incertidumbre actual, lo que significa que hay falta de visibilidad sobre cómo evolucionará el consumo en los próximos meses. Entonces, cuando termine el conflicto ucraniano y las diferentes diversidades macroeconómicas (inflación, tasas de interés, empleo, etc.) se estabilicen, creemos que volverá el interés por estos sectores”.
Gómez añade que “los sectores muy dependientes del uso del consumidor, como el comercio minorista, probablemente tendrán más dificultades en los próximos meses”. “Los sectores de energía, infraestructura y seguros, así como los sectores de telecomunicaciones, tecnología y salud, continuarán para generar interés”.
El informe publica los rankings de asesoramiento financiero, jurídico y por industria hasta 2022 en private equity en el mercado de España y Portugal donde se informa de la actividad de las firmas destacadas por número de transacciones y por importe de las mismas.
Puede acceder al informe completo a través de este link.
Bain & Company, consultora estratégica, ha realizado una encuesta a altos directivos de las principales empresas de nuestro país para saber cómo los ejecutivos españoles impulsan la agenda ESG. El primer Informe de Madurez ESG en España, que abarca a grandes empresas de diferentes sectores, pone de manifiesto el cambio significativo de prioridades de las empresas hacia los criterios ESG en los últimos años.
El 100% de los directivos entrevistados cree que en los próximos cinco años la sostenibilidad será al menos tan importante como la digitalización, y más del 70% cree que será aún más importante que ésta, ya que supondrá un cambio estructural más relevante para las empresas y para la sociedad en general.
Los criterios ESG se posicionan como parte central de la estrategia de las empresas y no como elemento adyacente. El 100% de los ejecutivos entrevistados piensa que los criterios ESG son un elemento central de la estrategia de su compañía y no se plantea ninguna acción estratégica sin evaluar su impacto ESG.
A pesar de algunos avances significativos, los principales líderes españoles tienen una visión notablemente crítica sobre sus logros y les preocupa el alcance de las acciones acometidas hasta ahora. En una escala del 0 al 10, califican el resultado obtenido con los esfuerzos de sus organizaciones con una media de 7,25 puntos.
Santiago Casanova, autor del estudio, socio de Bain & Company y experimentado en la práctica de Servicios Financieros para España y Portugal, comenta: “El papel de los directivos es cada vez más importante en la transformación ESG y todos los altos ejecutivos entrevistados son conscientes de ello. Ante la transformación ESG, cada vez son más los directores generales y ejecutivos de primera línea que asumen la responsabilidad formal de la sostenibilidad en sus empresas, incorporando además criterios de sostenibilidad en los sistemas de compensación de sus equipos”.
El informe también hace hincapié en que existen obstáculos relevantes a la hora de avanzar en la transformación sostenible. Todos los directivos entrevistados coinciden en la existencia de factores externos e internos que dificultan, o al menos ralentizan, la transformación ESG. Entre ellos destacan la valoración y la “disposición a pagar” por factores ESG por parte de los consumidores, el cambio de mentalidad de los empleados, el enfoque a corto plazo de los inversores, la lentitud de las organizaciones y el marco regulatorio y político en España, entre otros.
André Carvalho, también autor del estudio, añade: “Las vías de transformación ESG de cada empresa dependerán en gran medida del sector y del modelo de negocio. Estos factores determinarán la complejidad de la transformación, así como las condiciones del marco social y político, los inversores y otras partes interesadas de la cadena de valor. Para adelantarse a los cambios que se avecinan, las empresas trabajan codo con codo con sus proveedores para crear soluciones sostenibles, e incluso ayudan a sus socios comerciales en sus transformaciones”.
Bain & Company considera que una actitud clara y muy comprometida será esencial para encaminar las empresas españolas hacia la sostenibilidad. Bain & Company ha definido los 10 pasos necesarios para ayudar a una transición exitosa hacia los criterios ESG. Estos pasos incluyen una definición clara de objetivos ambiciosos y medibles, la incorporación rigurosa de la estrategia de sostenibilidad de la empresa en su estrategia general y un cambio cultural para alinear el comportamiento de los empleados y la gobernanza corporativa con los objetivos de sostenibilidad. Además, los propios directivos deben dar ejemplo y transmitir pasión por lograr estos objetivos en sus organizaciones.
Entre algunas de las empresas que han participado se encuentran Aegon, Agrolimen, Banca March, BBVA, CaixaBank, Capsa Food, Ecoener, Mapfre, Grupo Leche Pascual, Prosegur y Suntory.
El informe ha sido realizado entre mayo y octubre de 2022 por Ignacio Otero, socio director de Bain & Company; los socios de la firma Santiago Casanova, André Carvalho y Tomás Moreno; y Gustavo Gallardo, manager.
Bain & Company es miembro de muchas coaliciones y asociaciones que tratan de marcar el camino hacia un impacto significativo, incluyendo el World Economic Forum, Science Based Targets y Wbcsd.
Spainsif pone de nuevo el foco en la dimensión medioambiental de las finanzas sostenibles, la “A” del trinomio ASG, después de analizar el cambio climático, la dimensión social y la gobernanza. Concretamente, el estudio presentado «La Inversión Sostenible en Agua» se centrará en analizar uno de los elementos principales de la biodiversidad, que da lugar a la existencia de vida en la Tierra: el agua.
En el escenario actual de cambio climático, el correcto uso y gestión del agua, así como la protección de los recursos hídricos y marinos, surgen como elementos fundamentales para la vida y suponen un desafío presente y futuro. El papel de las finanzas para resolver retos como la escasez de agua, las sequías, las inundaciones o la acidificación de los océanos es fundamental, canalizando fondos hacia proyectos y tecnologías encaminados a afrontar dichos problemas.
El estudio trata de arrojar luz sobre este tema, analizando la vinculación entre el cambio climático y el agua; el desarrollo normativo en materia de finanzas sostenibles relacionado con los recursos hídricos y marinos así como con la protección de los mares y océanos; las cuestiones principales reflejadas en iniciativas como los ODS o el TNFD; los planes de inversión nacionales; y, finalmente, las principales estrategias de inversión sostenible relacionadas con el agua.
Las principales conclusiones del estudio son: los retos a los que nos enfrentamos como sociedad ante el cambio climático y los peligros vinculados con el agua son notables; los avances en la normativa europea y en la estandarización de indicadores son fundamentales para que los reportes de sostenibilidad de las empresas y la divulgación por parte de los actores del mercado financiero muestren, de manera coherente, clara y concisa información comparable de sostenibilidad en materia de agua; y la aproximación desde las finanzas sostenibles pone de relevancia las oportunidades de inversión en materias relacionadas con el agua, que pueden conllevar, además de un rendimiento económico, un impacto medioambiental positivo.
A nivel nacional destacan las inversiones previstas en materia de gestión del agua y de protección de los recursos hídricos, recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) de España, así como el PERTE de digitalización del ciclo del agua, el cual señala su importancia como un sector en el que, en el marco de la transición ecológica, se presenta un enorme potencial económico.
Cambio climático, agua y riesgos asociados
Como señala el último informe del IPCC, la vinculación entre cambio climático y agua es cada vez más evidente. En el actual contexto de cambio climático, los riesgos físicos relacionados con el agua representan un problema de primer orden para muchos países. La necesidad de hacer un uso responsable y sostenible del agua y de preservar los recursos hídricos y marinos es uno de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual.
Como se puede ver en la siguiente tabla, los peligros relacionados con el agua a partir del cambio climático son muchos y diversos. Así pues, encontramos riesgos físicos crónicos relacionados con el agua, como son los cambios en los patrones y tipos de precipitación, la variabilidad hidrológica, la acidificación de los océanos, la intrusión salina, el aumento del nivel del mar o el estrés hídrico. Por otro lado, existen riesgos físicos agudos, entre los que se encuentran la sequía, las precipitaciones fuertes, las inundaciones y el rebosamiento de los lagos glaciares.
España se encuentra en el rango de países más afectados por el estrés hídrico para 2040.
Regulación, iniciativas y planes
Spainsif considera importante la inclusión del agua en la normativa europea de finanzas sostenibles. La Taxonomía Ambiental de la Unión Europea recoge seis objetivos ambientales; la mitigación del cambio climático; adaptación al cambio climático; el uso sostenible y protección de los recursos hídricos y marinos; la transición hacia una economía circular; prevención y control de la contaminación; y la protección y recuperación de la biodiversidad y los ecosistemas.
El agua aparece recogida de manera principal en el objetivo 3, así como en el objetivo 6. Asimismo, aparece de manera transversal en los demás objetivos, a través del criterio DNSH (Do No Significant Harm). Adicionalmente, la contribución de las actividades de suministro, saneamiento, gestión de residuos y descontaminación del agua se han incluido en los actos delegados de la Taxonomía que desarrollan los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Además, los objetivos de biodiversidad y de recursos hídricos y marinos están íntimamente relacionados con los objetivos 4 de economía circular y 5 de contaminación.
La Comisión Europea todavía no ha establecido los criterios técnicos de selección que determinen en qué condiciones se considerará que una actividad económica contribuye de forma sustancial a los cuatro objetivos ambientales no climáticos (objetivos ambientales 3-6). No obstante, en agosto de 2021, el grupo de expertos técnicos en finanzas sostenibles (TEG, por sus siglas en inglés) desarrolló un borrador de recomendaciones preliminares para dichos criterios técnicos.
Dada la interrelación de los distintos objetivos, el TEG describió los objetivos ambientales en relación con el Marco DPSIR (por las siglas en inglés de Driver, Pressure, State, Impact, Response) usado por la Agencia Europea de Medio Ambiente para el desarrollo de indicadores ambientales en el contexto del seguimiento y desarrollo de sus políticas.
Respecto a los requisitos de divulgación que afectarán a las compañías y a los participantes en los mercados financieros, las normativas SFDR6 y CSRD7 incluyen aspectos relacionados con el agua. En lo que respecta a la normativa SFDR, la Comisión Europea aprobó, en abril de 2022, la versión final de los RTS8 que desarrollan la información que se debe adjuntar a la documentación precontractual y periódica de un producto financiero, que comenzará a aplicarse en el 2023. Se exige un informe para describir cómo se tienen en cuenta las principales incidencias adversas en materia de sostenibilidad (PIAS) y se dividen los indicadores según sean o no obligatorios.
En materia de agua, los indicadores obligatorios de los participantes en los mercados financieros que tengan que reportar PIAS son: emisiones al agua, medido a partir de las toneladas de emisiones al agua generadas por las empresas en las que se invierte por millón de euros invertido (media ponderada); y actividades que afectan negativamente a zonas sensibles en cuanto a la biodiversidad, medido a través de la proporción de inversiones en empresas con sedes u operaciones ubicadas en zonas sensibles en cuanto a la biodiversidad o cerca de ellas cuando las actividades de dichas empresas afectan negativamente a esas zonas.
Iniciativas internacionales
Buena parte de la regulación anterior surge como impulso a la consecución de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. De entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que conforman la agenda, destacan en materia de agua los ODS 6 y 14; Agua limpia y saneamiento y Vida submarina, respectivamente, que tienen como objetivos garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos y conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. El ODS 6 está compuesto por 8 metas y 12 indicadores para medir los progresos, destacando indicadores como el acceso a agua potable, el nivel de estrés hídrico o el cambio en la extensión de los ecosistemas relacionados con el agua. Por otro lado, en el ODS 14, compuesto por 10 metas y sus correspondientes 10 indicadores, destacan la acidez del mar, la cobertura de las zonas protegidas en relación con las zonas marinas o la proporción de presupuesto dedicado a investigación en tecnología marina.
Otra iniciativa de gran importancia en lo que a la biodiversidad se refiere es el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con la Naturaleza (TNFD, por sus siglas en inglés), creado en 2021 como respuesta a la creciente necesidad de incluir a la naturaleza en las decisiones financieras y empresariales. La misión del TNFD es dotar de un marco de divulgación y gestión de riesgos para que las organizaciones informen y actúen sobre los riesgos relacionados con la naturaleza en evolución, el cual se espera para septiembre de 2023. Las recomendaciones recogidas en la versión de noviembre de 2022 destacan la colaboración con la SBTN (Science Based Targets Network) en la orientación sobre objetivos para la naturaleza con base científica.
El agua en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España
El Plan está compuesto por cuatro ejes transversales a través de los que se distribuyen en España los fondos europeos, diez políticas palanca sobre las que se orientan dichos ejes de actuación y 30 componentes que articulan los proyectos y reformas incluidas.
Además, dentro de las 20 principales reformas del Plan se encuentra la Reforma 1: Ley de cambio climático y transición energética y, de manera más concreta y centrada en el agua, la Reforma 5: Ley de Aguas y Plan Nacional de Depuración, Saneamiento, Eficiencia, Ahorro y Reutilización y la Reforma 6: Modernización de la Política Agrícola y Pesquera; Protección del suelo y uso eficiente del agua.
El agua en la inversión sostenible
El análisis realizado por Spainsif sobre el agua en la inversión sostenible corresponde a las distintas estrategias de inversión dedicadas a los recursos hídricos y marinos. Los datos proporcionados han sido elaborados a partir de 47 respuestas de 26 de gestores y propietarios de activos nacionales y 21 de entidades internacionales, con datos a 31 de diciembre de 2021, 16 en base a la metodología de Eurosif.
En materia de exclusiones, los aspectos ambientales son los que más se tienen en cuenta según las respuestas a la encuesta, dentro de los cuales se encuentra el agua. En este sentido, el 36% de las entidades señalan que excluyen actividades de su universo de inversión que estén relacionadas con la destrucción medioambiental, donde se encuentran también la protección de recursos hídricos, mares y océanos. De manera más concreta, algunas entidades señalan excluir actividades relacionadas con la perforación del Ártico (Arctic drilling) o el fracking, el cual conlleva un gran uso de agua y de productos químicos tóxicos, con el consiguiente efecto negativo sobre las aguas superficiales y subterráneas.
En lo que respecta a la estrategia de screening basado en normas, destaca, en materia ambiental, el seguimiento de las directrices de Pacto Mundial (Principios 7, 8 y 9) y del Acuerdo de París, que hace mención específica a la importancia de garantizar la integridad de todos los ecosistemas, incluidos los océanos.
Siguiendo en orden creciente de complejidad, la estrategia de best-in-class consistiría en seleccionar aquellas empresas con un mejor comportamiento en aspectos relacionados con la gestión y/o protección de los recursos hídricos.
Puede acceder al estudio completo a través de este enlace.
El IEB, centro de estudios de formación financiera y jurídica en Iberoamérica, presenta el informe ‘Perspectivas de la Economía Mundial 2023’, elaborado por Aurelio García del Barrio, doctor en CC. Económicas y director del Global MBA con especialización en Finanzas del IEB. El estudio destaca la visión global y de las principales economías del mundo además de hacer hincapié en los riesgos y desafíos de la economía española el próximo año.
Después de un 2022 que ha causado, debido principalmente a la guerra en Ucrania y el crecimiento desorbitado de la inflación, una profunda desaceleración económica, el nuevo año llega con un tercio de las economías del globo en riesgo de sufrir una recesión, que en el peor de los casos podría ser incluso global (definida como un crecimiento por debajo del 2%) y cuya gravedad puede verse multiplicada por numerosos riesgos de carácter económico, político y social a lo largo de 2023, advierte García del Barrio en el informe.
“La Guerra de Ucrania ha sido el detonante de la tormenta perfecta, especialmente para Europa: en un momento en el que las economías se estaban recuperando de la crisis de la COVID-19, esta ha disparado los precios de la energía y de muchas materias primas, provocando un significativo shock de oferta negativo que ha aumentado la inflación y ha reducido el crecimiento del PIB”, destaca el experto.
El resultado es que la desaceleración económica global se intensificará en 2023, reduciéndose el crecimiento al 2,8%. El crecimiento de la producción disminuirá en todas las regiones, excepto en Oriente Medio y Norte de África, donde se espera que los beneficios de los mayores precios de la energía para los exportadores de energía superen los impactos negativos para otras economías de la región. Al mismo tiempo, la política de ‘cero covid’ de China continúa pesando sobre las perspectivas globales, reduciendo el crecimiento interno e interrumpiendo las cadenas de suministro globales, según se puede leer en el informe.
En Europa, los elevados precios de la energía provocados por la guerra entre Rusia y Ucrania harán disminuir los gastos de los hogares y elevarán los costes de manufactura. En los Estados Unidos, el endurecimiento de la política monetaria afectará al gasto sensible a los intereses en esferas tales como la vivienda, el sector del automóvil y la inversión fija. China sigue lidiando con brotes de COVID-19 y perturbaciones en la producción, sumadas a una débil demanda externa.
Por último, el aumento de la factura de las importaciones de combustible, alimentos y abonos podría dar lugar a una situación de inseguridad alimentaria y sobreendeudamiento en los países en desarrollo.
A pesar de la desaceleración, la inflación será todavía persistente, lo que obligará a una contracción monetaria más intensa que podría seguir fortaleciendo el dólar y causar problemas a muchas economías emergentes, augura García del Barrio. “La elevada inflación en todo el mundo está erosionando el ingreso real disponible y el nivel de vida de los hogares y, a su vez, reduciendo el consumo. La incertidumbre está disuadiendo la inversión empresarial y amenazando con frenar la oferta en los próximos años”, destaca.
La inflación tiene fuertes efectos distributivos. Ayudará a reducir la deuda, incluida la deuda pública, pero también está erosionando los ingresos reales, los ahorros y el poder adquisitivo. Al mismo tiempo, puede afectar a los beneficios y la capacidad de las empresas para invertir y crear puestos de trabajo, subraya el investigador del IEB.
Más allá de los riesgos puramente económicos, el informe también recuerda que nos encontramos en un entorno “enormemente incierto y volátil”, en un contexto marcado por la Guerra de Ucrania, la rivalidad geopolítica y la crisis climática. “La sensación es que el mundo se enfrenta a diferentes crisis cruzadas, como la causada por la guerra, los problemas energéticos y alimentarios, la competición geoestratégica entre EEUU y China o la necesidad de acelerar la transición energética, que resultan abrumadoras y hacen difícil diseñar políticas públicas, aumentando la probabilidad de cometer errores de política económica que los mercados penalicen, como le ha sucedido al Reino Unido. Se trata de un cóctel de factores que interactúan de forma compleja y que nos abocan, una vez más, a una incertidumbre económica y geopolítica muy importante”, estima García del Barrio.
La guerra en Ucrania, los confinamientos en China, los trastornos de la cadena de suministro y el riesgo de estanflación afectan al crecimiento. “Para muchos países, será difícil evitar la recesión, por lo que es urgente fomentar la producción y evitar las restricciones comerciales. Se requieren cambios en las políticas fiscales, monetarias y de endeudamiento para contrarrestar la asignación inadecuada de capital”, prevé Aurelio García del Barrio.
En cuanto al riesgo que supone la estanflación, para entenderlo, según el experto, debemos retrotraernos a la situación de estanflación vivida en los años 70, cuya recuperación exigió fuertes aumentos de las tasas de interés en las principales economías avanzadas, lo que contribuyó en gran medida a desencadenar una serie de crisis financieras en los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
Por otro lado, la crisis inflacionaria y energética que estamos viviendo ha llevado a los países a incrementar su gasto público, y aunque la recaudación se ha incrementado gracias a la inflación, esta situación no será tan buena en 2023, debido a la rebaja de esta, según se puede leer en el informe. El aumento del déficit público se antoja fundamental para evitar que la prima de riesgo de la mayoría de las economías sufra una escalada.
Respecto al comercio mundial, el crecimiento se rebajará del 3,5% al 1% en 2023. Se prevé que la actividad comercial pierda impulso a finales de 2022 y que mantenga un ritmo bajo en 2023 debido a las numerosas perturbaciones que afectan a la economía mundial. La demanda de importaciones se atenuará debido a la desaceleración del crecimiento en las principales economías por diferentes razones.
Principales economías y el caso de España
La economía estadounidense sigue dando muestras de desaceleración y la probabilidad de recesión aumenta. A pesar de que ya han transcurrido dos trimestres consecutivos con crecimiento económico negativo en 2022, los retrocesos no cualifican como recesión dada la fortaleza del mercado laboral y del consumo. La economía americana crecerá un 1,2% en 2023. La tasa de desempleo cerrará 2022 en un 3,7%, repuntando en 2023 hasta un 4,1%, si bien manteniéndose en ambos casos en pleno empleo.
El PIB de la eurozona crecerá en 2022 un 2,5%, y tendrá una contracción en 2023 de un -0,9%. La inflación será persistente en 2023, y no será hasta 2024 cuando el BCE pueda acercarse a su objetivo. Cerrará 2022 en un 8,1% y 2023 en un 5,8%. Como consecuencia de ello, el endurecimiento monetario ha llegado para quedarse. Con una inflación en la eurozona del 9,9%, el Banco Central presidido por Christine Lagarde ha advertido de que el repunte del precio del dinero proseguirá en los próximos meses.
Podríamos llegar a ver el tipo de interés en un 3,5% en 2023. En cuanto al desempleo, la tasa de la eurozona será de un 6,8% en 2022 y un 7% en 2023. Las diferencias por países siguen siendo relevantes. Mientras que en Alemania se sitúa en el entorno del 5%, en España alcanza el 13,6%. Con una actividad económica que pierde vigor, hay escaso margen de mejora en el mercado laboral. La tasa de paro se mantendrá estable en estos niveles en torno al 7%.
Alemania tiene la peor situación económica de los últimos 50 años. La pérdida de poder adquisitivo y la alta inflación por los precios de la energía están llevando a la economía del país a la recesión. La pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania son los principales motivos de este panorama. Alemania, ya sumida en una grave crisis energética, prevé entrar en 2023 en una recesión, con una caída de su PIB del 0,4% y una inflación del 7%. La recesión se dará entre finales de 2022 y principios de 2023, y luego se producirá una tendencia a la recuperación. El país germano debería volver a la senda del crecimiento en 2024. El Gobierno de Alemania tendrá que prestar especial atención a la situación energética, ya que el país se puede ver abocado a racionar el consumo de energía.
El Reino Unido también se verá afectado por las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania, aunque en menor medida que los países de la UE, ya que la dependencia británica de la energía rusa es mucho más reducida que la de sus antiguos socios comerciales europeos. A pesar de los agitados acontecimientos que han marcado el país en los últimos meses, se prevé que el PIB aumente un 3,2% en 2022 antes de estancarse en 2023. La inflación seguirá aumentando y alcanzará un máximo de más del 10% a finales de 2022 debido a la continua escasez de mano de obra y de suministros y a los elevados precios de la energía, antes de descender gradualmente hasta el 6,5% a finales de 2023. A todo esto se suma la inestabilidad que sigue generando el acuerdo del Brexit.
La previsión de crecimiento de la economía española se sitúa en un 4,1% para 2022 y 1,2% para 2023. En cuanto a la inflación, nuestro gran problema en este momento, cerrará el año en un 8,7%, y se moderará hasta el 5,6% en 2023. El déficit para 2022 será de -5,4% y de -4,6% para 2023. La ratio deuda/PIB será del 116,8% en 2022 y de 115,7% en 2023, apoyada en la reducción del déficit y la mejora del PIB nominal. Nos encontramos en una situación de estanflación y al borde de entrar en recesión, al menos técnica, es decir, dos trimestres de PIB en negativo. No queda otra opción más que haya recesión, porque es el instrumento más útil para acabar con la inflación. El problema está en su duración e intensidad, no en que exista. Y, en el caso de España, los indicios y las políticas que se están aplicando nos llevan a pensar que la recesión puede ser más intensa, siendo el país que todavía no ha recuperado los niveles de PIB previos a marzo de 2020.
China va camino de su expansión económica más lenta en 40 años, excluyendo el 2020, cuando la economía mundial se vio sacudida por la pandemia. La desaceleración de su economía parece inevitable. La política ‘covid cero’, en un entorno de circulación de cepas más contagiosas y de menores ratios de vacunación entre la población mayor, se ha materializado. Al país se le acumulan varias crisis que golpean desde distintos frentes, la ruina de la política de ‘covid cero’, el derrumbe del mercado inmobiliario, las crisis energéticas o los niveles récords que está alcanzando el desempleo juvenil. Estos desafíos siguen a la guerra arancelaria con EE.UU. y las cada vez mayores restricciones en el acceso a la tecnología occidental. Y de fondo preocupa el envejecimiento de la población y el hundimiento de la tasa de natalidad. La economía china crecerá un 4,7% en 2023, en un contexto en el que las políticas monetarias y fiscales seguirán siendo laxas y con una inflación de un 2,5%.
La consolidación presupuestaria seguirá siendo un tema clave para Japón, mientras trata de controlar sus niveles de deuda. Los problemas demográficos que debe afrontar Japón son cada vez más complejos. El envejecimiento de la población representa un gran desafío para el país, ya que el gasto previsto del gobierno en pensiones y salud seguirá aumentando, mientras que el número de contribuyentes disminuirá cada vez más. La población japonesa en edad de trabajar ha ido disminuyendo durante unas décadas, pero el problema ha sido compensado por una mayor participación, lo que ha contribuido al crecimiento del empleo y a mantener una tasa de desempleo baja. Los elevados niveles de deuda en los balances de las empresas podrían restringir la capacidad de los empresarios para contratar más y ofrecer mayores ganancias salariales.
Se prevé que el crecimiento de los mercados emergentes se desacelere, en parte, por los efectos secundarios de la invasión de Rusia a Ucrania, perturbaciones en el comercio, volatilidad de los precios de los productos básicos, mayores costes de los insumos y menor confianza. Estos efectos secundarios intensifican los factores adversos para el crecimiento, como las crecientes presiones inflacionarias, el endurecimiento de la situación financiera, el retiro continuo del apoyo
normativo y una reducción de la demanda externa. Muchos bancos centrales de los países emergentes encaran el desafío de hacer frente a la alta inflación en un momento en el que la recuperación cíclica de la pandemia es frágil e incompleta. Ucrania probablemente tendrán fuertes impactos económicos en las economías de mercados emergentes.