Pixabay CC0 Public Domain. Allfunds se une a Consejo de Administración de Openfunds
José Carlos Oviedo, responsable de la gestión de datos de Allfunds, se ha incorporado al Consejo de Administración de Openfunds. Esta organización sin ánimo de lucro fue fundada en 2015 por UBS AG, Credit Suisse AG, Bank Julius Bär & Co. AG y FE fundinfo AG, con el objetivo de establecer un estándar industrial común para mejorar el intercambio y la difusión de los datos de los fondos.
«En nombre de toda la junta y de los miembros de Openfunds, queremos dar la bienvenida a Carlos y al equipo de Allfunds. Tener al mayor distribuidor de fondos del mundo a bordo es un gran paso para nuestra asociación. Nos ayudará a fortalecer aún más el reconocimiento mundial de nuestra organización y el alcance de sus estándares”, ha señalado Tim Gutzmer, vicepresidente de Openfunds.
Por su parte, José Carlos Oviedo, responsable de la gestión de datos de Allfunds, ha declarado: “Estamos convencidos de que Openfunds aumenta la calidad y la transparencia de los datos de los fondos en beneficio de todos los actores de la industria. Su lenguaje común proporciona certeza y permite la automatización. Con nuestra participación activa, aportamos experiencia y escala para desarrollar aún más estos estándares”.
Desde Openfunds considera que su labor es muy relevante porque, durante los últimos años, la velocidad y la calidad de la transmisión de la información ha aumentado drásticamente en la mayoría de las industrias. Sin embargo, los datos de los fondos siguen transmitiéndose de forma “anacrónica” y “no estandarizada”.
Gracias a su labor y propuesta, actualmente más de 400 proveedores internacionales de fondos se han adaptado a sus estándares de fondos abiertos y gratuitos, lo que “contribuye a que el sector de los fondos funcione de manera más eficiente y transparente”, sostienen desde Openfunds.
Larry Fink, consejero delegado de BlackRock.. PNC Financial Services vende su participación del 22,4% en BlackRock
La actual pandemia sanitaria y sus efectos en la economía han centrado gran parte de la carta anual a accionistas de Larry Fink, consejero delegado de BlackRock. “Desde enero, el coronavirus se ha apoderado de nuestras vidas y ha transformado nuestro mundo, presentando un desafío médico, económico y humano sin precedentes”, señalaba en las primeras líneas de su carta.
Sobre la situación actual reconoce que tomará varios años recuperar la normalidad, así como el gran reto que supone para los gobiernos, la sanidad y las finanzas responder a las consecuencias que se derivarán de esta gran crisis del coronavirus. “En mis 44 años de experiencia en las finanzas, nunca he experimentado nada como esto. El brote ha impactado los mercados financieros con una rapidez y ferocidad que normalmente solo se ve en una crisis financiera clásica. En cuestión de semanas, los índices de referencia de la renta variable mundial cayeron de máximos históricos a un mercado bajista. Incluso se activó el mecanismo para interrumpir el trading en la bolsa de Nueva York, una alternativa creada para amortiguar la extrema volatilidad y que ha sido usada hasta en tres ocasiones. Estas condiciones además se han visto exacerbadas por los bajos niveles de liquidez de los bonos el Tesoro de Estados Unidos, que sirve como referencia para los activos de riesgos de todo el mercado”, sostiene como resumen de la situación.
En su opinión, esta crisis no solo ha presionado los mercados y el crecimiento global a corto plazo, también ha provocado una reevaluación de muchos supuestos teóricos sobre la economía global, como la inmediatez del abastecimiento de las cadenas de suministro o la dependencia del transporte aéreo. Incluso, considera que tras esta crisis habrá un cambio en la forma de interpretar cómo trabajamos, consumimos, compramos, viajamos y nos reunimos. “Cuando salgamos de esta crisis, el mundo será diferente. La psicología de los inversores cambiará. Los negocios y el consumo cambiarán. Y dependeremos más profundamente de nuestras familias y de cada uno de nosotros para estar a salvo”, argumenta.
Hacia la recuperación
Aunque Fink reconoce que todo esto suena “dramático” es optimista y considera que “la economía se recuperará ininterrumpidamente». Según explica, la crisis actual “carece de algunos de los obstáculos para la recuperación de una crisis financiera típica. Los bancos centrales se están moviendo rápidamente para abordar los problemas de los mercados de crédito, y los gobiernos están actuando ahora agresivamente para promulgar estímulo fiscal. La velocidad y la forma de estas políticas están profundamente influenciadas por la experiencia durante la crisis financiera mundial en 2008. También creo que es probable que sus acciones sean más eficaces y trabajan más rápidamente, ya que no están luchando contra los mismos retos estructurales que fueron hace una década”.
Su visión optimista y que se posiciona por una rápida recuperación no significa que no considere que hay muchos riesgos. Tampoco niega que el mercado puede haber no tocado su fondo. “Hay desafíos importantes para aquellas empresas que están muy endeudadas y si los gobiernos no son cuidadosos en el diseño de sus programas de estímulo, las consecuencias económicas de este brote caerán de forma desproporcionada sobre las personas que económicamente son más vulnerables”, añade reflexionando sobre los retos que planteará la futura recuperación.
En mitad de esta tempestad, Frink defiende que el papel de BlackRock es ayudar a sus clientes a “navegar en este mercado ambiente y permanecer enfocado en los rendimientos a largo plazo”. Por eso, desde que empezara la crisis sanitaria en febrero, la gestora ha puesto a disposición de los inversores y clientes publicaciones, calls, análisis y videoconferencias, entre otros recursos para responder a las necesidades de información y responder a todas las cuestiones que se les demanden.
“En BlackRock, seguimos manteniendo la visión a largo plazo en los mercados y en la forma de gestionar nuestra compañía. El mundo y la economía se recuperará de esta crisis. Y para aquellos inversores que no limitan su visión al terremoto que hay bajo nuestros pies, vemos un horizonte por delante lleno de oportunidades en los mercados”, afirma en su carta.
Negocio e industria de fondos
De cara a cómo la firma está afrontando la actual situación de mercado, Fink apunta que están ajustando sus carteras y asegurándose que tienen las herramientas y la tecnología necesaria para dar respuesta al mercado cambiante. En este sentido, el CEO de BlackRock destaca el buen funcionamiento que están teniendo la gama de ETFs de su marca iShares, así como su actividad de asesoramiento financiero.
“Hemos prometido a nuestros accionistas que nos proponemos alcanzar un objetivo de crecimiento orgánico del 5% a largo plazo. Nuestra estrategia para lograr este objetivo a largo plazo es invertir en los principales motores que impulsan el crecimiento de BlackRock hoy y en los próximos años: iShares, estrategias ilíquidas, alternativas y con base tecnológica, innovación para crear alfa y, lo más importante, seguir siendo proveedores líderes de soluciones de inversión manteniéndonos a la vanguardia de sus necesidades”, señala como principales aspectos.
Para lograrlo, Fink apunta que el centro de su estrategia será seguir anticipándose al proceso de consolidación, la presión sobre el cobro de comisiones y la innovación tecnológica. Según argumenta en su carta, “el mayor cambio para los gestores de activos será la forma en que usamos la tecnología. En el futuro, los gestores tienen que ser tan buenos usando la tecnología como en el resto de sus actividades. La tecnología tiene que ser parte de ellos e integrar la tecnología para conectar con el cliente, generar conocimiento sobre la inversión y unificar la organización en una sola plataforma. Estos tiempos que estamos viviendo de alta volatilidad da más sentido a lo esencial que es la tecnología para gestionar el riesgo”.
Por último, el CEO de BlackRock recuerda que tras la última crisis financiero se generó un entorno muy positivo para los gestores de activos y para la industria. Sin embargo, considera que han sido pocos los que han aprovechado esa circunstancia para innovar y lograr un negocio más resiliente. “Una de las principales tendencias que detectamos entre nuestros clientes es que demanda un enfoque de cartera global y completa. En la última década, los inversores valoran más una construcción de cartera bajo un único enfoque, que la selección aisladas de estrategias o activos. Este enfoque es aún más importante en el entorno actual, con tipos de interés en mínimos históricos, el precio del petróleo ha bajado más del 50% desde el principio del año y las acciones a nivel mundial cayendo”, matiza.
Pixabay CC0 Public Domain. De enero a marzo: cronología y valoración de un trimestre de medidas monetarias, liquidez y fiscalidad
Durante las últimas tres semanas, los bancos centrales han sido los “médicos” de esta pandemia que afecta a los mercados. Las medidas, los estímulos y la liquidez han ayudado en cierta medida a los mercados, que intentan recuperarse de las caídas. En general, las gestoras consideran que todos esto impactará positivamente en la fase de recuperación, pero no atacan la raíz del problema actual, que es la propagación del coronavirus.
“Los bancos centrales están respondiendo al devastador impacto en las economías del virus COVID-19 y también al problema más reciente del aumento de los rendimientos de los bonos. En esta etapa, estas acciones de los bancos centrales están teniendo por ahora un impacto limitado en los mercados. El mercado está cuestionando efectivamente la credibilidad y la eficiencia de la política monetaria en este escenario. A pesar del reciente apoyo monetario anunciado, sigue habiendo un gran desapalancamiento y las subidas de los mercados son breves, y se utilizan como oportunidades de venta”, explica Jeremy Gatto, gestor de carteras de Unigestion.
Frente a la valoración que hace Gatto sobre que “el mercado está cuestionando la credibilidad y eficiencia” de las medidas, Jean-Luc Hivert, jefe de inversiones de La Française AM, sí confía en el impacto positivo a corto y medio plazo que van a tener. “Sin querer subestimar los importantes impactos de la crisis que vivimos actualmente, los programas de estímulos anunciados por los diferentes gobiernos de la Eurozona, así como las últimas medidas del Banco Central Europeo muy probablemente tengan un impacto positivo en el mercado de crédito. Los anuncios del BCE el 18 de marzo apoyan aún más esta tesis. Asistiremos a más intervencionismo en vez del tradicional laissez faire con el fin de reavivar la economía lo más rápido posible y como todos sabemos, el sistema financiero constituye el canal esencial de transmisión de la política monetaria hacia la economía real y por tanto, tendrá que ser preservado a todo coste”, apunta Hivert.
Mismo camino y valoración se merece, según las gestoras, las medidas tomadas por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). La semana pasada, y por tercera vez en este mes, volvió a sorprender con nuevas medidas que incluyen compras ilimitadas de instrumentos respaldados por hipotecas (MBS) y bonos del Tesoro estadounidense para mantener los costos de endeudamiento bajos, además de programas para asegurar que el crédito siga llegando a las corporaciones, gobiernos estatales y locales.
“El objetivo inmediato de la Fed es mantener el crédito fluyendo en la economía real, el plan podría ayudar a evitar el daño de largo y acelerar la recuperación económica. Después de las últimas medidas anunciadas, el balance de la Fed supera el máximo de 4,5 billones de dólares alcanzado como consecuencia de la crisis de 2008 y pensamos que ahora llegará a rebasar los 6 billones de dólares. En cualquier caso, es importante recordar que estos programas no son la panacea. De hecho, EE.UU. podría ya estar en recesión, pero pueden ayudar a evitar una depresión económica”, señala Tiffany Wilding, economista de PIMCO, sobre la decisión de la Fed anunciada ayer.
En general, las gestoras apuntan que con todas estas medidas los bancos centrales lograrán mantener bajos los riesgos sistémicos, en especial para evitar una crisis crediticia. “Si la crisis de salud continúa más allá de abril, los gobiernos se harán cargo de la economía cada vez más y la financiación de las medidas por parte del banco central parecerá ilimitada. El riesgo reside en la pérdida de confianza en el dinero frente a la política económica excesiva y la emisión considerable de dinero mientras la economía continúa deteriorándose por falta de inversión”, reflexiona Philippe Waechter, jefe de investigación económica de Ostrum AM (Natixis IM).
Quizás el BCE y la Fed sean los bancos más representativos e influyentes, pero el Banco de Inglaterra (BoE), el Banco de Japón y el Banco Popular de China han tomado medidas similares, que las gestoras valoran igualmente. Por ejemplo, en marzo, el BoE decidió seguir su anterior recorte en el tipo de interés de la política principal del 0,75% al 0,25% con un nuevo recorte a solo el 0,1%. Para mostrar el nivel de urgencia, el Banco de Inglaterra también anunció que estaba reiniciando su programa de QE, que había estado inactivo desde 2016. El Banco se ha comprometido a aumentar las compras en 200.000 millones de libras esterlinas hasta un total de 645.000 millones de libras esterlinas en un plazo no especificado.
“Las medidas del BoE ayudarán a reducir el rendimiento de los bonos, junto con los costes de los préstamos para los titulares de hipotecas y prestatarios comerciales, contribuyendo así a reducir la probabilidad de distress financiero. Sin embargo, tanto sus acciones como las del BCE no detendrán la profunda recesión que se espera ahora. Es probable que el cierre y la clausura de países enteros provoque la recesión más grave desde el decenio de 1930”, apunta Azad Zangana, estratega y economista senior europeo de Schroders. En su opinión,
Cronología de las principales medidas implementadas
2 de febrero. El Banco Popular de China anuncia que inyectará 1,2 billones de yuanes (unos 157.000 millones de euros) en el mercado
17 de febrero. El Banco Popular de China rebaja el tipo de interés a medio plazo en 0,10 puntos básicos hasta el 3,15%.
3 de marzo. La Fed aplicar un inesperado recorte del 0,5% en los tipos de interés hasta dejarlos en un rango de entre el 1% y el 1,25%.
3 de marzo. El Banco Central de Australia recorta los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta un mínimo histórico del 0,5% e indicando un sesgo hacia una mayor relajación.
11 de marzo. El Banco de Inglaterra recorta los tipos de interés del 0,75% al 0,25%.
12 de marzo. El BCE anuncia compras de activos por valor de 120.000 millones que complementarán a las actuales y una flexibilización de las normas de capital y de liquidez de la banca.
16 de marzo. La Fed rebaja los tipos al 0% y anuncia un incremento de 700.000 millones de dólares para el programa de expansión cuantitativa a lo largo de los próximos meses, que incluye al menos 500.000 millones de dólares en compras de bonos del tesoro y 200.000 millones en activos del sistema financiero.
19 de marzo. El BCE lanza un nuevo paquete de ayudas bajo el nombre de Pandemic Emergency Purchase Program (PEPP, o Programa de Compras de Emergencia Pandémica) por valor de 750.000 millones de euros.
23 de marzo. La Fed anuncia nuevos estímulos: compras ilimitadas de MBS, bonos del Tesoro estadounidense, y programas para asegurar que el crédito siga llegando a las corporaciones, gobiernos estatales y locales.
30 de marzo. El Banco Central de China ha recortado los tipos de interés a siete días hasta situarlos ahora en el 2,2% desde el 2,4% anterior y además también inyectó liquidez en el sistema (7.100 millones de dólares).
El arma de la política fiscal en Europa
Desde Instituto Flossbach von Storch, el último informe elaborado por Agnieszka Gehringer, analista senior destaca que la otra clave de este primer trimestres ha sido la expansión fiscal y las medidas tomadas por los gobiernos, en particular en Europa y Estados Unidos.
“Hasta ahora, los principales estados miembros de la zona euro han reaccionado con respuestas fiscales muy decisivas ante el coronavirus. Entre las principales medidas tomadas sobre la coordinada respuesta europea para contrarrestar el impacto económico del coronavirus, la Comisión decidió que los estados miembros pueden explotar la máxima flexibilidad y margen de maniobra en las normas de la UE sobre deuda, déficit y ayuda estatal para las empresas”, señala Gehringer en su informe.
Los analistas de BancaMarch, «la receta para salir de este bache es la misma que la usada en la anterior, deprimir aún más los tipos y ampliar más el endeudamiento». En su opinión, las medidas anunciadas por los gobiernos además de reforzar los sistemas públicos de salud, tratan de limitar los efectos del parón económico sobre el empleo y las familias. «Es prioritario proteger a ambos, en particular a los más vulnerables y a las empresas pequeñas y medianas que son responsables de un 70% del empleo de Occidente».
Pixabay CC0 Public Domain. Petróleo: la crisis sanitaria genera un problema de demanda y derrumba el precio del barril
El petróleo vuelve a hundirse. Los expertos explican que las medidas de confinamiento de la población decretadas por los países y la escasa actividad económica en muchos de ellos están provocando un shock en la demanda, arrojando su precio a sus mínimos. Por ejemplo, ayer el barril de brent cayó hasta los 22 dólares, su mínimo desde 2002. ¿Hasta dónde puede caer?
En opinión de Michel Salden, Head of Commodities de Vontobel Asset Management, puede caer aún más, pero mantiene la convicción de que también se recuperará cuando toda situación acabe. “Los precios del petróleo se derrumbarán aún más dada el exceso de oferta en el mercado y el limitado almacenamiento disponible. Simplemente no habrá compradores en el mercado al contado, incluso cuando los saudíes infravaloren los contratos de futuros de 3 a 6 dólares. La razón es que el almacenamiento mundial pronto se encontrará a máxima capacidad, lo que hará imposible comprar petróleo incluso a precios muy rebajados, almacenarlo y venderlo en 3-6 meses”, explica.
A corto plazo, es complicado cuantificar la pérdida de la demanda de petróleo. Tanto EE.UU. como Europa y los mercados emergentes se encuentran en una situación de cuarentena y confinamiento (parcial) que está matando la demanda de petróleo en unas cifras sin precedentes. En este sentido, Salden apunta unas estimaciones sobre la caída de la demanda de petróleo del segundo trimestre que oscilan entre el 10% y el 20%.
“Vemos un sufrimiento a corto plazo para los contratos petroleros de corta duración, pero habría que darse cuenta de que en algún momento a finales de este año o en 2021 la demanda de petróleo se recuperará con fuerza, que los productores marginales están permanentemente cerrados y que los bancos centrales verán cómo la inflación se dispara en los próximos años. Como en muchas correcciones cíclicas, demasiada infravaloración en el mercado al contado conduce a subidas de precios una vez que la economía se estabiliza. Esto explica la dicotomía que estamos experimentando con posibles caídas para el petróleo a corto plazo, mientras que para el petróleo a largo plazo el precio comienza a subir en el período 2022-2025”, añade Salden.
Impacto en el sector petrolero
En esta misma línea hace su valoración el equipo de análisis de Schroders: “Irónicamente, la forma de ver el mercado del petróleo es simple. Cuanto más tiempo permanezcamos con los precios actuales, más oferta se eliminará de la industria. Esto prepara al mercado para un período de restricción significativa y precios mucho más altos, cuando finalmente entremos en un período de demanda estable y de reabastecimiento. Para esta estabilidad, necesitamos que el coronavirus (COVID-19) se disipe, que la actividad industrial se reactive y que las industrias se desabastezcan. A muy corto plazo es difícil que esto suceda, pero si miramos más allá del corto plazo, el riesgo al alza de los precios del petróleo es significativo”.
Las compañías petroleras serán las más afectadas, de hecho desde Schroders considera que, a corto plazo, muchos de los productores de esquisto de EE.UU., con poco efectivo, lucharán por sobrevivir con el precio del petróleo en torno a 30 dólares.
“Las compañías petroleras que cotizan en bolsa y que operan en este entorno se encuentran en su momento más frágil de los últimos 20 años. Los inversores han estado desinvirtiendo a medida que las preocupaciones ambientales, sociales y de gobernanza empresarial animaban a desviar el capital hacia el sector de las energías renovables. Los riesgos que amenazan el equilibrio en el mercado de petróleo para los próximos meses vienen por el lado de la demanda, y la acumulación de grandes inventarios será inevitable en los próximos meses. Además, si miramos al período 2021-2025, el mercado del petróleo estará infra abastecido y necesitamos que la OPEP aumente la producción por encima de su capacidad de reserva actual”, destacan desde Schroders.
Está claro que el efecto inmediato para el sector es que los precios del crudo se van a comercializar a un nivel más bajo del que las empresas necesitan para generar flujo de caja. Tal será el impacto en el sector petrolero que Scope Rating ha rebajado sus perspectivas. Según explica Marlen Shokhitbayev, analista del sector de petróleo y gas de Scope, “las perspectivas sobre el crédito para el sector petrolero y de gas han empeorado de estables a negativas, de cara a 2020. De hecho, prevemos que los precios del crudo se mantengan por debajo de los 50 dólares por barril durante este año, independientemente de que Rusia y Arabia Saudí lleguen a un acuerdo sobre el nivel de producción”.
La firma reconoce que el impacto del coronavirus ha golpeado con fuerza sus expectativas de que el precio del barril se sitúe por encima de los 60 dólares. “La crisis del virus no solo ha afectado al crecimiento económico a nivel global, sino que también se ha notado de forma negativa en la demanda de petróleo. Pese a que en enero la Agencia Internacional de la Energía anticipó una demanda global 1,2 millones de barriles de crudo al día, ahora, y por primera vez desde la crisis de 2009, ha recortado en un 0,1 millones sus estimaciones”, añade Shokhitbayev.
Impacto en países emergentes
Muchos analistas consideran que el momento de caída que vive el mercado del petróleo hará disipar las tensiones por su precio entre Arabia Saudí, Rusia y Estados Unidos, dando un respiro a las tensiones geopolíticas. Pero, según apunta Elisabeth Colleran, vicepresidenta de Loomis Sayles (Natixis IM) y gestora de carteras de Mercados Emergentes de la affiliate, “la caída del precio del petróleo puede suponer un viento de cola para el PIB de los mercados emergentes, ya que los importadores netos de petróleo superan a los exportadores netos: 78% del PIB EM versus 22%». La experta señala que «Asia es el mejor posicionado para beneficiarse del bajo nivel de petróleo”.
En este sentido, Jeremy Cunningham, director de inversión de renta fija de Capital Group, reconoce que dentro de los mercados emergentes la pandemia está teniendo un impacto diferente entre los importadores y exportadores de petróleo. Aunque, en general, los mercados emergentes experimentarán viento de cola a medio y largo plazo, ya que el menor precio del petróleo tiene un impacto positivo en las monedas locales.
“En cuanto al impacto del precio del petróleo, los inversores deben diferenciar entre los países emergentes que se benefician de esta circunstancia y los que no. Colombia, Nigeria y Malasia se verán cada vez más presionados debido a su alto coste de extracción de petróleo. Rusia, que fue uno de los primeros países en sufrir el impacto, cuenta con mejores amortiguadores y una economía más diversificada y, por lo tanto, podrá soportar períodos más largos de reducción de los precios del petróleo. Para Tailandia, Pakistán y la India los precios bajos del petróleo serán un obstáculo”, explica Cunningham.
Pixabay CC0 Public Domain. ESMA pone a consulta directrices sobre el riesgo de apalancamiento en los fondos de inversión alternativos
La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés) ha puesto en consulta pública un proyecto de directrices sobre los riesgos de apalancamiento en los fondos de inversión alternativos. Según explican desde finReg360, estas directrices forman parte de la respuesta de la ESMA a las recomendaciones de la Junta Europea de Riesgo Sistémico para abordar el riesgo de liquidez y apalancamiento en los fondos de inversión.
En este sentido, finReg360 interpreta que el regulador considera que, en situaciones de graves tensiones en los mercados financieros, los fondos de inversión alternativos altamente apalancados pueden amplificar aún más el riesgo sistémico. Por tanto, es relevante lograr una convergencia de supervisión de las autoridades nacionales competentes (ANC) para vigilar y regular el uso del apalancamiento por los FIA.
“El proyecto de directrices, que la ESMA somete a consulta pública, tiene por objeto promover la convergencia de la supervisión en la forma en que las ANC evalúan el uso del apalancamiento considerando la evaluación del riesgo sistémico y la forma en que diseñan, calibran y aplican los límites de apalancamiento”, explican desde la firma de consultora. La consulta de ESMA estará abierta hasta el próximo 1 de septiembre de 2020.
El objetivo es que las ANC tengan un enfoque coherente al evaluar si se cumple la condición para imponer medidas relacionadas con el apalancamiento. Según explican desde finReg360, para asegurar que las ANC adopten este enfoque coherente en la evaluación, el borrador de directrices incluye: un conjunto mínimo común de indicadores que las ANC deberán tener en cuenta durante su evaluación; la instrucciones para calcular estos indicadores sobre la base de los datos de los informes previstos en el artículo 24 de la Directiva 2011/61/CE; y descripciones cualitativas y, cuando proceda, cuantitativas de la interpretación de los indicadores.
“Las ANC evaluarán en qué medida el uso del apalancamiento por los FIA contribuye a la acumulación de riesgo sistémico en el sistema financiero. En la evaluación del riesgo sistémico relacionado con el apalancamiento que plantea el sector de los FIA, se tendrá en cuenta una serie de informaciones cuantitativas y cualitativas. Las ANC realizarán la evaluación del riesgo con periodicidad trimestral”, añaden a la hora de explicar esta consulta.
En segundo lugar, las directrices incluyen también poner en práctica los límites de apalancamiento y calibrarlos para garantizar su eficacia y eficiencia. Para ello, la ESMA propone el diseño de un marco macroprudencial sobre los límites de apalancamiento que incluye: una descripción de los límites de apalancamiento, y los principios que las ANC deben tener presentes al calibrar los límites de apalancamiento y al imponer los límites.
“La calibración de los límites de apalancamiento debe basarse en una evaluación de si la aplicación de dichos límites limitaría efectivamente la contribución de los FIA apalancados a la acumulación de riesgo sistémico. Al establecer el nivel apropiado de los límites de apalancamiento, las ANC valorarán su eficacia para hacer frente al riesgo de impacto en el mercado, los efectos indirectos para las contrapartes financieras y las perturbaciones en el mercado financiero”, resumen desde finReg360,
Por estas razones, las ANC evaluarán el probable impacto de esas medidas en los riesgos, en las siguientes circunstancias:
Cuando los riesgos estén directamente relacionados con el tamaño, la imposición de límites de apalancamiento por las ANC debería reducir los riesgos.
Cuando los riesgos estén parcialmente relacionados con el tamaño, pero la imposición de límites pueda no reducir los riesgos en la misma proporción, las ANC deberían considerar la posibilidad de imponer otras restricciones a la gestión de los FIA.
Cuando la imposición de límites pueda, al menos temporalmente, dar lugar a un aumento de los riesgos (por ejemplo, porque un gestor pueda vender activos menos arriesgados para cumplir los nuevos requisitos), las ANC deberían imponer otras restricciones a la gestión del FIA (por ejemplo, sobre la política de inversión, la política de reembolso o la política de riesgos).
El riesgo sistémico suele acumularse durante un período prolongado antes de materializarse repentinamente. Las ANC deben aplicar cuidadosamente los límites de apalancamiento, tanto en lo que se refiere al calendario como a su introducción y su eliminación gradual. Las ANC no impondrán límites cuando los riesgos ya se hayan materializado.
A largo plazo, las ANC tendrán en cuenta la posibilidad de aplicar límites cíclicos para amortiguar la acumulación y materialización de los riesgos en las fases ascendentes y descendentes del ciclo financiero.
Foto cedidaCaroline Yu Maurer, responsable de renta variable de la región de la Gran China en BNP Paribas AM. BNP Paribas AM: “Con el brote de coronavirus más contenido, China ofrece oportunidades en renta variable a largo plazo”
Si bien el brote de coronavirus se está acelerando a nivel mundial, los nuevos casos parecen estar disminuyendo en China tras las medidas de contención. Según BNP Paribas Asset Management, hasta ahora, el mercado de renta variable del país asiático ha resistido frente a los importantes movimientos que han agitado las bolsas desde Nueva York a Milán. En esta entrevista con Funds Society, la responsable de renta variable de la región de la Gran China, Caroline Yu Maurer, asegura que, en parte, esto se debe a las medidas de liquidez del banco central y destaca que existen oportunidades para los inversores a largo plazo.
La también gestora del BNP Paribas China Equity Fund asegura que las próximas semanas serán especialmente críticas para que los mercados digieran los riesgos asociados al COVID-19. “Los riesgos clave son que el brote dure más de lo esperado, afectando a la demanda global, y que se intensifiquen las tensiones comerciales China-Estados Unidos”. En algunas zonas de la región Asia-Pacífico (como Australia, India o el sudeste asiático), las infecciones se han incrementado de forma exponencial en las últimas semanas, pero en China parece que comienzan a ralentizarse gracias a las herramientas de contención.
A su juicio, el país parece estar empezando a pasar la página de la pandemia, ya que el número de casos nuevos ha disminuido en las últimas semanas, y, ahora, es de casi cero. Esto se debe a la política de respuesta que combina las restricciones de viajes y el cierre completo de las zonas afectadas, unida a la relajación monetaria y las políticas fiscales. “Ayudarán a seguir sosteniendo el crecimiento económico de China, aunque esperamos que se vea gravemente afectado a corto plazo”, apunta.
Según Yu Maurer, los datos económicos de enero y febrero fueron “débiles y sin precedentes”. En esos dos meses, los principales indicadores macroeconómicos cayeron más del 15% interanual, con el valor añadido del sector industrial cayendo un 13,5%, la inversión en renta fija un 24,5% y las ventas al por menor un 20,5%. Por ello, parece que las autoridades están preparando al mercado para una contracción del crecimiento en el primer trimestre de 2020, que no se esperaba inicialmente.
Líderes a largo plazo
En términos de actividad empresarial, prevé que el 80%-90% se reanude en abril, aunque advierte de que especialmente las pequeñas y medianas empresas deberán seguir luchando. “Creemos que aquellas concentradas en los sectores relacionados con los servicios tardarán más tiempo en recuperarse”, como las agencias de viajes o la hostelería. Esto se debe a que sigue existiendo una “barrera psicológica” que impedirá a los consumidores romper de forma inmediata el distanciamiento social para regresar a restaurantes, tiendas, etcétera.
Pese a la incertidumbre provocada por el brote y las tensiones comerciales, la responsable de renta variable de la región pronostica una mayor consolidación de la industria, que debería jugar a favor de los líderes a largo plazo y conducir a una adopción más rápida de la digitalización. “A medida que China experimenta cambios estructurales y pasa de una economía impulsada por las exportaciones a una impulsada por el consumo y la innovación, están surgiendo varios desarrollos interesantes”.
En ese sentido, hace hincapié en que las oportunidades de inversión en China “son demasiado grandes para ignorarlas”, aunque advierte de que BNP Paribas AM continúa siendo “plenamente consciente” de que no deben pasarse por alto los riesgos cuando se invierte en el país asiático. Con todo, gracias a la liquidez bombeada tanto por el Banco Popular de China como por los bancos centrales mundiales y regionales, en su opinión, el atractivo de las acciones será mayor que el de los bonos.
BNP Paribas China Equity Fund
Teniendo esto en cuenta, la gestora del BNP Paribas China Equity destaca que una de las mayores ventajas competitivas de este fondo es su capacidad para rendir por encima del índice de referencia de forma continuada en cualquier condición de mercado, especialmente en etapas bajistas. “Esta resistencia se ha demostrado en los últimos años: rindió por encima del índice durante el periodo de corrección del 2018, en el rally de 2019 y, ahora, en un 2020 marcado por el coronavirus, ha registrado un rendimiento un 2,9% superior al benchmark (a 28 de febrero)”.
En su opinión, este rendimiento superior se debe, sobre todo, a su proceso de selección de activos. “Vigilamos de cerca la situación en la Gran China y ajustamos el peso de la cartera hacia aquellos sectores menos afectados por el brote”, asegura. Todo ello sin perder de vista las empresas de alta calidad que, aunque hayan sufrido a corto plazo, consideran que podrán recuperarse más adelante y ofrecer un crecimiento sostenible de las ganancias a largo plazo con perfiles sólidos de ASG.
En concreto, se centran en áreas donde identifican tendencias de crecimiento estructural y empresas capaces de generar ingresos en el entorno actual de volatilidad. Por ejemplo, del sector sanitario, supermercados o entretenimiento online. Mientras, han recortado la exposición a compañías tecnológicas que forman parte de la cadena de suministro global y que se han visto afectadas por una ralentización de la demanda.
Con todo, “creemos que China seguirá ofreciendo importantes oportunidades de inversión a largo plazo, apoyada por tres temas clave: tecnología e innovación, mejora del consumo, y consolidación de la industria”, sentencia Yu Maurer.
Cambios en el negocio internacional de Santander: según ha podido saber Funds Society, Alfonso Castillo ha sido nombrado responsable de BPI (su banca privada internacional) y CEO de BSI (el negocio internacional del banco en EE.UU.). En su nuevo puesto, seguirá desarrollando el negocio y consolidando Santander Private Banking como plataforma global para los clientes de la entidad en todo el mundo.
Castillo sustituirá a Jorge Rosell en ese puesto, que abandona el banco en busca de nuevos proyectos.
Castillo se incorporó entonces para desarrollar BSI, y el segmento global de Private Wealth, procedente de Bankinter (donde fue responsable y Managing Director de la división de Banca Privada para altos patrimonios). En sus casi 20 años de experiencia, ha trabajado también en firmas como Barclays Wealth, Credit Suisse o Erns & Young.
Según ha podido saber Funds Society, Castillo continuará desarrollando el negocio de Santander Private Banking, y en su nuevo puesto reportará a Víctor Matarranz (en su papel como responsable de BPI) y a Tim Wennes –CEO de Santander US- y Matarranz en calidad de CEO de BSI.
La pandemia sanitaria del coronavirus lleva golpeando con fuerza a los mercados desde finales de febrero. En este contexto, la rentabilidad de las carteras de los fondos de inversión españoles se ha desplomado durante las últimas semanas, lo que ha llevado al sector a fuertes caídas en su patrimonio. La parte menos mala es que, a pesar de todo este impacto en rentabilidad, los partícipes han contenido sus salidas: los reembolsos netos en las tres primeras semanas de marzo suman 5.100 millones de euros, según los datos de Inverco, lo que supone un 1,9% del patrimonio total de los fondos.
Es decir, las caídas patrimoniales en tres semanas, de 26.800 millones de euros, se explican principalmente, en un 81%, por el efecto mercado: los fondos han sufrido una caída de la rentabilidad de sus carteras del 7,8%, que el caso de los vehículos de renta variable nacional supera el 24% y roza el 20% en los de bolsa internacional –ver cuadro-.
El 19% restante de la merma patrimonial se explica por los reembolsos de los inversores, que superan los 5.000 millones. Este volumen de reembolsos, siendo relevante, no es el más elevado de la serie histórica (en seis ocasiones anteriores ha sido superior), matizan desde Inverco. Por ejemplo, en octubre de 2008 retiraron 8.100 millones de euros, recuerdan desde la asociación.
“Estos datos demuestran que en estos momentos de elevada volatilidad, los partícipes han preferido mantener su inversión en fondos con una estrategia a medio y largo plazo, frente a la alternativa del reembolso a corto plazo con asunción de pérdidas”, dicen. Esta semana, Inverco emitía un comunicado en el que recordaba la «madurez» de los partícipes. Y es que, según datos de una reciente encuesta del Observatorio Inverco realizada a las gestoras, el tiempo medio de permanencia de los partícipes en un fondo es de más de cinco años, según datos del 49% de las gestoras, y entre tres y cinco años para el 36% de las mismas.
En cualquier caso, en marzo, casi todas las categorías de fondos registraron reembolsos netos, con excepción de los fondos monetarios, por razones defensivas, y los de renta variable internacional, que, tras el ajuste en valoración por efecto mercado, generan expectativas de rendimiento entre los partícipes.
En este contexto, el patrimonio de los fondos se sitúa en 244.436 millones de euros hasta la tercera semana de marzo 2020, en un entorno de elevadas turbulencias en los mercados. Todas las categorías experimentaron reducciones en su volumen de activos, con mayor intensidad en aquellas que presentan mayor exposición a acciones (los fondos de bolsa internacional en lo que va de año acusan el mal comportamiento del mercado, experimentando un retroceso patrimonial del 26%, debido a su mayoría al efecto mercado, ya que registran suscripciones netas positivas en el conjunto de 2020). Sólo los monetarios recuperaron el patrimonio perdido en meses anteriores.
Los datos de VDOS a 25 de marzo son algo más negativos: estiman caídas de 28.500 millones en el patrimonio de los fondos.
Las lecciones del pasado
En un mensaje de tranquilidad a los inversores, Inverco recuerda algunas lecciones de crisis similares a la actual en los mercados: “Para los que mantuvieron sus posiciones en fondos con un objetivo de inversión a medio o largo plazo, las pérdidas latentes se convirtieron posteriormente en ganancias; y para quienes realizaron nuevas suscripciones en esos momentos se generó rentabilidad posterior”.
A modo de ejemplo en los últimos 18 años, y considerando solo datos mensuales de rentabilidad media de los fondos, en el 60% de los meses con los 25 mayores reembolsos de la serie histórica, los fondos registraron rentabilidades positivas en el mes siguiente al del reembolso. En tres de los cuatro meses con mayores reembolsos de la serie histórica, los fondos registraron rentabilidad positiva el mes siguiente.
También recuerda que las decisiones precipitadas de desinversión a corto plazo generan pérdida de oportunidades de rentabilidad para los partícipes. Así, de los 15 meses con mayor rentabilidad de la serie histórica, sólo seis fueron aprovechados por nuevos partícipes, ya que en el resto (nueve meses) los fondos habían experimentado reembolsos el mes anterior.
“Una estrategia de desinversión cortoplacista basada en emociones más que en objetivos a medio plazo multiplica la posibilidad de error y aumenta la probabilidad de pérdida”, añade Inverco. Como ejemplo, la rentabilidad media anualizada de los fondos de renta variable nacional en los últimos 15 años alcanza el 3,8% anual (es decir, el 75% acumulado en los últimos 15 años). Si un partícipe hubiera estado invertido durante esos 15 años, ahora tendría dicha rentabilidad. Si hubiera reembolsado sólo en los cuatro meses con mayor rendimiento de la serie, volviendo a suscribir al mes siguiente, la rentabilidad acumulada que obtendría en el período se habría reducido al 13%. Es decir, lo que hubiera supuesto para un partícipe de renta variable nacional el desinvertir sólo en cuatro de los últimos 180 meses, sería el 62% acumulado, que en rentabilidad anualizada supone algo más del 3% anual, explica Inverco, para dejar claro que «con una estrategia de inversión a medio y largo plazo, las caídas puntuales de rentabilidad, aunque sean relevantes, tienen un impacto mínimo, si se mantiene la inversión».
La asociación también recuerda que losdatos de rentabilidad deben analizarse por los partícipes de forma individualizada, “dependiendo del momento en que suscribieron el fondo y las rentabilidades que lleven acumuladas y teniendo en cuenta su horizonte de inversión”.
Ventajas del instrumento
Desde la asociación también recuerdan que los fondos “siguen facilitando liquidez a los partícipes que lo precisen, pero también oportunidades de rentabilidad a otros, dentro de un marco regulatorio sólido y supervisado, mediante diversificación del riesgo, gestión profesional y seguridad del patrimonio de todos y cada uno de los partícipes”.
Pixabay CC0 Public Domain. Coronavirus: mirando a largo plazo
Al evaluar las amenazas que plantea el brote de coronavirus, los gobiernos, los bancos centrales, las empresas y los inversores deben considerar escenarios que van desde una alteración de corta duración hasta una amenaza con profundas implicaciones en el tiempo. Lo único que es seguro es que el coronavirus tendrá un impacto importante en la economía mundial y en los mercados financieros, al menos a corto plazo.
Pero, ¿qué pasará en el largo plazo? Los mercados de renta variable han registrado las caídas más pronunciadas desde 2008. Esto ha provocado comparaciones con la crisis financiera mundial, un acontecimiento que ha definido los últimos 12 años. Sin embargo, no hay que exagerar las similitudes.
La crisis de 2008 fue algo inherente al propio sistema financiero, no una respuesta a una amenaza externa. A pesar de todo el impacto potencial que puede tener, el brote de coronavirus es una crisis mucho más clásica. Hasta ahora, los movimientos han sido importantes, pero ordenados; parece que el riesgo de que se produzca un fallo sistémico es un riesgo muy limitado. En parte, esto se debe a que los bancos y el sector financiero en general están en mucha mejor forma que en 2008.
También hay diferencias en la manera en la que las autoridades están reaccionando ante esta situación. En 2008, la respuesta se encauzó en gran medida a través de políticas monetarias expansivas extraordinarias. Sin embargo, con el coronavirus, los gobiernos están recurriendo a la política fiscal para compensar el impacto económico del virus. Ya hemos visto importantes estímulos fiscales en Reino Unido, Hong Kong y Singapur, y parece probable que se instale el gasto a gran escala en otros lugares.
Hay, sin embargo, un aspecto esencial que permite la comparación con el 2008. Si miramos atrás, podemos observar un patrón constante no sólo con la gran crisis financiera, sino con anteriores caídas del mercado, desde la crisis del petróleo de 1973 hasta el estallido de la burbuja de las ‘puntocom’ en el 2000. Los mercados bajistas tienden a ser relativamente efímeros y dan paso a mercados alcistas mucho más duraderos.
Empresas de alta calidad
Teniendo en cuenta este precedente histórico, los inversores deberían tratar de asegurarse de que su dinero esté en empresas que se encuentren bien situadas para salir de una crisis en buena forma, independientemente del tiempo que dure. Eso les otorga una prima de calidad.
A medida que las certezas económicas establecidas cambian, las compañías altamente apalancadas parecen cada vez más expuestas. Los programas de flexibilización cuantitativa que surgieron a raíz de la crisis financiera condujeron a la emisión masiva de deuda corporativa. Esto permitió a las corporaciones alimentar el mercado alcista a través de la recompra de acciones. Aquellas sociedades que se han apalancado de forma significativa ahora parecen claramente vulnerables. Por lo tanto, los inversores deben centrarse solo en aquellas que tienen los balances más sólidos.
También hay otros factores a tener en cuenta. La fuerte caída del precio del petróleo está agravando los problemas de las compañías de energía altamente endeudadas. Mientras tanto, el impacto del virus en el turismo y las industrias relacionadas con los viajes es considerable. Ya se han producido quiebras en los sectores de viajes y energía. Y muchas otras empresas se enfrentan a graves problemas por la interrupción de las cadenas de suministro.
Por supuesto, no todas las empresas están expuestas a esos factores. Y por eso el coronavirus debería provocar un resurgimiento de la inversión activa. Los inversores deben ser exigentes en la selección de sus acciones para concentrarse en empresas con balances sólidos y poca exposición a los daños causados por el virus.
Después de la última crisis, los enfoques pasivos proporcionaron un medio fácil de aprovechar un mercado alcista impulsado por la deuda. Pero, hoy en día, estas estrategias dejan a los inversores totalmente expuestos a los dientes del mercado bajista.
Tribuna de Martin Gilbert, presidente de Aberdeen Standard Investments
Sebastián Albella preside la CNMV.. Sebastián Albella
Son muchos los sectores que están sufriendo el impacto del coronavirus, y también las consecuencias son notables en los mercados financieros y en el trabajo de la industria de la inversión colectiva. Por eso el supervisor de los mercados en España, la CNMV, está realizando un seguimiento estrecho del impacto que la situación derivada del COVID-19 está teniendo en las entidades sujetas a su supervisión, entre ellas las instituciones de inversión colectiva (IICs) y las entidades de capital riesgo (ECR) y sus sociedades gestoras (SGIIC y SGEIC).
La CNMV ha emitido un comunicado en el que se muestra flexible con los plazos de entrega de comunicaciones e informaciones de gestoras e instrumentos de inversión colectiva (aunque las obligaciones siguen vigentes), pero también exige información a las entidades sobre el impacto del coronavirus en las carteras y les pide que informen cuanto antes de potenciales incidencias en su operativa (especialmente en lo que se refiere al cálculo del valor liquidativo o a las suscripciones y reembolsos).
Informe trimestral de IICs referido al primer trimestre de 2020
La normativa establece la remisión del informe trimestral al partícipe únicamente en caso de que lo haya solicitado expresamente, en el plazo de un mes desde la finalización del período de referencia, debiendo asimismo publicarse el informe trimestral en los lugares indicados en el folleto y el DFI. En las actuales circunstancias, la obligación de elaboración, publicación y envío a la CNMV del informe trimestral continúa vigente. No obstante, dados los inconvenientes y dificultades de la situación, la CNMV tendrá especialmente en cuenta en sus actuaciones de supervisión la posible concurrencia de causas que justifiquen la demora en la elaboración y publicación de los informes trimestrales. Las entidades deberán comunicar este tipo de incidencias a la CNMV lo antes posible.
En cuanto al envío físico, en la actual situación, y mientras dure el estado de alarma, la CNMV considerará en general justificado por las circunstancias que las SGIIC lo suspendan, siempre que realicen sus mejores esfuerzos para informar de modo individualizado a los inversores que hubiesen solicitado la remisión del informe trimestral en papel acerca de la posibilidad de consultarlo en la página web de la entidad.
Por otro lado, las gestoras deberán incluir en el anexo descriptivo del informe trimestral (apartado 9) información acerca del impacto del COVID 19 en las inversiones de la IIC, así como sobre las decisiones de inversión tomadas, añadiendo sus consideraciones sobre las perspectivas de mercado y la actuación previsible en cuanto a la gestión de la cartera.
Comunicación de incidencias relevantes
La CNMV explica que, si se planteasen incidencias relevantes en la operativa diaria de cualquier entidad, en particular relacionadas con el cálculo y publicación de los valores liquidativos de las IICs gestionadas o con la operativa de suscripciones o reembolsos, o si surgiesen dudas sobre la forma adecuada de actuar en las actuales circunstancias, se deberán comunicar a la CNMV a la mayor brevedad.
Cuentas anuales
Sobre formulación, auditoría y aprobación de las cuentas anuales de las SGIIC, SGEIC, IIC, ECR y EICC, remisión a la CNMV, difusión pública y envío a inversores, explica que, de acuerdo con la normativa, las SGIIC y SGEIC deben formular sus cuentas anuales en el plazo máximo de tres meses contados a partir del cierre del ejercicio, debiéndolas remitir a la CNMV, junto con los correspondientes informes de gestión y auditoría, dentro de los cuatro meses siguientes a la finalización del ejercicio en el caso de las SGIIC (norma 6a de la Circular 7/2008) y dentro de los seis primeros meses en el caso de las SGEIC (artícuo 67.8 de la Ley 22/2014, de 22 de noviembre, de ECR).
Por su parte, el reglamento de IICs (artículo 33.1) establece los tres primeros meses de cada ejercicio como plazo para la formulación de las cuentas anuales de los fondos de inversión por las SGIIC y por los administradores de las sociedades de inversión. Las cuentas anuales así formuladas, junto con el informe de auditoría y de gestión, deben ser remitidas a la CNMV dentro de los cuatro primeros meses de cada ejercicio, fijando el artículo 29 del Reglamento de IICs el mismo plazo para su publicación.
Por otro lado, las ECR y las EICC (entidades de inversión colectiva cerradas) disponen de un plazo de cinco meses para formular las cuentas anuales debiendo remitirlas a la CNMV en los seis primeros meses siguientes al cierre del ejercicio (artículos 67.2 y 67.3 de la Ley 22/2014). Finalmente, los FESE (fondos de emprendimiento social europeo), FCRE (fondos de capital resgo europeo) y FILPE (fondos de Inversión a largo plazo europeos), de acuerdo con los reglamentos europeos que los regulan, deben poner a disposición de la autoridad competente sus cuentas anuales auditadas en el plazo de seis meses.
La CNMV considera que, tras la aprobación del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19, el régimen de suspensión de los plazos para la formulación, auditoría y aprobación de las cuentas anuales previsto en su artículo 40 es también aplicable a los vehículos de inversión colectiva (IICs, ECR e EICC), tanto fondos como sociedades, así como a las SGIIC y SGEIC. Por consiguiente, una vez concluida la prórroga de tres meses desde la finalización del estado de alarma para la formulación de cuentas establecida en el art. 40.3 del Real Decreto-ley 8/2020, la remisión a la CNMV se realizará lo antes posible a partir de ese momento y como máximo en el plazo de un mes.
En línea con lo señalado en el párrafo anterior, si las cuentas ya estuviesen formuladas, la remisión a la CNMV se realizará al finalizar la prórroga de dos meses para su verificación por los auditores prevista en el art.40.4 del citado Real Decreto- ley.
Si las cuentas anuales aún no se han formulado, dentro del apartado 22 de la Memoria referido a “Hechos posteriores al cierre que desvelen condiciones que no existían en la fecha de cierre del ejercicio” se deberá incluir información sobre el impacto de la crisis del COVID-19. En caso de que ya se hubiera formulado dicha información se incluirá en el siguiente informe periódico a inversores.
En cumplimiento de las obligaciones de transparencia, coincidiendo con la remisión a la CNMV de las cuentas anuales auditadas, éstas se deberán publicar en la página web de la gestora y en los lugares señalados en el folleto para su difusión pública. Su remisión a los partícipes y accionistas se realizará lo antes posible a partir de ese momento dentro del plazo de un mes desde la remisión de la citada información a la CNMV.
Los criterios anteriores no son de aplicación a los FESE, FCRE y FILPE dado que los reglamentos europeos que los regulan permiten que las cuentas anuales se pongan a disposición de las autoridades supervisoras competentes hasta el 30 de junio inclusive (en el supuesto de ejercicio coincidente con el año natural). La CNMV transmitirá criterios en materia de remisión de cuentas anuales y auditorías a este tipo de entidades de ser necesario.
Información reservada
Sobre información reservada (EERR) de IIC y ECR y de estados de información estadística sobre activos y pasivos de instituciones de inversión colectiva de la UE (estados OIF) a la CNMV, indica que el cumplimiento de estas obligaciones continúa vigente en los plazos establecidos en la normativa, ya que no se han establecido excepciones y la información suministrada resulta necesaria para el desarrollo de las funciones de supervisión atribuidas a la CNMV, que se consideran indispensables para la protección del interés general y para el funcionamiento básico de los servicios que tiene encomendados según el apartado primero de la Resolución del Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de 20 de marzo de 2020, sobre la suspensión de plazos administrativos prevista en el Real Decreto 463/2020, relativo al estado de alarma.
No obstante lo anterior, dados los inconvenientes y dificultades derivados de la actual situación, la CNMV tendrá especialmente en cuenta en su actuaciones de supervisión la posible concurrencia de causas que justifiquen demoras en el envío de la información señalada en este apartado. Las entidades deberán comunicar este tipo de incidencias a la CNMV lo antes posible.
Trámite FIA y reporting exigido por la UE sobre fondos monetarios
Igualmente continúa vigente la obligación de remisión de información exigida por la Directiva de gestores alternativos (trámite FIA), así como la relativa a los fondos monetarios en virtud de su propio reglamento europeo que deberá ser remitida próximamente por primera vez. A este respeto son de aplicación las mismas consideraciones relativas a plazos y eventuales demoras realizadas en los apartados anteriores. En todo caso, toda vez que esta información se remite por la CNMV a ESMA, habrá que tener en cuenta los eventuales pronunciamientos de ESMA sobre estas obligaciones de información.
Informe de auditoría interna
En relación con el informe de auditoría interna, la norma 6a de la Circular 6/2009 de la CNMV, sobre control interno de las gestoras, establece su remisión a la CNMV en el plazo de cuatro meses.
Si bien dicho plazo continúa en vigor, se entiende, dada la situación actual, que podrían resultar admisibles retrasos razonables en la remisión de dicho informe, previa comunicación justificada de la entidad a la CNMV.
Requerimientos de información
En cuanto a los requerimientos de la CNMV a SGIIC, SGEIC y sociedades de inversión autogestionadas, sigue vigente la obligación de atender los mismos en los plazos que se indiquen en cada requerimiento según lo previsto en la Resolución del Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, de 20 de marzo de 2020, sobre la suspensión de plazos administrativos prevista en el Real Decreto 463/2020, relativo al estado de alarma.
No obstante, en caso de dificultades derivadas de la situación actual para contestar en el plazo indicado en el correspondiente requerimiento, pueden solicitarse ampliaciones de plazo que la CNMV en general considerará favorablemente. En todo caso, la CNMV está teniendo cuenta la situación tanto al decidir la formulación de requerimientos como para fijar sus plazos de contestación.