John Surplice. John Surplice sustituirá a Jess Taylor como responsable de renta variable europea de Invesco
Invesco ha anunciado el nombramiento de John Surplice como nuevo de responsable de renta variable europea en sustitución de Jeff Taylor, que se jubila tras 23 años en la firma y 20 de ellos en este puesto. Además, Taylor dejará en manos de John Surplice la gestión del fondo Invesco Pan European Equity.
La gestora ha aclarado que hasta que Taylor se jubile, algo que ocurrirá a finales de este año, Surplice trabajará juntos como co-director del equipo de renta variable europea y asumirá el cargo de responsable único a partir del enero de 2021. “Tengo la suerte de trabajar con gestores de gran talento y experiencia, todos ellos centrados y comprometidos con la obtención de los mejores resultados para nuestros clientes. En la planificación de mi sucesor, era crucial asegurar la coherencia de nuestra filosofía y proceso de inversión. John comparte mi visión de la cartera y del equipo, y tiene un profundo conocimiento de las ambiciones de nuestros clientes, así como fuertes cualidades de liderazgo”, ha destacado Taylor.
Por su parte, a raíz de este anuncio, Stephanie Butcher, directora de inversiones de Invesco, ha agradecido los años de entrega y trabajo de Taylor y destacado el papel que ha tenido en la construcción del equipo de renta variable europea. “Siempre ha dado gran importancia al fomento del talento y al apoyo a los profesionales de la firma, y su liderazgo ha garantizado que haya una gran fortaleza y profundidad en toda la mesa de trabajo de la renta variable europea”, ha añadido.
John Surplice lleva 24 años trabajando en Invesco y se ha convertido en una pieza clave dentro del equipo de renta variable europea, además, ha trabajado con Taylor la mayor parte de su carrera profesional. Actualmente, co-gestiona diversos fondos de la gestora, incluído el Invesco Pan European Equity Fund con Martin Walker.
Invesco también ha anunciado otro cambio más su estructura. La gestora ha incorporado a James Rutland al equipo de renta variable europea, quien se unió a la firma a principios de junio. Ahora, Rutland co-gestionara el Invesco Pan European Focus Equity Fund junto con Surplice. Rutland ha fichado por Invesco tras más de cinco años en Schroders, donde fue un miembro clave del equipo de renta variable europea.
A raíz de este nombramiento, Surplice ha declarado: “Espero seguir trabajando con Jeff por el resto del año y le agradezco todo su apoyo durante el tiempo que pasamos trabajando juntos. El desarrollo personal del equipo siempre ha sido una prioridad en su agenda y seguirá siendo una prioridad en la mía. También me gustaría dar la bienvenida a James al equipo, tiene un profundo conocimiento de las acciones europeas que debería beneficiar a nuestros clientes y al equipo mientras continúa fortaleciendo sus habilidades y experiencia».
La Gran Inestabilidad: esta es la temática o etiqueta que elegimos el año pasado para describir la fragilidad de la economía y la sociedad global de cara a 2020. Está inspirada por el contraste con un periodo muy distinto conocido como la Gran Estabilidad: un pasado vago, pero no tan distante, en los años previos a la crisis financiera global, en los que parecía que la economía había alcanzado el “nirvana”. Una pandemia global no era precisamente un tema que tuviéramos en mente cuando elegimos esta temática o etiqueta de “la Gran Inestabilidad”, pero encaja bastante bien con el concepto general. Al fin y al cabo, el mundo ya era, y seguirá siendo, un lugar volátil.
Por supuesto, el brote de COVID-19 plantea un peligro claro e inminente para la humanidad, y la prioridad inmediata de las autoridades es salvar vidas y evitar el colapso de la economía. Sin embargo, los inversores profesionales deben concentrarse en monitorizar la evolución del virus, comprender la respuesta de las autoridades y calibrar su impacto en los mercados desde una perspectiva que contempla dos frecuencias: una alta y otra baja. En otras palabras: qué rumbo tomarán los mercados en las próximas 24 horas, pero también en los próximos 12 a 24 meses, cuando vuelvan a imponerse los fundamentales.
Este artículo se concentra en la importancia de no perder de vista el medio plazo. La sociedad acabará ganando la guerra contra el virus, y el sistema seguirá siendo fundamentalmente frágil. Comprender las fuentes de la Gran Inestabilidad y lo que esta significa para las sociedades, las economías y los mercados seguirá siendo crucial para los inversores.
En este contexto, hemos identificado cinco lecciones:
1. El riesgo de sucesos extremos: la pandemia no es la excepción que confirma la regla, sino la última de una larga serie de conmociones. Estos riesgos derivados de sucesos extremos y de alto impacto ponen en peligro la estabilidad del sistema, pero se pierden fácilmente de vista al evaluarse los sucesos más probables. El mundo es más volátil de lo que queremos creer.
2. Un ecosistema frágil: hoy, una red altamente interconectada de empresas caracterizadas por su agilidad, han subcontratado múltiples aspectos del proceso de producción. Mantienen un mínimo de existencias y dependen en gran medida de la tecnología. La globalización, el cambio tecnológico y la competencia han fomentado una economía mundial eficiente pero vulnerable a grandes conmociones disruptivas.
3. Un papel para el Estado: el Gobierno es el único actor capaz de movilizar recursos para desarrollar resistencia frente a los riesgos que describimos antes de que se hagan realidad, y para gestionar la crisis resultante una vez que se materializan. La respuesta contundente frente a la pandemia demuestra que “querer es poder”. No obstante, ello requiere competencia técnica, un sistema político que funcione correctamente y la confianza del electorado.
4. La única alternativa ha terminado: inversores y políticos habían pasado a depender de unos bancos centrales que harían “lo que hiciera falta” para abordar cualquier conmoción y proteger a la economía. Desgraciadamente, la capacidad de las autoridades monetarias para respaldar a la economía ha ido disminuyendo gradualmente, elevando la vulnerabilidad del sistema. En las últimas semanas, los bancos centrales se han quedado sin la poca munición que tenían antes del virus.
5. El día de mañana: la pandemia podría cambiar profundamente a la sociedad y darnos una lección, especialmente sobre la necesidad de abordar seriamente los riesgos derivados de sucesos extremos. Esto propiciaría una respuesta más contundente a la crisis climática y un replanteamiento del papel que juega el Estado en la sociedad. Los nuevos hábitos aprendidos durante el confinamiento y el distanciamiento social podrían conducir a cambios duraderos de comportamiento, incluido el modo en que trabajamos y consumimos.
Pese a su carácter especulativo, creemos que cada una de estas lecciones es importante en el análisis de aquellos inversores con horizontes a largo plazo. En BNP Paribas Asset Management estamos acostumbrados a investigar antes de invertir, y a examinar las cosas desde distintos ángulos.
Tribuna de Richard Barwell, director de análisis macroeconómico de BNP Paribas AM
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Pixabay CC0 Public Domain. Los fondos con criterios ASG muestran su entereza
En el primer trimestre de este año, la pandemia del COVID-19 provocó la caída más grave del mercado desde la crisis financiera mundial. Sin embargo, los inversores centrados en cuestiones ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) encontraron cierto consuelo gracias a la relativa resistencia de los fondos con esos criterios.
En este período turbulento, hemos visto que, en general, las empresas con mejores calificaciones ASG han superado al mercado. De hecho, este comportamiento parece ser parte de una tendencia a más largo plazo. Los valores que se encuentran en el quintil superior de la clasificación ASG de Sustainalytics han superado al S&P 500 desde el cuarto trimestre de 2018 y han registrado un rendimiento relativo especialmente bueno durante la corrección causada por el COVID-19.
Se trata de un aspecto significativo porque la pandemia es la mayor crisis de mercado a la que se han enfrentado muchas estrategias con criterios ASG. La mayoría se pusieron en marcha tras la crisis financiera de 2008 y, por tanto, se han beneficiado del mercado alcista que ha persistido durante más de una década. Ahora, sin embargo, ese mercado alcista ha llegado a un final dramático. Y los fondos ASG parecen haber salido de la crisis en buena forma.
Sin embargo, debemos ser cautelosos al hacer cualquier afirmación sobre este comportamiento a corto plazo, o al darle alguna importancia particular. Después de todo, el atractivo esencial de los fondos que incorporan factores ASG es su enfoque a largo plazo, a través de la buena gobernanza y la sostenibilidad social y ambiental.
También puede que su mejor comportamiento a corto plazo se deba más a su posicionamiento sectorial que a las credenciales ASG de sus acciones. Por ejemplo, muchos de estos fondos tienden a tener una alta ponderación en el sector de la salud y una menor ponderación que los fondos tradicionales a energía o industria, más expuestos a la repentina caída de la actividad económica.
Aunque estos factores han sido beneficiosos para los fondos ASG, su posicionamiento está diseñado para lograr un impacto positivo a largo plazo, no para proporcionar cualidades defensivas a corto. Los fondos basados en la sostenibilidad han mostrado sistemáticamente menor vulnerabilidad a las crisis que los tradicionales. Así que no deberíamos descartar su carácter defensivo inherente.
Dicho esto, cabe recordar que los mercados volátiles tienden a ser altamente rotativos. Las acciones que mejor se han mantenido durante la corrección no tienen por qué ser los principales beneficiarios de un rebote en el sentimiento. Es posible, por ejemplo, que las empresas muy contaminantes suban con fuerza. Los fondos ASG deberán demostrar su potencial de manera más significativa una vez que la primera fase de la recuperación económica se haya completado. A medio plazo, existe la oportunidad de «reconstruir mejor», es decir, de establecer una economía más limpia y más ecológica que, en última instancia, sea más sostenible.
Esto podría implicar un cambio hacia una «economía circular», en la que no se desperdicien recursos y en la que se priorice el reciclaje. Algunos gobiernos ya están dando pasos importantes en esta dirección. En la Unión Europea, se ha acordado que la recuperación debe ser coherente con la «transición verde»; y, en Corea del Sur, se ha anunciado un «acuerdo verde» para estimular la economía y el objetivo de cero emisiones netas para 2050. Sin embargo, esos avances no pueden darse por sentados. El gobierno estadounidense, por ejemplo, está favoreciendo a las empresas de combustibles fósiles en detrimento de los productores de energía limpia en sus esfuerzos por estimular la economía.
Cualquier movimiento hacia una economía más verde debería recompensar el enfoque ambiental de los fondos ASG. Pero los aspectos sociales y de gobernanza también pueden recibir una atención renovada durante la recuperación. Esta crisis ha puesto de relieve grandes desigualdades sociales y no cabe duda de que la pandemia cambiará la forma en que funcionan nuestras sociedades. Las empresas que se ocupen de estas desigualdades y adopten prácticas comerciales responsables estarán en mejores condiciones de adaptarse al nuevo mundo que surge a su paso. Los que trabajan para asegurar el bienestar de sus empleados deberían tener una fuerza laboral más saludable, resistente y estable.
Y lo más importante: la gobernanza (la G del ASG) será crucial para que empresas puedan salir de la crisis en buena forma, con una operativa mejorada y una mayor reputación. Al identificar estas empresas, los gestores de las estrategias ASG pueden ofrecer a los inversores la perspectiva de invertir en un futuro mejor y más sostenible.
En última instancia, el mejor comportamiento a corto plazo de los fondos con criterios ASG puede simplemente subrayar las características duraderas y sostenibles de las empresas en las que invierten. Esas son las cualidades que servirán a esas empresas y a sus inversores en el futuro, y que, al mismo tiempo, promoverán los intereses de todos nosotros.
Tribuna de Amanda Young, directora global de inversión responsable de Aberdeen Standard Investments
Para el foro de inauguración, bajo el título Mercados en Europa: solidaridad, pandemia y oportunidades de inversión, se ha elegido como temática aquello que tenemos más cerca, Europa, su mercado y los retos y oportunidades que afronta el Viejo Continente. Se celebrará el 16 de junio y será la primera entrega de una serie de encuentros digitales que Funds Society y ABC realizarán en colaboración.
El evento, que se celebrará de forma virtual a las 17 horas, contará con la participación de dos gestoras, ODDO BHF Asset Management y Amiral Gestión. Ambas debatirán sobre la situación de los mercados europeos, inmersos en la desescalada tras alcanzar el punto álgido de la pandemia del coronavirus hace unas semanas.
Pablo Martínez Bernal, socio y responsable de Relación con Inversores para España en Amiral Gestion, gestora francesa boutique con filosofía value, y Leonardo López, director regional para Iberia y Latam de ODDO BHF AM, serán los ponentes del debate. Analizarán los mercados europeos, las oportunidades que se presentan en la desescalada y la “nueva normalidad” y los riesgos a los que se enfrentarán los mercados, tanto de renta fija como variable.
El evento contará además con un ponente invitado, Alex Fusté, economista jefe de Andbank, que añadirá una perspectiva macroeconómica y geopolítica al debate.
La asistencia al encuentro, que tendrá lugar el 16 de junio a las 17:00 horas, puede confirmarse a través del siguiente enlace.
Pixabay CC0 Public Domain. EFFAS ofrece la posibilidad de realizar el examen para la certificación CESGA de forma online
Ante la situación excepcional causada por el COVID-19, la federación europea de sociedades de analistas financieros (EFFAS, por sus siglas en inglés) permitirá, por primera vez, realizar el examen para obtener la Certificación de Analista en ESG (CESGA, por sus siglas en inglés) de forma online.
La prueba se realizará el 12 de junio, con la ayuda de un servicio de supervisión de exámenes que utiliza inteligencia artificial para asegurar el desarrollo de este. Así, los distintos supervisores conectados en directo tendrán acceso a las cámaras web de los candidatos y podrán identificarlos y monitorearlos para verificar que no se realizan infracciones. De este modo, los candidatos podrán llevar a cabo la prueba desde su oficina o domicilio y evitar la necesidad de viajar. Actualmente, se han inscrito ya 370 participantes.
Ante la necesidad de cancelar los exámenes presenciales, desde EFFAS subrayan haber trabajado en los dos últimos meses para encontrar una solución y que los candidatos pudieran llevar a cabo el examen «tal y como estaba previsto». De este modo, la entidad ha desarrollado “un seguro y riguroso sistema de examen online que permite a los candidatos obtener la certificación CESGA, evitando las dificultades actuales provocadas por la situación de distanciamiento social y limitaciones a la movilidad en toda Europa”, según aseguran.
Escuela FEF, el centro de formación del Instituto Español de Analistas Financieros-Fundación de Estudios Financieros (IEAF-FEF) ofrece ya el programa de formación para preparar esta certificación de forma online. Además, los candidatos españoles que se preparan en Escuela FEF, podrán acceder también a este examen. Según la entidad, 60 candidatos españoles que se forman en Escuela FEF se han inscrito ya.
Asimismo, Jesús López Zaballos, presidente de EFFAS, afirma que, debido al volumen de candidatos ya registrados para la primera prueba el 12 de junio, EFFAS repetirá la opción de hacer esta prueba a través de internet en las futuras convocatorias de la certificación CESGA. El programa estará disponible completamente online, tanto la formación para como el examen. De esta forma, será accesible a candidatos de todo el mundo que tengan interés en esta certificación. Hasta ahora, EFFAS ha introducido de forma online el CESGA en Hong Kong, Colombia, Perú y México.
Crecimiento a nivel europeo
En los principales mercados financieros de Europa, donde está disponible este certificado, ya se han acreditado más de 600 especialistas. Para finales de 2020, EFFAS espera que este número se haya duplicado.
Compañías como Andbank, Bankia, BBVA AM, BNP Paribas AM, Caixa AM, DC Valeurs Moyennes, Deutsche Bank, DWS Investment o La Banque Postale AM, ya están certificando a sus profesionales a través del CESGA de EFFAS. Del mismo modo lo están haciendo Mutua dels Enginyers, Mapfre Inversión, Metzler AM,, Tressis Gestión y Santander AM.
Pixabay CC0 Public Domain. Dunas Capital vuele sostenible su fondo Dunas Selección USA Cubierto y anuncia el pago de nuevos dividendos
¿Qué impacto tendrá la pandemia en la ISR? Según han coincidido los ponentes de la última jornada de la Semana ISR Spainsif, el COVID-19 pondrá sobre la mesa la importancia de los aspectos sociales, un criterio que hasta ahora había quedado eclipsado por el medioambiental.
Para Isabel Reuss, Global Head of SRI Research en Allianz Global Investors, todo se resume en que veremos dos posturas antagónicas respecto a la ISR: aquellos que quieren ser menos sostenibles y los que sí quieren serlo. “Los primeros son los que han decidido que quieren llegar a una prosperidad económica sin importar cómo. La otra vertiente cree que la pandemia nos da la posibilidad de cambiar a un mundo más sostenible”, explica.
Reuss ha insistido en la importancia de no olvidar que dentro de la inversión sostenible no solo se contemplan aspectos relacionados con el medio ambiente y que la parte social cobra especial relevancia debido a los efectos de la pandemia. En este sentido, considera que la crisis sanitaria ha servido de empujón para crear más conciencia. “Creo que la pandemia ha hecho que la gente que se concentraba solo en el medio ambiente ha visto que tendrá que centrarse en lo social que es lo que más impacto tendrá en este momento”.
Aingeru Sorarrain, Senior Fund Manager en Kutxabank Gestión SGIIC, coincide con Reuss y considera que el COVID-19 acelerará el ritmo de emisiones de bonos sociales, al mismo tiempo que defiende que la crisis del coronavirus no ha traído nuevas tendencias, sino que ha acelerado las existentes. “Posiblemente, dadas las circunstancias que hay, más en la parte social que en la verde”, aclara. Sin embargo, ha alertado de los peligros a los que nos podemos enfrentar con la ISR, entre los que identifica el “greenwashing”, donde aconseja ser “especialmente cautos”. “No es suficiente analizar las características de esta emisión, también hay que pensar quién emite ese bono. La compañía, por ejemplo, puede ser un desastre en términos de gobernanza”, expresa.
La inversión de impacto solo cubre el 10% de su demanda
Por su parte, Agustín Vitorica, cofundador y co-CEO de Gawa Capital, ha insistido en la necesidad de reinventar la inversión de impacto y movilizar recursos para el cumplimiento de los ODS, objetivos que han de cumplirse antes de 2030. Según ha señalado, la IFC (International Finance Corporation) acaba de publicar un informe que revela que la inversión de impacto solamente cubre el 10% de la demanda potencial que hay para ella en el mundo, por lo que tiene un gran recorrido por delante.
«Se ha calculado que para cumplir los ODS ya existía una brecha de 2,5 billones de dólares anuales de inversión. Lógicamente esa brecha solo podía venir de los mercados de capitales privados. Con el COVID-19, esa brecha se va a ampliar fuertemente, especialmente en los mercados emergentes. De hecho, se ha calculado que se van a añadir otros 500 millones de personas a la extrema pobreza, con lo que se hace especialmente urgente movilizar esa inversión privada», ha explicado.
En este sentido, Sorarrain considera que la ISR irá de la mano de los ODS en su próximo paso. “En su origen la ISR tenía un enfoque ético con criterios de exclusión y el siguiente paso ha sido incorporar el análisis ASG en los procesos de inversión, algo con lo que la estamos convirtiendo en algo bastante gordo. El siguiente paso es hacernos la pregunta de: ¿en qué impacta todo esto?”, explica.
La medición, un obstáculo para la ISR
La inversión socialmente responsable no para de ganar popularidad, sin embargo, según han explicado los ponentes, es bastante difícil acceder a datos fiables con los que definir qué es ISR y qué no lo es. Isabel Reuss admite que ciertos datos pueden llegar a ser muy difíciles de conseguir, sobre todo para las pequeñas y medianas compañías. “Si después de una pandemia les dices que necesitan 300.000 indicadores van a preferir no ser sostenibles. Hay que hacer un compromiso entre lo que le pedimos a las compañías, lo que el regulador quiere y lo que las compañías pueden dar”, demanda.
Durante los peores momentos de la crisis sanitaria, una de las principales preocupaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores fue el seguimiento de los reembolsos en la industria de fondos, su liquidez y la ayuda a las entidades para usar herramientas adecuadas con el objetivo dar garantías a las carteras y a los partícipes existentes. Todo ello, sin presiones y con flexibilidad, según indica Sebastián Albella, presiente de la CNMV. De cara al presente y futuro, se centra en seguir trabajando en una guía técnica para establecer criterios relacionados con la liquidez de los fondos, vigilar la liquidez de las carteras y dar su voz en Europa en la revisión de MiFID II, para defender una prohibición total de las retrocesiones solo si se hace a nivel europeo y afecta a todos los vehículos de inversión, la marcha atrás del unbundling o una flexibilización del nivel de información exigido a las entidades financieras o del capital que tienen que tener las empresas de servicios de inversión para ver la luz.
Y todo, con una visión optimista, pues una vez pasados los peores momentos (con reembolsos “irrelevantes en abril y mayo” y con una cierta normalización de los mercados), Albella vislumbra una cierta vuelta a la normalidad aunque, indica, los supervisores siguen con las luces ámbar encendidas, por lo que pueda pasar: “Estamos en recesión y tras las crisis de nerviosismo pueden venir problemas de solvencia y éstas reflejarse en los mercados. Pero creo que lo peor ha pasado en general y la situación se va a consolidar en términos positivos y razonables”, indicaba en el marco esta mañana de un webinar organizado con por el Colegio de Economistas.
Tensiones de liquidez
Al respecto de uno de esos mecanismos para gestionar la liquidez, el swing pricing, el presidente de la CNMV explica que piden a las gestoras que hagan público que van a usarlo (mediante comunicación al supervisor o hecho relevante) y que tengan una metodología establecida para que el mecanismo no sea discrecional o que incluya elementos arbitrarios. Hasta ahora, algunas entidades como Bestinver o Liberbank Gestión ya han anunciado su uso y el Albella ha recordado que en el plan de actividades de 2020 tienen prevista la elaboración de una guía técnica para establecer criterios relacionadoscon la liquidez de los fondos en la que darán más indicaciones: “De momento estamos en contacto con las gestoras para conocer estos mecanismos y tenemos que verificar que esos procedimientos responden a las pautas establecidas y cumplen su finalidad”, indicaba.
Y es que el responsable del supervisor de los mercados recordó que, a lo largo de estos meses, la Dirección General de Entidades –encargada de supervisar las actividades financieras de bancos, ESIs, EAFs o gestoras- reforzó su actividad, estableciendo mecanismos de seguimiento estrecho de determinadas gestoras, principalmente aquellas más invertidas en activos menos líquidos (en concreto, 50 gestoras fueron monitorizadas por nueve equipos) y con un régimen de control muy riguroso en comparación con otros países. “Mensualmente recibimos información detallada de las carteras, en formatos que permiten un tratamiento ágil de los datos y eso hace que podamos realizar un buen análisis del grado de liquidez de las carteras, identificar fondos invertidos en valores menos líquidos, analizar si hay precios o no de valores de renta fija en el mercado o estudiar cuántos días son necesarios para deshacer las posiciones que tienen los fondos”, explicaba Albella.
La idea ha sido identificar los fondos más invertidos en high yield, y también en valores de bolsa de empresas con menor liquidez, e impulsar a las gestoras a que fueran prudentes y tuvieran en cuenta posibles dificultades si se acumulaban reembolsos. “Hubo algunos fondos que sí estuvieron sujetos a tensiones de liquidez en marzo, con reembolsos por encima del 10% o incluso cerca del 20% de su volumen pero fueron pocos”, asegura el presidente, que explica que el sistema funcionó bien y la Dirección pudo ayudar a las IICs a que respondiera al principio de tratamiento equitativo de los partícipes, “porque la propensión es atender los reembolsos vendiendo los valores más líquidos cuando lo correcto es vender proporcionalmente, para que los partícipes que se quedan no se carguen de valores más ilíquidos”. En general, hace balance Albella, la Dirección transmitió los criterios para usar herramientas de gestión de liquidez y ventas proporcionales con garantía de ese tratamiento equitativo para los partícipes.
Retrocesiones: condiciones para su total prohibición
Como ya anunciara en sus notas a la Comisión Europea en la revisión de MiFID II, el organismo no se opone a la prohibición total de retrocesiones –algo que ha ocurrido en mercados como Holanda o Reino Unido-, pero tendría que hacerse a nivel europeo y afectar a todos los productos de inversión, incluidos los seguros. MIFID II ve con especial reticencia que los intermediarios sean remunerados desde el lado de la gestora porque eso genera inconvenientes en términos de transparencia y conflictos de interés (el cliente percibe en menor medida lo que paga por el producto) y el debate está entre seguir permitiendo esa fórmula o establecer que los intermediarios sean retribuidos directa y explícitamente por el cliente.
“En la revisión decidiremos si se mantienen las cosas como ahora –permitiendo incentivos siempre se den mejoras en el servicio, lo que contribuye a más asesoramiento y distribución de productos de terceros- o se prohíben las retrocesiones, pero si fuéramos hasta este segundo punto, además de que debería ser a nivel global europeo, debería aplicarse en diversas áreas de comercialización de productos financieros, también en vehículos de seguro e inversión como los unit linked. Lo que no puede ser es que en la comercialización de productos financieros la norma sea muy exigente pero que haya áreas en las que se puedan comercializar productos en términos regulatoriamente diferentes y menos rigurosos”, defiende Albella.
En la consulta también se mostró partidario de revisar el unbundling, ya que ha provocado efectos no deseados: aunque determina que los gestores tengan más información sobre el coste que para ellos supone el análisis, ofrece más información sobre el mercado de análisis y ayuda a evitar conflictos de interés, también genera problemas de funcionamiento de la operativa de mercado e intereses de los inversores: “Ahora resulta más difícil a los brokers vender sus análisis, genera menos análisis y eso puede afectar a la calidad de la gestión y al ecosistema local. Nos hemos pronunciado apoyando una revisión sustancial del principio y la posibilidad de que se dé marcha atrás y se vuelva a aceptar que el cobro se produzca conjuntamente -análisis y corretaje- con reglas para ayudar al control de los conflictos de interés”, explicaba el presidente de la CNMV.
Flexibilización para las entidades
Con todo, es un debate que tiene que producirse en Europa, al igual que otros como aligerar la protección al inversor y los requisitos para las entidades. Por ejemplo, Albella se mostró preocupado por el exceso de información que tienen que proporcionar las entidades: “Sabemos que los inversores a veces no se leen las cosas y firman de un modo poco consciente pero que tengan la información a su disposición es un valor en sí mismo. Con todo, trataremos de contribuir a aligerar las cosas”, dijo, abriendo la puerta a que en la revisión pueda haber un aligeramiento del nivel de información exigido.
También podrían flexibilizarse las obligaciones de capital y recursos para constituir ESIs: Albella ha recordado recientes iniciativas para aligerar la carga de entidades (tanto EAFs como agencias de valores), pendientes de aplicación en España. “Vamos a ser muy sensibles a este tema, tenemos línea abierta con las asociaciones del sector y seremos muy receptivos a cualquier propuesta razonable, aunque los niveles de capital que se exigen para todos son muy moderados”, indicó.
Albella también recordó los esfuerzos en la lucha contra los chiringuitos financieros (publicando los datos de las entidades, identificándolas y con convenios con la Policía y la Guardia Civil para evitar fraudes).
En los mercados…
En los mercados hizo balance asimismo de sus actuaciones y el trabajo de la Dirección General de Mercados en los últimos meses para controlar la volatilidad (como las prohibiciones de la operativa a corto, adelantándonos a otros países europeos -Francia, Bélgica, Italia, Austria y Grecia- o prestando atención a la cámara de contrapartida (BME Clearing), sujeta a especiales tensiones). “La conclusión de todos los reguladores europeos e internacionales es que las reformas que se hicieron a raíz de las crisis financieras de 2008-09 han funcionado”, aseguró.
Y destacó la “intensa” cooperación internacional entre los supervisores en el marco de asociaciones como ESMA o IOSCO: “El nivel de cooperación internacional es notable y nos invita a reflexionar sobre lo pequeño que es el mundo y lo parecido de los problemas que tenemos todos”, añadió.
Foto cedidaJenn-Hui Tan, responsable mundial de Supervisión e Inversión Sostenible de Fidelity International.. Fidelity International amplía su gama de fondos sostenibles con el lanzamiento de tres nuevos ETFs
Fidelity International ha anunciado hoy el lanzamiento de tres nuevos ETFs sostenibles de gestión activa con criterios ESG. Según explica la gestora, formados por tres grandes índices regionales de renta variable (Global, EE.UU. y Europa), los Fidelity Sustainable Research Enhanced Equity ETF ofrecen a los inversores una amplia exposición a las bolsas formada por empresas que Fidelity destaca desde una perspectiva sostenible y fundamental.
La gestora señala que estos fondos cotizados utilizan una estrategia activa sistemática y se nutren de los análisis propios de Fidelity. En este sentido, las empresas se seleccionan y ponderan dando preferencia a aquellas donde Fidelity ha identificado unas perspectivas fundamentales positivas y unas sólidas credenciales medioambientales, sociales y de buen gobierno mediante sus calificaciones de sostenibilidad. Las carteras están formadas generalmente por entre 250 y 500 valores, dependiendo de la región, y su composición se ajustará trimestralmente.
Los nuevos fondos son Fidelity Sustainable Research Enhanced US Equity, Fidelity Sustainable Research Enhanced Global Equity y Fidelity Sustainable Research Enhanced Europe Equity, y comenzaron a cotizar el pasado miércoles 3 de junio en la Bolsa de Londres (LSE) y en Deutsche Börse Xetra. “Estos ETF ofrecen unos precios muy competitivos, con unos gastos corrientes entre el 0,30% y el 0,35%”, matiza la gestora en su comunicado.
Los Sustainable Research Enhanced Equity ETF forman parte de la familia de fondos sostenibles de Fidelity, que está integrada actualmente por cinco productos: dos fondos temáticos sostenibles centrados en la reducción de las emisiones de carbono y en el agua y los residuos, así como tres fondos de renta variable y renta fija con enfoque best-in-class.
Con motivo del lanzamiento, Nick King, responsable del área de Fondos Cotizados de Fidelity International, ha señalado que para muchos de sus clientes, incorporar principios de inversión sostenible es una prioridad. “Recientemente lanzamos nuestras calificaciones propia de sostenibilidad, que se basan en las evaluaciones de más de 160 analistas y la competencia de nuestro equipo ESG con dedicación exclusiva. Se trata de uno de los mayores equipos internos de análisis de todo el mundo, que permite que nuestros analistas celebren más de 15.000reuniones con empresas cada año. Este amplio acceso a los equipos directivos nos da la oportunidad de dialogar directamente con las empresas en las que invertimos y formarnos una visión verdaderamente prospectiva de los factores que influyen en la trayectoria y las credenciales de una empresa en materia medioambiental, social y de gobierno corporativo”, apunta King.
En su opinión, estos nuevos ETFs ofrecen una exposición mejorada a la beta aprovechando tanto sus calificaciones ESG de elaboración propia como sus análisis fundamentales para seleccionar y ponderar valores, tratando al mismo tiempo de capturar las características del conjunto del mercado. Considera que se trata de un producto de bajo coste y muy diferenciado, que están en consonancia con las necesidades de los inversores atentos a la dimensión ESG.
Por su parte, Jenn-Hui Tan, responsable mundial de Supervisión e Inversión Sostenible de Fidelity International, ha declarado: “La inversión sostenible ha demostrado ser uno de los cambios más relevantes en la gestión de activos en una generación, acentuado por las evidencias cada vez más numerosas de que la inversión con criterios ESG puede mejorar las rentabilidades financieras. Esta tendencia se reafirmó en un análisispropio en el que los valores con calificaciones ESG más altas batieron a los valores con calificaciones más bajas durante el desplome de los mercados provocado recientemente por el COVID-19. Atendiendo a nuestro deber fiduciario y en respuesta a las demandas de nuestros clientes, hemos reforzado considerablemente nuestro énfasis en la inversión sostenible durante los últimos años y ahí se inscribe el lanzamiento de nuestro sistema de calificaciones de sostenibilidad y nuestra Familia de Fondos Sostenibles. Estos nuevos ETFs suponen todo un hito en nuestras capacidades, ya que ofrecen a los inversores un perfil ESG mejorado y acceso de bajo coste a las recomendaciones de alta convicción de los analistas de Fidelity”.
Singular Bank realiza su primera operación en el mercado español, mediante el acuerdo para la incorporación de los clientes de asesoramiento, intermediación y gestión de carteras de la histórica boutique de inversión Mercados y Gestión de Valores, A.V. (MG Valores), fundada en 1988.
Los clientes de MG – cuyo volumen de negocio asciende a más de 520 millones de euros – seguirán contando con los mismos gestores y asesores que actualmente tienen, y, lo más importante, el acceso a un abanico de productos y servicios mucho más amplio y complementario al que ya tenían, además de poder beneficiarse de la plataforma tecnológica de última generación de Singular Bank, desarrollada para facilitar al máximo la relación con su asesor, su gestor y con el banco.
“Como dijimos en la presentación de la nueva marca, nuestra estrategia se fundamenta en el crecimiento orgánico, pero estudiaremos cualquier oportunidad no orgánica que tenga sentido estratégico y económico para el banco”, explican desde la entidad.
“Uno de los aspectos que valoramos a la hora de analizar cualquier operación estratégica es la completa alineación con nuestro código de valores y con nuestra manera de entender la banca. Y esta la tiene, sin duda. De este modo, no solo esperamos dar la bienvenida a clientes con un perfil afín a nuestra actividad y brindarles nuevos productos y servicios de manera personalizada, sino también a una gestión profesional que ha demostrado una gran orientación al cliente”, añaden.
Desde MG señalan que su prioridad ha sido darles a sus clientes «calidad en el servicio, rentabilidad en sus inversiones y cercanía en el trato, aspectos todos ellos que, sin el buen hacer de sus empleados y agentes, no hubiera sido posible. Todo esto lo hemos visto igualmente en Singular Bank y en su personal, en su estrategia centrada en el cliente, en su independencia, sus valores y su filosofía, así como en una oferta de valor que complementa perfectamente la que nosotros llevamos años ofreciendo, o por lo menos intentando conformar; creemos que hemos encontrado al candidato perfecto para una integración fluida y fructífera de los negocios”.
La integración se realizará en el próximo trimestre, sujeta al cumplimiento de las condiciones requeridas por las autoridades competentes.
Foto cedidaHarry Richards, gestor de fondos de renta fija, y Ariel Bezalel, responsable de estrategia y en Jupiter Asset Management. Harry Richards, gestor de fondos de renta fija, y Ariel Bezalel, responsable de estrategia y en Jupiter Asset Management
Ariel Bezalel y Harry Richards responden a cinco preguntas habituales sobre los mercados mundiales de renta fija y la estrategia Flexible Bond de Jupiter Asset Management.
¿Podría declararse otra crisis de liquidez en los mercados?
Ariel: La Reserva Federal está comprando ingentes cantidades de bonos del Tesoro de EE.UU. a través de un programa cuantitativo ilimitado y ha cruzado el Rubicón con su plan para comprar por primera vez bonos corporativos. Pensamos que existe la posibilidad real de que la entidad llegue aún más lejos e incluso empiece a comprar títulos high yield de inferior calidad para sostener los mercados.
Ante la enorme magnitud de esta barrera de contención para los activos de riesgo, cuesta pensar en algo que pudiera provocar otra crisis de liquidez en un futuro próximo. Janet Yellen incluso ha abogado recientemente por facultar a la Fed para comprar acciones. Eso es algo que el Banco de Japón lleva haciendo algún tiempo, por lo que existen precedentes. Así pues, no se descarta nada.
Sin embargo, las políticas de los bancos centrales han resuelto el problema de liquidez, pero no el amenazante problema de solvencia. Las empresas estadounidenses acumulan un volumen récord de deuda que oscila entre el 50% y el 75% del PIB. Algunas de estas empresas tan endeudadas sencillamente no sobrevivirán en un entorno de crecimiento más bajo en el que trabajarán a un tercio o la mitad de su capacidad. Incluso si los gobiernos intervienen aplicando más estímulos, el gran problema de estas empresas va a ser la atonía de la demanda a la vista de las inciertas perspectivas del empleo y el probable aumento del ahorro preventivo en los hogares y las empresas. Así pues, después de vivir la «fase de liquidación» en marzo, esperamos ver una «fase de insolvencia» más adelante en el año, cuando empiecen a aumentar las quiebras y las empresas actúen para reestructurar su deuda.
¿En qué escenario incrementaríais el riesgo en la estrategia?
Harry: Ya hemos incrementado el riesgo de deuda corporativa en la estrategia. El peso de los bonos corporativos investment grade ha pasado de alrededor del 9% antes de la crisis hasta el entorno del 16% en la actualidad. Resulta difícil justificar una postura bajista en deuda corporativa después de que las autoridades hayan asegurado que harán «lo que sea necesario» para sostener a las empresas. Eso nos llevó en marzo, cuando parecía probable que se lanzarían estímulos fiscales y monetarios, a retirar las posiciones cortas mediante CDS en los mercados de bonos high yield e investment grade de EE.UU. y Europa, que ascendían al 10% de la cartera. Utilizamos la debilidad de los mercados para comprar deuda de empresas de alta calidad crediticia con ingresos y beneficios sólidos que pensamos que pueden sobrevivir al ciclo empresarial. A este respecto, cabe citar los bonos de empresas como McDonalds y AB InBev y el refuerzo de nuestra posición en Tesco, temática que hemos denominado «cerveza y hamburguesas». Dentro de los bonos High Yield, nos estamos ciñendo a títulos más defensivos como deuda senior garantizada y bonos con calificación BB, de nuevo en empresas capaces de sobrevivir al ciclo como Netflix, Virgin Media y Pinewood Studios. Estamos aprovechando las fases de debilidad de los mercados para reforzarnos en deuda corporativa de calidad.
La razón por la que la duración total se mantiene en torno a 6,5 años es que hemos conservado la exposición a la deuda pública estadounidense y australiana de alta calidad con vencimientos largos como cobertura frente a la deflación. Las expectativas de crecimiento determinan en última instancia la evolución de los tipos de los bonos. Pensamos que nos encaminamos hacia rendimientos cero o incluso negativos en el bono estadounidense a 10 años a medida que se tome conciencia de las dificultades a las que se enfrenta el crecimiento mundial. Inevitablemente veremos algún tipo de rebote, pero los potentes vectores estructurales formados por el exceso de deuda y el envejecimiento demográfico mantienen su vigencia. De hecho, la reacción a la pandemia ha acentuado el problema de la deuda, ya que el endeudamiento de los estados se ha disparado en todo el mundo.
Sois alcistas en el dólar estadounidense. ¿La magnitud de los estímulos monetarios y fiscales en EE.UU. no será negativa para el billete verde a medio plazo?
Ariel: No, porque los espectaculares estímulos monetarios y fiscales son generalizados, no solo en EE.UU. Otro factor que debería seguir sosteniendo el dólar son los aproximadamente 13 billones de deuda denominada en esta moneda que acumulan los mercados emergentes (1). A medida que las economías de estos países se desaceleren y recorten con fuerza los tipos de interés, sus monedas se depreciarán, lo que, a su vez, complicará la tarea de atender los pagos de esta deuda en dólares. Otro factor agravante es que, con el confinamiento en EE.UU., simplemente fluyen menos dólares hacia el mundo exterior. Por tanto, pensamos que el dólar seguirá fuerte a medio plazo, aunque no estará exento de volatilidad.
A largo plazo, la condición del dólar estadounidense como moneda de reserva del mundo sí parece vulnerable cuanto más se prolongue su revalorización. En 1985, Francia, Alemania Occidental, Japón, Reino Unido y EE.UU. firmaron el Acuerdo del Plaza en un esfuerzo conjunto por devaluar el dólar. No me sorprendería que volviera a ocurrir algo similar, sobre todo si China le sigue disputando la condición de superpotencia a EE.UU. No obstante, queda mucho para eso.
¿Estáis evitando completamente los mercados emergentes? ¿Qué pasa con la temática de productores cárnicos de la estrategia?
Ariel: Nos preocupan los mercados emergentes, muchos de los cuales son vulnerables a un dólar fuerte, un descenso de los precios de las materias primas, una ralentización del crecimiento chino y las infraestructuras deficientes para luchar contra las consecuencias de la pandemia. Se está hablando sobre condonar la deuda a los países emergentes más pobres y creo que esta cuestión preocupará cada vez más.
Otra gran preocupación para los mercados emergentes es el hundimiento del turismo, una industria que genera alrededor del 10% del PIB mundial. Después del 11-S, las aerolíneas y el gasto turístico tardaron siete años en recuperar los máximos anteriores a los ataques. Todavía no sabemos cómo va a cambiar el comportamiento de los consumidores en respuesta a la COVID-19 y cómo podría compararse eso con un suceso como el 11-S, pero el hundimiento del turismo probablemente lastre los mercados emergentes y la economía mundial durante algún tiempo.
En la estrategia, nuestra exposición a los mercados emergentes ronda al 10%. Contamos con una posición corta del 1% en deuda emergente mediante CDS. Recortamos nuestra exposición a la deuda pública egipcia en moneda local, por la fuerte dependencia del turismo de esta economía. Estamos centrados en temáticas de los mercados emergentes que esperamos que pervivan a lo largo de la crisis actual. Seguimos viendo con muy buenos ojos la deuda de los productores cárnicos a la vista de la fuerte demanda mundial de ternera y pollo que registran los productores de países como Brasil. También tenemos algo de exposición a deuda pública emergente de corta duración denominada en dólares estadounidenses, por ejemplo de Ucrania, donde pensamos que los fondos de ayuda del FMI llegarán pronto.
Cuando mejore la crisis de la COVID-19 y los países dejen atrás el confinamiento, ¿podríamos asistir al retorno de la inflación, a la vista de los agresivos estímulos monetarios y fiscales?
Harry: En nuestra opinión, las ingentes dosis de relajación que hemos visto hasta ahora no se deberían considerar estímulos en sentido estricto, sino intentos de reemplazar la producción perdida en un mundo en cuarentena. En este sentido, se podría decir que la economía mundial ha entrado en cuidados intensivos.
Aunque estos estímulos han ayudado a calmar los mercados, pensamos que la enorme conmoción provocada por el virus en la oferta y la demanda traerá consigo inevitablemente más impagos y morosidad en los préstamos al consumo y un deterioro del desempleo durante los próximos meses. La actividad económica podría dar cierto estirón cuando se levanten las medidas de confinamiento y los consumidores empiecen a adquirir los productos que dejaron de comprar durante la cuarentena y regresen a los bares y restaurantes, pero en nuestra opinión es improbable que eso baste para engendrar una inflación significativa. A la vista del deterioro del desempleo, así como los riesgos de una segunda oleada de contagios, tanto los consumidores como las empresas probablemente opten por ahorrar más y gastar menos, una actitud inherentemente deflacionista.
Además, las tensiones que viven las empresas están llevando a los equipos directivos a centrarse en reducir los gastos de explotación y la inversión productiva en un esfuerzo por preservar la liquidez y evitar la insolvencia, si es que eso es posible. A medida que las empresas redimensionan sus bases de costes para adaptarlas al nuevo entorno, la posibilidad de que los salarios registren presiones alcistas es cada vez más exigua. A consecuencia de ello, si la tasa de desempleo se mantiene en niveles elevados y los trabajadores disponen de un poder de negociación entre bajo y nulo, el consumo se frenará con fuerza, como ya estamos empezando a apreciar en los datos. Generalmente, las empresas, el mercado laboral y el consumo tardan mucho tiempo en reponerse de una crisis, lo que sugiere que esta presión deflacionista en la demanda se quedará con nosotros durante algún tiempo.
Dado que los gobiernos y los bancos centrales siguen señalando que harán «lo que sea necesario» para mantener a flote a las economías, pensamos que podrían aplicarse nuevos estímulos a medida que descubramos la verdadera magnitud de los daños económicos en los datos del conjunto de este año y años posteriores. La política monetaria ya ha alcanzado sus límites, por lo que podríamos ver cómo se extienden las medidas no convencionales, como el control de la curva de tipos o los tipos de interés negativos, y podrían incluso barajarse políticas como la Teoría monetaria moderna o el denominado «helicóptero del dinero».
A corto plazo, estamos convencidos de que las fuerzas deflacionistas van a prevalecer, pero poniendo la vista en el futuro debemos estar atentos a la posible introducción de políticas que podrían resultar inflacionistas.
Si la inflación se convirtiera en una preocupación grave, utilizaríamos toda la flexibilidad que nos permite la estrategia para reposicionarla y rendir en un entorno de estas características. Sin embargo, pensamos que ese momento está todavía a varios años vista. Hasta entonces, y puesto que los vectores deflacionistas del exceso de deuda y el envejecimiento demográfico no han perdido vigencia, seguimos manteniendo una posición importante en deuda pública AAA y un conjunto defensivo y muy selectivo de oportunidades en renta fija corporativa.
Anotaciones:
(1) Banco de Pagos Internacionales
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