Las elecciones en EE.UU. y el COVID-19: dos factores determinantes para el dólar y el euro de aquí a fin de año

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A medida que se acerca el final de 2020, John Shin, Athanasios Vamvakidis y Ben Randol, analistas de BofA Global Research, advierten de que la pandemia y las elecciones presidenciales en Estados Unidos serán los dos factores más determinantes en la evolución de las monedas del G10 para lo que queda de año.

Según indican, siguen siendo prudentes en cuanto a sus perspectivas y ven un alza general del dólar a corto plazo, así como una cierta recuperación macroeconómica que podría llevar a la caída del dólar para final de año. “Desde finales de agosto, el dólar estadounidense ha permanecido dentro de un rango de valores mínimos desde mediados de 2018. El comercio mundial parece haberse enfriado, los balances de los bancos centrales se han aplanado en ausencia de nuevos estímulos fiscales y los activos de riesgo se han mantenido cerca de los niveles máximos recientes, a pesar del reciente aumento de la volatilidad de los mercados de valores”, resumen los analistas para contextualizar sus previsiones. 

Respecto al euro, señalan que la moneda comunitaria se ha mantenido en un “rango estrecho desde finales de julio”. En este contexto, los activos de riesgos han dejado de subir y los datos de la Eurozona se han estabilizado, sin embargo, su mayor riesgo sigue siendo las infecciones por COVID-19. En este sentido, reconocen que el mercado mantiene un sentimiento alcista hacia el euro. 

“Mirando hacia el futuro, esperamos que la debilidad del euro se mantenga durante el resto del año. La economía de la Eurozona ha tenido peores resultados que la economía de los EE.UU. en lo que va de año y esperamos que eso continúe siendo así. Hasta cierto punto, esto se debe al mayor estímulo fiscal de los EE.UU., pero también a las medidas de contención más estrictas de la Eurozona ante el COVID-19”, explican.

Principales perspectivas

Entre las previsiones que manejan estos analistas está un repunte del dólar y ven como posible que la relación euro/dólar se sitúe en torno a los 1,14 a finales de este año, lo que estaría significativamente por debajo de los niveles actuales. Igualmente esperan que el dólar confirme su tendencia de recuperación en 2021.

“Para el próximo año, esperamos que el euro/dólar se sitúe en 1,20. Nuestra estimación del rango de equilibrio a largo plazo es de 1,20-1,25. Así como un dólar que, en general, deberá estar más alto a corto plazo, con la excepción del dólar/yen japonés.

Gráfico BOFA

Riesgos en el horizonte

Además, apuntan que su principal preocupación es la relación euro/dólar a largo plazo en dinero real, que históricamente ha sido extrema. “Para el próximo año, nuestra línea base más optimista de una recuperación sólida está impulsando nuestro pronóstico de apreciación del euro, pero también vemos riesgos”, matizan en su último análisis. 

Para el dólar el principal riesgo son las próximas elecciones presidenciales en Estado Unidos. “En este momento, las elecciones de los Estados Unidos son la gran incógnita más inmediata que se conoce, en particular la posibilidad de un resultado no concluyente que podría provocar una inestabilidad política prolongada sin una resolución clara. Además, las elecciones de EE.UU. podrían desencadenar una serie de riesgos que podrían terminar siendo negativos para el euro debido al riesgo”, señalan. 

El otro gran riesgo es la evolución de la pandemia. Estos analistas de BofA Global Research explican que todo dependerá de cuándo esté disponible la vacuna del COVID-19 y de cuánto tiempo lleve vacunar a la población para que la economía mundial vuelva a normalizarse. 

“Los riesgos del dólar son muchos e incluyen una recuperación en forma de V, o la persistente volatilidad de los activos de riesgo, similar a lo que vimos durante gran parte del verano. Otros riesgos incluyen una renovada caída de los datos de los EE.UU. en medio de un empeoramiento de la dinámica del COVID-19”, concluyen.

 

NN IP alcanza los 3.000 millones de euros en activos bajo gestión en sus estrategias de bonos verdes

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Pixabay CC0 Public Domain. NN IP alcanza los 3.000 millones en activos bajo gestión en sus estrategias de bonos verdes

Las estrategias de bonos verdes de NN IP alcanzan los 3.000 millones de euros bajo gestión, tras cuatro años desde el lanzamiento de la primera de ellas. Según explica la gestora, este crecimiento responde a los fondos que ha creado y a los mandatos de bonos verdes recibidos. 

El último de estas estrategias es NN (L) Corporate Green Bond, que lanzó a principios de 2020. Con este fondo centrado únicamente en bonos corporativos, la gestora completó su gama*, que ya contaba con el fondo NN (L) Green Bonds y el fondo NN (L) Green Bonds Short Duration.

Haciendo balance de la trayectoria de los últimos cuatros años, NN IP considera que los bonos verdes constituyen una propuesta atractiva para los inversores que buscan tener un impacto, además de ser un sustituto viable de los bonos ordinarios en una cartera de renta fija. En su opinión, esta convicción y enfoque han sido los principales impulsores del éxito de sus estrategias y explican la importante afluencia a la clase de activos.

“El crecimiento de nuestros activos dedicados a los bonos verdes es el resultado tanto del creciente interés de nuestros clientes en los bonos verdes como del hecho de que se nos ve como líderes en el ámbito de bonos verdes. Esto es enfatizado por nuestro gran y dedicado equipo de bonos verdes, la amplia gama de productos que estamos ofreciendo y el continuo y fuerte desempeño de nuestras estrategias de bonos verdes», explica Bram Bos, responsable de gestión de cartera de bonos verdes en NN Investment Partners.

Además, la gestora reconoce que el rápido crecimiento del mercado de bonos verdes, junto con el creciente número de etiquetas de bonos sostenibles y el desarrollo de las taxonomías sobre este tipo de activos han motivado a NN IP a expandir significativamente el equipo de bonos verdes. En septiembre de 2020, al equipo de NN IP se unieron Douglas Farquhar, como gestor de carteras de clientes de bonos verdes, e Isobel Edwards y Kaili Mao, analistas especializados y responsables de mantener los estándares de bonos verdes que defiende la gestora. 

«Me complace dar la bienvenida a Douglas Farquhar, Isobel Edwards y Kaili Mao a nuestro equipo para mejorar nuestra capacidad de análisis de bonos verdes, desarrollar nuestro marco de bonos verdes y aumentar el alcance de nuestros clientes. Se unen a nosotros en el momento oportuno, ya que el fuerte crecimiento del mercado de bonos verdes continúa, y los inversores consideran cada vez más los bonos verdes en un contexto más amplio, no sólo como una inversión de impacto. Los bonos verdes son cada día más atractivos, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista de la rentabilidad del riesgo, así como por los beneficios ambientales adicionales que pueden tener los bonos. Los inversores habituales en bonos tienen la oportunidad de ecologizar su cartera de renta fija sin costo adicional», añade Bos.

Como resultado de estas contrataciones, el equipo cuenta ahora con seis especialistas en bonos verdes, lo que le convierte en uno de los mayores equipos dentro de la industria. Según la gestora, “la combinación de analistas dedicados a los bonos verdes y al crédito en un solo equipo es una característica única y mejora la calidad ecológica de las carteras, evitando al mismo tiempo el lavado verde”.

 

*Los fondos mencionados son subfondos de NN (L), establecidos en Luxemburgo. NN (L) está debidamente autorizado por la Commission de Surveillance du Secteur Financier (CSSF) de Luxemburgo. Determinadas clases de acciones del subfondo están actualmente registradas en Luxemburgo, Austria, Bélgica, Suiza, Alemania, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Noruega y Suecia.

Iván Díez Sainz se incorpora como socio-director a Lonvia Capital

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Iván Díez Sainz
Foto cedidaIván Díez Sainz, nuevo socio-director de Lonvia Capital. . Iván Díez Sainz se incorpora como socio-director a Lonvia Capital

El proyecto independiente de Cyrille Carrière continúa tomando forma. La firma ha anunciado la incorporación de Iván Díez Sainz en calidad de socio-director. Díez se une a la nueva gestora desde Groupama AM, donde ha desarrollado su carrera profesional durante los últimos 12 años. 

Díez trabajará junto con Francisco Rodríguez d’Achille, también socio-director de la compañía, y su principal objetivo será potenciar y desarrollar el negocio para el sur de Europa, Latinoamérica y US Offshore. Desde la gestora afirman tener muy avanzado el proceso para la creación de una sucursal en España, lo que confirma el fuerte compromiso de la firma por el mercado español.

Por último, desde la gestora destaca que Díez, que acumula una experiencia de más de 20 años en la industria de gestión de activos, se desvincula de la sucursal española de Groupama AM habiendo cosechado notables resultados de crecimiento y dejándola posicionada entre las principales gestoras internacionales por volumen de activos en España.

Lonvia Capital es el nuevo proyecto fundado y lanzado por Cyrille Carriére y su equipo. Se trata de una gestora independiente y con filosofía de inversión a largo plazo, que comienza a dar sus primeros pasos con el lanzamiento de tres fondos de renta variable europea de pequeña y mediana capitalización: Lonvia Avenir Mid Cap Euro, Lonvia Avenir Mid Cap Europe y Lonvia Avenir Small Cap Europe. Desde el principio, el equipo histórico de inversiones, compuesto por Cyrille Carriére y Cyril de Vanssay, se ampliará gracias a la contribución de los analistas senior Jacques Gout-Lombard y Dorian Terral.

El compromiso europeo con la financiación sostenible se refuerza durante la pandemia

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Pixabay CC0 Public Domain. El compromiso europeo con la financiación sostenible se refuerza durante la pandemia

Los emisores de los mercados de capital en Europa dan más importancia a la financiación sostenible que hace un año, aunque hayan tenido que enfrentarse a nuevos desafíos debido a la pandemia del COVID-19, según refleja la encuesta sobre financiación e inversión sostenible de 2020 realizada por HSBC.

Además, la pandemia ha fortalecido la opinión sobre la sostenibilidad de más de uno de cada tres emisores europeos (36%). Tres cuartas partes (77%) también aseguran que el COVID-19 ha reforzado su compromiso con el ESG o les ha hecho darse cuenta de que habían prestado muy poca atención al componente social dentro de los factores ESG.

“Las finanzas sostenibles han pasado a formar parte de la corriente principal de los mercados de capital más rápido de lo que esperábamos y, a medida que eso sucede, los acuerdos en materia de ESG están siendo considerados cada vez más como un activo tradicional en lugar de ser un reflejo del compromiso con las cuestiones sociales y ambientales”, explica Daniel Klier, director global de Inversiones de HSBC.

Según la encuesta, los emisores europeos son ahora los más comprometidos en el mundo en cuestiones ambientales y sociales y el 95% afirma que estos temas son muy importantes (76%) o un poco importantes (19%), en comparación con el 93% a nivel mundial.

A la hora de determinar este compromiso, el factor más importante son los volares de los inversores. Asimismo,  otros factores incluyen su confianza en el potencial de retorno de la sostenibilidad (36%) y aspectos externos, en particular las ONG (41%) y los clientes (36%).

Entre los inversores europeos, el 79% cree que las cuestiones ambientales y sociales son muy importantes o algo importantes, en comparación con el 86% de los inversores a nivel global. Para los inversores europeos, las presiones sociales (47%) y aspectos regulatorios (43%) son los que más influyen en sus actitudes.

La encuesta también indica que Europa está a la cabeza cuando se trata de que los inversores crean que tienen la responsabilidad de evitar las inversiones con repercusiones negativas en el medio ambiente y la sociedad: el 61% de los inversores europeos así lo cree, en comparación con el 53% a nivel mundial.

“Europa está a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para luchar contra el cambio climático y es un líder mundial en finanzas sostenibles. Los emisores e inversores europeos tienen un importante papel que desempeñar en la transición hacia una economía mundial neta cero y seguiremos apoyando las inversiones de nuestros clientes y el crecimiento de las finanzas sostenibles mientras trabajamos juntos para lograrlo”, añade Nuno Matos, CEO de HSBC Bank plc y HSBC Europa.

Los inversores europeos también tienen muchas más probabilidades que los de otras regiones de tener siempre en cuenta temas relacionados con la ESG y sociales en sus decisiones de inversión: el 39% así lo hace, frente a una media del 31% a nivel mundial.

“Las finanzas sostenibles son muy importantes para los inversores a nivel global y, tras el COVID-19, se han acentuado considerablemente y al mismo tiempo que se ha incrementado el compromiso con la sostenibilidad. En España, por ejemplo, las energías renovables han crecido exponencialmente los últimos años y se han postulado como uno de los sectores con mayor potencial del crecimiento en el país”, explica Mark Hall, CEO de HSBC España.

En el contexto actual, los bonos verdes también se han posicionado como una de las mejores oportunidades de inversión. En 2019, la oferta de bonos verdes aumentó significativamente con respecto al año anterior (479 en 2019 frente a los 382 en 2018). “Este tipo de bonos, así como los sociales y posibilidades de inversión relacionadas con criterios ESG, son el futuro. De ahora en adelante hay que mirar más que nunca hacia un impacto ambiental positivo y desde HSBC seguiremos trabajando en esa línea”, añade Hall.

Por otro lado, las acciones de las grandes empresas con mejores calificaciones ESG han superado el promedio mundial en un 4,7% desde mediados de diciembre de 2019, según HSBC. Para las acciones relacionadas con el clima la brecha es aún mayor, con un rendimiento un 13% mayor que el promedio mundial durante el mismo periodo.

GPM Sociedad de Valores incorpora a Julia Paños Martín como gestora de Patrimonios

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Foto cedida. julia

Julia Paños Martín es la reciente incorporación de GPM Sociedad de Valores como gestora de Patrimonios para su oficina de Madrid.

Es diplomada en Administración de Empresas por la URJC y está acreditada por EFPA España. Con experiencia en la gestión de patrimonios, destaca por su capacidad para ofrecer soluciones personalizadas.

GPM, histórico del mercado con una trayectoria de más de 30 años, está consolidado en el top ten de la intermediación en bolsa española, es especialista en gestión discrecional de carteras y en la creación de productos alternativos como la financiación de equipos de la liga de fútbol profesional.

La firma, liderada por Juanjo Llinares, pretende convertirse en una entidad de referencia en planificación financiera ofreciendo a sus clientes un trato personal e independiente.

Inflación, dividendos, sector tecnológico y renta fija asiática: los nuevos retos del nuevo orden económico

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Foto cedidaÓscar Esteban Navarro, Pilar García Germán y Beatriz Rodríguez San Pedro, del equipo de ventas de Fidelity International en España. Óscar Esteban Navarro, Pilar García Germán y Beatriz Rodríguez San Pedro, del equipo de ventas de Fidelity International en España

En el segundo encuentro digital de Fidelity International, Óscar Esteban Navarro, director de ventas en Fidelity International, presentó los nuevos retos y las nuevas reglas del nuevo orden económico.

Si esta segunda oleada de pandemia que atravesamos se contiene y permite una cierta reactivación económica, Fidelity International asigna un 70% de posibilidades a una recuperación con forma de “U”, con un crecimiento negativo del PIB mundial del 3,3% y un crecimiento positivo para el próximo año del 4,6%. En el caso de que esto no llegue a suceder, tendríamos unos datos macroeconómicos peores, un escenario con una probabilidad del 20%.

Escenarios de recuperación

La crisis de 2008 y de 1929 fueron crisis de solvencia, mientras que la crisis actual tiene más puntos en común con la mal llamada “crisis de la gripe española”, porque ambas fueron consecuencia de un solo evento. Un estudio de Goldman Sachs sobre los meses de caídas y meses necesarios de recuperación en las distintas crisis económicas establece que distintos plazos según el origen de la crisis. Así, el estudio distingue entre crisis estructurales, de ciclo y de eventos concretos. Las primeras suelen transcurrir en 42 meses de caídas y 111 meses de recuperación. Las crisis de ciclo en 27 y 50 meses de caídas y recuperación, respectivamente. Y, por último, las crisis relacionadas con eventos concretos suelen ocurrir en 9 meses de caídas y 15 meses de recuperación.

El futuro de la inflación

La pandemia actual es una crisis sanitaria, pero también lo es de liquidez. Por eso las autoridades monetarias están tratando de inyectar liquidez en la economía para reactivarla, pero puede pasar a ser una crisis de solvencia si esa reactivación económica se ralentiza. Por eso los principales bancos centrales abogan por políticas fiscales contundentes para llegar a aquellos lugares donde las políticas monetarias no alcanzan a llegar.

Uno de los últimos efectos de la Reserva Federal de Estados Unidos ha sido precisamente abandonar el control de la inflación. Esto ha dado pie a uno de los grandes debates del mercado en la actualidad: ¿habrá o no habrá inflación? Por un lado, los defensores de la teoría monetaria moderna sostienen que cualquier tipo de política que inyecte dinero a la economía va a generar tarde o temprano inflación, y esta vez sí, en comparación con la crisis de 2008, este dinero llegará a toda la población gracias a las políticas fiscales que se han puesto en marcha. Por otro lado, están los participantes del mercado que creen que el endeudamiento, el envejecimiento de la población y la disrupción tecnológica son los grandes efectos deflactores. En este debate no hay un claro ganador y probablemente la incógnita se mantendrá por más meses. Lo que sí es una realidad es que, bien para descorrelacionar o bien para tener la inflación cubierta, las cartera los clientes institucionales están comprando bonos reales.

La respuesta de los mercados

Ante la fuerte inyección de liquidez por parte de los bancos centrales y las cuantiosas ayudas brindadas por los gobiernos, los mercados financieros han continuado subiendo imparables. Estas subidas han sido apreciadas como una desconexión entre los mercados y la realidad económica. Pero, desde Fidelity International apuntan que esto siempre sucede, pues los mercados financieros adelantan lo que va a pasar a futuro, independientemente de los fundamentales. Por eso, a finales de marzo se vio la reactivación de los mercados financieros y han sido meses después cuando la actividad económica ha comenzado su reactivación, ahora sí, a ritmos diferentes a nivel sectorial y a nivel geográfico.

Una tendencia alcista polarizada por muy pocas compañías cuyo crecimiento continuo ha sido objeto de atención por parte de los inversores, que las han comprado a cualquier precio. El nuevo orden económico establecido tras la pandemia está premiando aquellas compañías capaces de adaptarse ante el cambio y penalizando aquellas que no saben cómo cambiar, o simplemente no pueden hacerlo. En Fidelity International creen que los inversores van a comenzar a focalizarse otra vez en las valoraciones para comprar crecimiento a valoraciones razonables.

Dividendos

En esta crisis se ha visto cómo muchas compañías han recortado o cancelado sus dividendos. A nivel global, excepto Estados Unidos, numerosas regiones lo están haciendo, por ejemplo, las compañías de Europa y Reino Unido están recortando una media del 40%.  

Sin embargo, la búsqueda de dividendos no es algo que deba dejarse de lado. Según apunta Beatriz Rodríguez San Pedro, Sales Manager en el equipo de ventas de Fidelity International, en el mercado hay mucho ruido en torno a esas compañías que han recortado o cancelado dividendos, cuando la realidad es que la mayoría de las compañías han mantenido o incluso incrementado su dividendo.

En Reino Unido y Europa, la mitad de las empresas han mantenido el dividendo preestablecido. Recientemente ha emergido un patrón concreto por el que las compañías con mayores niveles de deuda y más ligadas al ciclo económico han tenido mucho más riesgo de dejar de repartir dividendos. Mientras que aquellas firmas menos endeudadas y con un crecimiento más sólido han tenido mucho menos riesgo. Además, las exigencias regulatorias se están relajando. Así, el regulador europeo ha instado a los bancos a restaurar el pago de dividendos a principios del año que viene.

Dependiendo del perfil de riesgo, existen dos tipos de inversores. Los más conservadores, que se inclinan más por los dividendos recurrentes, aunque sea un nivel bajo, y los más arriesgados, que buscan un dividendo más alto, pese a incurrir en más riesgo.  En ese sentido, en Fidelity International se centran en el primer tipo de dividendos, sobre todo teniendo en cuenta el entorno de incertidumbre actual.

Si bien el nivel medio de dividendo actual no es excesivamente elevado, encontrándose en su media histórica, cercana al 2,5%, lo que sí parece claro es su atractivo de la renta variable frente a la renta fija a la hora de invertir en consecución de rentas. Incluso si se compara con la deuda high yield, pues los emisores de esta clases de deuda suelen tener un mayor riesgo de solvencia. Por eso, desde Fidelity prefieren fijarse en renta variable que reparta dividendo, independientemente de que no sea muy elevado, pero sobre todo diversificando y siendo muy selectivos.

El sector tecnológico y la conectividad

Otro tema en la mente del inversor es el excelente comportamiento del sector tecnológico durante esta crisis, el índice del sector ha subido por encima del 30% en lo que va de año, mientras que el índice de renta variable global apenas se ha elevado un dígito. En la opinión de Pilar García Germán, Senior Sales Manager de Fidelity International, es muy importante tener en cuenta el contexto para evaluar las valoraciones. Es una realidad que se está dando una fuerte dispersión en el sector de la tecnología, con compañías de alto crecimiento y altas valoraciones y compañías más cíclicas, que el mercado no está recogiendo en precio. Cuando la situación se normalice, estas últimas dejarán muy buenas oportunidades de inversión.

Desde el punto de vista de la ratio de flujos de caja por precio de acción, el sector tecnológico se encuentra muy por debajo de los niveles que se vieron en la burbuja puntocom del año 2000. Incluso, si se examina el crecimiento de mercado, hace dos décadas el Nasdaq estaba creciendo aproximadamente a una tasa del 250%, frente a hoy en día que estamos en un 60%.

En cuanto a la volatilidad que se vio a principios de septiembre, ésta no hace sino alertar a los inversores de la necesidad de tomar siempre un enfoque diversificado, sobre todo cuando se trata de un sector que está en continuo crecimiento.

Por otro lado, la pandemia ha acelerado la adopción de la conectividad digital. En ese sentido son tres los factores que han jugado a favor de esta aceleración: la velocidad de las comunicaciones, la intensidad de datos y el creciente número de usuarios en aplicaciones como Zoom, Instagram o TikTok.

Con la llegada del 5G se espera que la velocidad de la comunicación se multiplique por 20, que la capacidad de contenido se multiplique por 10 y que el coste se rebaje hasta un 20%. Esto hará que se incremente considerablemente el número de usuarios. Esto traerá múltiples oportunidades de inversión, pero será necesario distinguir entre los distintos modelos de negocio puesto que será una tecnología totalmente disruptiva.

En Fidelity International distinguen entre tres tipos de empresas: las facilitadoras, las empresas de redes de telecomunicaciones y las innovadoras. Dentro del primer grupo estarían empresas como Samsung y Apple, capaces fabricar los dispositivos que darán soporte a la red 5G. En el segundo grupo figuran empresas General Electric, que tienen las redes en propiedad. Y, en tercer lugar, las innovadoras, aquellas compañías que se aprovechan de los otros dos grupos de empresas para crear productos y servicios que después ofrecen al consumidor final, dentro de esta categoría entrarían empresas como Alibaba, Netflix o Amazon.

La renta fija asiática en el nuevo orden económico

En los últimos cinco años, la renta fija asiática ha crecido más de un 45%. Si bien es cierto que es una región más desconocida, pero no por ello se debe dejar de invertir en las oportunidades que puede ofrecer. Así, en Fidelity International distinguen entre la renta fija asiática excluyendo China y la renta fija china. En la parte de renta fija asiática, la gestora se centra en el crédito de alta calidad, aunque también da seguimiento a la renta fija high yield que, aunque es un mercado menor, también brinda oportunidades atractivas. Mientras que, en la parte de la renta fija china, se distinguen dos mercados: el mercado “onshore” y el “offshore”.

El mercado “offshore” de deuda china se divide a su vez en otros dos mercados. Por un lado, el mercado de emisiones chinas denominados en dólares, que es el mercado por excelencia para los clientes internacionales, y por otro, el mercado de bonos chinos en divisa renminbi. En este segundo mercado se encuentran los mercados internacionales que quieren tener exposición a la divisa china. Este mercado tiende a desaparecer a favor del mercado “onshore” que es un mercado que hasta hace relativamente poco tiempo estaba cerrado a inversores internacionales y es realmente dónde Fidelity International está viendo un mayor crecimiento, tanto en tamaño como en diversificación. La deuda denominada en renminbi tiene una correlación muy baja con la renta variable y fija denominada en euros o dólares.   

Por último, las emisiones de bonos chinas en renminbi proporcionan un rendimiento mucho más atractivo que en euros o en dólares, por eso está despertando el interés de los inversores institucionales. 

 

Si desea visualizar el evento, puede acceder a través de este enlace.

 

Renta fija: no bajemos la guardia

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Pixabay CC0 Public Domain. Renta fija: no bajemos la guardia

La crisis sanitaria mantiene en vilo a ciudadanos, gobiernos y mercados. Las altas tasas de contagio de las últimas semanas en Europa han llevado a imponer de nuevo restricciones a la movilidad con un enfoque más limitado a determinadas áreas, pero que afectan a un elevado número de ciudadanos. Un ejemplo de ello es el Reino Unido, donde 22 millones de personas -un tercio de la población- han visto sus movimientos limitados. Los ciudadanos están empezando a tomar conciencia de la situación y de cómo afecta a su estilo de vida y economía. Una consecuencia directa de las políticas restrictivas es el retraso en la recuperación económica debido a los cambios en el consumo. 

El indicador ZEW alemán que destaca que la confianza de los inversores sobre sus expectativas en los próximos meses ha caído hasta el 56,1 -el índice más bajo en 5 meses- desde el 77,4 de septiembre. La zona euro también se está viendo afectada por esta tendencia a la baja como confirman los informes de Bloomberg. Por el contrario, desde Oriente soplan vientos más positivos. La pandemia parece estar controlada por China y Corea del Sur, lo que permite a su economía volver a la senda de la normalidad. Su experiencia nos anima a pensar que podemos estar en el pico máximo de esta segunda ola.

Un mercado optimista en cuanto al riesgo

Al margen de la ansiada vacuna, el principal motor de los mercados financieros son las expectativas de estímulos. Las elecciones en Estados Unidos y la «Blue Wave», a la que los mercados han comenzado a ponerle precio, también son una palanca importante si bien no se ha producido una ampliación significativa de los bonos del Tesoro, lo que sería de esperar dado el nivel de riesgo actual. Nuestras previsiones apuntan a que no se anunciarán nuevos paquetes de estímulo hasta las elecciones, lo que podría presionar el riesgo a corto plazo. Por su parte, el oro mantiene su línea ascendente, si bien esta tendencia al alza puede deberse a la reciente presión sobre el dólar.

El FMI también ha pronosticado una desaceleración económica mundial menos profunda en 2020: una contracción del 4,4% frente a la estimación del 5,2% en junio. Esto refleja un segundo trimestre mejor de lo esperado. Para 2021, la previsión es de un crecimiento del 5,2%. Las estimaciones de China han sido revisadas al alza: – 1,9% de crecimiento en 2020 y 8,2% en 2021. En EE.UU., los datos son positivos: -4,3% en 2020 y 3,1% en 2021, al igual que en la zona euro -8,3% en 2020 y +5,2% en 2021. Las importaciones de China han crecido un 13% anual frente a las expectativas de 0,4%, según Bloomberg. El comercio se ha recuperado mucho más rápido de lo esperado, reforzando a la industria y a las cadenas de suministro asiáticas. 

Hay más datos positivos que animan a los inversores. El mes pasado, el IPC de EE.UU. registró una subida de un 0,2%, la menor en cuatro meses, por lo que la inflación es positiva pero apenas genera preocupación en el mercado de bonos. Además, si nos centramos en el primer conjunto de resultados de los grandes bancos, los del tercer trimestre de JP Morgan confirman que no se está produciendo un tsunami de impagos: el aumento de 611 millones de dólares en la provisión para préstamos incobrables del tercer trimestre no se acercó a los 2.380 millones de dólares que predijeron los analistas. Además, los préstamos de tarjetas de crédito no se vieron muy impactados.

La Blue Wave y la curva del Tesoro

La carrera presidencial en Estados Unidos se encuentra en un momento álgido. Los sondeos vaticinan el triunfo de Joe Biden, si bien el margen de error de las encuestas es todavía grande. Los mercados ya están asumiendo este potencial triunfo, como lo demuestra que la curva del Tesoro se incline a medida que la «Blue Wave» coge fuerza impulsada por el potente paquete de estímulos que llegaría a principios de 2021. La historia confirma que normalmente la Presidencia y el Congreso no son de dominio de un único partido, por lo que hay margen para la decepción si los republicanos se mantienen en el Senado. Si esta circunstancia se produjera, se reevaluaría el tamaño de cualquier paquete de estímulos. El peor escenario, desde nuestro punto de vista, sería un resultado de elección presidencial disputado y un Congreso dividido.

A tres semanas de la cita con las urnas, aumentan las posibilidades de que Biden gane las elecciones. Todos los observadores esperan el resultado de Florida, un estado clave para ver hacia dónde se inclina el país. Si finalmente Biden consigue la presidencia y el Congreso es controlado por los demócratas, es probable que la curva del Tesoro se incline y ensanche. Dado que la tasa de política neutral es del 2,5%, hay mucho espacio de movimiento para los próximos meses. La pregunta que nos hacemos es cuándo veremos a la Reserva Federal intervenir para controlarlo. ¿Al 2%? ¿Al 3%? Los 10 años podrían retroceder fácilmente hasta el 1% y más en los meses posteriores. Si se debilita el dólar americano, y estaríamos preparados para un rendimiento superior para que los bonos de mercados emergentes y high yield superen el rendimiento del año próximo.

Tribuna de Andrew Lake, director de Renta Fija de Mirabaud Asset Management

 

Lake es el gestor del fondo Mirabaud Global Strategic Bond I cap. USD. Fondo de Renta Fija Global Flexible, que permite detectar al equipo las mejores oportunidades logrando sacar provecho de estos cambios de ciclo en los mercados de renta fija. La variedad de tipologías de activo en las que invierte el fondo también es una protección frente a los movimientos de los mercados: bonos soberanos, bonos corporativos investment grade, high yield, deuda de mercados emergentes y bonos convertibles. A 30 de septiembre de 2020, la estrategia contaba con cerca de 600 millones de dólares bajo gestión y, a 9 de octubre, acumulaba una rentabilidad del 2,54%. El fondo cuenta con cuatro estrellas Morningstar y clasificación Citywire +.

Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras. Para más información sobre rentabilidades históricas y riesgos asociados a este Subfondo, consulte la Sección la web www.mirabaud.com/es 

Mutuactivos eleva su interés por la bolsa y modera el de la renta fija corporativa

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EmilioOrtiz_director de Inversiones de Mutuactivos
Pixabay CC0 Public DomainEmilio Ortiz, director de inversiones de Mutuactivos. Mutuactivos eleva su interés por la bolsa y modera el de la renta fija corporativa

Mutuactivos adapta sus carteras, buscando un menor peso de renta fija privada y prestando una mayor atención a la renta variable, en la que espera incrementar posiciones si los mercados ofrecen oportunidades aprovechando la liquidez de que dispone en sus fondos.

En el contexto actual, de mayor volatilidad en los mercados, la gestora de Mutua Madrileña ha adoptado una gestión más táctica de las carteras, comprando en las caídas y vendiendo en los rebotes, para adaptarse así a los cambios del mercado.

Emilio Ortiz, director de inversiones de Mutuactivos, asegura que los mercados están claramente dominados en la actualidad por la intervención de los bancos centrales. “Todo apunta a que estos van a mantener los tipos de interés en mínimos históricos, incluso si la inflación repunta. La consecuencia es un contexto de tipos reales negativos cuyo objetivo es, por un lado, desincentivar el ahorro para estimular el consumo y, por otro, reducir el coste de financiación de la deuda pública en términos reales”, señala el experto. En este contexto, Ortiz apunta que la estrategia de Mutuactivos pasa por redireccionar parte del riesgo de crédito a bolsa, en cuanto surja la oportunidad y aprovechando la elevada volatilidad de los mercados.

Uno de los cambios más significativos realizados en las carteras de la gestora ha sido el de reducir su exposición a renta fija privada y aumentar la liquidez, aprovechando el estrechamiento de las primas de riesgo de crédito y periféricas. El índice iTraxx Crossover, que mide la prima de riesgo que tienen que pagar las empresas privadas con baja calificación crediticia por su deuda, es un buen indicador del cambio que ha sufrido este segmento del mercado: mientras en marzo se movía en torno a los 800 puntos, en la actualidad ronda los 325.

“Los bajos tipos de interés limitan el atractivo de la renta fija, como instrumento de inversión y desde el punto de vista de la construcción de carteras. Por ello, aunque nuestro proceso de inversión bottom up todavía nos permite encontrar algunas inversiones atractivas en el ámbito de la renta fija corporativa, creemos que es momento para reducir el riesgo y aumentar la liquidez. Las primas de riesgo son, en muchos casos, demasiado bajas y no compensan suficientemente el riesgo, con lo que preferimos esperar a mejores oportunidades para volver a invertir. En algunos casos hemos estructurado coberturas de crédito mediante CDS”, explica el director de inversiones de Mutuactivos.

En la gestora mantienen posiciones moderadas en duración ya que consideran que los programas de compras de los bancos centrales van a mantener los tipos bajos durante bastante tiempo. “También mantenemos posiciones largas sobre inflación, particularmente en Estados Unidos. Hemos comprado swaps de inflación de este país ya que estimamos que la curva americana va a aumentar más su pendiente al alza en los tramos largos, a partir de los diez años”, añade Ortiz.

En renta variable, la visión de la gestora es más positiva ahora que hace unos meses. “Aunque seguimos infraponderados en renta variable, nuestra intención es elevar el peso en cartera. Ante la escasez de alternativas de inversión, con los tipos de interés en mínimos y con las previsiones de mantenimiento en niveles bajos durante bastante tiempo, la bolsa presenta un mayor atractivo. Por un lado, porque la baja rentabilidad de la renta fija expulsa al ahorro hacia activos de mayor riesgo en busca de rentabilidad. Por otro, porque la rentabilidad implícita en la renta variable gana interés en términos relativos frente a las alternativas de renta fija”, añade el experto.

En este segmento, la firma ha reenfocado sus inversiones en torno a tres ideas principales:

  1. Compañías que se van a beneficiar de la inversión en la transición energética y que van a recibir fuertes apoyos públicos, particularmente en Europa. “Sabemos que gran parte de los fondos del Fondo de Recuperación Europeo se van a destinar a proyectos verdes relacionados con este tema. Además, la regulación sobre responsabilidad social corporativa cada vez favorece más a estos sectores”, asegura Ortiz.
  2. Empresas que van a participar en las nuevas tendencias, tanto a nivel de los consumidores como de las empresas.
  3. Compañías de calidad y con balances relativamente sólidos, que cotizan a múltiplos muy deprimidos por su exposición al COVID-19, pero que pueden beneficiarse de una vuelta a la normalidad. “En este apartado incluimos empresas con negocios más tradicionales que, teniendo posiciones de liderazgo en sus respectivos sectores y fortaleza de balance, se han visto muy afectadas por la pandemia, previsiblemente de manera transitoria. Es el caso, entre otras, de Amadeus o IAG. Pensamos que sus valoraciones se deberían recuperar cuando se produzca la vuelta a la normalidad”, señala Ortiz.

En el ámbito de las divisas, en Mutuactivos continúan pensando que el dólar se va a mantener débil a medio plazo a consecuencia de las políticas de la Reserva Federal y el Tesoro americano, que “van a ser más agresivos que sus homólogos europeos, tanto en política monetaria como fiscal”.  Sin embargo, a corto plazo, la incertidumbre electoral y el posicionamiento del mercado “nos llevan a ser menos negativos con el dólar”, puntualiza Emilio Ortiz.

En la gestora opinan también que los tipos de interés reales negativos y el dólar débil deberían favorecer a activos reales, como las materias primas o el oro, y a los mercados emergentes, aunque advierten que, en este último ámbito, hay que ser selectivos porque en algunos casos, la falta de medios puede hacerles más vulnerables ante la pandemia.

Por último, en Mutuactivos creen que los activos alternativos también representan una oportunidad para diversificar una parte de la cartera. “El real estate, venture capital o capital privado se presentan como una opción interesante con la que batir a la inflación, pero siempre asumiendo el riesgo de iliquidez inherente a este tipo de inversiones”, recuerda Ortiz.

En cuanto a macroeconomía se refiere, Mutuactivos asegura este ha sido un trimestre de fuerte recuperación económica en la mayoría de los países. La rápida y decidida actuación de los bancos centrales, con bajadas en los tipos de interés y nuevos programas de recompras de bonos, y de los gobiernos, con programas de estímulo fiscal cuyo tamaño supera con diferencia cualquier precedente histórico, ha servido para mitigar los impactos de la crisis.

“Todavía es pronto para saber lo que tardaremos en recuperar la normalidad y seguramente dependa del éxito en el desarrollo y producción de una vacuna, pero todo apunta a que la economía mundial todavía tardará varios trimestres en recuperar su tendencia anterior. Mientras no hayamos superado esta crisis, tanto gobiernos como bancos centrales van a tener que seguir apoyando a la economía”, concluye Ortiz.

Ricardo Benedé regresa a Beka Finance para liderar el área de originación de renta fija

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Foto cedidaRicardo Benedé, nuevo director de originación de renta fija de Beka Finance. Ricardo Benedé como nuevo director de originación de renta fija

Beka Finance ha anunciado el nombramiento de Ricardo Benedé como nuevo director de originación de renta fija de la firma. Dentro del equipo de renta fija, dirigido por Federico Silva, Benedé se encargará de proporcionar soluciones de financiación a clientes institucionales a lo largo de la estructura de capital.

Tras un período de casi tres años en Haitong Bank, donde ocupó el cargo de director general para España, Benedé regresa a Beka Finance para contribuir a consolidar el liderazgo de la entidad en el mercado de bonos de midcaps en España.

En su nuevo puesto, Benedé se ocupará de brindar acceso a soluciones financieras dentro de la gama de productos de los mercados de capitales (MARF, Diect Lending, bonos, híbridos, etc.) así como proporcionar valoraciones de mercado, estrategia de deuda, perfil de riesgo, rendimiento y otros componentes críticos de las emisiones de renta fija.

“En esta nueva etapa en Beka Finance, la máxima seguirá siendo identificar las necesidades de financiación y deuda de los clientes, proporcionarles soluciones ad hoc y cultivar con ellos relaciones a largo plazo”, ha destacado Benedé.

“Nos enorgullece contar de nuevo con la experiencia y el conocimiento profundo del sector de Ricardo, quien ya conoce nuestra casa a la perfección”, ha afirmado Federico Silva, director de Renta Fija de Beka Finance.

El BOE publica la ley del impuesto sobre transacciones financieras

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madriddegacabo
CC-BY-SA-2.0, FlickrFoto: gcabo. mad

El pasado 16 de octubre, se promulgó en España la ley del impuesto sobre transacciones financieras, que entrará en vigor a mediados de enero de 2021. El ITF español sigue los criterios adoptados por países como Francia e Italia y establece como principio impositivo el de emisión para evitar la deslocalización.

Según analizan desde finReg 360, se configura como un impuesto  de naturaleza indirecta, que  gravará las adquisiciones a título oneroso de acciones, tal y como las define la Ley de Sociedades de Capital (artículo 92), representativas del capital social de sociedades de nacionalidad española, siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos:

A continuación destacamos las principales características de este nuevo impuesto:

  1. Que esas acciones estén admitidas a negociación en un mercado español o de otro estado de la UE, que tenga la consideración de regulado conforme a la MIFID II.
  2. Que el valor de capitalización bursátil de la sociedad sea, el 1 de diciembre del año anterior a la adquisición, superior a 1.000 millones de euros (con este umbral se pretende que el impuesto afecte lo menos posible a la liquidez del mercado).

Se asimilan a las citadas adquisiciones y, por tanto, quedan también gravadas por este impuesto las adquisiciones onerosas de los valores negociables constituidos por certificados de depósito representativos de las acciones referidas en el punto anterior, cualquiera que sea el lugar de establecimiento de la entidad emisora de dichos valores, y las adquisiciones de los valores anteriores que deriven de la ejecución o liquidación de obligaciones o bonos convertibles o canjeables, de instrumentos financieros derivados, así como de cualquier instrumento o contrato financiero.

Las adquisiciones estarán sujetas al impuesto con independencia de que se ejecuten en un centro de negociación, en cualquier otro mercado o sistema de contratación, por un internalizador sistemático o mediante acuerdos directos entre los contratantes, explican en finReg360.

Antes del 31 de diciembre de cada año, se publicarán en la sede electrónica de la AEAT la relación de entidades con capitalización bursátil superior a 1.000 millones de euros.

La norma contempla una disposición transitoria única para las sociedades cuyas acciones se someten a gravamen el primer año de aplicación del impuesto. En este sentido, se prevé que, entre la fecha de entrada en vigor de la ley y el 31 de diciembre siguiente, el requisito de capitalización bursátil se cumplirá en las sociedades españolas cuyo valor de capitalización bursátil sea superior a los 1.000 millones de euros un mes antes de la fecha de entrada en vigor de la ley.

Se recoge un número significativo de exenciones, relacionadas con operaciones propias del mercado primario, las necesarias para el correcto funcionamiento de los mercados, las originadas por operaciones de reestructuración empresarial o por medidas de resolución, las que se realicen entre sociedades del mismo grupo y las cesiones de carácter temporal.

El devengo se produce en el momento en el que se lleve a cabo la anotación a favor del contribuyente de los valores objeto de la adquisición onerosa que constituye el hecho imponible.

Base imponible

Es el importe de la contraprestación de las operaciones sujetas al impuesto, sin incluir los costes de transacción derivados de los precios de las infraestructuras de mercado ni las comisiones por la intermediación ni ningún otro gasto asociado a la operación.

En el caso en el que no se exprese el importe de la contraprestación, la base imponible se determinará conforme a una regla específica de valor de mercado: valor al cierre del mercado regulado más relevante por liquidez del valor en cuestión el último día de negociación anterior al de la operación.

Se prevén reglas especiales en los supuestos de que la adquisición de los valores derivados de la ejecución o liquidación de obligaciones o bonos convertibles o canjeables, de instrumentos financieros derivados, o de cualquier instrumento o contrato financiero, atendiendo a las condiciones que se fijen en dichos instrumentos o contratos para la entrega de los valores.

Cuando la adquisición se produzca en una transacción a plazo, que proviene de un instrumento derivado, la base imposible será el precio pactado. Si el derivado se negocia en un mercado regulado, la base imposible será el precio de la entrega en la adquisición al vencimiento.

También se prevé una forma de cálculo específica para las operaciones intradía.

Contribuyente, sujeto pasivo y responsables

El contribuyente del impuesto es el adquirente de los valores, mientras que el sujeto pasivo es, con carácter general, el intermediario financiero que transmita o ejecute la orden de adquisición, ya actúe por cuenta propia, en cuyo caso será sujeto pasivo a título de contribuyente, ya lo haga por cuenta de terceros, que tendrá la condición de sustituto del contribuyente.

Esto implica que el impuesto se repercuta por el sujeto pasivo al adquirente de los valores.

En concreto, la norma recoge que será sujeto pasivo: la empresa de servicios de inversión o entidad de crédito que adquiera por cuenta propia, o cuando la adquisición no se realice por una empresa de servicios de inversión o entidad de crédito que actúe por cuenta propia, será el miembro del mercado que la ejecute, si se adquiere en un centro de negociación; si intervienen varios intermediarios financieros, el que reciba la orden del adquirente; el internalizador sistemático, si la adquisición se hace en este ámbito y no en un centro de negociación; si concurren varios intermediarios por cuenta del adquirente, el sujeto pasivo será el intermediario financiero que reciba la orden del adquirente; el intermediario financiero que reciba la orden del adquirente o le entregue los valores en virtud de ejecutar o liquidar un instrumento o contrato financiero, si se adquiere al margen de los intervinientes anteriores; o la entidad que preste el servicio de depósito de los valores al adquirente en el resto de casos.

El adquirente será responsable solidario si comunica al sujeto pasivo información errónea o inexacta para aplicar indebidamente las exenciones o una menor base imponible.

El tipo impositivo es el 0,2%.

Gestión del impuesto

La norma hace recaer el cumplimiento de las obligaciones de declaración, ingreso y  mantenimiento de la documentación sobre el intermediario financiero que sea sujeto pasivo, explican en finReg360.

No obstante, se prevé que los sujetos pasivos puedan pagar el impuesto a través de Iberclear, que, en nombre y por cuenta del sujeto pasivo, declarará e ingresara la deuda tributaria. Este procedimiento podrá extenderse a otros depositarios centrales de valores radicados en otros estados de la UE o fuera de ella que estén reconocidos para prestar servicios en la Unión por acuerdos de colaboración.

El periodo de liquidación coincidirá con el mes natural. Está pendiente de decidir si existirá una declaración resumen anual o si se exigirán más datos en las declaraciones mensuales para evitar ese resumen anual. No obstante, la norma deja para el desarrollo reglamentario los aspectos relacionados con la declaración y el pago del impuesto, incluyendo la participación de Iberclear. La deuda tributaria por este impuesto no podrá aplazarse ni fraccionarse.

Los sujetos pasivos del impuesto y los depositarios centrales de valores que acuerden participar en el control y la gestión del impuesto han de mantener a disposición de la Administración Tributaria la documentación o los ficheros de las operaciones sujetas al impuesto.