CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Hernán Piñera
. Estados Unidos lidera las preferencias de los inversores soberanos por cuarto año consecutivo
Según el quinto Invesco Global Sovereign Asset Management Study que acaba de publicarse, la incertidumbre geopolítica y las limitadas opciones para aumentar las asignaciones de activos de riesgo están haciendo que los inversores soberanos realicen menos cambios en la asignación de sus activos de los que han llevado a cabo en cualquier periodo de los últimos cinco años, a pesar de que la diferencia con la rentabilidad deseada sea cada vez mayor.
Para realizar este informe anual sobre el complejo comportamiento de inversión de los fondos soberanos y los bancos centrales, este año se entrevistó -en persona- a 97 inversores soberanos individuales y gestores de reservas de bancos centrales en todo el mundo, que manejan un total de 12 billones -de dólares americanos en activos, y se les pidió que calificaran la importancia de diversos factores económicos y geopolíticos en sus estrategias de inversión.
Los bajos tipos de interés son vistos como el mayor factor táctico de asignación de activos por los soberanos, que aumentan sus asignaciones a bienes inmobiliarios mientras buscan fuentes alternativas de generación de ingresos. Sin embargo, las implicaciones a largo plazo son menos claras y se espera un retorno gradual de la flexibilización cuantitativa al ajuste cuantitativo. En cambio, se espera que tanto el Brexit como los resultados de las elecciones estadounidenses aumenten notablemente su importancia de cara a futuras asignaciones, a medida que las implicaciones de los cambios políticos en el comportamiento de las inversiones se hace patente.
Estados Unidos es el mercado más atractivo para los inversores soberanos por cuarto año consecutivo
En línea con esto, el 37% de los encuestados dijeron haber sobreponderado nuevos flujos hacia América del Norte en 2016 en relación a su cartera total – más que hacia cualquier otra región – y el 40% piensa seguir haciéndolo en 2017. En sentido contrario, solo el 4% infraponderó Estados Unidos en nuevos flujos y el mismo porcentaje piensa hacer lo mismo en 2017. El resto no cambió la ponderación en 2016 y no planea hacerlo en 2017 (59% y 56% respectivamente).
Este atractivo se debe principalmente a las subidas de tipos de interés, y a la confianza del mercado en un régimen de impuestos corporativos «favorable al negocio» tras la toma de posesión de Trump en enero de 2017. Sin embargo, la confianza a largo plazo sigue estando limitada por la incertidumbre sobre si el presidente cumplirá sus promesas legislativas, mientras las opiniones positivas sobre las posibles inversiones en infraestructura se ven obstaculizadas por las preocupaciones sobre el creciente proteccionismo que limita el acceso de los soberanos extranjeros.
Reino Unido pierde atractivo e inversiones
Reino Unido ha sufrido la mayor caída en el nivel de atractivo para los inversores soberanos, bajando al 5,5% frente al 7,5% del año pasado. El Brexit es visto como significativamente negativo para la inversión en el Reino Unido, y se cuestiona el futuro del Reino Unido como un «hub de inversión» para Europa, dada la incertidumbre sobre los impuestos a importaciones y el acceso a los mercados.
En línea con su menor atractivo, el 33% de los encuestados declaró estar infraponderado al Reino Unido en nuevos flujos (más que cualquier otra región), frente al 13% que lo sobrepondera, mientras que el resto (54%) no citó ningún cambio. Sin embargo, cuando se toma en cuenta la caída de la libra esterlina, las asignaciones al Reino Unido se mantienen relativamente estables, con un descenso de la asignación del 15% probablemente asociado a la caída del 16% en el valor de la libra esterlina con respecto al dólar estadounidense, más que a cambios de asignación. Es más, la caída de valor de la libra ha llevado a un repunte de la renta variable de Reino Unido.
De cara a 2017 el 41% de los soberanos esperan infraponderar el mercado, el 5% sobreponderarlo y el 54% no realizar cambios mientras espera para evaluar el probable impacto a largo plazo de Brexit.
Alemania es la excepción en la Europa Continental, pues las asignación a la región bajaron desde el 12,8% de AUM el año pasado al 11,2% este año, dado que el riesgo de disolución de la UE parecía estar creciendo. Sin embargo, Alemania destaca como uno de los destinos de inversión más atractivos del mundo para los inversores soberanos -que lo perciben como un refugio seguro y cuya fortaleza económica ha hecho que aumente la positividad hacia ella- y ha pasado a captar del 7% al 7,8% del total de la inversión.
Foto cedida. El equipo Mapfre vuelve a la Volvo Ocean Race
Mapfre participará en la Volvo Ocean Race, la vuelta al mundo con escalas que saldrá el próximo 22 de octubre de Alicante. Se confirma por tanto la participación del equipo español, el tercero en anunciar que estará en la línea de salida de la edición 2017-2018.
Mapfre continua así con un patrocinio que comenzaba en la edición 2011-2012 y continuó en la siguiente edición 2014-2015 de la regata convirtiéndose en el patrocinador principal de un proyecto que es fiel reflejo de los valores que comparte la propia aseguradora, tales como el esfuerzo, superación, trabajo en equipo, innovación, globalidad… El apoyo de Mapfre al deporte de la vela ha sido constante en los últimos años, teniendo presencia en la Barcelona World Race 2010-2011, el récord de la Ruta del Descubrimiento de Colón, la Copa del Rey Mapfre y la propia Volvo Ocean Race.
Antonio Huertas, presidente de Mapfre, ha declarado que “para la compañía es un orgullo poder estar de nuevo en la línea de salida de una de las pruebas más exigentes del deporte mundial. Estar en un proyecto como éste, una regata alrededor del mundo que representa los mismos valores que nos definen como compañía, es importante para nosotros”.
El presidente de la aseguradora finalizó recordando que “nuestra experiencia en la pasada edición, con un equipo de grandes profesionales, comprometido y con muchas ganas de esforzarse durante toda la prueba, fue muy positiva. Además, la Volvo Ocean Race recalará en algunos de los países, como son España, Brasil y EE.UU., que son estratégicos para nosotros”.
Pedro Campos, director general del equipo Mapfre y de los últimos cinco proyectos españoles que han competido en esta vuelta al mundo con escalas, ha señalado que “estamos muy agradecidos y orgullosos de contar una vez más con el total apoyo de Mapfre en esta gran aventura que es la Volvo Ocean Race, probablemente la prueba más larga, dura, difícil y extrema entre todos los deportes. Sólo participar en ella supone un gran reto para cualquier equipo y poder tomar la salida en Alicante con posibilidades de intentar ganar es nuestro primer gran desafío y nuestro trabajo para los próximos nueve meses”.
Por su parte, el nuevo director general de la Volvo Ocean Race, Mark Turner, apuntaba que “es una noticia fantástica poder confirmar un equipo español para la próxima edición, y por supuesto es genial ver a otro patrocinador que vuelve a la regata después de una exitosa campaña. Con la reciente confirmación de Alicante como Puerto de Salida de las tres próximas ediciones, y con el importante papel que ha jugado España en la historia de la regata, será genial ver a los aficionados españoles reunidos de nuevo en el pantalán en octubre para animar a su equipo, el Mapfre”.
De octubre a junio, alrededor del mundo
El Volvo Ocean 65 “MAPFRE” disputará el próximo 14 de octubre en Alicante la primera regata costera de esta edición. El 22 de octubre será la salida de la primera etapa desde Alicante, desde donde los equipos pondrán rumbo a Lisboa (Portugal), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Melbourne (Australia), Hong Kong, Guangzhou (China), Auckland (Nueva Zelanda), Itajaí (Brasil), Newport (EE.UU.), Cardiff (Reino Unido), Gotemburgo (Suecia) y finalmente La Haya (Holanda), donde terminará a finales del mes de junio de 2018.
Foto: Uumo, FLickr, Creative Commons. Santander podría convertirse en el segundo grupo de IICs y pensiones de España, sobrepasando a BBVA pero sin alcanzar a CaixaBank
Día 1: se anuncia la compra de Popular por Santander por un euro y, con la operación, el banco se convierte en la mayor entidad financiera en España en activos totales. El foco de la compra se ha puesto en el negocio minorista y de empresas, pero ¿qué pasa con los negocios de gestión de activos y banca privada?
En cuanto al negocio de gestión de activos, incluyendo IICs (fondos y sicavs) y pensiones, el grupo Santander dará un salto importante en el ranking en España, adelantando a BBVA en la segunda posición pero sin llegar a alcanzar a CaixaBank. Según los últimos datos proporcionados por Inverco, correspondientes a finales de marzo de 2017, a los 50.611 millones de euros que aglutinaba Santander como tercera entidad en la lista (entre Santander AM, Santander Pensiones, Santander Private Banking Gestión, Santander AM Luxemburgo y Santander Real Estate) habrá que sumarles los 16.840 millones de Allianz Popular, la octava entidad (entre Allianz Popular AM, Allianz Popular Pensiones y Popular Gestión Privada).
En total, el negocio en IICs y pensiones de la entidad tras la compra ascendería a 67.451 millones, lo que supondría para Santander un avance del 33%. El banco quedaría así por encima de BBVA (con 59.110 millones) pero no alcanzaría los más de 73.500 millones que suma el grupo CaixaBank entre sus negocios de CaixaBank AM y VIdaCaixa.
Con los datos más recientes de VDOS correspondientes al 5 de junio, Popular añadiría unos 15.000 millones de euros en activos a los algo más de 50.000 de Santander a esa fecha, de forma que el negocio conjunto se situaría, con esos datos más actualizados, en el entorno de 65.500 millones de euros, un 30% por encima del nivel de Santander antes de la compra.
En cuanto a la gestión pura de fondos de inversión españoles, la absorción por Santander AM España de Allianz Popular AM llevaría a un incremento patrimonial de 10.080 millones de euros, que se sumarían a los 35.913 millones de la gestora de Santander en España (según datos de Inverco provisionales a finales de mayo). En total, darían lugar a una gestora con 45.993 millones bajo gestión en fondos españoles (a los que habría que añadir también los 450 millones de Popular Gestión Privada en fondos españoles, llegando así los 46.443 millones). Una cifra que permite a Santander AM España incrementar en casi un 30% su negocio actual y sobrepasar los 44.948 millones de CaixaBank AM en fondos españoles. De este modo, de absorberse todo el negocio de las gestoras de Popular, Santander AM España volvería a ser la gestora con mayor volumen en fondos de inversión españoles.
Con todo, está por ver qué ocurrirá a la hora de absorber la gestora con los acuerdos que Popular tenía con la aseguradora Allianz para los negocios de seguros y gestión de activos durante 25 años, de forma que Allianz ostenta el 60% de la gestora y Banco Popular, el 40%. A una pregunta realizada en la rueda de prensa esta mañana ofrecida por el banco Santander, la respuesta fue que todo está aún en el aire, y habrá que esperar a los próximos meses para ver qué ocurre con esa alianza y con todas estas cifras.
LA SUMA DE LOS ACTIVOS EN FONDOS ESPAÑOLES DE POPULAR LLEVARÍA A SANTANDER AM ESPAÑA A SER LA PRIMERA GESTORA DE FONDOS ESPAÑOLES
En cuanto a la banca privada, Santander Private Banking España contaba a finales de 2016 con cerca de 90.000 millones de euros de volumen. Popular Banca Privada, con cerca de 7.000, de forma que el negocio en banca privada de la nueva entidad rondaría los 100.000 millones de euros.
Los responsables: ¿qué cambios se avecinan?
Tampoco ha trascendido información sobre los nuevos equipos y la nueva estructura, aunque la mayoría de cambios y salidas podrían venir por el lado de Popular. Si no hay novedades, Lázaro de Lázaro, consejero delegado de Santander AM en España, seguirá responsabilizándose del negocio de IICs y pensiones del grupo mientras Adela Martín hará lo propio con la banca privada.
Las mayores incógnitas residen en qué ocurrirá con Miguel Colombás, hasta ahora responsable de Popularen Gestión de Activos y Pensiones(Allianz Popular AM y Allianz Popular Pensiones); Jordi Padilla, responsable de Popular Gestión Privada; y Susana de Medrano, responsable en Popular Banca Privada.
Fortaleza en el negocio bancario
A nivel general, con la compra, el banco cántabro aumenta en más de un 30% su base de clientes consiguiendo una cuota de mercado del 20% en el negocio de pymes. “Por todo ello el Banco Santander se obliga a realizar una fuerte ampliación de capital de 7.000 millones, con la intención de que esta adquisición no perjudique los ratios y estructura de capital donde espera llegar a tener un CET1 del 11% sobre activos ponderados por riesgo del 11% en el 2018”, explicaGonzalo Ramírez Celaya, director de Renta Fija y Estructurados de Tressis, sobre las consecuencias de la operación en el negocio bancario.
“A primera vista, si bien es neutral en términos de capital tras el anuncio de la ampliación de capital por valor de 7.000 millones de euros, la operación para Santander parece positiva ya que apalanca su posición para quedarse con una buena franquicia comercial, especialmente el segmento de pymes, aunque algo debilitada últimamente por el ruido”, añade Didac Pérez Alonso, director de Inversiones de Caja Ingenieros Gestión. “El solapamiento en términos de estructura en determinadas regiones (como por ejemplo Galicia) le permitirá obtener pingües sinergias en costes a la vez que potencia su posición en el mercado”. En este sentido, el banco se convierte en la mayor entidad financiera en España en activos totales. “Habrá que ver no obstante en qué medida le pueden afectar las futuras demandas de inversores por el procedimiento empleado y por la gestión del antiguo equipo gestor, si bien Santander ya ha incorporado en las provisiones parte del impacto esperado”, apostilla.
“Nos parece una buena operación por parte de Santander, con números presentados bastante conservadores; Popular contribuirá con 950 millones de beneficio neto en 2020 que incluye 500 millones de euros de sinergias de costes pero también una pérdida de ingresos del 9%. Además, Santander no ha contado con ningún tipo de sinergias de ingresos ni con el posible efecto positivo de una subida de tipos de interés en Europa”, añaden en Fidentiis Gestión.
Foto: Manuel, Flickr, Creative Commons. Los gestores respiran aliviados tras el fin de la incertidumbre y tras asumir las pérdidas de Popular: el mercado español no se verá afectado
La crisis del banco español Popular llevaba ya tiempo cotizando en los mercados pero la incertidumbre se había disparado en los últimos días en medio de rumores sobre una venta o rescate inminente. Y finalmente, ha sido Santander quien se ha hecho con la entidad, por un euro, una operación que le llevará a ampliar capital en 7.000 millones y que ha estado coordinada por el BCE y el FROB. En este contexto, analistas y gestores valoran positivamente los pasos adelante para la consolidación financiera y la normalización de la situación de Popular -cuya cotización se suspendía por la mañana- y también de la industria financiera española. Los mercados, y dicho sector, cotizaban con normalidad y sin signos de contagio mientras Santander caía en torno al 1%.
“Más allá de la lógica tristeza que produce ver los problemas de un miembro antiguo de la Asociación, consideramos un síntoma de madurez y solidez del sector que los problemas idiosincráticos de un banco se hayan resuelto sin contagio al resto, apelando a la normativa europea vigente en materia de resolución y sin recursos a ayudas públicas. Esta demostración de normalidad institucional sin duda llevará a los clientes del banco fallido tranquilidad de cara al futuro”, comenta José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la AEB. De hecho, Ana Patricia Botín, presidenta de Santander, explicaba esta mañana en rueda de prensa que su prioridad ahora eran precisamente los clientes de Popular. “El mercado verá con buenos ojos la operación, ya que la incertidumbre de los últimos meses con Popular finaliza”, dicen desde Findentiis Gestión.
“Esta operación es positiva para el sector pues elimina una incertidumbre en cuanto a seguridad y solvencia de una de las principales entidades financieras del país”, apunta Guillermo Santos desde la EAFI ICapital, en el mismo sentido. Aunque aún no han trascendido detalles, parece claro que Popular desaparecerá y quedará solo la marca Santander, en una operación que, aparentemente, no cuesta dinero al Estado –aunque habrá que esperar, pues la cadena de litigios se producirá-. En su opinión, la volatilidad del valor Santander (el de Popular, en principio, no volverá a cotizar) dependerá de la comunicación del proceso de absorción, de cómo venda las sinergias, los ERE que tenga que afrontar, la reducción de redes, etc.
Sin contagio
Pero los expertos descartan el contagio a otros bancos y al mercado español: “Esto no debería suponer ningún problema real para otros bancos o para el sistema bancario en España o en Europa. Es esencialmente un caso en el que la regulación está haciendo exactamente aquello para lo que fue creada”, comenta Laurent Frings, director de Análisis de Crédito en Aberdeen Asset Management, que explica que la operación no es una sorpresa pues “el regulador ha estado buscando una solución a los problemas de Banco Popular durante una temporada y el tiempo se ha agotado”.
“El banco no disponía de tiempo para solucionar el problema ya que ni podía pedir capital al mercado tras la última ampliación de 2016 y la consiguiente nueva dilución para los accionistas ni el proceso de ventas de activos no estratégicos era suficiente, con lo cual la única solución era el proceso de venta”, añade Didac Pérez Alonso, director de Inversiones de Caja Ingenieros Gestión. El experto también descarta el impacto en los mercados y en la industria financiera: “No creemos que tenga un impacto relevante en el mercado ya que afortunadamente Banco Popular no se enmarca dentro de las entidades sistémicas cuyo devenir afecta al resto del sistema como así se está observando a lo largo del día. El problema de Popular es su cartera de 37.000 millones de euros en préstamos improductivos y que, según los estándares del mercado, no estaba bien provisionada (calculábamos provisiones adicionales de unos 3.000 millones)”, explica.
En términos sectoriales, dice, incluso el proceso de concentración es moderadamente positivo para el resto de entidades (Santander inclusive), especialmente en un entorno de fuerte presión en márgenes y escaso crecimiento del crédito como es el actual. “Esta operación conjuntamente con la combinación de BMN y Bankia probablemente no sean las últimas en el sector, aunque las operaciones de calado ya se han efectuado”, explica, dando alas a una continuidad de la consolidación en el sector.
“Esperamos que la fusión lleve a una mejora de spreads en el mercado de crédito para las pymes, lo cual será positivo para todo el sector bancario español”, añaden en Fidentiis Gestión. “En el mercado de deuda, AT1 y T2, se producirá un rebalanceo de precios en función de la calidad del emisor. Los emisores con un perfil crediticio más débil es posible que tengan que pagar mayores rentabilidades en la emisión de deuda subordinada o bailinable”, añaden.
¿Margen para la inversión en banca española?
En este entorno sin contagio, y en el que incluso otros nombres que sonaban como potenciales compradores de Popular (Bankia y BBVA) suben en bolsa, los gestores y analistas están divididos: unos consideran que sigue habiendo oportunidades de inversión en banca española y otros optan por la cautela. Entre los primeros, Santos cree que “el sector financiero en España es sin duda una oportunidad de inversión siendo selectivo: BBVA, Bankia y, en función de lo anterior, Santander, son buenas oportunidades con visión de dos-tres años”.
En la misma línea se manifestaba Ricardo Cañete, responsable de Renta Variable de Bestinver, en la conferencia anual con inversores celebrada el lunes: la gestora no tiene posiciones en Popular, pero ve potencial en algunos bancos europeos y españoles pues, a pesar del entorno de bajos tipos, las valoraciones y la capacidad de generar beneficios son “relativamente atractivas”. Cañete augura, teniendo en cuenta la posibilidad de subidas de tipos de 40 puntos básicos en Europa en los próximos 5-7 años, un importante crecimiento del margen financiero que se trasladará al beneficio neto, “algo que el mercado no está reflejando”, de forma que, si el banco es sólido, está bien capitalizado, tiene potencial de crecimiento a largo plazo y cotiza a un precio por debajo de su valor en libros, “puede ser una idea de inversión razonable”.
Más cautos con en Caja Ingenieros Gestión: “Tras el fuerte recorrido de las cotizaciones desde verano de 2016, el margen de seguridad que ofrecen las entidades bancarias es a día de hoy escaso y por ello hemos ido reduciendo progresivamente nuestra exposición a pesar de ser un sector estructuralmente infraponderado al no cumplir en la mayoría de casos con criterios de calidad”, explica Pérez. “El sector no está exento de riesgos y a pesar que se ha aligerado la presión regulatoria y la actividad económica continúa fuerte, las dudas que se ciernen son todavía elevadas, especialmente en un sector tan comoditizado como es la banca y cuya dependencia de las acciones monetarias del BCE es cada vez más grande”, añade. El gestor comenta que carecen de exposición a Popular (ni en renta variable ni en instrumentos de capital adicional de nivel 1 y nivel 2 sujetos a conversión) en sus fondos y planes de pensiones.
También es cauto Albert Parés, gestor del fondo Annualcycles Strategies de Gesiuris –ahora líder en la categoría Morningstar de fondos alternativos multiestrategia-: «El sector bancario está influido por el ”sell in may” y es un periodo de grandes movimientos. Por ejemplo el Santander ha caído más del 20% en ocho ocasiones desde 1990 (1990, 1992, 1998, 2001, 2002, 2008, 2011 y 2015) entre el 2 de mayo y el 2 de octubre y en cambio solo en cinco ocasiones ha superado el 20% positivo (1993, 1997, 2005, 2009, 2012). Si miramos el resto del año, de 2 de octubre a 2 de mayo del año siguiente, el resultado es mucho más positivo: en solo dos ocasiones ha caído más de un 20% (2009 y 2012) además totalmente justificadas por el colapso del sistema financiero americano y de griego respectivamente. Y en cambio en 10 ocasiones ha superado largamente el 20% (1991, 1993, 1997, 1998, 1999, 2000, 2002, 2003, 2004 y 2014)”. Por tanto, dice, “parece que las tormentas del sector de concentran en verano: 8 de 10”. Y añade que, aunque la recuperación del sector inmobiliario puede dar alas al sector después de una década negra, “la desconfianza que genera que un banco valorado en más de 1.700 millones de euros se venda por 1 euro al día siguiente nos hace ser todavía más precavidos en verano”.
Los fondos con más exposición
Lo ocurrido no ha sido una sorpresa tras meses de dudas e incertidumbre en los mercados, que han llevado a algunos gestores a reducir sus posiciones tanto en deuda como en acciones de Banco Popular. Aunque a algunos les ha pillado con posiciones en el banco: por ejemplo, a finales de abril, algunos fondos (como el Merch Oportunidades) tenían un peso superior al 7% (ver cuadro).
Con un 2% le pilló a José Ramón Iturriaga, gestor de Okavango Delta, Kalahari y Spanish Opportunities en la gestora de Abante: “Banco Popular era una de las 22 posiciones del fondo –Okavango y Kalahari- en el momento de la compra de la entidad por parte del Santander. El peso en la cartera en ese momento era inferior al 2%. Y el fondo en el año, incluyendo la pérdida que ha supuesto la inversión en Banco Popular, acumula una rentabilidad cercana al 10%”, explica, pues lo importante es el resultado agregado en los fondos con exposición, dicen los expertos. “Los argumentos para tener en cartera Banco Popular eran que, con la información de que disponía y a pesar del probable déficit de provisiones que el banco tenía en un proceso de venta como en el que estaba inmerso, el precio que podían obtener los accionistas era superior al que cotizaba. Al final, el desenlace de la operación ha sido distinto del que esperaba, pero, como siempre explico, lo importante es la evolución del fondo en agregado”, añade Iturriaga.
También con posiciones en algunos fondos ha pillado la operación a a Renta 4 Gestora, donde confirman que «tenían una exposición mínima, por lo que el impacto es también mínimo (algunadécima) en alguna IIC», dicen. A finales de marzo el fondo Bankia Bolsa Española tenía una posición del 2% en cartera, pero desde la gestora explican que actualmente no tienen posiciones de riesgo en Popular: sólo cuentan con la “posición residual obligada por los fondos que replican índices”, aseguran en la gestora.
Reducción…
Lo que parece claro es que muchos gestores de renta variable han venido reduciendo esos pesos en las últimas semanas. Una decisión sabia considerando que los acreedores del banco, excepto depositantes y bonistas senior, pierden su dinero. “Todos los accionistas de Banco Popular Español S.A., así como todos los titulares de bonos contingentes convertibles y de bonos subordinados, han perdido totalmente su inversión”, decía la CNMV en un comunicado.
“Los accionistas del Banco Popular lo pierden todo así como los bonistas de AT1 y bonos subordinados. Por parte de los bonistas de deuda senior, el mercado ha despertado con fuertes revalorizaciones que han llegado hasta un 10% en los bonos a tres años”, explica Gonzalo Ramírez Celaya, director de Renta Fija y Estructurados de Tressis. Desde Aberdeen hacen hincapié en que es la primera vez que se han convertido por completo valores AT1, que es una clase de deuda que puede ser convertida bajo determinadas circunstancias. Y todo esto muestra que “hay un riesgo real cuando se invierte en nombres de segundo nivel en el sector bancario”.
Fondos con mayor peso en acciones de Popular a finales de marzo o abril. Morningstar advierte de que estas posiciones podrían haber cambiado significativamente en el último mes
Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal. . Un régimen tributario más favorable y unas comisiones más reducidas y transparentes impulsarían la inversión en fondos entre los españoles
Mientras que el 21% de los españoles dice no contar con ningún tipo de ahorro o inversión, el 28% afirma tener ambos. No obstante, existe una diferencia sustancial entre aquellos inversores que únicamente disponen de ahorros (el 46%) frente a aquellos que solo tienen inversiones (4%). Para incrementar el capital asignado en fondos de inversión, el 34% de los encuestados en España afirma que sería necesario “un régimen tributario más favorable” y el mismo porcentaje afirmó que el factor clave sería poder contar con unas “comisiones más reducidas”. El factor señalado en tercer lugar, “una mayor transparencia en las comisiones”, resultó ser determinante para el 32%.
Son datos que se desprenden de la nueva edición del Global Investment Survey, una encuesta anual que publica Legg Mason y en la que participaron 15.300 personas de 17 países diferentes. En la primera oleada publicada en España, la firma analiza cómo tratan los españoles sus asuntos financieros, qué factores resultan determinantes a la hora de tomar sus decisiones de inversión y cómo afrontan 2017 en términos de inversión.
Respecto a su tolerancia general al riesgo, más de las tres cuartas partes de los inversores españoles (76%) se consideran “algo conservador” o “muy conservador” a la hora de invertir a largo plazo. En concreto, el 36% de los inversores españoles describe su tolerancia general al riesgo como “muy conservadora”, el porcentaje más alto de entre todos los países europeos participantes en el estudio. Esta percepción explica que, de media, asignen la mayor parte de sus inversiones a activos líquidos (28,6%) y renta fija (15%). El estudio también revela que los españoles son los inversores europeos con el mayor porcentaje de inversiones asignadas a “inversiones no tradicionales”, como por ejemplo las materias primas (casi el 10% de la cartera).
En cuanto a la distribución geográfica de sus activos, es destacable que algo más de la mitad de los inversores españoles (54%) cuenta con el 100% de sus inversiones en España. Este porcentaje les convierte, junto a los franceses, en los inversores que menos diversifican por región (el 55% de los franceses cuenta con el 100% de sus activos invertidos en su país). Preguntados por el mayor obstáculo a la hora de invertir fuera de su país de origen, el 21% señaló en primer lugar la “incertidumbre mundial”, mientras que el 16% considera que “no estar familiarizado con las oportunidades” es el obstáculo más importante.
Pese a considerarse inversores conservadores, el estudio muestra que los españoles buscan obtener unos rendimientos altos de sus inversiones. De hecho, los españoles se sitúan entre los inversores europeos que buscan mayores tasas de rentabilidad, con una media del 7,2% y solo superados por los suecos, que buscan un 7,87%. Sin embargo, la tasa media de rentabilidad que los inversores españoles perciben es, en realidad, del 4,88%.
«La encuesta Global Investment Survey muestra que España cuenta con la mayor brecha de Europa en cuanto a la rentabilidad que los inversores esperan de sus inversiones y lo que obtienen en realidad. Mientras que la brecha de rentabilidad en Europa se sitúa en alrededor del -1,74%, en nuestro país alcanza el -2,32%. Estos datos muestran que todavía queda mucho trabajo por hacer a la hora de buscar y elegir el producto más adecuado para cada perfil de inversor. Además, creemos que la gestión activa seguirá desempeñando un papel clave para reducir esta brecha», dice Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal.
Los más influenciados por la crisis financiera de 2007-2008
Al pedirles que resumieran en un único concepto su enfoque de ahorro e inversión durante los tres últimos años, el 39% eligió “continuidad” (“no haber realizado ningún cambio”) en primer lugar, mientras que uno de cada cuatro (25%) optó por “ambición” (“tener un fuerte deseo de incrementar su patrimonio”). Esta idea de continuidad aparece de nuevo cuando se les pregunta si se arrepienten de alguna decisión de ahorro o inversión realizada en los últimos 10 años. Al respecto, el 34% confirma no lamentar ninguna decisión relativa a sus ahorros o inversiones mientras que el 14% lamenta haberse equivocado a la hora de valorar cuándo entrar y salir del mercado y el 13% no haber diversificado mejor entre las distintas clases de activos.
Ahorrar dinero en efectivo (18%) y comprar un activo inmobiliario (18%) han sido las dos decisiones de inversión tomadas en los últimos 10 años de las que los inversores españoles se sienten más satisfechos. De este modo son, junto con los italianos, los que más cómodos se sienten manteniendo sus ahorros en efectivo. Cabe destacar que haber adquirido un bien inmobiliario es la decisión con la que más satisfechos se sienten todos los inversores europeos participantes en este estudio.
La encuesta muestra, además, que la crisis financiera de 2007-2008 y la recesión posterior aún condicionan las decisiones de ahorro e inversión de los inversores españoles. Tres de cada cuatro (74%) se muestran “algo condicionados” o “muy condicionados” por la crisis, lo que representa el porcentaje más elevado de Europa, junto con Italia.
El estudio también analiza los factores que determinan la decisión de vender una inversión. En este sentido, uno de cada cuatro inversores españoles seleccionó “cuando la inversión ha alcanzado su objetivo” como la opción más importante, seguida de la “necesidad de liquidez” (19%) y la aversión al riesgo en el 14% de los casos (“cuando creo que la inversión se está volviendo demasiado arriesgada”).
¿Qué depara 2017?
A pesar de la brecha mencionada anteriormente, el 59% se muestra optimista sobre las perspectivas de crecimiento de sus inversiones durante 2017. Este porcentaje muestra que los inversores españoles se sitúan entre los más optimistas de Europa respecto a sus inversiones, junto con los británicos y los suecos. Dicho optimismo también se manifiesta en el hecho de que un tercio (33%, el dato más alto de todos los países europeos) desee asumir un mayor riesgo en las inversiones que va a realizar en lo que queda de año. Por su parte, el 47% de los inversores españoles no espera cambiar el nivel de riesgo de su cartera de ahorros e inversiones en 2017.
Según Mallo, “este dato constituye una de las conclusiones más significativas de la encuesta Global Investment Survey de Legg Mason: a pesar de que los inversores españoles sean los más conservadores y los que más aversión al riesgo presentan, también son los más proclives a asumir más riesgo en 2017 para aumentar la rentabilidad de sus carteras”.
Existen ciertos asuntos por los que los inversores españoles se muestran preocupados a la hora de pensar en sus inversiones en el presente año. Las tres preocupaciones principales son, en primer lugar, la inestabilidad política a escala mundial (57%), seguida del desempleo (55%) y de la inestabilidad económica mundial (55%). Destaca que la inflación preocupa al 49% de los inversores españoles, el mayor porcentaje registrado entre los países europeos que han participado en el estudio.
Por último, los inversores españoles considerarán que probablemente el sector inmobiliario (30%), la renta variable internacional (25%) y la renta variable nacional (23%) serán las mejores oportunidades de inversión del año. En cuanto a los países y regiones que representan las mejores oportunidades de inversión para ellos en 2017, el 35% indicó a EE. UU. como la primera opción, seguido de Europa (excluyendo el Reino Unido) y China compartiendo segundo lugar (34% ambas regiones).
Pixabay CC0 Public DomainUnsplash. TechRules reúne a los mejores expertos para debatir sobre la digitalización ante MiFID II
El próximo miércoles 14 de junio, TechRules organizará una jornada en la Fundación Giner de los Ríos de Madrid en la que se tratarán de aclarar los importantes cambios que el sector debe acometer ante la puesta en marcha de la normativa MiFID II y cómo las tecnologías digitales favorecerán su implantación exitosa. Durante el encuentro contará con expertos de las principales entidades financieras.
Según los directores generales de TechRules, Jaime Bolívar y Raúl Lacaci, este tipo de eventos son importantes en un momento como el actual. “Queremos poner sobre la mesa los importantes costes que tendrá la implantación de MiFID II y cómo la tecnología será capaz de reducirlos y ayudar a negocio a cumplir objetivos”, señala Bolívar. Por su parte, Lacaci explica que “vamos a analizar los retos que deben afrontar los departamentos de negocio y de tecnología de las entidades financieras en el asesoramiento con la nueva legislación MiFID II”. Para ambos, la digitalización será la clave de la eficiencia.
La jornada contará como ponentes con el director global de Investigación de Inversiones de Allfunds Bank, Enrique Pardo; el director comercial de Mutuactivos, Ricardo González; la responsable de proyectos de Control Regulatorio y Coordinación de Santander, María Dolores Pescador; el director corporativo de Banca Privada y gestión de Activos, Jaime González Lasso; la abogada especialista en regulación financiera de Finreg 360, Gloria Hernández Aler; Daniel Blanco, jefe de la Oficina Digital de BBVA Asset Managment; Eduardo Martín Quero, de análisis y distribución de productos de Andbank; y Javier Garrido-Lestache, director Comercial de Caixabank Banca Privada, entre otros.
Jaime Bolívar y Raúl Lacaci abrirán el evento con una conferencia sobre la digitalización en el asesoramiento financiero como forma de crecimiento del negocio. Los participantes tomarán la palabra en sendas mesas redondas sobre la necesidad del cambio tecnológico que lleva aparejado MiFID II y los retos y oportunidades de esta normativa para entidades y clientes.
Al final de la jornada, los asistentes entenderán el punto de vista de TechRules respecto a MiFID II. “Lejos de verlo como un obstáculo, hay que vivirlo como una oportunidad de negocio. Nosotros vamos camino de 20 años con proyectos Fintech que equilibran las necesidades de negocio con el cumplimiento normativo. Así, lo complejo se transforma en simple y en una ventana de expansión para las entidades financieras”, explica Bolívar.
El evento comenzará a las 9:00 horas y tendrá lugar en Fundación Giner de los Ríos, ubicada en Paseo del General Martínez Campos, 14. Para asistir al encuentro es posible inscribirse a través de este link.
Foto cedidaAna Patricia Botín, presidenta de Banco Santander. . Banco Santander compra el Banco Popular y anuncia una ampliación de capital de 7.000 millones de euros
El Banco Santander ha comunicado a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) la adquisición del 100% del capital social de Banco Popular por la cantidad de un euro, como resultado de un proceso competitivo de venta organizado en el marco de un esquema de resolución adoptado por la Junta Única de Resolución y ejecutado por el FROB.
Como parte de la operación, el Banco Santander realizará una ampliación de capital de 7.000 millones de euros para cubrir el capital y las provisiones para reforzar el balance de Banco Popular. Según indican las primeras informaciones, esta ampliación, permitirá realizar saneamientos por 7.900 millones, de los que 7.200 millones cubrirán riesgos inmobiliarios. Así elevará la cobertura del 45% al 67%, de cara a agiliza la venta. Santander prevé desprenderse de la mitad de la cartera dañada adquirida en un plazo de 18 meses. Las actuales acciones de Banco Santander tendrán derecho de suscripción preferente en el aumento de capital. “Banco Santander cuenta con compromisos para el aseguramiento por el total del referido importe”, señala la entidad en su comunicado a la CNMV.
La operación también ha conllevado un cambio en la dirección del Banco Popular. Ana Botín, presidenta de Banco Santander, ha destituido a Emilio Saracho como presidente de Banco Popular y ha nombrado un nuevo equipo directivo liderado, desde hoy mismo, por José García Cantera.
Según recoge el diario Expansión, el Banco Santander ha indicado que se espera que el impacto en la ratio de capital de máxima calidad (CET), que actualmente está en el 10,66%, será «neutral», asumiendo los mecanismos de recapitalización interna activados en el proceso de resolución y la ampliación de 7.000 millones. Santander mantiene su compromiso de aumentar su ratio de capital CET1 por encima del 11% en 2018.
Este diario publica las primeras declaraciones de Ana Botín en las que ha dado la bienvenida a los clientes del Banco Popular y ha destacado que el banco resultante de la integración fortalece la diversificación del Grupo en un momento de mejora del ciclo tanto en España como en Portugal, lo que nos permitirá cumplir con todos nuestros compromisos con clientes y accionistas. «Es una operación buena para España y para Europa. Garantiza la estabilidad del sistema financiero sin coste para el contribuyente. Santander demuestra, una vez más, que está comprometido con el sistema financiero español», ha remarcado Botín.
Según apunta este diario económico, el banco estima que la operación genere un retorno sobre la inversión del 13%-14% en 2020 y un aumento del beneficio por acción en 2019. “La entidad resultante aumentará su rentabilidad y generará sinergias de costes cercanas a los 500 millones de euros anuales a partir de 2020, con ratios de eficiencia entre los mejores del sector en España y Portugal, y un mayor potencial de crecimiento de ingresos”, señala el Santander en declaraciones a Expansión.
Decretado un ‘bail in’
Con esta compra, Europa activa la resolución de Popular y acuerda su venta a Santander. La decisión llega después de que ayer el Banco Central Europeo (BCE) constatara la situación de inviabilidad de la entidad y la necesidad de intervención para dar cumplimiento a los objetivos de interés público establecidos en la normativa europea de resolución. Según explica el periódico Cinco Días, esta es la primera vez que el Mecanismo Único de Resolución decreta un ‘bail in’ de una entidad financiera privada, lo que supone que son los accionistas y bonistas los que pierden su inversión para evitar poner sobre la mesa ayudas públicas.
En este sentido, todos los accionistas de Banco Popular, así como todos los titulares de bonos contingentes convertibles y de bonos subordinados, han perdido totalmente su inversión.
Según explica el FROB, la declaración de inviabilidad se produce debido a los problemas de liquidez derivados del deterioro de su base de depósitos durante los últimos meses y a la incertidumbre sobre sus planes privados para afrontar posibles deterioros del balance de la entidad. “La decisión de resolución y utilización del instrumento legal previsto para estos casos se fundamenta en la necesidad de garantizar la estabilidad financiera y prevenir efectos de contagio al resto del mercado”, matiza.
Caída sin freno
A primera hora de la mañana, la CNMV suspendía cautelarmente la cotización de Banco Popular, cuyas acciones retrocedieron ayer un 18,16% en la Bolsa, tras días continuados de pérdidas. La entidad ha perdido la mitad de su valor en apenas cuatro jornadas, con una caída acumulada del 48% desde el pasado martes. Como consecuencia, la capitalización del Banco Popular se ha hundido hasta los 1.418 millones de euros.
En Miami, Banco Popular es propietario de TotalBank, un banco comercial para cliente doméstico, que junto con el resto de activos pasará ahora a manos ahora de Santander y cuyo destino se desconoce por el momento. Durante varios meses, Popular buscó, sin éxito, un comprador para su banco en Estados Unidos.
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: Damian Zach. ¿Van a cambiar las elecciones en Reino Unido el rumbo de las negociaciones del Brexit?
Hay pocas dudas sobre el resultado de las elecciones generales del Reino Unido previstas para el próximo 8 de junio. Aunque las recientes encuestas han mostrado que la campaña se ha endurecido ligeramente, se espera que el Partido Conservador, que gobierna el país liderado por la primera ministra Theresa May, aumente su mayoría en la Cámara de los Comunes, quizás incluso de forma sustancial. Lo que está en duda es el impacto que las elecciones tendrán en las negociaciones de Brexit, que comenzarán en serio 11 días después de la cita electoral.
Según las encuestas, la cuestión más importante para los votantes en el momento en que se convocó elecciones era quién debía dirigir las negociaciones del Brexit. En ese sentido, May tiene actualmente un gran apoyo público, superando a Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, en aproximadamente tres a uno. Los conservadores han hecho campaña en torno a la idea de que una May “fuerte y estable» está mejor equipada que Corbyn para la tarea de negociar el Brexit y que con una estrecha ventana de negociación por delante, no es oportuno cambiar el gobierno.
Para los conservadores, un posible beneficio de estas elecciones anticipadas es que empezará una nueva legislatura con cinco años seguros por delante. Suponiendo que las negociaciones del Brexit se extiendan durante dos años, el partido de May tendría tres años para finalizar un acuerdo comercial y adaptar el marco a la nueva relación entre el Reino Unido y la UE antes de tener que enfrentarse a las urnas nuevamente.
No es el momento para matices
En esta fase, en la que las negociaciones con la UE empezarán a mediados de junio y unas elecciones generales por delante, no se debe esperar muchos matices a ningún lado de la mesa de negociación. Al principio de cualquier negociación, las posiciones tienden a estar en su extremo más extremo. Por ejemplo, por un lado, la UE dice que el Reino Unido le debe hasta 100.000 millones de euros hasta el Brexit, y por otro lado Reino Unido dice que no debe nada y que se saldrá de las conversaciones si la UE exige demasiado. La principal probabilidad es que habrá un acuerdo que fije términos en alguna parte entre estas dos posiciones extremas.
Del mismo modo, Reino Unido estima que los términos del Brexit se pueden negociar al mismo tiempo que se elaboran los futuros acuerdos comerciales con la UE. Sin embargo, la Unión Europea cree que las discusiones sobre el futuro comercio de servicios no deben empezar hasta que se hayan hecho progresos en las contribuciones financieras de Reino Unido a la UE, en el tema de la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte y los derechos de los ciudadanos de la UE residentes en el Reino Unido así como de los ciudadanos británicos que viven en la UE.
Entonces, ¿qué tipo de Brexit será? Después de todo, a la Unión Europea no le interesa un proceso suave ya que podría alentar a otros Estados miembros a abandonar la UE. Para ilustrar este punto, un funcionario del Bundesbank dijo recientemente que Gran Bretaña se enfrenta «a un Brexit duro o a un Brexit muy duro». La cuestión fundamental para la UE será fijar términos que no alienten a otras naciones a seguir los pasos de Reino Unido, pero sin crear un entorno que interfiera significativamente con el comercio europeo con destino a las islas británicas.
Al comienzo de las negociaciones, el acuerdo parece estar muy lejos. Pero no olvidemos que la UE ha logrado forjar acuerdos durante los períodos de crisis a lo largo de su historia, incluso cuando el consenso parecía poco probable. La historia sugiere que será capaz de hacerlo al final, pero también sugiere que cualquier acuerdo llegará en el último momento.
¿Cuáles son las mejores bazas para la negociación de las dos partes? Para Bruselas, es el desequilibrio comercial significativo entre la UE y el Reino Unido. De los países miembros, Reino Unido sólo tiene un superávit comercial con Irlanda. Para Londres, su mejor carta es que puede hacer un pago de salida significativo para aliviar la pérdida que supone para Bruselas perder sus aportaciones. También hay una amenaza implícita de reducir la participación de Reino Unido en los acuerdos de seguridad europeos, aunque esto tiene poco sentido para Reino Unido y deja un sabor desagradable en la boca, especialmente después del reciente ataque terrorista en Manchester.
Ganadores y perdedores
Con las posturas públicas tan distantes entre sí, y las emociones en lo más alto, es difícil predecir quién va a ganar o perder más en estas negociaciones. Hay un intenso interés mediático en cómo cambiará el papel de Londres como capital financiera de Europa. Dublín, Luxemburgo y Fráncfort podrían ser destino de algunos de los puestos de trabajo que abandonen la capital británica, pero nos preguntamos si alguna ciudad o país querría asumir el papel de Londres como capital financiera, dada la enorme infraestructura reguladora y riesgos que vienen con ello. Irónicamente, Nueva York puede acabar beneficiándose más que ninguna de las alternativas europeas, ya que los bancos de inversión estadounidenses volverán a sus oficinas centrales en Londres.
Ben Kottler es portfolio manager de renta variable institucional de MFS.
Pixabay CC0 Public DomainSkeeze
. Robots fabricando robots y el futuro de Japón
BNY Mellon Investment Management anunció esta semana un nuevo fichaje para su equipo de distribución de EMEA: Chris Hamer ha sido nombrado director de Relaciones con los Consultores. Trabajará desde la oficina que la firma tiene en Londres y reportará a Olivier Cassin, director de Distribución Internacional en Europa.
Chris dirigirá y gestionará los esfuerzos de BNY Mellon IM para establecer relaciones con empresas globales de asesoría de inversiones y una amplia gama de consultores británicos y europeos. Será responsable de coordinar el equipo de consultores de las boutiques de inversión de BNY Mellon IM.
«El nombramiento de Chris es clave para darle un impulso al desarrollo de fuertes relaciones con asesores en todo Reino Unido y Europa, que nos ayude a hacer crecer nuestros activos institucionales. Creo que la experiencia y las conexiones de Chris serán un activo importante para nuestras aspiraciones en esa parte del negocio», explicó Cassin.
Con 17 años de experiencia, Chris se incorpora desde Columbia Threadneedle Investments donde era director de Relaciones con Consultores para EMEA. Anteriormente, fue manager de Relaciones con Consultores en AllianceBernstein.
Raymond Chan, CIO de Renta Variable de Asia Pacífico de Allianz Global Investors. Foto cedida. Allianz GI: "Centrarse en la política hace que los inversores se pierdan los rallies: no repitamos la historia en bolsa asiática con temas como Corea del Norte o Trump"
Después de unos años de dudas y desconfianza sobre el mundo emergente -situación desatada por el cambio de rumbo de política monetaria en Estados Unidos, y por el nuevo contexto de crecimiento en China-, los últimos tiempos han sido muy propicios para estos mercados… especialmente en Asia. En concreto, las bolsas asiáticas han subido más de un 25% en los últimos doce meses: el retorno total a un año de las acciones en Asia sin Japón ha sido del 26,5%, del 48% en Pakistán, y de cerca del 30% en Taiwán o Corea, con China e India subiendo más del 25%. En este contexto, Raymond Chan, CIO de Renta Variable de Asia Pacífico de Allianz Global Investors, explica las previsiones de la gestora de cara al futuro: lejos de quedarse satisfecho con ese rally, vaticina mayor potencial para el activo, según indicó en la conferencia anual de la gestora celebrada recientemente en Berlín.
“Hace un año predominaban los miedos, las dudas sobre China, el renminbi y las preocupaciones sobre el impacto global del menor crecimiento en el país. Ahora, el crecimiento se ha estabilizado, no se habla ya del riesgo de depreciación de la divisa china, los beneficios corporativos han mejorado y e incluso las firmas estatales dan dividendos… lo que ha llevado a una subida de las acciones en China, que ha batido a otros mercados”, explica.
Pero el experto matiza que hablar de bolsa asiática no es solo hablar de China: en todo el continente (sin Japón), las revisiones de beneficios corporativos han sido positivas y están en su nivel más alto desde 2011 (en sectores como la energía, los materiales, la tecnología, Internet…), de forma, que según el experto, esa mejora y las valoraciones relativamente baratas del activo –además de otros factores como la infra exposición de los inversores a nivel mundial o la reducción de la volatilidad– apoyan el potencial de estos mercados. Un potencial alcista que desafía las predicciones de los gestores más agoreros y que explica que, para Chan, no sea demasiado tarde para comprar bolsas asiáticas. “Los inversores están poco posicionados en Asia, los fundamentales han mejorado y las valoraciones son atractivas… es momento de invertir en acciones en Asia”, resume.
Valoraciones y fundamentales que atraen a los inversores
Chan comenta que las valoraciones de la renta variable asiática aún son atractivas, especialmente frente a los países desarrollados (con un descuento cercano al 30% con respecto a EE.UU.), y explica el atractivo de los fundamentales: así, frente al foco de la deuda en estos mercados, los balances de las compañías que cotizan en bolsa (excluyendo las financieras) son resistentes y muestran unas posiciones de caja neta mayores a las de EE.UU. (donde algunas compañías se han endeudado para realizar operaciones de recompra de acciones especialmente el año pasado) y Europa. “Las empresas asiáticas son ricas en liquidez”, dice Chan, matizando la necesidad de separar a las compañías que cotizan en bolsa de las que no (que son las que acumulan más problemas de apalancamiento, incluso en China).
En cuanto a las posiciones de los inversores en emergentes, Chan también habla de una fuerte infraponderación de Asia en los últimos cinco años, frente a posiciones neutrales en otros momentos. En su opinión, en un contexto en el que las bolsas de EE.UU. no darán tantos retornos, es momento de llevar el capital hacia otros lugares como Europa o Asia. “Me posicionaría sobreponderando más Europa y Asia, e infraponderando EE.UU.”, dice, pues augura un menor potencial alcista en la bolsa americana que en esas regiones.
Otro aspecto a favor es la reducción de la volatilidad, desde niveles del 50% al 10%: si vuelve, dice Chan, no será por la misma razón que en 2015 porque las condiciones son ahora más sanas en China que hace un año y medio y el Gobierno, con sus medidas y reformas, ha reducido las fuentes de volatilidad y atajado las preocupaciones de los inversores. «China tiene sufieintes herramientas para gestionar la economía: si se ralentiza, puede estimularla tomando más deuda y si va demasiado rápido, puede enfriar el crecimiento para prevenir el exceso de crecimiento. La clave es estabilizar la economía, no crecer ni muy rápido ni muy lento”, explica.
En resumen, es un buen momento para invertir en las bolsas asiáticas, gracias a las atractivas valoraciones, el buen momento en los beneficios empresariales y la infraponderación de los inversores. Como mayores interrogantes figuran la estabilización de la deuda –aunque la situación es mejor de lo que se cree-, la evolución del dólar –un dólar débil favorece a la región, pero podría dispararse con las políticas de la Fed, aunque hasta ahora eso no ha pasado- y los factores geopolíticos, que habrá que vigilar.
¿Y la geopolítica?
Sobre esos factores –y considerando que, en general, en Asia, los políticos siguen hacienda y están comprometidos con las reformas, el foco principal está en Corea del Norte, y en las políticas de Trump. Chan explica que en Corea no habrá guerra porque a los vecinos no les interesa: China, por ejemplo, no quiere ver una situación de refugiados en sus fronteras ni quiere ver una Corea del Norte demasiado fuerte pero tampoco desaparecida -pues le interesa como fuerza entre el país y Corea del Sur-, y presionaría restringiendo sus provisiones de petróleo a Corea del Norte.
Con respecto a Trump, aún no se han materializado los riesgos y, teniendo en cuenta que China es comprador de tecnología, productos agrícolas y energía estadounidense, no sería una buena idea generar una situación problemática que empeorara el déficit del gigante americano. “Trump ha dejado de llamar a China manipulador de divisa”, recuerda Chan, que modera su preocupación.
De hecho, para el experto, centrarse en la política (Trump, elecciones en Francia…) ha hecho a los inversores perderse los rallies del mercado en los últimos doce meses. “Ahora las preocupaciones en Corea del Norte podrían hacer perder otros rallies», advierte. «Centrarse en la política hace que los inversores se pierdan los rallies: no repitamos la historia en bolsa asiática con temas como Corea del Norte o Trump. Como inversor es mejor guiarse por los fundamentales, el crecimiento de los beneficios, las valoraciones… y en este sentido no es tarde para invertir en Asia”, apostilla.
¿Dónde están las oportunidades?
En este contexto, para encontrar las oportunidades de inversión será clave la selección, teniendo en cuenta que los índices aún tienen un fuerte sesgo hacia sectores de la vieja economía, más tradicionales. En Allianz Global Investors ven oportunidades de crear alfa en industrias como el consumo, los servicios o la tecnología. “Los sectores de la nueva economía tendrán más retornos”, y habla de las STATs en Asia (Samsung, Taiwan Semi, Alibaba y Tencent). La otra clave donde mirar son las small y midcaps, con un gran potencial de apreciación con respecto a los grandes nombres, revalorizados el año pasado. Como tercera idea, y por geografías, habla de la oportunidad de aprovechar el descuento que ofrece el mercado coreano, en un contexto en el que las empresas aumentan el dividendo (“incluso las empresas coreanas pagan ahora dividendo, algo que nunca ha pasado”, dice el gestor) y ofrecen bajas valoraciones (un descuento del 13% frente al resto de Asia) por razones de gobierno corporativo.
Oportunidades en high yield
Además de oportunidades en las bolsas asiáticas, David Tan, CIO de Renta Fija de Asia Pacífico en la gestora, explicó en el evento el atractivo de la deuda high yield en el continente –que ha visto su universo expandirse y diversificarse con fuerza, que solo ha ofrecido un año de retornos negativos en la última década -en 2008-, que presenta menores ratios de defaults que otras regiones emergentes (en torno al 2%-3%) y que presenta resistencia ante el hecho de que el 80% del mercado está en manos de inversores domésticos-. Sin olvidar que el retorno medio ofrecido por el high yield en Asia en los últimos 10 años ha sido del 8,6% anual.
La apuesta es por deuda con baja duración y emitida por compañías dinámicas, ideas que recoge en su estrategia. “Hay una joya oculta en la renta fija asiática. El continente debería estar separado y no considerarse parte del universo emergente en este activo”, apostilla el gestor.