Receta de inversión para un paradigma diferente

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En una hazaña notable, el Banco de Inglaterra ha recopilado 5.000 años de historia de tipos de interés. Según esos datos, en el año 2021 los tipos de interés registraron su cota mínima de todos los tiempos. Para ponerlo en perspectiva para todas aquellas personas que, como yo, nacieron a principios de la década de 1980, a lo largo de nuestra vida se han alcanzado tanto la cota máxima como la mínima de los tipos de interés en 5.000 años.

Tres años después y, a pesar de un mercado laboral tensionado y una creación mensual de 250.000 nuevos puestos de trabajo, los participantes del mercado siguen anticipando una relajación de la política monetaria mundial. Si bien esto puede revelarse acertado, y no estoy diciendo lo contrario, el aspecto al que debemos prestar más atención es lo que sucederá en las curvas de rendimientos y en los tipos a largo plazo en el futuro.

Aunque los tipos a un día y a corto plazo probablemente bajarán antes que los tipos a largo plazo, son demasiados los inversores que parecen contar con un desplome de los tipos a largo plazo y un nuevo abaratamiento de los costes de capital. En mi opinión, cualquier reducción de los tipos a corto plazo tiene más posibilidades de traducirse en unas curvas de rendimientos con pendiente positiva que de provocar un desplome repentino de los costes del endeudamiento a largo plazo.

Y lo que es más importante, en mi opinión, es la escasa probabilidad de que los costes del endeudamiento, ya sea para los consumidores, las empresas o los organismos gubernamentales, regresen a sus cotas mínimas históricas, puesto que la demanda agregada es demasiado elevada, la mano de obra demasiado escasa y la necesidad de inversión de capital demasiado acuciante.

Algo que suelen preguntarme cuando comparto esta opinión es: “En caso de tensión en los mercados, ¿no pretenderán las autoridades políticas manipular las curvas de rendimientos?”. Por supuesto. No obstante, pretender hacer algo y tener la capacidad para conseguirlo son dos cosas muy distintas. Además, era mucho más sencillo manipular las curvas de rendimientos cuando el nivel de ahorro era elevado, el gasto era reducido, la mano de obra abundaba (por tanto, poseía poco poder de negociación), y el crecimiento y la inflación acusaban debilidad.

En nuestros días, lo que ha cambiado es que los ahorros de las familias se gastan en alimentación, vivienda y energía, y las empresas destinan el gasto a acortar las cadenas de suministro (lo explicaré con más detalle más adelante) en una época en la que la mano de obra es cara y escasa. Todo este gasto impulsa el crecimiento y la inflación. Asimismo, la inflación actual no solo es más elevada sino también más volátil que en el paradigma de lento crecimiento y baja inflación, pese a que los déficits presupuestarios son mucho más abultados que en el pasado reciente. Esto ha dado lugar a limitaciones políticas dictadas por el mercado de renta fija, tal como observamos en el Reino Unido durante la crisis provocada por las LDI hace 18 meses. Esto es relevante para los activos de riesgo porque la tasa mínima de rentabilidad para generar ingresos netos positivos es ahora mucho más elevada.

Otro factor que influye es la globalización. Esta y los sistemas de existencias “justo a tiempo” fueron unos catalizadores espectaculares del crecimiento de los beneficios, ya que almacenar bienes es costoso. Disponer de un inventario más reducido conlleva más capital circulante y una mayor eficiencia tanto operativa como de beneficios. La fabricación a bajo coste, especialmente en Asia, permitió a numerosos conglomerados occidentales rebajar sus gastos en personal. Con la subcontratación de la fabricación, las multinacionales pudieron reducir la inversión en activo fijo material. En igualdad de condiciones, cuando la intensidad de capital desciende, los beneficios aumentan. Sin embargo, cuando la globalización permitió a las empresas de los mercados desarrollados convertirse en negocios con poco activo, también desencadenó diez años de estancamiento económico en la década de 2010. Por consiguiente, la globalización no está exenta de riesgos, y muchos de esos riesgos quedaron al descubierto durante la pandemia y, actualmente, con la guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto de Oriente Próximo.

Un requisito previo para que los sistemas de existencias “justo a tiempo” y la globalización funcionaran era la paz mundial. Se aumentó el tamaño de los buques y estos podían transportar más contenedores gracias a que las alianzas surgidas después de la Segunda Guerra Mundial garantizaban la seguridad en los océanos. Las empresas necesitaban estar seguras de que los bienes llegarían justo a tiempo, y lo estaban. A medida que esa confianza crecía y las ventajas de las economías de escala se acumulaban, el porcentaje de los bienes comerciados en todo el mundo transportados por vía marítima se duplicó con creces. Al mismo tiempo, los costes del transporte disminuyeron y los beneficios se dispararon al alza.

El transporte continúa siendo barato, pero está encareciéndose. Lo que resulta más preocupante es que una pandemia mundial, dos guerras en curso y una guerra fría han reducido la certeza de que un componente crítico llegará a tiempo a su destino. Entretanto, el arbitraje laboral con Asia ha finalizado porque fabricar en Asia ya no es barato y contratar personal es complicado prácticamente en todas partes. La globalización no ha terminado, ni tampoco los sistemas de existencias “justo a tiempo”. No obstante, creo que las cadenas de suministro pasarán a estar menos tensionadas, tendrán unos costes mayores o presentarán una combinación de ambas cosas.

Las sociedades, al igual que las economías y los mercados financieros, son cíclicas. A lo largo de la historia, de las épocas difíciles han surgido personas fuertes. Esas personas fuertes, por las adversidades a las que se han enfrentado, han creado épocas de bonanza. Y de esa bonanza salen personas blandas. Y esas personas blandas acaban generando épocas difíciles, lo que cierra el círculo. En mi opinión, la respuesta política a la crisis financiera mundial y a la pandemia creó intencionadamente un entorno operativo favorable para los negocios en el que se generaron altas rentabilidades para los propietarios del capital. La vida, los negocios y la inversión no son fáciles. No obstante, en los últimos tiempos la abrumadora respuesta política ha facilitado la inversión.

Creemos que los valores de las empresas posicionadas para afrontar con éxito el nuevo paradigma de costes más elevados deberían obtener unos resultados muy superiores a los de aquellos que no están preparados. A medida que el ciclo de la sociedad, la economía y el mercado avanza hacia su fin, el actual entorno operativo favorable para las empresas cambiará. Aumentarán las adversidades, pero no es probable que el nuevo paradigma permita a las autoridades políticas suavizar el golpe esta vez. Y por eso creo que es recomendable actuar con discreción en las carteras que uno posee.

 

Tribuna de Robert Almeida, director de inversiones y estratega global de MFS Investment Management. 

Hansueli Jost (DIVAS): “No necesitamos el factor value”

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Foto cedidaHansueli Jost, cogestor del DIVAS Eurozone Value Fund

DIVAS Asset Management es una boutique independiente con sede en Suiza, con enfoque en la gestión del riesgo y que define su fondo DIVAS Eurozone Value Fund como una de las pocas auténticas estrategias de renta variable de la eurozona de estilo value que consigue navegar con éxito más allá de las condiciones de mercado y en un mundo marcado por el crecimiento.

Se trata de una cartera muy concentrada de 25 posiciones, con un patrimonio de unos 240 millones de euros, gestionada activamente mediante un proceso de inversión puramente bottom-up que incorpora criterios de sostenibilidad (Artículo 8 SFDR). “Aunque nuestra estrategia lleva el nombre de value porque somos inversores centrados en la valoración ascendente de la forma en que se solía hacer hace 50 años, si fuéramos un gestor de tipo value convencional ya habríamos desaparecido. Como contamos con un proceso de relative value, nuestro rendimiento es independiente al que ha tenido el value frente al growth en estos años”, explica Hansueli Jost,  cogestor del fondo, en charla con Funds Society.

¿Cómo navega un gestor value en un entorno en el que el growth predomina de forma tan clara?

Mi modelo de negocio está altamente correlacionado con las tasas, porque el 50% del universo son bancos, que obtienen el 70% de sus ingresos netos derivados de intereses. No tengo ningún otro negocio que sea tan sensible a un único factor, las tasas de interés. Y la otra mitad son cíclicos, que atraviesan actualmente un buen momento con nuevos pedidos y reducción de inventario.

Pese a ello, llevamos cuatro años en los que el rendimiento superior del growth frente al value se mantiene en niveles estratosféricos comparados con la burbuja de las .com en 2000, debido a siete factores que impactaron de forma negativa sobre el value: la pandemia de covid, la guerra de Rusia y Ucrania, que forzó una normalización muy rápida de los tipos de interés y como consecuencia subió el precio del gas y del petróleo, lo que aumentó los costes de producción de las empresas industriales. En marzo de 2023 tuvimos la crisis financiera en Estados Unidos, que pese a ser un problema regional y nada relacionado con nuestros bancos, les hizo sufrir. Y luego tuvimos ChatGPT y la guerra de Israel y Gaza, que produjo un colapso de los cíclicos. Finalmente se produjo en marzo el rally de Nvidia: no es tanto que el value cayera como que el growth ha llegado a niveles estratosféricos.

¿Cómo ha sido el rendimiento del fondo estos años?

Las variaciones de beneficios de los últimos tres años son negativas para la mayoría de las acciones growth, salvo Nvidia, ASML y otras acciones de hardware, que tienen un gran beneficio con la IA generativa. En cambio, han sido masivamente positivas para mis acciones. Esto ha hecho que los valores growth sean cada vez más caros. La buena noticia es que no importa, porque a pesar de que hemos estado sobreponderados en valores financieros y cíclicos durante los últimos 15 años, algo en teoría negativo, hemos tenido un 30, 40 o 50% de alfa. Con unas valoraciones que se han derrumbado frente al valor real de nuestras empresas cíclicas, hemos hecho mucho dinero en estos 15 años pasando de un modelo de negocio mal valorado al siguiente dentro del mismo sector, poseyendo bancos que en términos relativos solo bajaron.

Ahora tenemos una brecha de un 100% de alfa que no es un mal punto de partida. No importa lo que hagan los tipos de interés ni lo que haga el mercado: Desde el crash de marzo de 2020, el DIVAS Eurozone Value se disparó un 120%, superando a su índice de referencia en un 41% y al índice estrella Nasdaq en un 10%, sin haber tenido el factor value a nuestro favor, no necesitamos el factor value. Pero, con la distorsión que ha habido en el mercado creo que tendremos vientos de cola próximamente, por lo que soy muy optimista de cara al resto del año.

¿Cómo seleccionan las compañías?

La cartera se compone aproximadamente de un 40% de activos financieros, en su mayoría bancos, 40% cíclicos (acciones industriales), y 20% de situaciones especiales, que no están realmente correlacionadas con la economía. Casos especiales como Siemens Energy, Bayer, o Philips. Es un portafolio  de 25 acciones que históricamente cotizaría a un PER de 12,5 o 13 veces los beneficios y daría un rendimiento del 1,3%. Hoy cotiza a 7,5x con los balances más saneados de los últimos 100 años, porque tanto nuestras empresas industriales como los bancos  se han desapalancado en los últimos 15 años, y una rentabilidad por dividendo del 4,1%. Y esa cartera tendrá un crecimiento de los beneficios en los próximos tres años del 10% al 12%.

¿Cree que habrá una recesión que podría afectar a la renta variable europea?

El mercado está esperando que la economía se hunda, pero esta idea está basada en los tres billones de máquinas, de estrategias impulsadas con inteligencia artificial, que creamos entre 2008 y 2020 y que compran el mismo factor. Tenemos un gigante de tres billones de máquinas que determina los precios de todo: FX, bonos, mercado monetario o acciones en nanosegundos. Ya no durante semanas, meses o años como históricamente ha sido el caso. El caso de ChatGPT es un claro ejemplo: en apenas tres semanas el mercado concluyó su enorme potencial para los próximos 10 años. Así creamos burbujas de burbujas. Ya tenemos como cuatro capas de burbujas.

Pero, lo que la máquina no tiene en cuenta es que pese a la rápida normalización de los tipos de interés esta vez, para que llegue la recesión tiene que haber un exceso de endeudamiento que acaba enfermando a la economía y a los bancos. Y no percibe que no tenemos apalancamiento en el consumidor ni en los bancos. Al contrario, tenemos el mayor exceso de ahorro de los hogares del 11% del PIB en Europa, frente al siete y medio de hace tres años.

Debido a eso, el mercado descuenta ya el próximo ciclo de préstamos morosos para nuestros bancos. Así que usted puede tener todos mis bancos a 4x o 5x PER, porque estiman que las ganancias tienen que reducirse a la mitad en los próximos 12 meses. Pero, por el contrario, todos estos jugadores van a recomprar el 30% de sus acciones en los próximos tres años. Y lo bueno es que si recompras el 10% de tus acciones, el beneficio se distribuye al 90% de tus accionistas. Tengo un cupón sobre mis acciones con rendimiento a mis accionistas de entre un 15-16%. Y tienes esa cartera en 7,5x. Esa es una gran oportunidad. Además, la cartera está negativamente correlacionada con el factor growth, por lo que es una diversificación y una cobertura contra la enorme exposición a este factor en la que estamos inmersos.

La Junta General de Accionistas de MoraBanc incorpora a Rosa Bruguera como nueva consejera

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Foto cedidaJunta General de Accionistas de MoraBanc

La Junta General de Accionistas de MoraBanc se ha llevado a cabo con la aprobación de todos los acuerdos sometidos a votación y con el nombramiento de Rosa Bruguera como nueva consejera independiente de Mora Banc Grup SA.

Bruguera tiene una dilatada experiencia como directiva del sector financiero, especialmente en el grupo CaixaBank, donde ocupó diversas posiciones entre 2001 y 2022. Anteriormente desarrolló tareas directivas en Honda Automóviles España y Arthur Andersen.

La nueva consejera de MoraBanc tiene una sólida experiencia en las áreas de contabilidad y control, información financiera, gobierno corporativo, gestión de riesgos, transformación digital, información no financiera, sostenibilidad y gestión de personas. Como consejera, presidirá la Comisión de Auditoría y Cumplimiento y formará parte de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones y de la Comisión de Riesgos.

Asimismo, también se ha aprobado la reelección de los consejeros dominicales Oscar Aristot y Francesc Xavier Maymó, y de la sociedad consejera independiente, Pedroso Estelar SL, representada por José Lara.

La renovación del Consejo de Administración incluye la salida, por fin de mandato, de Miguel Antonio Pérez, que ha sido consejero independiente de Mora Banc Grup SA entre los años 2017 y 2024.

El presidente de MoraBanc, Joan María Nin, ha destacado en su intervención que el 2023 ha sido «un año de éxitos notables, no solo por los buenos resultados y las operaciones corporativas realizadas, sino por el impacto positivo de nuestra actividad en la sociedad». Y se ha mostrado seguro de que «continuaremos avanzando en esta línea, gracias a nuestra estrategia clara y, sobre todo, al mejor equipo».

El consejero director general de MoraBanc, Lluís Alsina, se ha mostrado también satisfecho por el beneficio y el crecimiento alcanzados en un año de inversiones, «donde también hemos incrementado la solvencia y la fortaleza del balance». Alsina está convencido de que «el año 2024 será aún mejor, lo que nos permitirá garantizar un crecimiento sostenible a corto, medio y largo plazo».

Los accionistas han validado las cuentas y el resultado 2023, un ejercicio que ha mantenido el crecimiento sostenido de MoraBanc con un beneficio de 51,4 millones de euros, un 28% más que en 2022. El grupo cerró el 2023 con 11.014 millones de recursos gestionados y con un elevado ROE que, en el último año, ha crecido hasta el 14,17%.

La solidez del balance de MoraBanc queda patente en la ratio de solvencia que se sitúa en el 21,14% (CET 1 fully loaded), y en la de liquidez (LCR) que cerró el 2022 con un valor de 299,08% que refleja la excelente situación de liquidez de la entidad. En cuanto a la inversión crediticia, el 2022 se cerró con 1.446 millones de euros con una ratio de morosidad que ha bajado hasta el 2,48%.

La recuperación de las economías nórdicas impulsa los beneficios de las compañías

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La recuperación de las economías nórdicas que se inició en el segundo semestre de 2023 y se está acelerando desde principios de 2024 puede impulsar la rentabilidad de las estrategias de renta fija de la gestora nórdica Evli, al igual que ya lo hizo en 2023. La combinación del sesgo nórdico de estas estrategias y la calidad diferencial de algunas de ellas, que gozan de calificaciones 5 estrellas Morningstar, hace prever que logren rendimientos muy elevados también en 2024, según los expertos de la gestora.

Crisis economías nórdicas

Tras recuperarse del COVID-19 de forma similar a los mercados de riesgo de todo el mundo, los países nórdicos sufrieron las agresivas subidas de tipos de los bancos centrales coincidentes con el aumento de la inflación, la desaceleración económica china y la guerra en Europa. A consecuencia de ello, los mercados de renta variable de Suecia y Finlandia cayeron un 30% y los diferenciales de crédito high yield se ampliaron entre 300 y 400 puntos básicos. Los sectores más apalancados se enfrentaron a una fuerte crisis, sobre todo el sector inmobiliario sueco, donde los inversores habían estado utilizando un apalancamiento excesivo.

En ese momento, se produjo una huida de capitales internacionales de la zona nórdica, las divisas (SEK, NOK) se debilitaron entre un 5% y un 10% desde niveles ya históricamente bajos, y los precios se ajustaron. El crecimiento del PIB se paralizó e incluso retrocedió en algunos casos. Esta fue la situación de las economías nórdicas al inicio de 2023, pero en la segunda mitad del año llegaron los primeros síntomas de la recuperación, que se consolidó a finales del año pasado.

Recuperación económica

Desde principios de 2024, el impulso de las economías nórdicas se está acelerando, apoyado sobre todo en la recuperación de las empresas. Las claves de esta recuperación son las siguientes, según los expertos de la gestora nórdica Evli:

  • Los indicadores económicos y los precios de los mercados de capitales han cambiado su tono de bajista a alcista. Un ejemplo son los bonos inmobiliarios, que tocaron hace casi 18 meses y ahora han vuelto a captar la atención de los inversores.
  • La debilidad de la corona sueca y la corona noruega están mejorando de forma significativa la competitividad de la industria exportadora.
  • Los ingresos de los hogares se han estabilizado gracias a la estabilización de los tipos de interés (y su próximo descenso).
  • Las subidas salariales están impulsando el poder adquisitivo nacional a medida que se desvanece la inflación.
  • El interés de los inversores por los activos de mayor riesgo está creciendo y los flujos de capital se están volviendo positivos tras más de dos años de prudencia. Como este ciclo acaba de empezar, las asignaciones a clases de activos de mayor riesgo son todavía bajas, y se espera que aumenten.
  • Los factores anteriores están impulsando los beneficios y los flujos de caja de las empresas nórdicas. A ello contribuye también el moderado apalancamiento financiero y la solidez del sector bancario nórdico, especialmente los grandes bancos.

Gráfico 1: Evolución de la confianza de los hogares (Suecia)

Gráfico 2: Evolución de los precios de los bonos inmobiliarios nórdicos

Fuentes: Swedbank Research & Macrobond

 

Para la gestora, las estrategias de renta fija de Evli saldrán probablemente beneficiadas de su exposición al sesgo nórdico, al igual que lo hicieron en 2023. La gestora nórdica Evli dispone de siete estrategias de inversión en renta fija distribuidas en el mercado español a través de Selinca AV, con distintos plazos y tipologías de activos.

Los lectores de Funds Society en España cierran filas en torno a los fondos y destacan su creciente apuesta en ETFs y mercados privados

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Una gran mayoría de los lectores de Funds Society invierte en fondos de inversión y, de forma creciente, apuesta por la gestión pasiva y alternativa. Así se desprende de una encuesta elaborada por este medio entre sus suscriptores. En el estudio, de carácter global -y que incluye mercados como España, EE.UU., Chile, México, Uruguay, Argentina, Colombia, Perú, República Dominicana o Panamá- han participado cerca de 200 personas de más 10 países, de las que aproximadamente la mitad han ofrecido sus respuestas en el mercado español.

En concreto, el 91,3% de los encuestados en España invierten en fondos de inversión, en línea con los datos globales (también el 91,3% de los lectores de Funds Society se posiciona en estos vehículos).

«En primer lugar, diría que el atractivo de los fondos de inversión está en el amplio abanico de fondos existente que permite seleccionar distintas filosofías o estilos de inversión de forma sencilla. Por otro lado, considero relevante la diversificación de activos que puedes alcanzar a un coste muy razonable, que además permiten reducir el riesgo de inversión de tus ahorros. Por último, destacaría que tienen un importante beneficio fiscal para las personas físicas, a través de los traspasos entre fondos que están exentos de tributación, por lo que te permiten cambiar tus estrategias de inversión sin pagar impuestos por las plusvalías acumuladas», explica Carlos González Ramos, director de Relación con Inversores, Marketing y Comunicación en Cobas AM.

Para Ramiro Martínez-Pardo del Valle, presidente de Solventis, es el producto más completo para los inversores, por motivos similares: «Ofrece liquidez diaria; diversificación a pesar de que inviertas en un solo fondo: existe una gama amplísima de productos que se adaptan a cualquier perfil inversor;  son gestionados por profesionales especializados en los sectores, activos y zonas geográficas a los que se dirige la política de inversión del fondo y, en el caso de personas físicas, hay diferimiento fiscal en el pago de las plusvalías acumuladas cuando se producen traspasos entre fondos. Resulta un producto imbatible», asegura.

Apetito por la gestión pasiva

Pero también entre nuestros lectores es clara una apuesta fuerte por los fondos cotizados y la gestión pasiva. Así, el 80% de los encuestados en España invierten en ETFs, también en línea con el dato global, que se sitúa en el 82%.

«Los ETFs ofrecen a los inversores centrarse en la distribución de activos de su cartera posicionándose en vehículos que son muy eficientes, especialmente si tratas de batir al S&P, además de la mayor transparencia sobre lo que tienes en tu cartera y facilidad de seguimiento», explica Rafael Romero, director de Abante Asesores en Málaga. «En general su uso está en auge, aunque es en el mundo institucional y en carteras de fondos de fondos donde se ha amplificado mucho, incorporando también los ETFs de gestión activa con estrategias distintas, tipo “equal weight”, pequeñas compañías, value, temáticos, etc.», añade.

Para el experto, no obstante, «un inversor particular debe ser consciente de la erosión que va a tener en la rentabilidad final invirtiendo de forma activa en ETFs por impuestos, además de comisiones de brokerage y depositaría. Adicionalmente, la gran concentración que están experimentando los principales índices apoya el aumentar los fondos de gestión activa tradicionales, ya que los gestores tienen más oportunidades de encontrar ineficiencias». En todo caso, matiza el experto, «existen fondos de ETFs que unen lo mejor de los dos mundos (gestión indexada, de reducidos costes y fiscalidad ventajosa)».

Inversión directa

Ligeramente por debajo del dato global (del 70,6%), el 67,5% de los encuestados en España invierten en acciones de forma directa.

«Como inversor particular, en ocasiones invierto de forma directa, cuando aparecen oportunidades concretas en valores con potencial de revalorización», dice Martínez-Pardo del Valle, desde Solventis. Pero hace hincapié en su preferencia por los fondos: «Desde la gestora, invertimos principalmente en IICs salvo casos puntuales en los que recibimos un mandato concreto de algún inversor para invertir de forma directa. Y en este caso buscamos valores muy determinados, con buenos fundamentales y con potencial de revalorización. Pero como regla general, invertimos las carteras de clientes en fondos de inversión».

Audiencia global: productos en los que se posicionan. Fuente: Funds Society

Actividad creciente en los mercados alternativos

Los datos también muestran cómo los inversores españoles están siendo muy activos en los mercados privados: el 61,3% de los encuestados en España invierten en activos reales, frente al 58% de los lectores a nivel global. Un apetito creciente que podría acelerarse en los próximos meses.

«Los mercados privados están cada vez más presentes en el patrimonio de los inversores españoles por diversificación, rentabilidades atractivas y baja volatilidad en las carteras. La evolución de estos mercados puede seguir creciendo por mayor especialización en diferentes sectores y mayor competencia en los equipos de gestión dedicados a ello», indica Fernando Gómez de Barreda, agente de Welcome AM.

«Es verdad que los tipos de interés actuales más altos implican que las rentabilidades sean más ajustadas, pero aun así en el largo plazo pueden seguir generando rentabilidades de dos dígitos. La diversificación y descorrelación con los mercados líquidos y cotizados es una ventaja para el inversor. Si el horizonte temporal de sus inversiones es a largo plazo, es un activo en el que hay que estar invertido indudablemente», añade.

«Sin duda existe un apetito creciente por activos de mercados privados. Éstos, a diferencia de los públicos, ofrecen siempre mayor estabilidad (su visión de largo plazo atempera el efecto cíclico) para la valoración de la cartera global de un inversor; su iliquidez puede a veces compensarse con fondos de inversión basados en activos reales que generen rentas y que éstas se repartan, parcialmente al menos, en forma de dividendo al inversor», afirma Guillermo Santos Aramburu, socio de la entidad de wealth management española iCapital.

El efecto diversificador es otro componente clave que se añade al citado componente de estabilidad y que permite aprovechar tendencias de crecimiento que vertebran el avance de la humanidad como son las infraestructuras, las energías renovables y el boom de los inmuebles ligados a logística, añade como puntos a favor. «En definitiva, cualquier inversor que por importe global de su cartera pueda permitirse menor liquidez en parte de ésta, debería contar con este tipo de activos vía fondos de inversión, en régimen de coinversión o ambas fórmulas», apostilla Santos.

¿Y los alternativos semilíquidos?

Además, la misma cifra, el 61,3% de los encuestados en España, invierten en fondos alternativos semilíquidos, ligeramente por debajo de la cifra global, que se sitúa en el 63,6%.

«Los fondos alternativos semilíquidos presentan varias ventajas frente a los fondos alternativos ilíquidos, destacando la flexibilidad, ya que suelen ofrecer plazos más cortos y periodos de liquidez más frecuentes. Esto proporciona a los inversores una mayor flexibilidad para acceder a su capital en momentos de necesidad o para aprovechar oportunidades de inversión. También tienen menor riesgo de liquidez debido a que los subyacentes en los fondos semilíquidos suelen ser más fáciles de vender o convertir en liquidez en un plazo más razonable. Por último, pueden proporcionar una mayor diversificación al ofrecer una combinación de activos líquidos e ilíquidos que puede ayudar a reducir el riesgo de la cartera», explica Koro Vázquez, selectora de fondos en Banco Cooperativo Español. 

La experta añade que los fondos alternativos semilíquidos ofrecen diversas ventajas para los inversores, como el acceso a estrategias de inversión más sofisticadas y diversificadas, así como la potencial generación de retornos superiores a los ofrecidos por los activos tradicionales. Además, suelen tener una menor correlación con los mercados financieros, con lo que puede ayudar a reducir la volatilidad de una cartera de inversiones. Y estos motivos están detrás de su creciente interés en España. “Definitivamente se ha observado un creciente interés por los fondos semilíquidos que refleja la búsqueda de alternativas de inversión más flexibles y diversificadas en un entorno económico cambiante”, explica.

Respuestas de los encuestados en España: producto de inversión en el que se posicionan

Fuente: Funds Society

 

Desbloqueando el potencial financiero del capital natural

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En el sector financiero global, el capital natural está emergiendo como un activo que está atrayendo de forma creciente la atención de los inversores. Este tipo de inversión está generando un interés creciente debido a la mayor conciencia de la sociedad sobre la importancia de mejorar la relación entre la naturaleza y las actividades humanas. Por ejemplo, los ciudadanos tienen cada vez más en cuenta el impacto ambiental de las compañías en las que invierten o de las que compran productos, lo que propicia que el factor sostenibilidad sea cada vez más importante en las estrategias empresariales.

Esta demanda del mercado está creando oportunidades adicionales para las organizaciones que están dispuestas a invertir en iniciativas de protección y regeneración del capital natural, lo que puede conducir a una mayor competitividad a largo plazo. Por este motivo, plataformas y gestores de fondos innovadores comienzan a ofrecer productos de inversión que se agrupan en tres grandes tipologías.

Por un lado, observamos un crecimiento en el modelo de inversión en equity, donde los fondos de impacto y de private equity están apostando por empresas y emprendedores que ofrecen soluciones innovadoras en el ámbito del capital natural. Desde tecnologías para la agricultura regenerativa, hasta empresas dedicadas a la gestión de ecosistemas a gran escala. Estas inversiones están catalizando el desarrollo de soluciones transformadoras que no solo abordan los desafíos ambientales, sino que también impulsan el crecimiento económico sostenible.

En segundo lugar, emergen productos de deuda o financiación de proyectos a largo plazo, especialmente en proyectos relacionados con la reducción de emisiones de CO2, cosecha de agua azul y mejora de la biodiversidad. Estas inversiones, que ofrecen rentabilidades atractivas y estables a largo plazo, requieren el compromiso de inversores pacientes que participen en estructuras como los bonos verdes o azules.

Por último, nos encontramos con el modelo de inversión mixta público-privada, conocido como blended finance, ideal para proyectos donde existe un cierto riesgo inicial. Este enfoque combina fondos públicos y privados para respaldar proyectos de regeneración del capital natural, ofreciendo mitigación del riesgo para los inversores privados y la oportunidad de obtener un retorno a los fondos públicos.

A pesar del potencial innegable de estas opciones de inversión en capital natural, es importante reconocer que en España se encuentran en una etapa incipiente. Si bien muchas empresas han realizado inversiones iniciales en iniciativas de responsabilidad social corporativa, el verdadero desafío radica en la integración de la sostenibilidad en los procesos productivos y en la inversión en nuevos negocios sostenibles. Las empresas españolas deben aumentar significativamente sus inversiones en capital natural, lo cual puede requerir una transformación profunda de sus operaciones y la adopción de nuevas tecnologías y prácticas empresariales.

Esta barrera es superable si nos centramos en un enfoque colaborativo entre empresas, gobiernos y otras instituciones. La colaboración entre actores del sector público y privado es fundamental para superar obstáculos financieros y de gestión, así como para aprovechar al máximo las oportunidades de inversión en capital natural, ya que es esencial para garantizar la competitividad a largo plazo y así aprovechar las oportunidades que ofrece la economía verde.

A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más sostenible, la inversión en capital natural se perfila como una piedra angular de la economía global. Con innovaciones financieras y un enfoque colaborativo, podremos desbloquear el potencial financiero del capital natural y crear un futuro más próspero y sostenible para todos.

Tribuna elaborada por Joan Cabezas, CEO de Nactiva

Flossbach von Storch España organiza un encuentro online sobre renta fija para inversores profesionales

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Flossbach von Storch España organiza un encuentro online trimestral en inglés sobre renta fija el próximo jueves 16 de mayo, a las 3:30 pm CET. La duración de la conferencia será de 1 hora + Q&A.

En este encuentro digital, los gestores Frank Lipowski y Marcel Bross compartirán sus expectativas para los mercados de bonos globales. También responderán a preguntas sobre el posicionamiento de sus respectivas carteras tras la corrección de la renta fija durante el primer trimestre, motivada en gran medida por la fortaleza de los datos macro estadounidenses.

«Estamos convencidos de que, desde la gestión activa, la volatilidad que conlleva la incertidumbre de los tipos de interés ofrece una nueva ventana de oportunidad en renta fija, y en particular para los fondos flexibles. El carry aporta una estabilidad que no encontrábamos años anteriores», indican en la firma.

Para participar, solo tienes que escribir a elena.taroncher@fvsag.com

La superación del test de la conferencia en la intranet de la web EFPA será válida por 1 hora para la recertificación EIA, EIP, EFA o EFP. También cualifica con 1 CPD de formación estructurada para los poseedores de CFA y certificación CAd.

Estas conferencias están exclusivamente dirigidas a inversores profesionales.

Miraltabank lanza un FIL de 50 millones enfocado en financiación a pymes

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Foto cedidaMariano Echeguren, socio director en Miralta Credit Opportunities y responsable de Financiación Estructurada.

El banco español de inversión y gestión de activos Miraltabank ha decidido lanzar un fondo de inversión libre (FIL) especializado en préstamos a pequeñas y medianas empresas españolas. El objetivo de captación del vehículo, que gestiona Miralta Asset Management -cuyo equipo incluye a los ejecutivos Mariano Echeguren y Jaime Hernández de la Peña (procedentes de Goldman Sachs)-, asciende a 50 millones de euros y tendrá una vida de cinco años, extensible a siete.

Con una inversión media de 2,5 a 5 millones de euros por operación, Miralta Credit Opportunities I provee su financiación con un alto grado de protección, gracias a un fuerte conjunto de garantías, que incluyen activos reales de las compañías prestatarias, desligando así su evolución del ciclo económico. Además, de acuerdo con el folleto del vehículo aprobado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el fondo también puede invertir en pymes de fuera de España. Su objetivo de rentabilidad anual es de doble dígito, y cerrará su captación entre inversores institucionales y family offices nacionales y extranjeros en 2024.

Tanto Echeguren como Hernández de la Peña llevan más de dos décadas realizando operaciones similares con éxito. Ya en Miraltabank han ejecutado financiaciones de este tipo con empresas del sector industrial, educativo, telecomunicaciones, metalúrgico y farmacéutico, entre otros. De esta forma, han podido aplicar con éxito su fórmula, ya muy probada en empresas más grandes, esta vez en el espacio pyme.

Su estrategia de inversión conlleva además «unos estrictos criterios de evaluación y control de riesgos y una capacidad de originación y ejecución de las operaciones muy diferencial frente a nuestros competidores», explican los responsables de financiación estructurada.

Miralta Credit Opportunities I completará la gama de vehículos de renta fija que gestiona Miraltabank, donde destacan Pulsar I, otro vehículo que dota de financiación colateralizada a pymes industriales; y el fondo de renta fija Sequoia FI, que recientemente ha alcanzado los 100 millones de patrimonio gestionado y próximamente estará en Luxemburgo liderado por Ignacio Fuertes.

Invesco lanza un ETF de deuda corporativa global ESG

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Invesco amplía su oferta de fondos con el lanzamiento de un ETF de deuda corporativa global, el Invesco Global Corporate Bond ESG UCITS ETF. Según explica la gestora, el objetivo de este vehículo es aumentar la exposición a emisores con grado de inversión que presentan un sólido perfil ESG. El fondo trata de exponerse a valores de emisores corporativos de todos los mercados desarrollados, con ponderaciones ajustadas en función de determinados parámetros ESG.   

Según señala Laure Peyranne, Head of ETFs Iberia, LatAm & US Offshore en Invesco, durante los últimos cinco años, los inversores han utilizado cada vez más los ETFs para obtener exposición a los mercados de renta fija. «Uno de los principales motores de esta aceleración de la demanda ha sido el lanzamiento de ETFs de renta fija que persiguen objetivos concretos en materia ESG, particularmente aquellos que tratan de mejorar las características ESG, manteniendo un perfil rentabilidad-riesgo similar al de un índice de referencia no ESG2, afirma Peyranne.

En este sentido, el nuevo ETF de Invesco tratará de replicar el Bloomberg MSCI Global Liquid Corporate ESG Weighted SRI Sustainable Bond Index, que se compone de valores de renta fija imponibles de tipo fijo de emisores corporativos globales radicados en países desarrollados. Para poder ser incluidos en el índice, los emisores deben tener asignada una calificación de grado de inversión, y tanto el principal como los intereses de los valores denominados en dólares, euros, libras esterlinas o dólares canadienses. Según  matizan desde la gestora, la lista de divisas aceptadas se revisará con una periodicidad anual. 

Además, indican que el objetivo relacionado con cuestiones ESG se logrará mediante una combinación de exclusiones y sesgos. Los emisores serán retirados del índice si participan en determinadas actividades empresariales, tienen una calificación MSCI ESG inferior a BBB o han afrontado controversias muy graves relacionadas con cuestiones ESG en los tres últimos años. A continuación, el índice utiliza MSCI ESG Ratings para sesgar las asignaciones en comparación con sus valores de mercado en el Global Aggregate Corporate Index, además de limitar la ponderación por valor de mercado de los emisores a un máximo del 5%. El Índice se reequilibra mensualmente.

«El nuevo ETF de Invesco sigue la misma metodología de inversión que nuestros ETF IG Corporate Bond ESG en euros, libras esterlinas y dólares, aunque aplicando un enfoque multidivisa. Puede resultar atractivo para los inversores sensibles a las cuestiones ESG, que tratan de aprovechar los yields que ofrecen actualmente los bonos y el potencial de un entorno de tipos favorable de cara al futuro, sin asumir el riesgo de una moneda concreta o desviarse demasiado de las características del índice de referencia estándar», añade Peyranne.

Cobre, cacao, níquel, aluminio, oro… ¿qué hay detrás del comportamiento de las materias primas?

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Según destacan las gestoras, las materias primas, como clase de activo, han experimentado una fuerte corrección tras los máximos alcanzados en el verano de 2022, cuando los inversores optaron por ser más cautelosos ante las perspectivas de la demanda mundial y las implicaciones de la subida de los tipos de interés. En 2024, varias materias primas están subiendo con fuerza -entre ellas el petróleo, el oro, el cacao o el café- obligando a los inversores a mirar con más detenimiento las oportunidades que puede ofrecer esta clase de activos a sus carteras. 

Para Matthew Michael, director de inversiones de Schroders, existen factores subyacentes que hacen que resulte ventajoso invertir en materias primas a largo plazo y los inversores deberían estudiar su buen comportamiento en un momento en el que muchas otras clases de activos han sufrido una rentabilidad poco favorable. “Aunque es importante tener en cuenta que la inversión en materias primas no es una cobertura contra las caídas de los mercados bursátiles, pueden aportar diversificación a las carteras y, con una perspectiva de largo plazo, proteger a los inversores en escenarios de inestabilidad geopolítica y aumento de la inflación”, apunta Michael. 

En su opinión, si las prioridades siguen girando en torno a la mitigación del cambio climático y las tensiones geopolíticas son elevadas y crecientes, el interés por las materias primas no hará más que aumentar. “Un activo olvidado durante mucho tiempo ha cobrado vida; los precios del oro han ignorado el repunte de los tipos de interés reales tras la crisis, y esto es significativo. Parece que hemos entrado en una era de desglobalización y bifurcación geopolítica que ha reforzado significativamente el papel del oro como activo de reserva”, añade Michael.

Visión sobre el mercado

Sobre la actualidad de las materias primas, el repunte del sector industrial y cómo todo ello impacta en la macroeconomía, Thomas Planell, Portfolio Manager y analista de DNCA (afiliada de Natixis Investment Managers), explica que parece que estamos viendo el final de un periodo de desabastecimiento. Muestra de ello es que a principios de abril, el índice Bloomberg de materias primas superaba la línea de tendencia bajista que lo ha mantenido durante los dos últimos años. 

“El cobre coquetea con los 9.400 dólares, el aluminio supera los 2.400 dólares la tonelada y los metales industriales alcanzan precios que no se veían desde hace 14 meses, alentados por las perspectivas de repoblación y los informes de investigación sobre el apetito gigantesco de metales conductores en los centros de datos de inteligencia artificial. La tonelada de cacao se cotiza a casi cinco cifras, llevándose por delante el café”, destaca Planell. 

Ante esta evolución, Planell se plantea si estamos ante una euforia especulativa, y el gestor tiene la respuesta clara: “No del todo”. Según explica,  “las materias primas cuyos fundamentales están deprimidos, como el mineral de hierro, lastrado por el desplome inmobiliario en China, o el níquel, no están sitiadas. Así que el mercado está separando el trigo de la paja. Este rebote de las materias primas empieza a avanzar, a contracorriente de las turbulentas cifras de inflación, que descienden algo más rápido de lo previsto, sobre todo en Europa”, comenta.

Para Marco Mencini, responsable de análisis, Plenisfer Investments, parte de Generali Investments, antes de analizar si la tendencia tiene recorrido y se amplía a otros productos, es necesario distinguir entre materias primas agrícolas e industriales. “La tendencia de las primeras está ligada a factores impredecibles, como los meteorológicos, mientras que el valor de las segundas varía en función de fenómenos medibles. En Plenisfer, pensamos que algunas de ellas están en el centro de tendencias alcistas a largo plazo, como el uranio y el cobre, ambas cruciales para la transición energética. En términos más generales, es sobre todo el desequilibrio entre una demanda creciente y una oferta limitada lo que determina la evolución de los precios. A este factor se suman las tensiones geopolíticas, que también pueden afectar a la cadena de suministro, y la resistencia de la economía, que apoya aún más la demanda”, explica Mancini.

Materias primas al alza

A la hora de hablar de oportunidades, Enguerrand Artaz, gestor de fondos de La Financière de l’Echiquier (LFDE), pone en primer lugar el cobre. A finales de abril, 10. 000 dólares era el precio de una tonelada de cobre según los contratos a plazo que se negocian actualmente en el mercado. Según su visión, este nivel, que no se alcanzaba desde hacía dos años, simboliza la reciente racha alcista del más célebre de los metales industriales, cuyo precio ha rebotado más de un 15 % desde comienzos de año.

“Existen razones estructurales que lo explican. Por un lado, la oferta está reduciéndose: las reservas mundiales de cobre son muy bajas y la capacidad de producción se ha visto sensiblemente mermada estos últimos años, sobre todo después del cierre a finales de noviembre de la gigantesca mina a cielo abierto explotada en Panamá por el grupo canadiense First Quantum. Por otro, la demanda va a acelerarse durante los próximos años debido al desarrollo de los centros de datos en todo el mundo y los planes de inversión en infraestructuras, sobre todo verdes, presentados en EE. UU. y Europa”, explica.

Sin embargo, en su opinión, el cobre no es el único metal afectado por este incremento rápido de los precios. Si no que defiende que lo mismo le ocurre al níquel y, en menor medida, al zinc y al aluminio. “Tradicionalmente, el rebote de los precios de estos metales industriales se ve como un buen indicio de recuperación cíclica en la economía. En el contexto actual, esta señal corrobora el mensaje que arrojan numerosos indicadores desde hace algunos meses, tanto los índices de sentimiento -por ejemplo, el PMI manufacturero mundial, que volvió recientemente a territorio de expansión por primera vez desde mediados de 2022)-, como los datos reales -por ejemplo, el crecimiento del transporte por carretera y ferrocarril-”, argumenta Artaz.

Un caso curioso ha sido el protagonizado por el cacao. Había pulverizado todos sus récords protagonizando una escalada en su precio del 260% durante el último año, pero a finales de abril sufrió una fuerte corrección. Según explica Alexis Bienvenu, gestor de fondos de LFDE, su escalada se debe a cuestión de producción y clima: demasiadas lluvias y, después, demasiado calor, que han lastrado a los principales países productores en África. Según indica, otra causa más elocuente es la deriva climática, amplificada puntualmente por el ciclo de El Niño, que se ha acelerado repentinamente para alumbrar en 2023 un desajuste considerable. Se pueden detectar ahí las señales de una perturbación del ciclo de la vegetación que no augura mejores cosechas regulares de cara a los próximos años. Algunos serán mejores, eso es seguro, pero la tendencia no hace pensar en un retorno duradero a las condiciones pasadas.

Según el gestor, “en los próximos años parecen bastante probables unos precios más altos que en la última década, aunque no se vaya a alcanzar pronto el reciente récord de más de 11.000 dólares por tonelada”. Ahora bien, ¿por qué han caído tan bruscamente los futuros del cacao en los dos últimos días? Según Bienvenu, podría deberse a una combinación de factores fundamentales y especulativos: el tiempo parece más favorable y la liquidación de posiciones como consecuencia del aumento de los márgenes aplicados a las posiciones especulativas, precisamente por la subida del precio de los contratos. “Dicho esto, los retos estructurales a los que se enfrenta el cultivo del cacao no han desaparecido, en particular su concentración en unos pocos países, sus métodos de cultivo insostenibles, las enfermedades que afectan a los frágiles árboles y el cambio climático a largo plazo”, añade.

Por último, Mancini apunta: “Un debate aparte merece el oro, que brilla en los mercados al menos por dos factores. En primer lugar, por las compras realizadas por los bancos centrales. En conjunto, en los dos últimos años han comprado el 30% del oro producido: los asiáticos, en particular, están inmersos en un proceso de desdolarización y están aumentando significativamente la proporción de oro en sus reservas, en las que el metal precioso sigue representando una parte marginal en comparación con Occidente”.