AERI e IASE contribuirán a la formación y certificación profesional en materia ESG

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Pixabay CC0 Public Domain. AERI e IASE contribuirán a la formación y certificación profesional en materia ESG

La Asociación Española para las Relaciones con Inversores (AERI) ha alcanzado un acuerdo de colaboración con la International Association for Sustainable Economy (IASE) con el objetivo de impulsar y mejorar la cualificación y certificación del mundo empresarial y financiero en materia ESG.

De este modo, AERI favorecerá y dará a conocer la labor de formación y desarrollo profesional que ofrecen las certificaciones de IASE, tanto entre sus asociados como con otros grupos de interés.  

Las compañías, las entidades financieras y los inversores cada vez ponen más atención en alinearse con la importancia de la sostenibilidad y sus factores ESG a largo plazo en el desarrollo de los negocios. Por ese motivo, el hecho de que aparezca una entidad internacional como IASE que ayude a certificar a todos los actores con un enfoque estandarizado, inclusivo y digital a nivel global es muy relevante, explican en una nota informativa.

Las certificaciones de IASE se obtienen de forma online y tienen un carácter inclusivo, con la intención de facilitar el acceso a la formación a todas aquellas personas y profesionales tanto del mundo financiero, con la certificación International Sustainable Finance (ISF) como de otros sectores de actividad, con el certificado International Sustainable Business (ISB). 

Esta iniciativa se encuentra ya disponible en cerca de 40 países a nivel global, y a principios de marzo se han podido realizar los primeros exámenes a nivel mundial y se espera que a principios de junio de este mismo año se realice la segunda convocatoria para obtener este certificado. 

Manuel Enrich, presidente de AERI, señala que “esta colaboración va a permitir una democratización, en lo que a acceso se refiere, a este tipo de formación y de titulaciones. Actualmente, tanto las compañías como los inversores son conscientes de la gran importancia que tiene la sostenibilidad para el crecimiento económico y el desarrollo de negocio. Por ello, desde AERI, estamos muy orgullosos de poder sumar nuestro granito de arena y colaborar en la difusión de estas herramientas, que promoveremos para mejorar la cualificación en materia ESG en España”. 

«En nuestro compromiso de promover los estándares de mejores prácticas para los profesionales, educadores y líderes empresariales de todo el mundo, nos complace tener esta oportunidad única de trabajar en colaboración con AERI para lograr este objetivo compartido», dijo Karim Zouhdi, secretario del Consejo de Administración de IASE. 

Groupama Avenir: más de 25 años de track record

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Groupama Avenir: más de 25 años de track record
Pixabay CC0 Public Domain. Groupama Avenir: más de 25 años de track record

2020 ha sido un año atípico para todos en muchos sentidos. Sin embargo, Groupama Asset Management, una de las principales casas internacionales dedicadas a las pequeñas y medianas compañías europeas, ha logrado firmar otro fantástico año generando alfa a través de su gama Avenir. El posicionamiento del fondo – centrado en la innovación digital, salud y automatización de la industria – ha sido clave en la consecución de unos rendimientos excelentes tantos en términos relativos, comparado con su índice de referencia, como en términos absolutos, obteniendo rentabilidades de doble dígito.

Creada hace más de 25 años, la gama Avenir de Groupama Asset Management mantiene hoy su esencia original a través de tres fondos con un total de 3.100 millones de euros de activos bajo gestión, a fecha de 31 de diciembre de 2020. La gama está compuesta por el longevo y decano Groupama Avenir Euro que, desde su fundación en 1994, apoya a pequeñas y medianas compañías europeas; G Fund Avenir Europe, el cual amplía su ámbito de actuación incluyendo regiones como Reino Unido, Suiza y los países nórdicos; y G Fund Avenir Small Caps, el primer nivel de la gama, con un enfoque en aquellas pequeñas compañías destinadas a convertirse en medianas líderes en el día de mañana.

Groupama Avenir Euro presume de ser uno de los fondos más laureados de su categoría. Hasta la fecha, la gama ha sido galardonada con un total de 45 Lipper Fund Awards, uno de los reconocimientos más importantes dentro de la gestión de activos. Además, los tres fondos que componen la gama mantienen una valoración 5 estrellas Morningstar.

Compañías muy prometedoras y con poco riesgo

La gama Groupama Avenir comparte proceso de inversión, eje central de la estrategia común a Groupama Avenir Euro, G Fund Avenir Europe y G Fund Avenir Small Caps. Según la gestora, el proceso se basa en el stock picking como única herramienta de generación de alfa, sin recurrir a derivados ni market timing. Así, la gama se compone de fondos 100% invertidos y que no atienden al comportamiento de su índice de referencia, independientemente del ciclo económico.

Para Groupama AM, lo más importante es seleccionar aquellas compañías que muestran un modelo de negocio sólido y capacidad de crecer en un período de tres a cinco años. “Compañías de calidad y crecimiento capaces de generar caja y reinvertir esa caja en crecimiento futuro”, explican desde la gestora.

Los tres fondos que componen la estrategia Avenir se caracterizan por su baja rotación, manteniendo por un largo período a las compañías en cartera, y por una alta convicción en la selección, lo que se traduce en portfolios concentrados. “No es fácil encontrar compañías que reúnan todos los requisitos que exigimos: compañías muy prometedoras con poco riesgo”, afirman desde Groupama AM.

La distribución sectorial de Groupama Avenir no es fruto de un enfoque top-down sino el resultado de un análisis bottom-up, donde el puro stock picking realizado por la gestora resulta en la configuración final de la gama, independientemente de las perspectivas macroeconómicas de los países que conforman su universo de inversión. Es en la distribución geográfica, sin embargo, donde se encuentra la única diferencia sustancial entre los dos principales fondos de la estrategia (Groupama Avenir Euro, G Fund Avenir Europe), ya que ambos comparten filosofía y proceso de inversión idénticos.

El resultado de la selección de compañías revela una sobreponderación al sector tecnológico, al sector salud y al sector industrial. La sobreponderación respecto a los índices de referencia de los dos primeros sectores es sustancial; mientras, el peso del sector industrial es ligeramente mayor respecto al peso que otorgan los índices de referencia. La gama no invierte ni en utilities ni en commodities, pues el potencial de crecimiento de estos sectores es “muy limitado”, según Groupama AM.

En busca de soluciones innovadoras y generadoras de rentabilidad a largo plazo

El equipo gestor que lidera el desarrollo de la cuarta etapa de la gama Avenir está compuesto por tres profesionales con amplia experiencia en renta variable, pequeñas y medianas compañías, y la incorporación de criterios ESG en los procesos de inversión.

Stéphane Fraenkel es un especialista en pequeñas y medianas compañías europeas y cuenta con una amplia trayectoria en la implementación de criterios ESG y en renta variable global. Estas son dos áreas fundamentales de cara al futuro de la estrategia de la gama Avenir.

Hervé Lorent se incorporó al equipo tres meses después de la llegada de Stéphane Fraenkel. Desde la gestora, destacan su know-how en gestión activa y su estrecho conocimiento del mercado europeo de small y mid caps.

Pierre Alexis Dumont se unió a Groupama AM, en 2012, como director de renta variable y convertibles. Además, durante este período, ha sido el encargado de realizar el back up de la estrategia Avenir, por lo que goza de un conocimiento riguroso del proceso de inversión de la estrategia, así como de las compañías en cartera, indica la gestora.

Groupama AM está presente en Latinoamérica a través de un acuerdo estratégico con Creuza Advisors.

Bitcoin: un activo en alza que capta el interés de inversores retail e institucionales

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Pixabay CC0 Public Domain. Bitcoin: un activo en alza, que capta el interés de inversores retail e institucionales

En el contexto económico actual, los inversores encuentran serios problemas para estructurar sus carteras debido a la escasez de rentabilidad que aporta la renta fija, y la mayor volatilidad en renta variable. A pesar de las recientes subidas en la parte larga de la curva de tipos de interés en Estados Unidos, el escenario previsto en los tipos, y sus perspectivas para el medio plazo, apunta a la continuidad de los tipos de interés en mínimos, dada la ausencia de presiones inflacionistas.

Sin embargo, el Bitcoin y en general el universo de las criptomonedas han vuelto a centrar la atención de inversores profesionales y particulares, tras tocar un nuevo máximo en más de 58.000 dólares por Bitcoin y, con un retorno que ha llegado a alcanzar niveles del 64,33% en este año, y del 422,53% en un periodo de doce meses.

Evolución del Bitcoin

El Bitcoin se encuentra en una tendencia alcista que pensamos que continuará a medida que su adopción como medio de pago vaya consolidándose. Esta tendencia no estará exenta de recogidas de beneficios, tal y como sucedió hace tres años, cuando llegó a perder dos tercios de su valor. Por ello, para tomar posiciones en el Bitcoin, es recomendable hacerlo de acuerdo con el perfil de riesgo de cada inversor por su alto carácter especulativo.

El Bitcoin nuevamente continúa en un proceso lateral con clara tendencia alcista, desde que tocara máximos cercanos a los 62.000 dólares (aproximadamente 50.000 euros). Tras este máximo, la criptomoneda de referencia ha rebotado en niveles de 53.000 dólares (unos 44.200 euros), consolidando ese nivel en el que parece un nuevo nivel de soporte, antes de continuar alcanzando nuevos máximos.

Esta evolución positiva comenzó en niveles de 43.000 dólares (unos 35.800 euros) en los últimos días de febrero, y ha llegado hasta los máximos que nos encontramos hoy en día, con subidas apoyadas por volumen confirmando la tendencia.

Los indicadores técnicos muestran, a su vez, que la tendencia continuará con una elevada probabilidad, apoyada en el mayor interés que se ha generado en las criptomonedas y, en especial, en el Bitcoin.

Este interés se ve claramente reflejado en los nuevos flujos de efectivo que se traducen en compras de Bitcoin. De acuerdo con un estudio publicado recientemente por JP Morgan, los flujos procedentes tanto de inversores particulares como institucionales están creciendo de forma continuada. 

Cabe destacar la inversión institucional del último trimestre de 2020, que alcanzó niveles de 306.658 Bitcoin, lo que casi duplica los 168.084 del trimestre anterior. Esta tendencia continuará en los próximos meses, apoyada por operaciones institucionales que se han producido en este final de primer trimestre y, que se verán reflejadas en los trimestres posteriores.

Este creciente interés ha provocado que la elaboración de informes profesionales y las consultas a bancos y brokers, sobre la posibilidad de invertir en Bitcoin, por parte de sus clientes, se hayan multiplicado de forma exponencial. Entre el cúmulo de informes publicados, queremos destacar el de Citi, con el título Bitcoin At the Tipping Point, que ha nutrido con sus argumentos muchas de las recientes noticias en medios, reforzando así el interés entre los inversores.

Perspectivas

El análisis de estos indicadores señala que, en las próximas semanas, la tendencia de compra seguirá al alza y que, aunque con pequeñas correcciones debido a la volatilidad por la aceleración en la subida, esta tendencia seguirá en el corto plazo.

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Las noticias en prensa, y la ausencia de rentabilidad de otros activos han ayudado significativamente a que esta criptmoneda atraviese un momento dorado. Las principales noticias permiten extraer que se afianzará paulatinamente su uso como medio de pago, respaldado por grandes compañías como Tesla, Visa o MasterCard, durante los próximos meses. 

Además, la perspectiva favorable sobre el Bitcoin se verá reforzada por la salida a bolsa de Coinbase, la principal plataforma de trading, que, sin duda, volverá a poner el foco en el mercado de las criptomonedas por su creciente actividad en la intermediación. Si bien no olvidemos que no se tratará de un viaje sin sobresaltos como el ocurrido hace unos años y que llevó al Bitcoin a perder gran parte de su valor.

Tribuna de opinión de Juan Pedro Asencio, profesor de la UNIR (Universidad Internacional de la Rioja) y experto en criptomonedas

Ship2B Ventures, el FEI y Banco Sabadell impulsan un fondo de venture capital de impacto para startups en España

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Pixabay CC0 Public Domain. Ship2B Ventures, el FEI y Banco Sabadell impulsan el mayor fondo de venture capital de impacto para startups en España

Ship2B Ventures, gestora de venture capital especializada en la inversión de impacto, junto con la Unión Europea y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI) en el marco del EFSI Equity social impact pilot, y Banco Sabadell lanzan BSocial Impact Fund, un fondo de inversión de impacto que ya se sitúa por encima de los 38 millones de euros en su segundo cierre y que prevé superar los 45 millones

El nuevo fondo, que será el mayor de venture capital de impacto para startups en España, pondrá el foco en startups de impacto que den respuesta a tres grandes retos: la mejora de la calidad de vida de colectivos vulnerables, como personas mayores, con discapacidad o con enfermedades crónicas, el cambio climático y el fracaso escolar.

A juicio de Raúl Rodríguez, director de BS Capital, “la inversión de impacto se consolida como clave para el futuro. Sabadell y su Fundación han tenido siempre una relación muy estrecha con Ship2B, por lo que desde el primer momento el poder formar parte del vehículo BSocial Impact Fund, y poder buscar un retorno a la sociedad mediante las inversiones realizadas fluyó de forma fácil dentro de la entidad”.

El fondo cuenta también con el apoyo de inversores institucionales públicos y privados como AXIS, filial de capital riesgo del Grupo ICO, Repsol Impacto Social y Fundación Anesvad. También de family offices como Puig, Elias, Castelló, Knuth, Pont y Ângela Impact Economy y de emprendedores como los fundadores de Holaluz, Privalia, Socialpoint, SocialCar, Trovit, Cooltra y Glovo. 

Maite Fibla y Xavier Pont, cofundadores y managing partners de Ship2B Ventures, explican que “la buena aceptación de la tesis de inversión del fondo entre los inversores e instituciones ha hecho que ya nos situemos cerca de los 40 millones de euros en nuestro segundo cierre y, ante nuevos acuerdos que estamos gestando, prevemos hacer el cierre final por encima de los 45 millones. En los próximos años invertirán en unas 20 startups con equipos extraordinarios y propuestas de valor innovadoras que den respuesta a los retos planteados a la vez que generen rentabilidades financieras de mercado para nuestros inversores”. 

El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, señala que gracias al apoyo del Plan de Inversiones y del Fondo Europeo de Inversiones, el fondo de impacto BSocial Impact Fund podrá invertir en startups de impacto en fase inicial. El nuevo fondo será el mayor fondo de capital riesgo de impacto para startups de impacto en España y abordará algunos de los principales desafíos de nuestro tiempo«.

El equipo de inversión de Ship2B Ventures cuenta actualmente con dos vehículos de inversión, Impact Equity BF y Equity4Good. Este último cuenta con la coinversión del Fondo Europeo de Inversiones e Impact Equity BF. Con estos vehículos, que representaban un total de 4,5 millones de euros, ha invertido en 23 startups de impacto social o medioambiental y ha realizado ya el primer exit en Koiki. De su cartera forman parte empresas como Qida, Psious, Admit Therapeutics o Fiction Express.

Unicaja Banco firma un acuerdo con el Clúster Smart City para impulsar proyectos de tecnología, innovación y finanzas sostenibles

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Pixabay CC0 Public Domain. Unicaja Banco firma un acuerdo con el Clúster Smart City para impulsar proyectos de tecnología, innovación y finanzas sostenibles

Unicaja Banco y el Clúster Smart City han firmado un acuerdo para impulsar iniciativas y proyectos de tecnología e innovación, así como de finanzas sostenibles, en el marco de la promoción de las ciudades inteligentes (smart cities). Se trata de aquellas basadas en el urbanismo sostenible y la aplicación de la tecnología y la innovación a su gestión y servicios, con el objetivo de conseguir urbes más eficientes, sostenibles y confortables.

El acuerdo establece un marco para la colaboración de ambas entidades con el fin, entre otros, de buscar oportunidades para canalizar proyectos de financiación o inversión sostenible. En este sentido, cabe destacar el compromiso de Unicaja Banco con la sostenibilidad, que se enmarca en su Plan de Acción de Finanzas Sostenibles, y que permite impulsar la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en su estrategia de negocio.

El Clúster Smart City, con sede en Málaga TechPark, es una alianza de más de 150 empresas e instituciones a nivel nacional, con colaboración con cerca de 50 ciudades españolas, que trabajan en el desarrollo de ciudades inteligentes, entendidas como eficientes, sostenibles y confortables, a través de la cooperación de las entidades asociadas, entre las que se encuentran empresas privadas, universidades, parques tecnológicos y organizaciones sectoriales, entre otras entidades del ámbito no sólo empresarial sino también de la investigación, el desarrollo y la innovación.

Esta iniciativa, que se engloba dentro de las actuaciones que Unicaja Banco lleva desarrollando desde hace años a través de su política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) tiene como objetivos definir políticas y actuaciones de interés común en torno a las smart cities, planificar estratégicamente vías de desarrollo futuro para las ciudades e impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) de productos, procesos y servicios asociados a las infraestructuras urbanas inteligentes.

En lo relativo a la formación y conocimiento, el convenio contempla potenciar el intercambio de conocimientos científicos-técnicos entre el Clúster, universidades, centros tecnológicos y Unicaja Banco, promover actividades de formación relacionadas con las infraestructuras urbanas inteligentes, organizar eventos para la promoción de las smart cities y las tecnologías urbanas, y colaborar en las actuaciones de política medioambiental, economía baja en carbono, eficiencia energética, sostenibilidad y de promoción de la sociedad de la información.

Turquía y sus continuos problemas de gobernanza monetaria

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Pixabay CC0 Public Domain. Turquía y sus continuos problemas de gobernanza monetaria

La destitución del gobernador del banco central de Turquía, Naci Ağbal, agrava la crisis de confianza en la política monetaria del país, socavando, aún más, la estabilidad macroeconómica. Esto también es un factor negativo para su calificación soberana (B/Negativa).

El anuncio del sábado sobre el repentino cambio en la dirección del banco central, poco después de un ajuste de los tipos de interés de 200 puntos básicos, por encima de las expectativas, subraya el deseo del presidente Recep Tayyip Erdoğan de aplicar una política monetaria más flexible en apoyo de un crecimiento insostenible.

Bajo el nuevo gobernador Şahap Kavcıoğlu, es menos probable que el banco central sea proactivo a corto plazo para abordar los desafíos de una lira más débil, el aumento de la inflación y el elevado crecimiento del crédito. En su lugar, los importantes desequilibrios macroeconómicos de Turquía pueden volver a ser exacerbados en lugar de contrarrestados por la política del banco central.

La repentina destitución de Ağbal -después de haber subido los tipos de forma preventiva 875 puntos básicos desde noviembre del año pasado, logrando un elevado los tipos reales por el camino- socava una vez más la credibilidad de la banca central de Turquía.

Es probable que la inesperada salida de Ağbal provoque un nuevo deterioro de las reservas turcas tras la estabilización a corto plazo que se produjo durante su mandato. Las reservas brutas de Turquía aumentaron en unos 9.000 millones de dólares desde noviembre, hasta llegar a los 92.000 millones de dólares del 14 de marzo, que siguen siendo insuficientes. Los flujos netos de capital, excluyendo la inversión directa extranjera, han vuelto a registrar entradas netas en lugar de salidas netas.

Con más interrogantes sobre la independencia del banco central y la eficacia de la política monetaria, es probable que el banco central vuelva a recurrir a sus reducidas reservas de divisas para apuntalar una moneda en dificultades. La última venta de liras es especialmente inoportuna, ya que la moneda ya estaba bajo presión en un contexto de salidas de los mercados emergentes provocadas por las preocupaciones de reflación de Estados Unidos.

Las reservas oficiales podrían verse reducidas debido a las renovadas salidas de capital y a un mayor déficit por cuenta corriente. Las reservas no se han recuperado de los daños causados en los últimos años, con unos activos extranjeros netos sin swaps a corto plazo de 53.000 millones de dólares negativos en enero (un mínimo histórico), por lo que una nueva caída de las reservas aumenta el riesgo de una crisis de la balanza de pagos.

El crecimiento comparativamente robusto del 1,8% en 2020 y del 6,2% previsto por Scope este año, potenciado por el elevado crecimiento de los préstamos, dio lugar a la ampliación del desequilibrio económico. El déficit por cuenta corriente de Turquía aumentó al 5,6% del PIB hasta enero de 2021, cerca de los máximos alcanzados en la crisis de la lira de 2018.

Hemos sido escépticos en el pasado sobre el creciente optimismo de los inversores sobre los cambios favorables al mercado en la política del banco central turco desde noviembre, considerando el marco institucional sin cambios del país en el que el presidente Erdoğan supervisa en última instancia la gobernanza monetaria y mantiene su creencia poco ortodoxa de que los tipos altos causan inflación. La actual consolidación del poder de Erdoğan bajo la presidencia ejecutiva sigue siendo, como tal, un factor importante que subraya el deterioro estructural de la solvencia del país.

Al final, Kavcıoğlu (nuevo presidente del banco central de Turquía) podría ser destituido de forma repentina en caso de que la crisis se intensifique. Aunque las autoridades turcas han renovado sus promesas de lograr un descenso permanente de la inflación y garantizar la flexibilidad del tipo de cambio, las intervenciones del presidente turco en la gestión monetaria han contribuido a que el país sea cada vez más propenso a las crisis económicas en los últimos años, con importantes daños estructurales para el crecimiento, la salud de las finanzas públicas y la resistencia del sector exterior.

En el fondo, sigue existiendo una falta de entendimiento entre los dirigentes turcos con respecto al limitado espacio de política monetaria que tiene el gobierno para suavizar prematuramente los tipos con una inflación creciente. Turquía sencillamente no puede tratar de emular las políticas de tipos ultrabajos de las economías avanzadas con monedas de reserva, como EE.UU. y la eurozona, cuando el valor de la lira se enfrenta a una crisis de confianza y la inflación turca es de casi el 16%, más del triple del objetivo oficial. Cualquier flexibilización de la política monetaria dará lugar a una mayor volatilidad de la moneda y, posiblemente, a una vuelta a otras medidas antiliberales, como subidas de tipos con en el tiempo o la aplicación de tipos de control de capitales para evitar una salida demasiado rápida de las reservas.

¿Dinero en mano? Cómo reubicarlo en mercados saturados

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¿Dinero en mano? Cómo reubicarlo en mercados saturados
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Dinero en mano? Cómo reubicarlo en mercados saturados

Los inversores han almacenado un volumen récord de dinero en efectivo al margen del mercado ante la preocupación por las altas valoraciones y la volatilidad. Sin embargo, la seguridad a corto plazo tiene un precio. Mediante la definición clara de objetivos a largo plazo, los inversores pueden utilizar su efectivo inactivo con confianza, a pesar de la incertidumbre acerca del camino hacia la recuperación.

Cuando los mercados se desplomaron a principios de 2020, muchos inversores liquidaron sus participaciones en efectivo. Durante el rebote posterior, no obstante, el efectivo devuelto al mercado fue relativamente escaso. Según datos de Morningstar, los flujos netos hacia los fondos del mercado monetario en todo el mundo superaron los 978.000 millones de dólares en 2020, la cifra más alta en más de una década y por encima de los flujos hacia los fondos de acciones y bonos. A pesar de algunas pérdidas de efectivo en la segunda mitad del año, los activos totales del mercado monetario aumentaron hasta un récord de 6,24 billones de dólares en 2020.

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El efectivo es reconfortante en tiempos de incertidumbre. Ofrece un colchón de seguridad frente a los inquietantes episodios de volatilidad, habituales incluso en la recuperación del año pasado. Sin embargo, el dinero en efectivo no ofrece apenas rendimiento en un momento en el que los tipos de interés se encuentran en mínimos históricos y los tipos de interés son negativos en muchos mercados desarrollados. Los inversores pagan un elevado coste de oportunidad por mantenerse al margen del mercado. Mientras, el aumento de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU., a principios de febrero de 2021, se considera una señal de fortalecimiento del crecimiento económico y de los beneficios empresariales.

Las valoraciones elevadas no siempre conducen al desastre

Para muchos inversores, las elevadas valoraciones son un obstáculo para colocar el efectivo hoy en día, especialmente si se trata de acciones estadounidenses, que alcanzaron nuevos máximos históricos a principios de febrero. Nuestros estudios sugieren, sin embargo, que la renta variable ha ofrecido una sólida rentabilidad a lo largo del tiempo, incluso para aquellos inversores que entraron en el mercado cuando las acciones parecían relativamente caras.

Desde 1950, el S&P 500 ha alcanzado o se ha acercado a sus máximos históricos en el 43% de los meses. Asimismo, si se invirtieran cantidades iguales en cada uno de los máximos del mercado, las acciones estadounidenses habrían ofrecido una rentabilidad media anual del 9,6%. Esto es un 1,9% menos que los rendimientos generados por inversiones realizadas en cada uno de los mínimos del mercado bajista. Pero un resultado sólido a lo largo del tiempo, en nuestra opinión.

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Las altas valoraciones no siempre conducen al desastre. En el caso de las valoraciones actuales, además, estas se han visto condicionadas por tendencias de mercado inusuales, generando mayor preocupación entre los inversores. El aumento de las valoraciones del precio/beneficio de las acciones estadounidenses ha sido impulsado sobre todo por un aumento de los precios de las acciones, no por el crecimiento de los beneficios. En otras palabras, los inversores han hecho subir los precios de las acciones en previsión de que la recuperación del crecimiento mundial impulsará un repunte de los beneficios empresariales.

En nuestra opinión, se trata de una tarea difícil. Creemos que es poco probable que los beneficios aumenten simultáneamente en todo el mercado, dada la incertidumbre sobre cómo saldrán los países de la pandemia, el ritmo de la recuperación económica y los retos empresariales en muchos sectores. Por ello, invertir en fondos cotizados (ETF) para obtener una exposición pasiva y de bajo coste en el mercado puede no ser la mejor manera de redistribuir el efectivo a la hora de aprovechar el potencial de recuperación.

Tres preguntas para dar con la inversión adecuada

Preferimos que los inversores consideren un amplio abanico de opciones activas que se adapten a sus necesidades individuales, a su apetito por el riesgo y a sus visiones personales sobre los mercados. Hay tres preguntas que pueden ayudar a determinar las opciones de inversión adecuadas:

  1. ¿Su horizonte de inversión es a largo o a corto plazo?
  2. ¿Deben sus activos ser líquidos y accesibles, o puede tolerar la iliquidez?
  3. ¿Prefiere las oportunidades consensuadas, o se siente cómodo invirtiendo en activos impopulares y desfavorecidos que pueden ofrecer mejores valoraciones?

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Para periodos más breves, considere la liquidez de las acciones y los fondos de renta fija. La inversión en acciones de crecimiento fue especialmente exitosa -y popular- en 2020, pero esta parte del mercado es la que plantea más problemas de valoración. La renta fija high yield ofrece acceso a una clase de activos que tiende a no estar correlacionada con la renta variable y ofrece una mejor reducción del riesgo de caídas, así como un mayor potencial de rentabilidad que el mercado de bonos en general.

Los inversores dispuestos a nadar a contracorriente pueden considerar carteras ‘contrarian’. Por ejemplo, los valores de bajo rendimiento dieron señales de vida a finales de 2020 y podrían experimentar un mayor repunte si se acelera la recuperación económica. Las acciones de valor cotizan a un diferencial con respecto a las de crecimiento que no se había visto desde la burbuja tecnológica de hace 20 años. Los valores ajenos a EE.UU. y los de pequeña capitalización también se comportaron bien a finales del año pasado, y suelen ofrecer valoraciones más atractivas que sus homólogos estadounidenses.

Los inversores con un horizonte temporal más amplio podrían explorar opciones sin liquidez. Entre ellas se encuentran carteras de private equity y hedge funds, que se han convertido en inversiones alternativas de consenso en los últimos años, o podrían incluir opciones ‘contrarian’, como los activos titulizados o el crédito privado. Cada una de ellas aprovecha un flujo de rentabilidad distinto, bloqueando al mismo tiempo los fondos durante un periodo prolongado, lo que evita las volátiles oscilaciones del mercado asociadas a las inversiones tradicionales en los mercados de valores públicos.

Es mejor participar en el mercado que no hacerlo

Aunque es probable que el mercado retroceda en algún momento de este año, teniendo en cuenta el entorno macroeconómico y todo el dinero en efectivo que se encuentra al margen, creemos que la corrección no será muy profunda. Con el tiempo, es probable que la mayoría de las clases de activos se comporten mejor que el efectivo, especialmente con los tipos actuales. Y dado que es casi imposible calcular los tempos de los puntos de inflexión del mercado, creemos que es mejor participar en el mercado que no hacerlo, incluso bajo las condiciones actuales. Gracias a enfoques de inversión activos y conscientes del riesgo, los inversores pueden recolocar el efectivo con convicción y captar selectivamente diversas fuentes con potencial de rentabilidad, incluso cuando las preocupaciones sobre el futuro siguen sin disiparse.

 

Tribuna de Scott Krauthamer, vicepresidente senior y director global de Gestión de Productos y Estrategia de AllianceBernstein.

 

Las opiniones expresadas en esta columna no constituyen un análisis, asesoramiento de inversión o recomendación comercial, y no representan necesariamente las opiniones de todos los equipos de gestión de carteras de AB, además de estar sujetas a revisión con el paso del tiempo.

Farma: ¿innovación por el bien de todos?

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Foto cedida. Farma

En los últimos doce meses, la rápida respuesta de la industria farmacéutica a la pandemia de COVID-19 produciendo vacunas efectivas ha demostrado la genialidad de la ciencia y ayudado al sector a reparar un tanto su reputación, subrayan desde BNP Paribas Asset Management en el marco de su serie de artículos de análisis La Gran Inestabilidad.

La colosal tarea de vacunar a todo el planeta ha comenzado, pero la envergadura de este reto logístico significa que la implementación llevará años. El avance inicial ha sido lento e irregular, y el número creciente de nuevas variantes del virus plantea dudas sobre la efectividad a largo plazo de las vacunas que se están produciendo.

La pandemia ha presentado una oportunidad a las grandes farmacéuticas de demostrar su contribución a la humanidad, pero… ¿puede cambiar para siempre su reputación? 

Un punto de partida precario

En septiembre de 2019, una encuesta de Gallup en Estados Unidos reveló que la industria farmacéutica es “el sector que goza de menos estima entre los estadounidenses”: en último lugar en una lista de 25 áreas de actividad, las empresas farmacéuticas suscitan una opinión extremadamente negativa entre el público. Este es también el caso en otros lugares del mundo, sobre todo en el universo desarrollado.

Gran parte de esta crítica procede de la presunta aplicación de precios excesivos en medicamentos, y de la percepción de las compañías farmacéuticas como usureras egoístas sin conciencia social alguna. El presidente Trump arremetió con frecuencia contra el sector durante su mandato, mientras que la administración Biden ha indicado que tratará de reducir los precios de los fármacos. La propaganda antivacunas ya era rampante antes de la pandemia: el aumento de los casos de sarampión se atribuyó a la baja aceptación de las vacunas disponibles, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró la renuencia a vacunarse como una de las diez mayores amenazas para la salud global.

Una transformación espectacular

Cuando la OMS confirmó que el brote de COVID-19 era una pandemia, en marzo de 2020, pocos esperaban que hubiera una vacuna lista, aprobada y en uso a fin de dicho año. Sin embargo, los científicos se pusieron rápidamente manos a la obra y las pruebas de fase 1 de las vacunas de Oxford/AstraZeneca y Pfizer/BioNTech comenzaron en la primavera de 2020.  En noviembre, dichas vacunas habían demostrado tener niveles de eficacia aceptables y pasaron a la fase de aprobación en todo el mundo.

El ritmo de la respuesta fue verdaderamente asombroso; de hecho ha sido el desarrollo de una vacuna más rápido de la historia. Para poner esto en contexto, las pruebas clínicas llevan una media de 6 a 7 años, y la aprobación regulatoria requiere tiempo adicional.

Una implementación de vacunas irregular

A comienzos de febrero, el número de vacunas contra el COVID-19 administradas en todo el mundo superó el número de casos confirmados. Fue un comienzo alentador, pero todavía falta mucho para tener el virus bajo control.

La complejidad logística de vacunar a todo el planeta no puede subestimarse, por no hablar del coste que ello conlleva. Así, no sorprende que los países ricos figuren en los primeros puestos de la clasificación de la vacunación global. Hoy en día, la estabilidad de la cadena de suministro es la mayor preocupación, e incluso las naciones desarrolladas no son inmunes a estos temores. La Unión Europea fue acusada de proteccionismo cuando amenazó con controlar las exportaciones de vacunas fabricadas en su territorio al temer por su propio abastecimiento.

El presidente de la OMS ya había criticado el marcado sesgo de las tasas de vacunación hacia países más ricos, advirtiendo de que el mundo se hallaba al borde de un «fracaso moral catastrófico» si no se hacía más para respaldar a los países más pobres. El año pasado, la OMS creó la organización COVAX para tratar de asegurar una distribución equitativa: hasta la fecha, la entidad solo ha logrado la mitad de su objetivo de proporcionar 2.000 millones de dosis gratuitas o a menor coste. Los países ricos, no obstante, han declarado que si tienen existencias excedentes las cederán a iniciativas que respaldan programas de vacunación en países más pobres.

De modo similar, la distribución de vacunas a las áreas más pobres del planeta se vería enormemente acelerada si las empresas productoras estuvieran dispuestas a renunciar a sus derechos de propiedad intelectual en ciertas regiones. De momento existe renuencia a ello, pero tal gesto podría dar un fuerte impulso a la reputación del sector. 

¿Una oportunidad rentable?

Los precios de los fármacos y la capacidad de generación de beneficio de las empresas farmacéuticas son dos aspectos centrales de la mala reputación del sector, y el potencial de beneficio de la vacuna contra el COVID-19 será objeto de intenso escrutinio. De las tres vacunas iniciales en aprobarse, la de la británica AstraZeneca es actualmente la más barata, con un precio de unos 4 dólares por dosis. La compañía ha declarado que este precio bajo cubre meramente su coste y permanecerá a este nivel mientras dure la pandemia. La firma biotecnológica Moderna ha fijado un precio para su vacuna de 37 dólares la dosis, y la de BioNtech/Pfizer cuesta 19,50 dólares por dosis. Ninguna de estas empresas ha emulado el compromiso sin ánimo de lucro de AstraZeneca y, según previsiones de Morgan Stanley, la colaboración entre BioNtech y Pfizer va a generar 13.000 millones de dólares de ventas globales de su vacuna.

También es importante reconocer que estos adelantos científicos se han logrado gracias a miles de millones en respaldo gubernamental y filantrópico. Según la empresa de análisis de datos científicos Airfinity, los gobiernos han contribuido con 7.400 millones de euros a la investigación para una vacuna contra el COVID-19, mientras que las organizaciones sin ánimo de lucro han donado casi 1.700 millones de euros adicionales.

Obviamente, las compañías farmacéuticas tienen derecho a ganar dinero con sus logros, pero… ¿en qué momento se convierte la remuneración del éxito en usura, sobre todo cuando ha habido financiación pública?

Vacunar o no vacunar…

Más allá de las empresas farmacéuticas propiamente dichas, el concepto de la vacunación también se enfrenta a un obstáculo considerable de relaciones públicas. Aunque un estudio sobre la aceptación en el contexto del coronavirus publicado en Nature Medicine y llevado a cabo en 2020 en 19 países mostró una aceptación mundial media del 71,5%, existen diferencias considerables entre países. Naciones europeas como Francia, Polonia y Rusia parecen ser especialmente escépticas, con niveles de aceptación del 59%, 56% y 55%, respectivamente.

Las implicaciones de esta renuencia a la vacunación son significativas. Como han afirmado muchos comentaristas, la única forma de vencer al virus es hacerlo todos juntos. Para lograr la inmunidad colectiva, los gobiernos deberán trabajar duro para refutar la avalancha de desinformación que circula por internet.

El reto de las variantes

Aunque un número creciente de vacunas han demostrado ser efectivas, la labor de las farmacéuticas todavía no ha terminado. La aparición de nuevas cepas de Sars-Cov-2, el virus que causa el COVID-19, está dando pie a nuevos temores en torno a la eficacia a largo plazo de las vacunas. 

Los científicos han manifestado tener confianza en que las vacunas pueden ajustarse con rapidez, pero todavía existen implicaciones para el público en general. ¿Mutará el virus con suficiente rapidez para dejar obsoletas a las vacunas existentes? ¿Durante cuánto tiempo brindarán inmunidad? ¿Será necesario vacunarse de nuevo con regularidad, como con la gripe? Este último escenario plantea la perspectiva insólita pero cada vez más probable de que el mundo deba vacunarse cada año, y cabe preguntarse cómo financiar tales programas.

Heroísmo farmacéutico

Pese a esta lista de preguntas sin respuesta, una cosa está absolutamente clara: merece ser aplaudida la dedicación de gobiernos, filántropos, servicios sanitarios y (sobre todo) las empresas farmacéuticas responsables de la rápida producción de las vacunas contra el COVID-19.

Las pandemias tienen precedentes, pero la medicina moderna ha demostrado estar mejor equipada que nunca para combatirlas. Este resultado presenta un excelente escaparate desde el que exhibir lo que puede lograrse cuando estos actores colaboran unidos por un objetivo común.

Ya sea combatiendo los trastornos provocados por esta pandemia o abordando futuras crisis sanitarias, el sector de la salud evoluciona rápidamente y la industria farmacéutica se halla a la vanguardia de estas innovaciones disruptivas. En BNP Paribas Asset Management creen que la disrupción presenta oportunidades. Es por ello que continúan indagando más allá de la superficie, en busca de oportunidades para que los inversores no solo logren rentabilidad de inversión a largo plazo, sino que también inviertan por el bien de la sociedad en su conjunto.

 

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Rentabilidad y un horizonte de inversión a largo plazo: los dos atractivos de los ETFs temáticos

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Pixabay CC0 Public Domain. Altas rentabilidades y horizonte de inversión a largo plazo: los dos atractivos de los ETFs temáticos

El universo ETF sigue desarrollándose con fuerza. Tras la sólida demanda que durante el último año han experimentado los ETFs ESG, los expertos han detectado una nueva tendencia: la mayor popularidad de los ETFs temáticos. Esta clase de vehículo no es nuevo, pero sí se ha detectado un renovado interés por acudir ETFs para tener una exposición temática, según el informe European Thematic Roundup 2020 elaborado por Morningstar. 

El documento, que analiza los ETFs temáticos que seleccionan las posiciones en función de su exposición a un tema de inversión específico, explica que estos fondos intentan sacar provecho de las tendencias macro o estructurales a largo plazo, como los cambios medioambientales, los cambios demográficos o los avances tecnológicos. Según sus conclusiones, los activos gestionados casi se triplicaron, pasando de 8.200 millones de euros a un máximo histórico de 22.700 millones de euros.

De hecho, apunta que las elevadas rentabilidades de los ETFs temáticos europeos han ayudado a atraer un récord de 9.500 millones de euros en entradas netas. Más de la mitad de las entradas netas se canalizaron hacia los fondos temáticos de transición energética o conectividad. Respecto a la rentabilidad, y pese al turbulento año que fue para los mercados 2020, los ETFs temáticos destacaron considerablemente: 33 de los 36 ETFs temáticos cotizados en Europa superaron al índice MSCI World y la mayoría por un amplio margen. “Incluso los temáticos que tuvieron peores resultados consiguieron retornos positivos”, matizan desde Morningstar. 

Otro dato que dice mucho de la salud de esta clase de vehículos de inversión es que se lanzaron 17 nuevos ETFs temático, todo un récord, y ninguno tuvo cerrar. Según explican desde Morningstar, además, el crecimiento del mercado también ha atraído a nuevos participantes. El más notable de ellos es el especialista en ETFs temáticos con sede en Estados Unidos, Global X, que actualmente gestiona más de 17.000 millones de euros en activos en los Estados Unidos. Sus primeros lanzamientos europeos cubren los videojuegos e eSports así como la telemedicina y la salud digital, y se espera que se lancen más.

Los ETFs temáticos en Europa emergieron como uno de los grandes ganadores en 2020, las rentabilidades espectaculares ayudaron a atraer un récord de 9.500 millones de euros en nuevos activos netos a lo largo del año. Estos fuertes flujos ayudaron a que los activos gestionados más que se duplicaran, pasando de 8.200 millones de euros a un máximo histórico de 22.700 millones de euros”, explica Kenneth Lamont, Analyst, Manager Research, Passive Strategies, de Morningstar.

Según matiza Lamont, un tercio, es decir 3.100 millones de euros, de todas las entradas netas de ETFs temáticos se destinaron a fondos temáticos de transición energética a lo largo del año. “La perturbadora volatilidad experimentada en los mercados de petróleo llevó a muchos a buscar alternativas y a reevaluar el riesgo asociado y el rendimiento de las fuentes de energía alternativas. El resultado favorable de las elecciones en los Estados Unidos y otros acontecimientos políticos favorables al medio ambiente en todo el mundo también fueron favorables”, concluye.

Global Multi-Asset Income: por qué la defensa es la mejor forma de ataque

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Aunque 2020 ahora está consignado en el espejo retrovisor, los libros de historia siempre tendrán un punto de referencia cuando la gente pida un ejemplo de caos sin precedentes en los mercados financieros. Dado que ahora tenemos a la vista la llegada de las vacunas, es comprensible que la atención se centre en la forma que toma la recuperación, pero según indican Jason Borbora-Sheen, co-gestor de la estrategia Global Multi-Asset Income Fund (GMAI) junto con John Stopford, y Ellie Clapton, especialista de cartera en Ninety One, vale la pena recordar la naturaleza asombrosa del trastorno, particularmente en la primera mitad del año.

En los mercados financieros, la irrupción del COVID-19 provocó el mercado bajista más rápido de la historia, los diferenciales crediticios se ampliaron rápidamente y los bancos centrales y los gobiernos proporcionaron niveles de apoyo sin precedentes para apuntalar las economías. Lo que siguió fue una mayor volatilidad, con la mayoría de las clases de activos de crecimiento repuntando a un ritmo asombroso, solo para refluir y fluir más adelante en el año en medio de preocupaciones sobre las segundas olas del virus.

Para aquellos inversores que buscan un ancla defensiva consistente dentro de su cartera, los mercados de capitales fueron un desafío para navegar en 2020. Sin embargo, fue posible obtener una rentabilidad total positiva durante el año, al tiempo que se mitigó la severa caída durante la liquidación de marzo.

La consistencia es un activo valioso

En medio de toda la incertidumbre, 2020 marcó el séptimo año positivo consecutivo para el Global Multi-Asset Income Fund (GMAI), manteniendo su récord de rendimientos positivos cada año calendario desde su inicio en mayo de 2013. Desde el punto de vista de Ninety One, un perfil de rentabilidad tan consistente y positivo entregado con una volatilidad «similar a la de los bonos» (2) lo convierte en una ancla defensiva que en el largo plazo es atractivo en las carteras de clientes.

La estrategia GMAI tiene ahora una historia relativamente larga y el tema recurrente es el de la resiliencia. Desde su creación, la estrategia ha atravesado una serie de eventos de mercado importantes y ha brindado protección a la baja contra tres caídas importantes del mercado de valores que tuvieron impulsores muy distintos. Primero vinieron los temores de recesión global provocados por la debilidad en el sector manufacturero chino (2015/16), luego se vieron caídas en los activos cruzados en respuesta a la reversión de la flexibilización cuantitativa y las correspondientes subidas de tipos (2018), y finalmente los eventos simultáneos de la irrupción del COVID-19 y la volatilidad del precio del petróleo a principios de 2020. Es importante destacar que, si bien la estrategia GMAI ha brindado protección a la baja, también ha podido recuperarse de los mercados a la baja de manera rápida y participar de manera significativa en años positivos como 2017 y 2019.

Ninety One

¿Cómo se ha logrado tal coherencia?

A pesar del entorno más difícil en 2020, el proceso probado y comprobado que sigue Ninety One en su estrategia GMAI les permitió continuar cumpliendo con sus objetivos, como lo ha hecho desde su lanzamiento. Esto, en la opinión de Ninety One, demuestra por qué la estrategia está bien posicionada para actuar como una ancla defensiva en las carteras de los clientes. Hay tres elementos centrales de la estrategia GMAI que Ninety One cree claves para continuar cumpliendo con las expectativas del cliente, sin importar el entorno:

  • 1. Un enfoque de retorno total: usar los ingresos como motor confiable

En Ninety One creen que es crucial tener un motor claro para generar retornos, y los ingresos han sido el componente más importante y confiable de los retornos totales en todo el universo de inversión. En general, los inversores pueden confiar mucho más en los ingresos que pagará una inversión que en si generará una ganancia o una pérdida. Por lo tanto, si el objetivo es producir un rendimiento positivo de manera constante, en la gestora Ninety One cree que apuntar a un rendimiento total compuesto principalmente por un rendimiento atractivo respaldado por activos con una sólida generación de flujo de efectivo es más apropiado que tratar de generar ganancias de capital significativas.

Ninety One

Por lo tanto, una proporción significativa del rendimiento total de la estrategia GMAI se ha derivado, y se espera que se siga derivando, de los ingresos. Desde su creación, la estrategia ha generado un rendimiento resistente de alrededor del 4% anual, independientemente del contexto del mercado. Esta entrega de un flujo de ingresos resiliente para sus inversores no ha dependido de los ingresos producidos sintéticamente, a expensas de eliminar los ingresos del capital, ni a costa de una mayor volatilidad.

En Ninety One creen que un proceso de búsqueda de un rendimiento total defensivo, que utiliza los ingresos como motor del rendimiento, es adecuado no solo en el clima actual, donde los paquetes de estímulo han llevado los rendimientos de los bonos a mínimos previamente impensables y las estrategias de apreciación del capital agresivas o complejas están sujetas a una volatilidad sustancial, sino en cualquier entorno en el que los inversores busquen una fuente de rentabilidad más fiable.

  • 2. El proceso de la estrategia GMAI: sencillo y eficaz

El enfoque que sigue el proceso de inversión de la estrategia GMAI es simplificar las cosas. En Ninety One no confían en las grandes llamadas de asignación de activos e instrumentos complicados, creen que los rendimientos atractivos ajustados al riesgo se pueden lograr mejor mediante una selección de valores resilientes centrada en los ingresos, combinada con un proceso claro de gestión de riesgos y de mitigación de las pérdidas en los mercados bajistas.

La selección de títulos

Un análisis bottom-up en profundidad se utiliza para tratar de descubrir generadores de ingresos resilientes cuyas características estén alineadas con la filosofía de la estrategia, mejorando así la probabilidad de cumplir con éxito los objetivos de la estrategia GMAI.

En Ninety One buscan una combinación de rendimiento por dividendo o cupón, unos flujos de ingresos del valor resilientes y el potencial de alcista del capital. La naturaleza ascendente de su proceso de selección también les permite integrar el análisis ESG en la toma de decisiones de manera mucho más efectiva que los pares que confían (o se centran en) un enfoque descendente e invierten en miles de valores.

Diversificación estructural

La estrategia GMAI no adopta un enfoque tradicional para la asignación de activos, prefiriendo centrarse en la volatilidad y correlación de cada valor en lugar de su etiqueta de clase de activo. Para Ninety One, hay tres tipos de valores: Crecimiento (correlación positiva con la renta variable), Defensivo (correlación negativa con la renta variable) o No correlacionado (relación variable).

Las operaciones genuinamente no correlacionadas son difíciles de conseguir, por lo que asignan una proporción mucho mayor de la cartera a valores de crecimiento y defensivos que tienen correlaciones más «conocidas». Cuando se combina de una manera apropiada, esto ha resultado en un flujo de retorno positivamente sesgado con una beta baja de mercado, lo que significa que la estrategia GMAI puede actuar como un bloque de construcción útil en las carteras de clientes.

Gestión de riesgos en las caídas

En la opinión de Ninety One, es importante eliminar el riesgo de una estrategia de inversión sin sacrificar materialmente los rendimientos potenciales. Sin embargo, Ninety One tiene un conjunto de herramientas amplio y flexible a su disposición que les permite gestionar activamente y reducir temporalmente el riesgo mientras mantienen su asignación a los valores subyacentes generadores de ingresos que actúan como motor de rentabilidad.

Por ejemplo, durante el tumultuoso primer trimestre de 2020, el equipo gestor de la estrategia GMAI redujo la exposición a la renta variable del 20% al 7%, antes de aumentarla a aproximadamente el 15% a fines de marzo para aprovechar las atractivas valoraciones. La amplitud de este conjunto de herramientas significa que evitaron depender de los bonos del gobierno para la diversificación, que pueden comportarse de manera inconsistente y se ven amenazados si la inflación aumenta. Como se explica en la siguiente sección, este conjunto de herramientas ha sido eficaz para reducir el riesgo. Además, es fácil de entender.

Ninety One

  • 3. Un conjunto de herramientas de cartera flexible que permite la coherencia en el cumplimiento de los objetivos

Cobertura de renta variable: el equipo gestor de Ninety One puede reducir la sensibilidad a la renta variable de la cartera mediante el uso de opciones y futuros sobre índices de renta variable. Estos instrumentos rastrean el desempeño de varios mercados regionales y su selección de coberturas está diversificada y refleja los ingresos subyacentes de las compañías que tienen en cartera. Por lo general, ha hecho uso de futuros (que no implican un costo total) en períodos de tensión del mercado para proteger el Fondo sin renunciar a los dividendos de las posiciones subyacentes, esto fue particularmente útil en 2018 y 2020 cuando la beta de la estrategia GMAI se situó en niveles cercanos a cero.

Ninety One

Gestión de la duración y la curva: en Ninety One tienen la capacidad de ajustar la duración general de la cartera y la sensibilidad a los cambios en las tasas de interés mediante el uso de futuros de bonos y permutas de tasas de interés (swaps); esto resultó particularmente valioso en un año como 2018, cuando la duración de la cartera se redujo a menos de un año. En Ninety One creen que será una herramienta útil en el entorno que se avecina dada la diversificación y los rendimientos menos fiables de los activos tradicionalmente defensivos, como los bonos del Estado. La duración actualmente es de poco menos de dos años.

Divisas: la mayor parte de la estrategia se cubrirá de nuevo a su divisa base (dólares estadounidenses). Sin embargo, en Ninety One pueden asumir, y asumen, algún riesgo cambiario activo. En la actualidad, su mayor exposición activa a divisas es el yen japonés (2%), que mantiene por sus atributos de «refugio seguro», lo que arrojó un rendimiento significativo durante 2020.

Un núcleo de la cartera confiable

En el transcurso de los últimos siete años, la estrategia GMAI ha logrado un historial exitoso a la hora de navegar por contextos de mercado variados y, a menudo, desafiantes. Dada la recuperación significativa en los activos de riesgo de los mínimos de la venta masiva del COVID-19, muchos ahora parecen costosos.

Además, con la posibilidad de que la inflación se recupere, los activos de renta fija pueden verse sometidos a presión. Por lo tanto, en Ninety One siguen creyendo que un enfoque de rendimiento total como el GMAI está bien posicionado para continuar ofreciendo un perfil de rendimiento defensivo atractivo que protege a la baja y captura al alza.

De cara al futuro, en Ninety One creen que la exposición a una beta de renta variable relativamente baja, y una volatilidad menor de la estrategia GMAI, junto con una expectativa de rentabilidad razonable a largo plazo impulsada por un rendimiento atractivo y resiliente, la convierten en una participación fundamental y fiable en la cartera de un inversor.