Indexa Capital arranca en Bélgica su expansión internacional

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Foto cedidaUnai Ansejo y Carlota Corral, gestores de Indexa Capital.. indexa

Indexa Capital, gestor automatizado independiente de España, empieza su expansión internacional con carteras de fondos indexadas depositadas en BinckBank en Bélgica (parte del grupo SaxoBank).

Unai Ansejo, cofundador y consejero de Indexa, explica la apuesta de la compañía: “Después de cuatro años y medio en España y con la misma filosofía -crecer en volumen para poder reducir las comisiones a nuestros clientes y con ello ofrecerles una mayor rentabilidad, lo que a su vez nos permitirá seguir creciendo más en volumen-, aterrizamos en Bélgica. Esperamos conseguir fuera de España un éxito por lo menos la mitad de bueno del que estamos teniendo en España, y poco a poco ir abriendo países en Europa continental hasta convertirnos en el gestor automatizado independiente líder en Europa y top 3 a nivel mundial», explica.

«No será una tarea fácil, porque los servicios financieros en general viajan relativamente mal de un país a otro, pero tenemos que intentarlo, y creemos que podremos conseguirlo», añade.

El servicio, de momento, está disponible en francés y para personas físicas residentes en Bélgica.

“Hemos elegido a Bélgica en parte porque uno de nuestros cofundadores es originalmente belga, François Derbaix, co consejero delegado, pero no sólo por eso. Hicimos un análisis a fondo de los países más cercanos en base a las cinco siguientes dimensiones, y Bélgica salió como segundo mejor país con mejor encaje con nuestro modelo, después de España», asegura Ansejo.

Indexa ofrece a partir de ahora su servicio de gestión automatizada de carteras de fondos indexados a los residentes en Bélgica, con una cuenta en este país y con toda la fiscalidad automatizada por el banco custodio local. Las comisiones que cobra Indexa de momento serán las mismas en todos los países y las carteras serán idénticas.

UBP lanza un fondo global de renta variable que invierte en el universo fintech

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Union Bancaire Privée (UBP) ha anunciado el lanzamiento del fondo UBAM – Global Fintech Equity. Se trata de una estrategia de renta variable global que invierte en áreas muy diversas del sector fintech. 

Según explican desde la entidad, la gestión del fondo estará a cargo del equipo de renta variable suiza y global de UBP. Además, Martin Moeller, corresponsable del equipo, ejercerá de gestor principal de la cartera. El fondo invertirá en títulos de renta variable (entre 20 y 40) que ofrezcan una exposición global en temas vinculados a las fintech, como los pagos internacionales, las infraestructuras de telecomunicaciones, las redes y la seguridad, los datos y análisis, las nuevas tecnologías en los seguros y en la normativa (insurtech y regtech) y las plataformas financieras innovadoras. 

En opinión de UBP, el sector de las fintech, con unas 180 empresas y una capitalización bursátil superior a los dos billones de dólares, constituye un universo de inversión diversificado y en plena expansión, que representa prácticamente el 3% del índice MSCI AC World. En este extenso universo, activo y en el que se producen frecuentes ofertas públicas iniciales y adquisiciones, según explican, el fondo adopta una visión sectorial integral, con un enfoque selectivo bottom-up basado en modelos de valoración de concepción propia que hacen hincapié en la generación de flujos de caja (CFROI, Cash Flow Return On Investment). 

En concreto, la estrategia invierte a lo largo del ciclo de vida del CFROI y se centra en empresas cuyo crecimiento bate las previsiones del mercado, en empresas capaces de sobresalir gracias a las elevadas barreras de entrada y en empresas capaces de reinventarse en momentos de dificultad. La entidad matiza que la asignación en estas tres oportunidades de alfa dependerá también del entorno macroeconómico y de las convicciones del equipo con respecto a ciertos títulos concretos.

“Las tendencias estructurales juegan a favor del tema fintech y este ha recibido un nuevo impulso gracias al aumento del comercio electrónico y de las soluciones tecnológicas de datos provocado por la pandemia de covid-19. Tras cuatro años de investigación, estamos muy orgullosos de haber creado esta estrategia basada en nuestro marco de inversión CFROI de concepción propia, y de poder ofrecer a nuestros inversores una solución temática original. Esta estrategia puede contribuir a diversificar una exposición tecnológica y es una forma eficaz de establecer una asignación en diversas tendencias disruptivas del sector de las tecnologías financieras”, señala Michaël Lok, Co-CEO de la división Asset Management de UBP

Por su parte, Martin Moeller, gestor de la cartera y corresponsable del equipo de renta variable suiza y global de UBP, ha declarado: “El segmento de las fintech pone al alcance del inversor un tema de crecimiento secular bien afianzado y ofrece la creación de valor a un precio razonable. Es un coto de caza atractivo en el que seleccionar empresas con modelos de negocio sólidos, que pueden incrementar la generación de cash-flow y que tienen una elevada visibilidad. Por experiencia, la creación de valor mayor que la media, da lugar a que el título bata al mercado a largo plazo, y opinamos que el universo de las fintech ofrece excelentes oportunidades”.

La falta de claridad en el resultado electoral y unas cámaras divididas ponen la presión sobre la Fed

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Foto cedidaJerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).. La falta de claridad en el resultado electoral y unas cámaras divididas ponen la presión sobre la Fed y sus siguientes pasos

Mientras avanza el recuento electoral en Estados Unidos, una nueva cita centra la atención de los mercados: la reunión de la Reserva Federal (Fed), que comenzó ayer y se prolongará a lo largo de hoy. Según la visión de los analistas, no se espera que anuncie cambios, debido a la proximidad de las elecciones. Por lo que, previsiblemente, los tipos se mantendrán entre el 0%-0,25% y las compras de treasuries y MBS de 120.000 millones de dólares al mes.

Sin embargo, el papel que juega la Fed en el contexto actual es más importante de lo que a primera vista parece, básicamente porque el mercado sigue esperando que haya más estímulos frente al impacto del COVID-19. El resultado electoral de ayer confirma la división de las cámaras -con los demócratas al frente de la Cámara de Representantes y los republicanos en el Senado-, por lo que la posibilidad de aprobar e implementar políticas extremas se reduce. Esto pone la mayor parte del peso en los próximos pasos que dé la Fed.

“Sin un claro ganador aún visible y con la ciudadanía estadounidense más dividida que nunca, los mercados y los inversores en oro se centran en una tercera persona en este drama, en Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal”, afirma Ned Naylor-Leyland, gestor de Merian Gold and Silver Fund, de Jupiter AM.

En opinión de Mohammed Kazmi, estratega macro y gestor de carteras de renta fija de UBP, esta circunstancia vuelve a poner a la Fed bajo presión para que siga apoyando la recuperación del crecimiento mediante una política monetaria acomodaticia. La gran pregunta es cuándo cederá a esa presión. “Por ahora creemos que la Fed se sentirá cómoda con las condiciones financieras para no actuar en esta reunión, optando en cambio por ver el resultado de las elecciones estadounidenses y su impacto en la política fiscal antes de actuar. Esperamos que ofrezca una orientación más decisiva sobre el QE en la reunión de diciembre, en la que vemos la posibilidad de que alargue la duración de las compras de activos”, sostiene Kazmi. 

“Esperamos un mensaje similar al de las últimas reuniones, donde la Fed comunicó que estará preparada para ajustar su política monetaria en el caso de que sea necesario. Por otro lado, puede que se insista en la necesidad de apoyar a la economía mediante políticas fiscales, que, de momento, no se han concretado por la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos. Una vez conocido el tamaño del estímulo fiscal (los demócratas son partidarios de superar los 2 billones), esto podría condicionar los próximos pasos a dar en materia monetaria. Por ello, pensamos que la Fed, al igual que el BCE, esperará a la reunión de diciembre para aplicar cambios en política monetaria. En el último mes del año, la Fed tendrá más información sobre el impacto que pudiera tener la segunda oleada de la pandemia, se habrá reducido la incertidumbre electoral y avanzado en el programa de ayuda fiscal”, añade Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G.

Una visión que coincide con la de Kazmi: “Es posible que la Reserva Federal no se sienta obligada a dar el paso todavía, ya que los datos económicos de alta frecuencia siguen siendo resistentes, y con la última ola del COVID-19 todavía por desencadenar medidas de bloqueo generalizadas como se ha visto en Europa, aunque sí vemos esto como un riesgo a corto plazo para las perspectivas económicas. Dada esta opinión de la Fed, junto con los riesgos del COVID-19 que todavía están presentes, creemos que los mercados de tasas continuarán operando en un rango, no pudiendo romper a rendimientos más altos ya que aprobar un gran paquete fiscal ahora parece estar fuera de alcance”.

En este sentido, el nerviosismo y la volatilidad que ha generado las elecciones presidenciales, se compensa en muchos mercados con la acción de la Fed. El ejemplo más claro lo explica Christian Hantel, gestor senior de carteras de Vontobel Asset Management, y afecta a los mercados de créditos. 

“Inicialmente, la autoridad monetaria estadounidense lanzó el programa de compra de bonos corporativos como un servicio de respaldo donde las empresas podían usar la Fed como prestamista de último recurso. Ahora, está comprando activamente bonos corporativos de EE.UU. con un vencimiento de hasta cuatro años, incluyendo bonos con calificación BB. Esto ha aliviado los nervios del mercado incentivando a los inversores a acumular bonos corporativos. En caso de que continúe la incertidumbre del mercado debido a un resultado electoral embrollado en EE.UU., la Fed podría restablecer fácilmente la confianza en el mercado de crédito corporativo intensificando sus actividades en el marco de las facilidades de crédito de los mercados primario y secundario. Por lo tanto, cualquier ampliación del diferencial debería resultar modesta y las condiciones de liquidez deberían seguir siendo favorables”, argumenta Hantel.

Por su parte Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management de Bank Degroof Petercam Spain, considera que la Fed seguirá aplicando la misma política monetaria esté quien esté en la Casa Blanca. “La Fed ha insistido, y si es necesario, lo hará de nuevo, en que realizará todas las medidas de estímulo monetario que estén en su mano para seguir apoyando la recuperación económica, independientemente de quien ocupe la Casa Blanca y de quien presida el Congreso o el Senado. Pero, del mismo modo, seguirá reclamando, cuantas veces sea preciso, que se aprueben y adopten los paquetes de estímulo necesarios para afianzar la senda de crecimiento económico que devuelva la confianza a los ciudadanos estadounidenses”, destaca Casanovas.

El desafío de la Fed

Para Olivia Álvarez, analista de Monex Europe, los resultados electorales de EE.UU. suponen un desafío para la Fed. La experta señala que un movimiento de la Fed antes de cerrar el año es poco probable dada la “postura ampliamente acomodaticia” que ya tiene y la “relativa estabilidad” de los mercados financieros. Sin embargo, considera que la creciente ola de infecciones del virus que amenaza con alcanzar proporciones alarmantes en los EE.UU. en las próximas semanas podrían poner a la Fed en apuros nuevamente.

“En el contexto de la pandemia, las implicaciones de un mandato demócrata o republicano son notablemente divergentes en términos de la función de reacción de la institución monetaria, dadas las amplias diferencias entre ambos bandos sobre la proyección de política fiscal y comercial. Un mandato de estancamiento político (Congreso y Casa Blanca divididos) imprimiría un sello restrictivo a las iniciativas de estímulo fiscal en los EE.UU. Una reelección presidencial de Trump, en particular, añadiría un riesgo latente a los mercados financieros internacionales en materia comercial. Este escenario se ha hecho más evidente en el mercado de renta fija norteamericano, a través de la caída de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años desde que se dieron a conocer los resultados iniciales en algunos estados decisivos. El ajuste del mercado de un escenario de ola azul, señalado por las encuestas pre-electorales, ha recalibrado las expectativas de los inversores hacia un entorno de menor impulso inflacionario, algo que no pasará desapercibido por la Fed en sus presentaciones venideras. Con un largo camino por recorrer para definir el resultado de las elecciones, es muy pronto para que la Fed tome cartas en el asunto”, afirma Álvarez.

Por último, según James Athey, director de inversiones de Aberdeen Standard Investments, parte de la tranquilidad en los mercados se basará en el hecho de que la Fed si vemos una volatilidad significativa. “Hay un peligroso elemento que recuerda a la teoría del huevo y la gallina alrededor de esta situación. Los mercados están tranquilos en parte porque saben que la FED intervendrá, pero la FED no intervendrá si las cosas se mantienen completamente en calma”, advierte Athey.

En su opinión, la falta de estímulo fiscal requerirá tarde o temprano que la Fed reaccione, y eso es preocupante. “Las herramientas que utiliza la Fed han producido durante mucho tiempo distorsiones insalubres en los precios de los activos y los mercados están cada vez más programados para saber que el banco central intervendrá a la vista de los problemas. Ese tipo de dependencia no es saludable», concluye el director de inversiones de Aberdeen Standard Investments.

Tras el recuento electoral

La mayoría de los analistas también coinciden en que tardaremos en conocer quién será el nuevo inquilino de la Casa Blanca, lo que se podría traducir en episodios de volatilidad para el mercado. Aún así, que haya presidente no quiere decir que gobernar vaya a ser sencillo.  Según Ignacio Dolz de Espejo, director de soluciones de inversión de Mutuactivos, la capacidad de conseguir aprobar el paquete fiscal es el factor clave en estos momentos, tanto para la economía como para los mercados. 

“Si se confirma que la Casa Blanca y el Congreso quedan en manos demócratas y el Senado en las de los republicanos, Biden tendría dificultades para conseguir elevar los impuestos y probablemente no conseguiría sacar adelante su ambicioso plan de inversión en infraestructuras. Esto reduce el riesgo de un incremento del déficit y la deuda, por lo que, según los gestores de Mutuactivos, deberíamos ver una relajación en las curvas de tipos. Por el mismo motivo, desde la gestora estiman que el dólar podría recuperar algo de fuerza. Si Biden no consigue subir los impuestos, la opinión de Mutuactivos es que el impacto sobre los beneficios del S&P 500 será limitado, lo que dará, teóricamente, más potencial al índice”, sostiene Dolz de Espejo.

Unicaja Banco impulsa un plan de finanzas sostenibles para favorecer la integración de criterios ESG

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Unicaja Banco
Foto cedida. Unicaja Banco impulsa un plan de acción de finanzas sostenibles para favorecer la integración de criterios ESG

Unicaja Banco refuerza su compromiso con la sostenibilidad mediante la aprobación de un Plan de Acción de Finanzas Sostenibles que impulsará la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en su estrategia de negocio. Se trata de una decisión estratégica de la entidad, que ha sido aprobada recientemente por el consejo de administración.

Así, a través de este plan, incluido en uno de los ejes del Plan Estratégico y de Transformación 2020-2022 de Unicaja Banco, la entidad busca adaptarse a las tendencias y buenas prácticas en materia ESG, además de considerar las demandas de los grupos de interés, como los clientes y los inversores, entre otros.

Con este plan, que consta de 21 medidas, se pretende ordenar la transición hacia un modelo de entidad que integre aspectos relacionados con la sostenibilidad en cuatro áreas: modelos y estrategias de negocio, gobernanza, gestión de riesgos (en especial, climáticos y medioambientales) y transparencia en la materia. En este sentido, Unicaja busca la progresiva incorporación de factores de sostenibilidad a su cultura corporativa.

Por otra parte, con el plan también se prevé integrar aquellos riesgos asociados con el cambio climático y el medioambiente en el propio modelo de gestión de la entidad financiera, además de definir objetivos y establecer métricas e indicadores que faciliten la toma de decisiones estratégicas por parte de la entidad.

Entre otras medidas, el banco pretende favorecer la transición de sus productos a la clasificación de sostenibilidad, además de contribuir al desarrollo y la comercialización de nuevos productos y servicios financieros, tanto minoristas como mayoristas, que promuevan el consumo y la inversión sostenible.

La iniciativa se enmarca dentro de las actuaciones que la entidad lleva ya años desarrollando a través de su política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y renueva el compromiso de la entidad y las empresas de su grupo con la sostenibilidad social y medioambiental.

Además, la entidad también está comprometida con los 10 Principios del Pacto Mundial, con la Agenda 2030 y con la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Asimismo, Unicaja apoya decididamente la lucha contra el cambio climático. En 2019 durante la celebración de la COP25 en Madrid, la entidad se convirtió en signataria, junto con buena parte de las entidades integrantes del sistema financiero español, un acuerdo colectivo de acción climática, por el que se comprometió, específicamente, a reducir la huella de carbono en sus carteras de crédito.

Asimismo, la entidad ha desarrollado diversas acciones orientadas a difundir los ODS y las finanzas sostenibles, tanto de manera directa como a través del Proyecto Edufinet de educación financiera, iniciativa impulsada por Unicaja Banco y la Fundación Unicaja junto con otras instituciones.

Pilar Gómez-Bravo (MFS IM): “Es difícil no estar sobreponderado en el crédito de grado de inversión cuando se sabe que los bancos centrales estarán dando su apoyo”

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Pilar Gomez MFS
Foto cedidaPilar Gómez-Bravo, directora de renta fija para Europa en MFS Investment Management. Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija para Europa en MFS Investment Management

En opinión de Pilar Gómez-Bravo, directora de renta fija para Europa en MFS Investment Management, invertir en renta fija en la actualidad supone encontrarse un terreno de claroscuros entre dos realidades opuestas. Por un lado, la realidad de las preocupaciones y por el otro, la realidad de la liquidez inyectada por los bancos centrales y los gobiernos.

En el lado de las preocupaciones, el impacto que la pandemia está tendiendo sobre los fundamentales de las economías y los mercados sigue siendo la cuestión más importante. Todavía queda un amplio recorrido para cerrar la brecha entre el nivel de actividad de principios de año y el nivel actual. La incertidumbre sigue siendo alta, en especial a medida que la segunda ola de la pandemia avanza en los países desarrollado y algunas economías como Francia y Alemania se han visto obligadas a restringir aún más el nivel de actividad.

Además, está por ver el impacto final en el nivel de empleo, especialmente en el sector servicios. El sector de la tecnología, una fuerza desinflacionaria y disruptiva que en el largo plazo rompe con los patrones de empleo, ha sido el principal beneficiado durante esta crisis. En un primer momento, se pensó que las disrupciones tecnológicas en el mundo laboral llevarían a un desplazamiento de la mano de obra a sectores con un mayor contacto entre personas, incrementando el empleo en el sector servicios. Sin embargo, por desgracia, estos puestos de trabajo se han perdido o están en riesgo de perderse a raíz de la pandemia. Mientras no haya una vacuna, seguirá habiendo una preocupación por el impacto de la pandemia en la fuerza laboral de todos los países. También preocupa conocer cuál será el impacto final en el ámbito fiscal, pues la intervención de los gobiernos parece que va a seguir con el objetivo de evitar una crisis aún más profunda.

Puede que las valoraciones no sean tan atractivas como eran hace unos meses y que quizá compensen cada vez menos frente a los riesgos fundamentales que se observan en ciertas partes de los mercados. Mientras, los riesgos geopolíticos siguen presentes. Existe preocupación por la reacción de los mercados a los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, pero también por otros temas como Brexit o por el desarrollo de las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos.

La fragilidad de los mercados también inquieta a los gestores de MFS. Las caídas sufridas por el mercado durante el mes de marzo destacan que los saltos de volatilidad serán probablemente más grandes. Especialmente si se tiene en cuenta que entrar un programa de políticas de apoyo monetario y fiscal es relativamente fácil, pero que es más complicado abandonarlas sin que el mercado se vea afectado. Por eso, en MFS ven con una mayor preocupación la fragilidad aparente de los mercados de crédito y eso hace que se posicionen en las partes más liquidas de los mercados

La realidad de la liquidez

Por otro lado, MFS también reconoce la ingente cantidad de liquidez que los bancos centrales han inyectado en los mercados, que han conseguido que todas las preocupaciones mencionadas queden olvidadas por un tiempo. La inyección de liquidez ha batido récords, superando con creces la intervención durante la gran crisis financiera. Los datos macroeconómicos son ahora mejores de lo que se esperaba hace unos meses, especialmente en el lado del sector manufacturero, que sigue mostrando signos positivos frente al sector servicios, algo que tiene implicaciones para MFS a la hora de posicionarse en sus carteras de crédito.

Los elementos técnicos de mercados siguen apoyando todavía la visión de riesgo en las carteras, básicamente porque como sabemos, los bancos centrales van a actuar como soporte en los mercados y van a intervenir en los momentos de volatilidad. Esto se puede observar claramente en los mercados periféricos europeos, por ejemplo, en Italia y Grecia, que a pesar de que Europa se está viendo más drásticamente afectada por el impacto de la segunda ola de la pandemia, los diferenciales de estos mercados anticipan la actuación del Banco Central Europeo, sirviendo de límite en cuanto al impacto negativo de la pandemia en los próximos meses.  

Esta enorme inyección de liquidez podría generar inflación en el corto y en el largo plazo. En ese caso, la visión de MFS es que, en los próximos seis meses y de aquí a dos años, se seguirán viendo más tendencias deflacionistas porque la brecha de producción sigue siendo grande y hay un exceso de ahorro en las economías. Esto requiere un estímulo fiscal mucho más grande de desinversión por el lado del gobierno, por lo que por ahora en MFS no se percibe un riesgo elevado de inflación en el corto plazo. Aunque si advierten que el riesgo de cola ha aumentado y que será necesario esperar a conocer el tipo de estímulos que Estados Unidos tendrá en los próximos meses, así como las implicaciones que podría tener en los mercados, para proteger las carteras en el largo plazo teniendo en cuenta los posibles movimientos en la curva del Tesoro estadounidense.

Un entorno de tipos bajos por más tiempo

En MFS siguen esperando que en los próximos años el rango de rentabilidades en la renta fija siga siendo bajo. Se esperan momentos de volatilidad y movimientos en las curvas que generen oportunidades de alfa, pero el nivel de rentabilidades globales, incluso en los mercados emergentes seguirá una tendencia a la baja.

Así, Pilar Gómez Bravo cree que la generación de retornos tiene que ser por la parte del alfa y no por la de la beta del mercado. A su juicio, los niveles de rentabilidad no van a dar muchas oportunidades, pero sí que esperan que a medida que ven una mayor volatilidad y dispersión, el valor añadido de la selección de títulos aporte un alfa potencial que quizá continúe a pesar de que los rendimientos sean más bajos de lo esperado.

En MFS se están centrando en unas coberturas de riesgo menos tradicionales a la hora de proteger las carteras frente al riesgo extra que existe en los mercados, tanto en riesgo de crédito como por una mayor correlación con la renta variable. Por eso, buscan una mayor exposición a los mercados de monedas y en los mercados de opciones, tanto de crédito como de tasas, para proteger las carteras, en lugar de tener que contar básicamente sólo con duración.

En el lado de los tipos de interés, aunque ahora todos los mercados parecen estar al unísono en cuanto a su intervención fiscal y monetaria, en MFS creen que a partir del año que viene habrá más dispersión y divergencia en los mercados de tasas. Esto representa una mayor oportunidad a la hora de posicionarse de forma activa en las curvas de los distintos países e incluso en los distintos tramos de los mercados desarrollados como en los mercados emergentes locales.

Según indican desde MFS, es difícil no estar sobreponderado en los mercados de crédito, particularmente en el lado del grado de inversión, cuando se sabe que los bancos centrales estarán dando apoyo a estos mercados en el momento que haya un poco más de volatilidad. En consecuencia, la gestora sigue apostando por el grado de inversión, aunque se ha vuelto más defensiva en sus posiciones. Siguen evitando aquellos sectores más afectados por el COVID-19 y enfocándose más en nuevas emisiones y en sectores donde ven más oportunidades a nivel idiosincrático.

En el mundo de high yield, MFS incrementó sus posiciones hace unos meses, pero más recientemente han dejado de aumentar su exposición en la cartera. La deuda con calificación BB no ha tenido quizá el desempeño que se esperaba en septiembre en la compresión de los diferenciales. Por el momento, siguen viendo algo de valor en la parte alta del mercado de high yield, pero por ahora no están buscando añadir más riesgo, por lo menos hasta ver un poco el desarrollo de la pandemia y algo más de certidumbre en los elementos fiscales de Estados Unidos.

En cuanto a los estructurados, en MFS tienen una posición más neutra en títulos respaldados por activos (ABS) después de haber añadido riesgo tras los movimientos de marzo. Han observado que quizás hay menos valor en general en los valores respaldados por hipotecas comerciales (CMBS) tanto en las emitidas por las agencias como en los emitidos por empresas privadas. Y que hay partes más nichos dentro de los mercados estructurados que pudieran parecer más interesantes, por ejemplo, siguen buscando oportunidades en obligaciones de préstamos garantizados de bienes raíces comerciales (CRE-CLOs) que puedan ofrecer valor.

La deuda emergente

Las economías emergentes también se han visto bastante afectadas por el efecto de la pandemia y el virus. Su deuda también se ha beneficiado por el impulso monetario a nivel global, pero también ha sido la posición más rezagada, pues no ha tenido el mismo desempeño que otros activos de crédito que se han visto más favorecidos por el soporte de la actuación de la Fed.

En las carteras de MFS redujeron las posiciones que tenían en deuda emergente a favor del high yield, y de aquí a finales de año o a principios del año que viene seguirán evaluando las oportunidades de poder añadir más riesgo dentro del mundo emergente. En primer lugar, porque las valoraciones son más atractivas que en otros activos de crédito y en segundo lugar, porque también pendientes del valor que tome el dólar en los meses siguientes a las elecciones para definir el posicionamiento en moneda local, moneda fuerte y tipos de cambio.

Por su parte, Rodolfo Luzio, analista de research en renta fija en MFS, explica que, a pesar de que la pandemia está representando un choque en la economía global, se ha visto un impacto claramente diferenciado entre regiones. En términos generales, los mercados emergentes cuentan con unas instituciones menos robustas y una capacidad de implementación de políticas limitadas, sistemas de salud más vulnerables y colchones de financieros más limitados en relación con los países desarrollados. Pero dentro de las regiones emergentes, también hay diferencias notables.

Por ejemplo, en Asia, las economías se vieron menos afectadas, gracias a que el control del virus fue más efectivo y que se permitió un repunte económico más rápido. El sector tecnológico y el del cuidado de la salud fueron los grandes beneficiados de esta crisis y estos sectores tienen un rol más importante en Asia. En el otro extremo se encuentra América Latina, que fue una región con una gran incidencia de casos del COVID-19, algo que obviamente se ha reflejado en el aspecto económico. Los niveles de ahorro interno de sus economías son mucho más bajos y sus economías informales son mucho mayores, lo que hace que las economías tengan una menor posibilidad de trabajar en remoto, influenciando al nivel de contagios de la pandemia.

Aunque dentro de América Latina, Uruguay y Paraguay tuvieron un impacto mucho más limitado que, por ejemplo, Guatemala, Ecuador o Argentina, que se vieron mucho más azotados por la pandemia. Mientras que, Europa del Este ha sido una de las regiones emergentes que mejor ha respondido, aunque en la actualidad se están viendo afectados por la segunda ola.

Los mercados emergentes han entrado en esta crisis con una situación más fortalecida que en otras ocasiones, pues el endeudamiento en la última década fue menos pronunciado que en los países desarrollados. Aunque países como Argentina, Ecuador, Costa Rica o incluso Brasil, tengan una situación más comprometidas.

En términos generales, la estructura de endeudamiento ha cambiado bastante. En primer lugar, ahora se centra sobre todo en el sector privado. En segundo, el endeudamiento está liderado por China, y el tercero, es los mercados domésticos en moneda local, un aspecto que ha creado una mayor capacidad de financiación del sector público en particular y que ha limitado su exposición a moneda extranjera.

Por último, Rodolfo Luzio comenta que es necesario tener en cuenta la distensión en la liquidez de los países y la diversidad que existe en los mercados emergentes, con unos colchones más limitados y otros países casi sin reservas, como por ejemplo Salvador. Estas cuestiones implican que la diferenciación entre países es muy grande y requiere un análisis muy detallado de las primas de riesgo en el proceso de inversión. Se deben tener en cuenta los factores globales, pero siempre con la óptica de entender la realidad de cada país.

Loomis Sayles amplía su negocio con un equipo de crédito europeo y lanza tres fondos

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Pixabay CC0 Public Domain. Union Bancaire Privée anuncia la adquisición de Millennium Banque Privée - BCP

Loomis Sayles, gestora afiliada a Natixis Investment Managers, ha anunciado la incorporación de un equipo de crédito europeo formado por ocho personas. Además, el equipo está trabajando en el lanzamiento de tres estrategias de inversión de crédito euro, que ya están disponibles para la gestión institucional de cuentas separadas: Loomis Sayles Euro Investment Grade Credit, Loomis Sayles Euro Sustainable Investment Grade Credit y Loomis Sayles Euro High Yield.

El equipo de Loomis Sayles Euro Credit tiene su sede en la nueva oficina europea de Loomis Sayles, ubicada en Utrecht, Países Bajos. El equipo, formado por siete gestores de cartera y un gestor de producto, será codirigido por los gestores de carteras Rik den Hartog y Pim van Mourik Broekman. Se unen a Loomis Sayles procedentes de Kempen Capital Management. 

En concreto, los profesionales que unen a la firma son Rik den Hartog, codirector, gestor de cartera, Pim van Mourik Broekman, codirector y gestor de cartera, Luuk Cummins, gestor de cartera, Sipke Moes, gestor de cartera, Quirijn Landman, gestor de cartera, Marco Zanotto, gestor de cartera, Ronald Schep, gestor de cartera, y Jeroen Potma, director de producto.

«Creemos que el equipo de Euro Credit tiene el potencial de añadir algo único y excepcional a nuestra organización. Estamos emocionados de darles la bienvenida a Loomis Sayles y establecer nuestra presencia en los Países Bajos. Al igual que todos los equipos de inversión de Loomis Sayles, su proceso de inversión se basa en una filosofía de inversión diferenciada, que tiene un fuerte historial de generación de alfa», afirma Kevin Charleston, presidente y CEO de Loomis Sayles.

Según explica la gestora, la creencia fundamental que subyace en todas las estrategias del equipo es que los mercados de crédito son ineficientes y que la investigación rigurosa puede dar acceso a las oportunidades. El equipo trata de generar alfa combinando un análisis top down con análisis de inversión bottom up cuando se construyen carteras. Se caracterizan por su fuerte orientación al riesgo y su enfoque en la calidad. El análisis ESG se incorpora en la investigación fundamental que realiza cada gestor de cartera. Además, el equipo toma un enfoque de compromiso activo con los emisores y usa su influencia de inversores para moldear los comportamientos corporativos.

Según explica Chris Yiannakou, jefe de los servicios institucionales EMEA, las tres estrategias que están lanzando “juegan un papel importante” en su línea de inversión, particularmente para los clientes en Europa y Oriente Próximos, para los que el crédito europeo y el ESG son componentes críticos de sus carteras. «Estos inversores tienen una reputación estelar y nos complace darles la bienvenida a Loomis Sayles y ofrecer a nuestros clientes una capacidad de inversión competitiva y verdaderamente diferenciada que complementa nuestra diversa gama de productos y refuerza nuestra reputación global de excelencia en la inversión», señala Yiannakou.

Por su parte, Pim van Mourik Broekman, gestor de carteras y codirector del equipo de crédito de Loomis Sayles Euro, ha declarado: “Loomis Sayles es una respetada firma de gestión de activos con una poderosa plataforma de distribución y estamos muy entusiasmados con la idea de unirnos a la organización”. 

«Estamos impresionados con el profesionalismo, la infraestructura y el carácter internacional de Loomis Sayles y esperamos desempeñar un papel integral en la construcción de una presencia europea más amplia para la empresa», ha añadido Rik den Hartog, gestor de carteras y codirector del equipo de Loomis Sayles Euro Credit.

Ardian refuerza su equipo de buyout con el nombramiento de cinco nuevos directores generales

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Heiko Geissler
Foto cedidaHeiko Geissler y Scarlett Omar Broca, nuevos directores generales de Ardian. Ardian refuerza su equipo de buyout con el nombramiento de cinco nuevos directores generales

Ardian, firma de inversión privada, ha anunciado la incorporación de dos nuevos directores generales para reforzar su equipo de buyout: Scarlett Omar Broca y Heiko Geissler. Ambos se unirán a la firma durante el primer trimestre de 2021.

Scarlett Omar Broca y Heiko Geissler se unirán a Ardian como directores generales en París y Frankfurt, respectivamente. Omar Broca trabajó durante más de 13 años en el equipo de Corporate Private Equity de la división de Merchant Banking de Goldman Sachs, los últimos siete años dedicados al mercado francés. Geissler, por su parte proviene de Montagu Private Equity y cuenta con más de 14 años de experiencia en inversiones. Anteriormente, trabajó para el Grupo 3i.

Además, la firma ha llevado a cabo tres promociones internas. Nicolas Darnaud y Emmanuel Miquel en París, y Marco Bellino en Milán, que pasarán a ser también directores generales“Estos nombramientos se producen en un momento de crecimiento significativo para el equipo de buyout, con tres incorporaciones en París y Madrid durante el año, a pesar de la incertidumbre alimentada por la pandemia del coronavirus”, añaden desde Ardian.  Así, el equipo estará compuesto por 50 profesionales de la inversión, incluidos directores generales. La firma cuenta con oficinas en París, Madrid, Londres, Milán, Frankfurt y Nueva York.

En 2019, la compañía ya expandió su equipo a Nueva York y ahora está compuesto por cinco miembros. Desde Ardian, destacan la diversidad de culturas y experiencias, que hace del equipo un “actor privilegiado para apoyar a empresas europeas o americanas en sus estrategias transatlánticas”.

“Estos nombramientos representan un nuevo paso en el desarrollo de nuestro equipo, experimentado en transacciones en Europa y EE.UU., y demuestran una fuerte confianza en esta área del negocio. Scarlett y Heiko aportan una gran experiencia a Ardian, estamos encantados de darles la bienvenida. También felicitamos a Nicolás, Emmanuel y Marco por sus promociones y les agradecemos sus continuas y significativas contribuciones a Ardian”, asegura Philippe Poletti, presidente del consejo de administración de Ardian France y responsable de Ardian Buyout.

El equipo de Ardian Buyout adquiere empresas de mediana y gran capitalización en Europa y América del Norte, aplicando estrategias transformadoras de buy-and-build. Además, la firma utiliza un enfoque de sostenibilidad en sus inversiones.

El equipo de inversión multinacional trabaja con los principales actores de múltiples industrias, pero también ha desarrollado su experiencia en sectores como la cadena de valor de los alimentos (alimentos y bebidas, ingredientes, agroindustria, seguridad alimentaria), el cuidado de la salud (servicios de ciencias de la vida, productos farmacéuticos, medtech), tecnología (tecnologías industriales, software, comercio electrónico, medios de comunicación y telecomunicaciones) y servicios (TIC, logística y automatización, servicios de seguros, ingeniería).

La cúpula del área inmobiliaria de Santander Private Banking se incorpora a la filial española de Exan Capital

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La gestora de fondos inmobiliarios Exan Capital ha incorporado a sus filas a la cúpula del área inmobiliaria de Santander Private Banking; así, varios de sus profesionales se unirán como socios a la filial española de Exan.

La idea principal, según comenta la entidad a Funds Society, es la de ofrecer sus servicios de asset management, creación e vehículos e inversión directa, tanto a clientes nacionales como extranjeros que estén buscando inversiones en España y Europa con un perfil claramente patrimonial.

«Pensamos que en España van a surgir buenas oportunidades y va a haber una corrección de precios en los próximos dos años y queremos estar preparados para cuando estas oportunidades surjan», explican desde la firma.

La entidad, liderada por Juan José Zaragoza e Ignacio Gil-Casares, ha incoporado a Francisco Gasset, quien hasta ahora era director global del Área Inmobiliaria y de Private Wealth de Santander Private Banking; Eduardo Hertfelder, director de Negocio en España, e Ismael Fernández Ezquerro, responsable global de Producto e Inteligencia de Negocio.

Exan es una gestora independiente de fondos inmobiliarios que, hasta la fecha, ha invertido más de 2.700 millones en activos inmobiliarios en Estados Unidos.

¿Han recuperado los mercados la normalidad?

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Pixabay CC0 Public DomainMatt Horward. Matt Horward

Los mercados han dejado atrás el anormal entorno de los meses de marzo y abril. Sin embargo, en la opinión de Andrew McCaffery, CIO global del área de gestión de activos de Fidelity International, todavía no han recuperado la extrema calma de los años anteriores (volatilidad baja, costes de negociación bajos), pero tal vez eso era insostenible. A su juicio, actualmente, los costes de negociación dan una idea más realista de lo que cuesta operar.

“Los actores del mercado estadounidense han dejado de lado las recompras y las emisiones se han acelerado. Este incremento se ha dado tanto entre los inversores minoristas como los institucionales de fuera de Estados Unidos y los fondos de inversión libre sistemáticos. ¿La nueva normalidad es una continuación de estas tendencias o es insostenible? Eso dependerá de la trayectoria de la pandemia y los estímulos monetarios/presupuestarios”, comenta McCaffery.

Según explica Romain Boscher, CIO del área de renta variable, los inversores a largo plazo (fondos de pensiones) están poniendo su capital a trabajar para llenar el hueco dejado por las recompras de acciones. Las recompras de acciones de las empresas oscilaban entre 700.000 y 900.000 millones de dólares al año antes de la pandemia, pero han caído hasta 200.000 millones.

Los day traders se han convertido en compradores netos, tal vez debido a que es una actividad recurrente durante el teletrabajo. Los bancos centrales también se han convertido en nuevos compradores; históricamente han comprado activos seguros, pero ahora están diversificando hacia activos de mayor riesgo (incluidos el Banco de Japón (ETF), el SNB, el BCE, la Fed, etc).

En la opinión de Boscher, los bancos centrales generalmente han sido prestamistas de último recurso y el hecho de que se hayan convertido en compradores de facto no es normal, si bien es positivo para los mercados. La “put de la Fed” era anteriormente un concepto de apoyo implícito, pero ahora se ha convertido en explícito.

Por su parte, Victoria Kelly, responsable de Trading, afirma que no es fácil tratar de averiguar qué está ocurriendo en tiempo real. Y cita como ejemplo las compras de opciones por parte de Softbank que tiraron al alza de los mercados durante los últimos meses. Por eso, para Victoria Kelly es importante estar convencido de los niveles de precios y los inversores activos necesitan ser pacientes y ágiles.

Las regiones de crecimiento

Algunas áreas de la economía se mantienen en pie únicamente por los estímulos constantes. Es por eso por lo que para McCaffery es importante fijar la vista en las áreas que están creciendo, es decir, inversiones verdes e innovación. En los últimos meses, China está acrecentando su condición de referente y el yuan ha subido con fuerza durante las últimas semanas. Los capitales están fluyendo hacia el país y su mercado de bonos es cada vez más interesante y líquido. Los beneficios en algunas áreas serán superiores en Asia que en otras partes del mundo y no deberíamos permitir que el ruido a corto plazo nos distraiga de ello.

Sin embargo, Steve Ellis, CIO del área de renta fija, se muestra menos optimista sobre China en lo que respecta a los flujos de capitales. El mercado de deuda de China es el tercero más grande del mundo, con 14 billones de dólares (frente a Estados Unidos con 44 billones de dólares). Incluidas las bolsas, el mercado chino se sitúa en 23 billones de dólares (frente a Estados Unidos con 74 billones de dólares). Las posiciones de no residentes suponen tan solo el 2%-3% de los activos en yuanes, lo que podría considerarse una oportunidad, pero en realidad la cuenta de capital está cerrada. No pueden abrir la cuenta de capital de forma muy contundente, ya que la amplia liquidez que se ha acumulado durante las últimas décadas a causa de la banca informal saldría a marchas forzadas del país. Las entradas de capitales podrían rondar los 2-3 billones de dólares (entre 200.000 y 300.000 millones al año), pero si abrieran su cuenta de capital el yuan caería debido a las salidas masivas de capitales que se derivarían de una cuenta de capital más laxa. Ni siquiera las reservas de divisas del gobierno bastarían para gestionarlo.

A la vista de la búsqueda de rendimientos, ¿qué costes adicionales deben tener en cuenta los inversores?

De nuevo Victoria Kelly apunta que los diferenciales son elevados en los mercados emergentes. Existe una mentalidad de rebaño más evidente, lo que dificulta encontrar liquidez. Las nuevas emisiones son un vector clave de liquidez, pero vender/recoger efectivo puede ser difícil.

“Determinar quiénes son los participantes en los mercados emergentes es más complicado. ¿Se puede confiar en los bancos centrales de los mercados emergentes como se puede confiar en la Fed (“no luches contra la Fed”)? Los flujos hacia los mercados emergentes serán grandes durante los próximos años, pero los flujos de salida podrían ser mucho mayores si se abren las puertas”, argumenta Kelly.

¿Va a cambiar el liderazgo del mercado?

En la opinión de Romain Boscher, la evolución del mercado desde la pandemia puede dividirse en tres estratos. El de mejor comportamiento son los valores de crecimiento y los ganadores de la pandemia, para los que esta no ha tenido consecuencias (han acelerado); el segundo son los valores cíclicos ante la expectativa de una recuperación, donde se incluye la industria, los semiconductores, los automóviles, etc.; el tercero lo forman las empresas que probablemente sufran una recuperación en L, como los servicios financieros, los bancos (debido a las políticas de tipos de interés cero), la energía, debido a las grandes inversiones en renovables, etc.

¿Y desde el punto de vista de la renta fija?

Según señala Steve Ellis, se ha producido una gran recuperación en los mercados de bonos corporativos, pero también una enorme dispersión entre sectores/calificaciones. Los diferenciales se han recuperado casi hasta los mínimos anteriores a la COVID-19 en euros y dólares; los diferenciales de los bonos con grado de inversión en dólares pasaron de 100 puntos básicos a 400 puntos básicos durante la pandemia, pero ahora han regresado a 135 puntos básicos. Los sectores refugio han sido los ganadores de la pandemia. Así, las telecomunicaciones y la atención sanitaria muestran unos diferenciales más estrechos.

Con respecto a la inflación, Steve Ellis cree que el crecimiento de la oferta monetaria no tiene precedentes. A su juicio, es un factor que cambia todo y se va a necesitar protección contra la inflación. Concuerdan con su opinión Romain Boscher, quien piensa que los estímulos monetarios no bastan por sí solos, pero que los estímulos presupuestarios podrían elevar la inflación, y Andrew McCaffery, quien cree que es necesario que los estímulos presupuestarios sean sostenidos y prolongados para que haya inflación, y que no se frenen cuando suba la inflación.

 

 

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Los gestores se replantean la asignación estratégica de activos ante la volatilidad causada por la pandemia

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Pixabay CC0 Public Domain. Los gestores se replantean la asignación estratégica de activos ante la volatilidad causada por la pandemia

Entre abril y junio, las carteras españolas lograron una fuerte rentabilidad, con ganancias del 12,3% en los perfiles agresivos, el 7,9% en las carteras moderadas y el 5,3% en las conservadoras. Así lo apuntan los datos del barómetro de carteras españolas del segundo trimestre de 2020 de Natixis Investment Managers.

El documento, elaborado por Natixis IM Solutions, el departamento de la gestora multiaffiliate especializado en el desarrollo de soluciones de inversión y la construcción de carteras específicas para clientes, destaca que el segundo trimestre del año se ha caracterizado por la recuperación de los activos de riesgo. Así, la asignación a renta variable sube en los perfiles moderados y agresivos, a costa de la renta fija y alternativos. En el caso de las carteras conservadoras, no ha habido movimientos significativos, salvo la reducción de alternativos.

A mediados de septiembre, el balance acumulado en las carteras era todavía negativo en el conjunto del año, con pérdidas registradas del 5,9% en las carteras agresivas, un descenso del 3,5% en los perfiles moderados y del 1,7% en los conservadores. No obstante, tras el desplome del primer trimestre, el saldo negativo se ha ido estrechando conforme avanzaban los meses.

“Hemos observado que, mientras los gestores han mantenido en general las exposiciones a los activos de riesgo, algunos inversores han ido retirando fondos, a pesar de la recuperación de las rentabilidades. Esto quiere decir que un porcentaje de inversores particulares tomaron decisiones de desinversión en momentos de pánico, el peor momento, y se han perdido parte de la recuperación del mercado, lo que subraya la importancia de la educación financiera”, explica Juan José González de Paz, consultor senior de Natixis IM Solutions.

Asimismo, el informe subraya la “gran dispersión que está teniendo lugar entre los activos”, producto de la relevancia que ha tenido la gestión activa en esta situación. “La pandemia ha incrementado la disparidad entre regiones y sectores ganadores (EE.UU., tecnología y sanidad) y perdedores (Europa, energía y finanzas) ya que ha perjudicado a unos sectores y beneficiado a otros”, añade González de Paz.

Esto, unido la expectativa de que la volatilidad pueda mantenerse elevada hasta encontrar una solución definitiva al COVID-19 y la menor rentabilidad esperada en activos como la renta fija hace que, para algunos gestores, sea “un buen momento para aprovechar para replantearse la asignación estratégica de activos”, según el experto de Natixis IM Solutions.

Además, González de Paz recuerda explica que, puesto que los gestores perciben que hay un gran contraste entre la realidad económica y la realidad de los mercados, esto les lleva a un interés mayor en replantearse las carteras y las expectativas de los activos de riesgo.

Natixis IM Solutions ha hecho un análisis estocástico de la evolución de las carteras moderadas españolas en los próximos 10 años. La rentabilidad mediana para las carteras moderadas españolas a tres años estaría entorno al 5,1%, que se elevaría al 13,1% a cinco años vista, y podría llegar al 36,7% acumulado a 10 años.

Sin embargo, y aunque la mayoría de las simulaciones arrojan resultados positivos para las carteras, la dispersión es significativa, según el informe. En los casos más extremos, las pérdidas podrían llegar hasta el 33,4% y las ganancias hasta el 47,8% a tres años. A cinco años, las caídas podrían alcanzar el 36,6% y el 76,3%, respectivamente. De cara a la próxima década, el barómetro sitúa las pérdidas en un máximo del 37,2% y las revalorizaciones en el 153,5%.

Entre las tendencias generales que señala el barómetro destaca una tendencia favorable hacia las regiones con momentum positivo, es decir, un mayor interés por la renta variable estadounidense y global, en detrimento de la renta variable europea. No obstante, desde Natixis IM subrayan que esta sigue siendo la categoría predominante de renta variable en las carteras españolas, debido a la proximidad geográfica.

Al mismo tiempo, se detecta un menor interés por la renta fija estadounidense, entre otras cosas, por la depreciación del dólar, y un incremento de las posiciones en renta fija europea y en highyield. “Otra de las conclusiones del estudio es la pérdida de peso los mixtos y alternativos. “Estas clases de activos, que habían sido tradicionales en las carteras españolas, no se están beneficiando del entorno actual”, señala Almudena Mendaza, directora de ventas de Natixis IM Iberia.

En su informe, Natixis IM Solutions ha observado cómo las betas de los fondos mixtos y alternativos eran altas antes de las caídas y bajas durante las subidas, lo que explica en parte su pobre rentabilidad y, en consecuencia, su menor peso.

Así, los alternativos han pasado de representar casi un 17% de las carteras conservadoras en el tercer trimestre de 2018 a suponer ahora el 11,6%, uno de los niveles más bajos de los últimos cinco años. Los mixtos se sitúan en niveles inferiores al 5%, lejos del peso superior al 10% que ostentaron entre 2015 y 2017.

A medio plazo, el barómetro apunta a la posibilidad de un peso menor en las carteras de la renta fija estadounidense y una preponderancia mayor del estilo growth y las estrategias temáticas. En este sentido, la pandemia también ha confirmado el buen comportamiento de las inversiones temáticas, así como de los factores ESG. El barómetro también señala que las carteras con criterios ESG han exhibido un mayor control de riesgo en las caídas relativo que aquellas que no los incorporaron. “Las carteras que siguen criterios ESG han proporcionado a los inversores protección en los momentos más críticos del mercado, exhibiendo un desempeño relativo claramente mejor por la diversificación y la relación retorno/riesgo que aportan”, explican desde la gestora.

“Las carteras sostenibles suelen tener exposición significativa a la atención sanitaria y tecnologías de la información, que, como se esperaba, han funcionado muy bien durante la crisis. En estos momentos de mercados turbulentos, la ESG está siendo crecientemente reconocida como un factor adicional de control de riesgo que los gestores de fondos activos deben de tener en cuenta”, explica Mendaza.

Así, los datos del barómetro apuntan al buen comportamiento de las carteras ESG en 2020, logrando retroceder menos que sus comparables no ESG en los momentos de máximas caídas de febrero y marzo y manteniendo una revalorización igual o superior en las posteriores fases, tanto en el periodo de subida durante el confinamiento generalizado, de marzo a mayo, como en el rally posterior entre mayo y junio y, finalmente, durante el verano y septiembre.

Por último, el barómetro destaca la previsión de que los tipos de interés “permanezcan anclados hasta 2023” y las expectativas de que los beneficios corporativos repunten en 2021. “El sentimiento bajista es alto, por el momento y, en consonancia, el volumen de liquidez en las carteras es todavía elevado”, concluye el informe.