Pixabay CC0 Public Domain. DWS dona 100.000 euros a Acción contra el Hambre para luchar contra los efectos del coronavirus
La Federación Belga del Sector Financiero (Febelfin) otorga a los productos de inversión sostenibles y socialmente responsable de Candriam su etiqueta de sostenibilidad. En total, 33 vehículos han recibido este reconocimiento, entre los que se encuentra su oferta de fondos ISR que comprende todas las clases de activos, incluidos bonos high yield y de mercados emergentes.
“Las inversiones de hoy deben demostrar claramente su impacto positivo en el medio ambiente y Candriam quiere desempeñar un papel activo en este desarrollo del mercado. Consideramos que la etiqueta Febelfin es una excelente iniciativa que garantiza la calidad de los productos de inversión sostenibles al tiempo que los hace más accesibles y transparentes para los inversores”, aseguraba Vincent Hamelink, director de Inversiones de Candriam.
Esta calificación busca crear un marco de referencia en el mercado para evitar el lavado ecológico o green washing, mejorar las prácticas del mercado y proporcionar un estándar para los inversores que desean elegir la sostenibilidad. La etiqueta Febelfin pretende “convertirse en el nuevo punto de referencia en el mercado belga para evaluar la calidad de las inversiones sostenibles”, subrayan.
Candriam, que participó en el desarrollo de esta etiqueta, es miembro fundador de los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas y lanzó su primera estrategia ESG en 1996.
Su procedencia, del mundo empresarial y no del mercado, les da una perspectiva única a la hora de analizar compañías, paciencia extra y una experiencia adicional con la que construyen una cartera –un solo vehículo- de compañías muy sólidas en Europa. Una fortaleza que les ha brindado el apoyo de Francisco García Paramés, que se ha convertido en accionista de Equam. Alejandro Muñoz Sanz, socio fundador de la gestora, explica en esta entrevista con Funds Society lo que Equam Capital tiene en común y de diferente con otros inversores value, los lugares donde ahora encuentra oportunidades (Reino Unido y el petróleo) y sus planes de negocio en España, que ahora se ven reforzados con la reciente incorporación de Carmen Fernández para Relación con Inversores.
Venir del mundo empresarial, en vez del mercado, les da una perspectiva única. ¿En qué consiste esa diferenciación?
Equam invierte en sociedades cotizadas al igual que muchos otros fondos, pero lo que creemos que nos hace diferentes es nuestro punto de vista empresarial. Esto quiere decir que estamos acostumbrados a esperar pacientemente, normalmente durante varios años, a que los proyectos de inversión den sus frutos. Para poder esperar con paciencia a su vez es necesario comprender bien los negocios en los que se invierte, la situación de su competencia, sus amenazas y oportunidades, y saber que son sólidos y resistentes. Los socios de Equam hemos invertido en el pasado en proyectos no cotizados, acompañando a los directivos en sus decisiones estratégicas, viendo lo que ha funcionado y lo que no, y por eso creemos que tenemos una experiencia adicional en este tipo de análisis. El resultado es que tenemos una cartera de compañías muy sólidas que con toda probabilidad seguirán ganando dinero durante la próxima década.
¿Ven como un tema fundamental que los gestores y dueños de la firma inviertan en los mismos fondos que venden al inversor?
Si, claro que es fundamental. ¿Qué sentido tiene decirle a alguien dónde tiene que invertir para ganar dinero si no estamos dispuestos a invertir nosotros también?
Cuentan con el apoyo de Francisco García Paramés: ¿cómo se materializa ese apoyo y cómo ayuda a la rentabilidad de la cartera que gestionan?
Estamos encantados de tener a Francisco García Paramés como accionista de nuestro proyecto. Paramés tiene una gran experiencia y un track record excepcional, y su apoyo, especialmente en cuestiones comerciales, es muy importante para nosotros. Dicho esto, es importante resaltar que nuestra cartera se gestiona de forma completamente independiente y, es más, intentamos que se parezca lo menos posible a la suya. Pero su apoyo en cuestiones comerciales sí que es importante, porque nos permite centrar todos nuestros esfuerzos en la búsqueda y análisis de oportunidades de inversión, que es lo verdaderamente importante para nuestros partícipes y para nosotros. También en este sentido nos ha ayudado mucho la incorporación de Carmen Fernández, que trabajaba antes con Paramés en Cobas.
Solo gestionan un fondo…¿no tienen pensados próximos lanzamientos en su plan de negocio?
Solo tenemos un fondo, y eso creemos que también es algo diferencial, porque concentramos los esfuerzos del equipo y porque el fondo solo invierte en las mejores oportunidades que encontramos.
El fondo que gestionan de renta variable europea: ¿por qué en Luxemburgo y por qué externalizan servicios? ¿Eso les ayuda a centrarse en la labor de análisis?
Luxemburgo es, junto con Irlanda, una de las jurisdicciones más reconocidas en la Unión Europea para la gestión de fondos. Su estabilidad jurídica es apreciada en todos los países del mundo porque no se producen cambios inesperados en la regulación. Además, su industria de gestión de fondos está muy desarrollada y el alto nivel de especialización nos permite, como bien dices, centrarnos únicamente en la selección de inversiones, externalizando todas las labores administrativas del fondo. De esta forma evitamos los errores administrativos y maximizamos el retorno del fondo.
¿Cómo construyen la cartera, se definen como value investors o buscar valoraciones atractivas no lo es todo? ¿Qué tiene en común Equam y qué de diferente con otros gestores value?
Una de las fases claves de nuestro método de inversión es la búsqueda constante de posibles oportunidades. Para encontrar buenas inversiones hay que buscar constantemente y encontrar muchas que no lo son. En ese proceso, nosotros estamos buscando compañías que, por la estabilidad y predictibilidad de su negocio, por la buena situación competitiva de su sector, por su bajo nivel de endeudamiento y por la forma en que se toman las decisiones desde la dirección, nos den la confianza de que dentro de una década van a seguir obteniendo una buena rentabilidad. Esto es lo que podríamos llamar inversión empresarial. Pero además exigimos un descuento sobre el valor intrínseco de la compañía. Ese descuento proporciona un margen de seguridad que es la esencia de la inversión value.
¿Siguen viendo oportunidades en bolsa europea?
El mercado de valores es tan amplio que siempre suele haber oportunidades. Lo que pasa es que unas veces es más difícil encontrarlas que otras. En estos momentos, nosotros seguimos encontrando oportunidades en Europa, que es donde buscamos. Es difícil generalizar por sectores o países, porque lo que buscamos son empresas concretas que en su situación específica están baratas con un horizonte temporal de varios años. Pero tenemos un 31% de nuestra cartera en el Reino Unido y eso puede dar una indicación de dónde estamos encontrando buenas empresas a precios de descuento. También pensamos que la falta de inversión en petróleo puede dar lugar a subidas de precio si las cosas no salen todo lo bien que la gente espera.
¿Qué potencial de revalorización tienen en su cartera?
En estos momentos, el potencial de revalorización si todas nuestras inversiones alcanzaran su valor intrínseco, es del 88%. Es superior a la media histórica del 61%. Por eso creemos que sigue habiendo buenas oportunidades de inversión.
¿Qué objetivos de crecimiento se marcan para los próximos años en España?
No nos hemos marcado un objetivo de crecimiento. Nuestro fondo tiene capacidad para más inversores, pero cuando veamos que no podemos hacer lo mismo que hasta ahora manteniendo una buena rentabilidad cerraremos el fondo.
La gestión independiente en España: ¿confían en su crecimiento?
La gestión independiente ha obtenido muy buenas rentabilidades en el pasado y en ese sentido mantiene intacto su potencial. Seguirá creciendo, como lo ha hecho en otros países de nuestro entorno. Evidentemente, la competencia en el sector es altísima y ese es el principal obstáculo para crecer, pero si mantiene los buenos resultados justificará su existencia y seguirá creciendo. Los demás obstáculos se irán resolviendo con el tiempo y con ayuda de la tecnología.
¿Qué novedades se han dado recientemente en su equipo?
Nuestro equipo de inversión de tres personas está muy bien dimensionado para lo que estamos haciendo. Queremos evitar la dispersión de la información propia de equipos grandes, y mantener una estructura que permita tomar decisiones rápidas. Al equipo de inversiones se ha unido Carmen Fernández, que como hemos comentado, viene de Cobas y tiene gran experiencia en la relación con inversores.
Asia es fundamental para cumplir los objetivos del acuerdo climático de París, asegura BMO en un informe reciente. Sus emisiones de gases de efecto invernadero ya son más altas que las de cualquier otra región del mundo y siguen aumentando a medida que se amplía la necesidad de energía, tanto para facilitar su acceso a una población en aumento como para reflejar el papel de Asia como la potencia manufacturera del mundo.
El sistema energético sigue creciendo
Los países asiáticos aportaron el 60% del crecimiento del PIB mundial en 2017 y el 60% de la población mundial vive en la región. Con todo, “han estado poniéndose al día para proporcionar energía fiable y asequible a la creciente población, resultado de la expansión de la clase media”, señala la gestora.
A su juicio, equilibrar el crecimiento de la demanda con la necesidad de descarbonización es un reto. La AIE (Agencia Internacional de la Energía) estima que, para limitar el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados -como establece el Acuerdo de París-, el 90% del crecimiento de la demanda de energía en los países asiáticos en desarrollo tendría que ser cubierto por fuentes de energía bajas en carbono.
Aunque BMO ve señales positivas en Asia, como la duplicación de la capacidad de energía renovable entre 2013 y 2018, advierte de que el uso del petróleo y el carbón también siguió aumentando. Si esta tendencia continúa, la AIE espera que, en 2040, ambos sigan cubriendo casi el 50% del consumo de energía primaria de la región, lo que probablemente agote su «presupuesto de carbono» mucho antes de lo esperado.
Las políticas nacionales en materia de energía y cambio climático desempeñan un papel importante a la hora de modificar esta tendencia, ya que la mayor parte del mercado energético asiático en desarrollo sigue estando regulado por empresas estatales. Sin embargo, según la gestora, se espera que la mayoría de los compromisos que han asumido los principales países asiáticos en desarrollo sean incompatibles con el límite de calentamiento de 2 grados.
El compromiso de BMO
Dados los desafíos que probablemente afrontará el sector energético, la entidad viajó a China y Tailandia y se reunió con diez compañías mineras, de petróleo y gas, y de servicios públicos para fomentar una acción temprana sobre el cambio climático. “Varias empresas mostraron una buena conciencia de los problemas de la transición energética”, asegura.
En concreto, hace hincapié en que tanto PTT –la mayor empresa integrada de petróleo y gas de Tailandia- y CLP -una empresa de servicios públicos con sede en Hong Kong- hayan establecido planes de negocios claros para aprovechar las oportunidades. Esta última lanzó su Visión Climática 2050 en 2007, estableciendo sus objetivos de capacidad de energía renovable a medio plazo. Según BMO, esto la ayudó a convertirse en una de las primeras empresas asiáticas en establecer un objetivo de reducción para 2050.
Además de las oportunidades de transición energética, es importante entender cómo las empresas están reduciendo su impacto climático y su dependencia de los combustibles fósiles. “Nos sigue decepcionando el hecho de que un enfoque de gestión integral en este caso sea poco frecuente”, dice la gestora antes de destacar que, a excepción de CLP, Sinopec y PTT, las principales empresas energéticas no han revelado un objetivo de reducción de emisiones más allá de un horizonte de un año.
BMO cree que los consejos de administración y los equipos de gestión ejecutiva deben proporcionar claridad en su enfoque de transición a la economía de bajas emisiones de carbono. Aunque reconoce el desarrollo y el acceso a las necesidades energéticas y los datos económicos de las diferentes tecnologías, cree que con frecuencia se utilizan como justificación para no actuar. Con todo, sus expectativas mínimas para las empresas con altas emisiones en este sector son:
– Que establezcan un objetivo de reducción a medio plazo (2030) que al menos coincida con el compromiso de cada país con el Acuerdo de París.
– Que realicen un análisis de escenarios hasta 2050 para entender las trayectorias de las políticas y sus posibles impactos en la empresa.
– Que publiquen una hoja de ruta tecnológica adecuada para que la compañía alcance el objetivo de reducción.
– Que se centren en las oportunidades de bajas emisiones de carbono que ya son rentables en sus estrategias de crecimiento empresarial.
– Que hagan un lobby positivo sobre estas oportunidades de bajo carbono.
En su informe, BMO afirma que continuará sensibilizando sobre el objetivo de 2 grados y los riesgos inherentes de las estrategias empresariales que no son consistentes con un futuro mundo de cero carbono.
Foto cedidaMarie Lassegnore, gestora del fondo La Française Carbon Impact 2026. Oportunidades de inversión en la descarbonización
La Française organiza un desayuno en Madrid con Marie Lassegnore, gestora del fondo La Française Carbon Impact 2026. En este desayuno, Lassegnore explicará la estrategia del fondo y las oportunidades de inversión que se encuentran en la descarbonización.
El acto tendrá lugar el 30 de enero en Casa Club (Calle Pinar, 17 Madrid) a las 9:00 horas.
La Française Carbon Impact 2026 es un vehículo de inversión con vencimiento fijo y con una estrategia baja en carbono. Lanzado el pasado mes de diciembre, el fondo aúna así las dos áreas de especialización del grupo: la inversión sostenible y la gestión de fondos a vencimiento.
La presentación se realizará en inglés y el aforo está limitado a inversores profesionales. Para asistir es necesario confirmar la asistencia previamente en el correo electrónico: mmentrida@lafrancaise-group.es
Pixabay CC0 Public Domain. ASEAFI analiza las oportunidades de inversión en mercados emergentes en su próximo encuentro con inversores
La Asociación de Empresas de Asesoramiento Financiero (Aseafi) celebra el próximo 23 de enero el IV Encuentro entre profesionales e inversores bajo el nombre Oportunidades de Inversión en Mercados Emergentes en 2020, en el Palacio de la Bolsa de Madrid, en colaboración con EFPA España y la Escuela de Finanzas de Intereconomía. Se trata de un evento dirigido a profesionales del sector e inversores particulares, que quieran profundizar en los mercados emergentes, así como en las claves para poder invertir en ellos con éxito.
Es el cuarto encuentro que desarrolla la asociación en el marco del programa de acciones diseñadas para promover la cultura financiera entre la población y aumentar sus conocimientos con el objetivo de contribuir a mejorarlos y a que los usuarios de servicios financieros tomen mejores decisiones.
Tras la bienvenida del presidente de Aseafi, Carlos García Ciriza, el director gerente de Latibex y del MAB, Jesús González Nieto, explicará de manera pormenorizada qué es el mercado bursátil para valores latinoamericanos que opera en la Bolsa española.
Además, el encuentro contará con la coordinadora de educación financiera del departamento de Estrategia y Relaciones Institucionales de la CNMV, María Eugenia Cadenas Sáez, que presentará, en un espacio de Behavioral Finance, la guía de la entidad en esta materia, que pretende contribuir a que los inversores mejoren la gestión de sus emociones en el proceso inversor.
Asimismo, el vicepresidente de Aseafi y socio de Consulae EAF, Miguel Ángel Cicuéndez, desgranará las principales oportunidades que ofrecen los valores del Latibex.
Además, se celebrará la mesa redonda Análisis de Mercados Emergentes. Oportunidades, moderada por la periodista de Intereconomía, Susana Criado y que contará con las intervenciones de Inés del Molino, directora de cuentas de Schroders; Álvaro Ramírez, associate de JP Morgan AM, y con Marian Fernández Cesga, responsable macro en Andbank. Después de la mesa y para cerrar la sesión, David Cano, socio director de AFI Analistas financieros SGIIC, realizará una masterclass sobre renta fija emergente.
Para asistir es necesario inscribirse enviando sus datos a la siguiente dirección de correo electrónico: info@aseafi.es. También es posible registrarse a través del siguiente enlace mediante el formulario de registro habilitado en la web de Aseafi.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Hay oportunidades de inversión en la economía azul sostenible?
La economía de los océanos se convertirá en uno de los temas de inversión más relevantes de la década, según el estudio global realizado por Responsible Investor, medio especializado en ESG, y el departamento de Asesoría de Impacto y finanzas de Credit Suisse. El documento, titulado Investors and the Blue Economy, analiza la concienciación de los inversores institucionales acerca de la denominada economía azul (blue economy).
“Además de ser el mayor depósito natural de carbono del planeta, nuestros océanos son una fuente importantísima para el sustento económico de millones de personas. El valor de los océanos como activo a escala global se estima en más de 24 billones de dólares, lo que los convierte en la séptima economía del mundo en términos de PIB”, subraya Marisa Drew, CEO del Asesoría de Impacto y finanzas de Credit Suisse.
El informe refleja que, si bien el interés mostrado estas inversiones es alto (más de un tercio de los encuestados lo ven como uno de los temas más relevantes de la próxima década), la experiencia en el sector aún es baja. Así, tres de cada cuatro encuestados reconoce no haber valorado el impacto que podrían tener sus inversiones en la evolución de los océanos y el 21% desconoce por completo la exposición y el riesgo al que se ve sometido el océano en lo relativo a las inversiones.
“Resulta paradójico que, a pesar del creciente interés que los inversores han expresado en relación con las oportunidades en este ámbito, los océanos sigan siendo, a día de hoy, uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas con menos inversión, en especial, desde el punto de vista del capital privado. Creemos que la importancia que tiene este tema de inversión emergente para los inversores aumentará considerablemente en los próximos años”, añade Drew.
A pesar de que la inversión de impacto, en renta fija y en empresas en fases iniciales ya presenta oportunidades, con las asignaciones a acciones cotizadas y activos de infraestructura en el horizonte, los principales obstáculos para los inversores siguen siendo “la falta de proyectos con grado de inversión, la falta de conocimientos internos y, en el caso de los titulares de activos, el hecho de que sus gestores no les ofrezcan proyectos relacionados con estas inversiones”, asegura el informe.
“Existe, por tanto, una necesidad urgente de establecer unas condiciones más propicias para la inversión”, subraya el estudio. Para ello, Credit Suisse destaca alternativas como la creación de proyectos sostenibles con antecedentes de rentabilidad, fomentar las colaboraciones público-privadas (CPP) o escalar la inversión mediante enfoques innovadores de financiación, como la financiación combinada, con el fin de reducir el riesgo.
“La transición del enfoque actual, destructivo y cortoplacista, con respecto a los activos de los océanos hacia una economía azul sostenible que cuide el medioambiente presenta una magnífica oportunidad de inversión. La sociedad y los Gobiernos están reaccionando ante el alarmante estado en el que se encuentran los océanos. Sin embargo, no se sabe mucho sobre la concienciación de los inversores respecto al impacto de sus inversiones en el mar y cómo esto podría llegar a afectar al rendimiento y al valor de sus carteras. Por ello, hemos querido saber si se dan las condiciones para que el capital privado fluya hacia la utilización sostenible de los océanos. Y, en caso negativo, qué habría que cambiar”, asegura Dennis Fritsch, investigador en Responsible Investor.
Los sectores que ofrecerán mejores oportunidades de inversión en la blue economy son, según el informe, los relacionados con la mitigación del cambio climático, la lucha contra la contaminación marina y el fomento de la pesca y la acuicultura sostenibles. Sin embargo, casi un tercio de los poseedores de activos no abordan en absoluto la economía azul sostenible en sus actuales inversiones. “Esto refleja que es necesario concienciar a los inversores sobre la importancia de garantizar la conservación de los océanos”, subrayan desde Credit Suisse.
Los resultados del estudio se han obtenido a partir de un grupo de 328 encuestados cualificados de 34 países (53% de ellos, europeos). Un 59% de los participantes eran gestores de activos, frente al 41%, compuesto por tenedores de activos. La mayoría eran inversores en renta variable cotizada, renta fija y estrategias de múltiples clases de activos, con más de 50.000 millones de euros en activos bajo gestión.
Pixabay CC0 Public Domain. Banco Sabadell llega a un acuerdo con IBM para desarrollar su oferta de servicios digitales
Banco Sabadell e IBM llegan a un acuerdo de servicios por un periodo de 10 años que ayudará al banco a migrar sus aplicaciones a un entorno de nube híbrida e impulsar su proceso de digitalización. El acuerdo se extiende también a TSB, filial de Sabadell en Reino Unido, por el que IBM gestionará su entorno tecnológico.
Banco Sabadell pretende así transformar su infraestructura tecnológica en una plataforma capaz de integrar todos sus datos y aplicaciones y de facilitar una visión central, única y completa de sus clientes. El acuerdo hará posible la modernización del entorno tecnológico del banco. IBM ayudará a la entidad bancaria a migrar sus actuales aplicaciones a un entorno de nube híbrida con “altos estándares de seguridad y preparado para adaptarse a los continuos cambios regulatorios”, según han informado en un comunicado.
“Esta alianza estratégica con IBM nos permite dar un paso más en la modernización y transformación de nuestras infraestructuras tecnológicas y en la simplificación de nuestro modelo operativo. Con ello, no sólo continuamos incrementando nuestra resiliencia, seguridad y escalabilidad, sino que adoptamos elementos clave del nuevo paradigma tecnológico como es el cloud, el uso intensivo de datos o la inteligencia artificial”, asegura Miguel Montes, director de Operaciones y Personas de Banco Sabadell.
En este entorno híbrido Banco Sabadell podrá desplegar, sobre arquitectura de contenedores, nuevas aplicaciones cloud nativas así como se llevará a cabo la modernización de las actuales, con mayor flexibilidad y rapidez. Este avance permitirá hacer frente al continuo crecimiento de la demanda digital, además de aportar resiliencia y seguridad al manejo de los datos y desarrollar nuevas prestaciones digitales.
“A medida que el sector financiero avanza en su digitalización en un entorno fuertemente regulado, los bancos necesitan combinar una alta capacidad de innovación centrada en el cliente, con un entorno tecnológico con los máximos niveles de solidez, resiliencia y seguridad. Una plataforma de nube híbrida abierta, creada y gestionada con un profundo conocimiento del sector financiero es la mejor base posible para afrontar esos retos”, asegura Marta Martínez, presidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Israel.
Foto cedidaSantiago Satrústegui, presidente de Abante.. abante
EFPA España (Asociación Europea de Asesores Financieros) continúa con su estrategia de incrementar su capilaridad en todo el territorio español, con la puesta en marcha de sus nuevas delegaciones territoriales en Castilla y León, Castilla La Mancha y La Rioja, donde cuenta con 1.400, 700 y 200 miembros registrados, respectivamente. El objetivo de las nuevas delegaciones será ofrecer la mejor cobertura a los miembros asociados de estas comunidades e impulsar la organización de congresos, seminarios, conferencias y webinars en esos territorios.
Guillermo Domínguez Torres, nuevo delegado de EFPA en Castilla y León, es socio director de Tressis en esa comunidad, tras seis años como director en sus oficinas de Madrid, habiendo desarrollado previamente su carrera como asesor financiero y fiscal en Abante Asesores y en Garrigues, y siendo también socio of counsel en Domtorres Asesores. Es licenciado en Administración de Empresas y en Ciencias Actuariales y Financieras por la Universidad Pontificia de Comillas y cuenta con las certificaciones EFA y EFP de EFPA España.
El nuevo delegado de EFPA en La Rioja, Juan Ignacio Córdoba Celma, es socio de C2 Asesores Patrimoniales desde hace tres años y anteriormente ejerció como director de banca privada de Banesto en La Rioja y director de Patrimonios para Banco Santander. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Alcalá y cuenta con estudios de gestión empresarial y asesoramiento integral en banca privada y con la certificación EFA de EFPA España.
Por su parte, José María Fuster de Barutell será el delegado de EFPA en Castilla- La Mancha. Actualmente es director de Equipo de Banca Privada en Banco Sabadell. Es licenciado en Business Administration por la Universidad de Birmingham y cuenta con un postgrado de Dirección Estratégica por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y con un programa de Asesoramiento en Inversiones por Garrigues & Andersen. Además, Fuster tiene la certificación EFA y EFP de EFPA España.
De este modo, EFPA España cuenta ya con delegaciones en la mayoría de comunidades autónomas: Galicia, Asturias, País Vasco-Navarra, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía Occidental y Oriental, Canarias, Baleares, Castilla y León, Castilla La Mancha y La Rioja.
Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España, señala que “la creación de estas tres nuevas delegaciones responde a la necesidad de ofrecer cobertura a los miles de asociados con los que contamos en estas comunidades, cumpliendo así con uno de nuestros retos marcados en el plan estratégico 2019-2021 de ampliar los servicios a asociados e incrementar nuestra capilaridad en toda España. El perfil de los tres nuevos delegados responde a las necesidades de la asociación, puesto que cuentan con una amplia experiencia en el sector, un vasto conocimiento sobre las necesidades de los clientes y un continuo contacto con el resto de profesionales del asesoramiento”.
EFPA España cerró 2019 con más de 35.000 asociados certificados, que consolidan a la asociación como la organización que certifica al mayor número de profesionales de entidades de crédito y de inversión en España para que cumplan los requisitos de cualificación mínima a la hora de ofrecer servicios de asesoramiento a clientes, según los criterios establecidos por la CNMV.
Este año, EFPA España celebra su XX Aniversario y en el mes de octubre (días 7, 8 y 9) tendrá su lugar la séptima edición de su congreso bienal que reunirá en Madrid a los principales actores de la industria financiera.
Dejamos atrás un año marcado por las actuaciones preventivas de los bancos centrales para hacer frente a las incertidumbres geopolíticas (guerra comercial, Brexit, etc) y a la desaceleración de las manufacturas a nivel global. El resultado de estas actuaciones ha sido una economía creciendo más o menos a su nivel “potencial”, soportada por la demanda interna, y algunos mercados financieros cerrando en máximos históricos.
Desde la crisis de 2009, los episodios de desaceleración que podían acabar en un ajuste más serio fueron en 2012 y 2015 (2012 por la crisis bancaria en la Eurozona y 2015 por desaceleración de los emergentes). Los bancos centrales a nivel global actuaron de la misma forma mediante un incremento de estímulos, como bajadas de tipos y aumentos de balance, generando mejoras en las encuestas de actividad y en los activos de riesgo.
Los estímulos empezaron en el segundo trimestre de 2019 en algunos países y se extendieron a nivel global en la segunda parte del año, bajando tipos 51 bancos centrales (a día de hoy sólo en los países emergentes encontramos tipos reales positivos), y expandiéndose otra vez los balances de los principales bancos, como EE.UU, China, la Eurozona y Japón, creciendo por primera vez desde 2018. El Banco Central de China se ha mantenido reticente a iniciar los estímulos debido a los niveles de inflación (los precios de los alimentos en China están subiendo un 20%) y el miedo a seguir inflando la burbuja que tienen en algunas áreas de su economía. Si China decidiese aumentar el tamaño del balance, tendríamos crecimientos de dos dígitos otra vez.
El problema derivado de la introducción de los estímulos es que la efectividad de la política monetaria es cada vez menor: en el corto plazo suele generar una mejora en las encuestas de actividad (PMI, IFO etc.…) y una subida en los activos de riesgo apoyados en las mejores expectativas de crecimiento etc, pero en el medio plazo hemos visto que no se pueden retirar por los desajustes que provoca. Como en otras ocasiones, esperamos que esta mejora sea global y genere otro período de “sincronización”, de crecimiento global con efectos positivos para los activos de riesgo y no tanto para los activos refugio.
La duración de este impulso macroeconómico y microeconómico es lo que genera más dudas, ya que estamos empezando a ver cómo los efectos colaterales negativos de las políticas monetarias empiezan a ser superiores a los efectos positivos. Para que pueda ser sostenible, tendremos que ver mejoras en las perspectivas de inversión de las compañías, ya que las expansiones sostenidas únicamente con demanda interna son más frágiles frente a cualquier cambio leve de las expectativas.
Los principales riesgos en el corto plazo estarían en Estados Unidos, si hubiese cambios en los acuerdos arancelarios con China que fuesen sensiblemente peores que los anunciados inicialmente, o si se produjese un drenaje de la liquidez inyectada en este final de año por parte de la Reserva Federal. A lo largo del año, las noticias relativas a la inversión de las compañías determinarán la sostenibilidad de los repuntes en las encuestas de actividad.
Los activos más beneficiados por el entorno actual en el que los bancos centrales están tratando de impulsar el crecimientos son los de mayor riesgo como la renta variable y la renta fija corporativa. La renta fija corporativa y de países emergentes supone la mayor parte del posicionamiento de nuestras carteras. Los diferenciales de crédito se han reducido sensiblemente, pero todavía queda margen hasta llegar a los niveles vistos en otros picos del ciclo favoreciendo los bonos BB (high yield de mayor calidad). Los bonos de mejor grado de inversión (Investment grade, IG), con unos spreads menores, están cada vez más correlacionados con los bonos de gobierno y, a los niveles de precios actuales, no ofrecen prácticamente rentabilidad.
La recuperación vista en las encuestas de actividad a corto plazo incrementan el riesgo para los bonos de vencimientos más largos, en especial de los bonos de gobierno que han funcionado como activo refugio en los momentos de mayor volatilidad, y sólo nos parecen interesantes aquellos que tengan un carry positivo (bonos américanos y emergentes).
Los años electores en Estados Unidos tienen todos una caracerística en común, y es que la volatilidad aumenta. Estos repuntes de volatilidad han sido especialmente exagerados en los dos últimos años, al popularizarse las estrategías que vendían volatilidad. Estos aumentos de la volatilidad en la renta fija se reflejan en un aumento de los diferenciales de crédito.
Entendemos que la renta variable es el principal beneficiado de este escenario, no obstante, seremos prudentes ya que parte del movimiento que hemos visto desde la vuelta de verano ya refleja las mejoras que esperamos ver a nivel macro. Pero al igual que en los bonos de mayor riesgo, creemos que hay recorrido.
Favorecemos en las carteras a las compañías de pequeña capitalización y que están más expuestas al ciclo, que deberían comportarse mejor que los índices, siguiendo el repunte de las pendientes de tipos que esperamos en las próximas semanas. Las pequeñas compañías en España y Francia todavía están a más del 20% de sus máximos históricos.
La renta variable ya ha adelantado parte de la mejora en la actividad, pero ha sido sin un incremento en los beneficios. En los próximos trimestres, esperamos ver una mejora de los beneficios favorecidos por un mejor entorno y una comparativa favorable.
Por activos preferimos la renta variable a la renta fija ya que vemos especial riesgo en los bonos de gobierno a medio y largo plazo por una mejora de la actividad y de las expectativas de inflación. Un repunte de las tires en los bonos de gobierno con valoraciones por encima de la media a nivel histórico en la renta variable y spreads de crédito en mínimos, será uno de los detonantes que vemos para repuntes en la volatilidad y correcciones en el mercado. La forma aprovechar este escenario es mantener niveles de caja en en las carteras para tomar posiciones en renta variable. Por áreas geográficas Emergentes y EE.UU. nos parecen los más interesantes en bonos de riesgo bajo y los corporativos europeos de rating bajo para asumir riesgo. En renta variable EE.UU., emergentes e Iberia es donde vemos más recorrido.
Como conclusión esperamos un año complicado en que los estímulos deberán seguir siendo necesarios para poder mantener el crecimiento. A nivel macro habrá que estar muy atentos a la creación de empleo, cualquier empeoramiento será señal que estaremos empezando una fase de ajuste.
Columna de Ricardo Gil, jefe de Asset Allocation en Trea AM.
Pixabay CC0 Public DomainBoris Kasimov. Boris Kasimov
La “Fase 1” del acuerdo comercial entre EE.UU. y China no pone de manifiesto ninguna hoja de ruta creíble. En lugar de eso, las dos partes han optado por estarse quietas. Según indica Ian Samson, asistente de gestión de fondos de Fidelity International, los activos de riesgo deberían beneficiarse de la ausencia de grandes titulares durante los próximos meses, pero los inversores no deberían perder de vista el riesgo de decepción y escalada futura.
“Ha sido un proceso doloroso que se ha saldado prácticamente sin avances. Los mercados aguardaban el resultado con impaciencia y posiblemente esperasen algo más, pero al fin y al cabo un acuerdo comercial mediocre (francamente, poco más que una “tregua”) sigue siendo mejor que ningún acuerdo. Principalmente, el acuerdo de “Fase 1” rubricado el miércoles por el presidente estadounidense Donald Trump y el viceprimer ministro Liu He aleja la posibilidad de aranceles dolorosos y apunta a que no se producirá una gran escalada de la tensión durante unos meses. Sin embargo, los pormenores dejan un importante margen para que la tensión bilateral vuelva a agravarse. En mi opinión, la posibilidad de que las negociaciones de “Fase 2” terminen bien parece tan remota como siempre”, comenta Samson.
¿Qué significa para los inversores esta tregua, por efímera que sea?
Lo más probable es que propicie una coyuntura más favorable a corto plazo para los activos de riesgo. La atención del mercado gravitará hacia factores más pertinentes, como el crecimiento mundial y la expansión que está experimentando el balance de la Fed, pero los inversores no deberían desatender los riesgos y la incertidumbre que siguen acechando en la tempestuosa relación entre EE.UU. y China, defiende la gestora.
Más allá de este “empujón” a corto plazo
A raíz del acuerdo, los dos contendientes han suspendido el aumento previsto de los aranceles, pero ahí se han quedado. No existe, pues, un calendario claro para reducir los aranceles actuales, lo que ha supuesto una pequeña decepción para los mercados.
Los aranceles apenas han cambiado, y lo mismo se puede decir de las posturas políticas. China se ha comprometido a duplicar prácticamente sus importaciones procedentes de EE.UU. para el año 2021, aunque eso supone muy poco dentro del conjunto de intercambios comerciales de China. Este acuerdo también recoge promesas de China en el ámbito de la propiedad intelectual que, aunque son bienvenidas, probablemente sean acogidas con un escepticismo justificado en cuanto a su eficacia. Se dedica un capítulo completo a las monedas que no hace sino reafirmar lo que China ya se ha comprometido a realizar y, de hecho, realiza en el marco de sus obligaciones internacionales.
El mecanismo de resolución de controversias que contiene el acuerdo permite a EE.UU. actuar de cualquier “forma proporcionada” que considere oportuna si cree que China está incumpliendo. Si China, por su parte, considera esta acción como “de mala fe”, entonces Pekín puede retirarse sin más del acuerdo. Aunque es indudable que a ninguna de las partes les interesa eso en estos momentos, la posibilidad de una escalada y un deterioro de la situación sigue estando tan viva como antes de la ceremonia de firma.
Cabe señalar que la mayoría de las “concesiones” de China ya estaban sobre la mesa antes de que EE.UU. siguiera adelante con varias dolorosas rondas de incremento de los aranceles. Eso expone a las claras lo atrincherada que está China en sus posiciones. Evidentemente, no se ha encontrado ninguna vía de avance creíble, así que las dos partes han optado por estarse quietas, defiende el experto de Fidelity.
“Así las cosas, me parece que las perspectivas en torno a las negociaciones de la “Fase 2” no son nada halagüeñas. El presidente Xi Jinping es muy reticente a realizar concesiones políticas y mantiene su férreo compromiso con un “capitalismo con rasgos chinos”. Las inquietudes estadounidenses que todavía han de abordarse son mucho más conflictivas, como las ayudas implícitas y explícitas de China a las empresas nacionales. Eso genera un riesgo de decepción y escalada futura. Nada de lo contenido en el acuerdo impide que se impongan nuevos aranceles o medidas coercitivas contra empresas individuales, lo que mantiene alta la incertidumbre, pero dado que los dos bandos querían una “tregua”, no es probable que esas inquietudes sean lo que mueva los mercados durante los próximos meses”, añade Samson.
Atención al crecimiento y al balance de la Fed, no a los tuits de Trump
El crecimiento chino sigue siendo un factor clave para las perspectivas de la economía mundial. Sin embargo, este acuerdo comercial nunca iba a cambiar esas perspectivas de forma significativa. La desaceleración de China en 2018-2019 se debió más a una política interna de reducción del endeudamiento para atajar un crecimiento del crédito excesivo y peligroso, lo que, a su vez, perjudicó a todo el sector industrial internacional. Por lo tanto, los mercados deberían centrarse en el efecto de los estímulos que aplicó China el año pasado y las primeras señales de nuevos estímulos en 2020.
Los inversores también deberían estar atentos a si este acuerdo se considera un éxito o un fracaso dentro de EE.UU. y, en este sentido, los demócratas ya están expresando unas críticas legítimas. La percepción sobre las habilidades negociadoras de Trump contribuirá a las posibilidades de reelección de Trump, una variable fundamental para los mercados internacionales en 2020. Una mala acogida podría aumentar las probabilidades de que Trump decida tensar la cuerda con China antes de lo previsto, actuar con mayor contundencia en el ámbito del comercio con la UE y otros socios o provocar una escalada de los precios del petróleo alimentando la confrontación con Irán.
A más largo plazo, la inevitable incertidumbre en torno al comercio entre EE.UU. y China seguirá acelerando dos tendencias en marcha: la salida de las cadenas de suministro de China hacia otros mercados emergentes más baratos y el giro de China hacia el desarrollo de sectores con mayor vocación interna en lugar de exportadora, como los servicios y los semiconductores.
En la medida en que las noticias sobre EE.UU. y China amainen por el momento, el foco de los inversores debería volver a posarse en los fundamentales, en lugar del ruido geopolítico. El año pasado los protagonistas fueron los estímulos en todo el mundo y el hundimiento de los tipos de interés. Este año depende en gran medida de que estos dos catalizadores se traduzcan en una mejoría del crecimiento. A este respecto, los últimos datos permiten albergar cierto optimismo.
“Los inversores deberían estar atentos a los datos de actividad, no a los tuits de Trump. En mi opinión, eso significa mantener una opinión favorable pero selectiva sobre los activos de riesgo. Los mercados emergentes son especialmente atractivos, ya que la estabilidad del yuan, la debilidad del dólar estadounidense y los ciclos de recortes de tipos más grandes se combinarán para tirar al alza del crecimiento en un contexto caracterizado por unos activos con precios relativamente baratos”, concluye Samson.