Jenny Johnson, President and CEO at Franklin Templeton, courtesy photo. Jenny Johnson, President and CEO at Franklin Templeton
La industria de gestión de activos sigue consolidándose. Hoy se ha confirmado que Franklin Resource (que opera con el nombre comercial de Franklin Templeton) comprará Legg Mason, y pagará por la firma 4.500 millones de dólares, lo que equivale a 50 dólares por acción. El resultado será una firma con gran presencia internacional y con1,5 billones de dólares en activos bajo gestión (1,5 trillones de dólares, según la nomenclatura anglosajona).
La operación también supone que Franklin Templeton asumirá los, aproximadamente, 2.000 millones de dólares de deuda que tiene pendiente Legg Mason. Según explica el comunicado emitido por la entidad, con esta operación Franklin Templeton se consolidará como una de las gestoras internacionales más grandes del planeta, con una potente presencia geográfica y 1,5 billones de dólares en activos bajo gestión.
«La combinación de ambas organizaciones mejorará la presencia de la gestora en áreas geográficas clave y creará una plataforma de inversión expansiva bien equilibrada entre el cliente institucional y el cliente minorista», apunta Franklin Templeton en su comunicado. Este nuevo movimiento se enmarca en el proceso de concentración que vive la industria motivado por la búsqueda de tamaño por parte de las gestoras en un entorno de mercado cada vez más competitivo y que pone una mayor presión sobre sus márgenes.
«Esta es una adquisición histórica para nuestra organización que desbloquea un valor sustancial y oportunidades de crecimiento impulsadas por una mayor escala, diversidad y equilibrio entre las estrategias de inversión, los canales de distribución y geografías», ha destacado Greg Johnson, presidente ejecutivo de la Junta de Franklin Resources
Por su parte, Jenny Johnson, presidenta y consejera delegada de Franklin Templeton, ha declarado: «Esta adquisición añadirá una diferenciación a nuestras actuales estrategias de inversión con una modesta superposición en diversas filiales de clase mundial, equipos de inversión y canales de distribución, aportando un notable liderazgo y fortaleza extra en la parte de renta fija, renta variable y activos alternativos. También ampliaremos nuestras soluciones multiactivo, un área clave de crecimiento para la empresa en medio de la creciente demanda de los clientes de soluciones de inversión integrales y orientadas a los resultados».
Según ha indicado la gestora, con esta compra se abren interesantes oportunidades para “lograr eficiencias mediante la racionalización de la empresa matriz y la optimización de la distribución mundial”. Además, espera lograr un ahorro de costes anual de, aproximadamente, 200 millones de dólares al combinar ambas compañías. “La mayoría de los ahorros se realizarán en el plazo de un año, y la idea es que las sinergias restantes se materialicen en los próximos uno o dos años”, matiza.
Por ahora, la operación ha sido aprobada unánimemente por los consejos de Franklin Resources y Legg Mason, por lo que todavía está sujeta a las aprobaciones regulatorias pertinentes y por parte de los accionistas de Legg Mason. La firma espera que la operación esté totalmente cerrada en el tercer trimestre de este año.
Desde Bloomberg recuerdan que esta operación llega un año después de que el inversor activista Trian Fund Management se hiciera con el 4,5% de Legg Mason, logrando un puesto en la junta de la gestora y avisando de su intención de dotar de mayor eficiencia al negocio de la entidad. Una eficiencia que en muchos casos pasa por fusiones y adquisiciones entre entidades: el último ejemplo, el protagonizado hace unos días por Jupiter y Merian Global Investors, que se une a las operaciones que hemos visto en los últimos años (Henderson y Janus Capital, Standard Life y Aberdeen, Amundi y Pioneer,… entre otros).
Foto cedidaEl equipo de analistas de GVC Gaesco Valores.. gvc
GVC Gaesco Valores ha completado la renovación de su equipo de análisis con la reciente incorporación de profesionales de destacada trayectoria. La compañía refuerza así un área que cuenta con ocho analistas especializados en diversos sectores y liderada por el director de Análisis de GVC Gaesco Valores, Víctor Peiro. Estos nombramientos tienen como objetivo proseguir en la renovación estratégica emprendida por la compañía en marzo de 2019 con el nombramiento de Enrique García Palacio como nuevo CEO.
En palabras del propio García Palacio, “completar la renovación de nuestro equipo de análisis representa una gran motivación para empezar con las mejores perspectivas el ejercicio 2020. Las nuevas incorporaciones proporcionarán un talento adicional al ya existente y refuerzan nuestro excelente equipo de analistas”.
La última incorporación del consolidado equipo se materializó en enero, cuando se nombró a Marisa Mazo nueva subdirectora de Análisis. Mazo procedía de Bankinter Securities y cuenta con más de 30 años de experiencia en entidades como Ahorro Corporación Financiera, Santander Central Hispano Bolsa, Fortis Bank, Robert Fleming y CPA Touche Ross. El objetivo de su fichaje fue reforzar el departamento de analistas financieros, especialmente en la cobertura del sector bancario.
En los últimos meses de 2019 también se integró Juan Peña como analista financiero senior en los sectores de telecomunicaciones, medios de comunicación y tecnología. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Auditoría y Desarrollo Directivo por ICADE, inició su carrera profesional en Deloitte y Jazztel. Tras su adquisición por parte de Orange, formó parte de los departamentos de Análisis de Mercados, Estrategia y Controlling, este último en París.
También se incorporaron, a mediados de 2019, Jaime Pallarés -para cubrir seguros, viajes y hoteles y Small Caps- y Beatriz Rodríguez, enfocada a la cobertura de compañías del sector distribución, alimentación, farmacéutico y Small and Mid Caps. Pallarés es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por CUNEF y ha trabajado en BNP Paribas Real Estate y en Santander Consumer Finance, en Utrecht, Países Bajos. Rodríguez, por su parte, está graduada en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Autónoma de Madrid y cuenta con experiencia en empresas como BNP Paribas, PwC y Société Générale, en departamentos relacionados con el mundo de los mercados y las finanzas.
Todas estas nuevas incorporaciones se unen al experimentado equipo de GVC Gaesco Valores, que cuenta también con Víctor Peiro, director de Análisis; José Antonio Tamayo, director general de mercado; Iñigo Recio, analista senior especializado en el sector industrial y de materias primas; y Rafael Fernández de Heredia, analista especializado en los sectores de construcción, infraestructuras e inmobiliario.
Pixabay CC0 Public Domain. ESMA publica su consulta pública para evaluar el funcionamiento de la MiFID II y el MiFIR
La Comisión Europea ha publicado su consulta pública para recoger las opiniones y sugerencias de todos los interesados, a fin de evaluar el funcionamiento de la MiFID II y el MiFIR tras dos años de vigencia. Según el análisis que hace finReg360 sobre esta consulta, tras la recopilación de información, la Comisión presentará al Parlamento y al Consejo un informe, junto con una propuesta legislativa de reforma, si fuera necesario.
La consulta pública, en formato de cuestionario, tiene tres secciones y la segunda de ellas, la más extensa, se centra en los aspectos más especializados. Este formato solicita aportaciones de las partes interesadas sobre ámbitos que necesiten ajustes específicos. “Además, la Comisión busca recibir indicaciones sobre cómo deberían priorizarse las distintas cuestiones en una posible reforma de la MiFID II y el MiFIR”, matizan desde finReg360.
Según explica la consultora, en cuanto a la parte más técnica de la consulta, la institución espera recibir respuesta de los estados miembros, las autoridades nacionales competentes y las autoridades europeas de supervisión, las organizaciones de consumidores y los participantes en el mercado (por ejemplo, proveedores de servicios de datos, centros de negociación, empresas de servicios de inversión, gestores de activos, etc.), y las empresas de la UE (por ejemplo, empresas emisoras, grandes o pequeñas, incluidas las no cotizadas, empresas emergentes y de tecnofinanzas, etc.).
Desde finReg360 apuntan que para poder responder a la consulta es necesario inscribir en el registro de transparencia de la UE y cumplimentar el cuestionario online, que estará disponible en todas las lenguas oficiales de la zona euro (salvo la sección 2, la más larga, que solo estará en inglés). En cuanto a las respuestas, podrán remitirse en cualquier idioma y deberán remitirse antes del 20 de abril de 2020.
A modo esquemático, el cuestionario consta de tres secciones:
Sección primera. En general, recoge las opiniones de todos los interesados (incluidos los no especialistas) sobre la experiencia en la aplicación de la MIFID II y el MIFIR. Y, en particular, aglutina las respuestas de las partes interesadas sobre si resulta conveniente una revisión de las dos normas sobre las cuestiones más relevantes.
Sección segunda. Recaba las opiniones de los interesados sobre aspectos más técnicos del actual régimen de la MiFID II y el MiFIR. Y permitirá a la Comisión evaluar el impacto de posibles cambios en la legislación de la UE sobre la base de las propuestas ya presentadas por las partes interesadas en consultas públicas y estudios anteriores. Incluye preguntas sobre: el establecimiento de un proveedor de información consolidada, la protección al inversor, los requisitos de la separación de los pagos por análisis (unbundling of research) y la cobertura del análisis de las pequeñas y medianas empresas, el mercado de derivados en materias primas, las obligaciones de negociación de derivados, los sistemas multilaterales de negociación, el mecanismo de limitación de volúmenes (double volume cap), acceso no discriminatorio al mercado, y digitalización y nuevas tecnologías.
Sección tercera. Invita a los participantes a recoger todos los aspectos no considerados en las secciones anteriores que sugieran a la Comisión tener en cuenta. La sección del cuestionario tiene 6 preguntas; la 2, la más larga, 87, y la 3, una abierta.
Foto cedida. Mercados de EE.UU.: un estreno de década dinámico
2019 fue un año fantástico para los mercados de EE.UU., con rendimientos estelares en (casi) todos los frentes. Ya en 2020, DPAM, la gestora del grupo belga Degroof Petercam, considera que los mercados probablemente mantengan su impulso por el momento, pero podría haber problemas en el horizonte.
La entidad asegura en un documento que las elecciones estadounidenses supondrán una de las mayores fuentes de volatilidad y su resultado será un contribuyente (o detractor) esencial para el rendimiento general del mercado. “Si quieren ganar, los demócratas tendrán que elegir un candidato fuerte para enfrentarse a Trump”, afirma. Si no encuentran a alguien adecuado para estimular a sus votantes, Trump volverá a obtener una ventaja sustancial.
Según DPAM, la sanidad es una de las industrias que se verá directamente afectadas por los comicios. “Medicare para todos” se ha convertido en un tema candente en los debates demócratas. Los más moderados, como Joe Biden y Peter Buttigieg, abogan por mejoras en los costes y simplificaciones del sistema actual, mientras mantienen los vínculos con las aseguradoras privadas. Otros quieren volver a empezar completamente e implementar un sistema para todos.
Este asunto no solo divide considerablemente al Partido Demócrata, sino que también tiene consecuencias para el futuro de las aseguradoras y los proveedores de servicios de salud como Anthem o UnitedHealth Group. Por ello, DPAM pronostica “mucho ruido” en las acciones de salud cuando nos acerquemos a la designación del nominado demócrata a principios de verano y a las elecciones presidenciales en noviembre.
“Aunque 2019 fue un año sorprendente para la mayoría de los sectores, notamos una cierta desaceleración en los industriales”, añade. Tanto la industria de los semiconductores como el sector de la automoción en particular han afrontado ciertos obstáculos. La gestora confía en que el primero mejore en 2020 gracias a unos sólidos fundamentales, pero se muestra pesimista sobre el segundo, ya que no ve ninguna señal importante de recuperación (más bien todo lo contrario).
Al tratarse de una industria cíclica, si el crecimiento general comienza a estancarse, podría suponer un desastre para un sector en dificultades. Además, la mayoría de los principales fabricantes de automóviles se enfrentan actualmente a “una costosa e intensa transición” hacia los vehículos eléctricos (EV). Aunque “prometedores a largo plazo”, DPAM considera que su infraestructura y precio actuales requerirán mejoras sustanciales si los fabricantes quieren comercializarlos con éxito.
“Aun así, como los inversores son tremendamente pesimistas en este sector, también podría generar oportunidades inesperadas. Las perspectivas demasiado negativas podrían ignorar la escasa penetración en el mercado (y las consiguientes oportunidades de crecimiento) en países como India”, asegura. Por ello, se mantiene muy prudente, pero aconseja prestar atención a las acciones infravaloradas.
Las primeras noticias sobre la guerra comercial entre EE.UU. y China parecen ser positivas, después de que ambas partes firmaran un «acuerdo de fase 1» el 15 de enero. “Sin embargo, los inversores son muy conscientes de que esto es más una formalidad”. Para la gestora, ese mini-pacto es un buen primer paso, pero no aborda inmediatamente los temas centrales de la guerra comercial, sino que sienta las bases para futuros acuerdos. En su opinión, la postura de Trump será muy interesante de seguir, ya que tendrá que mezclar cuidadosamente su actitud despiadada con un sentimiento de cooperación.
“Lamentablemente, este sentimiento está ausente en su actitud hacia la UE”, señala al recordar que el presidente de EE.UU. se apresuró a tomar represalias cuando Francia presionó con el impuesto GAFA, que casi exclusivamente se dirige a los gigantes de la tecnología estadounidense. Respondió con amenazas de aranceles sobre los bienes de lujo franceses, como el champán, el queso y los bolsos. “Afortunadamente, parece que se ha evitado una nueva escalada, ya que las autoridades de ambos países se reunieron en Davos y acordaron una tregua en la disputa por los impuestos digitales y ampliar las negociaciones comerciales”.
DPAM todavía espera que los mercados de EE.UU. se desempeñen adecuadamente en 2020. Sin embargo, los inversores probablemente tengan que ser un poco más selectivos, ya que el año ha arrancado con incertidumbres sobre la guerra comercial sin resolver, tensiones geopolíticas y unas elecciones presidenciales cerca. “En consecuencia, los fundamentales de las empresas desempeñarán un papel más importante para proteger a los inversores de una desaceleración comparativa, o de un aumento repentino de la volatilidad”. Por ello, la gestora anima a diversificar entre industrias para minimizar el riesgo sistemático.
En su opinión, los inversores también deberían considerar la actitud de una empresa hacia el ASG. La transición hacia un futuro más sostenible sin duda ejercerá mucha presión en aquellas que no sepan adaptarse, por lo que aboga “firmemente” por compañías “con la mente abierta” que estén dispuestas a aprovechar las oportunidades que ofrece ese cambio.
Otro factor que considera importante a la hora de afrontar las incertidumbres que se avecinan es la política de crecimiento de los dividendos de una empresa. “Consideramos que es una clara señal de su salud, valor y calidad general”, señala DPAM, antes de hacer hincapié en que esa política de dividendos puede diferir de una empresa a otra y de un sector a otro.
Por ejemplo, las industrias más maduras -como la de bebidas- estarían más inclinadas a redistribuir los beneficios a sus accionistas. Mientras, para las industrias en crecimiento -como la biotecnología- podría ser más beneficioso asignar parte de su cash flow a la investigación y el desarrollo. “Independientemente del sector, siempre es importante considerar si el flujo de caja de una empresa se invierte correctamente, ya sea como una inversión en su crecimiento o como un pago de dividendos”, apunta.
Pixabay CC0 Public Domain. El 60% de los altos ejecutivos chinos es escéptico sobre su capacidad para recuperarse de los efectos del coronavirus a medio-largo plazo
Según un nuevo estudio de Bain & Company, el coste de la nueva neumonía por coronavirus superará todos los brotes anteriores. A pesar de que aún es temprano, la experiencia de China con epidemias en los últimos 20 años puede proporcionar una idea de lo que este último brote puede significar para la economía del gigante asiático. Además, la historia proporciona algunas señales que pueden ayudar a las empresas a navegar a través de la crisis y emerger más fuertes y mejor posicionadas.
Entre esas epidemias pasadas (gripe aviar, gripe porcina y SARS), solo el brote de SARS 2002–2003 parece verdaderamente comparable. Hasta ahora, el nuevo coronavirus sería menos mortal para aquellos a los que infecta, con una tasa de mortalidad de 2% a 3% frente a la tasa de SARS de 6,6%. Pero es mucho más contagioso: el coronavirus ya tiene ocho veces el número de casos reportados durante toda la epidemia de SARS, y el número resultante de muertes ahora también es mayor.
Según estima el informe, el impacto económico resultante podría ser severo. “Ambas epidemias desencadenaron acciones de contención a nivel nacional, pero esta vez, el gobierno chino actuó más rápido y con medidas mucho más estrictas, como una cuarentena generalizada, días festivos extendidos a nivel nacional, restricciones a los viajes interprovinciales para unas 20 provincias y controles de transporte local”, apunta.
En términos financieros, “la mayor diferencia entre este brote y el SARS es el tamaño de la economía de China, que fue de 13,74 billones de renminbis en 2003. El SARS redujo el PIB de China en casi un 1% o aproximadamente 100 billones de renminbis. Sin embargo, en 2003, China representaba solo el 4% del PIB mundial”, explica.
Con casi 100 billones de renminbis hoy, la economía de China es siete veces más grande. Constituye más del 16% del PIB mundial y desempeña un papel fundamental en muchas cadenas de suministro mundiales. Aunque es inferior al SARS como porcentaje del PIB de China, las estimaciones actuales del impacto económico del coronavirus requieren una reducción del 0,2% -0,5% en el PIB de China, lo que podría costar tanto como 500 mil millonesde renminbis.
Lecciones del SARS
Según el informe, la experiencia de China con el SARS ha proporcionado un punto de referencia útil sobre qué esperar (y qué puede ser diferente) con este brote de coronavirus, el cual resulta ser más virulento. “Las diferencias entre coronavirus y SARS podrían tener consecuencias económicas más graves. Lo más notable es la tasa de contagio del coronavirus, que se ha exacerbado por el momento del brote durante el Año Nuevo chino, cuando muchos de sus habitantes viajan”, apunta.
El documento destaca que la China de hoy es una potencia de internet y comercio electrónico. Las sólidas redes de entrega fuera de línea pueden ayudar a impulsar el consumo, incluso con millones de chinos en cuarentena o en días festivos extendidos. Muchas de esas mismas personas también pueden seguir trabajando de forma remota, compensando al menos parcialmente las pérdidas de productividad.
“El consumo en online puede incluso ver beneficios a largo plazo como resultado del alto crecimiento y la adquisición acelerada de clientes y la penetración durante la crisis, es decir, si las cadenas de suministro fuera de línea pueden mantener el ritmo y seguir cumpliendo pedidos de productos físicos”, argumenta.
De hecho, aunque el consumo sufrirá el mayor golpe económico, Bain & Company predice que el impacto será mixto por sector: “Si bien lo esencial, es decir, los comestibles, los productos de consumo no discrecionales y los productos farmacéuticos, seguirá siendo fuerte, el consumo fuera de línea sentirá los peores efectos. Transporte, turismo, entretenimiento, minoristas tradicionales, bienes raíces, alimentos y bebidas, productos de consumo discrecionales, automóviles y seguros se verán fuertemente afectados. En Hong Kong, esto exacerbará el desafío para muchos de estos sectores, ya afectados por ocho meses de perturbaciones y disturbios”.
Las vacaciones forzadas y los desafíos de la cadena de suministro tanto para las materias primas como para los productos terminados también causarán una desaceleración a corto plazo en la fabricación, aunque el alcance será diferente entre las industrias. Ante esto, Bain estima signos tempranos que sugieren que la actividad en ciertos productos químicos ha disminuido entre un 15% y un 20% en general, lo que mejora los saldos y diferenciales de oferta y demanda.
“También se estima una disminución a corto plazo en las exportaciones, con un efecto dominó global: las corporaciones multinacionales deberán compensar las brechas en la adquisición y fabricación de China e incluso de proveedores fuera de ésta que dependen de sus productos”, añade en sus conclusiones.
De cara a 2020, el crecimiento económico mundial parece suficientemente sólido para evitar una recesión, pero también parece estar ralentizándose lo suficiente como para llevar a muchos gobiernos a desplegar programas de estímulo fiscal. Si bien la economía estadounidense sigue contando con el respaldo de un consumo sólido y China se está estabilizando con estímulos mínimos, creemos que los ámbitos más atractivos trascienden los habituales: Las oportunidades para 2020 parecen centrarse en regiones como Japón y el Reino Unido, que carecen del favor de los inversores desde hace años.
Estados Unidos: crecimiento lento y estable
El consumo en Estados Unidos goza de buena salud, pues el país genera empleo y los salarios suben con fuerza, en especial, en puestos con salarios menores que deben ocuparse a escala local, por ejemplo, en los ámbitos del ocio, la atención sanitaria y la asistencia social. Los hogares, que en la actualidad poseen más acciones de compañías cotizadas que nunca por los bajos tipos de interés que ofrecen los bancos, también están experimentando un efecto patrimonial positivo por la fuerte alza del S&P500 durante 2019.
La demanda de viviendas también está repuntando. Al descender los tipos de las hipotecas a 30 años más de 100 puntos básicos (pb) en los últimos 12 meses, la demanda de dichos préstamos ha crecido significativamente (Gráfico 1). Cuando se compra una casa, también se adquieren muebles y demás bienes y servicios conexos, lo cual refuerza en mayor medida el consumo y el crecimiento.
El eslabón más débil en Estados Unidos ha sido la inversión en inmovilizado, lastrada por la incertidumbre relativa a la cuestión de los aranceles y demás obstáculos idiosincráticos. Sin embargo, de cara a 2020, percibimos diversos factores que podrían rebajar estas presiones:
Las inversiones relacionadas con el petróleo cayeron por el debilitamiento de los precios en 2018. Al cierre de 2019, pensábamos que los precios del petróleo se habían estabilizado, por lo que debería reducirse el peso que este factor ejerce sobre la economía. Se trata de un elemento aparte con respecto a las presiones al alza sobre los precios del petróleo derivadas de las tensiones geopolíticas a comienzos de 2020.
La inversión en bienes de equipo se paralizó por el desplome de las inversiones en aeronaves, después de que dos accidentes con aviones Boeing 737 Max conllevaran una paralización de la producción. Es de esperar que la estabilización de la inversión en aeronaves devuelva el conjunto de las inversiones en bienes de equipo a terreno positivo.
La inversión en propiedad intelectual está saliendo bien parada del alza en el segmento tecnológico de la economía.
Al combinar estas observaciones con la madurez del capital social estadounidense y las dotaciones temporales que todavía pueden utilizarse para consignar plenamente como gasto las inversiones en inmovilizado a corto plazo, auguramos que la inversión no residencial permanecerá constante o aumentará moderadamente en 2020. Es probable que el último componente del PIB estadounidense, el gasto público, permanezca relativamente plano, aumentando las partidas de defensa.
El efecto neto de estos factores es un crecimiento positivo, si bien lento, de Estados Unidos. Nuestro modelo, que se remonta a 2004, nos indica un supuesto de referencia de crecimiento de los BPA en 2020 del 5,5% (Gráfico 2). La estimación se basa en una previsión de crecimiento del PIB del 2,1% y de crecimiento de las recompras de acciones del 3,5%. Se desvía significativamente de las estimaciones de consenso sobre crecimiento de los BPA, del 9,8%. Incluso nuestro supuesto alcista indica un crecimiento de los BPA de tan solo el 8,0%. Esta discrepancia sugiere una importante decepción entre los inversores que esperan que el crecimiento de los beneficios vaya en línea con las estimaciones de consenso que descuentan las ratios actuales de precio-beneficios.
China: control de los estímulos para mantener la estabilidad
Si bien la ralentización de China indica la necesidad de adoptar estímulos, la política de su gobierno se ha centrado en pasar de inversiones indiscriminadas a un crecimiento de mayor calidad.
Con el fin de equilibrar estos factores contrapuestos, es posible que China continúe aplicando estímulos controlados que permitan que la economía siga creciendo a un ritmo moderado, pero no mucho más rápidamente.
En noviembre, el Banco Popular de China rebajó inesperadamente 5 pb el tipo de los mecanismos de crédito a un año (medio plazo), lanzó una repo inversa de siete días con la que rebajó su tipo al 2,5% por primera vez desde 2015 y posteriormente redujo sus tipos de préstamo a uno y cinco años. En enero, dicho banco central prosiguió con sus estímulos inyectando 115.000 millones de USD en el sistema financiero del país (1). Prevemos que el Banco Popular de China mantendrá su cauta moderación monetaria.
En términos fiscales, dos años de desapalancamiento del sector público han brindado a China margen para incrementar los estímulos y posteriormente establecer una cuota razonable de emisión de bonos, lo cual le otorga las herramientas necesarias para mantener el crecimiento. Sin embargo, ante la mejora de los datos de PMI, la aceleración del sector de servicios y que la actividad manufacturera se expandiera en noviembre a su ritmo más rápido en tres años, el gobierno chino parece menos preocupado por que el crecimiento económico sea inferior al 6%.Asimismo, las tensiones comerciales han comenzado a moderarse, tal y como pone de manifiesto el repunte de las importaciones chinas en los últimos meses (Gráfico 3). Por tanto, en definitiva, es probable que solo asistamos a estímulos fiscales específicos acompañados por más reformas estructurales.
Resto del mundo: otro viraje hacia la política fiscal (2)
Las expectativas de ralentización del crecimiento en las dos mayores economías están impulsando al fin estímulos fiscales significativos a modo de respuesta, si bien proceden de ámbitos que los inversores podrían no esperar habitualmente:
Japón: estímulos fiscales por valor de 120.000 millones de dólares (en torno al 1,9% del PIB) durante 15 meses
Alemania: en vista de un amplio superávit presupuestario, el nuevo gobierno se está planteando estímulos fiscales por encima del paquete climático, anunciado recientemente, valorado en 60.000 millones de dólares, quese suma al Acuerdo Verde Europeo, que prevé más de 100.000 millones de dólares en inversiones específicas
Reino Unido: planes para adoptar estímulos fiscales de entre el 1,2% y el 2,4% del PIB a partir de 2020 con el fin de contribuir a que la economía se recupere del lastre que ha supuesto la incertidumbre en torno a la salida de la Unión Europea
Corea del Sur: presupuesto más expansivo desde 2008-2009, en torno al 1,9% del PIB
India: estímulos de 20.000 millones de dólares
Esperamos que estos paquetes de estímulos y otros similares impulsen el crecimiento global, incluso en ausencia de actuación de Estados Unidos y China.
Perspectiva: las acciones superan a los bonos…
La estabilización de los datos de manufacturas, la aceleración del crecimiento del crédito, cierto reabastecimiento de existencias en Asia y la moderación de las tensiones comerciales apuntan a fundamentales globales sólidos, con cierto potencial alcista, según el giro de políticas de estímulos monetarios a estímulos fiscales.
La renta variable, en general, parece más atractiva que los bonos. Los tipos de interés se encuentran en niveles tan bajos que parecen descontar una recesión y el posicionamiento en acciones permanece orientado a una evolución bajista. De hecho, las salidas de fondos minoristas de renta variable se encuentran en máximos, por encima de sus niveles de 2008, claro testimonio de percepción negativa (habitualmente, indicador positivo). Es posible que, a medida que comencemos a ver evidencias de crecimiento moderado, repunten las rentabilidades de los bonos, las acciones suban y los inversores roten de bonos a renta variable.
. . . en mercados con precios razonables
A pesar de la solidez de los fundamentales y el sentimiento negativo —lo cual implica la posibilidad de que se produzcan sorpresas positivas—, los inversores en acciones deberían ser cautos. Algunos mercados, incluidos Estados Unidos, India, Taiwán, Corea del Sur, Australia y el mundo en general, muestran valoraciones muy elevadas. Si nos fijamos en las ratios de precio-beneficios de 12 meses de todo el mundo, comprobamos que Estados Unidos se encuentra en el percentil 95, solo superado por Australia.
Como indicamos anteriormente, la ratio de Estados Unidos ilustra una previsión de crecimiento de los beneficios del 9%, que consideramos excesiva.
Otros mercados ofrecen un dato mejor. Numerosas de las regiones que ofrecen precios atractivos llevan tiempo sin contar con el favor de los inversores; es el caso de Europa, América Latina, Reino Unido, China, Europa oriental y, muy especialmente, Japón. El cuadro 4 muestra las implicaciones de nuestro posicionamiento en los principales mercados.
Renta fija: perspectiva negativa para activos de larga duración
Los mercados de renta fija descuentan un crecimiento extremadamente lento, si no una recesión. Creemos que se trata de una reacción exagerada. En vista de que los bancos centrales están alejándose de unas políticas monetarias agresivas y los estímulos fiscales están reforzando el crecimiento, auguramos una presión al alza sobre las rentabilidades, lo cual resulta negativo para los efectos a plazo más largo. Mientras tanto, la probabilidad de mayor inflación en Estados Unidos está aumentando, impulsada por el alza de los salarios y los efectos residuales de las tensiones comerciales.
Nos encontramos infraponderados en deuda soberana de mercados desarrollados; los bonos de alta calidad y duración larga son especialmente vulnerables. Nos encontramos sobreponderados en deuda de mercados emergentes. Dado que es probable que se pronuncie la curva de rentabilidades de Estados Unidos, las divisas de mercados emergentes son asequibles y la duración de la deuda en monedas fuertes es mayor que la duración de su homóloga en moneda local, también preferimos esta última frente a la deuda en monedas fuertes.
El Gráfico 5 muestra por qué.Las ratios de Sherman de estos bonos —la cuantía de ingresos por intereses que se genera con respecto al riesgo de tipos de interés que se asume o el incremento porcentual de los tipos que anularía la rentabilidad— favorecen claramente a la deuda de alta rentabilidad y la deuda soberana de la esfera emergente.
Resumen: Un año para inversores exigentes
La situación de los fundamentales, decentes, pero no excepcionales, todo el mundo apunta a que 2020 será, en general, un año de crecimiento lento, pero sostenido. Sin embargo, la rentabilidad potencial en los diversos mercados difiere en gran medida por las circunstancias únicas de cada uno. Además, la primera semana de 2020 ha demostrado la capacidad de los acontecimientos, que los inversores no pueden prever, de influir en los mercados, elevar la volatilidad y, en el caso del aumento de las tensiones entre Estados Unidos e Irán, disparar los precios del petróleo y la demanda de activos refugio.
Nuestro proceso de inversión nos permite ajustar con flexibilidad nuestra asignación de activos en caso de prever que tales episodios se prolonguen en el tiempo, ya que nuestro objetivo es proteger las carteras de la volatilidad a la baja. También tenemos la opción de fijarnos en la que puede resultar ser volatilidad a corto plazo. En el momento de redactar este texto, mantenemos una exposición prudente a activos de riesgo y una exposición ligeramente más alta al oro, como cobertura frente al riesgo geopolítico, al tiempo que seguimos atentos a la evolución de los acontecimientos. Creemos que, según su atención vuelva a centrarse en los fundamentales subyacentes, los inversores encontrarán oportunidades especialmente atractivas en la renta variable japonesa y su homóloga británica (especialmente, acciones de compañías de mediana capitalización del Reino Unido) frente a la zona euro y Estados Unidos. En el seno de la renta fija, creemos que la deuda en moneda local de mercados emergentes ofrece oportunidades más atractivas que el crédito con grado de inversión y de alta rentabilidad o los bonos de duración larga.
Columna de Andrew Harmstone, es senior portfolio manager en el equipo Global Multi-Asset de Morgan Stanley Investment Management, donde dirige la estrategia Global Balanced Risk Control (GBaR).
Anotaciones:
(1) Fuente: Financial Times 5 de noviembre de 2019 y 2 de enero de 2020
(2) Fuente: Haver, FT, Morgan Stanley Research, MSIM a 6 de diciembre de 2019
(3) Fuente: Bloomberg, diciembre 2019
(4) Fuente: Reuters, 5 de diciembre 2019
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Foto cedida. El gestor de estrategias multiactivos de AllianceBernstein, Morgan Harting.
Uno de los cambios más profundos que han tenido lugar desde la crisis financiera mundial es que los rendimientos de los bonos gubernamentales se han desplomado hasta casi cero en la mayoría de los países. El gestor de estrategias multiactivos de AllianceBernstein, Morgan Harting, advierte de que, como consecuencia de esto, los inversores centrados en obtener ingresos han tenido que afrontar la “verdadera tentación” de pasar de los bonos con grado de inversión al high yield.
“Al hacerlo, están asumiendo más y más riesgos de pérdidas: básicamente, el riesgo de bancarrota”, afirma en un vídeo publicado en la web de la gestora. En su opinión, esta situación debe manejarse “muy cuidadosamente” para diversificar las exposiciones crediticias que uno tiene y también para buscar inversiones de tipo crediticio, como los activos titulizados o las hipotecas, “que pueden proporcionar mayor diversificación”.
Así actúa AllianceBernstein con sus carteras multisectoriales de renta fija global y, según Harting, puede extenderlo a una cartera de multiactivos para incluir la renta variable. Eso sí, teniendo cuidado de no duplicar los mismos tipos de inversiones, los mismos emisores, y conseguir así una mayor diversificación.
“Es importante pensar en el papel que cada tipo de inversión juega en una cartera generadora de ingresos. Así, el crédito puede asumir un gran rol en términos de proporcionar ese rendimiento y esa renta, pero los inversores a menudo pasan por alto las acciones como fuente de ingresos”, señala en el vídeo. De hecho, la renta variable de mayor dividendo puede obtener un rendimiento del 4% o 5% hoy en día, y cuenta con ese potencial de apreciación de capital del que no disfrutan los bonos corporativos.
En ese sentido, indica que hay que tener cuidado con el tipo de acciones que se combinan con los bonos corporativos e insiste en que la diversificación y la gestión del riesgo es fundamental. Por ejemplo, una cartera de deuda corporativa puede concentrarse en un sector concreto, como el de los servicios públicos; y, de manera inadvertida, los inversores en renta variable orientada al rendimiento pueden estar focalizados también en los servicios públicos.
“Así pues, en una combinación multiactivos con gestión integrada de riesgos, te aseguras de que no duplicas los mismos sectores o empresas y, de esa manera, logras una mejor diversificación para reducir el riesgo de pérdidas”, afirma Harting.
En su opinión, los inversores orientados a los ingresos también deben mirar más allá del crédito para encontrar rendimiento. Esto podría llevarlos a activos titulizados o transferencias de riesgo crediticio; pero, a su vez, podría significar dominar las sociedades limitadas, o acciones preferentes, o convertibles. “Cuanto más podamos ampliar el conjunto de oportunidades, más podremos diversificar nuestras fuentes de ingresos y no concentrarnos inadvertidamente en un segmento particular de los mercados de capital, exponiendo la cartera a un mayor riesgo de retiradas”, destaca el gestor.
Por tanto, en una cartera multiactivos, AllianceBernstein se preocupa mucho de gestionar esos riesgos de concentración y de asegurarse de que realmente comprende y diversifica -tanto desde una perspectiva cuantitativa como fundamental- los tipos de riesgos que existen. “Y de que no asumamos concentraciones excesivas”, añade Harting.
Foto cedidaDe izquierda a derecha: Elisa Ricón,. La transposición de la directiva sobre la implicación de los accionistas: oportunidad y reto para las gestoras
La transposición de la Directiva europea 2017/828, conocida como Shareholders’ Rights Directive II, al ordenamiento español está en proceso de tramitación y se espera que su aprobación se acelere en los próximos meses. Esta nueva normativa europea, que responde a los estudios de la Comisión Europea sobre el gobierno corporativo, busca incentivar una actitud de compromiso a largo plazo por parte del inversor institucional en las sociedades cotizadas.
Ana Puente Pérez, subdirectora general de legislación de mercado de valores e instrumentos financieros del Ministerio de Economía y Empresa; Elisa Ricón, directora general de Inverco; y Borja Miranda, director general de Morrow Sodali para Iberia y América Latina, han compartido su visión sobre el anteproyecto de ley que traspone esta directiva y cómo afectará este a las gestoras españolas en un desayuno-coloquio organizado por Evercom.
La política de implicación y la identificación de accionistas destacaron como alguno de los principales objetivos del anteproyecto y aquellos que podrían ser de mayor interés para las gestoras españolas. Respecto al primero, la normativa se centra en el seguimiento del impacto social, ambiental y de buena gobernanza de las sociedades (ESG). Además, anualmente las sociedades gestoras tendrán que informar acerca de qué política de implicación siguen y cómo la aplican.
“Los gestores deberán explicar cómo hacen el seguimiento de determinadas cuestiones de las sociedades en las que invierten como, por ejemplo, estrategia, resultados financieros y no financieros o los factores ESG”, explicó Ana Puente. En lo referente a la identificación de accionistas aseguró que “la directiva busca profundizar en este derecho, reconociendo expresamente cadenas de tenencia de acciones e intentando poner los medios para que la transmisión de información entre la sociedad y el beneficiario final, el accionista último, funcione adecuadamente”.
Ricón, por su parte, se centró en los aspectos del anteproyecto que afectan a las gestoras de fondos de inversión y de pensiones como inversores que han de implicarse en la gestión de las compañías en las que invierten. Por ello, desde Inverco solicitan, en la medida de lo posible, que se flexibilicen los plazos de la aplicación de la normativa. Con respecto a los costes que se deberán asumir para adaptarse al anteproyecto, Ricón añadió que “en España, al tener posiciones tan pequeñas, cuando a las entidades se les imponen obligaciones de implicación a los accionistas, el coste y la dificultad de cumplir con estas es muy elevado”.
La directora general de Inverco también se mostró a favor de que la directiva tenga en cuenta las necesidades del día a día de las gestoras ya que, según ella, “la norma pretende establecer compromisos a largo plazo, pero al mismo tiempo hay que tener en cuenta liquidez diaria”. Este factor podría dificultar el diseño de estrategias a largo plazo.
“Los inversores tienen una responsabilidad de seguimiento de sus compañías y eso significa implicación”, aseguró Borja Miranda que, pese a la inversión en sistemas, personas y recursos que supone el adaptarse a esta nueva legislación, afirmó que también supone una oportunidad para que las gestoras españolas puedan mejorar su posicionamiento de mercado, atraer nuevos clientes y aumentar el control sobre la gestión de la inversión, incorporando criterios no financieros.
“Si las gestoras adoptan todos estos factores como parte de su estrategia, ganarán de cara a posicionarse de forma diferente en el mercado”, concluyó Miranda que invitó a las gestoras a ver el nuevo marco regulatorio como “una oportunidad de dar un paso hacia adelante y cumplir con los más altos estándares internacionales”.
Pixabay CC0 Public Domain. Zebra Capital y Morgan Stanley se unen para lanzar un fondo de renta variable estadounidense
En 2020 los inversores deberán prepararse para el cambio, aseguran Joyce Gordon y Darrell Spence, gestores de Capital Group. Tras un 2019 lleno de sorpresas, “el tiempo dirá qué sorpresas aguardarán a los inversores en 2020, año de elecciones presidenciales en EE.UU.”. No obstante, los expertos abogan por cinco medidas que los inversores pueden tomar para prepararse ante los giros y vuelcos inevitables que fomentarán la volatilidad del mercado.
1. Renta variable estadounidense: los inversores pacientes pueden tener buenos resultados durante los años electorales
La política dominará los titulares en 2020, año de elecciones presidenciales en Estados Unidos. Ahora bien, “cuando se trata de dirigir los mercados, la historia nos recuerda que el resultado de las elecciones no cambia la situación de manera notoria”, advierten desde Capital Group. Si analizamos cada ciclo de elecciones presidenciales desde 1932, los mercados de EE.UU. han mostrado una tendencia constante al alza después de las elecciones. Esto, independientemente de quién ocupe la Casa Blanca, recompensa a los inversores pacientes, según la gestora.
No obstante, los expertos esperan una mayor volatilidad del mercado este año electoral, especialmente durante el desarrollo de las primarias. “Sin embargo, la volatilidad relacionada con las elecciones puede generar oportunidades únicas”, destacan los gestores.
Por ejemplo, las acciones farmacéuticas y de atención administrada han sufrido presión debido a las críticas políticas a los seguros de salud del sector privado. Esto, a su vez, ha dado lugar a algunas valoraciones atractivas de las compañías para auqellos inversores que no consideran inminente una toma del control de sistema nacional de salud por parte del Gobierno. Por ello, desde Capital Group advierten que “puede ser mejor mantener las inversiones que apartarse a un lado”.
2. No todos los pagadores de dividendos son iguales
Mientras que la economía estadounidense se encuentre en fase de ciclo tardío y el rumbo de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China siga sin resolver, el miedo a una recesión se mantendrá entre los inversores. Si bien es probable que no haya una recesión en 2020, desde la gestora subrayan que “nunca es demasiado pronto para prepararse para las aguas embravecidas que se avecinan”.
Frente a esta situación, es posible que muchos inversores opten por un enfoque más defensivo, decantándose por las llamadas inversiones orientadas al valor. Sin embargo, “no todas las inversiones orientadas al valor han actuado a la defensiva durante los últimos períodos de volatilidad del mercado bursátil”, recuerdan los gestores.
Por otro lado, los inversores pueden querer centrarse en las compañías que pagan dividendos ya que históricamente han desempeñado un papel importante para ayudar a mitigar la volatilidad del mercado de valores. No obstante, “no todos los pagadores de dividendos son iguales o sostenibles, por lo que ser selecto es fundamental”, aseguran desde Capital Group.
Utilizando el S&P 500 como ejemplo, entre el 20 de septiembre de 2018 y el 30 de noviembre de 2019, un período de volatilidad relacionada con el mercado, las compañías con calificaciones crediticias superiores al promedio superaron a las que tenían calificaciones más bajas. Además, los pagadores de dividendos con calificaciones crediticias superiores al promedio superaron a aquellos con calificaciones crediticias más bajas y a compañías que pagaban pocos dividendos o que no los pagaban.
Aún así, “es posible encontrar distintos sectores compañías con calificaciones crediticias sólidas que han pagado dividendos significativos como, por ejemplo, distintos sectores compañías con calificaciones crediticias sólidas que han pagado dividendos significativos”, destaca Capital Group.
3. No todas las mejores acciones están en EE. UU.
La renta variable no estadounidense aumentó en 2019, pero ahora ha quedado rezagada del índice S&P 500 ocho veces en la última década. Este control del mercado por parte de Estados Unidos, impulsado por compañías innovadoras de tecnología y asistencia sanitaria, genera la pregunta de si aún tiene sentido mantener la exposición a los mercados bursátiles internacionales. “En realidad, tiene más sentido que nunca si tenemos en cuenta de qué drástica manera ha cambiado el mundo como resultado del libre comercio, las cadenas de suministro mundiales y el rápido crecimiento de las corporaciones multinacionales”, afirma la gestora.
En los últimos 10 años, la mayoría de las 50 acciones principales no eran estadounidenses, a pesar de la mejora generalizada del índice del país. En 2019, 37 de las 50 acciones principales estaban localizadas fuera de Estados Unidos.
“El lugar donde una compañía recibe su correo ya no es un buen indicador del sitio donde hace negocios. El debate sobre las acciones estadounidenses frente a las no estadounidenses tuvo sentido en una época. Pero el mundo ha cambiado, y los inversores también deben cambiar su mentalidad”, remarca Rob Lovelace, gestor de carteras globales.
4. Ante el alto precio de las acciones estadounidenses, conviene buscar otras fuentes de rendimiento
“Los mercados crediticios de EE. UU. han disfrutado de excelentes rendimientos”, destaca el informe de Capital Group. La búsqueda del rendimiento ha puesto los bonos corporativos de grado de inversión y de alto rendimiento en la senda para generar ganancias de dos dígitos en 2019.
Ahora bien, la historia muestra que, con valoraciones en estos niveles, el crédito corporativo ha tendido a retrasarse o a superar solo moderadamente a los bonos del Tesoro de EE. UU. Según Capital, esto sugiere que el crédito corporativo puede ofrecer un potencial de rendimiento “extra” limitado por el riesgo que conlleva para los inversores.
En lugar de proporcionar diversificación, los bonos de baja calidad han tendido a sufrir en medio de mercados de renta variable débiles. Por ello, y después de un avance tan fuerte en el alto rendimiento estadounidense, los inversores podrían tomar en consideración los bonos de los mercados emergentes, recomiendan desde Capital Group. “Aunque pueden ser volátiles, ofrecen un potencial de ingresos similar al alto rendimiento, a menudo con una correlación más baja con la renta variable”, subrayan.
5. Capital Group recomienda: «No permita que la incertidumbre arruine su plan de inversión a largo plazo»
Las caídas repentinas y abruptas del mercado pueden poner nerviosos incluso a los inversores con más experiencia. Además, del mismo modo que algunos inversores tienden a reducir la exposición a la renta variable tras una caída del mercado, otros son reacios a mantener las inversiones en acciones cuando el mercado está en alza porque temen que pueda producirse una corrección.
“No obstante, mantener una cartera bien equilibrada puede ser la mejor opción en cualquier entorno de mercado”, aseguran desde Capital Group. Desde 1999 la mayor disminución interanual en el S&P 500 ha sido del 15% en promedio, pero en 15 de 20 años naturales ha terminado en territorio positivo. En consecuencia, y según los datos de la gestora, una hipotética inversión inicial de 10.000 dólares en el mercado de valores, representado por el S&P 500, habría aumentado hasta un valor final de más de 31.000 dólares a 30 de noviembre de 2019.
“Aunque la volatilidad puede crear inquietud, también puede suponer una mayor oportunidad de inversión para los inversores pacientes a largo plazo”, concluyen.
Foto cedida. Andbank dona 152.000 euros a CRIS contra el cáncer a través de su fondo Sigma Global Sustainable Impact
Andabank dona 151.819 euros a la Fundación CRIS contra el cáncer a través de su fondo SIGMA Global Sustainable Impact (GSI), una vez concluido su primer año. Con una estrategia basada en criterios ESG, el fondo destina el 100% de la comisión de éxito y el 9% de la comisión de gestión a la fundación, dedicada a la financiación de proyectos de investigación para el tratamiento y cura del cáncer.
Sigma Global Sustainable Impact (GSI), domiciliado en Luxemburgo, es un fondo multiactivos de renta variable que busca generar un impacto positivo directo a través de sus inversiones, además de un impacto social destinando parte de la comisión de gestión a financiar proyectos de investigación contra el cáncer.
“Apoyos como el de Andbank nos permiten avanzar en nuestro camino para seguir luchando contra esta enfermedad, ya que la inversión en investigación es la única vía para acabar con el cáncer. La suma recaudada irá dirigida a la nueva Unidad CRIS de Inmuno-Oncología del Hospital 12 de Octubre, pionera en España”, añade Marta Cardona, directora de la Fundación CRIS contra el cáncer.
El fondo cuenta con la máxima calificación en el Morningstar Sustainability Rating. Este rating evalúa la calidad de las compañías incluidas en el fondo en relación con la gestión del riesgo y las oportunidades de inversión responsable en comparación con fondos similares. “El lanzamiento del GSI en 2019 muestra de qué manera estamos integrando en el desarrollo de nuestro negocio los criterios de sostenibilidad, aspecto fundamental en la filosofía de nuestra entidad”, asegura Carlos Aso, CEO de Andbank España.
Como parte del eje de actuación de la estrategia de responsabilidad social corporativa de Andbank, la entidad colabora, además, con la Fundación Fero y el SJD Pediatric Cancer Center en el desarrollo de la investigación contra el cáncer.