Esta semana ha sido una auténtica montaña rusa para los mercados.
La sesión del martes registró una volatilidad histórica: el Nasdaq subió un 9,4% desde mínimos a máximos intradía, uno de los 20 movimientos más amplios desde su creación, en lo que parecía una búsqueda desesperada de soporte tras las caídas del jueves y viernes anteriores. En Europa, el repunte del fabricante de armas Rheinmetall AG (+33% desde mínimos), beneficiada por el megaplan de defensa europeo, ilustró una reacción similar.
No fue solo una cuestión de percepción. El indicador compuesto de sobrecompra/sobreventa alcanzó el martes -3,2 desviaciones estándar frente a su media de 30 años, un nivel de capitulación técnica registrado solo en cinco ocasiones desde 1995, cuatro de ellas en marzo de 2020. Todo indica que el pánico vendedor a corto plazo podría haber tocado fondo.
La magnitud de la caída es comparable a las vividas en 2011 (crisis del euro), 2015 (colapso del petróleo y shock del yuan) y 2022-2023 (miedo a estanflación/recesión), aunque aún menor que las sufridas en recesiones provocadas por desequilibrios estructurales, como en 2000 o 2008.
Valoraciones amenazadas: el mercado ajusta expectativas
El desplome bursátil tras el anuncio del llamado “Día de la Liberación” de Trump ha llevado el PER del S&P 500 por debajo del nivel que justificarían sus fundamentales. No obstante, estas valoraciones están sujetas a nuevas revisiones a medida que se publiquen los resultados del 1T, cuyas guías ya se vienen moderando desde enero.
Si finalmente la política comercial actual deriva en una recesión técnica, el múltiplo podría caer aún más. Históricamente, el S&P 500 solo ha tocado fondo durante recesiones cuando el PER ha caído por debajo de su media histórica.
Si asumimos un estancamiento del crecimiento de beneficios en 2025 (BPA de $245), con una recuperación del 10% en 2026 (hasta los $269 que aún se pronostican para este año), el ajuste podría ser más profundo. Aunque 116 empresas ya han revisado a la baja sus previsiones de BPA, el ratio de revisiones positivas/negativas aún no refleja niveles extremos como en ciclos previos.
Como muestra la gráfica, si el punto de equilibrio en valoraciones cae por debajo del rango medio de los últimos 7 a 25 años, el S&P 500 podría enfrentar correcciones adicionales superiores al -15%.
Guerra comercial: el riesgo de una espiral
La sorprendente contraofensiva de Trump ante la represalia china, elevando los aranceles sobre importaciones desde China al 104%, tensó aún más el escenario. Con este movimiento, la estrategia de represalia mutua entre EE. UU. y China parecía estar agotándose.
Los efectos económicos proyectados por esta guerra comercial empiezan a preocupar a los sectores más fiscalmente conservadores del Partido Republicano. Una economía más débil implicaría menores ingresos fiscales y exigiría recortes en gasto no discrecional, con consecuencias políticas significativas.
El equipo de Trump estima que los nuevos aranceles generarían 600.000 millones de dólares anuales, lo que ayudaría a financiar la extensión del Tax Cuts and Jobs Act de 2017 y nuevas exenciones fiscales. Sin embargo, esos ingresos no pueden contabilizarse oficialmente sin una ley del Congreso que los autorice, lo que complica la ruta hacia la reconciliación presupuestaria necesaria para cumplir su promesa electoral clave: los recortes de impuestos.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, aspiraba a votar la resolución presupuestaria esta semana, antes del receso de dos semanas. Pero el impacto negativo de los aranceles sobre las proyecciones de crecimiento pone en peligro el proyecto.
Fracturas políticas, presión del mercado y la “put de Trump”
Las críticas a la estrategia comercial de Trump se acumulan. Elon Musk calificó de “majadero” al consejero principal de comercio, Peter Navarro; Bill Ackman se mostró escéptico; y Ted Cruz advirtió sobre los riesgos económicos. Paralelamente, senadores republicanos como McConnell, Murkowski y Moran presentaron el proyecto de ley Grassley/Cantwell, que daría al Congreso poder de veto sobre los aranceles presidenciales.
Con el S&P 500 bordeando el territorio de mercado bajista (−20% desde máximos) y el riesgo de una nueva contracción en la confianza, Trump pareció ceder. El miércoles anunció una pausa de 90 días en la aplicación de los nuevos aranceles, excepto para China, lo que desató un histórico rebote bursátil: el tercero más fuerte del Nasdaq y el décimo del S&P 500 desde su creación en 1920.
El incremento del 0,6 % en la rentabilidad del bono en solo tres días, ante cierres masivos de operaciones de base (basis trade), y su impacto potencial sobre el endurecimiento de las condiciones financieras, incrementaba también los riesgos de contracción, que son mayores ante el probable aumento en posiciones apalancadas (ver gráfica de abajo). La “put de Trump”, aunque con un precio de ejercicio inferior al de su primer mandato, no ha vencido aún.
¿Rebote o solo un respiro?
Sin embargo, la incertidumbre persiste. La tregua de 90 días no incluye a China, que además enfrenta un aumento adicional en los aranceles, hasta el 145% (incluyendo el 20% original), y es sospechosa de haber iniciado la desarticulación del “basis trade”. Todo ello deteriora aún más las relaciones diplomáticas y comerciales, y complica una resolución rápida o favorable.
Además, el mantenimiento del arancel universal del 10% sigue afectando a los precios, y aún se esperan sanciones que afecten a semiconductores, los productos farmacéuticos o el cobre. Como ya se observó entre diciembre y enero, la acumulación anticipada de inventarios ante la incertidumbre comercial puede generar distorsiones de corto plazo en los índices de precios y ralentizar la actividad industrial.
Con un crecimiento de PIB en el rango 0,7%-1% y una inflación del PCE que podría repuntar hacia el 4%, el margen de maniobra para que la Fed recorte tipos se reduce.
Conclusión: volatilidad persistente y riesgo de mayor prima
Las heridas de este episodio no sanarán rápidamente. La agenda comercial de Trump busca reconfigurar el orden económico global, pero a corto plazo genera un entorno de incertidumbre que limita la visibilidad para inversores y empresas.
Hoy, una recesión es más probable que en enero. Ante este panorama, las compañías ofrecerán previsiones prudentes en la temporada de resultados del primer trimestre. En consecuencia, el mercado deberá reflejar una prima de riesgo más alta para compensar este nuevo escenario.
1. ¿A qué te dedicarías si no trabajaras en el sector financiero?
Sería empresario, desde que estaba en la facultad he querido lanzar algún negocio…
2. ¿Cuál es la mejor decisión de inversión que has hecho en tu vida?
Evitar llevarme por el mercado… con sus fobias e histerias.
3. ¿Y la peor?
No trabajar y analizar con profundidad una inversión antes de ejecutarla.
4. ¿Warren Buffett o Peter Lynch? ¿Por qué?
Ambos son más parecidos de lo que parece, son verdaderos “stock pickers” que seleccionan cuidadosamente sus inversiones. Me quedo con ambos por compartir su foco en la inversión por fundamentales y centrados en el largo plazo.
5. ¿Análisis técnico o fundamental? ¿Por qué?
Análisis fundamental. Mi madurez como inversor me ha demostrado que obtengo mejores retornos invirtiendo por fundamentales, probablemente porque me ayuda a pasar los momentos en los que el mercado te hace dudar.
6. ¿Cuál es tu hobby al que te gustaría dedicarle más tiempo?
Al pádel… aunque en los últimos años le estoy dedicando más tiempo con las clases y compitiendo en veteranos y superveteranos (me hago mayor…).
7. Un libro
«El inversor».
8. Una canción…
U2, «Where the Streets Have No Name»
9. Una película…
El padrino.
10. Un momento que cambió tu vida…
El lanzar DPM Finanzas en 2013, para ofrecer el asesoramiento que me gustaría tener si estuviera en el otro lado.
11. ¿Qué te gustaría haber hecho que no has podido hacer?
Un año de Erasmus. Creo que todos los jóvenes deberían hacerlo.
12. ¿Dónde te gustaría retirarte?
En la playa, por mí en el norte pero mi mujer el sur… ¿quién ganará?
13. ¿Qué te quita el sueño por las noches?
Tener la responsabilidad mercantil y penal de una empresa de servicios de inversión. Hace que tu preocupación principal sea que todo el equipo haga las cosas de la forma correcta.
14. ¿Dónde te ves dentro de 10 años?
Invirtiendo. No creo que llegue al punto de Warren Buffett pero no tengo prisa en jubilarme.
15. En fondos, ¿cuál será la estrategia estrella de 2025?
Si el 2024 se ha caracterizado por la ausencia de volatilidad, el 2025 pensamos que será un año de más movimientos y por tanto la estrategia pasa por ser más flexible y poder aprovechar las ineficiencias del mercado para construir cartera a largo plazo.
Foto cedidaBenedek Vasy, nuevo director general de Triodos Bank en España
El Comité Ejecutivo de Triodos Bank, referente de la banca basada en valores, anuncia el nombramiento de Benedek Vasy como director general en Triodos Bank España a partir del 16 de junio de 2025. Vasy sustituye a Daniël Köhler, con más de una década de carrera en el banco neerlandés que desde diciembre de 2023 ha ocupado el puesto de director general de forma interina por un plazo preestablecido de año y medio.
Vasy cuenta con experiencia extensa en banca en España y en el ámbito internacional, como director general en Standard Chartered Bank en Singapur, director del programa global de Excelencia en Banca Minorista en Boston Consulting Group en Londres y varios cargos de marketing y desarrollo de negocio en Barclays en Madrid y en la sede central de Londres.
A lo largo de su carrera, ha demostrado una trayectoria consistente de crecimiento orgánico en banca, así como en el desarrollo y ejecución de estrategias corporativas. Durante su carrera profesional en España ha ocupado cargos de relevancia en entidades como Banesto o Barclays Bank España y también ha liderado numerosos proyectos de consultoría estratégica en el sector financiero. De formación universitaria en Administración y dirección de empresas (Finanzas y Marketing) por la Universidad Corvinus de Budapest, ha completado estancias en la Universidad de Ciencias Económicas de Viena y en la de Passau. Además, Vasy ha culminado recientemente su doctorado en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense de Madrid.
“Estoy encantado de que Benedek se una como director general permanente de Triodos Bank España. Estoy seguro de que nos beneficiaremos enormemente de su experiencia y de su fuerte motivación por un banco basado en valores. Estoy deseando que se produzca el traspaso de poderes el 16 de junio. Estoy muy agradecido al equipo de la sucursal española por esta experiencia, en la que he tenido la oportunidad no sólo de conocer el mercado español, sino también de disfrutar de este magnífico país europeo”, afirma Daniël Köhler, director general interino de Triodos Bank.
“Me ilusiona asumir el reto de trabajar desde la banca con valores para una sociedad más próspera y enfocar mi experiencia para optimizar la relación impacto-riesgo-rentabilidad en el mercado español y ejecutar la estrategia de crecimiento de la sucursal española con foco en las transiciones para una economía robusta”, declara Benedek Vasy.
Los analistas de Fidelity creen que la IA tendrá un impacto mínimo en los beneficios de las empresas en 2025, lo que sugiere que tardará aún años en alcanzar su pleno potencial, es la conclusión a la que llegan desde Fidelity International tras la presentación de los resultados de su Encuesta a Analistas anual, en la que recoge las opiniones de 112 miembros de su equipo internacional de analistas para descubrir tendencias de inversión incipientes de cara al próximo año y los siguientes.
Los inversores han entrado en una era de divergencias: entre economías, entre sectores y entre una empresa y la siguiente. La Encuesta a Analistas anual de Fidelity constituye una guía para este cambio de régimen construida desde los fundamentales y contiene reflexiones sobre la IA, China y el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Aunque los analistas reconocieron que las empresas están consiguiendo algunos efectos beneficiosos en las actividades administrativas y de atención al cliente, la mayoría de las mejoras significativas en materia de productividad se encuentran aún en pañales. De acuerdo con la encuesta, es mayor el número de analistas que espera que sus empresas gasten más en IA este año que los que esperan que aumente sustancialmente el uso de esta tecnología. Podría deberse a que los proveedores de software incluyen funciones de inteligencia artificial poco apreciadas en los productos existentes o a un aumento del gasto en investigación y desarrollo. Según los analistas, los sectores de tecnología, servicios financieros y servicios de comunicación son los que tienen mayores expectativas de aumentar su gasto.
Sin embargo, los analistas consideran que, con tiempo y paciencia, sí puede darse un impacto positivo en los beneficios de las empresas en un periodo de cinco años. Los analistas sugieren que el mayor potencial en este plazo se encuentra en los sectores sanitario y financiero a través de casos de uso como las imágenes médicas, la agilización de los procesos de desarrollo y venta de fármacos, la concesión de préstamos, la calificación crediticia de clientes y las mejoras de software. Los analistas también destacan la necesidad de ser selectivos, ya que más de una cuarta parte (28%) reconoce una gran disparidad en las valoraciones de las empresas que cubren.
El retorno del presidente Trump: Arrancan las operaciones
Ocho años después de su primera toma de posesión como presidente, las empresas internacionales que cubren los analistas creen que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca tendrá más impacto que la última vez. Sin embargo, también existen expectativas de mejora real del valor de un conjunto de sectores, impulsadas principalmente por las esperanzas de un repunte de las fusiones empresariales. Se mencionan las perspectivas de flexibilización de la normativa interna y un entorno más favorable para el cierre de operaciones, en particular en los sectores de la atención sanitaria, los servicios de comunicación, las TI, los inmuebles y la energía.
En conjunto, la encuesta pinta una mezcla de perspectivas positivas y cautelosas entre los analistas de todo el mundo, dado que las políticas y los aranceles afectan a las regiones de forma diferente, pero el 47% de los analistas norteamericanos destaca que los directivos de sus empresas tienen más confianza para invertir en los próximos doce meses. Esta cifra triplica la de hace un año.
China: Hacia dónde deben mirar los inversores en este momento de cambio en las políticas
En China, a pesar de los riesgos que plantean un sector inmobiliario en dificultades, una deflación persistente y una demanda de consumo átona, los analistas que trabajan sobre el terreno en el país aprecian una serie de áreas prometedoras a medida que el gobierno sigue adelante con sus medidas de apoyo al crecimiento en 2025. Los analistas esperan efectos positivos en China derivados de la política presupuestaria y monetaria, y más del 70% afirma que la política monetaria reforzará los fundamentales de las empresas. Más del 80% afirma lo mismo de los planes de gasto público, lo que sitúa estos dos porcentajes como los más altos del mundo.
Mencionando los amplios paquetes de estímulos anunciados el año pasado, los analistas sugieren que generar demanda se ha convertido en una gran prioridad para China. Creen que los estímulos conducirán a una recuperación gradual del consumo discrecional, a medida que la clase media se anime a gastar una parte mayor de sus ahorros en artículos más discrecionales como electrodomésticos, muebles y electrónica de consumo.
En términos más generales, los analistas creen que los dividendos y las recompras también están recibiendo una mayor atención por parte de las empresas chinas. No obstante, el 60% de los analistas de China espera que las empresas que cubren aumenten moderadamente los pagos totales de dividendos este año. Esta cifra es superior al 38% de Asia (menos China y Japón), aunque sigue estando por detrás de Japón, que alcanza casi el 90%, el porcentaje más alto del mundo.
El ‘gatopardismo’ o `lampedusismo’ se estudia en las carreras de Ciencias Políticas como el “hecho de cambiarlo todo para que nada cambie”. Esta es la idea que despliega y desarrolla El Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, que al empezar a escribir la novela quería relatar 24 horas en la vida de un aristócrata italiano, las del día del desembarco de la Expedición garibaldina de los Mil en Sicilia en mayo de 1860. Sin embargo, la narración se apodera de él y termina narrando cincuenta años de la historia de su familia -desde 1860 hasta 1910-. Demos gracias a Lampedusa por dejarse llevar y regalarnos una de las mejores novelas de la literatura italiana del siglo XX.
Para los aficionados al gran cine clásico, el primer acercamiento a El Gatopardo casi seguro que llegó a través del cine. En 1963, cinco años después de que se publicara la novela, Luchino Visconti filmó su versión cinematográfica con tres actores monumentales: Burt Lancaster, Alain Delon y Claudia Cardinale en los papeles del príncipe Salina, su sobrino Tancredi y la bellísima Angelica.
Visconti supo plasmar la fuerza y la tristeza de los dos protagonistas esenciales del libro: primero el príncipe, ese gatopardo anacrónico que se da cuenta de que su mundo se desmorona y se ve reemplazado por una clase social nueva en la que solo manda el dinero; y en segundo lugar Sicilia, pero no la Sicilia a la que nos tienen acostumbrados los brochures turísticos (Taormina, el Etna, los templos griegos), sino la Sicilia polvorienta, cochambrosa y atormentada por el sol. La Sicilia de los campos en los que caza el príncipe, de los pueblos decadentes, las mujeres de luto, y de nuevo el polvo que lo cubre todo.
De la conjunción de estos dos personajes –el príncipe y Sicilia-, Lampedusa crea un espacio mítico que no se aleja del Macondo irreal y mágico de Gabriel García Márquez en Cien Años de Soledad pero a la siciliana, con el palacio Salina de Donnafugata en el centro. Ese palacio en el que se pierden Tancredi y Angelica explorando su amor, y del que el príncipe se jacta de no conocer todas sus estancias, pues, como solía decir: “Un palacio del que se conocen todas las habitaciones no constituye una morada digna”.
La primera noche en Donnafugata
Será Donnafugata el escenario de este menú literario. En la tarde en la que llegan al pueblo después de varios días de penoso viaje atravesando las montañas en pleno mes de agosto de 1860, la banda municipal les da la bienvenida con un “extravagante y afectuoso saludo” tocando Noi siamo zingatelle, coro de la Traviata de Verdi. Tras tan formal recibimiento, en el que el príncipe recibía de nuevo las llaves de su palacio, venía la primera cena, que debía ser un “acontecimiento solemne: los hijos menores de quince años eran excluidos de la mesa, se servían vinos franceses, antes del asado se bebía el ponche a la romana, los criados llevaban peluca empolvada y calzón corto”.
Hasta aquí, todo emana ancien regime y aristocracia, pero vamos a ver cómo todo está cambiando. A la cena asisten este año las fuerzas vivas del pueblo, y el príncipe, para no hacerles un feo, deja de lado el frac que sería lo correcto en una cena en la que asisten damas, hasta que le avisan de que el alcalde Sedara, un advenedizo burgués enriquecido con la llegada de los garibaldistas, ¡ha aparecido en frac! Podemos decir que al príncipe le da más pavor ver a Calogero Sedara vestido de frac que el desembarco de Garibaldi en Marsala.
Adios al potage, hola al timbal de macarrones
La cena se va animando. Hace su aparición Angelica, la hija del alcalde, rompiendo por completo el protocolo. Ha sido educada en Florencia y, además de ser bellísima, su comportamiento es impecable al menos hasta que se sobre excita por “las luces, la comida y el chablis”. El padre ha sabido dónde debía gastar el dinero para colocar a su hija. Esta cena solo es posible porque ha ganado Garibaldi, si no sería impensable. Concetta, la hija del príncipe que supuestamente era para el apuesto Tancredi, se ve adelantada sin darse cuenta y pierde al novio mientras se sirve un timbal de macarrones.
¿Y por qué es tan importante el timbal de macarrones? Es el propio príncipe el que decide que sería una falta de educación ofrecer a unos invitados sicilianos, en un pueblo del interior, “una comida que se iniciase con un potage” -en francés en el original-, por eso decide cambiar el menú y aparecen los criados con peluca empolvada llevando “una enorme bandeja de plata ocupada por un imponente timbal de macarrones”.
El timbal de macarrones es un símbolo de que el poder y esplendor de los Salina, que venía de Palermo, es ahora compartido con el alcalde advenedizo, con la burguesía. Al príncipe este plato ‘preferido’ le desagrada en cierto modo. Le parece que el demiglace está demasiado cargado, ¿por qué será? Quizás porque tiene que compartir mesa con el alcalde. Con esta escena Lampedusa ha convertido uno de los platos más populares de la Sicilia del interior en un símbolo de unificación italiana.
Al día siguiente Tancredi inicia el cortejo de Angelica regalándole unos melocotones cultivados en la huerta del príncipe. Esta fruta, que mediante un injerto produce la nectarina, simboliza la mezcla de dos familias y dos clases, y certifica que los Salina son un clan en descomposición.
El ritmo frenético de los anuncios de Donald Trump, presidente de EE.UU., arrastra a los mercados globales. Estos días los analistas se han centrado en valorar, primero, el impacto de la entrada en vigor de los aranceles y luego lo que supone su suspensión durante 90 días. Entre las palabras que más hemos leído han estado “caídas”, “contracción” y “recesión”, pero poco hemos escuchado la palabra oportunidades. Para los expertos de Aberdeen Investments, también es hora de identificar dónde están.
Por ejemplo, en opinión de Jamie Mills O’Brien, cogestor del abrdn Global Innovation Equity Fund, sigue sosteniendo, como argumentó en el segundo semestre del año pasado, que el riesgo asumido en los 7 Magníficos, y en la renta variable estadounidense, es mucho menos convincente que antes. “Esto se debe a que los resultados de las grandes empresas tecnológicas son más limitados, pero también a que a medida que se deterioran las condiciones económicas la aceleración del crecimiento del mercado estadounidense hasta 2025 parece cada vez menos probable. Prevemos nuevas rebajas del crecimiento de los beneficios del S&P a lo largo de este año”, afirma O’Brien.
Según explica el gestor, siguen infraponderados en el mercado estadounidense. “Aunque aprovecharemos de forma selectiva las oportunidades de compra de empresas de alta calidad con descuento tras este fuerte cambio de tendencia en la renta variable estadounidense a lo largo del año, también estamos posicionando la cartera para aprovechar la ampliación del rendimiento -por sectores, zonas geográficas y temas- que esperamos que continúe”, matiza.
Ahora mismo ven oportunidades en los mercados emergentes, especialmente en China, así como en pequeñas y medianas empresas de alta calidad, pero mal valoradas, tanto en EE.UU. como en otras partes del mundo. “Hemos estado añadiendo oportunidades de alta calidad en todos estos mercados. También consideramos que temas como la reorientación de las cadenas de suministro, los vehículos autónomos y las tensiones geopolíticas impulsan cada vez más el rendimiento de los mercados de renta variable y estamos tratando de aprovechar estas tendencias”, reconoce el cogestor del abrdn Global Innovation Equity Fund.
EE.UU. y Reino Unido
Según explica Martin Connaghan, cogestor de Murray International Trust PLC, el elemento humano de la volatilidad del mercado siempre hace que el sentimiento oscile de un extremo a otro en función de las emociones. Según su experiencia, la realidad suele estar en algún punto intermedio.
“¿Hay empresas muy buenas en China? Sí. ¿Siguen siendo algunas de las 7 Magníficas empresas muy buenas? Sí. ¿Cambia alguna de las dos afirmaciones anteriores si dichos mercados o acciones suben o bajan un 10%? Probablemente no. Desde luego, intentaremos aprovechar lo ocurrido durante la última semana. ¿Significa eso automáticamente que el peso de EE.UU. en la cartera subirá? No, no necesariamente”, afirma.
En este sentido, Connaghan reconoce que siguen estudiando los valores de EE.UU. junto con todos los demás mercados. “Analizaremos todas las participaciones existentes en la cartera, además de las que están en nuestra lista de vigilancia, para ver si ahora tienen sentido en términos de asignarles más capital o capital nuevo”, matiza.
Por último, Ben Ritchie, cogestor de Dunedin Income Growth Investment Trust, apunta la siguiente idea de inversión: renta variable de Reino Unido. Según explica, históricamente, estaba barata incluso antes de la fuerte caída de los últimos días. “El pronunciado descenso sólo ha hecho que resulte aún más atractiva. Hay muchos valores con rentabilidades por dividendo cercanas a los dos dígitos que creemos que están increíblemente bien respaldados, junto con un gran número de empresas que cotizan con múltiplos inferiores a los del punto más bajo del COVID-19, cuando no estábamos seguros de que el mundo pudiera funcionar», argumenta Ritchie.
Los anuncios arancelarios del presidente estadounidense Donald Trump han provocado fuertes reacciones en los mercados. ¿Cómo deben afrontar los inversores esta incertidumbre económica y política en medio de la volatilidad?
1. ¿Cuál es la agenda comercial del presidente Trump? ¿Proteccionismo o un periodo transitorio que conduce a un nuevo entorno comercial mundial?
El presidente Trump está llevando a cabo una terapia de choque para la economía estadounidense. El Secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, enmarcó el comercio estadounidense en un contexto de «desintoxicación» económica. Según la Administración Trump, esta fase tiene como objetivo detener el estímulo fiscal del Gobierno estadounidense y reducir los déficits presupuestarios, equilibrar los déficits comercial y por cuenta corriente e imponer la desregulación en una serie de sectores, como el financiero, el sanitario y el inmobiliario. Una política de este tipo implica que las nuevas barreras comerciales estadounidenses pueden persistir. Es difícil estimar cuánto tiempo exactamente se mantendrán estos nuevos aranceles, pero es un factor clave para las perspectivas económicas. Los niveles arancelarios también serán cruciales. Mucho depende de las reacciones de los socios comerciales, así como de la dinámica del déficit comercial estadounidense.
El Sr. Bessent sugirió que los países que tomen represalias con contramedidas verán aumentar aún más los aranceles estadounidenses. Los países que busquen acomodarse y reduzcan activamente su superávit comercial con EE.UU. a cambio de aranceles más bajos (por ejemplo, mediante la compra de productos de defensa estadounidenses) podrían ver descender los tipos arancelarios. Esperamos que las economías latinoamericanas negocien acuerdos con EE.UU., pero por periodos limitados. El ex Representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer, indicó recientemente que los acuerdos sólo deberían establecerse por cinco años, dado que la balanza comercial evoluciona inevitablemente.
Los acuerdos de libre comercio son promovidos por países que dominan la fabricación mundial. Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos era el principal productor mundial de bienes, con una cuota de más del 50% de la fabricación mundial. EE.UU. defendió el libre comercio a través del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1947, y su sucesor, la Organización Mundial del Comercio en 1995.
Desde su adhesión a la OMC en 2001, China se ha convertido en el mayor fabricante de bienes del mundo. A medida que EE.UU. se aleja de una política comercial abierta hacia acuerdos más limitados, China puede llenar el vacío empezando por sus vínculos con las economías BRICS+. Es probable que las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China permanezcan congeladas con barreras arancelarias durante más tiempo. Desde 2016, China ha trabajado para transformar su economía, estimulando la demanda interna y haciéndose así menos dependiente de las exportaciones. Los próximos pasos para China incluyen medidas que fomenten el consumo privado: El consumo privado de China solo representa alrededor del 40 % del producto interior bruto, mientras que en la mayoría de las demás naciones desarrolladas esa cifra ronda el 60 % del PIB.
2. ¿Se devaluará el dólar estadounidense?
El dólar ha caído en respuesta a los nuevos aranceles estadounidenses, pero se mantiene en el extremo superior de los rangos históricos de negociación frente al euro. La idea de que un EE. UU. aislacionista podría desencadenar salidas de capital a medida que los inversores venden activos estadounidenses, incluidas acciones y bonos del Tesoro, ha ganado fuerza entre los participantes del mercado. Esto sugeriría un debilitamiento más sustancial del dólar, respaldado por indicios de que la administración Trump planea debilitar significativamente el dólar estadounidense en un esfuerzo por ayudar a reequilibrar sus déficits comerciales. Esto se conoce a veces como un «acuerdo de Mar-a-Lago».
No esperamos una devaluación radical del dólar estadounidense. En primer lugar, aunque los mercados están preocupados por el debilitamiento del dólar a medida que disminuyen las tenencias extranjeras de activos estadounidenses, en un sistema financiero basado en el dólar, los pasivos mundiales son mucho mayores. Si los aranceles provocan una desaceleración económica mundial más acusada, cabría esperar que el dólar se apreciara a medida que se deshacen estos pasivos. En segundo lugar, no creemos que un plan como el de «Mar-a Lago» sea relevante ahora que los aranceles del 2 de abril están en vigor, y diseñados para corregir el desequilibrio comercial estadounidense. Además, añadir un plan para devaluar el dólar no haría sino reforzar la inflación estadounidense y elevar las primas de riesgo del Tesoro estadounidense.
Ambos resultados son contrarios a los intereses de la administración estadounidense. En tercer lugar, si el déficit comercial y por cuenta corriente de EE.UU. mejora como consecuencia de los aranceles de importación estadounidenses, el dólar podría salir ganando. Los déficits estructurales por cuenta corriente como los que arrastra EE.UU. desde hace décadas son la causa de la depreciación de la moneda a largo plazo, ya que deterioran la posición exterior neta acumulada del país. Cuando estas fuentes de debilitamiento de la moneda se disipan, las divisas se fortalecen. En cuarto lugar, los diferenciales de tipos de interés con otras divisas apoyan al dólar estadounidense, y seguirán haciéndolo hasta 2025.
Esperamos que la Reserva Federal recorte su tipo de interés oficial al 3,75% este año, en respuesta a la ralentización del crecimiento económico estadounidense. Es probable que el Banco Central Europeo tenga que relajar más su política, y esperamos un tipo terminal del 1,5% para finales de 2025. En este caso, el dólar estadounidense mantendrá su apoyo a los tipos de interés con un diferencial de 225 puntos básicos (pb) respecto al euro (EUR). Por lo tanto, esperamos que el EURUSD se mantenga en un amplio rango de 1,06-1,12 en lo que queda de año.
Frente al yen japonés (JPY), o el franco suizo (CHF), vemos un mayor debilitamiento del dólar. Ambas divisas están infravaloradas y actúan como refugio en periodos de incertidumbre. Por lo tanto, vemos que el USDJPY y el USDCHF caerán por debajo de nuestras hipótesis a 12 meses de 144 y 0,85 respectivamente. Esperamos que el Banco Nacional Suizo (BNS) recorte los tipos de interés hasta el 0% para amortiguar algunos de los efectos de los aranceles estadounidenses sobre la economía suiza. Si el superávit comercial de Suiza disminuye a raíz de los aranceles, creemos que la fortaleza del franco suizo será más limitada que la del yen japonés.
3. ¿Cuál es el riesgo de que se vuelvan a aplicar tipos negativos en Suiza? ¿Y en Europa?
Esperamos que el BNS recorte los tipos de interés hasta el 0%. Los tipos negativos del banco central podrían evitarse si el BCE finaliza su propio ciclo de recorte de tipos muy por encima de los tipos suizos, en el 1,5%, como esperamos. Eso deja margen para que el EURCHF baje más gradualmente, sin forzar al BNS a recortar de nuevo a territorio negativo. Dicho esto, es probable que los rendimientos de los bonos suizos a corto y medio plazo sigan cayendo a territorio negativo, y existe el riesgo de que los bonos del Estado suizo a 10 años se acerquen también al límite cero. Nuestra previsión a 12 meses es del 0,2%, con riesgos a la baja. En la zona del euro, los tipos de interés negativos son poco probables en nuestra opinión.
4. ¿Está entrando la renta variable mundial y estadounidense en un ciclo bajista?
Este año, el S&P 500 ha caído un 13,7% y el Nasdaq un 19,3%. Esto se produce después de un año de rendimientos excepcionales en ambos, con el S&P 500 ganando un 23,3% y el Nasdaq un 28,6% en 2024. Un buen año de renta variable en EE.UU. se salda con una rentabilidad media del 7%. Creemos que los excesos en los mercados de renta variable de EE.UU. ya se han deshecho, pero que aún no estamos en un mercado bajista. El riesgo de recesión ha aumentado tras este choque comercial. Ahora vemos un 50% de probabilidades de recesión en EE.UU., pero esperamos una ralentización en lugar de una contracción total del PIB estadounidense en 2025.
El gasto de los consumidores es lo que importa a la economía estadounidense y el empleo sigue siendo sólido. El informe del mercado laboral de marzo fue mejor de lo esperado, añadiendo 228.000 puestos de trabajo, muy por encima de los 117.000 añadidos en febrero. Por supuesto, este informe es anterior a los anuncios de aranceles del Sr. Trump, por lo que podemos esperar cierto debilitamiento a partir de aquí. La tasa de desempleo estadounidense es del 4,2%, y mientras los consumidores tengan trabajo, su gasto actuará como fuerza estabilizadora. Si el poder adquisitivo de los hogares mejora gracias a la bajada de los precios de la energía, la caída de los gastos hipotecarios y los recortes fiscales, el consumo podría resistir mejor de lo que sugieren los indicadores de confianza de los consumidores. Por supuesto, la situación del consumo dependerá también de la inflación inducida por los aranceles y de su persistencia.
Ahora esperamos un crecimiento real del PIB del 1,2% en EE.UU. en 2025. Se trata de una expansión materialmente más lenta de lo que habíamos previsto a finales de 2024 en un escenario diferente y más transaccional para los aranceles. Pero sigue estando lejos de una recesión. Por lo tanto, por ahora nos inclinamos en contra de la expectativa de un mercado bajista. No obstante, es probable que se produzca una dinámica volátil en la renta variable estadounidense. Actualmente, el posicionamiento de los inversores sugiere un mercado sobrevendido en nuestra opinión. El índice VIX, que mide la volatilidad del mercado bursátil estadounidense, se sitúa en 45 puntos, lo que indica altos niveles de nerviosismo. Esto es históricamente un detonante para una recuperación.
El S&P 500 tiene un fuerte soporte técnico en torno al nivel de 5.150-5.200 puntos. Esperamos un rebote a partir de aquí, pero la clave es un enfoque gradual, ya que los repuntes de alivio tienden a ponerse a prueba. En la zona del euro o en Suiza, el choque comercial de EE.UU. golpea cuando hay un menor crecimiento para empezar. Se prevé que los mecanismos de apoyo internos, como el plan de gasto público de Alemania, sólo se desplieguen plenamente a partir de 2026, lo que significa que, a corto plazo, los mercados europeos dependen en gran medida del estímulo de la política monetaria del BCE.
Esperamos un crecimiento del 0,9% en la zona euro, y del 0,8% en Suiza en 2025, con riesgos a la baja, especialmente si la Unión Europea decide imponer medidas de represalia a Estados Unidos, lo que desencadenaría aranceles adicionales por parte de la administración Trump. Esto puede seguir poniendo a la renta variable europea y suiza en riesgo de venta masiva.
En general, no creemos que las bolsas mundiales y estadounidenses hayan entrado en un mercado bajista. Vemos un potencial alcista desde los niveles actuales, pero esperamos una volatilidad sostenida en las próximas semanas y meses, hasta que estos importantes cambios se reflejen en los datos empresariales. Es probable que se produzcan repuntes y nuevas ventas durante el resto del primer semestre de 2025, por lo que un enfoque comedido es clave para los inversores a largo plazo.
5. ¿Vamos hacia otra crisis de la deuda?
En Europa, vuelve el fantasma de una dinámica desfavorable de la deuda pública, ya que los diferenciales de crédito franceses alcanzaron a los fundamentales de la deuda pública francesa, llevándolos a niveles similares a los de España. Alemania está utilizando su margen fiscal para emprender grandes programas de gasto público. Esto eleva la ratio deuda/PIB de Alemania hasta cerca del 80%.
Los rendimientos del Bund alemán han subido tras este cambio fiscal, aumentando los costes de endeudamiento para todos los Estados de Europa. El Gobierno francés ha señalado que dejará de lado su objetivo de déficit si la guerra comercial con EE.UU. perjudica a su economía. Esperamos que los aranceles estadounidenses perjudiquen a la economía de la UE, ya que el bloque está preparando aranceles de represalia y EE.UU. podría intensificarlos en respuesta. Por tanto, los déficits presupuestarios deberían aumentar en Europa, deteriorando aún más los ratios de deuda pública. Aun así, los diferenciales de los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) de la deuda soberana italiana a cinco años, el coste del seguro contra el riesgo de la deuda pública, se sitúan sólo en 56 puntos básicos.
En julio de 2024, los diferenciales de los CDS eran de 80 puntos básicos y en 2022 superaban los 100 puntos básicos. En resumen, esperamos que los diferenciales de crédito periférico en Europa vuelvan a ampliarse. El BCE puede actuar para contenerlo mediante compras, pero es probable que los CDS respondan. No se trata de predecir una crisis de deuda. Las crisis de deuda se producen cuando no hay capacidad para financiar la deuda internamente. Los déficits por cuenta corriente de los países europeos son muy pequeños, por lo que la capacidad de financiar la deuda internamente es sólida. Las cuentas corrientes pueden deteriorarse ahora si se reducen los superávits comerciales con Estados Unidos. Pero para llegar a una crisis de deuda harían falta déficits por cuenta corriente superiores al 5% o 6% del PIB. Estamos lejos de ese escenario.
El periodo de comercio multilateral liderado por EE.UU. ha terminado. Es posible que los países BRICS+ tomen ahora el relevo en la promoción del libre comercio mientras EE.UU. adopta un enfoque egocéntrico del comercio internacional. En Europa, observamos un deterioro de la dinámica de la deuda, pero no prevemos una crisis de la deuda europea. Tampoco esperamos que el dólar estadounidense se devalúe drásticamente, sino que se mantenga dentro de unos márgenes amplios frente al euro y la libra esterlina y se debilite frente al franco suizo y el yen japonés. Los tipos de interés oficiales negativos en Suiza siguen siendo improbables, pero los rendimientos de los bonos suizos de alta calidad a corto y medio plazo serán negativos. La volatilidad de la renta variable estadounidense y mundial parece probable en las próximas semanas y meses, hasta que las nuevas normas comerciales se reflejen más claramente en los datos empresariales.
Para los inversores, creemos que la mejor respuesta es evitar el pánico y la persecución de los acontecimientos del mercado (no vender acciones por pánico en el ojo de la tormenta actual). Los clientes que han seguido nuestro reciente cambio de estrategia cuentan con un colchón en sus carteras multiactivos gracias a la asignación sobreponderada a la deuda pública que hemos instalado, además de una reducción de la exposición al riesgo que llevamos a cabo recientemente reduciendo las asignaciones a la renta variable desde niveles sobreponderados a neutrales. Consideramos valioso adoptar una perspectiva a largo plazo a la hora de crear nuevas posiciones y buscamos las oportunidades que están surgiendo ahora en distintas clases de activos en empresas fundamentalmente sólidas que han experimentado ventas injustificadas. Dislocaciones del mercado como las de los últimos días ofrecen oportunidades que, por incómodas que parezcan ahora, acabarán por asentarse.
Tribuna elaborada por Michael Strobaek, CIO Global, y Nannette Hechler-Fayd’herbe, Directora de Estrategia de Inversión, Sostenibilidad e Investigación, CIO EMEA de Lombard Odier.
GVC Gaesco mantiene una visión positiva respecto a la renta fija y apuesta por la neutralidad en el mercado de renta variable en un contexto económico indudablemente marcado por el vuelco proteccionista de la administración de Donald Trump. Así lo han confirmado los expertos del grupo financiero en su nuevo informe «Estrategia de Inversión para el segundo trimestre de 2025″, presentado en un webinar recientemente.
En el evento se han analizado las perspectivas macroeconómicas para los próximos meses, así como las de los mercados financieros, y el posicionamiento de las carteras para el próximo trimestre.
Pere Escribà, director de Asesoramiento y Gestión de Carteras de GVC Gaesco, ha afirmado que el peso de la renta variable se ha fijado en neutral “prestando especial atención a nuevas noticias por parte de Trump y los bancos centrales”. “La clave será una selección sectorial cuidadosa, buscando oportunidades específicas en áreas que puedan navegar mejor este entorno de incertidumbre”. En este sentido, Escribà alude a los sectores de industriales y materiales, que se pueden ver beneficiados por el incremento de gasto en defensa e infraestructuras tanto en Europa como en Estados Unidos.
En cuanto a la renta fija, María Morales, responsable de Gestión de Renta Fija de GVC Gaesco, ha asegurado que “seguimos estando positivos, aunque adoptamos un enfoque más selectivo en cuanto al tipo de activo y más prudente en cuanto a la duración”. Al respecto, ha precisado que se mantiene una estrategia marcada por la cautela en duraciones largas y por la búsqueda activa de oportunidades en crédito. “El foco se centra en los tramos corto y medio de la curva, donde las condiciones actuales permiten capturar valor con un perfil de riesgo más contenido. La combinación de carry atractivo y prudencia en selección de activos guía nuestro posicionamiento en el segmento de renta fija”, ha apuntado.
Por otro lado, en su intervención, Víctor Peiro, director general de Análisis de GVC Gaesco, ha destacado que es lógico que después de los fuertes avances de 2023 y 2024 cualquier duda sobre el entorno económico desemboque en una toma de beneficios, especialmente en Estados Unidos. Además, Peiro pronostica una mayor aversión al riesgo a la espera de los efectos de la nueva era comercial. “Aún esperamos volatilidad en el segundo trimestre, con picos de subidas y bajadas en las bolsas y en los bonos”.
Por otro lado, el director de análisis de GVC Gaesco ha destacado que el Ibex mantiene un comportamiento relativo positivo con otros índices, porque los dos grandes sectores, bancos y eléctricas aún mantienen unas valoraciones atractivas. Adicionalmente, aunque estos sectores se vean afectados por los aranceles de EE.UU., este efecto será más bien indirecto, porque las actividades de esos sectores están poco expuestas de forma directa a exportaciones a dicho mercado.
En su análisis Peiro también ha subrayado que la bajada de tipos, si no procede de un importante enfriamiento económico, puede afectar positivamente a las eléctricas, las inmobiliarias y las compañías de infraestructuras. Así, en cuanto a la exposición sectorial, los expertos apuestan por los sectores de consumo básico, industrial, materiales, utilities locales e integradas y telecomunicaciones, frente a la infraponderación de tecnología, consumo discrecional, energía, finanzas y salud.
Durante el acto, Marisa Mazo, subdirectora de análisis, ha hecho un repaso de la situación económica que, en el caso de España, “sufrirá menos que otros países del entorno por las tarifas americanas, ya que las exportaciones a Estados Unidos únicamente representaron un 4,9% del total en 2023”. En cualquier caso, determinados productos como el vino o el aceite sí pueden verse muy perjudicados. Por otra parte, otro reto pendiente de España es el incremento del gasto en defensa.
En cuanto a la economía mundial, de no llegarse a un acuerdo para eliminar la nueva política arancelaria, los pronósticos de crecimiento del FMI -que fijó un +3,3% en 2025- podrán tener que ser revisados a la baja en 2026. Asimismo, “la política monetaria está llamada a cobrar mayor relevancia, mientras que las políticas fiscales podrían tener que atender a nuevos problemas como la defensa o los efectos adversos en determinados sectores de los aranceles”, ha apuntado Mazo.
Loreto Inversiones, SGIIC, S.A.U. refuerza su equipo de gestión de activos con la incorporación de Rui Mota Guedes como director de Inversiones. La gestora de activos, que cerró 2024 con 950 millones en patrimonio bajo gestión, apuesta por sumar a su equipo a un reconocido profesional en gestión de activos, banca de inversión y mercados de capital. El hasta ahora director de inversiones de la firma, José Luis García Muelas, pasará a dirigir la estrategia de inversiones del Grupo Loreto Mutua.
Según apuntan desde la entidad, Mota Guedes acumula una notable experiencia internacional con una trayectoria durante la cual ha desempeñado cargos de responsabilidad en entidades como Inter Fund Management, Analistas Financieros Internacionales (Afi), Kepler Cheuvreux, MainFirst Bank AG y BES Investimento. Además, compagina su labor profesional con la enseñanza, impartiendo clases de Finanzas Corporativas en ICADE.
Es doctor en administración de empresas (DBA) con especialización en finanzas por la ISM París y cuenta con un máster en administración y dirección de empresas (MBA) por la Universidad de Georgia (Estados Unidos), así como un máster en metodología de la investigación en ciencias de la gestión por el IE y un máster en finanzas por la UCP Lisboa.
A raíz de este nombramiento, Francisco Mora, director general de Loreto Inversiones, subraya que “la trayectoria de Rui encaja a la perfección con nuestra filosofía de inversión. Estamos seguros de que sus conocimientos y su rigor técnico serán de gran ayuda para ofrecer el mejor enfoque a nuestros clientes, y maximizar y preservar su patrimonio”.
Refuerzos en el equipo de UBS Wealth Management SGIIC: según ha podido saber Funds Society, Fernando Jover Castiella se ha unido recientemente a la gestora como responsable de Inversiones Alternativas.
Jover Castiella se incorpora a la entidad desde Alantra Wealth Management, donde ha sido Head de Desarrollo de Producto durante los últimos cinco años, según su perfil de LinkedIn. Anteriormente trabajó en el equipo de Desarrollo de Negocio de la Banca Privada de CaixaBank y también estuvo casi siete años en Barclays Bank, primero como gestor en auditoría interna y luego como Investments Sales Officer en Desarrollo de Negocio.
Su carrera profesional se completa con su puesto de Senior Consultant en Risk Advisory Services en KPMG Advisory, y en Credit Agricole, donde realizó prácticas en la unidad de Asset Management. Jover Castiella ha estudiado en el European Business School, el CISI y tiene un executive MBA por el IESE Business School, según su perfil de LinkedIn.