Basándose en una justificación estratégica convincente, los accionistas de Helvetia Holding Ltd y Baloise Holding Ltd han aprobado, en sus respectivas y separadas Juntas Generales Extraordinarias, la fusión de iguales para formar Helvetia Baloise Holding Ltd. Thomas von Planta ha sido elegido futuro presidente del Consejo de Administración de Helvetia Baloise Holding Ltd junto con todos los nuevos miembros propuestos. El domicilio social y la sede del Grupo estarán en Basilea, mientras que San Galo mantendrá una ubicación clave. Estas decisiones fueron tomadas sujetas a la consumación de la transacción. Se espera que la transacción se cierre en el cuarto trimestre de 2025, una vez se obtengan las aprobaciones regulatorias y de competencia habituales.
Thomas von Planta, futuro presidente del Consejo de Administración de la compañía fusionada y presidente del Consejo de Administración de Baloise, ha declarado: «Apreciamos la confianza que nuestros accionistas han depositado en nosotros hoy. Partiendo de esta base sólida, estamos comprometidos a dar forma al futuro del sector de los seguros en Suiza. Juntos garantizaremos y ampliaremos aún más nuestro atractivo y competitividad en el mercado nacional y europeo de seguros, creando así un valor sostenible a largo plazo para todas las partes interesadas».
Thomas Schmuckli, presidente del Consejo de Administración de Helvetia, ha declarado: «Nos complace que los accionistas reconozcan el enorme potencial que esta fusión libera. Ahora nos corresponde a nosotros tener en cuenta esta confianza y cumplir con éxito los objetivos de la fusión. Gracias a su amplia experiencia y alto grado de motivación, nuestro equipo directivo, liderado por Fabian Rupprecht, CEO del grupo, estará en una posición óptima para impulsar el desarrollo de la nueva compañía y cumplir los ambiciosos objetivos de la fusión».
Helvetia Baloise será el segundo grupo asegurador de Suiza y, en términos de capitalización bursátil, pasará a formar parte a una de las diez principales aseguradoras europeas que cotizan en bolsa, con un volumen de negocio de 20.000 millones de francos suizos en ocho países y un negocio global en Specialty Lines. El tamaño similar, los mercados complementarios y el alto potencial de sinergia de las dos empresas constituyen una base sólida para crear valor sostenible. La fuerte alineación cultural, arraigada en los 160 años de historia de ambas compañías en Suiza, respalda un proceso de integración fluido.
Gescooperativo, la sociedad de inversión colectiva del Grupo Caja Rural, ha lanzado al mercado un nuevo fondo de renta fija a corto plazo, entre los 6 y 12 meses, que tendrá una exposición íntegra a deuda pública emitida en la zona euro y cotizada en los mercados de esta área económica.
El fondo se dirige a clientes con un perfil conservador, invirtiendo en deuda pública de gobiernos de la zona euro, con un horizonte de inversión de corto plazo, dado que la duración de su cartera será inferior al año.
Rural Deuda Pública Corto Plazo FI se configura como uno de los fondos más conservadores entre los que gestiona Gescooperativo, y viene a completar su gama de fondos de deuda pública, que actualmente cuenta con Rural Deuda Soberana Euro FI y Rural Deuda Pública 1-3 años FI. En conjunto, estos fondos han superado los 1.500 millones de euros de patrimonio gestionado desde su lanzamiento.
El fondo ofrece liquidez diaria, lo que permite a los partícipes disponer de su inversión en cualquier momento sin penalizaciones. En un contexto de normalización de tipos de interés y con una inflación más contenida en la zona euro, los fondos de renta fija a corto plazo vuelven a posicionarse como una alternativa atractiva para inversores conservadores que buscan una rentabilidad moderada sin asumir grandes riesgos.
Si la semana acabó con Donald Trump, presidente de EE.UU., tocando los tambores de la guerra comercial ahora contra la Unión Europea, este lunes comenzó con la puesta en marcha de la misma estrategia que ha llevado con otros países. Es decir, hemos pasado de la amenazas de unos aranceles del 50% a partir de junio, que generaron caídas en las bolsas, a la confirmación de la Casa Blanca de que retrasa las tarifas para la UE hasta el 9 de julio.
“Hoy he recibido una llamada de Ursula von der Leyen solicitando una prórroga del plazo del 1 de junio sobre el arancel del 50% con respecto al comercio y la UE. He accedido a la prórroga. Ha sido un privilegio para mí hacerlo», ha indicado Trump en su plataforma Truth Social el 25 de mayo. Por su parte, horas antes, Von der Leyen informaba de que había mantenido una «buena» conversación con el presidente de EE.UU., en las que han abordado las negociaciones comerciales en marcha.
Se trata de un nuevo episodio de la estrategia de Trump en sus relaciones comerciales que supuso el pasado 23 de mayo caída en los mercados bursátiles globales. Por ejemplo, el Stoxx Europe 600 cayó un 1,7%, con sectores como el automotriz y el tecnológico particularmente afectados, y en EE.UU., el Dow Jones perdió 256 puntos, el Nasdaq bajó 188 puntos y el S&P 500 cayó 39 puntos.
Si nos centramos en este inicio de semana, “los mercados europeos toman como positiva la noticia y los futuros se anotan subidas fuertes a primera hora del lunes”, comenta Juan José del Valle, analista de Activotrade, en la apertura de mercado de hoy. “En este escenario, el euro sigue subiendo por encima de los 1,14 haciendo máximos del último mes durante las últimas horas y los futuros del DAX rebotan más de un 3% desde los mínimos del viernes”, añade del Valle.
Más allá de los aranceles
Según algunos expertos, estas idas y venidas de Trump y el seguimiento de las negociaciones comerciales con la Unión Europea, distraen al mercado de otras tendencias igualmente relevantes. Para José Manuel Marín Cebrián, economista y fundador de Fortuna SFP, Estados Unidos, ese eterno show de Broadway donde el telón nunca baja, ha vuelto a ofrecer otro acto digno de una tragicomedia financiera. “La semana pasada, los rendimientos del bono del Tesoro a 10 años se dispararon por encima del 4,50%, no porque la economía esté vibrando con vitalidad, sino porque el gobierno tuvo que subir la apuesta en su última subasta de deuda. Poca demanda, mucho nervio”, subraya Marín Cebrián.
Además, considera que la “fantasía fiscal estadounidense ya no engaña a nadie”: “Wall Street pasa del miedo escénico a la euforia con la facilidad de un actor de método, para luego tropezar con el telón y caer al foso de la orquesta. Mientras tanto, el drama fiscal estadounidense continúa desarrollándose, con Trump afilando su retórica, la Fed encogiéndose de hombros y el Tesoro imprimiendo papel”, sentencia el economista de Fortuna SFP.
En opinión de Javier Molina, analista de Mercados de eToro, lo importante ahora no es el dato de inflación, ni los PMI. “Es cómo se articula el nuevo triángulo de tensión: déficit fiscal, política comercial y curva de tipos. Si los bonos siguen sin reaccionar a la baja pese a la desinflación, será señal de que la desconfianza institucional está calando.
Los flujos ya están hablando. Y la historia reciente nos enseña que los flujos suelen anticipar lo que las valoraciones tardan en reflejar”.
Según su análisis, de momento las bolsas aguantan, pero argumenta que algo comienza a cambiar. “Las previsiones de beneficios en Estados Unidos se han ido revisando a la baja semana tras semana y muchas compañías han dejado de dar guías de futuro, literalmente porque no saben qué hacer. Y eso es otra señal de que la incertidumbre, más allá de los datos macro, se está colando por debajo de la piel del mercado”, apunta Molina.
A todo esto, considera que el movimiento de flujos está siendo revelador: “En Europa, los inversores están abandonando posiciones conservadoras para volver a buscar yield en deuda corporativa, high yield y emergente. Los flujos hacia fondos de duración corta han sido muy significativos, y los fondos monetarios empiezan a perder atractivo. Mientras tanto, la renta variable europea empieza a mostrar fatiga”.
Otras firmas de inversión ponen el foco en la arriesgada apuesta fiscal de Washington. RaphaelOlszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM, señala que, a largo plazo, las perspectivas fiscales no son alentadoras. “Los déficits superarán probablemente tanto las previsiones actuales como las normas históricas. De hecho, las previsiones suponen un crecimiento tendencial durante ese periodo. Una recesión leve podría situar el déficit cerca del 10% del PIB; una grave superaría casi con toda seguridad ese umbral. Y si la administración intenta trasladar el riesgo fiscal a los compradores extranjeros de deuda estadounidense, las probabilidades de un futuro episodio de tensión fiscal aumentarán aún más. Como mínimo, es probable que las primas por plazo de los bonos sigan siendo elevadas en un futuro previsible. Otra consecuencia es que, sin los ingresos arancelarios, el déficit aumentaría en otros 0,5 puntos porcentuales del PIB, lo que agravaría las perspectivas fiscales. Por lo tanto, es poco probable que la Administración ofrezca concesiones arancelarias sustanciales durante las negociaciones de las próximas semanas y meses”, explica el experto de J. Safra Sarasin Sustainable AM.
Para no precipitarse, según Hans-Jörg Naumer, Global Head of Capital Markets & Thematic Research de Allianz Global Investors, a muy corto plazo, esta semana será clave para determinar si empiezan a notarse señales de desaceleración en la mayor economía del mundo, y para eso habrá que estar atento a los datos macro que se publiquen este semana. En su opinión, la incertidumbre sigue siendo elevada, y eso nunca es positivo, ni para los mercados financieros, ni para la economía en general. Y reconoce que tampoco está claro qué rumbo tomará la política arancelaria de EE. UU. una vez concluya el periodo de suspensión de 90 días sobre las medidas anunciadas, ni hasta qué punto crecerá finalmente el déficit presupuestario del Gobierno estadounidense.
“Por suerte, la situación técnica de los mercados bursátiles se mantiene estable, al menos en los principales índices. Desde el episodio de tensión por los aranceles, la recuperación se ha ido ampliando, y ahora hay más valores al alza que a la baja. Aun así, no puede decirse que reine el optimismo: según la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII), el número de inversores bajistas -que invierten a la baja y, por tanto, tienen un sentimiento más pesimista- sigue siendo claramente superior al de los inversores “alcistas”, lo cual, curiosamente, suele interpretarse como una señal contraria. Esto significa que, aunque parezca raro, un sentimiento muy negativo puede indicar que el mercado está cerca de tocar fondo y podría empezar a subir”, afirma Naumer.
Negociaciones con Europa
En opinión de Laura Cooper, estratega macro senior de Nuveen, la escalada de la retórica arancelaria dirigida a la UE se parece mucho a la llevada a cabo con China: “Una táctica de negociación que finalmente conducirá a un resultado menos agresivo”. De hecho, Europa ya había amenazado con tomar represalias tras la prórroga recíproca de 90 días y lo ocurrido ayer augura más episodios de idas y venidas de retórica.
“Si se mantiene la tasa del 50%, el impacto sobre el crecimiento estadounidense podría equivaler a un recorte del casi el 0,5% e impulsar la inflación subyacente muy por encima del 3% este año. Pero, al igual que en el “Día de la Liberación”, es demasiado pronto para declarar el final del pulso arancelario. Las reacciones iniciales del mercado podrían corregirse, ya que es poco probable que Europa se vea finalmente con aranceles más elevados que China. Sin embargo, la incertidumbre política actual alimentará las oscilaciones del mercado y contribuirá a la erosión del excepcionalismo de EE.UU., con un efecto inducido de depreciación del dólar hasta finales de año”, afirma Cooper.
En su informe semanal, los expertos de Banca March reconocen que tras las reuniones telefónicas durante el fin de semana, permiten mantener en vigor la moratoria sobre los aranceles “recíprocos” estadounidenses.
“Según anunciaron ambos líderes, las negociaciones comerciales se extenderán hasta el próximo 9 de julio, periodo durante el cual se mantendrá la tregua arancelaria entre las dos potencias mundiales, que intercambian bienes por valor de algo más de 975.000 millones de dólares. En este contexto, nos vamos acercando al ecuador de la prórroga de 90 días decretada tras el ‘Liberation Day’ y, con ello, a medida que se va acercando la fecha límite para alcanzar nuevos acuerdos, previsiblemente las tensiones comerciales volverán a ganar protagonismo en los mercados. Cabe recordar que, en el caso de la UE, hasta el momento está vigente la subida del 10% de los aranceles de Estados Unidos aplicado a todos los países a la espera de las negociaciones bilaterales”, explican.
En las jornadas previas y posteriores al Día de la Liberación, ese 2 de abril en el que se anunciaron los aranceles, los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años sufrieron enormes oscilaciones, ya que primero se hundieron del 4,4% al 4% y después remontaron hasta el 4,5%. A comienzos de mayo, los tipos se habían estabilizado en torno al 4,3% pero la volatilidad imperaba. La decisión de mantener los tipos con que se saldó la reunión del FOMC de mayo era la esperada, pero el mercado debería atender la advertencia que lanzó el comité sobre el aumento de los riesgos económicos. Los activos de riesgo se han recuperado ampliamente y el S&P 500 ha borrado las pérdidas de abril y se sitúa en torno a los niveles que mostraba antes de la victoria de Trump. En la deuda corporativa está sucediendo algo parecido: los bonos investment grade de EE.UU. presentan un diferencial de tan solo 70-80 pb y los high yield, de alrededor de 350 pb. Si incorporamos las probabilidades de recesión y las tasas de impago de las empresas, estos niveles sugieren que el mercado no está descontando ninguna probabilidad sustancial de recesión. Si el mercado está basándose en la esperanza de una put de Trump o de la Fed, esta confianza podría ir desencaminada. El nuevo gobierno estadounidense está enterrando el modus operandi de la última mitad de siglo. Desde el desmantelamiento del sistema de Bretton Woods en la década de 1970, el mundo ha sido testigo de una ola de financiarización.
EE.UU. se ha convertido en el gran consumidor mundial, mientras que China es el proveedor, lo que ha dado lugar a un déficit comercial constante. Los flujos de capitales hacia EE.UU. han tirado al alza del dólar y han abaratado el coste de la deuda, lo que ha financiado el déficit presupuestario y ha inflado la carga de deuda. Estas presiones no son nuevas pero durante los últimos años, siempre que han supuesto una amenaza para la economía, las autoridades han dado un paso al frente para sostener los mercados dentro de una dinámica de acción-pausa. Sin embargo, este patrón parece menos probable en el futuro. Desde el inicio de la pandemia, cuando las autoridades pisaron el acelerador de la emisión de deuda e inexplicablemente la financiaron con deuda a corto plazo, en lugar de asegurar tipos a largo plazo bajos, ha acechado una desaceleración económica. Esa desaceleración se ha mantenido a raya con unos déficits presupuestarios del orden del 6-7%, solo vistos en tiempos de guerra o recesión. Sin embargo, el nuevo gobierno de EE.UU. tiene un programa diferente. Quiere acabar con el déficit comercial y revertir los desequilibrios de capital, instando para ello la guerra comercial que está afectando en la actualidad al sentimiento y probablemente asome en las estadísticas económicas durante los próximos meses. Además, el secretario del Tesoro se ha fijado como objetivo un déficit presupuestario del 3%, lo que podría traer consigo una contención considerable del gastopúblico. La Fed probablemente responda ante los obstáculos para el crecimiento, pero a diferencia de episodios anteriores desde la crisis financiera mundial, su libertad de movimientos no será total a la vista de los niveles de inflación más elevados. Los mercados de activos de riesgo están abordando este escenario con complacencia, apostando por que las autoridades resolverán los riesgos. El gobierno estadounidense podría capitular ante las demandas de los mercados, pero incluso si diera marcha atrás completamente, la incertidumbre en torno al gasto de las empresas y los consumidores tardaría tiempo en disiparse. Los inversores deberían ser conscientes de las expectativas incorporadas a los precios de los activos y adoptar un posicionamiento más defensivo a la vista de los riesgos que se recortan en el horizonte.
Artículo de opinión escrito por Steve Ellis, CIO global del área de Renta Fija de Fidelity International.
En línea con su estrategia de crecimiento y especialización, Creand Asset Management ha actualizado la estructura organizativa de su área de Negocio e Inversiones, según han confirmado a Funds Society fuentes de la entidad.
De esta forma, Luis Buceta pasa a ser director general del área de Negocio e Inversiones de Creand Asset Management. Será codirector de la gestora con Luis Bilbao, que pasa a ser director general financiero y operativo, consolidando así un modelo de dirección dual que combina experiencia estratégica y operativa.
La reestructuración se ha producido como adaptación a la ampliación del negocio, pues los activos de la gestora alcanzaban los 2.798 millones de euros a cierre de abril de 2025.
Así, Creand Asset Management contará con una estructura robusta que refuerza su apuesta por la especialización, la personalización y la excelencia en la gestión con el cliente, en base a un modelo de arquitectura abierta. Dentro de esta nueva estructura de la gestora, Miguel Ángel Rico sigue siendo el director de Inversiones; Santiago Hagerman, director de Creand Family Office, y Sergio Muñoz, responsable de Inversiones Alternativas. Marta Lantero pasa a ser directora de Gestión Discrecional de Carteras y Asesoramiento de Fondos.
Luis Buceta, director general de Negocio e Inversiones de Creand Asset Management, destaca que “el crecimiento de la gestora estos últimos años confirma la solidez de nuestra estrategia y la confianza de nuestros clientes. La ampliación de nuestro portfolio de productos y servicios, y la capacidad de gestionar fondos luxemburgueses, fortalece nuestro negocio y nos ha empujado a reforzar la estructura organizativa para acompañar este crecimiento. Afrontamos los retos de futuro con el objetivo de dar el máximo valor añadido en el servicio que ofrecemos al cliente”.
Hasta ahora Buceta era Chief Investment Officer de Creand WM en España. Anteriormente, trabajó para BNP Paribas Wealth Management como director de Equity Investments, iniciando su carrera en The Chase Manhattan Bank. También es presidente de CFA Society Spain desde el pasado septiembre.
Apuesta por inversiones alternativas e internacionalización
En los últimos dos años, Creand Asset Management ha completado un proceso de ampliación de su portfolio de servicios y productos a clientes, especialmente en el ámbito de las inversiones alternativas, considerando esta línea de negocio uno de los pilares para ofrecer diversificación a las carteras de clientes.
La gestora dispone de la autorización para realizar actividades de asesoramiento y gestión discrecional de carteras, así como la gestión y comercialización de vehículos y sociedades de capital riesgo en España. Recientemente, la entidad dio un paso hacia la internacionalización, logrando el pasaporte europeo para actuar como entidad gestora de IICs armonizadas y de fondos alternativos luxemburgueses. En este sentido, Creand Asset Management ha incrementado en 487 millones de euros el volumen de los activos bajo gestión este 2025, gracias a que ha pasado a gestionar los fondos del grupo Creand domiciliados en Luxemburgo.
El otro eje estratégico del negocio de la gestora de Creand en España es la división de Family Office, que cuenta ya con un volumen de activos de 875 millones de euros, desde la que se ofrece un elevado grado de especialización y servicio personalizado en la gestión patrimonial.
Los autónomos o trabajadores por cuenta propia tienen una responsabilidad directa sobre su futuro financiero. La jubilación para este tipo de trabajadores suele convertirse en un problema si no se cuenta con un plan de ahorro, teniendo en cuenta que la pensión pública de estos profesionales suele ser muy inferior a la de un asalariado, al haber cotizado por bases más bajas.
Según los datos de la Seguridad Social correspondientes al mes de marzo, la pensión media de jubilación para un trabajador autónomo en España se sitúa en 1.007,1 euros mensuales, mientras que la de un asalariado alcanza los 1.662,3 euros. Esta diferencia significa que los autónomos cobran, de media, aproximadamente un 39% menos que los asalariados durante toda su jubilación.
En este escenario, el Observatorio Inverco ha elaborado un informe en el que identifica cinco factores clave para que los trabajadores autónomos puedan realizar una planificación más eficaz de su jubilación.
Aprovechar los productos pensados para los autónomos y sacarles partido
Ahorrar para la jubilación tiene recompensa fiscal. Los planes de pensiones individuales permiten reducir la base imponible del IRPF hasta 1.500 euros al año, pero, además, los autónomos tienen la posibilidad de realizar aportaciones adicionales de hasta 4.250 euros a un plan de pensiones de empleo simplificado (PPES).
Ya se comercializan 43 PPES de autónomos registrados en la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), y se prevé que su oferta siga aumentando para que los cerca de 3,4 millones de autónomos que hay en España puedan beneficiarse de este nuevo instrumento de ahorro.
La clave está en elegir la combinación adecuada según las necesidades, el perfil de riesgo y el horizonte temporal de cada persona.
Tener en cuenta el valor del tiempo en la acumulación de ahorro
El horizonte temporal es uno de los factores más determinantes en la planificación de la jubilación. A igualdad de aportaciones, comenzar a ahorrar con antelación permite aprovechar el efecto del interés compuesto. Por ejemplo, un autónomo que ahorre 1.500 euros al año en un plan de pensiones con una rentabilidad media anual del 3%, durante 40 años, podría acumular más de 110.000 euros al jubilarse, mientras que, si lo hace solo durante los últimos 20 años de su vida en activo, acumularía solo unos 40.000 euros. Si apuesta por la aportación máxima de 5.750 euros durante 30 años, el ahorro acumulado podría ascender a los 273.000 euros.
Esto cobra especial relevancia si se considera que uno de cada cinco afiliados al RETA tiene menos de 35 años. Fomentar el ahorro entre los autónomos jóvenes puede tener un impacto significativo en su capacidad financiera a largo plazo.
No hacer nada nunca es una buena opción
Una gran parte de los autónomos ha cotizado por la base mínima, lo que condiciona directamente el importe que les corresponderá en el momento de cobrar la pensión pública.Con el sistema actual de cotización por ingresos reales, vigente desde 2023, se permite a los autónomos adaptar sus bases de cotización a sus ingresos reales para mejorar la prestación futura, pero ese impacto será limitado si no se complementa con ahorro privado.
La jubilación no garantiza mantener el nivel de vida que se tenía en activo. Por eso, no hacer nada no es una opción. Actuar cuanto antes es clave para tener margen de maniobra. “Cada vez más autónomos son conscientes que, si no toman la iniciativa, su pensión pública no les garantizará un nivel de vida adecuado. La buena noticia es que nunca es tarde para empezar a planificar, y existen herramientas accesibles que les pueden ayudar a llegar a la jubilación con mayor seguridad desde el punto de vista financiero”, explica José Luis Manrique, director de estudios del Observatorio Inverco.
Cuando los ingresos no son estables, el ahorro debe ser flexible
Uno de los grandes desafíos para los autónomos es la variabilidad de sus ingresos. Según el informe anual de ATA (Federación Nacional de Trabajadores Autónomos), más del 60% de los autónomos declara tener ingresos mensuales irregulares, lo que dificulta la planificación financiera tradicional. Es habitual que los autónomos se expongan a meses con buena facturación y otros en los que apenas se cubren los gastos.
Por eso, cualquier estrategia de ahorro para la jubilación debe tener en cuenta esa realidad. Los Planes de Pensiones en todas sus variantes permiten aportaciones totalmente flexibles: se puede ahorrar incrementar o reducir la aportación en cualquier momento, parar si hace falta, y retomar más adelante, sin penalizaciones ni compromisos rígidos.
La clave está en establecer un hábito a largo plazo, aunque sea con cantidades pequeñas. No se trata de forzarse cada mes, sino de mantener la dirección. Incluso ahorrar solo en los meses buenos es mejor que no hacerlo nunca. Lo importante es entender que el ahorro no es incompatible con la inestabilidad, siempre que se escojan herramientas que se adapten al ritmo real de la actividad.
Minimizar el endeudamiento en la etapa final de la vida laboral
Llegar a la jubilación con deudas activas puede comprometer seriamente la estabilidad financiera en una etapa en la que los ingresos suelen ser fijos y más reducidos. Para preservar la capacidad de gasto y reducir el estrés financiero, es recomendable que, al menos el 75% del endeudamiento se haya cancelado antes de alcanzar los 60 años. Esta anticipación permite encarar los últimos años de vida laboral con una mayor capacidad de ahorro y planificación patrimonial.
Asimismo, a partir de los 65 años, se desaconseja asumir nuevas obligaciones financieras, dado que los plazos de amortización pueden superar la esperanza de vida laboral y generar desajustes entre ingresos y pagos. Aunque existen productos como los préstamos para jubilados o la hipoteca inversa, su uso debe evaluarse con cautela, ya que pueden afectar al patrimonio acumulado o condicionar decisiones futuras.
Reducir progresivamente las deudas, refinanciarlas en condiciones sostenibles y evitar nuevas cargas en la etapa final de la vida laboral debería formar parte de cualquier estrategia de preparación para la jubilación en el colectivo autónomo.
Vanguard lleva su experiencia en la construcción de carteras de renta fija a los asesores financieros con el lanzamiento de las primeras carteras modelo de asignación dinámica de activos de renta fija de la firma. Disponibles desde finales del pasado mes de abril, Vanguard Fixed Income Risk Diversification y Vanguard Fixed Income Total Return se suman a la gama de carteras modelo de la firma que ofrecen a los asesores financieros acceso a soluciones gestionadas por la firma, ampliamente diversificadas, de bajo coste y alta calidad.
“Las carteras modelo permiten a los asesores financieros contar con una investigación simplificada de gestores de inversión y con la construcción y supervisión continua de carteras, para que puedan dedicar tiempo a lo que realmente importa a sus clientes como asegurarse de que cumplen sus objetivos de inversión. Estamos entusiasmados de ampliar nuestra gama de carteras modelo con el lanzamiento de nuestros primeros modelos dinámicos de asignación de activos de renta fija y aprovechar la experiencia en inversión y gestión de carteras de Vanguard para apoyar a los asesores en la gestión de activos de renta fija fundamentales para sus clientes”, explica Brent Beardsley, director de Advisor Solutions en Vanguard.
Diseñadas para atender diversos horizontes temporales y perfiles de riesgo, las carteras modelo de Vanguard apoyan las necesidades de construcción de cartera de los asesores financieros para que puedan dedicar más tiempo a hacer crecer su negocio y fortalecer la relación con sus clientes. Según la investigación Advisor’s Alpha de Vanguard, una relación más profunda con el cliente conduce a una mayor lealtad y confianza, lo que a su vez ayuda a retener activos y obtener referencias.
Nuevos modelos de renta fija de Vanguard
Las carteras modelo Vanguard Fixed Income Risk Diversification y Vanguard Fixed Income Total Return buscan superar un índice de referencia ponderado por capitalización de mercado el Bloomberg U.S. Aggregate Index y el Bloomberg U.S. Universal Index, respectivamente, y sus asignaciones se recalibran a lo largo del año para alinearse con las previsiones a 10 años del Vanguard Capital Markets Model® (VCMM). El grupo de estrategia de inversión de Vanguard supervisa las asignaciones de activos de los modelos, mientras que el grupo de renta fija de Vanguard gestiona los fondos de renta fija incluidos en cada cartera.
Según destacan, esta cartera modelo presenta una ratio media ponderada de gastos del 0,05 % y está diseñada para asesores y clientes que buscan una cartera de renta fija altamente diversificada con exposición a bonos globales de grado de inversión, destinada a proporcionar estabilidad frente a la volatilidad del mercado de acciones.
Por su parte, la cartera modelo Vanguard Fixed Income Total Return está diseñada para asesores y clientes que buscan acumulación de patrimonio y diversificación de riesgos dentro de la parte de renta fija de su cartera. Este modelo incluye exposición a bonos globales de grado de inversión y bonos de alto rendimiento, con una ratio media ponderada de gastos del 0,08 %.
Cuarenta años de experiencia en renta fija activa
Durante más de cuatro décadas, el grupo de renta fija de Vanguard se ha distinguido por su profunda experiencia en inversión, meticulosa selección de valores y estricta gestión del riesgo, entregando consistentemente un sólido rendimiento a largo plazo. El grupo de renta fija de Vanguard gestiona 2,6 billones de dólares en activos bajo gestión y cuenta con un equipo activo sofisticado y experimentado que adopta un enfoque diferenciado en la toma de riesgos.
Este enfoque, combinado con las tarifas bajas características de Vanguard, ha generado excelentes resultados para los inversores a largo plazo: el 91 % de los fondos activos de renta fija de Vanguard superaron la media de su grupo de pares durante los últimos diez años hasta el 31/03/25.
G Squared se comprometió por primera vez con OpenAI en el cuarto trimestre de 2023. En ese momento, era una empresa pequeña y desconocida con unos ingresos de un par de miles de millones de dólares. En 2025, OpenAI ha crecido exponencialmente hasta alcanzar los 12.000 millones de dólares de ingresos gracias a su IA generativa de vanguardia, como ChatGPT. Es sólo un ejemplo del tipo de inversiones que realiza G Squared: esta gestora global de fondos de capital riesgo invierte principalmente en cuatro sectores: Movilidad 2.0, Fintech, Saas o Internet de consumo. Gracias a su enfoque de «aterrizar y expandirse», la compañía ha invertido en las primeras etapas de empresas tan conocidas como Airbnb, Uber, Revolut o Spotify, por citar algunas.
Tyson Morgan, socio de G Squared, ha participado recientemente en el primer Foro Altment 360º para hablar de la estrategia de esta firma con sede en Chicago.
¿Cómo es el mercado secundario en la actualidad?
El mercado secundario es grande y está creciendo. Cuando se producen acontecimientos como el Día de la Liberación, en el que hay mucha volatilidad en los mercados públicos en relación con la situación arancelaria, las transacciones en mercados secundarios acaban aumentando en tamaño y volumen, a medida que se cierra la ventana de las OPV debido a la mayor volatilidad. Lo que una ventana cerrada significa en última instancia para el mercado secundario es que vas a tener más participantes dispuestos en el lado de la venta, interesados en discutir una transacción secundaria.
El cierre de la ventana de oportunidad para OPVs puede ser frustrante para cualquiera que busque una salida desde la perspectiva de una empresa tecnológica, pero en realidad crea una oportunidad para nosotros. Y si se trata de la volatilidad o la recesión que podría venir en lo que respecta a los aranceles, lo que vas a encontrar son mejores oportunidades de compra desde una perspectiva de valoración en esos sectores. Como inversor directo secundario, en un entorno como este tratamos de captar un descuento estándar del 20% o más en nombre de nuestros LPs.
¿Cuál va a ser su coto de caza en un futuro próximo?
Los cuatro sectores en los que se centra G Squared son SaaS, Internet de consumo, FinTech y Movilidad 2.0. Vamos a tener cuidado con el grado de exposición que tenemos a nombres de Internet de consumo, venta directa al consumidor y empresas de mercado. Especialmente cuando la economía podría estar entrando en recesión. En su lugar, vamos a centrarnos en negocios resistentes como FinTech y, en particular, SaaS. Dentro del segmento SaaS, las empresas de ciberseguridad son especialmente resistentes, ya que suelen ser el último presupuesto que se ve afectado por una empresa que intenta reducir sus gastos.
¿Cómo se relacionan con las empresas?
Tenemos unos ocho analistas. Casi el 20% de nuestro personal en G Squared se centra simplemente en investigar empresas, encontrar puntos de acceso para esas empresas y, a continuación, supervisar el rendimiento de las empresas en las que invertimos. Lo llamamos «aterrizar y expandirse» («land and expand»): cuando aterrizamos inicialmente en una empresa, es decir, cuando extendemos ese primer cheque, queremos que sea lo más pequeño posible. Si un fondo de G Squared suele tener un tamaño de 1.500 millones de dólares, queremos que ese primer cheque sea de 10 millones o menos. Nuestro equipo de investigación supervisa el rendimiento, lo que significa que observan la tasa de crecimiento, los márgenes brutos y evalúan, en función del sector, la retención neta de dólares, un indicador clave de rendimiento importante para una empresa de software. Y a partir de ahí, estamos creando convicción.
Por lo tanto, si ponemos 35 empresas en una cartera mediante la emisión de cheques pequeños inicialmente, a través de ese proceso de seguimiento, vamos a identificar 10 a 12 empresas que son en última instancia los mejores resultados, y vamos a ampliar en ellos a través de tantas transacciones secundarias de cualquier tamaño. En el momento en que uno de nuestros fondos esté totalmente desplegado, las 10 a 12 mayores posiciones estarán normalmente desplegadas en un 85% aproximadamente. Es nuestra forma de reducir el riesgo de esta clase de activos desde una perspectiva secundaria. Adoptamos un enfoque de renta variable pública para invertir en estas empresas privadas en las que realizamos transacciones con la mayor frecuencia posible, promediando los costes en dólares.
¿Cuántas operaciones realiza a lo largo de un año, frente a cuántas ha investigado previamente?
Me gusta utilizar la analogía del embudo cuando hablo del mercado al que puede dirigirse G Squared. El embudo podría empezar con mil empresas tecnológicas del mundo que encajen en nuestros cuatro sectores. Y a partir de ahí, buscamos empresas que hayan alcanzado una escala o tamaño adecuados. Nos centramos en estas empresas de fase media o avanzada que tienen ingresos de 100 millones de dólares o incluso de 500 millones a mil millones de dólares.
Luego, buscamos empresas de los cuatro sectores que estén creciendo un 50% o más, y después de eso, evaluamos a qué podemos acceder. Así, si empezamos con mil empresas en una lista de observación, cuando ese embudo se estrecha, puede haber 200 empresas que cumplan todos los requisitos, y entonces intentamos acceder a los activos con mejor rendimiento dentro de esa lista reducida. En última instancia, un fondo insignia de G Squared tendrá unas 40 empresas en cartera.
¿Cómo suelen gestionar el proceso de salida?
Las fusiones y adquisiciones han estado muy tranquilas en los últimos tres años, y el mercado de OPV ha estado aún más tranquilo. Lo que hacemos en G Squared para tratar de encontrar liquidez es fabricar nuestra propia salida.
Hemos desarrollado una enorme red de socios de transacciones secundarias. A menudo somos nosotros los que compramos acciones secundarias, pero esta red también es útil desde el punto de vista de la venta, ya que podemos reducir el riesgo o salir completamente de posiciones específicas vendiendo a otros compradores secundarios. Ya lo hemos hecho en cierta medida con nuestro G-squared VI de 2022.
Y luego, en el caso de algunas de las ideas de convicción básica, a medida que la valoración siga creciendo, vamos a reducir el riesgo de esas posiciones y crear liquidez para nuestros LPs. Y todo esto nos lleva a lo que estamos tratando de lograr en G Squared, que es un múltiplo neto de 2 a 2,5 veces en 5 a 7 años. Si un gestor de riesgo tradicional que invierte en empresas en fase inicial tiene una vida del fondo de 12 a 14 años, estamos tratando de lograr un múltiplo 2x en 5 a 7 años. Y luego, en el octavo año, nuestro objetivo es que el fondo esté totalmente distribuido.
Lo que tratamos de lograr en cualquiera de nuestros fondos insignia es desplegar alrededor de dos tercios del capital en secundarias y un tercio en primarias. Los secundarios nos permiten operar a nuestro ritmo y con la mayor frecuencia posible.
Y ahí es donde estamos con G Squared VI. Nuestra cosecha de 2022 tiene un 67% desplegado en secundarios y un 33% en primarios. En ese fondo, más del 40% está desplegado en nombres de SaaS, como OpenAI y Anthropic y xAI. Somos uno de los pocos fondos de los que tenemos conocimiento que tiene cierta exposición a estos tres nombres.
¿Cuáles son las principales ventajas de coinvertir con sus LP?
Nuestros LPs esperan un flujo constante de operaciones de coinversión. Solemos compartir unas seis operaciones de coinversión al año. Tienen la oportunidad de aumentar su exposición en muchas de las empresas que consideramos de mayor convicción y mejor rendimiento dentro de una cartera de G Squared. Lo hacen a su discreción. Tienen acceso a todo el due diligence. Pueden pasar tiempo con miembros del equipo de G Squared para entender la transacción y el negocio y por qué nos gusta. Cuando se produce un evento de liquidez, eso es una distribución. Puede que sigamos invirtiendo aquí, pero ellos reciben una distribución gracias a esa coinversión. Y aparte de querer una vida más corta del fondo, la otra cosa de la que hablan nuestros LPs y sólo globalmente los LPs, es la liquidez. Quieren obtener distribuciones de los gestores con los que han invertido. Ya hemos hecho distribuciones a nuestros LPs desde 2020.
Royal London ha anunciado que la firma de un acuerdo para adquirir Dalmore Capital (Dalmore), gestora de activos de infraestructura con sede en el Reino Unido que con 6.000 millones de libras esterlinas en activos bajo gestión a través de cinco fondos emblemáticos. Según indican sus protagonista, la aprobación definitiva de esta operación aún está sujeto a las pertinentes aprobaciones regulatorias.
Esta compra tiene sentido dentro de la estrategia de Royal London para ampliar sus capacidades en activos privados y ofrecer a sus clientes acceso a una gama más amplia de opciones de inversión que apoyen sus objetivos de jubilación. Como parte de la adquisición, Royal London comprometerá hasta 500 millones de libras para futuros fondos de Dalmore. Tras la finalización, la propiedad de Dalmore Capital y su división de servicios de activos, Resolis, se transferirá a Royal London AM. Por su parte, Dalmore Capital operará como una unidad independiente de infraestructura dentro de Royal London AM.
Respecto a Dalmore, se trata de una firma especializada en inversiones de infraestructura core y core plus a largo plazo. Cuenta con alrededor de 130 activos de infraestructura en su cartera, diversificados en diferentes sectores, principalmente en el Reino Unido, pero también en Europa y Canadá. Actualmente, su cartera posee fuertes credenciales ambientales y sociales positivas. Los activos incluyen el túnel Thames Tideway, así como 24 parques eólicos operativos en el Reino Unido con una capacidad total de 562 MW y una cartera de proyectos hidroeléctricos de flujo natural en Escocia.
Sobre esta compra, Barry O’Dwyer, director ejecutivo del Grupo de Royal London, ha señalado: “Royal London es el proveedor de pensiones personales más recomendado por asesores financieros independientes. Al adquirir Dalmore Capital, podemos ofrecer a nuestros ahorradores de pensiones individuales y de empresas acceso a los retornos estables y a largo plazo que las inversiones en infraestructura pueden potencialmente proporcionar. Además, esto demuestra nuestro compromiso de invertir en activos que apoyen el impulso del Reino Unido hacia el crecimiento económico y un futuro innovador y sostenible”.
Por su parte, Hans Georgeson, director ejecutivo de Royal London Asset Management, ha señalado que “esta adquisición es un hito significativo para ampliar nuestra capacidad en activos privados y así satisfacer las necesidades cambiantes de nuestros clientes. Hay una fuerte compatibilidad estratégica entre ambas empresas y un enfoque en invertir en activos con beneficios sociales y económicos más amplios”. Por su parte, Michael Ryan, director ejecutivo de Dalmore Capital, ha reconocido que la operación «es un fuerte respaldo al equipo de Dalmore, a nuestro historial y a las perspectivas de inversión en infraestructura del Reino Unido”.
Después de que el impacto de la inflación entre 2021 y 2022 provocara un rápido aumento de los tipos de interés en la mayoría de los mercados desarrollados, los inversores en efectivo y bonos disfrutaron de un estimulante incremento de las rentas gracias al cobro de rendimientos atractivos.
A pesar del reciente regreso de la volatilidad a los mercados, los bonos siguen ofreciendo revalorización del capital y unas rentas que continúan siendo elevadas. Sin embargo, abrirse camino a partir de ahora puede requerir una habilidad especial debido a la persistencia de la inflación, el aumento de las diferencias en las trayectorias de crecimiento económico entre los países y la divergencia en las respuestas de las autoridades monetarias. Los cambios geopolíticos, agravados por las medidas adoptadas por el presidente estadounidense Donald Trump desde su regreso a la Casa Blanca, suponen otro factor de imprevisibilidad, como ilustra el último episodio de turbulencias en los mercados. Ante esta incertidumbre, ¿cómo deberían reposicionar sus carteras los inversores?
Adaptándose a un contexto macroeconómico estructuralmente diferente
La incertidumbre actual refleja un cambio de régimenestructural al que los inversores deben acostumbrarse. Esta nueva era económica se caracteriza, entre otras cosas, por los siguientes aspectos:
un entorno económico menosestable con ciclos más cortos y frecuentes;
una inflación más alta y volátil;
una mayor rivalidadgeopolítica y un aumento de la divergencia a medida que se frena el proceso de globalización y, en algunas áreas, incluso se invierte,
y una intervención del Estado y un gastofiscal estructuralmente más elevados.
Los bancos centrales ya no actúan para aportar estabilidad, ya que se ven atrapados entre la necesidad de contener la inflación y el deseo de no provocar una desaceleración económica que puede ser necesaria para que la inflación vuelva a su objetivo de forma sostenida. Este dilema podría agravarse por el impacto de los aranceles estadounidenses, ya que lo más probable es que los gobiernos no tengan más remedio que aumentar el gasto público. Las decisiones de política monetaria podrían sorprender a los inversores, dada la posibilidad de que los bancos centrales tomen diferentes caminos. Por ejemplo, las importantes repercusiones de los aranceles estadounidenses en la economía europea podrían llevar al Banco Central Europeo a recortar los tipos mucho más de lo que anticipa el actual consenso del mercado. Por otra parte, los datos salariales y de inflación en el Reino Unido pueden malograr los esfuerzos del Banco de Inglaterra por seguir con su ciclo de rebajas de tipos. Aunque sea un riesgo, esta divergencia también brinda una oportunidad de la que pueden sacar partido los inversores.
Mirando más allá del efectivo o los instrumentos individuales
Aunque los depósitos han observado un buen comportamiento en los últimos años, creemos que, en la actualidad, ante la bajada de los tipos, implican un enorme riesgo de reinversión. A diferencia de lo que ocurre con los bonos, los instrumentos de efectivo no se benefician del repunte en las valoraciones que suelen acarrear los recortes de tipos; además, los ingresos por intereses se ajustan automáticamente a niveles más bajos, lo que sugiere que podría ser tarde para diversificarse con renta fija. Muchos inversores ya han sustituido una parte de sus posiciones en efectivo por bonos de gobierno —varios gobiernos están intentando captar de forma activa a los inversores minoristas— u otros activos refugio. Sin embargo, en nuestra opinión, podrían considerarse otras medidas. Si bien los bonos del Estado nacionales cumplen un papel importante en las carteras, complementar la exposición a un único país con un conjunto diversificado de bonos internacionales de gran calidad puede:
mitigar el riesgo de reinversión y contribuir a la protección de las carteras frente a una volatilidad excesiva;
diversificar el considerable riesgo de beta asociado a un emisor de un único país, que puede llegar a ser muy notable en un contexto tan incierto como el actual,
y permitir captar los rendimientos más altos que puedan ofrecerse en otros lugares.
Adoptando un enfoque flexible en renta fija
La diversificación selectiva no implica necesariamente tener que asumir una duración o un riesgo crediticio elevados. De hecho, pensamos que, en un entorno incierto, la flexibilidad puede ser la mejor aliada de un inversor en renta fija. En concreto, tenemos razones para pensar que las estrategias de gran calidad sin restricciones suponen una oportunidad interesante para complementar las carteras, ya que tienen una duración media y una exposición al crédito limitadas, al tiempo que aportan diversificación en todo el abanico de países, sectores y temas.
Además, vemos indicios alentadores en cuanto a que las estrategias flexibles de renta fija continúen su tendencia positiva en el divergente universo actual, ofreciendo un amplio margen de protección frente a las caídas y oportunidades de potencial alcista durante las perturbaciones del mercado. Es probable que estos bruscos reajustes se conviertan en una constante de esta nueva era económica.
Por ejemplo, en la situación actual, el programa político de la Administración estadounidense podría provocar un aumento estructural de la inflación, una mayor volatilidad, una posible reversión de los flujos de capital globales y una depreciación del dólar estadounidense. En otros lugares, Japón y el Reino Unido parecen haber puesto en marcha una política monetaria que aún no se corresponde con la evolución de sus datos económicos, mientras que la zona euro sigue lastrada por las tensiones políticas en Francia y Alemania, las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda —solo parcialmente compensadas por las medidas fiscales alemanas— y el incesante impacto de la guerra en Ucrania. En cualquier caso, los aranceles estadounidenses y el riesgo de un repunte de las exportaciones chinas hacia mercados fuera de EE. UU. se han convertido en las principales preocupaciones de los responsables políticos y los inversores.
Con respecto a las oportunidades, en países como Australia, Nueva Zelanda y Canadá los niveles de deuda pública son bajos, si bien la deuda privada es alta, lo que significa que sus bancos centrales pueden estar mejor preparados para sortear la inestabilidad financiera y ser más sensibles al deterioro del ciclo. Estos mercados podrían ofrecer una rentabilidad total más alta y estable, dado que parten de unos rendimientos elevados y funcionan como «refugios seguros» alternativos.
Conclusión
En nuestra opinión, las inversiones en renta fija deben tratar de cumplir tres objetivos fundamentales:
rentas fiables y recurrentes, con un componente de crecimiento;
ampliar la diversificación y la liquidez,
y conservar el capital a largo plazo.
En un entorno tan impredecible como el actual, creemos que la mejor manera de lograr esos objetivos es mediante una estrategia más flexible que se oriente hacia un conjunto de oportunidades global y con sólidas medidas de control del riesgo. Bajo nuestro punto de vista, adoptar una mayor flexibilidad en cuanto a duración, distribución geográfica y selección de sectores puede contribuir a la protección tanto de las rentas como del capital en períodos de volatilidad intensa. Por lo tanto, lo consideramos una incorporación valiosa a la mayoría de las carteras, en la medida que mitiga el impacto de la volatilidad de las asignaciones a un solo país o región mediante la diversificación de la exposición a varios ciclos económicos y políticos divergentes.
En la práctica, en el mercado hay disponible una amplia gama de estrategias sin restricciones, por lo que los inversores deberán asegurarse de que la elegida cumpla con sus requisitos particulares. Ante un entorno incierto, los inversores pueden asignar capital a estrategias de renta fija flexibles que concedan una mayor importancia a la conservación del capital y la liquidez por medio de una mayor participación en una selección de bonos del Estado de gran calidad, pero que, a su vez, ofrezcan la posibilidad de obtener rentabilidades positivas a largo plazo exponiéndose a un amplio conjunto de oportunidades internacionales.