Pixabay CC0 Public Domain. Una cuarta parte de la población mundial teme no estar ahorrando lo suficiente antes de la jubilación
Prepararse económicamente bien para afrontar la jubilación es un reto para todos los ciudadanos del mundo. Según el informe Schroders Global Investor Study 2019, una cuarta parte de la población mundial, en concreto el 24%, está preocupada por no ser capaz de ahorrar lo suficiente antes de jubilarse.
La generación que más temor tiene a que le falten ahorros una vez abandone el mundo laboral es la baby boomers. Según el estudio, que encuestó a más de 25.000 inversores en 32 ciudades de todo el mundo, más de un tercio de esta generación (el 34%) teme que la cantidad que están ahorrando no sea suficiente, frente al 20% de los millennials que también están preocupados por su situación económica en la vejez.
Por regiones, los inversores de Asia y Europa fueron los más preocupados por no ahorrar lo suficiente, con un 26% y un 25% respectivamente, son los que más “nerviosos” están por lo que su “saco” para la jubilación tiene. En cambio, este miedo es menor América, donde el porcentaje se sitúa en el 22%. También llama la atención Japón, donde el 53% de las personas que aún no están jubiladas están ya preocupadas por su este asunto, en comparación con el 6% que registra un país tan poblado como India.
A pesar de las diferencias por regiones, el informe señala que de media la personas aspiran a sacar un 10,3% de ahorro anual para su jubilación para evitar quedarse sin recursos cuando llegue el momento de la jubilación. Según el informe, viendo los esfuerzos en el ahorro que se realizan, hay un claro desajuste entre lo que las personas esperan que les queda para su jubilación con lo que realmente gastar al jubilarse.
A raíz de estos datos, Sangita Chawla, directora de Ahorro para la Jubilación de Schroders, señala que “esta desconexión es preocupante e implica que la gente a nivel mundial no está siendo realista sobre el estilo de vida que quiere disfrutar cuando se jubile. Las personas viven cada vez más tiempo jubiladas y deberían poder disfrutar de sus vidas después del trabajo, con la seguridad de que sus ahorros podrán mantener su estilo de vida. Sin embargo, este estudio sugiere que este podría no ser el caso para muchos”.
En su opinión, es “imperativo” que las personas empiecen a ahorrar de manera consistente y suficiente desde que empiezan a trabajar y, antes de jubilarse, “piensen seriamente en el nivel de ingresos que pueden permitirse mantener a lo largo de sus bien merecidas jubilaciones», añade Chawla.
Pixabay CC0 Public Domain. Estrategia de renta variable europea: la doble ventaja de exponerse a los títulos value
A primeros de septiembre, tanto la gestión value como el estilo growth vivieron su mayor ganancia en un mismo día y en la última década. Sin embargo, son muchos los analistas que se muestran escépticos sobre una rotación duradera entre ambos estilos. La adopción de un posicionamiento en contra de la gestión value ha dado sus frutos durante algún tiempo, pero desde Barclays considera que la reciente reversión podría tener recorrido, independientemente de las condiciones de los mercados.
Desde el banco considera que la saturación de este posicionamiento y el elevado nivel de las valoraciones hacen que el estilo growth sea vulnerable tanto a un recrudecimiento de la ralentización macroeconómica como al resurgimiento de la temática de la reactivación económica. Así lo defiende la entidad en el informe sobre estrategia de renta variable europea que ha publicado bajo el título La doble ventaja de exponerse a los títulos value.
Según recoge el documento el estilo value ha vuelto, la pregunta es hasta cuando. “Una de las características más interesantes del rally que hemos visto este año tanto de la renta fija como de la variable ha sido que ambos han estado muy sujetas al riesgo. Tal y como ya hemos manifestado en otras de nuestras publicaciones, el mercado estuvo altamente dirigido por un bajo volumen de acciones, incluidas aquellas acciones defensivas, de calidad o de crecimiento. El reciente rebote de la renta variable ha estado acompañado por una fuerte rotación de estilos de inversión, viéndose un buen comportamiento del value frente al growth”, argumenta en el documento.
A la luz del contexto actual, la entidad considera que el estilo value podría ser menos vulnerable a las malas noticias que el de growth: “La opinión de consenso apunta a que este universo hará las veces de cobertura ante una recesión, pero los analistas de Barclays no están de acuerdo. Por el contrario, opinan que este posicionamiento saturado, los niveles extremos de las valoraciones y la ciclicidad de los beneficios hacen que los títulos de growth resulten más vulnerables ante una caída que los de value”.
Los otros dos argumentos que sostiene Barclays para apostar por los títulos value en sus estrategias de renta variable europea son que considera que la gestión value también brinda una cobertura barata frente a un resurgimiento de la temática de la reactivación económica y que Europa podría beneficiarse de una transición más marcada hacia el estilo value.
Respecto a su preferencia por Europa, la entidad apunta que “el desempeño Europa/EE. UU. está correlacionado con el de value/growth, lo que explica la brecha de rentabilidad, valoraciones y posicionamiento entre ambas regiones. Por tanto, Barclays considera que un repunte de la rentabilidad de la gestión value sería favorable para Europa. Sus principales sobreponderaciones son los sectores de energía y las utilities y mantenemos un posicionamiento igual al promedio del mercado (marketweight) en el sector banca”.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Es el internet de las cosas el futuro de las empresas?
El internet de las cosas está tomando forma rápidamente. Son muchos los inversores que ven una gran oportunidad en las múltiples aplicaciones que tiene, así como las oportunidades de inversión que puede llegar a ofrecer. Sin embargo, el primer paso es entender bien qué significa cuando se habla de «el internet de las cosas».
Este fenómeno consiste en aplicar el poder de internet más allá de los ordenadores y los teléfonos inteligentes a una amplia gama de objetos, procesos y entornos. A través de él se conectan dispositivos y otros elementos para recopilar información valiosa y enviarla a la nube para su análisis o incluso a otros elementos conectados. Este aumento de la información ya está ayudando a las empresas y las personas a mejorar las decisiones, la eficiencia y la productividad.
La consultora Gartner estima que había 11.200 millones de dispositivos conectados en 2018 y que esa cifra aumentará a 20.400 millones en 2020. Cuando un objeto está conectado a Internet, puede enviar información o recibir información, o ambas cosas. Esta capacidad no implica que un dispositivo tenga un súper almacenamiento o un súper ordenador en su interior, sino que puede conectarse o tener acceso a un sistema de gran almacenamiento.
La recopilación y envío de información requiere sensores que pueden variar desde detectores de temperatura y humedad hasta los de calidad del aire y de luz. Estos sensores nos permiten recoger datos del entorno y tomar mejores decisiones. Los beneficios se pueden encontrar en todas las industrias. Por ejemplo, en agricultura el internet de las cosas puede utilizarse para detectar la humedad en el suelo y predecir las precipitaciones potenciales para saber exactamente cuándo pueden regarse los cultivos. De esta manera, se evitan consecuencias costosas derivadas de un mal riego.
El internet de las cosas proporciona a las empresas una visión y un control sobre las cosas y los entornos que tradicionalmente han estado fuera de su alcance. Para los proveedores de estos dispositivos, chips y softwares, puede significar mayores ventas y para los usuarios de el internet de las cosas puede significar una mayor rentabilidad. Sin embargo, los actores que no se adapten a esta tendencia pueden ver deteriorados sus beneficios.
Pixabay CC0 Public Domain. Ante el cambio climático, el coste de la inacción supera con creces el de la inversión necesaria para combatirlo
En un informe recientemente publicado, el nuevo Centro para la Acción Climática de Boston Consulting Group determina que el coste de la inacción supera con creces el de la inversión necesaria para combatir el cambio climático. Ignorar el problema tiene un precio muy alto, estimado en una reducción del PIB per cápita mundial del 30%, si no más, en el año 2100, muy superior al coste de hacerle frente, dados los rápidos avances tecnológicos experimentados en las tecnologías bajas en emisiones de carbono.
Según el informe, para muchos países, la reducción de emisiones de carbono se traduce en un aumento del PIB. El informe en el que se plasman estas conclusiones ha sido difundido por el nuevo Centro para la Acción Climática (CCA, por sus siglas en inglés) de BCG, un centro experto especializado, que tiene como objetivo ayudar a las empresas, gobiernos y organizaciones del sector social a liderar la transformación tecnológica y económica necesaria para abordar la creciente amenaza del cambio climático.
«Se trata de un desafío global para las próximas décadas, uno de los temas más críticos para muchos de nuestros clientes y un claro imperativo de liderazgo para BCG. La buena noticia es que las grandes reducciones de emisiones no sólo son posibles, sino que también tienen sentido desde el punto de vista económico», destaca el coautor de la publicación Michel Frédeau, responsable global de clima y medioambiente de BCG y coautor de la publicación.
Un fundamento para la acción económica
La publicación analiza las disyuntivas a las que se enfrentan los distintos agentes a la hora de abordar el cambio climático. La investigación existente muestra que el calentamiento no controlado reducirá el PIB global en 2100 hasta en un 30%, con riesgos adicionales significativos dados los efectos de gran alcance del aumento global de la temperatura y nuevas pruebas que apuntan continuamente a impactos negativos más dramáticos de lo previsto.
En comparación directa, estas cifras son mucho mayores que los costes económicos de tomar medidas. Según el informe de BCG, la mayoría de los países ya pueden cumplir con alrededor del 80% de las exigencias del Acuerdo de París sin necesidad de recurrir a tecnologías no maduras o aún no desarrolladas. Por ello, es probable que el impacto económico relativo de la reducción drástica de las emisiones de CO2 sea ligeramente negativo o incluso positivo para muchos países (representará alrededor del +/- 1% del PIB nacional en 2050).
Basándose en este impacto económico positivo este, los autores del informe exhortan a los gobiernos, las compañías y los inversores a que intensifiquen sus esfuerzos para reducir las emisiones de CO2. En ausencia de un marco regulativo internacional y un precio global de las emisiones, los gobiernos deben tomar medidas unilaterales mediante la adopción de esquemas de fijación de precios sobre las emisiones de CO2 a nivel nacional, subsidios a tecnologías verdes y modelos de regulación a nivel sectorial vigentes. Por su parte, las empresas deben definir una hoja de ruta propia hacia la reducción total de sus emisiones y acelerar las iniciativas que ya tienen un impacto económico positivo o neutro, al tiempo que desarrollan las nuevas tecnologías que desempeñarán un papel cada vez más importante en las próximas décadas. Aquellos sectores con dificultades para reducir emisiones deben tomar medidas y asociarse con competidores, clientes y proveedores en iniciativas que permitan compartir los riesgos de las grandes inversiones en la investigación y el despliegue de nuevas tecnologías.
Una ofensiva climática integral
Dada la urgencia a la hora de actuar contra el cambio climático, BCG ha integrado su capital intelectual, liderazgo en innovación, y experiencia en esta área en un Centro para la Acción Climática (CCA). El CCA respaldará el impulso global para la descarbonización y ofrecerá a las organizaciones herramientas para lograr reducir las emisiones de dióxido de carbono al enfocarse en tres áreas: estrategia comercial, operaciones y participación de todos los agentes implicados. También trabajará con los gobiernos, las ONG y los grupos del sector social para definir e implantar estrategias que logren reducir las emisiones.
A medida que las empresas reorienten su estrategia para impulsar su propia transformación hacia modelos operativos con bajas emisiones de carbono, CCA trabajará con ellas para evaluar el impacto comercial y de cartera en una variedad de escenarios climáticos futuros. En lo que respecta a las operaciones, el CCA ayudará a las empresas a identificar y seguir el camino más rentable para la reducción de emisiones, tanto en sus propias operaciones, como en sus cadenas de suministro. El CCA también colaborará con las organizaciones en sus esfuerzos para comprometerse con la agenda de acción sobre el cambio climático de sus stakeholders internos y externos.
«El Centro para Acción Climática de BCG se ha creado en un momento crítico, cuando tanto las empresas como los gobiernos necesitan acelerar los avances para reducir las emisiones de carbono. Como detallamos en nuestra publicación, se está generando un impulso real de las empresas con bajas emisiones, a medida que estas reinventan sus modelos de negocio y descarbonizan sus operaciones. El CCA se involucrará con los líderes empresariales y gubernamentales y será un catalizador del impacto climático”, concluye Patrick Herhold, Managing Director and Partner de BCG.
Pixabay CC0 Public Domain. El 85% de las empresas españolas esperan crecer en el próximo año
Las perspectivas de crecimiento para las empresas españolas son buenas y se han fortalecido en los últimos doce meses. Las compañías españolas se muestran más optimistas que las del resto del mundo y que las de la Europa continental, con un 85% de las compañías del país que espera crecer en el próximo año y el 89% en los siguientes cinco, según HSBC Navigator, una encuesta de empresas a nivel mundial llevada a cabo por HSBC.
Según los datos de HSBC, las buenas perspectivas empresariales vienen determinadas por factores externos e internos: apertura de nuevos mercados (45%), entorno político favorable (40%) y tecnologías innovadoras en sus sectores (33%). Sin embargo, a pesar de que la mayor parte de las empresas españolas son optimistas con respecto a su futuro, siguen tomando medidas para contrarrestar amenazas, principalmente a través de la inversión en innovación, la mejora de la calidad de sus productos/servicios y la expansión a nuevos mercados. Además, el 32% considera que invertir en innovación y mejorar la calidad de sus productos/servicios son formas de evitar la ralentización del negocio.
A nivel mundial, los datos de la encuesta reflejan que la expansión internacional se considera el principal motor de crecimiento de las empresas con tendencia al alza (38%), además de ser una medida defensiva frente a nuevas amenazas. Entrar en nuevos mercados es el cambio más importante que las empresas planean realizar en sus cadenas de suministro en los próximos tres años (lo que supone un aumento de cinco puntos con respecto al año anterior, hasta alcanzar el 28%), junto con un mayor uso de la tecnología digital.
La encuesta de HSBC Navigator pone de manifiesto que Europa sigue siendo la región comercial más importante para las empresas españolas, aunque con un ligero descenso respecto a 2018 (77% frente al 81%). Francia, Alemania y Portugal son los tres principales socios comerciales de España en Europa. Fuera de Europa, América del Norte y América Central y del Sur (Brasil, Chile y Argentina) son la segunda y tercera región más importante para el comercio de las compañías españolas, respectivamente. Asimismo, cabe destacar que, según el informe, España es uno de los países más atractivos para las empresas internacionales que buscan expandirse en nuevos mercados debido a las buenas oportunidades de colaboración (33%), al acceso a nuevos proveedores/socios (33%) y a que consideran que sus productos o servicios son superiores a los que se ofrecen hoy en día en el mercado español (30%).
“Tal y como señala la encuesta HSBC Navigator, la mayor parte de las empresas españolas esperan crecer en los próximos años, lo que demuestra el potencial y la confianza de las compañías del país. La internacionalización es uno de los principales motores de crecimiento de nuestras empresas y factores como la tecnología y la introducción de nuevos productos y servicios impulsarán el negocio de las empresas españolas. Hoy en día ser global es una de las mejores oportunidades para hacer prosperar un negocio”, ha asegurado Mark J. Hall, CEO de HSBC España.
El proteccionismo se está generalizando en todo el mundo y las empresas españolas lo sienten con más fuerza, señala HSBC. Las principales estrategias que están adoptando para hacer frente a esto son la disminución de costes, vender a través de canales y plataformas digitales, establecer joint-ventures con empresas locales y aceptar márgenes más bajos.
Sin embargo, la gran mayoría de las empresas españolas sigue mostrándose optimista con respecto a esta tendencia proteccionista, señala la encuesta. Un gran número de empresas españolas opina que sus principales mercados comerciales se están volviendo cada vez más proteccionistas (70%) en comparación con 2018 (62%). Este dato también es mayor que el del resto del mundo (65%) y supone un incremento significativo respecto al promedio europeo (55%). No obstante, al igual que en el resto de los países encuestados, más de la mitad de las empresas españolas considera que puede beneficiarse del proteccionismo y confía en que puede hacer frente a los desafíos que plantea. Por último, el 67% afirma sentir el impacto de la geopolítica y entre las estrategias para hacer frente a esta situación se encuentran el aumento de los negocios online, la inversión en ciberseguridad y la disminución del endeudamiento.
Las empresas españolas están sintiendo la presión de los consumidores/clientes finales (38%), los gobiernos (37%), los reguladores (34%) y los competidores (32%) para ser más sostenibles en los próximos cinco años. Esta tendencia se observa en todas las pequeñas y grandes empresas, aunque estas últimas se sienten más presionadas por los competidores, señala HSBC Navigator.
De acuerdo con la encuesta, en los próximos cinco años, los principales retos a los que se enfrentarán las compañías españolas para mejorar sus prácticas de sostenibilidad serán encontrar la financiación adicional (32%), el trabajo/tiempo (28%) necesario para su implementación y la incapacidad para adoptar nuevas tecnologías (25%). Los operadores nacionales (38% frente al 28% de los operadores internacionales) y el sector de los bienes de consumo (36% frente al 26% del sector de los servicios) se enfrentan a mayores desafíos debido a la financiación adicional necesaria para aplicar prácticas sostenibles.
Además, el 5G, la robótica y la protección de datos son considerados por tres de cada diez empresas españolas como los avances tecnológicos más importantes en los próximos cinco años, señala el informe. Por su parte, la robótica es mencionada por más empresas españolas que la media mundial y europea. La protección de datos resulta más importante para las grandes empresas que para las pequeñas (34% vs. 26%), y la inteligencia artificial y el internet de las cosas son mencionados por una quinta parte de las empresas españolas como tecnologías clave. En general, toda ellas consideran al 5G como la tecnología más avanzada de España.
La última encuesta de HSBC Navigator mide el sentimiento y las expectativas de las empresas en un futuro a corto y medio plazo sobre temas como las perspectivas empresariales, el comercio internacional, la geopolítica, la sostenibilidad, la tecnología y el bienestar. El informe se ha elaborado a partir de las respuestas de los responsables de 9.131 empresas, desde pequeñas y medianas compañías hasta grandes corporaciones, en una amplia gama de sectores industriales de 35 mercados. Para garantizar la exactitud estadística de los resultados se eligieron tamaños de muestra para cada mercado y en España se encuestaron 350 empresas durante los meses de agosto y septiembre de 2019.
Asistentes del Weatlh Unconference Madrid 2019 | Imagen cedida.. El sector WealthTech prevé crear 500 empleos en 2019
Finnovating, la boutique especializada en Open Innovation, ha organizado la primera edición de la Unconference dedicada al sector WealthTech tras lanzar el primer mapa de startups y scaleups de esta industria. Ante los 80 CEOs invitados, se han presentado los principales datos y tendencias tecnológicas de un sector que prevé sumar 500 empleos directos en 2019 a los 1.000 que ya genera.
Las compañías WealthTech, dirigidas tanto a los inversores finales como a la innovación de todo el ciclo de negocio, van más allá de los conocidos roboadvisors y ofrecen soluciones y tecnologías para adaptarse a la regulación, crear plataformas de contratación, micro inversiones y de gestión de empleados, entre otros. Estas tecnologías permitirán a los actuales jugadores tradicionales mejorar en eficiencia, combatiendo así la inevitable contracción en márgenes a través de procesos más ágiles, a la vez que pueden escalar sus operaciones revisando sus propuestas de valor y actualizando los puntos de contacto de los clientes.
«El sector tiene que adaptarse a las nuevas necesidades de los inversores, a la entrada de nuevos competidores y al impacto de las tecnologías más disruptivas. Para ello, vemos cómo la colaboración con las scaleups y startups es imprescindible: integrar sus soluciones y tecnologías en los procesos de las compañías tradicionales es complejo, pero posible», señala Rodrigo García de la Cruz, CEO de Finnovating. «Según los datos de nuestro Observatorio WealthTech, extraídos de encuestas al sector, en torno al 50% ya trabajan con entidades tradicionales, un 27% están en negociaciones para hacerlo, y la nota que ponen a esta colaboración es de un 7. Hay un sinfín de oportunidades», añade García de la Cruz.
Martín Huete, wealthTech partner de Finnovating, destaca que se está produciendo un cambio de paradigma en la industria debido a las nuevas plataformas basadas en tecnologías que ofrecen soluciones adaptadas a la nueva generación que empieza a invertir. «Las temáticas, elegidas al principio de la jornada por los propios CEOs, nos muestran qué preocupa al sector, sus grandes retos y hacia dónde se dirige: regulación y datos, tokenización de activos, captación y gestión de clientes, nuevos productos de inversión (P2P, neobancos, IA), financiación y colaboración e internacionalización», explica Huete.
Como cierre de la primera WealthTech Unconference, se han entregado los I Spanish WealthTech Awards en cuatro categorías: ETFmatic, ha recibido a la ‘Mejor ejecución del modelo de negocio’, Fondea el de la ‘Mejor innovación’, LB al ‘Mayor impacto social’ y OpSeeker a la ‘Más votada por el público’.
En este encuentro han participado también grandes corporaciones que apuestan por integrar realmente la innovación en modelos de negocio a través de la colaboración con startups disruptivas como BBVA Assets Management, Web Financial Group y el despacho de abogados Lawesome. Gracias a su sólida trayectoria en el sector añaden valor a la conversación y son capaces de ofrecer a las startups un profundo conocimiento de la industria, músculo financiero y una amplia base de clientes. Además, el encuentro se ha celebrado en el centro Utopicus de The Window building de Colonial, en Príncipe de Vergara, donde FinTech Plaza de Finnovating, el espacio dedicado a las startups financieras del sector tecnológico, ya cuenta con más de 60 coworkers y 20 scaleups.
Pixabay CC0 Public Domain. El volumen de salidas a Bolsa en España continúa su descenso en 2019
En 2019 no se produjo ninguna salida a bolsa en España, fuera del Mercado Alternativo Bursátil (MAB), donde hubo debuts por valor de 317 millones de dólares. Esto consolida la evolución prevista en la primera mitad del año y continúa la tónica descendente que ha caracterizado estas operaciones desde 2017. Estas son las conclusiones del informe elaborado por Baker Mckenzie: 2H 2019 Cross-Border IPO.
Ninguna empresa ha captado, además, fondos para salir a bolsa en 2019, pero sí que ha habido un estreno en el mercado continuo. Grenergy Renovables ha pasado del MAB al continuo con un listing puro sin ningún tipo de oferta cotizando desde diciembre de 2019. Según el informe, la ausencia de estabilidad política nacional, las tensiones comerciales y la falta de soluciones al Brexit son los factores que han provocado esta ausencia de debuts.
«Los factores geopolíticos mundiales no favorecen que las compañías opten por la salida a bolsa para atraer capital donde la volatilidad puede hacer mella en estos debuts. Es por ello que, al haber financiación asequible en los mercados de deuda y liquidez en el capital riesgo para hacer operaciones, cada vez más vemos operaciones de dual-track y prevemos que la tendencia siga este curso, salvo que se aclaren las diversas disputas del plano geopolítico y mejoren los indicadores macroeconómicos”, apunta Enrique Carretero, socio responsable del área de mercados de capitales en Baker McKenzie.
Descensos a nivel global en volumen y valor
A nivel mundial, la actividad total de salidas a bolsa cayó un 20%, marcando 1.242 operaciones completadas y con un capital recaudado que bajó en 8% hasta los 206.100 millones de dólares. La actividad de salidas a bolsa domésticas, por su parte, resistió la tendencia general a la baja con aumento del capital total del 4% captando 167.400 millones de dólares. Sin embargo, según los datos de Baker Mckenzie, el número total de debuts bursátiles nacionales disminuyó un 20%, hasta los 1.048.
Tanto los Estados Unidos como China vieron una fuerte actividad interna con varias operaciones de entidad, subraya el informe, que destaca cómo las incertidumbres geopolíticas, particularmente en los principales mercados financieros, como EE.UU., Reino Unido y Hong Kong, “frenaron la actividad de debuts bursátiles y dejaron a los inversores a la espera, con la esperanza de que se resolvieran las disputas comerciales y la incertidumbre política”.
Las operaciones transfronterizas descienden notablemente
“2019, en general, ha sido un año de incertidumbre en muchas jurisdicciones”, destaca el informe. El valor de las salidas a bolsa transfronterizas cayó un 35%, a los 41.000 millones de dólares, mientras que el volumen bajó un 17% a 197 operaciones totales. Asimismo, la operación de Alibaba consolidó al sector retail como el primer lugar para la captación de capital por sector. Mientras, desde Baker Mckenzie sitúan al sector financiero en segundo lugar, seguido por el sanitario y los productos de consumo y servicios. “Las empresas financieras obtuvieron el primer lugar si tomamos como medida el valor de las operaciones, seguidas de sector tecnológico, energía y retail”, destacan.
Por otro lado, y debido a la baja demanda de los inversores y los bajos precios, que han actuado como principales factores del aplazamiento de las operaciones, muchas se retrasaron o cancelaron. Destacan, por ejemplo, el caso de GFL Environmental (que esperaba recaudar más de 2.000 millones de dólares), Homeplus K-REIT, Re Assure, Latitude Financial, Endeavor, Virgin Trains USA o Vine Resources.
El informe destaca, cómo listados importantes el caso de Alibaba, que finalmente debutó en Hong Kong el 25 de noviembre, recaudó 11.200 millones de dólares y las operaciones de Budweiser (5.000 millones) y ESR (1.600 millones), que fueron cancelados a principios de año, pero también se relanzaron en el cuarto trimestre del año. Hong Kong fue el principal destino de las salidas a bolsa transfronterizas, tanto en términos de valor como de volumen, subraya el informe.
La incertidumbre política y comercial provoca descenso de volumen en EMEA
“Aunque la OPV de Saudi Aramco impulsa la recaudación de capital en EMEA, el Brexit y la débil actividad económica en toda la Eurozona resultaron en un mercado IPO lento en general”, afirman desde Baker McKenzie. Los datos del informe reflejan que el volumen cayó un 46%, llevándose a cabo 113 operaciones, mientras que el valor permaneció estático en 45.600 millones de dólares, ayudado por 10 megaoperaciones en la región EMEA.
Además, la mayor parte de las empresas debutantes fueron nacionales, lo que lo que llevó a que el índice de salidas a bolsa transfronterizas de Baker McKenzie cayera un 36% hasta 10,8, el más bajo de todas las regiones.
Pixabay CC0 Public Domain. Allianz GI apuesta por la gestión activa, lOS criterios ESG y una aproximación temática para sus inversiones de 2020
Para Allianz Global Investors, la inversión activa y la gestión del riesgo van a ser fundamentales en 2020 ya que esperan un amplio abanico de situaciones risk-on y risk-off que hay que tener en cuenta para navegar por el mercado. Así lo defiende Neil Dwane, estratega global de la gestora, en su documento de perspectivas para 2020.
En términos generales, para el próximo año, la gestora espera que el mercado pivote entre riesgos que serán “aceptables” y riesgos que será “mejor evitar”, en un momento de bajo crecimiento, tasas de interés bajas y una creciente incertidumbre política. Por eso argumenta que es mejor “considerar una gestión activa del riesgo en vez de aceptar la volatilidad que los índices ofrecen, y apostar por pensar más allá de los índices de referencia, invirtiendo de forma sostenible y adoptando una aproximación temática”, define Dwane en el documento que servirá de guía para sus inversiones
Respecto a su visión macro, Dwane señala que 2020 estará caracterizado por un “débil crecimiento global”, una ralentización de la economía norteamericana y una incierta política monetaria; así como la incertidumbre geopolítica. Todo ello, considera, acabará “moviendo” los mercados. “En este entorno, los inversores deberían apuntar a mantener sus carteras en el camino de la convicción y la gestión activa del riesgo, no evitarlo”, explica el estratega global de Allianz GI.
En su opinión, uno de los eventos políticos que más podría afectar al mercado, bien porque desate riesgos o bien porque los suavice, llegará en la segunda mitad del año: las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Durante todo el año, considera que iremos viendo si la reelección de Donald Trump beneficia o perjudica a los activos de riesgo o a los considerados los más seguros. “Esperamos una beta baja para todo el mercado, con alguna sorpresa en el alfa. Los bancos centrales seguirán siendo uno de los motores del mercado en 2020, incluso aunque sus esfuerzos para incentivar el crecimiento económico sean menos efectivos y su posición de tipos de interés ultra bajos sea menos eficiente para maniobrar”, argumenta.
Un escenario de tipos bajos que seguirá en 2020. Según sus perspectivas, éstos seguirán siendo negativos en Europa y Japón por algún tiempo, y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) seguirá recortando tipos, que ahora ya son de por sí bajos. “Este escenario será el que de soporte a las acciones y otros activos financieros, pero también está inflando artificialmente sus precios y contribuyendo a la desigualdad de la riqueza, mientras el crecimiento no recobra el suficiente crecimiento”, apunta el documento de perspectivas de Allianz GI elaborado por Dwane.
Con este entorno, Allianz GI considera que si los inversores quieren lograr rendimientos atractivos tendrán que asumir más riesgo y hacerlo de una forma holística, es decir, centrándose en riesgos que las compañías pueden manejar. “Introducir los factores ESG en las decisiones de inversión puede ayudar a gestionar el riesgo y a aumentar el potencial retorno. En este sentido, las estrategias temáticas pueden ayudar a los inversores a alinear sus carteras con sus convicciones a largo plazo, creando así oportunidades de inversión”, sostiene Dwane.
Por último, el documento de Dwane apunta cinco áreas en las que tener el foco puesto de cara a 2020. Se trata de prestar atención a:
La evolución de los riesgos puede significar retornos beta más plano
Considerar la inversión sostenible como parte central del enfoque de inversión
La competitividad por el liderazgo mundial entre Estados Unidos y China
El crecimiento de las amenazas al suministro de petróleo y a la seguridad alimentaria
La inversión temática como ayuda para alinear las carteras con potencial de retornos a largo plazo
El año 2019 ha estado marcado por la incertidumbre geopolítica en torno a eventos como la guerra comercial o el Brexit, el cambio de sesgo de los bancos centrales occidentales (pasando desde un enfoque de endurecimiento monetario a otro en el que se han retomado los estímulos) y, en general, un buen tono en los mercados. En España, también ha sido clave la adaptación de la normativa MiFID II, que ha cumplido dos años en vigor, y las consecuencias en las firmas financieras. Y, en estrategias, aquellas en torno a la inversión sostenible o la reivindicación del value investing tras unos años de malos resultados en general.
En este contexto, los lectores de Funds Society España han prestado atención en 2019 a temáticas como el estado de la banca privada, la fiscalidad tras la adopción de la normativa MiFID II, las novedades normativas en torno a las fintech, los cambios en las entidades y los nuevos nombramientos, las opiniones de los expertos en torno a los eventos más importantes y las más sonadas estrategias de mercado, como las relacionadas con la ESG. Analizamos los artículos más leídos en Funds Society España a lo largo de este año.
El relajamiento temporal de las tensiones entre China y Estados Unidos junto con unas políticas monetarias más acomodaticias por parte de los bancos centrales deberían comenzar a sentirse en la economía global. La Reserva Federal ha liderado las políticas de relajación monetaria con recortes en los tipos y el consumidor estadounidense, con capacidad para endeudarse a un menor precio, sigue siendo el principal impulsor del crecimiento global.
La confianza con respecto a la economía global empieza a cambiar. En lo que va de año, la atención se ha centrado principalmente en los temores a una recesión y la relajación de los bancos centrales, lo que ha sido bueno para los activos a largo plazo, como la deuda pública de alta calidad, los bonos corporativos de grado de inversión y los bonos con calificación BB.
Sin embargo, los temores a una recesión empiezan a disminuir y, aunque es probable que los bancos centrales sigan relajando su política, hay un límite hasta donde pueden llegar. Tras la reunión de octubre de la Reserva Federal (Fed) podría haber una o más rebajas de tipos, pero en la opinión de Ken Orchard, gestor de carteras de T. Rowe Price, es probable que no se den más. El Banco Central Europeo está limitado: podría rebajar los tipos otros 10 puntos básicos o así, pero los daños colaterales en el sistema bancario le preocuparán. Por tanto, la relajación de los bancos centrales podría dar paso pronto a un periodo tranquilo sin movimientos en los tipos.
Este periodo de cambio no ha hecho más que empezar. Como es comprensible, sigue habiendo mucha precaución ahí fuera, pero la reciente evolución positiva de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China ha supuesto un espaldarazo para la confianza. Aunque muchas organizaciones internacionales siguen revisando a la baja sus previsiones económicas, el equipo de economistas de T. Rowe Price ha elevado las suyas correspondientes al crecimiento de Europa y EE.UU. para 2020, basándose en las condiciones financieras más laxas, que han mejorado sustancialmente durante el último año. Esto apunta a la probabilidad de que el entorno de inversión cambie.
Una de las evidencias más probables de esto podría ser un pronunciamiento de la curva de tipos, al aumentar las expectativas de inflación futura. Ante esto, es probable que los bonos a largo plazo, como la deuda pública de alta calidad, comiencen a perder fuelle. Las empresas con calificación de grado de inversión de países estables, que han sido muy demandadas mientras se ha impuesto la prudencia, también podrían empezar a comportarse peor que otras clases de activos, debido a la vuelta del optimismo.
¿Qué activos se comportarán bien entonces? Muy probablemente, los activos que los inversores han evitado en el último año. Entre ellos, los bonos con calificaciones B y CCC, que han quedado rezagados con respecto a los BB este año. Podrían empezar a comportarse mejor que las inversiones en crédito de mayor calidad cuando los inversores empiecen a atreverse con clases de activos de mayor riesgo.
Los préstamos parecen también interesantes. No han tenido un mal comportamiento este año, pero han quedado rezagados con respecto a la mayoría de sectores en términos de diferenciales, debido a que no tienen duración y, por tanto, no se han beneficiado de la caída de los rendimientos. Ante el mayor optimismo de los mercados sobre el crecimiento y sus cábalas iniciales sobre cuándo volverá a subir los tipos la Fed, es probable que los precios de los préstamos vuelvan a subir.
Aunque la inflación es débil actualmente en la mayoría de los países, el desempleo también es bajo y la inversión empresarial floja, por lo que la inflación podría volver a repuntar. Si esto sucede, los títulos del Tesoro protegidos frente a la inflación podrían comportarse bien. En este entorno, en T. Rowe Price creen que el dólar estadounidense podría caer, pero esa predicción resulta más difícil.
El principal riesgo para el crecimiento probablemente sea un nuevo empeoramiento de las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China. Sin embargo, tal como están las cosas, parece que ambas partes desean mantener la tregua al menos hasta 2020. Si esto sucede, el crecimiento podría recuperarse y se produciría una rotación en los activos más rentables.
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