Desde hace años devoro libros por el mero placer de la lectura, pero también con un objetivo oculto: cocinar lo que leo. Algunos amigos son víctimas de nuestras cenas literarias, en las que tan importante es lo que se come como lo que se bebe. Estos ‘Menús literarios’ son el resultado.
Bram Stoker escribe toda la parte de ‘Drácula’ que transcurre en Transilvania de oídas, nunca estuvo allí. Uno se pregunta si la escritora Emily Gerard, de la que Stoker obtuvo toda la información pintoresca de la región, era una gourmande, ya que nada más comenzar la novela aparece la primera mención culinaria del libro: Jonathan Harker prueba un “paprika hendl” y le parece de suficiente interés como para pedir la receta a la camarera y poder compartirla con Mina, su prometida, cuando regrese a Inglaterra.
En el diario de Jonathan Harker (escrito en taquigrafía desde Bistritz) leemos:
“Partimos con bastante puntualidad y llegamos a Klausenburgo después del anochecer. Allí pasé la noche en el Hotel Royale. Almorcé, o más bien cené, un plato de pollo condimentado de algún modo con pimentón rojo, que aunque estaba muy bueno me provocó mucha sed. (Nota: recuerda pedir la receta para Mina.) Le pregunté al camarero, y me dijo que se llamaba ‘paprika hendl’, y que, como era el plato nacional, podría pedirlo en cualquier lugar de los Cárpatos”.
Así, antes de explicarnos nada sobre su misión, Stoker plantifica la acción en una taberna transilvana a las puertas de los Montes Cárpatos y deja claras tres cosas: la primera, que Jonathan Harker es curioso, prueba el plato típico de la región, quiere saber más, aunque como es sabido ‘la curiosidad mató al gato’; la segunda, que estamos ante una novela de opuestos: Oriente (los Cárpatos, el peligro, la vieja Europa y en definitiva, el mal), frente a Occidente (Gran Bretaña, el progreso, el orden victoriano, el triunfo del bien); y por último, nos demuestra que este libro está al día con las nuevas tecnologías, una constante en toda la novela.
Drácula se publica en 1897 y su protagonista, Jonathan Harker, escribe su diario utilizando la taquigrafía, un sistema revolucionario perfeccionado por un compatriota británico pocos años antes de la publicación de la novela. Más adelante se mencionarán las transfusiones de sangre, el psicoanálisis, el fonógrafo, los telegramas… pero al final Van Helsing y sus muchachos conseguirán acorralar al vampiro armados con ristras de ajos, crucifijos y una daga nepalí.
Volvamos a la comida. Según nos vamos adentrando en los Cárpatos y acercándonos al misterioso castillo del conde Drácula, Bram Stoker va sumando características góticas a su relato: escenarios fabulosos, ancianas supersticiosas, atmósfera de misterio, pero no se olvida de contarnos con todo detalle lo que desayuna su héroe:
“He desayunado más paprika, una especie de gachas de harina de maíz que según me han dicho eran ‘mamaliga’, y berenjenas rellenas de carne picada, un plato excelente que ellos llaman ‘impletata’ (nota: pide también la receta)”.
Poco después nos describe con detalle su cena en el Hotel Golden Krone de Bistritz: un kebab en toda regla, que al héroe le recuerda a la comida para gatos que vendían por las calles de Londres. Poco podía imaginar el pobre Jonathan que en esa zona se empalaban más cosas que la carne de buey. Ya estaba muy cerca del castillo del conde Drácula.
“Tomé lo que ellos llaman ‘filete del salteador’: trozos de tocino, cebolla y buey, sazonados con pimentón rojo, pinchados en brochetas y asados en el fuego… ¡al estilo sencillo de la carne para gatos que se vende en Londres!”
No hemos pasado de la séptima página y ya tenemos material más que suficiente para componer un menú literario. La comida está clara: berenjenas rellenas (impletata) con mamaliga y pollo a la paprika (paprika hendl), o bien brochetas de carne para los menos audaces. ¿Para beber? Stoker no decepciona y poco después nos ofrece el maridaje perfecto, un vino blanco de la región, el Golden Mediasch, que aunque ya no se produce puede equipararse con un riesling transilvano que también provoca “picazón en la lengua”, y se encuentra con relativa facilidad en bodegas de Europa y América.
A medida que Estados Unidos se acerca a sus próximas elecciones, una infinidad de desafíos e incertidumbres se ciernen sobre el panorama político y económico. El electorado profundamente dividido, caracterizado por opiniones polarizadas y encuestas ajustadas, sienta las bases para un resultado electoral potencialmente polémico. Esta división no solo complica el proceso electoral, sino que también crea una incertidumbre significativa sobre cómo reaccionarán los mercados.
La creciente dependencia de los sistemas de votación por correo puede prolongar el proceso de conteo, oscureciendo aún más el panorama político. Esta incertidumbre se ve agravada por la posibilidad de reclamaciones en las votaciones a través de demandas y procesos legales, lo que podría llevar a una mayor volatilidad del mercado. Los inversores se ven atrapados lidiando con las implicaciones de estas incertidumbres, mientras intentan predecir el comportamiento del mercado en respuesta a los diferentes resultados electorales. Actualmente, Trump lidera las encuestas en Polymarket. Sin embargo, hay cuatro escenarios que valorar:
Una victoria total de los republicanos en la presidencia y las dos cámaras del congreso (Senado y «House»), a esto se le llama el «Republican Sweep».
Una victoria total de los demócratas en la presidencia y las dos cámaras del congreso «Democrat Sweep».
Una victoria de los republlicanos en la presidencia y el senado, y de los demócratas en la cámara de representantes («House»).
Una victoria de los demócratasen lapresidenciaylacámara de representantes, y de los republicanos en el senado.
La respuesta del mercado al resultado de las elecciones también estará influenciada por los cambios de las políticas fiscales de cada partido. Se espera que una victoria republicana, particularmente bajo Trump, favorezca a ciertos sectores debido a las políticas fiscales acomodaticias y la eliminación de determinadas regulaciones. Los sectores clave que pueden beneficiarse incluyen:
Energía tradicional: La posición de Donald Trump sobre la transición energética es bien conocida. La victoria republicana puede acabar con muchas trabas actuales a las nuevas prospecciones y aumentar la confianza del sector para que pueda aumentar su inversión.
Industriales: una de las consecuencias del cambio en las políticas de transición energética sería un menor coste energético, que favorecería directamente al sector industrial. Las expectativas de expansión fiscal bajo una administración republicana probablemente llevarían también a un aumento en la demanda de bienes y servicios industriales.
Defensa: ambas partes están incentivadas a gastar más en seguridad nacional, pero una victoria republicana podría llevar a aumentos aún mayores en el gasto en defensa.
Farma, banca, inmobiliaria: son sectores con mucho peso de su negocio en EE.UU. y vía reducción de impuestos se beneficiarían relativamente más que otros.
Por el contrario, una victoria demócrata podría favorecer a los sectores alineados con políticas progresistas:
Energía renovable: una administración demócrata priorizará las iniciativas contra el cambio climático (lnflation Reduction Act), lo que llevará a un aumento en las inversiones en energía renovable y tecnologías relacionadas con estas.
Infraestructuras: la inversión en infraestructuras relacionadas con la transición energética y con salud deberían tener un impulso bajo mandato demócrata.
Tecnología: aunque ambos partidos apoyan el avance tecnológico, una administración demócrata podría impulsar nuevas regulaciones que beneficien a las empresas tecnológicas con un enfoque en la responsabilidad social y la privacidad de los datos.
En el mercado de deuda soberana, una victoria demócrata parcial podría llevar a menores tasas de interés debido a la incertidumbre y crecimiento económico más lento. Sin embargo, una victoria republicana, con políticas fiscalmente expansivas, podría aumentar las tasas de interés debido a las expectativas de una mayor inflación y las tensiones geopolíticas.
El resultado de las elecciones tendrá un impacto significativo en el dólar. Una victoria republicana, con control tanto de la presidencia como del Congreso, se espera que fortalezca el dólar debido a la expansión fiscal. Una victoria demócrata total podría tener implicaciones mixtas, con posibles restricciones fiscales compensadas por el apoyo a la independencia de la Reserva Federal. Un gobierno dividido tendría efectos limitados, pero una presidencia de Kamala con un Congreso dividido podría ser negativa para el dólar por la incertidumbre política.
En conclusión, las próximas elecciones presentan unos complejos desafíos e incertidumbres que impactarán significativamente al mercado global tanto de renta fija como variable, afectando a determinados sectores mayormente, y al mercado de divisas. El electorado profundamente dividido, los potenciales diferentes resultados y las diversas implicaciones de estos crean un entorno volátil en el mes de noviembre. En última instancia, la capacidad de los mercados para navegar estas complejidades dependerá de la claridad de la dirección política y de la capacidad de respuesta de la Reserva Federal ante las condiciones económicas.
Tribuna de Jorge Borbón, analista de Ibercaja Gestión
El patrimonio global en alternativos podría alcanzar los 29,2 billones de dólares en 2029, casi el doble que los 16,8 billones al cierre de 2023. Hay capital en el mercado, que podría virar desde los productos monetarios hacia los alternativos en busca de mejores rentabilidades. La democratización de este tipo de inversión sigue en la mente de las gestoras, que insisten en la necesidad de una educación financiera de calidad.
La inversión en activos alternativos va camino de vivir una época de despegue a nivel mundial. El patrimonio global en alternativos podría alcanzar los 29,2 billones de dólares en 2029, casi el doble que los 16,8 billones al cierre de 2023, según las estimaciones de Preqin. Una tendencia imparable en todo el mundo de la que muy probablemente tampoco escapará el mercado español.
Así lo cree Estel Sardà Espuga, gestora de activos alternativos en Creand Crèdit Andorrà, que opina que “se presentan perspectivas optimistas”. La experta justifica esta visión por la vuelta a niveles prepandemia en cuanto a captación de fondos, que está previsto que “siga acelerándose en los próximos meses dado el capital disponible que hay en el mercado”, lo que, a su vez, “crea un ambiente favorable para nuevas inversiones”. Como complemento, está el hecho de que la incertidumbre del contexto eco- nómico actual hace que sea primor- dial descorrelacionar las carteras, según la experta, y “aumentar la di- versificación del riesgo” de las mismas. “Esto, sumado a la previsión de las bajadas de tipos de interés, contribuyen a los vientos de cola para los activos alternativos”, sentencia.
En líneas similares se expresa Javier Martínez, responsable de inversiones alternativas de Tressis, que considera que el nuevo escenario de bajadas de tipos de interés que se está produciendo, junto con el control de la inflación y la estabilización del coste del capital “deberían favorecer la recuperación de la actividad empresarial y de M&A y actuar como principales motores en la trayectoria a medio plazo de los activos alternativos”. El experto no duda en citar a una recuperación y repunte del ritmo de captación de fondos como los factores van a influir de forma determinante en el crecimiento de estos activos.
Para Ignacio Fuertes, director de Inversiones de Miraltabank, los mercados alternativos, “y en especial los de direct lending”, van a jugar un papel clave durante los próximos meses y años, sobre todo en Europa. El experto justifica que las fuertes necesidades de capital y financiación, tanto pública como privada, necesarias para acometer las inversiones que requiere la descarbonización de la economía mundial y el rearme de Europa, a las que se suman las recomendaciones del reciente “informe Draghi”, va a demandar unos mercados de capitales más sólidos y competitivos. “Para ello, y dadas los cada vez mayores requerimientos de capital y liquidez a la banca, es necesario una mayor participación de lo que actualmente se denomina el “shadow banking”. Por estas necesidades y cada vez un mayor protagonismo, entidades como el ECB y el BIS están poniendo el foco en plataformas de crédito, fondos, compañías de seguros, family offices y hedge funds, entre otros”, explica Fuertes.
No en vano, José Cloquell Martín, director de Inversiones Ilíquidas de Diaphanum, opina que en la medida en que no parece probable que nos enfrentemos a una gran recesión, “las decisiones de política monetaria van a ser determinantes” y detalla que, en ausencia de subidas de tipos y, en todo caso, con bajadas moderadas, “debería reactivarse el flujo de transacciones corporativas -y con ello tanto la deuda privada como el private equity- y de activos reales -infraestructuras e inmobiliario-, así como las desinversiones de los fondos de activos privados y, por lo tanto, un ambiente más fácil para la captación de fondos”.
Además de factores de mercado, otros puntos intrínsecos de la propia industria apoyan este crecimiento que, a juicio de Arturo Santolaya, socio del área de alternativos de Abante, “es ya una realidad a nivel inversor”. El experto explica que las buenas perspectivas del sector también pueden justificarse por una mayor accesibilidad respecto años atrás y por, en cierta medida, un cambio en la mentalidad del propio inversor, ya que “se está acostumbrando rápidamente a las particularidades de los alternativos”, como son el largo plazo, la iliquidez, etcétera.
De hecho, Alberto Romero, analista de Mercados Privados en atl Capital, reconoce que “ahora es el turno de los minoristas, los cuales entienden cada vez mejor el producto y son conscientes de sus beneficios”, toda vez que la parte institucional (endowments, family offices, fondos soberanos) han sido los responsables del primer tirón de este tipo de activos, ya que lleva invirtiendo en ellos desde hace años, con porcentajes en alternativos que representan “entre un 20% y un 30% de sus carteras”. Incluso, va más allá al asegurar que la democratización de los activos privados es el factor que más puede influir en su crecimiento. “Anteriormente esta clase de activos solo estaba disponible para inversores institucionales, pero actualmente los minoristas también pueden acceder a ellos, lo que hace que el potencial sea enorme”. Santolaya sentencia que “sin duda” los activos alternativos “serán protagonistas en las carteras de inversión para los próximos años”.
Peso en las carteras
Si hay algo en lo que coinciden los profesionales de la inversión es que el peso de los activos alternativos en las carteras debe fijarse en función del perfil del inversor. Tanto por su capacidad de tolerar riesgo como por las necesidades de liquidez que tenga en mente, entre otros factores. Entre ellos está Santolaya, que afirma que cualquier cartera de inversión debe construirse en función de las circunstancias particulares de cada inversor -perfil de riesgo, horizonte temporal, necesidades de liquidez, estructura patrimonial, grado de diversificación, etcétera-. En el caso de los alternativos, “la necesidad de analizar para qué invierte el cliente es aún mayor debido a las propias características del activo, es decir, las restricciones de liquidez, los plazos largos de inversión, unos tickets medios elevados… “El peso en cartera de esta tipología de activo deberá estar en consonancia con los objetivos financieros y personales de cada inversor”, sentencia el experto.
Para Guillermo Santos, socio de iCapital AF, la clave para ajustar el peso de los alternativos en las carteras es el tamaño de la misma, “pues estos activos suelen ser ilíquidos durante un periodo de entre ocho y doce años, aunque en el ínterin comiencen a devolver parcialmente lo invertido”. Por eso, para carteras entre uno y cinco millones de euros “un 5%- 10% de alternativos en cartera es razonable”. Para importes de entre cinco y 20 millones de euros, entre el 10% y 20% de la cartera sería lo adecuado, según Santos. Y, para carteras de mayor tamaño, “posiciones superiores al 20% son más que convenientes, pudiendo alcanzar un 30%”. El experto explica que no hay que olvidar que el elemento de diversificación que estos activos proporcionan “es muy relevante, pues atemperan la ciclicidad de la economía y sus negativos efectos en la valoración del conjunto de una cartera de inversión”.
Sin embargo, Romero cree que el peso ideal es de un mínimo del 10% de la cartera, “independientemente del perfil del cliente”. El experto de atl Capital justifica esta afirmación aseverando que, con ello, “la rentabilidad-riesgo se verá notablemente mejorada, debido a los mayores re- tornos del asset class y su menor volatilidad”, a lo que suma la baja correlación de los activos privados con los mercados tradicionales, “lo que puede ayudar a diversificar el riesgo”.
Por su parte, Martínez considera un peso de entre el 15% y el 30% como el “óptimo”, dentro de una cartera global diversificada por asset class y geografía. “Dentro de nuestro know- how en la estructuración de asset allocation, es la asignación media que promovemos en los mandatos de single family office, puesto que supone una fuente de retorno y descorrelación imprescindible en cualquier cartera”.
Deuda privada y private equity, las opciones favoritas
Una vez determinado el porcentaje que deben representar los alternativos en las carteras, queda responder a la pregunta de cuáles presentan las mejores oportunidades. La deuda privada y el private equity son los activos privados por excelencia y, en ambos casos, hay opciones en las que sacar notables rentabilidades. Es lo que opina Martínez, que ve atractivo en ambos casos, pero sí resalta algunas subclases de activo donde ve una oportunidad “diferencial”.
Dentro de private equity, el experto de Tressis ve más oportunidades en los activos de secundarios. “El re-equilibrio dentro de las carteras de los inversores, la falta de liquidez y distribución, junto a la búsqueda de una diversificación real, la necesidad de dar salida a los inversores y mitigar el efecto de la curva J, hacen de este activo un componente esencial en las carteras de nuestros clientes”, asegura. También percibe oportunidades en el segmento de “special situations”. En este punto, Martínez argumenta que el contexto económico favorece de manera natural la estrategia de “deal-flow”, que se centra en casos de compañías complejas con la necesidad de reestructuración. “El ciclo económico de los últimos 10 años ha creado un desequilibrio entre la oferta y la demanda”, sentencia.
En lo que a deuda privada se refiere, Martínez se decanta por la deuda mezzanine: las tasas de impago -que deberían aumentar mecánicamente bajo el doble impacto de las subidas de los tipos de interés y un nivel récord de empresas con necesidades de refinanciación entre 2024 y 2026- conforman la “combinación perfecta” para el auge de esta subclase de activo. Asimismo, otorga preferencia “a los actores capaces de proporcionar liquidez rápidamente y en volumen”.
Desde Miraltabank, Fuertes no duda en apuntar a la deuda privada colateralizada como el segmento con mejores perspectivas de crecimiento de negocio. “Aparte de ofrecer retornos similares a los de la renta variable, te pone en un lugar privilegiado ante la nueva ley concursal, en posibles procesos de restructuración y su formación de clases”, explica, y añade que estos fondos “van a ayudar a financiar las ingentes necesidades de capex que el sector privado va a tener que acometer para adaptarse a las nuevas normativas en materia de sostenibilidad”.
No en vano, Romero es consciente de que la deuda privada “es el activo con más perspectiva de crecimiento” como consecuencia del escenario en el que nos encontramos. Señala que es el activo que más dinero ha levantado este año y está marcando tendencia actualmente “por sus atractivas rentabilidades respecto al riesgo asumido, siendo una clase de activo más conservadora que el private equity”. Esta tendencia, a juicio de Romero, “parece que ha llegado para quedarse debido a la flexibilidad que les da a las empresas financiarse a través de estos fondos en lugar de con los bancos tradicionales”.
Santos, por su parte, se decanta “ahora mismo” por el private debt, el private equity real estate y las infraestructuras, todos beneficiados por el ciclo bajista de tipos de interés, ya que implica menores costes de financiación, mayor en atractivo sobre inversiones monetarias y dotan a las carteras de un componente anticíclico. También ve nichos de mercado atractivos, “como es el de secundarios de private equity vía fondos de inversión, “cuya valoración ha caído y presenta precios de entrada muy atractivos”.
Poniendo la lupa para detectar más oportunidades
Santolaya también ve oportunidades en ciertos segmentos del private equity, que, aunque “también tiene sus ciclos y siempre hay oportunidades dentro de cualquier estrategia, actualmente hay algunas que pueden tener mayor protagonismo que otras”. En este punto, el experto cita al mercado secundario de private equity: las demoras en las distribuciones, la necesidad de liquidez de los gestores y los fondos de continuación son, sin duda, una buena opción para construir cartera a buenos precios y plazos menores, a juicio de Santolaya. También ve con buenos ojos al venture capital, aunque aquí matiza que “con mucha prudencia”. El experto admite que ha sufrido correcciones en precio muy relevantes y que compañías que ya eran buenas hace tres años, “ahora están a unos precios incluso mejores”. También aclara que las compañías que estaban bien capitalizadas “tienen una muy buena oportunidad de crecer y, si se tranquiliza el entorno, tendrán opciones de obtener financiación adicional para su crecimiento”.
Sardà Espuga, mientras tanto, destaca los fondos de private equity pequeños y medianos y las coinversiones. “Los primeros, se están beneficiando de las oportunidades que se han creado tras la pandemia, comprando con descuentos en las valoraciones y del dry powder que se concentra en los grandes fondos de buyouts cuando se trata de vender, mientras que los segundos están aprovechando la falta de capital derivada de la menor concesión de crédito por parte de los bancos”. Eso sí, es consciente de que cuando los tipos de interés bajen, será bueno para la mayoría de las tipologías, “con lo cual ahora podremos encontrar oportunidades en casi todos los sectores y estrategias”. También menciona a los fondos de secundarios por su mayor capacidad para aprovechar las ineficiencias que se han generado en el mercado los últimos meses: “El inversor busca maximizar retornos disminuyendo el periodo de inversión y justamente esta tipología es ideal en este momento”,
sentencia.
Asimismo, Cloquell apunta que la deuda privada, en términos relativos, continuará asistiendo a crecimientos relevantes “pues las necesidades de financiación no tradicional son cada vez mayores, y las restricciones regulatorias para que las entidades bancarias sean activas financiando dichas necesidades son difíciles de salvar”. Eso sí, reclama una regulación y vehiculización en España que no penalice las inversiones en deuda privada, frente al muy favorable tratamiento del private equity.
Foto cedidaJavier Martín, Managing Partner y CIO (izquierda) junto a Fernando Cifuentes, Managing Partner y CEO de Silver Alpha AM.
Alpha Capital AM lleva pocos meses de andadura, pero cuenta con proyectos para crecer. El más relevante es el lanzamiento, en los próximos meses, de un proyecto de venture capital, que está en proceso de constitución. Se llevará a cabo de la mano de un socio estadounidense y se dedicará a invertir en startups americanas especializadas en tecnología. Un proyecto que conllevará la incorporación del equipo un gestión especializado para esta área.
Será uno de los dos proyectos de la firma liderada por Fernando Cifuentes, Managing Partner y CEO, y Javier Martín, Managing Partner y CIO, ya que también esperan lanzar un tercer fondo líquido, el SA Optima Mixto FI, que invertirá al menos el 70% del patrimonio en renta fija y hasta un 30% en compañías cotizadas con un elevado potencial de revalorización. Se trata de un producto destinado al inversor conservador.
Este fondo se sumaría a los dos fondos que ya tiene en marcha la firma: Silver Alpha Vision Equities FI -es su fondo con mayor track record e invierte en renta variable global bajo la filosofía del quality investing- y SA Optima Global FI -un vehículo de renta variable global que combina la inversión directa en acciones y en ETFs-.
Silver Alpha también cuenta con dos mandatos para gestionar vehículos en formato sicav y ofrece el formato multi family office para patrimonios complejos o que demanden soluciones de inversión a medida.
La firma cuenta con activos bajo gestión por 180 millones de euros, de los cuales, unos 140 millones corresponden a los fondos líquidos. El equipo está compuesto por nueve personas, pero cerrará el año con 10 profesionales, que dan servicio a un total de 3.000 clientes, que presentan un perfil predominantemente minorista.
A medida que se acercan laselecciones presidenciales en Estados Unidos, el resto del mundo guarda silencio y observa de cerca el impacto que el resultado tendrá en políticas clave, especialmente en temas relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad.
Las decisiones que tome el próximo inquilino de la Casa Blanca tendrán repercusiones significativas en la lucha global contra el calentamiento global, la transición energética y el desarrollo sostenible. Es más, la sostenibilidad se ha convertido en un eje central de los debates políticos de Estados Unidos y las posturas de los principales candidatos varían considerablemente.
A pesar de que Estados Unidos supone el 20% de las emisiones globales, por lo que efecto de las futuras políticas fuera de sus fronteras es más que evidente, la preocupación también se lee en clave local. “A partir de la pandemia, cabe destacar que ha habido una fuerte inversión en el desarrollo de energías renovables en el país americano, con lo esto supone para el propio sector de la energía, pero también con las consecuencias asociadas a la fuerte creación de empleo en zonas rurales, que se estaba dando hasta ahora por dichas inversiones”, explica Charles Castro, profesor del Máster en Sostenibilidad Corporativa de EALDE Business School.
Este experto destaca, además, que “este escenario va a ser alterado sin duda por las elecciones, ya que el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, está amenazando con ralentizar estas inversiones, por lo que existe cierta preocupación sobre cómo el resultado de estos comicios va a afectar realmente al sistema energético estadounidense”.
Lo cierto es que, en un momento en que los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, la demanda pública por una acción decidida sobre el cambio climático está en su punto más alto. Las elecciones de 2024 no solo determinarán el futuro económico y político de Estados Unidos, sino también su liderazgo en la acción climática global.
El rol de Estados Unidos como una de las principales economías del mundo implica que cualquier cambio en su política ambiental afectará directamente a los mercados internacionales y a las estrategias climáticas globales.
“El coste de la energía en Europa es tres veces mayor que el coste en Estados Unidos, por lo que las políticas ligadas a la sostenibilidad del Viejo Continente están vinculadas a las denominadas proteccionistas. Es decir, si Europa tiene que producir a un mayor coste, porque no está preparada para producir sólo con energía renovable, está obligada a proteger a sus ciudadanos de producciones externas más baratas”, mantiene Sergi Simón, coordinador de los programas de gestión de riesgos y sostenibilidad de EALDE Business School.
En este sentido, Sergi Simón sostiene que “las políticas estadounidenses a favor de no descarbonizarse harán que la primera economía mundial siga manteniendo sus precios bajos, por lo que la competitividad del Viejo Continente se verá resentida. De hecho, existe un Informe tipo Draghi en el que se manifiesta que debemos cambiar esta situación”.
El coordinador de los programas de gestión de riesgos y sostenibilidad de EALDE Business School explica que no cree que vaya a funcionar un sistema de proteccionismo basado en aranceles: “Un ejemplo de ello es que Estados Unidos ha arancelado el 100% del coste de los coches eléctricos chinos. China produce más barato, contaminando más, a lo que Estados Unidos ha respondido que, si el gigante asiático quiere vender dentro sus fronteras y para proteger a sus trabajadores, debe aplicarles un arancel del 100% del precio. En Europa puede pasar algo parecido, pero primero mirará que signo político toma Estados Unidos, para meter más presión al proteccionismo dentro de sus fronteras o para relajarlo, porque la amenaza competitiva norteamericana no será tanta”.
Bankinter completa la oferta de fondos perfilados denominados “Premium” con el nuevo fondo Bankinter Premium Renta Fija Largo Plazo. El nuevo producto, diseñado y gestionado por Bankinter Gestión de Activos, está pensado para diversos tipos de inversor, pero siempre de perfil conservador.
Como ejemplos, el banco lo pondrá a disposición de inversores que quieren alargar el plazo de sus inversiones en renta fija, es decir, las compuestas principalmente por títulos de deuda emitidos en el mercado por parte de empresas (deuda privada) y de Estados (deuda pública). Pero también de inversores dispuestos a asumir un mayor riesgo de duración de la inversión, o de aquellos que quieren empezar a desplazar posiciones de fondos monetarios y de renta fija a corto plazo hacia renta fija a medio/largo plazo.
Además, también será una opción para los que buscan inversiones ligadas a los criterios ASG (ambiental, social y de gobernanza), ya que el fondo sigue los parámetros marcados por el artículo 8 del Reglamento europeo 2019/2088.
El fondo Bankinter Premium Renta Fija, que se lanzó hace aproximadamente un año, más centrado en el corto/medio plazo, ha sido un éxito de comercialización entre los clientes del banco y ahora emerge esta alternativa con un horizonte inversor más prolongado, de más de tres años.
El nuevo producto aspira a ofrecer la oportunidad de tomar posiciones ante un cambio de ciclo de los tipos de interés, en una coyuntura en la que las rentabilidades a largo plazo vuelven a ser más altas que las de corto plazo.
Este fondo invertirá en una amplia gama de activos de renta fija pública y privada, con flexibilidad en divisas, sectores y calidades crediticias. Es de gestión activa y su estrategia busca maximizar las oportunidades en mercados de renta fija internacionales, principalmente en países de la OCDE, con un foco más amplio en Europa. Hasta el 10% de la exposición de la cartera podrá estar en mercados emergentes.
La gama Premium que posee Bankinter se amplía ahora a siete fondos adaptados a los diferentes perfiles de inversor: renta fija, renta fija largo plazo, defensivo, conservador, moderado, dinámico y agresivo.
GVC Gaescoexpondrá en un webinar cómo se aplica el Machine Learning, una herramienta clave de la inteligencia artificial, en la gestión cuantitativa de los fondos de inversión en el grupo financiero, así como qué fondos concretos hacen uso de este tipo de estrategias basadas en modelos matemáticos estadísticos y algoritmos que facilitan la toma de decisiones en materia de inversión.
En el evento participarán Jaume Puig, CEO & CIO GVC Gaesco Gestión; Jaume Masoliver, catedrático Emérito Facultat de Física de la Universidad de Barcelona; Joan Manel Hernández, profesor Facultat de Física de la Universidad de Barcelona; Miquel Montero, profesor de la Facultat de Física de la Universidad de Barcelona; Anna Batlle, física; Enric Amado, matemático; y Xavier Cebrián, economista.
Los interesados en el webinar, que tendrá lugar el 7 de noviembre de 17:30 a 18:45 horas, podrán registrarse a partir del siguiente enlace.
El Consejo de Administración de CaixaBank ha aceptado la renuncia de José Ignacio Goirigolzarri como presidente de la entidad, con efecto a partir del 1 de enero de 2025. A partir de esa fecha, Tomás Muniesa asumirá el cargo de presidente no ejecutivo de CaixaBank. Según explica la entidad, José Ignacio Goirigolzarri se desvincula voluntariamente también de las responsabilidades que ocupaba en el Grupo CaixaBank. Y matizan que Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad desde junio de 2014, se mantiene como primer ejecutivo de CaixaBank, con reporte directo al Consejo de Administración, y presidiendo a su vez el Comité de Dirección.
El Consejo de Administración de CaixaBank ha valorado como “enormemente positiva” la gestión llevada a cabo por José Ignacio Goirigolzarri, y ha destacado su “contribución fundamental en el ejemplar y exitoso proceso de integración de Bankia”. Por su parte, Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha agradecido “el gran compromiso y dedicación de José Ignacio” y ha destacado “la enorme complicidad profesional y personal que han mantenido durante estos años”.
Por su parte, Goirigolzarri ha tenido también palabras de agradecimiento para el Consejo de Administración y para todo el equipo de CaixaBank: “Estoy tremendamente agradecido por el excelente trabajo que ha realizado el Consejo para llevar a buen término esta fusión, y en particular, la gestión de Gonzalo Gortázar como consejero delegado. De igual forma, el éxito de la entidad no se entiende sin la labor conjunta de todo el equipo de personas de CaixaBank. Ellos son los artífices de los logros alcanzados en estos últimos cuatro años”.
Tomás Muniesa, nuevo presidente no ejecutivo de CaixaBank
Respecto a Tomás Muniesa, actual vicepresidente de CaixaBank desde abril de 2018, culmina una dilatada trayectoria en la entidad a la que se incorporó en 1976 y donde ha asumido distintas responsabilidades con gran conocimiento del funcionamiento y la cultura del banco, como la dirección de Recursos Humanos, mercado de capitales o la gestión del ALCO. “También destaca su gestión del grupo asegurador como vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de VidaCaixa desde 1997 hasta noviembre de 2018”, afirman desde la entidad.
Tomás Muniesa ha reconocido “la gran aportación de José Ignacio Goirigolzarri durante su etapa como presidente de CaixaBank” y ha señalado que asume la presidencia de la entidad “con una gran ilusión y, también, con una enorme responsabilidad y vocación de servicio”.
Es licenciado en Ciencias Empresariales y Máster en Dirección de Empresas por ESADE, fue nombrado Director General Adjunto en 1992 y en 2011 Director General del Grupo Asegurador. En la actualidad ostenta los cargos de vicepresidente de CaixaBank, VidaCaixa y SegurCaixa Adeslas. Es, además, miembro del Patronato de ESADE Fundación y consejero de Allianz Portugal. Con anterioridad, fue presidente de MEFF (Sociedad Rectora de Productos Derivados), vicepresidente de BME (Bolsas y Mercados Españoles), vicepresidente 2º de UNESPA, consejero y presidente de la Comisión de Auditoría del Consorcio de Compensación de Seguros, consejero de Vithas Sanidad SL y consejero Suplente del Grupo Financiero Inbursa en México.
Trayectoria profesional de Goirigolzarri
Desde la entidad consideran que Goirigolzarri ha sido protagonista de la configuración del sistema bancario moderno español. “Se trata de uno de los directivos con una experiencia más dilatada en el sector bancario español y que ha jugado un papel clave en el enorme proceso de transformación del sector a lo largo de las últimas décadas. En la década de los 90 y comienzo de este siglo, ya siendo, primero, director general de BBV y a partir de 2001 consejero delegado de BBVA, lideró con gran éxito el proceso de internacionalización de la entidad”, destaca el banco en su comunicado.
Tras su salida de BBVA, en mayo de 2012 fue nombrado presidente de Bankia y de su matriz BFA, en la mayor crisis financiera de la historia reciente de nuestro país, que marcó un punto de inflexión en el sector financiero español, y en la que afrontó el reto y la responsabilidad de reestructurar la entidad. En pocos años, Bankia pasó de ser considerada como uno de los mayores problemas del sistema financiero europeo a convertirse en una entidad eficiente, solvente y rentable.
En marzo de 2021, y tras la fusión entre CaixaBank y Bankia, Goirigolzarri fue nombrado presidente de CaixaBank. Tras la exitosa ejecución de la integración de Bankia, CaixaBank ha consolidado su liderazgo como primer banco en España y con una rentabilidad que le ha permitido retribuir de manera recurrente a sus accionistas. De hecho, las acciones de CaixaBank se han multiplicado por tres desde la fusión con Bankia. Tras cuatro años en el cargo y con la finalización del Plan Estratégico 2022-2024 que se definió tras la fusión, Goirigolzarri dejará el banco el 1 de enero de 2025.
El ejecutivo da por terminada su labor en la entidad: “Tras haber finalizado el mayor proceso de integración del sector en España, el banco está en un momento excelente y estoy seguro de que tendrá un gran éxito en el futuro. Y, en este momento en el que CaixaBank inicia una nueva etapa, yo doy por terminado un ciclo que inicié con mi incorporación a Bankia en 2012”.
Las gestoras internacionales también tuvieron voz en el XIV Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por APD, Deloitte e Inverco. Los ponentes ofrecieron su visión acerca de la situación de la industria en España, cómo se presenta el futuro y las recetas para afrontar los mayores desafíos del sector, como la presión en márgenes.
En definitiva, la gestión discrecional de carteras (GDC) se perfila como el pilar de crecimiento, pero también la potenciación de productos para el cliente. Los próximos años verán, probablemente, una transformación de la industria con grandes firmas que operan junto a boutiques de nicho. La tecnología, por otra parte, será otro factor para intentar atraer ahorro no invertido, en un contexto de necesidad de invertir en Europa en aras de potenciar la riqueza de las nuevas generaciones.
Para Gabriel Ximénez de Embún, director general de UBS Wealth Management, el escenario económico central apunta a un aterrizaje suave, con un entorno positivo, que permitirá a los bancos centrales seguir bajando los tipos de interés a medida que los niveles de inflación se vayan acercando a los objetivos de los bancos centrales. Un escenario que le permite atisbar un entorno propicio para la renta fija, pero también para la renta variable a través de la mejora en los beneficios de las compañías. Así, a nivel de productos, espera un trasvase de inversión, puesto que “más del 50% de las suscripciones aún van a productos monetarios y esta tendencia debería cambiar, a medida que vayan bajando los tipos de interés”. Ese cambio en la dirección de los flujos de inversión también salpicaría a los fondos de renta fija, puesto que “la normalización de la curva de tipos favorecerá a los productos de renta fija”, eso sí, ahora con un mayor interés en la gestión activa de esta clase de activo, según Ximénez de Embún. El directivo también ve interesantes en este contexto de mercado los productos perfilados, compatible con un mayor desarrollo de la gestión discrecional de carteras, todo ello “en un entorno de mayor volatilidad”.
Por su parte, Juan Luis García Alejo, director general de Andbank Wealth Management, destacó el “ensanchamiento de la oferta” por parte de la industria y resaltó la importancia de contar con “una paleta de colores amplia en la industria”, con una amplia gama, tanto de productos como de vehículos. Por tanto, es necesario contar con “un montón de soluciones al alcance de la gestión de activos, ya que no tenemos que perder de vista lo que nos pide el cliente”. También citó a los perfilados, producto que “tiene futuro”. Asimismo, valoró positivamente el crecimiento que está experimentando la gestión discrecional de carteras y el asesoramiento. Todo ello son “buenas noticias” para la industria, aunque “con tensiones con el regulador como no puede ser de otra manera”, sometida a la ciclicidad ya a las presiones en precios.
También hubo menciones a la introducción en España de fórmulas que ya funcionan en otros países europeos, para hacer frente a un cliente “anclado al mercado monetario” que le deja “en su zona de confort”, tal y como afirmó Lorenzo Coletti, Head of Iberia de Pictet Asset Management. Aquí, aseguró que el mayor reto lo tienen los distribuidores, porque “al final, trasladar a ese cliente desde la zona de confort a otra de menos confort es muy complicado y lleva tiempo”. En ese sentido, Coletti mira al ámbito internacional para proponer la llegada a España de nuevas fórmulas “que otros países usan mucho, como los planes de acumulación o la inversión periódica, que fideliza a los clientes y que en España no está suficientemente desarrollada”. Su implantación conllevaría, según el experto, “un buen cambio para la industria de gestión de activos”.
Tendencias de negocio de largo plazo
Javier García, director de Desarrollo de Negocio de BlackRock Iberia, miró a más largo plazo al asegurar que “estamos a las puertas de una de las mayores revoluciones”, puesto que hay factores que van a impactar a cinco-diez años vista, como la regulación o la tecnología. Respecto a la cadena de valor, la mayor regulación y la presión en márgenes está llevando a una fase de consolidación en el sector para acceder a otras partes de la cadena de valor, según García. Además, citó que las plataformas de fondos van adquiriendo más protagonismo: el 30% de la distribución de fondos se hacen a través de plataformas y en BlackRock esperan que tendrán un crecimiento del 10%-15% en los próximos cinco o diez años, “por lo que tendrán un papel cada vez más protagonista”.
García también ve cambios futuros en los modelos de negocio. Habría tres: un modelo centralizado, es decir la GDC y asesoramiento, con potencial. García explicó que en Europa estos negocios acaparan el 40% de todos los activos en wealth “porque el Reino Unido y Holanda prohibieron las retrocesiones” hace diez años. En BlackRock, “esperamos que esa tasa aumente hasta el 55%, es decir, supondrá una transferencia de tres billones de dólares hacia este tipo de modelo en la Europa continental”. También habrá crecimiento en los canales de distribución digitales y la planificación financiera será “cada vez más protagonista”, según el experto.
Además, augura que el segmento de asesores financieros independientes, que hoy representa el 20% en Europa, “tendrá más protagonismo”. En la parte de inversiones, “por supuesto, la indexación y los activos privados presentan buenas perspectivas de crecimiento”.
Por su parte, Mariano Arenillas, director general DWS Internacional GMBH Sucursal en España, prevé que a cinco años vista habrá más activos bajo gestión, “lo cual son buenas noticias para el sector”, y va a haber más gestión discrecional de carteras. Pero también quiso hacer hincapié en cómo los clientes están accediendo a las soluciones de inversión. “Estamos trabajando ahora mismo, todas las entidades, en aumentar el contacto digital, en customizar más las carteras; y si tenemos éxito en este aspecto, seguramente se accederá a los productos de inversión de una manera diferente a la actual”. El reto, en este punto, será “cuál es la combinación perfecta entre contacto físico y digital”, de tal manera que, si las firmas logran alcanzar este equilibrio, “todos los actores del mercado contarán con una oferta muy diferenciada a la que tenemos hoy en día”.
Arenillas también se refirió a cómo la digitalización afecta a las diferentes partes de la cadena de valor. En este aspecto, Arenillas intuye cambios en el próximo lustro: “Habrá mayor automatización, la utilización de blockchain será más estandarizada en todos los actores de mercado, los backoffices serán más ligeros… la compresión de los márgenes nos está obligando a ser más eficientes, por lo que la inteligencia artificial tendrá sentido”, aseguró. En tercer lugar, comentó las implicaciones del cambio a una economía más sostenible. Así, afirmó que “en Europa seguiremos profundizando en este aspecto y con la tecnología será posible saber la huella de carbono de sus inversiones, cosa que por ahora no es posible”.
También enfatizó la relevancia que van a ir adquiriendo a lo largo de los próximos años los mercados asiáticos, donde “habrá más inversión, teniendo en cuenta que la población de la zona está creciendo, habrá más ricos y por lo tanto los mercados financieros se van a desarrollar más”. Como consecuencia, “en las carteras encontraremos más activos asiáticos/alternativos”. Arenillas también hizo hincapié en la transformación que necesita Europa. Así, instó a favorecer que los clientes inviertan en ideas que luego reviertan en Europa, “porque si no, podemos tener buenas rentabilidades a nivel individual, pero a las nuevas generaciones las estamos empobreciendo”.
Por eso, el directivo de DWS Internacional GMBH Sucursal en España propone que, desde el mundo de la gestión de activos, “deberíamos formular ideas que inviertan más en Europa para que reinvierta en nosotros”. Por último, recordó que en cinco años, la RIS estará implementada y cerca de la revisión, para realizar una llamada al sector a estar preparados porque “en esa segunda fase le darán la puntilla a los incentivos”.
También se mostró optimista Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management, que afirmó que “las perspectivas son muy buenas, tanto a cinco como a diez años”, aunque detalló que se necesitan cambios, “como toda industria madura”, como por ejemplo, en competitividad, crecimiento, efectividad operativa y productividad. Respecto al crecimiento del sector, hay potencial, según Hurtado de Mendoza y citó “una serie de activos no gestionados, unos 20 billones de euros en Europa” que suponen “una oportunidad enorme”.
De tal manera que si la industria “es capaz de movilizar esos activos que no están gestionados en activos que supongan inversión, sería espectacular” de cara a los próximos años. En cuanto a la efectividad operativa y productividad, “sin duda la tecnología es importante para mejorar”, según la experta.
Sobre la gestión discrecional de carteras (GDC)
Desde UBS Wealth Management, Ximénez de Embún explicó que en la medida en la que van a bajar los tipos de interés es posible ofrecer otros productos y aquí, la GDC es cada vez más importante. “Tiene ventajas indudables y seguirá creciendo a lo largo del tiempo. El cliente es cada vez más consciente de dejarse asesorar, de ponerse en manos de profesionales y para eso está diseñada la gestión de mandatos. Respecto a la democratización, hay muchas diferencias en cuanto a entidades. “En nuestro caso, el objetivo no es hacer la gestión de carteras no va hacia bajar tickets sino poner en valor el servicio y que no sea solo para el cliente mayorista, poner en valor una gestión activa, con cercanía al cliente, en función del volumen de la cartera de cada uno de ellos.
Por su parte, Coletti recuerda desde Pictet Asset Management los datos de Inverco que apuntan a que la GDC creció desde 2028 y junio de 2022, el servicio de gestión discrecional de carteras “es lo que más ha crecido” y que entre junio de 2022 a junio de este año, “el incremento ha sido de 108.000 a 126.000 millones de euros, con una pérdida del 5% de suscriptores”, lo que sugiere, en opinión de Coletti, que si bien existe un efecto mercado, “es verdad que no se han perdido clientes significativamente, por lo que los clientes se sienten cómodos con este servicio”.
Asimismo, apuntó que teniendo en cuenta que la cartera media de GDC son unos 120.000 euros, significa que “ya no es un servicio solo de banca privada de altos patrimonios”. En definitiva, “la GDC ayuda a tener un control de los riesgos y habrá concentración de los proveedores de carteras gestionadas, precisamente, para controlar más los riesgos”, asegura.
El desafío de la presión de los márgenes
La presión sobre los márgenes -más costes administrativos y regulatorios, tecnología…- y es difícil trasladarlos al cliente. Es un desafío que hay que afrontar para la sostenibilidad de la industria. Aquí, García Alejo apuntó que existe una percepción de “cierta comoditización” del servicio que dificulta la posibilidad de trasladar los costes a los precios finales.
Como solución, el experto de Andbank Wealth Management propuso “ensanchar la parte de la oferta” y el uso de la tecnología, que “será un facilitador, ya que permitirá afrontar muchos problemas que ahora no vemos”. Por otro lado, aunque el contexto, según García alejo, “invita a operaciones corporativas y más tamaño”, también cree que “hay hueco para los gestores de nicho”.
Hurtado de Mendoza, asimismo, admite que la presión en márgenes “está ahí”, y que se puede mejorar vía mejora tecnológica. Con todo, y en línea con García alejo, atisba que habrá dos tipos de firmas en el futuro: las “casas que son capaces de tener una oferta grandísima de producto, que trabajan con entidades que son socios y partners y que sean capaces de dar desde activos de menos riesgo a ilíquidos o alternativos y por otro lado, boutiques, que sean excelentes en lo que hacen y aporten al cliente un alfa espectacular por el que se está dispuesto a pagar”.
La aportación de la tecnología
Arenillas, director general DWS Internacional GMBH Sucursal en España, explicó cómo logran que el gasto en tecnología dé resultados. El experto admitió que en su firma están invirtiendo bastante en tecnología y que, aunque algunas de las herramientas que están implantando aún no son capaces de aterrizar eficiencias, sí considera que una parte importante de la inversión regular tiene que ir destinada a tecnología. «Esa inversión debe ser superior a la media histórica», declaró y detalló que, en la firma, «invertimos sobre todo en excelencia operativa, producto y a nivel gestión de carteras».
Asimismo, García, desde BlackRock Iberia, admitió las ventajas y oportunidades que ofrece la tecnología a la industria y se focalizó en el desarrollo de las plataformas, y puso como ejemplo Aladdin, que es sobre la que gestiona los activos de los clientes y es además una línea de negocio que a día de hoy representa el 10% del negocio de BlackRock, cuenta con el 30% de la plantilla de la compañía -en Madrid son 13 personas- y que va creciendo a doble dígito.
Por su parte, Ximénez de Embrún reconoció que la tecnología es una “herramienta super útil” que hace a las entidades más eficientes, pero también puntualizó que el factor humano siempre “estará ahí”, porque el negocio de banca privada es un “negocio basado en la confianza y no es realista pensar que nuestros clientes vayan a confiar en una máquina si no hay nadie al otro lado”.
Además, García Alejo es consciente de que no podemos dejar de contar con la tecnología y se atrevió a prever que en la gestión de activos “a la velocidad a la que se están desarrollando los acontecimientos, va a quedarse obsoletos algunos modelos de gestión”. En este sentido, puso como ejemplo las herramientas tradicionales de econometría: “En un mundo en el que los datos crecen de forma exponencial y que una persona ya no es capaz de saber qué va a hacer el mercado a través de mirar cuatro o cinco informes, sino que necesitas trabajar con cantidades ingentes de datos sugiere que la incorporación de machine learning a la toma de decisiones va a ser muy relevante”. En definitiva, concluyó que será necesaria la presencia de personas en la industria, pero trabajarán con otro tipo de herramientas.
Inversión ESG
Sol Hurtado de Mendoza, respecto a la ESG, recordó que el 35% de los activos en España cumple con algún criterio de sostenibilidad. “Diría que ha habido un boom, en parte obligado por la regulación, que es verdad que ha puesto mucha presión en las gestoras, en los distribuidores y en los banqueros”. Ante la carga de trabajo “bárbara” provocada por la regulación asociada a la ESG, la experta pide “un poco de estabilidad y claridad, que no dé pie a interpretaciones”. En realidad, admitió que ahora “se está volviendo más a la normalidad”, lo que es “sano”. En alternativos, observa flujos de dinero “muy importantes” hacia fondos de impacto y a todo lo que tiene que ver con la descarbonización.
Por su parte, García detecta en las conversaciones con clientes, empresas en las que invierten y con otros stockholders y empresas del ecosistema “interés por la transición energética, un foco que ya era fuerte en esta industria, pero que se ha acrecentado con el covid”. Además, asegura que esta será una de las mayores oportunidades de negocio, ya que “si entre todos llevamos a cabo una transición energética ordenada, el crecimiento mundial aumentará un 25% en los próximos 20 años”.
Inversión alternativa
En cuanto a la visión de Lorenzo Coletti sobre los alternativos, el experto considera que hay que distinguir entre alternativos ilíquidos y líquidos para destacar la relevancia de los primeros. “Son estrategias líquidas que cumplen con la descorrelación de los mercados y la preservación del capital”, aseguró el expert, que también detalló que hay una serie de retos importantes en España en términos educativos, fiscales, tecnología, etéctera, por lo que la inversión alternativa ilíquida “tardará algo más en tener un lugar en la cartera”.
Arenillas, por su parte, valoró positivamente al mundo alternativo como herramienta para desarrollar el mercado de pymes. Así, afirmó que la participación del inversor americano en el tejido productivo del país es del 60%, mientras que Europa está muy por debajo de esa cifra. “Los reguladores son conscientes de que no hay dinero público suficiente para llegar ahí, y la inversión alternativa permite el acceso a ese tejido no cotizado y por lo tanto fundamental”, aseguró. Eso sí, hizo una llamada a la cautela en el proceso de democratización de la inversión alternativos para evitar introducirlos con prisa y que sean un producto estigmatizado como terminaron siendo los hedge funds.
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