Foto cedidaAshwin Alankar, director global de asignación de activos en Janus Henderson. Ashwin Alankar, director global de asignación de activos en Janus Henderson
Si bien las elecciones presidenciales en Estados Unidos son siempre un evento destacable, el contexto actual que atraviesa el país hace que en esta ocasión sean especialmente relevantes. En lo que va de año, la crisis provocada por la pandemia ha llevado a una fuerte contracción del crecimiento económico y de los mercados financieros, así como a un incremento de la tasa de desempleo a unos niveles no vistos desde la Gran Depresión.
Con el objetivo de analizar el impacto de los resultados de las elecciones estadounidenses en los mercados financieros, la economía y los inversores, Bruce Koepfgen, responsable para Norteamérica de Janus Henderson Investors, moderó un debate en el que participaron Jim Cielinski, responsable global de renta fija, Matt Peron, director de análisis, y Ashwin Alankar, director global de asignación de activos.
El impacto inmediato en los mercados
Si bien los mercados de bonos habían descontado una amplia victoria por parte de los demócratas, la llamada “ola azul” no se ha llegado a producir, con lo que parece poco probable que puedan ganar el control del Senado. Las expectativas deflacionarias que han elevado las tasas de interés y han provocado una curva de interés más pronunciada en las últimas semanas se han disipado. En respuesta, la rentabilidad del bono del Tesoro a 10 años ha bajado del 0,9% al 0,75%. Este movimiento, en la opinión de Jim Cielinski, no es dramáticoy hace que las tasas vuelvan a estar en línea con los niveles de mediados de octubre.
La tendencia al alza de las tasas se ha revertido rápidamente y era algo relativamente esperado. Sin embargo, la recuperación experimentada por los activos de renta fija con mayor riesgo fue una sorpresa. Los diferenciales de crédito de los bonos high yield o de la deuda emergente encontraron compradores.
Es cierto que en este nuevo entorno se espera un menor impulso fiscal, pero también una menor regulación y un resultado menos extremo. Una vez superada la cita electoral, se permite que los inversores puedan preguntarse sobre la dirección que tomará la política monetaria, y la respuesta sigue siendo un entorno de bajos tipos de interés que, en términos generales, sirve de apoyo para los activos de riesgo.
El mismo apetito por los activos de riesgo en renta fija se ha dado también en los mercados de renta variable. En concreto, la ausencia de la “ola azul” ha tenido una interesante respuesta por sectores. El sector tecnológico y el del cuidado de la salud repuntaron con fuerza el día después de las elecciones conforme los miedos y preocupaciones sobre una potencial mayor regulación han prácticamente desaparecido, algo que beneficia directamente a estos sectores. En el otro lado de la moneda, según comentó Matt Peron, el sector financiero tuvo un desempeño peor que el conjunto del mercado dado que unos bajos tipos de interés por más tiempo implican más presión en la recuperación de las ganancias del sector.
Al igual que ocurrió en las elecciones de 2016, el mercado de opciones fue capaz de anticipar correctamente el resultado, descontando una carrera presidencial mucho más ajustada de lo esperado por el consenso del mercado y las encuestas. Según explicó Ashwin Alankar, en su análisis evaluaron el comportamiento de dos cestas de opciones sobre acciones, la primera conteniendo sectores que se verían muy favorecidos por una victoria de Trump y la segunda, con sectores que se beneficiarían con una victoria de Biden. Según la información implícita de estas cestas de opciones, tras el primer debate presidencial, Biden mostraba una cierta ventaja, pero ésta se dio la vuelta a favor de Trump con el último debate. Sin embargo, en los días previos a las elecciones, la diferencia entre una y otra cesta se ajustó, acertando así con el resultado electoral.
Implicaciones en materia política
Dejando a un lado los desafíos legales que pudieran darse tras las elecciones y asumiendo por un momento que los demócratas llegaran a la Casa Blanca, los republicanos se encontrarían en una posición de control en el Senado y la Cámara de Representantes continuaría siendo demócrata, aunque con un menor número de escaños. En ese sentido, ninguno de los dos partidos parece regresar de las elecciones con una posición de rotunda ventaja, limitando la capacidad de que los partidos se muevan hacia sus extremos.
Algunos analistas han sugerido que esta situación hace desaparecer los escenarios más drásticos. En la opinión de Ashwin Alankar, la implicación política de un gobierno demócrata débil es una menor incertidumbre a futuro. Los miedos sobre posibles cambios fiscales extremos, sobre un movimiento potencial en temas de regulación antimonopolio dirigido a las grandes empresas del sector tecnológico o sobre una escalada en las tensiones comerciales dejan de estar sobre la mesa. Con el desvanecimiento de estos miedos, también se disipan los riesgos de cola asociados.
Según indicó Alankar, un gobierno dividido debería atraer un pensamiento moderado. Esta vuelta al pensamiento centrista debería tener una implicación en el resto del mundo, al igual que sucedió con los movimientos extremadamente progresistas y con los populismos en los últimos años. El rechazo a los extremos en Estados Unidos podría señalizar que los días de pensamientos extremistas han quedado atrás y que el panorama político se está desplazando al centro. Un panorama moderado en el frente político es muy favorable para los mercados, a los que no les gusta la incertidumbre ni los riesgos de cola.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cuáles serán las tendencias de inversión sostenible que marcarán los próximos meses?
Pese al impacto del COVID-19 a nivel global, la rápida evolución de la regulación en materia de financiación sostenible ha seguido su curso. Según Stephanie Maier, directora de inversión responsable de HSBC, “estos cambios están destinados a transformar la manera en que se gestiona el capital, y serán fundamentales cuando consideremos cómo puede ser nuestra recuperación económica”.
En este sentido, la experta señala cinco tendencias políticas y regulatorias que conforman el panorama de la inversión sostenible. Según su opinión, la primera de ella tiene que ver con el marco regulatorio. «Las pretensiones regulatorias son altas y están pasando a primer plano en algunas jurisdicciones», apunta.
Normalmente, los reglamentos suelen ser reactivos, sin embargo, Maier señala que la Comisión Europea fue una de las primeras instituciones en comprometerse a elaborar un enfoque regulador para construir un sistema financiero que se apoye en el crecimiento sostenible. Además, en consultas recientes sobre estrategia de financiación sostenible, se exponen otras esferas en las que la normativa podría intervenir. Entre ellas, Maier subraya el aumento de la inversión en proyectos sostenibles, una mayor integración de los riesgos climáticos y ambientales en el sistema financiero o el apoyo tanto al Acuerdo Verde Europeo como al Plan Europeo de Inversiones Sostenibles.
En esta línea, los estados miembros de la Unión Europea han situado el Acuerdo Verde Europeo como un elemento importante en la planificación de la recuperación a medio y largo plazo después del COVID-19. No obstante, “en el caso de la segunda economía más grande del mundo, el papel de la política de financiación sostenible está firmemente consolidado; y es probable que otros sigan el ejemplo a medida que los mercados de toda Asia vean las oportunidades de desbloquear las finanzas sostenibles”, añade Maier.
En segundo lugar destaca que la regulación de la financiación sostenible se está acelerando. “Las empresas están acelerando el ritmo de elaboración de reglamentos centrados en la divulgación de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y, en particular, los factores relacionados con el clima, la administración y las obligaciones de los inversores institucionales”, advierte la experta. Según los Principios de Inversión Responsable (PRI), actualmente existen más de 730 actualizaciones de normativas a través de 500 instrumentos regulatorios que apoyan o exigen a los inversores que consideren los factores de valor a largo plazo, incluidos los factores ESG.
Además, Maier señala que estos avances se ven “cada vez más favorecidos o apoyados por detalladas estrategias nacionales de financiación sostenible, ya que los gobiernos reconocen no sólo los riesgos climáticos y ambientales inherentes al sistema actual, sino también las ventajas de atraer capital a largo plazo para apoyar la transición a una economía más sostenible”. Por otro lado, muchos centros financieros compiten por convertirse en hubs sostenibles a medida que aumenta la necesidad y crece el mercado de soluciones financieras y de inversión innovadoras.
“Dada esta inevitable tendencia legislativa, no es sorprendente que estemos viendo un aumento de la implicación de los inversores con los legisladores, reguladores y los encargados de establecer normativas, con múltiples consultas abiertas que se están llevando a cabo actualmente en toda la UE” afirma Maier.
Otras tres tendencias
En tercer lugar está el mandato de la próxima generación. En este sentido, la directora de Inversión Responsable de HSBC recuerda que los inversores están abocados a desempeñar un papel central no sólo en su asignación de activos, sino también, y de manera importante, como administradores de las inversiones que poseen o gestionan.
Tras el primer Código de Stewardship del Reino Unido publicado en 2010, se estableció un nuevo marco administrativo para los inversores en la asignación, gestión y supervisión responsable del capital para crear valor a largo plazo para clientes y beneficiarios. “Esto resulta fundamental y necesario porque describe la capacidad de esta actividad para generar beneficios sostenibles para la economía, el medio ambiente y la sociedad”, asegura Maier. Sus principios incluyen un enfoque renovado del propósito y los resultados, y un mayor alcance para incluir los riesgos y actividades sistémicas en todas las clases de activos.
Además, estos cambios voluntarios, además de un aumento de los requisitos en materia normativa, están, según Maier, “destinados a modificar la naturaleza, el énfasis y las expectativas en cuanto a la presentación de informes de las actividades de gestión en los próximos años”.
Por otro lado, la crisis actual también ha traído consigo un renovado análisis del papel de los inversores en el apoyo a las empresas para la conservación y creación de valor a largo plazo. “Es probable que veamos un aumento del interés por la S en el ESG, especialmente en la inclusión de propósitos sociales, y un mayor énfasis en cuestiones relativas al trato con los empleados”, subraya Maier.
En cuarto lugar habla de un cambio de «voluntario» a «obligatorio». Para 2022, los expertos prevén un aumento de las jurisdicciones con requisitos obligatorios. Hasta ahora, los marcos de divulgación de ESG tendían a ser voluntarios y basados en una serie de principios, pero los nuevos procedimientos son más técnicos y se centran en la aplicación. Además, los supervisores de los bancos centrales están ya haciendo planes para pruebas relacionadas con el clima. “Esto debería ser una prioridad clave para la convergencia entre los miembros de la organización Network for Greening the Financial System, que recientemente publicaron sus primeros escenarios climáticos”, advierte Maier.
Asimismo, el nuevo Reglamento de la UE sobre divulgación de información relacionada con la sostenibilidad estipula otros requisitos, incluidos una política sobre la integración de los riesgos de sostenibilidad, el proceso en materia de due diligence y una remuneración armonizada. La taxonomía de la UE, recientemente finalizada, que identifica los criterios técnicos de selección de las actividades económicas que pueden contribuir sustancialmente a la mitigación del cambio climático o a su adaptación, sienta a su vez las bases de una serie de obligaciones jurídicas. Entre ellas figuran los requisitos para los participantes en los mercados financieros que ofrecen productos financieros en la UE. En este sentido, Maier subraya que también servirá de base para otros reglamentos, normas o etiquetas para los productos financieros sostenibles o los bonos verdes.
“Se espera que los primeros requisitos entren en vigor en diciembre de 2022 y es probable que su vigencia se amplíe a medida que se siga trabajando en la elaboración de criterios para los cuatro objetivos ambientales restantes”, asegura la experta.
Por último, la experta habla de cómo los inversores se centran en el impacto de la economía real. “El motor de muchos de los cambios normativos y reglamentarios que estamos observando es el reconocimiento de que las corrientes financieras no están actualmente alineadas para apoyar una economía sostenible y resistente”, asegura Maier. Por ello, la experta advierte que la política de finanzas sostenibles desempeña “un papel importante en el tratamiento de los riesgos financieros y de inversión asociados a las prácticas insostenibles y los riesgos de transición, así como el papel del sistema financiero en la economía real”. Sin embargo, añade que el sistema financiero no puede realizar una transición sostenible por sí solo.
Los gobiernos están asumiendo ahora compromisos desde cero, que deberán ser apoyados por marcos jurídicos y normativos. Además, el Acuerdo Verde de la Unión Europea establece esa pretensión con estrategias asociadas que implican una mayor política de la economía real en esferas como la economía circular, la eficiencia de los edificios y las emisiones de los vehículos. La importancia de las políticas para influir en las consecuencias de la transición a una economía con bajas emisiones de carbono en materia de inversiones está empezando a explorarse de manera más habitual en el análisis de escenarios relacionados con el clima.
“Estas regulaciones tendrán consecuencias para los accionistas y los titulares de bonos de las empresas, y su preparación para estos cambios determinará si habrán salido ganadores o perdedores en la transición a una economía con bajas emisiones de carbono”, asegura la experta. Además, Maier apunta que es probable que el papel transformador del sistema financiero en la configuración y financiación de la economía real siga “siendo fundamental en la fase de recuperación posterior a la crisis del COVID-19. Por ello, añade que “los inversores harían bien en establecer prioridades”.
¿Dónde nos dirigimos?
“A medida que las economías empiezan a abrirse y a moverse en el mundo tras al virus, un enfoque proactivo en la colaboración con los responsables políticos es a la vez sensato y potencialmente beneficioso para el sector público y privado”, subraya Maier.
Como inversores, la experta recuerda que hay que tener en mente los beneficios a largo plazo que puede suponer la inversión en empresas con criterios ESG y de mayor solvencia no sólo en las carteras, sino también en el planeta en general. “De este modo, es importante que los organismos reguladores empiecen a aprovechar su influencia”, concluye Maier.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué le depara el futuro a los viajes corporativos tras la pandemia?
El negocio de la gestión de activos y asesoramiento financiero ha estado siempre marcado por los viajes corporativos. Estos desplazamientos, normalmente realizados en avión, han actuado como piedra angular del sector. Sin embargo, tras la pandemia del COVID-19, y las consiguientes restricciones de movilidad y aforo en espacios públicos, el futuro de los viajes corporativos se ve amenazado por la incertidumbre.
A nivel global, está claro que el confinamiento, anterior y actual, ha afectado a los viajes de negocio, que detuvieron por completo su actividad. Además, aquellas empresas capaces de aplicar un modelo de teletrabajo sustituyeron las reuniones presenciales por llamadas telefónicas, videollamadas o reuniones virtuales. Ahora que la fase más estricta del confinamiento parece haber terminado, la paulatina reapertura de fronteras y el levantamiento de ciertas restricciones, las economías están volviendo a retomar su actividad.
Para las aerolíneas, pese a que casi el 85% de sus pasajeros viaja por motivos de placer, los viajes corporativos generan el 40% de sus ingresos, según el informe de Citi GPS, Viajes corporativos después del COVID-19 (Corporate Travel After COVID-19). La gran pregunta es, ¿volverán los viajes corporativos al nivel pre-pandemia?
Según los datos de Citi, este sector se verá presionado tanto en el corto como en el largo plazo. En primer lugar, no existe una normativa global en lo que a fronteras o cuarenta vigentes se refiere. Esto podría crear un riesgo legal para las empresas. Por otro lado, la rápida adopción de herramientas virtuales durante el confinamiento podría impulsar un cambio secular que reemplace los viajes corporativos, debido a su alto coste en tiempo y monetario.
A corto plazo, el informe calcula que, una reducción del 1% en los viajes de negocio supondría un impacto del 10% en los beneficios de las aerolíneas, manteniendo estáticas el resto de variables, como el coste del combustible.
A largo plazo, podría producirse un cambio más profundo. Durante la cuarentena, las empresas adoptaron rápidamente herramientas virtuales que posibilitaran el teletrabajo. Si esta tendencia se mantiene, podría afectar a aquella parte del sector que viaja más de cinco veces al año, así como a aquellos gestores que visitan otras oficinas, en lugar de a los clientes. Según el informe, el primer grupo se vería afectado por las dificultades adicionales de viajar en la situación actual.
Por otro lado, los profesionales que visitan otras oficinas verían su actividad transformada a reuniones virtuales y las videoconferencias, cuyo coste es mucho menor. “Si el número de viajes se reduce a la mitad tanto para el viajero de alto volumen como para el viajero de oficina propia, los viajes corporativos podrían reducirse en un 25% respecto de los niveles de 2019”, añade el informe.
Pixabay CC0 Public DomainAutor: Free-Photos.. iM Global Partner se hace con el 42% de Asset Preservation Advisor para acelerar su expansión en EE.UU y Europa
Acabamos de terminar, o todavía no, las elecciones americanas más convulsas de la historia reciente. Esperemos que el sainete Gore-Bush no se repita, ni mucho menos se agrande, aunque parece que esto va a ser un deseo más que una realidad.
El 20 de enero de 2021 el presidente americano más errático de la historia moderna dejará el Oval a un político de raza, un senador con 32 años de servicio y ocho de vicepresidente con Obama. Pero Biden juega con un hándicap muy pesado: su edad. Ocupará la Casa Blanca con 77 años y si se quiere presentar a la reelección tendrá 81. Este y otros factores críticos ponen en mayúsculas la figura de su vicepresidenta, Kamala Harris. Una mujer brillante que va a tener un papel crucial en esta administración.
Definí hace cuatro años la elección de Trump como presidente de los EE.UU. como un accidente de la historia. Ahora, después de cuatro años de martirio y siendo honrado no puedo ratificarme. Definitivamente he descubierto una América dormida diferente a la que creía conocer. Trump contaba y cuenta con una base muy sólida y quizá muy peligrosa, no en términos de violencia sino de falta de espíritu crítico y por lo tanto manipulable por el populismo. Aunque, y quizá, también esta sea la tónica general de la población mundial.
La victoria de Biden, aunque Trump no quiera reconocerla -y de hecho veremos cuánto tarda y qué presiones necesita para hacerlo- ha sido, aunque exigua, más clara que la que Trump obtuvo sobre Hilary Clinton. El próximo 20 de enero llegará el fin del mandato del presidente más errático de la historia de los EE.UU.
Biden va a ser el presidente de los EE.UU. con más voto popular en la historia del país. Un verdadero hito. Pero es que Trump va a perder habiendo recibido más votos que cualquier presidente anterior. Pero que los demócratas, y mucho menos Biden, no se crean que han movilizado a las masas. Quien las ha movilizado, pero en su contra, ha sido Trump. Así pues, ahora toca ver a quién se ha elegido como la persona más poderosa del planeta.
A diferencia de Trump, Biden es un personaje predecible, y lo es porque no es un outsider de la política como lo fue Trump, sino un político de toda la vida. Un senador de prestigio y un experimentado vicepresidente, que ejerció, no solo lució, durante los ocho años de la administración Obama. Pero no lo olvidemos, Biden tiene 77 años, es decir, que por mucha salud que tenga, la edad le va a pesar. Es más, por muy bien que ejerza su primer mandato, cuando éste acabe tendrá 81 años. Va a convertirse en el candidato de mayor edad en la historia en ser elegido presidente, no digamos ya en poder ser reelegido. Y es aquí donde surge la que para mí va a ser la verdadera protagonista de esta legislatura, la vicepresidenta Kamala Harris.
Si Biden jugó un papel relevante durante la administración Obama, Kamala Harris va a tener uno muchísimo más importante en la de Biden. Por muchos motivos y el primero es la edad que Biden tendría si se presentase a una reelección; y el segundo porque será la primera oportunidad, después del fracaso de Hilary, de sentar a una mujer en el Despacho Oval, pero no para hacerse una foto, sino para mandar, y es una oportunidad que ninguna mujer liberal, ningún afroamericano ni ningún votante demócrata querrán dejar pasar. Así que todo dependerá de ella.
Pero, ¿quién es Kamala Harris? Tengo que reconocer que para mí era una desconocida hasta mediados del 2018 cuando en una cena en San Francisco unos amigos me hablaron de ella. Por aquel entonces dentro de los posibles candidatos demócratas sonaban, además de Bernie Sanders, Elizabeth Warren y una novata en estas trifulcas que era Amy Klobuchar. Y ya les comenté que yo creía que o el candidato era Biden o mejor que emigrasen, porque era el único que podía oponerse a Trump. Pero me interesé por Harris, y a medida que iba conociendo más acerca de ella más me llamaba la atención y lo hacía porque veía en ella todo aquello que la podría llevar en un futuro a la Casa Blanca.
Kamala Harris es la hija de inmigrantes que responde al paradigma americano. Su padre de color es de origen jamaicano y su madre india. Y aunque ella es mestiza, le gusta denominarse afroamericana. Es una mujer muy inteligente y aquellos que hayan tenido la ocasión de escucharla coincidirán conmigo que es lo que en España se denomina “de verbo fácil”, cualidad importantísima en un político que debe saber llegar a las masas, sin ser populista.
Como también se dice, de casta le viene al galgo, sus padres son dos mentes prodigiosas: su madre una reputada científica y su padre un profesor de economía de la prestigiosa universidad de Stanford. Kamala Harris es doctora en derecho y ha dedicado toda su vida profesional a la función pública desde la fiscalía, llegando a ser elegida fiscal general de California y más tarde Senadora. Por lo tanto, conoce a la perfección no solo la política sino el Senado, cuya presidencia asumirá durante los próximos cuatro años.
Aquí le tocará lidiar con un Senado donde las fuerzas políticas no van a cambiar, ya que salvo sorpresón de ultimísima hora los demócratas se van a quedar en 49 escaños por los 51 de los republicanos. Y aunque intenten utilizar el filibusterismo contra el que querían luchar si tenían la mayoría de la cámara, se van a encontrar con leyes que no van a ser de su agrado. Pero así, y por suerte para todos, es la democracia.
Biden, y por ende Harris, tienen la titánica labor de llevar a cabo una verdadera reconstrucción nacional, y deben ponerla no solo en marcha, sino que se mueva a velocidad crucero antes de noviembre de 2022, fecha de las próximas elecciones de mitad de mandato.
Trump ha dividido a la democracia más unida del planeta, la americana. El enfrentamiento poblacional es brutal. En los 35 años que llevo estudiando desde todos los puntos de vista y en multitud de lugares ese variopinto país no he visto nunca el enfrentamiento entre americanos que veo ahora. Y es un enfrentamiento diferente a cualquier otro previo que haya visto, o incluso vivido. Es la América rural contra la américa urbana.
El pueblo americano siempre ha sido un pueblo dispar. En Europa, y principalmente en España, la población se caracteriza por una educación media aceptable. En los americanos no ocurre esto. España tiene unos estudios universitarios deplorables pero unos estudios medios que llegan a casi el 85% de la población. Pobres, pero aceptables. Bueno, quizá esté siendo generoso con mi país, pero la patria me tira. Pero es que en EE.UU., donde sus élites universitarias son de las mejores del mundo, su educación media es deplorable. En muchas partes del país ocurre que sencillamente el idioma no se habla con fluidez. Fuera de esa elite universitaria el uso medio de palabras es un 30% menor al medio en Europa. Y eso solo como un ejemplo de lo que allí ocurre. Ahí es donde Biden y Harris tienen que trabajar. Uniendo lo que ha desunido Trump, pero eso en medio de una profunda crisis económica y de una crisis sanitaria de tamaño descomunal.
Harris es una mujer culta y liberal, que ha promovido leyes propias de zonas ricas y cultas, con lenguaje y modos californianos. Deberá adecuar su lenguaje, modos y maneras a zonas radicalmente diferentes como por ejemplo son las zonas rurales de Alabama o Kentucky. Y digo que lo tendrán que hacer antes de noviembre de 2022 porque en ese momento será con seguridad su primer plebiscito.
Yo ya di mi opinión sobre Kamala Harris. En junio, más de dos meses y medio antes que Biden lo hiciera público, la definí como el arma secreta que Biden tenía para ganar las elecciones. Como es lógico, Biden no me llamó para avisarme, pero es que la elección de Harris como compañera de papeleta era evidente. Harris tenía lo que complementaba a Biden.
Serán cuatro años de justo y estudiado escrutinio para ver si su marido el día en que se vino arriba durante un mitin de campaña y la proclamó como la próxima presidenta de los EE.UU. tenía razón o solo era una ensoñación. Veremos a ver.
Tribuna de Miguel Ángel Temprano, CEO Orfeo Capital
Pixabay CC0 Public Domain. Liberbank lanza su primer fondo socialmente responsable: Liberbank Solidario
Liberbank lanza su primer fondo socialmente responsable, Liberbank Solidario. El vehículo utilizará criterios financieros y de inversión socialmente responsable (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) para la elección de los activos en cartera.
Con este lanzamiento la firma busca ampliar su oferta de productos de inversión y dar respuesta a la creciente demanda por parte de los inversores de la integración de criterios medioambientales, sociales y de bueno gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) en los procesos de gestión. Además, este lanzamiento inicia una gama específica de producto con estas características que el banco espera completar durante el primer trimestre de 2021.
El fondo Liberbank Solidario invertirá entre el 70% y el 100% de su patrimonio en otros fondos de inversión que sigan criterios extra-financieros o de inversión socialmente responsable gestionados por entidades nacionales e internacionales. Nace con el objetivo de mantener una volatilidad inferior al 5% y con un riesgo moderado, según indica la información recogida en la documentación para los clientes (DFI).
“El fondo solidario Liberbank se ha creado con la idea de que puedan realizar una inversión todas las personas que quieran mejorar el rendimiento de su ahorro y al mismo tiempo les preocupa y quieren contribuir a mejorar la vida de los más necesitados”, explican desde Liberbank.
Además, la firma busca que las inversiones que realicen sus clientes tenga también un impacto directo en los territorios donde opera. Para ello, el fondo contará con tres clases de participación con un mínimo de entrada de seis euros: clase Fundación Cajastur, clase Fundación Caja Cantabria y clase Fundación Caja Extremadura. Asimismo, donará una parte de su comisión de gestión a sus fundaciones bancarias accionistas, con el objetivo de colaborar en el desarrollo de proyectos específicos vinculados a sus obras sociales.
Crecimiento en fondos
Además, la entidad ha presentado resultados a cierre del tercer trimestre del año. En el último año, su negocio de fondos de inversión presenta un crecimiento del 15,5%, situándose por encima de los 4.000 millones de euros. Esta evolución se refleja también en un incremento de los ingresos por comisiones, que ya suponen un 19% de los ingresos recurrentes del banco.
Liberbank se encuentra, además, inmerso en un proceso de evolución de su propuesta de valor en el negocio de ahorro-inversión. Acaba de lanza un fondo de renta fija, el Liberbank Income, como complemento a su gama de rentas y tiene previsto integrar en su oferta nuevos servicios de gestión delegada de carteras, asesoramiento y planificación financiera avanzados y con acceso multicanal. Con estas operaciones, el banco espera continuar con la evolución y crecimiento en activos fuera de balance, en los que suma ya 6.425 millones de euros en recursos.
Por otro lado, se cumplen ya tres años del acuerdo estratégico entre Liberbank y JP Morgan AM, suscrito en junio de 2017, para la gestión del ahorro a largo plazo de sus clientes. Inicialmente la entidad cedió la gestión de tres fondos de inversión a la gestora americana y han continuado restructurando la propuesta de producto desde entonces. Recientemente ha lanzado un nuevo fondo de renta fija, el Liberbank Income, como complemento a su gama de rentas.
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Cuál es el panorama actual de la inversión ESG en renta fija?
Tras los 6.000 millones de dólares de entradas netas de capital en 2020 y la evolución internacional de la inversión ESG en renta fija durante el pasado año, State Street Global Advisors analiza en su próximo webinar el panorama actual de la inversión ESG en renta fija.
El próximo 12 de noviembre, a las 11:00 horas CET, Eve-Marie Bussiere, ventas institucionales de SPDR Francia, Antoine Lesné, responsable de estrategia y análisis para SPDR EMEA, Carlo Funk, responsable de estrategia de inversión ESG para EMEA de State Street Global Advisors, y Sanjay Rao, responsable de índices de renta fija de Bloomberg Barclays para Europa de Bloomberg, discutirán la relevancia de los criterios de inversión ESG y su aplicación en índices de renta fija y la manera en que la construcción del índice puede ayudar a los inversores a alcanzar su objetivo de inversión ESG en renta fija, entre otros temas.
El registro al evento está disponible en el siguiente enlace.
Imantia Capital incorpora a sus filas a Narciso Vega, que ejercerá las labores de Product Manager dentro de la gestora.
Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Málaga y Máster en Gestión de Carteras por el IEB, Narciso Vega está especializado en Métodos Cuantitativos aplicados a la gestión de activos.
Vega lleva más de 20 años dentro del sector financiero, ejerciendo su labor tanto a nivel nacional como internacional. Antes de su incorporación a Imantia, fue responsable de Quant & Digital Investment Solutions en Accurate Quant AV y VP & Quant Hedge Fund Manager en Próxima Alfa SGIIC (BBVA & Vega Asset Management). Además, Vega también realiza labores docentes, con más de 15 años como profesor en varias escuelas de negocios, como AFI o IEB.
Vega acumula una dilatada experiencia en negocios Fintech y WealthTech, algo que cobra especial relevancia en la labor que desarrollará dentro de Imantia. Narciso se incorpora a Imantia con el objetivo de desarrollar e impulsar la nueva generación de fondos de inversión Imantia. Dentro de su cometido y dada su experiencia en innovación tecnológica, realizará una labor transversal, para reforzar todas las partes del proceso de ideación de nuevos productos.
“La incorporación de Narciso Vega supone un importante refuerzo en el impulso tecnológico que Imantia inició hace ya dos años”, explica Gonzalo Rodríguez, CEO de Imantia.
“Primero fue la incorporación del Big Data y la IA para la creación de la gama de fondos Imantia Futuro. Después, la incorporación de José Antonio Carpio y Antonio Rodríguez para la transformación digital de la compañía. Ahora Narciso viene a impulsar, entre otros, la parte de análisis cuantitativo, eje vertebrador de los nuevos fondos de inversión Imantia”.
Foto cedidaRafael Iborra, gestor en BlackRock.. Rafael Iborra, BlackRock
Una de las muchas aplicaciones de la gestión indexada es su capacidad como herramienta de construcción de carteras eficientes en costes y muy diversificadas, a través de la paquetización de ETFs y/o fondos indexados. Usar los ETFs o fondos indexados como building blocks o componentes básicos para construir carteras de gestión activa permite a los inversores minoristas acceder a carteras perfiladas similares a las que construyen inversores institucionales y además una reducción de costes significativa respecto a otras estrategias activas accesibles para inversor minorista.
Una de las propuestas que ha ganado mayor solidez en los últimos años es la gama BlackRock Managed Index Portfolios (BMIPs), que ofrece un acercamiento multiactivo muy diversificado para cuatro perfiles de riesgo: defensivo, conservador, moderado y growth. Como explica Rafael Iborra, gestor principal de la gama, “nuestros muchos años de experiencia en estrategias multiactivo nos permite ofrecer conjuntamente lo mejor de ambos mundos: gestión activa e inversión eficiente en costes gracias a los subyacentes indexados». Hablamos con este gestor de BlackRock sobre más detalles de las carteras BMIP.
¿Qué os llevó a desarrollar esta gama de multiactivos?
La creación de la gama de fondos BMIPs ha sido en gran parte una reacción al entorno cambiante de mercado que hemos visto en los últimos años. En tiempos de tipos ultra bajos, los inversores estaban buscando la manera de conseguir acceso a soluciones de inversión que fueran más baratas, muchas veces demandando ETFs. Sin embargo, conseguir resultados que estén en línea con las expectativas supone un desafío tanto para los inversores finales como para los asesores, ya que requiere de una asignación de activos robusta y probada en el tiempo.. En este contexto, decidimos lanzar las BMIPs como una manera de cumplir con la demanda de carteras multi-activo gestionadas de forma activa y con bajo coste. Con unos costes totales de tan solo el 1,13% y del 0,5% respectivamente para las clases minorista e institucional, los cuatro perfiles de riesgo proporcionan a los asesores una estructura multi-activo core que sirve para anclar los riesgos presentes en las carteras de sus clientes.
La experiencia de BlackRock en estrategias sistemáticas de asignación de activos, junto con nuestra amplia selección de ETFs de iShares y el hecho de que algunos de los mayores expertos en ETFs trabajan en nuestra gestora nos posicionaron de manera perfecta para poder lanzar estos fondos en 2015. La introducción de MiFID II en 2018 y el enfoque creciente sobre los costes y la transparencia de los vehículos de inversión no han hecho más que reforzar nuestra tesis de inversión.
¿Podría hacer balance de cómo se ha comportado la estrategia durante el último lustro?
Estamos muy contentos con el buen comportamiento de la estrategia. Desde el lanzamiento de la clase retail, los perfiles Defensivo y Moderado se encuentran dentro o muy cerca del 20% de mejores fondos de sus respectivas categorías Morningstar. El perfil Growth se encuentra en el top 10% de su categoría. Este es el resultado del buen funcionamiento de nuestro acercamiento a la inversión, que combina la gestión activa de carteras y con la utilización de subyacentes indexados (ETFs y fondos indexados) eficientes en costes. Hasta ahora, siempre hemos capeado bien los repuntes de volatilidad, lo que refuerza nuestro track record. Éste también se ha visto fortalecido debido a que buscamos constantemente nuevas fuentes de alfa y utilizamos eficientemente el presupuesto de riesgo.
¿Puede explicarnos cómo es el proceso que sigue para elegir los ETF adecuados para cada uno de los perfiles de riesgo?
Nuestro proceso de inversión se basa en el desarrollo de modelos multidimensionales y señales de inversión dentro de una asignación de activos táctica, que están directamente vinculados a los subyacentes y que son efectivos en el contexto de la cartera de inversión en su conjunto. Esto supone una gran ventaja, porque permite anular los típicos riesgos de implementación que se producen por ineficiencias de ejecución. Además, desde comienzos de este año hemos empezado a añadir componentes ESG a nuestro proceso de selección para los subyacentes indexados. Para muchas asignaciones core en mercados desarrollados, el uso de este tipo de instrumentos ESG – como la gama iShares ESG Enhanced- nos permite realzar la rentabilidad y contribuir positivamente al comportamiento de la estrategia en el largo plazo.
¿Con qué frecuencia se rotan las carteras?
La gama BMIPs tienen un objetivo de retorno total dentro de las bandas de volatilidad definida para cada uno de nuestros cuatro perfiles de riesgo. Por tanto, evaluamos las oportunidades de inversión en relación con su correspondiente nivel de riesgo, reequilibrando la cartera con una frecuencia mensual. Dependiendo de las condiciones del mercado y del presupuesto de riesgo, las carteras se pueden rebalancear con mayor frecuencia, incluso ad-hoc.
¿Cómo se ha comportado la estrategia durante el repunte de volatilidad de la crisis provocada por el COVID en marzo y qué decisiones de inversión se han tomado?
Desde el lanzamiento de las BMIPs hemos conseguido afrontar muy bien numerosas tormentas, como demuestra el sólido track record de los fondos. Durante la crisis del COVID-19 y la corrección de marzo, la combinación de volatilidad extremadamente alta y el incremento temporal de las correlaciones entre acciones y bonos llevaron al repunte generalizado de los niveles de riesgo de nuestras carteras, ante lo que optamos por reducir los riesgos para poder mantenernos dentro de las bandas establecidas para cada perfil.
Al mismo tiempo, queríamos aprovechar las oportunidades de participar en una potencial recuperación del mercado. Por consiguiente, decidimos ajustar las asignaciones a las distintas clases de activo en cartera, pero también por estilos, duración de los bonos y coberturas de divisas, consiguiendo participar de la recuperación de los mercados posterior a marzo.
En vista de las valoraciones actuales, especialmente en renta fija, ¿es necesario revisar la manera en que se diversifican las carteras?
La fuerte caída de las tires de la deuda soberana en los dos últimos años plantea serias dudas sobre su papel dentro de las carteras de inversión. Los retornos esperados son tan exiguos en muchas referencias de deuda soberana core que obligan a repensar si contribuyen a preservar el capital, o si son un lastre en momentos de corrección. Nosotros, al analizar constantemente cuáles son las correlaciones negativas entre clases de activos, somos capaces de ir más allá y analizar nuevas oportunidades de diversificación para poder hacer una asignación eficiente en función de los perfiles de las BMIPs. Hemos implementado una amplia variedad de fuentes de diversificación, como factores de estilo, asignaciones específicas a renta variable emergente, inversiones temáticas o en bonos ligados a la inflación. Además, gestionamos de manera dinámica las exposiciones a divisas que tienen propiedades diversificadoras, como los pares dólar/euro o yen/euro, y nos apalancamos en el efecto diversificador del oro para proporcionar protección adicional de manera táctica.
Así lo defienden en Feelcapital. Según datos de Inverco y del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital analizados por Feelcapital, el porcentaje de ingresos correspondientes a nuevas aportaciones no llegó en 2019 al 0,69% de las aportaciones netas anuales. El cálculo de las comisiones sobre estos 798,4 millones de euros del año pasado, que no superan el 1,20% de media, hace suponer que la merma en las cuentas de estas gestoras por este concepto en 2021 será insignificante, aseguran desde el roboadvisor español.
Para Feelcapital, el verdadero peligro para las gestoras nacionales se encuentra en la llegada a España de los planes de pensiones paneuropeos, previstos para 2021. La transposición a la legislación española de esta norma de Bruselas permitirá la entrada de otros operadores de Europa con la comercialización de nuevos productos más baratos que los que existen en España, aseguran desde la entidad.
El anuncio del Gobierno de la creación de nuevos planes de pensiones de empleo colectivos con un gran fondo público provocará también un traspaso de los planes privados a estos nuevos productos, lo que afectará también de forma notable al modelo de negocio de estas gestoras, vaticinan en la firma.
Para Antonio Banda, CEO de Feelcapital, “esto sí puede ser la puntilla que faltaba para acabar con un sector que no ha sido capaz de renovarse en los últimos años. Hay muchas amenazas para las gestoras nacionales, y si no son capaces de reinventarse vamos a ver cómo muchas desaparecen”.
El máximo responsable del primer roboadvisor español también considera importante “dar señales positivas para que los españoles no tengan miedo a invertir en planes de pensiones. Es necesario que lo hagan porque las prestaciones por jubilación, tal y como las conocemos, van a cambiar pronto».
Pixabay CC0 Public Domain. Crédito con grado de inversión europeo: atrapado en la caída del ‘yield’
El crédito con grado de inversión europeo se ha mantenido notablemente estable a pesar de las oscilaciones del mercado de renta variable y la creciente incertidumbre que rodea al recrudecimiento de la pandemia, destaca State Street Global Advisors en un análisis. El diferencial ajustado por opciones del Bloomberg Barclays Euro Aggregate: Corporates Index se encuentra en torno a los 115 puntos básicos, a solo 5 de su nivel más bajo, registrado a finales de febrero de 2020.
En su opinión, también ha favorecido esta dinámica de flujos la intensificación de las compras de bonos corporativos por parte del BCE, mientras que las emisiones en el mercado primario han comenzado a disminuir de cara a finales de año. “Todavía es posible que se produzcan nuevas contracciones del diferencial, aunque probablemente de forma más gradual. La caída del rendimiento del Bund, que se ha hundido profundamente en territorio negativo, ha dado lugar a una fuerte corriente descendente para los activos de spread y ha provocado una contracción de sus yields”, asegura.
Tal y como se ilustra en el gráfico, puede que los yields de los bonos corporativos con grado de inversión hayan cedido terreno, pero otros activos de riesgo (en este caso los yields de los BTP italianos a cinco años) se han hundido aún más rápidamente. Durante los últimos 10 años han sido pocas las ocasiones en las que el BTP a cinco años haya cotizado con un yield inferior al del crédito IG en euros. El único periodo sostenido fue en 2015-2016, cuando el BCE compraba bonos de deuda pública pero no bonos corporativos.
Según SPDR, puede que también haya razones concretas que expliquen la sólida rentabilidad de los bonos de países periféricos europeos en 2020, dado que el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE, su plan financiado centralmente para la recuperación de la crisis de la pandemia, dio lugar a una contracción del riesgo de diferencial dentro de la zona euro. “Sin embargo, la imagen completa muestra que, dado que los yields apuntan hacia territorio negativo, los activos que ofrecen un repunte van a representar una fuente de rentabilidad cada vez más importante”, señala.
Para ahondar sobre los temas de inversión a tener en cuenta en los próximos meses, SPDR pone a disposición de inversores el SPDR Bond Compass (BOCO). Se trata de un barómetro único que da lectura a las tendencias de inversión internacional en renta fija, apoyándose en las posiciones de inversión custodiadas por State Street, además del análisis de los flujos más recientes de compraventa para evaluar tendencias.
¿Por qué tener en cuenta la inversión ASG?
La gestora se muestra convencida de que nos esperan varios eventos de riesgo en lo que resta de 2020, como unas posibles consecuencias negativas tras las elecciones estadounidenses. Esto puede provocar que algunos inversores mantengan una exposición de riesgo reducida. “Sin embargo, habida cuenta de la mejor calificación de los títulos con grado de inversión y del respaldo del BCE en forma de compra de activos todavía vigente, el potencial de una corriente de ventas significativa parece limitado”, apunta.
El episodio de aversión al riesgo que se produjo en septiembre, cuando las infecciones por coronavirus comenzaron a repuntar, provocó una ampliación de los diferenciales ajustados por opciones del Bloomberg Barclays Euro Aggregate: Corporates Index de 7 puntos básicos, una oscilación que tardó tan solo 12 días hábiles en invertirse.
Aparte de los riesgos inherentes a las propias elecciones, lo que preocupa a más largo plazo es que una nueva Administración estadounidense pueda introducir legislación que no se considere positiva para las empresas. A su juicio, dado que probablemente la mayoría de esta normativa se referirá al ámbito medioambiental, una forma de reducir el impacto consiste en centrarse en las inversiones ASG.
También se observan riesgos más cerca de casa. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha puesto de manifiesto recientemente que la revisión de la estrategia del BCE analizará si debe continuar comprando bonos corporativos basándose en el principio de “neutralidad del mercado” o si debería tener en cuenta otras consideraciones. “Con esto se refiere principalmente a factores medioambientales, después de que algunos grupos ecologistas hayan criticado que el BCE ofrezca financiación de bajo coste a grandes contaminadores como empresas petroleras y aerolíneas”, revela SPDR.
¿Cómo apostar por este tema?
Para los inversores que tratan de excluir determinadas prácticas, industrias o líneas de productos, SPDR recientemente lanzó el SPDR Bloomberg SASB® Euro Corporate ESG UCITS ETF (Ticker: SPPR GY). El ETF aplica un enfoque ASG implícito que se basa en el mapa de materialidad de SASB (Sustainability Acccounting Standard Board, por sus siglas en inglés) para maximizar la puntuación ASG a través de la metodología de selección de los títulos “mejores en su clase” o el filtro positivo.
El Bloomberg SASB Euro Corporate ESG Ex-Controversies Index excluye a emisores del índice base que participan en (u obtienen una parte significativa de sus ingresos con) operaciones relacionadas con acontecimientos extremos, armas controvertidas, violaciones del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, extracción de carbón térmico, tabaco o armas para uso civil.
Posteriormente, entre los emisores del índice base restantes, se eliminan aquellos que no disponen de una puntuación ASG. A continuación, se optimiza el índice mediante la selección de valores y de sus correspondientes ponderaciones para maximizar la puntuación ASG, manteniendo al mismo tiempo características de riesgo y rentabilidad similares a las del índice base. El proceso de optimización permite que esta estrategia ASG se utilice como complemento o en sustitución de una asignación básica al universo Euro Corporate para inversores con enfoque en la inversión ASG y sensibles al índice de referencia.
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