Neal Brooks (M&G): “Interpretamos Luxemburgo como una puerta de entrada internacional, y no solo a Europa”

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Parte de los objetivos en los que ha trabajado M&G durante los últimos dos años han estado centrados en la gestión de activos y en un mayor foco en Europa como palancas del crecimiento. Entre estos propósitos,  estaba reforzar las áreas de más experiencia inversora de la firma, consolidar la marca M&G Investments a nivel internacional y mejorar las redes de distribución en Europa continental para llegar a más inversores institucionales. Neal Brooks, Global Head of Product & Distribution en M&G, señala que, en gran medida, lo han logrado ya que el crecimiento de la gestora es sólido, sobre todo en Europa, donde han realizado nuevas incorporaciones y afianzando la relación con sus clientes, en especial, bancos, planes de pensiones y aseguradoras.

“Europa es donde más crecimiento del negocio hemos experimentado, y más rápido. Estamos muy enfocados en la gestión activa y nuestro objetivo es ser reconocidos como un gestor activo líder a nivel paneuropeo. Queremos hacer esto enfocándonos en aquellas áreas donde creemos que la gestión activa marca la diferencia, como, por ejemplo, en renta fija y mercados privados”, afirma el responsable de Producto y Distribución de M&G, quien reconoce que en Europa, uno de sus objetivos principales desde hace años ha sido internacionalizar el negocio e ir más allá de su consolidada presencia en Reino Unido.

Consciente de que están en un mercado muy competitivo y donde hay otros gestores que son muy destacados en determinadas áreas, en este tiempo, han fortalecido el equipo de distribución y de relaciones con clientes, especialmente con bancos globales y  compañías de seguros. Muestra de ello son los buenos resultados obtenidos en Europa en el segmento institucional y que, según afirma, en los últimos ejercicios han visto  una mayor afluencia de flujos institucionales y de planes de pensiones provenientes de mercados europeos en los que tradicionalmente habían sido más reconocidos por su negocio wholesale.

“Creo que es parte de lo que queríamos lograr, que era invertir de una manera que funcionara para un amplio conjunto de clientes en toda Europa”. Y añade: “Nuestro enfoque de compañía es configurar M&G PLC en tres negocios muy claros: gestión de activos internacional, M&G Investments, y en Reino Unido, nuestra división de Wealth y nuestra división aseguradora, Life. La experiencia en esta última en el Reino Unido nos dota de una gran capacidad para entender al cliente final institucional y a su vez nos facilita escalar el negocio de la gestora de activos. No somos una compañía de seguros que cuenta por debajo de un brazo de gestión de activos, sino que nuestro planteamiento es de dos negocios en paralelo”.

Una ventaja que la compañía despliega desde Luxemburgo, destino que la firma eligió tras el Brexit para internacionalizar su negocio. “Interpretamos Luxemburgo como una puerta de entrada internacional, y no solo a Europa. Ahora mismo, tenemos 114.000 millones de euros bajo gestión, lo que nos convierte en el gestor decimoquinto por tamaño en Luxemburgo, y un equipo de 70 personas. En los últimos años, hemos reforzado nuestro personal de inversión en Europa, pero mantenemos como criterio que todas nuestras oficinas estén bien equilibradas entre distribución, inversión y otras funciones. Sin duda, Europa es donde más crecimiento del negocio hemos experimentado, y más rápido”, reconoce Brooks.

En estos años, reconoce que la industria ha evolucionado. “Estamos en un contexto en el que los bancos y los intermediarios se están moviendo hacia modelos de construcción de carteras. Por lo tanto, lo que buscamos nosotros es identificar qué podemos proporcionar a esas carteras”. Según explica, cuando Joseph Pinto se unió a la gestora como nuevo CEO, hicieron una evaluación de lo que estaban haciendo y llegaron a la conclusión de que gran parte de los clientes les conocían por su estrategia Optimal Income pero desconocían sus capacidades en mercados privados, sobre todo por el lado del inversor institucional. Poner el foco en la construcción de cartera y en ofrecer un amplio abanico de estrategias especializadas es, en su opinión, el camino correcto para seguir creciendo.

Una oportunidad de crecimiento que también cree que vendrá de la mano de los ELTIFs, ya que considera que “será el verdadero cambio que abrirá mucho más el acceso a los inversores minoristas”, aunque reconoce que aún quedan algunos desafíos por resolver, como por ejemplo la liquidez y el tamaño de los fondos. “Con los ELTIFs 2.0, se podrá distribuir estos vehículos en cualquier país europeo a nivel minorista, no solo entre profesionales, lo que sinceramente creo que cambiará las reglas del juego y el mercado. Ahora bien, nada de esto supondrá un cambio si los inversores no entienden bien el producto, la gente necesita entenderlo correctamente para comprarlo”, añade.

A la hora de hablar de activos privados y del potencial de la estructura ELTIF, Brooks hace un pequeño paréntesis para destacar que son firmes creyentes del crédito privado y su papel en las carteras, pero siempre que el inversor entienda el activo. “Nos hemos encontrado con un conocimiento y comprensión del activo muy variado. La conversación suele centrarse en la liquidez o en el nivel de apalancamiento, pero es necesario que el inversor comprenda el nivel de riesgo. Los primeros inversores en nuestro ELTIF eran family offices, que son inversores sofisticados. Estamos trabajando con los bancos y las compañías de seguros, pero nuestro punto de partida es preguntarnos cómo podemos ayudar a capacitar a las redes de banca privada para que luego ayuden y capaciten a los clientes en esta clase de activo”, destaca.

Crédito, inversión temática y activos privados

En esta visión sobre la construcción de carteras, considera que tendrán cabida estrategias de inversión tan exitosas como Optimal Income, pero Brooks va un paso más allá: “Son en las áreas donde más experiencia tenemos y donde mejor lo hacemos, donde más podemos aportar al inversor, como por ejemplo como gestor activo de crédito. Lo que quiero decir es que hemos  hecho un esfuerzo en visibilizar las áreas en las que tenemos capacidades destacadas y eso ha impulsado gran parte de nuestro flujo y crecimiento en los dos últimos años. Creo que ha sido muy valioso porque ahora somos más relevantes para nuestros clientes porque tenemos diferentes estrategias y activos que podemos ofrecer”.

Esta evolución de la compañía les ha convertido en referentes a la hora de hablar de gestión del crédito, que se ha situado “en el núcleo” de lo que hacen. Según añade Brooks, más allá del crédito también han encontrado la forma de diferenciarse en un área como la inversión temática en renta variable. “Creo que es un segmento de la inversión donde el enfoque activo puede marcar realmente la diferencia”, afirma.En este sentido, destaca la labor que su compañera Fabiana Fedeli, que se incorporó a M&G hace unos tres años como CIO de Renta Variable, Multiactivos y Sostenibilidad. “Considero que lo estamos haciendo bien, encontrando dónde estaban las brechas y asegurándonos de estar configurados de manera correcta para poder gestionar estrategias para todos los clientes, ya fueran clientes institucionales, minoristas o wholesale. Nuevamente, hemos tenido buenos resultados y estamos ofreciendo buenos rendimientos, alineándose con los intereses de los clientes. Diría que estamos aún más enfocados en las acciones que en otras áreas, porque nuestra firme opinión es que hay algunas áreas donde la gestión activa puede marcar la diferencia

La tercera pata donde considera que M&G marca la diferencia es el universo de los activos y mercados privados, donde actualmente tienen 84.000 millones de euros bajo gestión. “Estamos centrando nuestra oferta de activos privados en seis áreas: crédito privado, crédito estructurado,  inmobiliario, infraestructuras, responsability, que se especializa en estrategias de impacto en mercados emergentes, y el equipo de private equity e impacto, al frente de la estrategia Catalyst. Catalyst es un mandato interno de 6000 millones de euros enfocado en invertir en compañías sostenibles en mercados privados. No queremos que esto se entienda como un modelo boutique, sino mostrar que hay una cultura de inversión muy clara”, explica Brooks.

En este sentido, reconoce que están centrados en temas relacionados con el cuidado de la salud, el cambio climático y la lucha contra la desigualdad. “Estamos mirando eso puramente desde un ángulo de los mercados privados, en concreto, capital riesgo. Tenemos responsAbility, que era la firma boutique suiza que compramos hace dos años. Obviamente, su experiencia está centrada en mercados emergentes y frontera. Gran parte de lo que hacen es increíblemente interesante y nos está ayudando mucho en aportar nuevos puntos de vista sobre cómo enfocamos ideas similares en mercados desarrollados. Emmanuel De Blanc se acaba de unir a nosotros como CIO de mercados privados y ahora supervisa y dirige estas seis áreas tan cruciales para nosotros”, añade.

Mirando hacia Américas

Sobre el negocio de la gestora en Américas, Brooks explica que se están centrando en dos áreas: Latinoamérica y el mercado offshore de EE.UU. “En América Latina, estamos en mercados como Chile, Perú, Uruguay o Colombia, también estamos estudiando México y Brasil desde el lado institucional. Son regiones donde nuestras estrategias funcionan bien. En el mercado offshore, estamos haciendo buenos progresos con grandes bancos globales, como Morgan Stanley, UBS o Citi”, comenta.

Una de las reflexiones que destaca el responsable de Producto y Distribución de M&G sobre el mercado americano es que además de la fuerte presencia del dinero de América Latina, hay un gran flujo de dinero asiático. Según explica, “el dinero chino entra a través de San Francisco, el dinero latinoamericano a través de Miami y Texas”. Para dar respuesta a esta oportunidad, reconoce que han tenido que colaborar con un mayor número de asesores de los que pensaban en un principio.

También señala, en términos de preferencias de inversión, el fuerte sesgo hacia el dólar y EE.UU. y lo cómodos que se sienten los inversores con crédito de mercados emergentes. “En muchos países de América Latina, los inversores están muy acostumbrados a comprar bonos corporativos individuales en su mercado local. Incluyen importantes asignaciones a su deuda soberana dentro de su patrimonio y conocen bien el funcionamiento de los mercados y sus riesgos. Sus carteras tienden a tener asignaciones más grandes a mercados emergentes y buscan socios especializados para sus asignaciones a activos puramente europeos, con menor asignación”, añade.

Según su experiencia, la diferencia a uno y otro lado del Atlántico no solo se nota en las asignaciones de las carteras, sino también en la forma de enfocar el negocio: “Europa y Reino Unido siguen siendo grandes mercados de fondos, mientras que las grandes firmas y brokers americanos han tenido éxito mucho éxito con las Separately Managed Accounts (SMAs), ofreciendo una mayor personalización y una selección más amplia”. De lo que no tiene duda Brooks es que su presencia en ambos continentes es un viaje de doble sentido. “Lo que pasa en América acaba llegando a Reino Unido y a Europa. Algunas de las cosas que suceden allí las aprenderemos y nos ayudarán con los clientes europeos”, concluye.

Los cambios políticos dan a los inversores motivos para el optimismo en Asia

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En la festividad de las regatas de botes de dragón, la velocidad de una embarcación depende no sólo de la fuerza con que reman los participantes, sino también de cómo el timonel dirige al equipo. Es una combinación de fuerza muscular e inteligencia que impulsa al equipo hacia la línea de meta. Hay una analogía con los mercados asiáticos, muchos de los cuales se ven apoyados no sólo por medidas políticas para estimular las economías locales (los «músculos»), sino también por reformas del mercado de capitales y transiciones económicas encaminadas al crecimiento a largo plazo (los «cerebros»). Cuando ambos funcionan en tándem, la región atrae a los inversores.

La reforma del gobierno corporativo ha sido un tema común en Asia en los últimos meses. China, Japón y Corea del Sur han redoblado sus esfuerzos para que las empresas repartan más dividendos y recompren más acciones.

La Directriz de Nueve Puntos de China, presentada en abril, incluye medidas para fomentar el pago de dividendos y colmar lagunas en el gobierno corporativo. A principios de este año, Corea del Sur introdujo su Programa de Revalorización de las Empresas para reducir el llamado «descuento coreano». En Japón, los planes de reforma del gobierno corporativo recibieron un impulso hace más de un año, cuando la Bolsa de Tokio empezó a presionar a las empresas para que aumentaran la rentabilidad para los accionistas.

Los cambios en curso deberían elevar las ratios de reparto de dividendos en toda la región. En los últimos cinco años, las ratios medias de reparto de dividendos de las empresas chinas, surcoreanas y japonesas (véase el gráfico 1) han sido del 31%, 33% y 40%, respectivamente. La media mundial es del 48%; en Europa es del 65%, así que queda camino por recorrer. Puede que los «gallos de hierro» de Asia -término que utilizan los chinos para referirse a las empresas que no pagan dividendos en acciones- tarden en cambiar de actitud, pero este año ya hemos visto claras mejoras. Este tipo de reformas contribuirán a aumentar el atractivo de las empresas con un crecimiento constante de los dividendos y aportarán un avance positivo a los mercados de capitales locales.

Nuestras perspectivas de «estabilización controlada» de China este año se mantienen intactas, ya que siguen apareciendo brotes verdes en algunos rincones de la economía del país.

El más evidente es el del sector manufacturero, apoyado por el resurgimiento de la demanda exterior y la apuesta de Pekín por la producción de alta tecnología. Los fabricantes de vehículos eléctricos, equipos médicos de diagnóstico por imagen y maquinaria pesada miran a los mercados extranjeros mientras la demanda interna se mantiene moderada.

El consumo también emite algunas señales alentadoras, como el repunte de los viajes de vacaciones. Pero la atonía del sector inmobiliario, que representa una gran parte de la riqueza de los hogares chinos, sigue lastrando la confianza de los consumidores.

En mayo, las autoridades aumentaron el apoyo a este mercado en dificultades, tratando de absorber los apartamentos sin vender y evitando al mismo tiempo nuevas burbujas de activos. Pero estas políticas no pretenden impulsar una nueva aceleración del crecimiento económico. Se trata más bien de estabilizar el sector inmobiliario para facilitar una transición plurianual hacia un nuevo modelo de crecimiento impulsado por el consumo y la industria de gama alta.

Esperamos que los responsables políticos sigan centrándose en los objetivos de transición económica, pero que también utilicen políticas de relajación selectivas y anticíclicas para estimular la economía y restablecer la confianza de las empresas y los consumidores.

Mientras China se recupera, sus homólogos asiáticos también avanzan.

La India se beneficia de un sólido impulso de crecimiento, una población en edad de trabajar considerable y un fuerte gasto de los consumidores. Al mismo tiempo, el sorprendente resultado de las elecciones, en las que el primer ministro Narendra Modi no alcanzó la mayoría esperada, ha introducido cierta volatilidad en los mercados indios. Prevemos un gobierno limitado de la Alianza Democrática Nacional (NDA), pero esto no perturbará el crecimiento a largo plazo del país. Un gobierno de coalición con más controles y equilibrios debería contribuir a la confianza de los inversores. A corto plazo, esperamos cierta consolidación en los sectores de pequeña y mediana capitalización, donde las valoraciones se encuentran en niveles efervescentes, mientras que las empresas financieras y de consumo deberían registrar movimientos positivos.

Por último, pero no por ello menos importante, Taiwán, sede de las principales empresas mundiales de semiconductores y alta tecnología, que ahora forman una parte importante de las cadenas de suministro mundiales. Todavía nos encontramos en las primeras fases del ciclo tecnológico de la IA, y la evolución de la historia de la IA seguirá alimentando la demanda de chips avanzados, lo que respalda el optimismo en torno a las principales empresas de Taiwán.

Aunque los puntos brillantes se multiplican, somos conscientes de los riesgos de los próximos meses, que van desde la geopolítica hasta el impacto de unos tipos de interés estadounidenses más altos a largo plazo en las divisas asiáticas. Sin embargo, las políticas de apoyo y las reformas a largo plazo deberían dar a los inversores muchos motivos para alegrarse en el tercer trimestre.

 

 

Tribuna de Martin Dropkin, director de renta variable de Asia-Pacífico en Fidelity International.

Más zanahorias y menos palos: una gestión empresarial corresponsable eficaz no acaba en la votación en las juntas

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Foto cedidaEmilie Goodall, Head of Stewardship, Europe, de Fidelity International.

Votar en las juntas de accionistas de una empresa es quizá la forma más directa que tiene un inversor de hacer oír su voz y ejercer una gestión responsable. Dado que los niveles de desacuerdo son relativamente bajos (en torno al 4% de media en las empresas europeas[1]), incluso un nivel modesto de oposición puede llevar a una acción por parte del consejo.

Pero lo que el voto ofrece a los inversores en claridad de comunicación corre el riesgo de perderlo en matices. La transición a un entorno empresarial más sostenible no es tarea fácil y los avances de las empresas no siempre pueden reflejarse en un simple «sí» o «no» a las propuestas del consejo.

Para marcar casillas

Al mismo tiempo, los inversores saben que ellos también deben demostrar cómo rinden cuentas de sus carteras. La tentación es confiar en medidas fácilmente cuantificables -como las prácticas de voto- como señal de su propia gestión. Esto puede significar votar por votar. Como era de esperar, los consejos de administración están empezando a ignorar el ruido.

El Grupo de Trabajo de la Industria de los Mercados de Capitales (CMIT, por sus siglas en inglés), un organismo compuesto por algunos de los directores ejecutivos más influyentes del Reino Unido, pidió recientemente que se reajustara el enfoque del país en materia de gobierno corporativo.

«Ahora se supone que la buena gestión es un resultado mensurable», afirma. «Demasiado a menudo el régimen actual, en particular en el ámbito de la gestión, se establece por defecto para ser antagónico a la hora de demostrar el desafío y tal régimen cultiva la desconfianza»[2].

Ese antagonismo corre el riesgo de socavar el delicado nexo de colaboración entre diversas partes interesadas, incluidos reguladores, empresas e inversores, que impulsará una transición exitosa hacia un entorno más sostenible.

La crisis de confianza en el frágil panorama empresarial del Reino Unido, esbozada por CMIT, ha hecho que varias empresas de alto perfil hayan rehusado recientemente el FTSE. El hecho de que se siga dando más importancia al voto que al compromiso puede animar a más empresas a retirarse del centro de atención del escrutinio de los accionistas. Por otra parte, los gobiernos podrían verse tentados a reducir la protección de los inversores, incluidos los derechos de voto de los accionistas, en un intento de frenar las salidas o animar a los que abandonan a volver.

Por supuesto, no tiene por qué ser así. Sabemos que las empresas siguen comprometidas con la ASG. En la última encuesta anual de Fidelity International a nuestros más de 170 analistas de investigación, cuatro de cada cinco informaron de que el énfasis de las empresas en ESG no había disminuido en los últimos 12 meses.

Estas empresas también están dispuestas a escuchar a los accionistas. Al tiempo que denuncian las prácticas antagónicas en materia de gestión, las empresas británicas siguen reconociendo el lugar que ocupa el compromiso de los inversores. «Una buena gestión debe girar en torno a una participación comprometida a largo plazo y a conversaciones coherentes y equilibradas», afirma la CMIT.

Respetar lo complejo

La atención se centra en el compromiso a largo plazo en detrimento de las demostraciones de gestión a corto plazo. Este enfoque no siempre es el más fácil, pero a menudo es más eficaz, especialmente cuando se trata de cuestiones complejas como la descarbonización del sector minero, por ejemplo. Los mineros llevan años intentando averiguar qué hacer con sus activos de carbón térmico, que muchos inversores ven ahora como manchas insostenibles en sus carteras. Una solución es escindir esos activos, pero al hacerlo se corre el riesgo de que pasen a manos de propietarios menos responsables y transparentes.

Otra opción es que las mineras claramente comprometidas con la descarbonización conserven sus activos de carbón térmico y los reduzcan con el tiempo. Aquí es donde el compromiso activo de los inversores puede desempeñar un papel importante y animar a la empresa a desmantelar de forma responsable las partes insostenibles del negocio.

Aunque los accionistas pueden utilizar la votación para comunicar su enfoque preferido, existe el riesgo de que votar sin rodeos una propuesta de los accionistas no capte ese matiz e incentive inadvertidamente a las empresas a escindir activos sucios sólo para sacarlos de sus libros. Esto no resuelve el problema a largo plazo de cómo acabar con la producción de carbón térmico, sino que simplemente lo traslada a otra parte. Por eso apoyamos la decisión de BHP, un gigante minero australiano, de no vender su mina de carbón de Mount Arthur, sino de reducir la producción de aquí a su cierre en 2030.

Las resoluciones «say-on-climate», que dan a los accionistas la oportunidad de votar sobre la política climática de una empresa, plantean un problema similar. Animan a las empresas a tener presentes sus compromisos medioambientales y ofrecen a los inversores una forma de exigirles responsabilidades. Pero también reducen los problemas complejos a un juicio binario. No todos los accionistas tienen los conocimientos necesarios para analizar las políticas climáticas, por lo que algunos se limitan a aprobar los planes de las empresas. Tampoco hay garantía de que se tomen medidas: según MSCI, la mayoría de las votaciones sobre el clima han sido puntuales, sin compromiso público de seguimiento[3]. 

Dónde funciona el voto

Nada de esto significa que el voto no desempeñe un papel en la gestión; más bien, debería complementar el compromiso activo, que se basa en diferentes herramientas para diferentes contextos a medida que cambian con el tiempo. Por ejemplo, los esfuerzos de colaboración entre diferentes inversores pueden ser eficaces cuando se trata de avanzar en un sector o en un tema concreto. O, para lograr un cambio amplio en todo el sistema, los inversores se comprometen cada vez más con los propios responsables políticos.

En este contexto, el voto de los accionistas que han cultivado una reputación de administración responsable puede enviar un mensaje serio a los consejos de administración que respetan las opiniones de esos inversores. También puede servir como método de escalada cuando el diálogo se topa con un muro.

Es comprensible que, a falta de medidas más fácilmente disponibles del progreso de los accionistas, la votación atraiga tanta atención. Pero los inversores corren el riesgo de adoptar un enfoque de la gestión basado en el palo y la zanahoria al utilizar el comportamiento de voto como barómetro de la calidad de la gestión de los gestores de activos y, lo que es más importante, de su eficacia. Esto pone demasiado énfasis en los medios, en lugar de en los fines. 

[1] ISS Voting Analytics

[2] Capital Markets Industry Taskforce, en una carta abierta en “Resetting the UK’s approach to corporate governance”

[3] https://www.msci.com/www/blog-posts/say-on-climate-investor/03014705312.

 

¿Es hora de protegerse frente al riesgo de tipos de interés?

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Pixabay CC0 Public Domain

Al comenzar el año, la opinión de consenso parecía ser que la inflación se hallaba bajo control y que los bancos centrales comenzarían a recortar el precio del dinero. Si bien las presiones inflacionarias están amainando, el crecimiento económico ha mostrado resiliencia, sobre todo en un referente como EE. UU. Esto ha provocado un giro de las expectativas de mercado, y algunos inversores han aplazado sus expectativas de recortes de tipos hasta 2025.

Pese a anticipar que los bancos centrales empezarán a rebajar sus tipos de intervención este año (el BCE lo hizo en junio por primera vez desde 2019, aunque la Reserva Federal ha sugerido que implementará un solo recorte en 2024), queremos hacer hincapié en la actual relevancia de una estrategia de menor duración en carteras de deuda corporativa, y argumentar que las estrategias con una menor exposición al riesgo de tipos de interés pueden ser útiles en una cartera de renta fija.

En nuestra opinión, una posición de duración más baja puede proteger frente a la volatilidad de los tipos de interés y minimizar los riesgos que conlleva en los próximos meses. Tal estrategia también puede aportar una cobertura frente al posicionamiento de los inversores de cara a subidas de la deuda soberana a largo plazo si la inflación resulta ser más resistente de lo que todos tememos y los tipos de interés tardan más aún en bajar. Actualmente, el M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond Fund tiene en torno a 1,7 años de exposición a cambios en el precio del dinero.

Aunque las rentabilidades pasadas nunca son indicativas de rentabilidades futuras, examinar la evolución de un índice de crédito a corto plazo frente a uno de deuda corporativa de mayor vencimiento en los últimos años puede ilustrar de manera útil el perfil de menor volatilidad que en nuestra opinión cabe asociar con una cartera de menor duración.

El gráfico 1 es una representación sencilla de los valores de indicadores de deuda corporativa europea con grado de inversión comparados con los de bonos similares de calidad pero con una duración más baja (en este caso, de 1 a 3 años; la línea de color verde oscuro parece menos volátil). Pensamos que este gráfico muestra que, desde que estallara la incertidumbre en torno a tipos de interés elevados (en 2021) que ha supuesto un gran problema para los inversores en deuda, los bonos de duración baja han mostrado una menor volatilidad a la baja, combinada con un perfil de mayor rentabilidad total.

Nos gustan los bonos de alta calidad emitidos por empresas en el extremo corto de la curva de tipos, un segmento en el que llevamos más de 30 años adoptando un enfoque activo y selectivo (la estrategia se lanzó en 1993 a través de un OEIC británico). No obstante, creemos que el escenario mencionado de volatilidad de las TIR de la deuda ha alterado el conjunto de oportunidades de riesgo/rentabilidad del crédito a corto plazo. En el gráfico 2 que figura más abajo a la izquierda (una representación muy sencilla de la rentabilidad total de distintos índices de deuda con grado de inversión)[1] podemos ver distintos niveles de riesgo de duración, pero TIR muy similares.

En base a datos correspondientes a 2022 en su conjunto, elegidos deliberadamente al tratarse del annus horribilis para los mercados de renta fija, los retrocesos máximos del crédito a corto plazo también fueron más bajos (en torno a un tercio) que los del crédito de mayor vencimiento (gráfico 3, abajo a la derecha). En un 2022 extremadamente difícil para todos los bonos con grado de inversión, los productos de menor duración mostraron mejores cualidades de mitigación de pérdidas que aquellos con horizontes más a largo plazo.

Creemos que la gestión activa es más importante aún hoy en día. Ante la volatilidad del precio del dinero y diferenciales de crédito por lo general más estrechos, examinemos las tres maneras principales en que creemos poder añadir valor en el M&G (Lux) Short Dated Corporate Bond Fund.

Enfoque activo en crédito global – aplicar un enfoque activo en el mercado de deuda corporativa, nutriéndonos de la experiencia del equipo de análisis de crédito de M&G. El actual entorno de mercado más volátil, con una dispersión creciente en las valoraciones de créditos individuales, puede ser una fuente de oportunidades de alfa para gestoras activas.

Nuestra prima de análisis en ABS – M&G es uno de los líderes de inversión en ABS británicos y europeos, en los que el fondo puede invertir. La complejidad del análisis de ABS es un importante motivo por el que esta clase de activos ofrece a los inversores una prima de riesgo muy superior a la de los bonos corporativos tradicionales.

Acceso al mercado de deuda a tipo variable – Flexibilidad para invertir en el mercado de bonos flotantes (FRN). Dado que los cupones pagados por el emisor a los inversores (como nosotros) tienen un componente variable más un diferencial fijo, creemos que una exposición prudente puede ayudar a proteger a los inversores frente a tipos de interés elevados y aportar además cierto potencial de cupón al alza.

 

 

Tribuna de Mathew Russell, gestor de M&G Investments. 

 

 

[1]. La TIR total de un bono corporativo se compone de la tasa «libre de riesgo» más el diferencial de crédito.

 

 

BNP Paribas AM reafirma su política de votación en las juntas generales con una tasa de oposición del 36%

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BNP Paribas
Foto cedida. BNP Paribas AM refuerza su Centro de Sostenibilidad con cinco nuevos nombramientos

BNP Paribas Asset Management continuó aplicando su estricta política de voto en la temporada de juntas generales de accionistas de 2024. En consecuencia, ha informado de que votó en contra del 36% de las propuestas presentadas, el mismo porcentaje que en 2023. Según destacan, esta temporada ilustra su ambicioso enfoque, que «favorece el diálogo continuo y constructivo con las empresas».

La gestora ha informado que las cuestiones sobre las que más se ha debatido este año han sido la remuneración de los directivos, el buen gobierno y la transición climática. En 2024, BNP Paribas AM votó en contra de 2.163 propuestas presentadas en 332 empresas por motivos sociales y medioambientales; el 79% de ellas estaban relacionadas con el clima o las expectativas de biodiversidad.

«A lo largo de esta temporada hemos mantenido una tasa elevada de oposición en cuestiones sociales y medioambientales y hemos visto mejoras gracias al diálogo activo que hemos mantenido con las empresas en las que invertimos. Este proceso nos ha permitido reforzar nuestras expectativas sobre las empresas en las que invertimos cada año. Estamos convencidos de que el impulso de democracia accionarial es esencial para animar a las empresas a mejorar sus resultados y su transparencia en las cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible», ha comentado Michael Herskovich, director global de gestión responsable de BNP Paribas Asset Management y responsable del área de voto y buen gobierno.

La gestora destaca que la remuneración de los directivos volvió a ser el principal tema de debate esta temporada, a pesar de haberse registrado una notable mejora en la transparencia y las prácticas en este ámbito. En 2024, votó en contra de más del 50% de las propuestas presentadas en el ámbito de la remuneración de directivos, principalmente a causa de falta de transparencia o por la concesión de retribuciones excepcionales sin justificación.

Este año, la gestora concretó las obligaciones relacionadas con la integración de las cuestiones sociales y medioambientales en la remuneración de los directivos. Las empresas de ciertos sectores, como los de la energía, los suministros públicos, la industria y los materiales, tendrán que incluir un componente climático en sus políticas de remuneración de directivos. También habrán de hacerlo las empresas que la gestora haya identificado en sus carteras como grandes emisoras de gases de efecto invernadero. Esta obligación se extenderá a todas las empresas en 2026. La integración de un componente climático en la remuneración es una práctica cada vez más extendida. Sin embargo, para ser eficientes, estos criterios han de ser cuantificables y relevantes para la estrategia de desarrollo sostenible de la compañía.

«El voto es un componente esencial de nuestra responsabilidad corporativa y de nuestra estrategia de sostenibilidad. La temporada 2024 nos ha permitido reafirmar nuestro posicionamiento a favor de la transición energética, la protección del clima, la igualdad y el crecimiento inclusivo. Y si bien la inclusión de criterios climáticos en la remuneración de los directivos es una práctica cada vez más extendida en Europa, aún queda mucho camino por recorrer en el mercado norteamericano. Además, la definición de estos criterios suele carecer de transparencia y de objetivos concretos. No cabe duda de que nos enfrentamos a un nuevo desafío», ha añadido Jane Ambachtsheer, directora global de sostenibilidad de BNP Paribas AM.

La gestora también rechazó el 40% de las propuestas relacionadas con el nombramiento de consejeros, principalmente por motivos de diversidad. «La oposición al nombramiento de consejeros suele estar relacionada con un gobierno corporativo deficiente, la ausencia de controles efectivos y el incumplimiento de las expectativas de diversidad», explican.

Principales compromisos

En este sentido, uno de los compromisos de la gestora es aumentar al 40% el porcentaje mínimo de mujeres en los consejos de administración en Europa, Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Por último, destaca que las cuestiones ESG siguen siendo prioritarias en su estrategia de voto. Según comentan, la firma hace uso de su derecho al voto para promover unos criterios adecuados en materia de cuestiones medioambientales, sociales y de buen gobierno, que componen una parte esencial de su responsabilidad corporativa.

En consonancia con su hoja de ruta para alcanzar cero emisiones netas, la gestora pide a las compañías que se fijen el objetivo de alcanzar un nivel de cero emisiones netas no más tarde de 2050. Además, la integración de la biodiversidad en la votación exige a las empresas que evalúen el impacto de sus actividades y su dependencia de la naturaleza.

Además, la gestora ha votado en contra de más de 2.100 propuestas, frente a las 1.521 de 2023. En el 75% de los casos, el voto en contra se debió a motivos relacionados con el clima y la biodiversidad. BNP Paribas Asset Management mantiene su compromiso con las iniciativas de colaboración y diálogo, participando en más de 40 iniciativas colectivas en todo el mundo.

Su participación en las iniciativas Climate Action 100+ y Nature Action 100 se ha visto reforzada con su presencia en la junta directiva de estas organizaciones. Estas nuevas funciones confirman el apoyo de BNP Paribas AM a las iniciativas de colaboración y diálogo para gestionar los riesgos sistémicos.

El escenario de EdR AM para el segundo semestre: entorno económico «casi ideal» y nuevos obstáculos políticos

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Foto cedidaMelman Benjamin Edmond de Rothschild AM, CIO global de Edmond de Rothschild AM.

Edmond de Rothschild AM desveló, en sus perspectivas de inversión para el segundo semestre de 2024, que el escenario que afrontan los inversores en la segunda mitad del año estará marcado por un entorno económico «casi ideal», pero también por nuevos obstáculos políticos.

El entorno económico es más favorable de lo previsto para los mercados de capitales, por tres razones, según la firma. En primer lugar, porque la desinflación sigue su curso, a pesar de su trayectoria no lineal y de que la última fase de la normalización desinflacionista es la más complicada de ejecutar. Asimismo, la escasez de mano de obra en Estados Unidos ha empezado por fin a remitir, apoyada por una importante afluencia de inmigrantes. Finalmente, el escenario económico se ve influido por los recortes de los tipos de interés han comenzado en Suiza, Canadá y Europa. En Edmond de Rothschild AM aseguran que «deberían iniciarse antes del final del verano en Estados Unidos, sabiendo que la Reserva Federal, a pesar de todas las sorpresas en materia de inflación, ha descartado la opción de una nueva subida de tipos».

En este entorno, los expertos recuerdan que, históricamente, los mercados de renta variable han registrado rentabilidades positivas -y a menudo sólidas- en periodos de aterrizaje económico previos a una primera bajada de tipos en Estados Unidos. La perspectiva de una relajación monetaria, partiendo de niveles decentes, sigue sugiriendo que la Fed gestionará eficazmente la desaceleración y evitará una recesión.

Benjamin Melman, CIO global de Edmond de Rothschild AM, afirma que observando las rentabilidades registradas en lo que va de año, «parece que la historia se repite, lo que refuerza nuestra convicción de que, teniendo en cuenta la fortaleza de la economía mundial, tiene sentido seguir bien expuestos a la renta variable». El experto admite que lleva desde principios de año oscilando tácticamente entre la neutralidad y la sobreexposición, pero también que, cuando la Fed baje por primera vez sus tipos de referencia, «tendremos tiempo de revisar las perspectivas económicas y reajustar nuestras principales decisiones de asignación», aunque, por el momento, «prevalece la confianza».

¿Puede la agitación política en Francia convertirse en una crisis financiera europea?

Si gana el partido del “Rassemblement National” o en caso de un «Parlamento fragmentado», es posible -aunque poco probable- que el nuevo Gobierno francés se embarque en un programa de gasto que amplíe el déficit, según afirman en EdR AM, que recalca que esta situación «no impedirá que Bruselas abra un Procedimiento de Déficit Excesivo», además de que «las agencias de crédito podrían seguir rebajando la calificación de Francia».

El diferencial OAT-Bund podría ampliarse un poco más, según la firma, «pero parece evitable una crisis mayor, sobre todo si la perspectiva de una reducción del déficit se aplaza y no se entierra si Bruselas y París llegan a un acuerdo a medio plazo». Se podría incluso imaginar un escenario favorable en caso de «Parlamento fragmentado» y de una nueva remodelación política, que podría desembocar en una alianza entre partidos «gubernamentales» de izquierda, centro y derecha, que permitiría al país proseguir con su compromiso inicial de reducción del déficit público.

Hasta ahora, los activos europeos se han beneficiado de una combinación de factores cada vez más favorable: una economía más fuerte de lo esperado, la desinflación en curso y un BCE que ha tomado las riendas de la política monetaria. Tanto más cuanto que la proximidad de las elecciones estadounidenses está provocando una actitud de espera al otro lado del Atlántico. No obstante, los equipos de inversión de Edmond de Rothschild AM han optado por no sobreponderar los activos europeos, a la espera de que se aclare el inestable equilibrio político en Francia, con sus repercusiones para Europa.

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos

Mientras que la reelección del presidente Joe Biden no tendría grandes repercusiones en los mercados de capitales, se espera que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca sí tenga implicaciones, según la firma. En primer lugar, sería negativo para los bonos soberanos de larga duración, debido a una política inflacionista que implica medidas enérgicas contra la inmigración y planes para deportar a 11 millones de inmigrantes indocumentados, así como nuevos impuestos a la importación y una política fiscal que no reduciría, «sino que aumentaría el importante déficit público del país».

Pero también será positivo para la renta variable, «sobre todo gracias al regreso de una política de desregulación y a los planes de renovar los recortes fiscales que había iniciado en 2016, incluida una posible rebaja del impuesto de sociedades». Sin embargo, en la firma recalcan que aunque es difícil evaluar la presión que se ejercería sobre los tipos a largo plazo, si las yields a largo plazo fueran a subir demasiado rápido, «tendría efectos adversos en los mercados de renta variable».

Política de inversiones del segundo semestre

Melman recordó que, hace un año, la economía planteaba muchos interrogantes, «ya que la desinflación seguía siendo tímida y en Estados Unidos se temía una recesión». Sin embargo, ahora admite que las dificultades políticas estaban bastante contenidas en ese momento. «Desde entonces, los problemas se han invertido. Aunque el entorno económico parece ahora bastante prometedor, se está viendo ensombrecido por los problemas políticos. La única constante ha sido el continuo deterioro del entorno geopolítico. Esto significa que puede haber cierta volatilidad, desencadenada por la agitación política francesa o por el posible regreso de Trump a la Casa Blanca. La buena noticia es que los mercados a veces pueden reaccionar de forma exagerada a las crisis políticas, y esto puede generar algunas oportunidades atractivas».

Por consiguiente, los equipos de inversión de Edmond de Rothschild AM se muestran confiados tanto en la renta variable como en la renta fija. En cuanto a esta última, consideran reducir nuestra exposición a los vencimientos largos, pero lo más tarde posible, para tener en cuenta las elecciones estadounidenses. De hecho, si la desaceleración económica se materializa rápidamente en Estados Unidos, «todos los mercados de renta fija se beneficiarían».

Dentro de los mercados de renta variable, aunque las principales decisiones geográficas (Estados Unidos frente a Europa) vendrán determinadas en gran medida por las cuestiones políticas antes mencionadas, los equipos de inversión tienen preferencia por Big Data y Salud, y por las compañías de pequeña capitalización europeas, que cotizan a valoraciones muy atractivas, teniendo en cuenta el entorno económico más favorable y la relajación monetaria que ya se ha iniciado.

En renta fija, Edmond de Rothschild AM sigue prefiriendo las estrategias de carry y la deuda híbrida (corporativa y financiera) y tiene previsto aumentar su exposición a la deuda emergente una vez que la señal de pivote de la Fed sea lo suficientemente fuerte.

Robeco lanza fondos de renta variable enfocados en obtener alfa en las compañías en transición hacia la sostenibilidad

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Robeco ha reforzado su apuesta por la inversión para la transición hacia la sostenibilidad con el lanzamiento de dos nuevas estrategias de renta variable. Estas estrategias buscan aprovechar el crecimiento potencial tanto financiero como sostenible asociado a la transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono. Según explica, la estrategia Emerging Markets Climate Transition Equities está orientada hacia la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, alineada con los objetivos del Acuerdo de París. Por otro lado, la estrategia Transition Asian Equities también se centra en la transición climática, pero incorpora además otros objetivos medioambientales y sociales.

Se estima que serán necesarios 125 billones de dólares para transformar las economías emergentes en economías de cero emisiones netas para el año 2050. Dado que gran parte de esta transformación ocurrirá en Asia y otros mercados emergentes, Robeco ha enfocado sus estrategias en estas regiones. La inversión en transición no solo abarca tecnologías limpias como placas solares y parques eólicos, sino que también incluye financiación para empresas y sectores que actualmente no son ecológicos pero que tienen el potencial de serlo en el futuro.

Con más de 25 años de experiencia en investigación e inversión sostenibles, Robeco ha desarrollado marcos efectivos para evaluar la credibilidad de los itinerarios de transición de las empresas en las que invierte. Esto permite diferenciar a los líderes de los rezagados en el proceso de transición. Estudios de Robeco muestran que históricamente, los líderes de la transición han superado a los rezagados en mercados desarrollados y emergentes.

Lucian Peppelenbos, estratega de Clima y Biodiversidad en Robeco, subraya la importancia y las oportunidades que presenta la financiación de la transición. Según Peppelenbos, la combinación de la experiencia en renta variable y crédito de Robeco, su profundo conocimiento de los mercados emergentes y su historial en sostenibilidad son esenciales para impulsar con éxito las inversiones en transición. Los marcos prospectivos de Robeco permiten identificar y apoyar financieramente a las empresas que lideran la transición, promoviendo así un cambio positivo y asegurando que las empresas con mayores emisiones se conviertan en parte de la solución. Este enfoque, con el tiempo, genera valor y oportunidades de alfa generalizadas.

Inversis prevé que el ciclo de bajadas de tipos no se consolide hasta 2025

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Foto cedidaIgnacio Muñoz-Alonso, estratega jefe macroeconómico de Inversis.

Inversis ha ofrecido su visión global y regional del actual escenario macroeconómico, en base al cual prepara su estrategia de inversión para el tercer trimestre de 2024. Su estratega jefe macroeconómico, Ignacio Muñoz-Alonso, prevé que el ciclo de bajadas de tipos de interés no se consolide hasta 2025, ante unas perspectivas de crecimiento global moderado y la resistencia que aún ofrece la inflación. «No comparto un escenario de recesión mundial, aunque sí habrá asimetrías en el crecimiento», aseguró el experto, que también estará pendiente de los grandes temas de geoestrategia mundial.

Panorama económico regional

En Estados Unidos, Muñoz-Alonso admite que la inflación continúa moderándose -al situarse en el 3,4% interanual en mayo- «pero a un ritmo que aún no permite mucho margen de maniobra a la Fed». Ante este escenario y las elecciones presidenciales en noviembre, la mayoría de los analistas coinciden en que la Reserva Federal podría anunciar su primera y única bajada de tipos de este año en verano y que postponga nuevos recortes a 2025.

La economía americana da muestra de cansancio: el experto explica que el crecimiento anualizado se sitúa en el 1,3% en el primer trimestre del año, «por debajo de las expectativas, por lo que se puede decir que la economía americana camina hacia una senda de moderación». En cuanto al mercado de trabajo, observa que los puestos sin cubrir han disminuido durante el último año y está cayendo la tasa de abandono, «por lo que nos acercamos a situación prepandémica» en este ámbito.

En Europa, a diferencia de Estados Unidos, se mantiene un crecimiento mayor de lo esperado en todos los componentes: las estimaciones del BCE hacia la inflación apuntan a un sesgo alcista. Aun así, se va acercando al objetivo del 2%. La revisión de la senda de precios anunciada en junio invita a pensar que el organismo presidido por Christine Lagarde mantendrá los actuales niveles de tipos durante un periodo largo y que posponga el ciclo de bajadas a 2025, «aunque no se puede descartar que haya una segunda bajada este año».

Por lo demás, se observa una mejora importante de la balanza comercial, que ya se inició en el 2023, y un crecimiento importante de los salarios. Ello significa, por un lado, que la inflación se ha moderado antes que en Estados Unidos, pero también apunta a una recuperación de la renta disponible y, por tanto, del consumo, según Muñoz-Alonso.

Por último, en cuanto a China, el experto admite que se constata un cierto avance durante la última parte del año pasado y la primera de este, sobre todo en las exportaciones, no así en las importaciones. La clave pasa por decisiones de política fiscal y una limitación del gasto pospandemia.

Sobreponderando la renta fija

Muñoz-Alonso avanzó que su estrategia de inversión sobrepondera la renta fija, ya que continúa viendo valor en todos los segmentos de crédito, con rendimientos promedio en máximos de quince años. «El bono soberano registra rendimientos intactos, pese la bajada de tipos del mes pasado y las valoraciones globales del segmento investment grade siguen siendo atractivas», asegura.

El experto apuesta por high yield de elevada calidad, con sesgo hacia Europa, que se justifica por el ciclo de bajadas de tipos y la normalización del crecimiento.

Para renta variable, se impone la cautela sobre todo de cara al verano, que suele registrar aumentos de la volatilidad como consecuencia de una menor liquidez. En sectores, apuesta por los defensivos, el tecnológico y la salud.

Tressis afirma que la inflación continuará en escena y anticipa un semestre con volatilidad

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Foto cedidaJosé Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, junto a Daniel Lacalle, economista jefe de la entidad

En el segundo semestre de 2024, la economía global continuará enfrentándose a fuertes desafíos. A pesar de que el temor a una recesión ha disminuido, la recuperación del crecimiento mundial es lenta y desigual entre regiones y países.  La presión inflacionista persistente impide que las economías alcancen sus metas de estabilidad de precios a medio plazo y un error en las políticas de tipos de interés por parte de los bancos centrales podría complicar aún más la situación. La liquidez en el sistema sigue siendo elevada y los resultados empresariales superan las expectativas, pero los riesgos geopolíticos siguen muy presentes.

Los próximos meses estarán marcados por la incertidumbre proveniente de las decisiones en materia de política monetaria, las elecciones en el Reino Unido y Estados Unidos, las elecciones legislativas de la Asamblea Nacional anticipadas en Francia y la evolución de las guerras. No obstante, los riesgos para las perspectivas mundiales están más equilibrados que hace unos meses, lo que proporciona una señal de estabilidad en un panorama incierto.

Estas son algunas de las principales conclusiones de la presentación de perspectivas de inversión de Tressis —sociedad de valores independiente especializada en gestión de patrimonios y planificación financiera— que ha presentado José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis, junto a Daniel Lacalle, economista jefe de la entidad.

«En los próximos meses esperamos que los indicadores macroeconómicos en EE.UU., la eurozona y China muestren un tono ligeramente positivo, aunque acompañado de inflación. El impulso principal para las expectativas del producto interior bruto proviene de iniciativas fiscales —en un año electoral— y del gasto de los hogares, que ya han agotado los considerables ahorros acumulados durante la pandemia. La persistencia de la inflación se debe a la abundancia de liquidez en el sistema, lo que nos lleva a ser cautos en cuanto a las bajadas de tipos», ha explicado José Miguel Maté, consejero delegado de Tressis. Además, ha señalado que «la realidad macroeconómica nos demuestra que los desequilibrios fiscales siempre generan dificultades monetarias, lo que se traduce en una inflación persistente y, en consecuencia, en una menor reducción de los tipos de interés o un crecimiento limitado debido al aumento de impuestos».

Por su parte, Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, ha enfatizado: “El mayor riesgo para los mercados a medio plazo es un repunte de la inflación que podría generar una salida de fondos de renta fija y con ello generar una corrección generalizada. Creemos que, por ello, la política de los bancos centrales va a priorizar la liquidez y el apoyo puntual a los bancos más allá de la lucha contra la inflación. El objetivo es un aterrizaje suave que no termine en un problema de crédito y una fuerte recesión. Por lo tanto, los bancos centrales prefieren retrasar la reducción de la inflación al objetivo del 2% a correr el riesgo de un recorte abrupto del crédito a familias y empresas”. Además, el experto ha incidido en que “la evolución de las materias primas nos refleja la realidad de un entorno económico en el que no hay crisis, pero se mantiene una evolución muy pobre del sector industrial”.

Renta fija: oportunidades atractivas

La bajada de tipos del BCE de 25 puntos básicos no altera la visión positiva de Tressis sobre la renta fija para el segundo semestre de 2024. Si bien las previsiones de inflación de Lagarde moderan las expectativas de más recortes de tipos en 2024, la renta fija sigue ofreciendo oportunidades atractivas.

La coyuntura actual y el discurso de los bancos centrales permiten a los inversores seguir beneficiándose de rentabilidades positivas reales. La firma considera que con rentabilidades potenciales del 3,5% al 4% en emisores de calidad, la renta fija sigue siendo un activo clave para diversificar carteras en un entorno volátil. Tressis mantiene una postura prudente, priorizando deuda pública y renta fija privada de alta calidad.

Renta variable: escena desafiante

Desde la entidad anticipan un escenario positivo para la segunda mitad del año, aunque desafiante. Eventos como las reuniones de los bancos centrales o las elecciones estadounidenses podrían generar episodios de volatilidad. En este contexto, recomiendan cierta cautela con aquellos sectores que se ven afectados por los tipos de interés: bancos, servicios públicos o inmobiliario. De momento, las bajadas de tipos se aplazan y esto tiene un impacto negativo en aquellas compañías con balances endeudados o necesidades de financiación.

Por otro lado, Tressis sigue apostando por las mismas temáticas que a finales de 2023: tecnología y servicios de comunicación, dada su relevancia en materia de innovación; infraestructuras, ya sea a través de concesiones o gestores activos; eficiencia energética, destacando la automatización industrial y la electrificación, y demografía, donde incluyen el envejecimiento de la población y el crecimiento de la clase media en Asia como grandes catalizadores.

La recuperación de algunos países emergentes es otro punto importante para la entidad. No obstante, continúan favoreciendo los mercados desarrollados y señalan la fuerte infravaloración que viven las pequeñas y medianas compañías.

Materias primas: el oro como colchón a la destrucción monetaria

En este sentido, la entidad señala que los combustibles fósiles ya no son el principal motor de la inflación. A pesar de que los países productores han extendido los recortes de su oferta petrolera hasta el 31 de diciembre de 2025, la demanda energética es débil y no esperan subidas adicionales en los precios del crudo en un mercado que está ampliamente suministrado.

Tressis habla del oro como colchón a la destrucción monetaria. Las políticas acomodaticias de la Reserva Federal americana provocan un desempeño negativo de sus bonos soberanos. Estos son utilizados como reservas por distintos gobiernos, entre ellos el de China, que tiene una parte importante de sus reservas en dólares. Ante el riesgo de que sus reservas sigan perdiendo valor, el Gobierno chino ha decidido aumentar significativamente las compras de oro a fin de diversificar las reservas de su banco central y reducir su dependencia del dólar. Actualmente, las reservas de oro del país representan un 4,3% del total de sus activos. Aún queda mucho camino para redistribuir y diversificar.

El 47% de los asesores financieros señala la necesidad de fomentar que el inversor español se aproxime al perfil del europeo

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La inversión es un campo complejo que refleja todo tipo de realidades, tanto económicas como culturales. En este sentido, si se quiere analizar al inversor español, se debe ahondar en un panorama muy amplio en cuanto a matices, donde convergen factores históricos, culturales y económicos que moldean sus decisiones financieras.

Por esta razón, EFPA España ha llevado a cabo una encuesta entre los profesionales del asesoramiento financiero para conocer su opinión respecto a las principales diferencias entre el perfil del inversor español y el europeo, obteniendo así una visión más completa del panorama de la inversión.

Inversor conservador con aversión al riesgo

Más de cuatro de cada cinco profesionales (83%) señalan que un aspecto característico del inversor español es su aversión al riesgo y la búsqueda de estabilidad financiera. A lo largo de la historia, los españoles han mostrado una preferencia por inversiones seguras y estables, como cuentas y depósitos bancarios, según el 43% de los profesionales, y bienes inmuebles, según el 37%. De lejos le siguen los bonos de renta fija y los fondos de inversión, con un 9% cada uno.

Esta actitud cautelosa puede atribuirse en parte a la incertidumbre económica que ha marcado la historia de España, especialmente tras la crisis financiera de 2008, que para un 54% de los profesionales hizo que los ahorradores españoles se volvieran mucho más cautelosos con sus inversiones que los europeos. Los españoles prefieren la seguridad a largo plazo en lugar de optar por mayores rendimientos a corto plazo. Esta mentalidad no solo se refleja en la baja participación en el mercado de valores y en otros tipos de activos con mayor riesgo, sino también en el uso de plataformas de inversión online que, por lo general, son menos atractivas para los ahorradores españoles que para los europeos, aunque sí parecen crecer entre las generaciones jóvenes, según siete de cada 10 encuestados.

País con gran cultura de la propiedad de vivienda

En el contexto socioeconómico de España, la propiedad de una o más viviendas ocupa un lugar destacado entre las preferencias de los inversores. Esta cultura profundamente arraigada de la propiedad de vivienda se manifiesta en las decisiones de inversión, haciendo que muchos españoles consideren la compra de una vivienda como una inversión segura y preferible a otras opciones.

La preferencia por la propiedad inmobiliaria tiene importantes repercusiones en el comportamiento inversor de los españoles, ya que tienden a destinar una parte considerable de sus recursos financieros a la adquisición y mantenimiento de bienes inmuebles, ya sea para vivir en ellos o para alquilarlos. Esta inclinación cultural hacia la inversión en bienes raíces es vista por el 76% de los asesores financieros como una diferencia notable respecto a los inversores europeos en general, cuyas estrategias de inversión tienden a ser más diversificadas y menos enfocadas en el real estate.

Cultura e influencia familiar en las decisiones financieras

Además de esta cultura del inversor conservador, la influencia de la familia juega un rol importante en las decisiones financieras de los españoles. Así lo señala el 64% de los profesionales encuestados que consideran que, a menudo, las estrategias de inversión se determinan en consulta con la familia o el entorno personal. Esto puede explicar la relativa uniformidad en las carteras de inversión de los españoles, así como su preferencia por activos tradicionales y conservadores.

Aunque algunos inversores europeos también pueden experimentar esta influencia cultural, su impacto parece ser más notable entre españoles según los asesores financieros. De hecho, el 58% de ellos afirma que siguen prefiriendo activos conservadores desde la crisis de 2008, a pesar de las recomendaciones.

Confianza en el asesoramiento financiero

El último informe de cultura financiera de la Comisión Europea resaltaba el escepticismo sobre el asesoramiento financiero que se recibe tanto por parte de inversores españoles como europeos. A pesar de que según el 65% de los encuestados el ahorrador español es, por lo general, más desconfiado respecto a las recomendaciones que le ofrece un profesional que los europeos, sí se detecta un progresivo crecimiento de la confianza de los clientes españoles por este tipo de asesoramiento.

Como ya destacó la radiografía del asesoramiento financiero presentada por EFPA España este 2024, el inversor cada vez se deja aconsejar más, especialmente ante una situación económica como la que hemos vivido los últimos meses.

Entender al inversor español implica reconocer la interacción compleja entre el contexto cultural y económico que moldea sus decisiones financieras, así como estar atento a las tendencias emergentes que están dando forma al futuro del mercado en España. Aunque existen diferencias significativas entre el inversor español y sus contrapartes europeos en términos de preferencias y tolerancia al riesgo, para el 30% de los asesores es evidente un cambio gradual hacia el perfil europeo gracias a una mayor diversificación. Además, un 47% de ellos señala la necesidad de fomentar que el inversor español se acerque al perfil del europeo en pro de lograr una mejora de la distribución del ahorro.