Cuatro claves para afrontar el boom de los bonos verdes

  |   Por  |  0 Comentarios

Victor Garcia Garden by Bay Green Trees Unsplash
Pixabay CC0 Public DomainVictor Garcia. Victor Garcia

El extraordinario crecimiento de la emisión de deuda con un enfoque ambiental, social y de gobernanza (ASG) en los últimos años ha colocado a la inversión responsable a la vanguardia de la gestión de activos de renta fija, con el aumento de la emisión de bonos “verdes” (deuda vinculada a proyectos respetuosos con el medio ambiente) como una de las principales fuerzas impulsoras de esto, en particular. El desarrollo del mercado ha brindado grandes oportunidades a los gestores, con acceso a una serie de proyectos muy codiciados y con vocación ecológica, así como a nuevas oportunidades para encontrar fuentes de  rendimiento.

No obstante, la creciente popularidad de este segmento oculta varios retos únicos a los que se enfrentan los gestores a la hora de abordar el mercado de bonos verdes. Pese a parecer incorporar una prima perfectamente establecida en comparación con los bonos  convencionales, por ejemplo, el mercado en su conjunto carece de normas concretas y exigibles sobre criterios tales como etiquetado e informes. Además, el amplio espectro de lo que se entiende por “verde” expone al mercado al riesgo de ecoblanqueo, al haber empresas que pueden emitir bonos certificados como verdes con definiciones muy laxas. Los problemas de gobernanza, resultantes de la vinculación de los bonos con proyectos en lugar de empresas, son también una cuestión peliaguda.

Con el crecimiento del mercado, es posible que veamos más casos controvertidos que hagan reflexionar a los gestores. Para ayudar a salvar estos escollos, los inversores deberían adoptar un enfoque a largo plazo en su selección de títulos en el convencimiento de que, con el tiempo, cabe esperar que las empresas que manifiestan un compromiso sistemático con las prácticas ecológicas se verán recompensadas.

T. Rowe Price

Los bonos verdes son emisiones en las que el capital captado se usa para financiar o refinanciar proyectos específicamente relacionados con el clima o el medio ambiente. Los bonos sociales son emisiones en las que el capital captado se usa para financiar o refinanciar proyectos destinados específicamente a crear resultados sociales positivos en las comunidades. Los bonos de sostenibilidad son emisiones en las que el capital captado se usa para financiar o refinanciar una combinación de proyectos o actividades ecológicas y sociales. Los bonos ligados a la sostenibilidad están estructuralmente vinculados a la consecución de objetivos climáticos o de desarrollo sostenible más amplios por parte del emisor.

Los bonos verdes están impulsando el auge de la deuda ASG

A pesar del auge de las emisiones relacionadas con cuestiones sociales el año pasado a raíz de la necesidad de proyectos que generaran empleo, los bonos verdes han dominado ampliamente el espacio ASG en los últimos tiempos. En dólares estadounidenses, los bonos verdes representaron entre el 70% y el 85% del total de emisiones relacionadas con cuestiones ASG cada año entre 2016 y 2019. Y aunque lo social ocupó el primer puesto el año pasado, impulsado principalmente por los títulos emitidos en el marco del programa de la Unión Europea SURE (siglas en inglés de «apoyo temporal para atenuar los riesgos de desempleo en una emergencia»), una iniciativa para ayudar a los Estados miembros a paliar el impacto negativo de la pandemia de coronavirus, las cifras en el espacio verde siguen subiendo en términos absolutos. Tan solo en el primer trimestre de este año, se ha emitido deuda por valor de 117.000 millones de dólares. Considerando que en todo 2017 se emitieron 120.900 millones de dólares en bonos verdes, es evidente la senda de crecimiento continuado de esta clase de activos.

«La naturaleza cada vez más diversa del mercado de bonos verdes también podría respaldar su crecimiento continuado.»

La naturaleza cada vez más diversa del mercado de bonos verdes también podría respaldar su crecimiento continuado. Si bien las emisiones de los sectores financiero, utilities y público dominan en gran medida el espacio, el creciente número de emisiones de otros sectores podría ser un indicio de la maduración de la clase de  activos. En el primer trimestre de 2021 se produjeron emisiones de bonos verdes en 10 sectores corporativos diferentes, una cifra récord en los últimos cinco años, además de un aumento de su valor en dólares. Algunos ejemplos recientes de emisores corporativos de gran reputación nuevos en el mercado son Daimler, Volkswagen y Volvo, que emitieron bonos verdes inaugurales con dos meses de diferencia a finales de 2020.

«…a menudo se infravalora la complejidad de los títulos que están sacando al mercado los emisores de bonos verdes y, en nuestra opinión, esto podría dar lugar a sorpresas desagradables para los inversores en el futuro.»

El aumento de la emisión de bonos verdes se produce en un momento en que la demanda de títulos ASG parece insaciable. Con todo, esta tormenta perfecta de oferta y demanda en auge podría acarrear un coste si los inversores no tienen cuidado. En particular, a menudo se infravalora la complejidad de los títulos que están sacando al mercado los emisores de bonos, lo que en el futuro podría deparar sorpresas desagradables a los inversores.

La deuda ASG requiere un análisis más profundo

Uno de los riesgos que corren algunos inversores es no aplicar un nivel adecuado de diligencia a los bonos, lo cual podría obedecer a dos factores. De un lado, a medida que aumenta la demanda de los inversores, otro tanto sucede con sus asignaciones de títulos de crédito con calificación verde. Con el tiempo, esto podría crear una dinámica en la que la asignación en cuestión resulte demasiado grande para que un solo inversor examine adecuadamente los créditos seleccionados. Esto podría llevar a los inversores a comprar bonos verdes ecolavados, es decir, valores con etiqueta ASG que realmente se emiten con fines más financieros que ecológicos.

T. Rowe Price

Al margen de la dinámica, el análisis del bono en sí mismo también es clave sobre todo entender que el bono está ligado a un proyecto verde, no a la empresa que lo emite. Si bien a primera vista esto podría parecer irrelevante, lo cierto es que podría dar lugar a algún tipo de incongruencia cognitiva entre la propuesta respetuosa con el clima de una firma y sus prácticas empresariales en general. Por ejemplo, financiar un proyecto destinado a reducir las emisiones de carbono puede ser una propuesta atractiva, pero ¿qué valor tiene realmente si la empresa que lo promueve ha visto aumentar sus emisiones totales año tras año?

En un orden más práctico, no tener en cuenta esta separación entre bono, proyecto y empresa puede tener consecuencias nefastas para los inversores. Un  ejemplo reciente son los bonos verdes emitidos por el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México para financiar la construcción de un nuevo aeropuerto para la capital del país en 2016 y 2017. El fideicomiso captó 6.000 millones de dólares y la deuda incluso obtuvo evaluaciones verdes de Moody’s y S&P. Ahora bien, en 2018, el recién elegido gobierno mexicano detuvo la construcción del aeropuerto. Más tarde, Moody’s despojó de su calificación verde a estos bonos, pero siguieron manteniendo la etiqueta verde a pesar de que ya no financiaban ningún proyecto ecológico.

Otro ejemplo es la compañía de energía renovable Innogy, propiedad de RWE, que emitió un bono verde en 2017. Los 850 millones de euros procedentes de la emisión se destinaron a refinanciar cinco parques eólicos europeos. Al año siguiente, sin embargo, un acuerdo alcanzado por RWE y su rival E.ON hizo que Innogy y la mayor parte de sus pasivos pasaran a manos de esta última; en cambio, los parques eólicos siguieron bajo la órbita de RWE. Los ingresos de Innogy se reasignaron finalmente a proyectos de redes de energía renovable pero, independientemente de ello, la situación pone de manifiesto la relativa facilidad con la que los proyectos de bonos verdes pueden desvincularse de su origen financiero.

Es preciso que mejore la normativa

Lo anterior se ve agravado por la falta de claridad y aplicación de las normas a nivel internacional. A pesar de que sí existen niveles de diligencia y supervisión, como las directrices de la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA), una iniciativa ampliada de bonos climáticos alineada con el Acuerdo de París que se basa en los principios de la ICMA, así como en normas y en la taxonomía sobre bonos verdes establecidas por la Unión Europea, estas medidas siguen siendo meramente  voluntarias. Además  aunque las agencias de calificación sostenible ofrecen cierto grado de control, algunas cobran comisiones a las empresas por proporcionar una calificación ASG, generando un conflicto de intereses inherente.

Todo esto se ve complicado por quién otorga la calificación de verde a un bono: todos los bonos ASG, no solo los verdes, son autocalificados, lo que significa que para que un bono sea catalogado como verde, su emisor simplemente tiene que etiquetarlo como tal en el momento de la emisión. Aun cuando la existencia de ciertas normas y calificaciones alivian algunos de los riesgos inherentes a los bonos declarados verdes por sus propios emisores, creemos que todavía hay mucho por hacer para que el mercado pueda tener plena confianza en un conjunto de normas y reglamentos exigibles que regule los títulos calificados como  verdes.

El mismo riesgo, pero con un coste probablemente mayor

Junto a estos factores, los inversores han de considerar igualmente si están dispuestos a pagar el coste adicional que a menudo conlleva la compra de bonos verdes en vez de sus homólogos convencionales. La denominada prima “greenium” (o descuento si hablamos en rentabilidades) existe a pesar de que, estructuralmente, no hay ninguna diferencia entre los bonos verdes y los no verdes de un emisor; en apariencia, ambos entrañan el mismo riesgo. Esto es visible en varios mercados, pero es particularmente notorio en Estados Unidos, donde los bonos verdes con vencimientos superiores a 10 años han tenido un precio, en promedio, unos 10 puntos básicos más ajustado que el de sus equivalentes convencionales. Dados los problemas que hemos señalado en relación con la etiqueta verde, esto puede ser motivo de consternación entre los inversores.

Mirando más allá de la etiqueta de bono verde

Así pues, es fundamental que los inversores tengan en cuenta estos factores a la hora de evaluar los puntos de entrada en el mercado de bonos verdes. La clase de activos puede ofrecer oportunidades; ahora bien, la falta de investigación y preparación podría acarrear problemas.

T. Rowe Price

 

«A nuestro juicio, a la hora de invertir en el espacio de los bonos verdes hay que ir más allá de la etiqueta, aunando el análisis fundamental con una mentalidad colaborativa.»

En nuestra opinión, acercarse al espacio de los bonos verdes es mirar más allá de la etiqueta, combinando el análisis fundamental con una mentalidad colaborativa. Con esto en mente, creemos que las siguientes son algunas de las principales prioridades que hay que tener en cuenta a la hora de invertir en deuda centrada en el medio ambiente.

  • Mirando al futuro. Analizar el perfil ASG de una empresa en el presente es solo la mitad de la tarea..Para ayudar en la selección de títulos, los inversores deben plantearse cuán probable es que evolucione el perfil ASG de una empresa en el futuro, en lugar de cómo es dicho perfil en abstracto.
  • Verificar los marcos. Dado el riesgo de ecoblanqueo, es importante evaluar cómo se alinean los propios marcos de bonos verdes de un emisor con las normas internacionales existentes para identificar cuán ecológico es el bono. También podrían recabarse opiniones de segundas partes.
  • Hacer un seguimiento. Supervisar e informar de manera permanente después de la emisión puede ayudar a que las empresas cumplan con sus compromisos. Analizar el uso dado a los fondos captados (desde la credibilidad y la ambición transmitidas en los actos de presentación de las emisiones de bonos verdes hasta el empleo efectivo a lo largo del tiempo) también ayuda a establecer el historial de una empresa sobre su seriedad en materia ASG.
  • Conocer los propios límites. Si bien proteger el medio ambiente es un eje de la inversión, conviene recordar que la búsqueda de valor relativo entre un grupo de activos similares es también clave, sobre todo teniendo en cuenta que el ecoblanqueo suele redundar en valoraciones aún más exigentes.

La inversión con conciencia ASG está ya firmemente arraigada en los mercados de renta fija. El auge de los bonos verdes da fe de ello; ahora bien, la abrumadora dinámica de oferta y demanda ha generado un entorno que puede ser explotado por emisores que buscan socavar las nobles pretensiones de una inversión con conciencia climática. Con todo, a nuestro juicio, el mercado recompensará a largo plazo a los emisores que presenten marcos ecológicos creíbles y ambiciosos, y los inversores deberían tener esto en cuenta a la hora de seleccionar títulos.

 

Tribuna de Matthew Lawton, gestor de carteras sectoriales en la división de renta fija de T. Rowe Price

 

 

 

Los valores concretos que se mencionan y se describen en el presente documento tienen fines meramente informativos, por lo que no podrán entenderse como recomendaciones.

Información importante

Este material se proporciona únicamente a efectos informativos generales y/o de marketing. El material no constituye ni conlleva compromiso alguno de prestar asesoramiento de ninguna clase, incluido asesoramiento de inversión fiduciaria, ni tiene por objeto servir de base principal para una decisión de inversión. Se recomienda a los inversores potenciales que obtengan asesoramiento independiente de índole jurídica, financiera y fiscal antes de tomar cualquier decisión de invertir. El grupo de sociedades de T. Rowe Price, incluidas T. Rowe Price Associates, Inc. y/o sus filiales, reciben ingresos de los productos y servicios de inversión de T. Rowe Price. La rentabilidad pasada no es un indicador fiable de rendimiento futuro. El valor de una inversión y los ingresos que de ella se derivan pueden aumentar o disminuir. Los inversores podrían recuperar un importe inferior al invertido.

El material no constituye una distribución, oferta, invitación, recomendación o incitación general o personal para vender o comprar valores en cualquier jurisdicción o para llevar a cabo cualquier actividad de inversión particular. El material no ha sido revisado por ningún organismo regulador en ninguna jurisdicción.

La información y las opiniones aquí presentadas han sido obtenidas o derivadas de fuentes que se consideran fiables y actuales; ahora bien, no podemos garantizar la exactitud ni la exhaustividad de las fuentes. No existe garantía de cumplimiento de ninguna de las predicciones realizadas. Las opiniones incluidas en el presente documento corresponden a la fecha indicada en el mismo y pueden variar sin previo aviso; dichas opiniones pueden diferir de las de otras sociedades y/o socios del grupo T. Rowe Price. El material no podrá ser copiado ni redistribuido, total o parcialmente, bajo ninguna circunstancia, sin la autorización de T. Rowe Price.

El material no está destinado a ser utilizado por personas de jurisdicciones que prohíben o restringen la distribución del mismo y, en ciertos países, el material se proporcionará unicamente tras la previa solicitud específica del material.

No está destinado para su distribución a inversores minoristas en ninguna jurisdicción.

La economía digital representa ya un 19% del PIB en España

  |   Por  |  0 Comentarios

interface-3593269_1280
Pixabay CC0 Public Domain. La economía digital ya representa un 19% del PIB en España

En 2019, el tamaño de la economía digital en España alcanzó casi el 19% del PIB, según los datos del informe Economía Digital en España, presentado por la Asociación Española de Economía Digital (Adigital) y Boston Consulting Group (BCG).

El documento, que propone una definición de economía digital y establece una metodología para su cálculo, destaca el papel, “cada vez más determinante que la transformación digital está jugando en la economía española”. En este sentido, desde las entidades prevén una aceleración de ese proceso, consecuencia de la crisis generada por el COVID-19. “De ahí la importancia de acotarla y medirla como indicador de prosperidad en España”, aseguran desde Adigital.

El informe distingue entre impacto directo, indirecto e inducido de la economía digital sobre el conjunto de la economía española, deteniéndose especialmente en el primero, que se aproxima ya al 9% del PIB nacional. Esto sitúa a la economía digital como segundo sector más relevante en la economía española, sólo superado por el inmobiliario (12,3%), y por encima de sectores como el alojamiento y la restauración (6,2%) o el comercio minorista (6%).

Pablo Claver, director general y socio de BCG, subraya que “la novedad del informe radica en combinar un enfoque macroeconómico tradicional para la medición de la economía digital con el análisis detallado de numerosos casos de uso digitales. Esta aproximación nos permite cuantificar, de manera sistemática y consistente, el tamaño de la economía digital en España a lo largo de las cadenas de valor de los diferentes sectores”.

El estudio refleja que hay sectores líderes que han adoptado el componente digital como parte de su cultura. Estos agrupan el 33% de la economía digital, pese a representar solo un 3,6% del PIB. Por otro lado, aún quedan sectores que están menos digitalizados y que están acelerando su transformación. Desde BCG, esperan que contribuyan de forma muy importante en los próximos años. “Gracias a esta aceleración esperamos que la inversión digital del sector privado crezca un 6%-7% anual hasta 2025”, añade Claver.

“La digitalización es un potente motor de crecimiento económico (en términos de PIB, competitividad y creación de empleo) y, por eso mismo, también de progreso y bienestar social, y los últimos meses nos han servido para comprobarlo. Por eso, tenemos que hacer una apuesta firme por la tecnología, la innovación y la ciencia como país, con la intervención de todos los agentes implicados, públicos y privados, y la propia ciudadanía, y visión a largo plazo”, advierte Carina Szpilka, presidenta de Adigital.

En este sentido, el informe incluye, además, una serie de recomendaciones para una agenda digital para España. En total, 12 propuestas agrupadas en cuatro grandes bloques para la digitalización: infraestructura y conectividad, capacidades digitales, seguridad, regulación y fiscalidad y emprendimiento e innovación. 

Infraestructura y conectividad:

  1. Asegurar una red sólida de infraestructuras: incluyendo el despliegue 5G y una correcta disponibilidad de este espectro.
  2. Desarrollar un entorno que favorezca y promueva el desarrollo y uso de tecnologías habilitadoras: utilizando herramientas de capacidad de computación como, por ejemplo la nube o la inteligencia artificial, para complementar la conectividad del territorio. 
  3. Promover una administración digital e inteligente: evolucionar hacia una administración totalmente digital, impulsar el uso del big data y aprovechar la capacidad de contratación de la administración para digitalizar la economía. 

Capacidades digitales:

  1. Implantar un plan de educación digital que vaya desde la educación infantil hasta las titulaciones universitarias, incluyendo la formación profesional.
  2. Apoyar un plan de formación digital y tecnológica de los trabajadores y autónomos y utilizar la inclusión de la digitalización como una palanca en el Fondo de Recuperación.
  3. Impulsar un mercado de trabajo de calidad e innovador que incluya la creación de una mesa para el futuro del trabajo y la mejora de la protección del autónomo.
  4. Promover un plan de digitalización de las pymes basado en la capacitación, la simplificación de barreras regulatorias, administrativas y de comercio transfronterizo y la mejora de la colaboración público-privada. 

Seguridad, regulación y fiscalidad:

  1. Garantizar un entorno de confianza, transparencia y seguridad para la economía del dato: con foco en la protección de datos, la transparencia y la ciberseguridad.
  2. Establecer un marco regulatorio inteligente y armonizado: impulsando una regulación transversal, tecnológicamente neutral y válido para el futuro a través de un verdadero Mercado Único Digital en la UE.
  3. Favorecer una gobernanza de la nueva economía: involucrando a actores destacados (por ejemplo plataformas y pymes), Administraciones Públicas, actores económicos y usuarios.
  4. Adoptar una fiscalidad adaptada al siglo XXI: adaptar el marco tributario a la realidad de la economía digital bajo el consenso internacional para impulsar la competitividad empresarial en el mercado global. 

Emprendimiento e innovación:

  1. Facilitar un país emprendedor e innovador, capacitado para el crecimiento: promover las condiciones necesarias para que los actores clave (startups, corporaciones e inversores) se conozcan, interactúen y generen oportunidades. 

Según el informe, la aplicación de estas recomendaciones permitiría cerrar la brecha digital de España con respecto a los líderes europeos que ha puesto de manifiesto la última publicación del DESI de 2020, donde ocupaba la decimoprimera posición. “España se podría acercar a países como Finlandia, Suecia y Dinamarca (primeras tres posiciones en el DESI 2020, respectivamente), especialmente en los ámbitos de conectividad y de capital humano”, subrayan desde Adigital.

Desde Adigital y BCG, aseguran que es el momento apropiado para tomar decisiones de calado que aprovechen todo el potencial de la economía digital y eviten que España se quede atrás en esta carrera tecnológica tan ligada a la prosperidad de un país y a su relevancia geopolítica. El informe completo está disponible en el siguiente enlace.

¿Distopía 2.0? Descifrando el horizonte pos COVID-19

  |   Por  |  0 Comentarios

John Pattullo Janus Henderson(2)
Pixabay CC0 Public DomainJohn Pattullo, codirector de renta fija estratégica de Janus Henderson Investors. John Pattullo, codirector de renta fija estratégica de Janus Henderson Investors

En 2013, empezamos a hablar de la “japonización” de Europa, por similitud con las tasas de crecimiento persistentemente bajas, inflación baja y tipos de interés bajos experimentados por Japón. Mucha gente nos tomó por locos, pero se ha demostrado que teníamos razón. Hace ya algún tiempo que coincidimos con Larry Summers en su radiografía de un estancamiento secular del mundo (antes del COVID-19), por motivos hoy de sobra conocidos: exceso de deuda, demografía, tecnología y escasa productividad.

La crisis sanitaria ha acelerado obviamente muchos de los temas estructurales que afronta el mundo. Los comportamientos han cambiado, muchos de forma permanente, y otros solo temporal. Un ejemplo de un significativo cambio estructural es la tendencia a favor de los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG), que antes de la pandemia empezaban a adquirir masa crítica y ahora han crecido exponencialmente.

Como gestores de renta fija, debemos evaluar qué implican todos los cambios que impactan no solo sobre nuestras carteras, sino también sobre nuestras vidas. Creemos que el futuro tenderá probablemente más hacia la deflación en un contexto de rendimientos de los bonos más bajos, no más altos. Parte de este cambio es definitivo; no hay vuelta atrás al modo antiguo de hacer las cosas. Las disrupciones probablemente solo exagerarán los ganadores y los perdedores, erosionarán los márgenes y concentrarán el limitado crecimiento en un menor número de empresas estadounidenses más dominantes.

Siempre intentamos fijarnos en hacia dónde va el mercado, no solo dónde se encuentra. La obsesión actual con cierta —e inevitable– inflación transitoria esperada a causa de los cuellos de botella en los inputs representa, en nuestra opinión, un pequeño obstáculo para el mercado de renta fija, de envergadura modesta y ya puesto en precio, si se compara con las crecientes fuerzas seculares disruptivas que hoy más que nunca estamos experimentando.

En los siguientes apartados, daré mi opinión sobre los cambios que vemos en el mundo. Advertencia: no esperen un mensaje demasiado alegre.

Los nuevos patrones de consumo están impactando en los ingresos

A finales de abril regresé presencialmente a la oficina tras 14 meses trabajando a distancia. De hecho empecé a teletrabajar una semana antes que mi equipo, pues a finales de febrero de 2020 viajé por trabajo a Uruguay. No puede por menos que reírme el otro día cuando todos recibimos un e-mail de “simulacro” detallando como actuar en caso de desastre. ¿Acaso la estresante experiencia que acabamos de vivir no nos ha enseñado lo insuficiente que puede resultar un sitio formal de recuperación ante desastres? Pero lo cierto es que el trabajo virtual puede florecer.

Las personas somos animales de costumbres; por ejemplo, tomarnos un café cortado (y a menudo un almuerzo de 10 libras) a diario en la cafetería de debajo de nuestro edificio. Se da ya por hecho que la mayoría de nosotros trabajará dos o tres días por semana presencialmente en la oficina; eso implica que los ingresos de la cafetería previsiblemente caerán un 40% y dejará de ser viable. ¿Quién va a costear el alquiler de ese espacio? Sin duda, el propietario puede resolver el contrato con el inquilino actual y dejar el espacio vacío, pero es más probable que mantenga al inquilino y pacten una nueva renta justa de equilibrio, quizá una basada en el volumen de facturación. Todo esto se dilucidará crucialmente en los próximos dos meses a medida que terminen las moratorias del pago de los alquileres (actualmente, el 30 de junio en el Reino Unido). Así, los flujos de caja de los propietarios caerán probablemente de forma significativa (muchos fondos de pensiones son, como es sabido, propietarios de inmuebles). En general, habrá profundas repercusiones en términos de flujos de caja para las empresas de servicios que operan en las zonas céntricas de negocios de cualquier ciudad, por no hablar de los ingresos de los fondos de pensiones.

El horizonte no demasiado halagüeño para el comercio minorista físico

Una reciente encuesta realizada por The British Retail Consortium reveló que el 14% de los locales de las zonas comerciales (tiendas físicas) en el Reino Unido se encontraban desocupados, y la proporción de espacios vacíos en los centros comerciales ha crecido hasta el 18,4%, si bien la tasa de tiendas desocupadas en las galerías minoristas es solo del 10,6%. Estas tendencias no eran demasiado buenas antes de la pandemia, pero han empeorado mucho más con el cambio en las pautas de consumo.

Yo siempre he considerado la mayor parte de las tiendas como una actividad no esencial, pero en las pocas ocasiones que me he adentrado en una, normalmente la respuesta que he recibido ha sido que no tenían mi talla y que buscase online. El Reino Unido lidera el mundo en algunas cosas, y una de ellas es en las compras por Internet. El gráfico 1 muestra la espectacular aceleración de las compras online debida al COVID-19. En palabras de Deutsche Bank, “una década de Amazonización en el lapso de unos pocos meses1”. El resto solo puede tratar de recuperar terreno para no quedar atrás. Curiosamente, nunca he vuelto a esas tiendas que me recomendaron buscar online.

Janus Henderson Investors

La lista de cambios de comportamiento que están impactando en los hábitos de consumo es ilimitada, y en cierto modo todos estamos contribuyendo a ese cambio. Yo no soy muy aficionado a llevar barba o bigote, pero me estoy afeitando la mitad de lo que solía antes del COVID-19; así que debo de estar consumiendo muchas menos cuchillas de afeitar. No gasto en trajes a medida elegantes o en camisas formales (ahora tengo menos necesidad de ello), ni siquiera en tintorerías (estas últimas se vieron especialmente castigadas cuando se prohibió fumar en el Reino Unido, por razones obvias). Por cierto, tengo a la venta una estufa de exterior, si hay algún interesado. Funcionó de maravilla cuando nuestro equipo celebró el tradicional lunch al aire libre en diciembre.

El futuro de las oficinas y de los desplazamientos para llegar a ellas

¿Necesito comprar el bono anual de tren (Transport for London ya acumula 2.000 millones de libras menos respecto a sus ingresos presupuestados)? Jenna (Barnard) y yo viajábamos una vez al trimestre a Jersey para asistir a la reunión del consejo. Hace años probamos a usar la videoconferencia, pero la calidad del sonido era horrorosa y la conexión se cortaba. Sin embargo, el archipopular Zoom es extraordinario y probablemente nos ahorre muchos viajes a Jersey y otros lugares.

Con la pandemia hemos visto lo fácil que es teletrabajar. Barbados ofrece permisos de trabajo durante un año para cualquiera que teletrabaje. Dado la deprimente climatología de la primavera en Londres, tal vez deberíamos haberlo probado. Según el informe de Deutsche Bank “Labor supply is going up, up, up”, la digitalización de la fuerza de trabajo podría llevar a una expansión de la plantilla y previsiblemente reducirá los costes. Como se dice en el informe, Australia ha registrado un repunte de la participación en el mercado laboral impulsada por las mujeres, para quienes las ventajas de la jornada flexible pueden ser mayores. Quizá la deslocalización de todos nuestros empleos —y no solo de los centros de llamadas a la India— permita una mayor participación laboral, lo cual presionará a la baja el crecimiento de los salarios.

Pensemos en la demanda de oficinas; HSBC ha afirmado que su demanda de espacio de oficinas este año es un 20% menor, y será un 40% más baja a un plazo más largo2. En el distrito central de Londres ya se veían muchos carteles de locales disponibles antes del COVID-19. Los optimistas parecen pensar que algunos los ocupará WeWork (oficinas de trabajo compartido) y que el resto se destinará a fines residenciales. Yo lo dudo. Lo más probable es que sigan vacíos.

HSBC también espera reducir a la mitad su presupuesto para viajes de trabajo2. Esto es brutal, pues quien verdaderamente contribuye a los beneficios de la mayoría de las líneas aéreas son los viajeros en clase business. Casi todos los A380 de dos pisos de Emirates permanecían en tierra ya antes del COVID-19 … ¿y lo que de verdad nos preocupa es que el encarecimiento de las tarifas aéreas afecte al índice de precios al consumo?

Cambiando los hábitos de ocio

Los cines son un ejemplo típico y palmario de cambio estructural. Se trata de negocios con elevados costes fijos que dependen mucho de la llegada de películas con gran tirón comercial y de la “ventana” de diferencia entre su estreno en las salas de cine y su disponibilidad en las plataformas de streaming/DVD. Esta “ventana” ha ido haciéndose cada vez más pequeña con los años y durante la pandemia llegó incluso a desaparecer.

Así, nuevamente la dirección de los acontecimientos no se puede calificar de sorprendente, pero su ritmo sí se ha acelerado debido al COVID-19. Disney+ ha empezado a estrenar directamente en streaming, lo que tiene enormes implicaciones para los cines AMC entre otros (los cines AMC, por supuesto, junto con los cruceros Carnival Cruises, se convirtieron en la imagen emblemática para las ayudas con “financiación puente” cuando más azotaba la crisis). Amazon acaba de publicar sus resultados, destacando los 50 millones más de suscriptores a Prime video y el repunte del 70% en la demanda de streaming respecto al año pasado.

Los márgenes de los gimnasios y los entrenadores personales se han visto naturalmente erosionados. La mayoría de las clases online son gratuitas o muy baratas. Por cierto, el coste de las mancuernas se ha disparado con el aumento de la gente que ha empezado a hacer ejercicio en casa. Cuatro de las seis personas que integran nuestro equipo se han comprado bicicletas estáticas Peloton durante el último año… lo que supone decir adiós para siempre a la cuota de suscripción al gimnasio.

Además, dentro del equipo, todos hemos adquirido pantallas extra, auriculares y webcams, pero ¿los seguimos necesitando? Las exportaciones de China a EE. UU. han aumentado un 30% respecto a hace dos años. Dudamos que esto sea sostenible, pues el considerable gasto en artículos para el hogar, en gran parte de carácter puntual, está regresando ahora a los servicios. Dicho lo cual, la gente no se cortará el pelo dos veces para compensar el no habérselo cortado durante el confinamiento, así que parte de este gasto se ha perdido para siempre. Los recientes cuellos de botella en las cadenas de suministro no son una gran sorpresa, pero no deberían confundirse con un cambio estructural en la inflación.

Por último, leí en un artículo que más de tres millones de hogares británicos han adquirido mascotas durante la pandemia3 (desconocía el significado de la palabra “humanización”; mis amigos me dicen que sus perros les hablan, pero yo no estoy tan seguro).  El mismo artículo afirmaba que la mitad de los nuevos propietarios de mascotas británicos tenían menos de 34 años. La Oficina Nacional de Estadística ha añadido incluso las golosinas para perros a la cesta de la inflación del Reino Unido – ¡guau! Determinados negocios y vehículos de inversión relacionados con las mascotas se han beneficiado de esta tendencia. Un ETF especializado en el sector de los cuidados para mascotas, por ejemplo, batió al Nasdaq en el periodo de 12 meses finalizado en mayo4 (recordatorio: los perros no son solo para la época de confinamiento).

Valores familiares y todavía más cambios sociales

Por momentos, tengo la sensación de que el mundo simplemente va demasiado rápido. El ritmo del cambio provoca escalofríos. La vida media de las empresas del índice S&P 500 se ha acortado drásticamente. Creo que quizá el parón nos haya venido bien para percatarnos de que no somos hámsters en una rueda móvil; que la vida familiar y las amistades son esenciales.

En esa línea, Bloomberg publicó un artículo sobre cómo un número notable de estadounidenses adinerados han optado recientemente por jubilarse5, y sabemos que los “millennials” (o la generación Y) tienen un sistema de valores muy diferente al de la generación X (entre los que se incluye un servidor que cumplió 51 el 9 de mayo). Los asesores financieros también indican que están observando un actitud de “disfrutar del momento” entre los clientes de gran patrimonio.

Pero las diferencias están creciendo. El economista francés Thomas Piketty habla de desigualdad intergeneracional, concepto que define como el hecho de que algunas personas afortunadas (solo) adquirirán su riqueza en la “sociedad hereditaria” en la que vivimos, mientras otros solo pueden aspirar a devolver sus préstamos de estudiantes, y ni sueñan con poder comprar su primera casa.

También sabemos que el COVID-19 ha azotado con especial dureza a los sectores más desfavorecidos y a las comunidades negra, asiática y otras minorías étnicas. La actual “inflación de las materias primas” hará que llenar la cesta de la compra semanal salga más caro. El gráfico 2 muestra la evolución alcista del precio de la cesta de alimentos. El presidente Biden está tratando de reducir el grado de desigualdad en la sociedad estadounidense, pero el COVID-19ha hecho más visibles que nunca las enormes disparidades, ilustradas en la denominada recuperación en forma de K.

Janus Henderson Investors

La clase de trabajadores con contratos de cero horas (lo que ha dado en llamarse el “precariado”) son también más vulnerables. Recomiendo la nueva película de Ken Loach “Sorry I missed you” (disponible en Amazon Prime, lo cual no deja de ser irónico), sobre las penurias que vive un trabajador de reparto con contrato de cero horas – sobrecogedora…

Es la adopción extra de tecnología lo que está acelerando el ritmo del cambio. La inteligencia artificial (AI), las estrategias smart beta, los fondos cotizados en bolsa (ETF), las impresoras 3D, la robótica, los algoritmos, no digamos el blockchain y el dinero digital, diría que son predominantemente deflacionistas, crearán disrupción en la sociedad y ahondarán aún más en la desigualdad.

En algunos sectores la disrupción es bienvenida, como en las finanzas. La sanidad también está realizando grandes progresos en este sentido. Yo estoy suscrito a Babylon, el médico por vídeo online del sistema británico de salud (NHS); no se me ocurren muchas medidas más eficientes que esa. La suscripción es gratuita y las pruebas han demostrado que sus sistemas expertos son más precisos que el médico medio a la hora de diagnosticar muchos síntomas.

Seamos prudentes y no nos dejemos engañar por un bienvenido reflejo reflacionista.

Impacto demográfico

Quizá hubiera sido lógico esperar un mini “baby boom” durante el COVID-19, pero en realidad lo que ha sucedido es lo contrario, un denominado “baby bust”. Durante la pandemia, la gente se ha vuelto comprensiblemente más precavida sobre el futuro; los afortunados que han conservado su empleo han ahorrado muchos de sus ingresos, en parte por elección y en parte por imposibilidad de gastarlos. Los franceses han sido históricamente uno de los países más procreadores de Europa; sin embargo, los datos para enero de 2021 muestran una caída de los nacimientos de un 13% en dicho país con respecto al periodo anterior. El año pasado, la tasa de natalidad descendió un 4%, la mayor caída en un solo año desde casi medio siglo, situando la tasa de fertilidad en 1,6 (nacimientos por mujer), el nivel más bajo desde que hay registros6.

Los paralelismos con Japón eran vistos por muchos como una crítica, pero la gente olvida que el producto interior bruto (PIB) per cápita de Japón —en nuestra opinión, una medida más representativa del éxito que el crecimiento total del PIB— ha sido bastante respetable en las últimas dos décadas. En la actualidad, la población del país se contrae a un ritmo de medio millón de personas cada año, desde una base de 126 millones, y la tasa de fertilidad es de 1,4.

La migración también se ha visto significativamente reducida debido al COVID-19. Australia había sido un modelo de éxito de la inmigración: cada año atraía alrededor de 300.000 jóvenes con buen nivel de educación y que formaban familias, producían y consumían y, por tanto, contribuían al crecimiento del país. Más recientemente, estos niveles han caído en un 70-80% según las estimaciones7. Nueva Zelanda y Canadá, entre otros, han experimentado grandes descensos de inmigrantes. Esto tendrá efectos apreciables en su potencial de crecimiento a largo plazo.

Además, cabe suponer que los niveles de movilidad podrían verse afectados, pues algunos países, incluidos Australia y Nueva Zelanda, han cerrado sus fronteras. El Reino Unido ha perdido hasta 1,5 millones de trabajadores en los dos últimos años, principalmente debido al Brexit, pero más recientemente también por el COVID-19. ¿Se recuperarán estos empleos? Algunas fuentes estiman que aproximadamente la mitad de ellos sí lo harán. Esperemos que sea así.

Consideraciones finales: seguir siendo fieles a los ganadores estructurales

El cambio cíclico separa las empresas en categorías growth y value, pero el cambio estructural las separa en un bando ganador y otro perdedor. Y los perdedores no “revierten a la media”, sino que quiebran. Lamento si esto suena desolador; es simplemente la realidad de un mundo crecientemente distópico. Uno de nuestros grandes clientes londinenses me llama “John el triste”, y tiene sus razones, supongo.

No nos dejemos llevar por el reflation trade cíclico e inevitable; intentemos pensar un paso más adelante y anticiparnos a las tendencias estructurales de mayor calado y persistentes que están impregnando todas nuestras vidas. El COVID-19 ha acelerado simplemente las fuerzas estructurales a las que nos enfrentamos, así como el ritmo del cambio estructural digital para nuestras inversiones en renta fija.

Evitaremos caer en trampas de valor cíclicas ilusorias; así como en otras ilíquidas, exóticas o esotéricas. “No seas bobo, haz lo fácil”, y compra bonos de ganadores estructurales. Preocúpate de protegerte del potencial de pérdidas, que el potencial alcista debería protegerse a sí mismo.

 

Tribuna de John Pattullo, codirector de renta fija estratégica de Janus Henderson Investors

 

Anotaciones:

Deutsche Bank Research, FX Blog, “Labor supply is going up, up, up”; 5 de mayo de 2021.
Bloomberg, “HSBC to Cut Office Space 20%, Reduce Business Travel by Half”, 27 de abril de 2021.
Financial Times, “‘Pet mania’ brings out animal instincts in eager investors”, 27 de abril de 2021.
Bloomberg, a 28 de mayo de 2021.
Bloomberg, “Affluent Americans rush to retire in new ‘life-is-short’ mindset”, 30 de abril de 2021.
The Guardian, “US birth rate sees biggest fall for nearly 50 years”, 5 de mayo de 2021.
Financial Times, “Sharp fall in global migration threatens economic recovery”, 9 de febrero de 2021.

 

Glosario:

Recuperación en forma de “K”: escenario inusual tras una recesión en la economía en la que ciertas industrias y personas salen de la recesión, mientras que otras se estancan. La recuperación en forma de “K” es cómo puede parecer un periodo recuperación representado en un gráfico sobre la situación general de la economía.

Precariado: clase de trabajadores definida de muchas maneras, como por ejemplo por la inestabilidad e inseguridad de sus empleos y la falta de beneficios como pensiones laborales y vacaciones pagadas.

 

Información importante: 

Los puntos de vista que aquí figuran corresponden a la fecha de publicación. Se ofrecen exclusivamente con fines informativos y no deben considerarse ni utilizarse como asesoramiento de inversión, jurídico o fiscal ni como oferta de venta, solicitud de una oferta de compra o recomendación para comprar, vender o mantener ningún valor, estrategia de inversión o sector de mercado. Nada de lo incluido en el presente material debe considerarse una prestación directa o indirecta de servicios de gestión de inversión específicos para los requisitos de ningún cliente. Las opiniones y los ejemplos se ofrecen a efectos ilustrativos de temas más generales, no son indicativos de ninguna intención de operar, pueden variar y podrían no reflejar los puntos de vista de otros miembros de la organización. No se pretende indicar o dar a entender que cualquier ilustración/ejemplo mencionado forma parte o formó parte en algún momento de ninguna cartera. Las previsiones no pueden garantizarse y no es seguro que la información proporcionada sea completa o puntual, ni hay garantía con respecto a los resultados que se obtengan de su uso. A no ser que se indique lo contrario, Janus Henderson Investors es la fuente de los datos y confía razonablemente en la información y los datos facilitados por terceros. Las rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros. La inversión conlleva riesgo, incluida la posible pérdida de capital y la fluctuación del valor.
 
No todos los productos o servicios están disponibles en todas las jurisdicciones. El presente material o la información contenida en él podrían estar restringidos por ley y no podrán reproducirse ni mencionarse sin autorización expresa por escrito, ni utilizarse en ninguna jurisdicción o en circunstancias en que su uso resulte ilícito. Janus Henderson no es responsable de cualquier distribución ilícita del presente material a terceros, en parte o su totalidad. El contenido no ha sido aprobado ni respaldado por ningún organismo regulador.
 
Janus Henderson Investors es el nombre bajo el cual las entidades que se indican ofrecen productos y servicios de inversión en las siguientes jurisdicciones: (a) En Europa, Janus Capital International Limited (n.º de registro 3594615), Henderson Global Investors Limited (n.º de registro 906355), Henderson Investment Funds Limited (n.º de registro 2678531), Henderson Equity Partners Limited (n.º de registro 2606646), (cada una de ellas registrada en Inglaterra y Gales en 201 Bishopsgate, Londres EC2M 3AE y regulada por la Autoridad de Conducta Financiera) y Henderson Management S.A. (n.º de registro B22848, en 2 Rue de Bitbourg, L-1273, Luxemburgo y regulada por la Commission de Surveillance du Secteur Financier) ofrecen productos y servicios de inversión. (b) En EE. UU., los asesores de inversión registrados ante la SEC filiales de Janus Henderson Group plc. (c) En Canadá, a través de Janus Capital Management LLC, solo para inversores institucionales de determinadas jurisdicciones. (d) En Singapur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited (número de registro de la sociedad: 199700782N).
(e) En Hong Kong, Janus Henderson Investors Hong Kong Limited. (f) En Taiwán (República de China), Janus Henderson Investors Taiwan Limited (con funcionamiento independiente), Suite 45 A-1, Taipei 101 Tower, No. 7, Sec. 5, Xin Yi Road, Taipéi (110). Tel.: (02) 8101-1001. Número de licencia SICE autorizada 023, emitida en 2018 por la Comisión de Supervisión Financiera. (g) En Corea del Sur, Janus Henderson Investors (Singapore) Limited, exclusivamente para Inversores profesionales cualificados (según se definen en la Ley de servicios de inversión financiera y mercados de capitales y sus subreglamentos). (h) En Japón, Janus Henderson Investors (Japan) Limited, regulada por la Agencia de Servicios Financieros y registrada como Entidad de servicios financieros que realiza actividades de gestión de inversión, asesoramiento de inversión y actividad de agencia y actividades de instrumentos financieros de tipo II. (i) En Australia y Nueza Zelanda, Janus Henderson Investors (Australia) Institutional Funds Management Limited (ABN 16 165 119 561, AFSL 444266). (j) En Oriente Medio, Janus Capital International Limited, regulada por la Autoridad de Servicios Financieros de Dubái como Oficina de representación. No se realizarán transacciones en Oriente Medio y cualquier consulta deberá dirigirse a Janus Henderson. Las llamadas telefónicas podrán ser grabadas para nuestra mutua protección, para mejorar el servicio al cliente y a efectos de mantenimiento de registros reglamentario.

Fuera de EE. UU. Para uso exclusivo de inversores institucionales, profesionales, cualificados y sofisticados, distribuidores cualificados, inversores y clientes comerciales, según se definen en la jurisdicción aplicable. Prohibida su visualización o distribución al público. 
 
Janus Henderson, Janus, Henderson, Perkins, Intech, Knowledge Shared y Knowledge Labs son marcas comerciales de Janus Henderson Group plc o una de sus filiales.
© Janus Henderson Group plc.

 

¿Qué podemos esperar de este segundo semestre? ¿Y qué nos depara el 2022?

  |   Por  |  0 Comentarios

eyeglass-2589290_1920
Pixabay CC0 Public Domain. ¿Qué podemos esperar de este segundo semestre? y ¿qué nos depara el 2022?

Durante el primer semestre tuvimos un boom en la reactivación económica, asociado a factores como el comienzo de la vacunación, que trajo mayor confianza; el verano en el hemisferio norte; y estímulos monetarios y fiscales que estaban desplegándose simultáneamente y con fuerza.

Vale la pena anotar que el efecto en términos anuales se vio magnificado por una base de comparación muy baja, debido al impacto del coronavirus en 2020. En la medida que estos efectos base se van diluyendo, y que el estímulo fiscal y monetario empiece a moderarse, es difícil pensar que se mantendrá el impulso del primer semestre de 2021 en el segundo semestre, e incluso en los próximos años.

Por otro lado, la variante Delta ha consolidado, en parte, uno de los riesgos que consideraba más relevantes: la aparición de nuevas cepas del virus más agresivas. Curioso que, en medio de este nuevo repunte de los casos, la vacunación se esté desacelerando debido a cierta falta de credibilidad de la población, sobre todo en Estados Unidos, en un contexto donde el conspiracionismo gana la batalla a la racionalidad y a la ciencia en ciertos grupos de la población –debimos alertarnos más con los terraplanistas-. Hoy estamos cambiando de estaciones y esto, junto con la vuelta a clases, nos llevará en el corto plazo a un nuevo máximo de contagios, centrándome en Estados Unidos, especialmente en los estados sin un nivel de vacunación aún aceptable.

Mirando más hacia el mercado, la caída de los precios de los commodities, y las tasas del Tesoro a 10 años por debajo del 1,5%, son otros indicadores que muchos señalan como el comienzo del fin de la recuperación. Sin embargo, en contraposición, considero que esto no es más que un ajuste saludable en los precios, pues el cobre y el hierro estaban ya en niveles históricamente altos; mientras que las tasas se habían adelantado, casi sin dejar espacio de duda frente a la recuperación esperada para 2021 y 2022. Así, podríamos ver esta corrección como una posible incorporación de probabilidades más realistas y ajustadas a una recuperación que sigue su curso.

En nuestra impresión, la variante Delta será pasajera, y de hecho podría generar el impulso definitivo para alcanzar una vacunación relevante de cara a terminar el 2021 con una inmunidad de rebaño en prácticamente todos los países desarrollados relevantes. Esto reafirmará que, si bien continuaremos por algunos años con el coronavirus entre nosotros, deberíamos dejar de tener grandes confinamientos de la mano de algunos shots de vacuna adicionales. La variante Delta también obligará a mantener los estímulos fluyendo, lo que ha correlacionado bien con las bolsas mundiales.

Esto es una mala noticia para la renta fija tradicional en dólares, porque si bien las tasas en Europa y Japón continuarán jalando hacia abajo las tasas del resto del mundo, éstas continuarán su tendencia al alza los próximos 12 meses. Así, bonos del tesoro y de grado de inversión difícilmente conseguirán superar la rentabilidad del efectivo.

Algo distinto vemos en la rentabilidad esperada de los bonos de alto rendimiento, y sobre todo bonos corporativos latinoamericanos que, junto con la renta variable de esa región, son nuestros top picks para los próximos 12 meses. En renta fija, en cambio, no hay alternativa a los bonos corporativos latinoamericanos y a los de alto rendimiento, ya que ninguna otra clase de activo ofrece una rentabilidad positiva esperada en los próximos 12 meses.

Dentro de la renta variable, nuestro indicador favorito últimamente es el momentum de utilidades. Creemos que, en este escenario de subidas de tasas, serán las regiones con dicho crecimiento adicional las que lideren las rentabilidades en ventanas de tres meses. Hemos visto en los últimos dos meses una corrección de vuelta hacia activos menos cíclicos, de la mano de la caída técnica de la tasa de interés. Pero el segundo semestre mostrará, en promedio, un liderazgo de los sectores y regiones que entreguen esa rentabilidad adicional.

Hoy estamos viendo que ese crecimiento acelerado de utilidades, con correcciones que siguen siendo positivas, está concentrado en Europa y Latinoamérica. Cualquier análisis histórico estadístico apunta a sobreponderar Estados Unidos, ya que ha sido el líder en los últimos 10 años, debido a su concentración de tecnológicas de desempeño sobresaliente. Pero hacia adelante, vemos que la ventana de liderazgo volverá a ex Estados Unidos, aunque sin una devaluación del dólar relevante.

Estamos convencidos que Latinoamérica es de las pocas regiones que permite a sus inversionistas escapar de rentabilidades que no alcanzan a superar el cero, y mucho menos la inflación. Con un ecosistema tecnológico creciente y un link positivo a los commodities que son claves en la revolución verde que viene.

La recuperación sitúa a Hong Kong como el principal foco de inversores con alto patrimonio en Asia-Pacífico

  |   Por  |  0 Comentarios

panorama-3327550_1920
Pixabay CC0 Public DomainHong Kong, República Popular China.. Hong Kong, República Popular China.

La región asiática promete una fuerte recuperación tras la pandemia. Según un informe de Global Data, el mercado de la riqueza en Hong Kong experimentará una fuerte recuperación e impulsará el número de inversores con alto patrimonio. El documento estima que este segmento de la población crezca un 7,8%, hasta alcanzar los 3,9 millones en 2021.

La firma de consultoría explica que Hong Kong es uno de los principales centros financieros de Asia-Pacífico y como tal, alberga una comunidad inversora con un alto nivel de patrimonio. Concretamente, según el informe Wealth Market Analytics de GlobalData, la población acomodada de Hong Kong, incluyendo a los ricos y a los perfiles denominados HNW, representará colectivamente el 60,6% de su población total en 2021; una cifra muy superior en comparación con sus pares: Singapur (32,2%), China (5,3%) e India (0,7%).

El número de individuos con alto patrimonio en Hong Kong registró una tasa media de crecimiento anual (AAGR) del 5,1% entre 2017 y 2019, pasando de 3,2 millones en 2017 a 3,7 millones en 2019 gracias al buen comportamiento de los mercados financieros. Sin embargo, las turbulencias económicas causadas por la pandemia del COVID-19 pasaron factura al mercado inmobiliario y bursátil local, y posteriormente afectaron a la población acomodada de Hong Kong, que está notablemente más expuesta a ambos sectores que los que se encuentran en las franjas de riqueza más bajas.

Ravi Sharma, analista jefe de banca y pagos, comenta: «Se espera que la población de inversores con alto patrimonio aumente en los próximos años, apoyada por la recuperación de la economía, la generalización de las vacunas y la mejora de los resultados del mercado bursátil. Además, el aumento previsto de los precios de los inmuebles residenciales se traducirá en plusvalías, lo que impulsará aún más el optimismo de los inversores».

Fuente GlobalData

La renta variable y los fondos de inversión fueron los más afectados por la pandemia, aunque el PIB global sufrió un importante varapalo, según el Departamento de Censos y Estadísticas de Hong Kong. El índice de referencia Hang Seng no logró recuperar las pérdidas sufridas a principios de 2020 y, por tanto, cerró el año con una caída del 3,4% respecto a 2019. Del mismo modo, la posición de los fondos de inversión también disminuyó un 0,9% durante el año.

Los depósitos minoristas, en cambio, registraron elevadas entradas netas en 2020, las más elevadas en una década, beneficiándose de la mayor volatilidad e incertidumbre en otras clases de activos de mayor riesgo.

GlobalData augura que el mercado de la riqueza de Hong Kong está preparado para una recuperación, ya que se espera que su rendimiento económico recupere el impulso, lo que se traduce en un desplazamiento de los depósitos entre los inversores, hacia activos más arriesgados como la renta variable y los fondos de inversión, que se espera que experimenten un fuerte crecimiento.

Sharma concluye: «A pesar de los diversos problemas provocados por la pandemia, el mercado de gestión de patrimonios de Hong Kong ha resistido en su mayor parte y ahora está preparado para repuntar. Se espera que el fuerte crecimiento de la inversión minorista beneficie a los inversores e impulse aún más el aumento de los particulares con alto patrimonio en los próximos cuatro años».

DWS ficha a Aleksandra Njagulj para el cargo de responsable global de ESG para Real Estate

  |   Por  |  0 Comentarios

DWS nombramiento
Foto cedidaAleksandra Njagulj, Global Head of ESG for Real Estate de DWS.. DWS ficha a Aleksandra Njagulj para el cargo de Global Head of ESG for Real Estate

DWS ha anunciado hoy el nombramiento de Aleksandra Njagulj como global de ESG para Real Estate, en línea con su objetivo de mejorar la integración ESG en las carteras inmobiliarias de todo el mundo. Ubicada en las oficinas de Londres, Njagulj reportará a Todd Henderson, responsable de Real Estate Americas, y Clemens Schaefer, responsable de Real Estate APAC y EMEA. 

Njagulj se incorpora a DWS como una experta de referencia en materia ESG, con más de 20 años de experiencia en diseño arquitectónico, gestión del diseño y construcción sostenible. En su anterior puesto en CBRE Global Investors, ejerció como directora global de ESG, con la responsabilidad general de desarrollar y comunicar las prioridades y estrategias globales de sostenibilidad en todas las líneas de negocio. 

“Estamos muy emocionados con el nombramiento de Sasha para que lidere nuestros esfuerzos ESG: sus amplios logros dentro de la industria van a ser fundamentales en la siguiente etapa de nuestra travesía sostenible. Njagulj asumirá la responsabilidad de seguir desarrollando nuestra estrategia inmobiliaria ESG como continuación a nuestro objetivo de lograr las mejores prácticas a nivel mundial en todos nuestros activos y carteras inmobiliarias”, ha declarado Clemens Schaefer, responsable de Real Estate APAC y EMEA de DWS

En sus 20 años de experiencia, Njagulj ha ocupado cargos de responsabilidad como el de jefa del departamento de sostenibilidad, I+D e innovación en Bouygues U.K. Además, se ha labrado una reputación a nivel profesional y personal por defender la causa de la inversión inmobiliaria responsable. En este sentido, recibió el Sustainability Leaders Award for Investor of the Year 2020, con sede en el Reino Unido, por un programa ESG que diseñó e impartió para CBRE. Además, Njagulj fue galardonada con el GRESB/BREEAM Individual Leadership Award 2020, un reconocimiento a su fuerte liderazgo y compromiso en el ámbito del desarrollo sostenible. Y, en 2021, Njagulj ganó el premio global Future Proof Real Estate Woman como líder en la aplicación de la digitalización, la tecnología, la innovación abierta y la sostenibilidad para crear un entorno mejor en el ámbito de la construcción. 

Su perfil está en línea con la filosofía de DWS que, como socio fiduciario, tiene el compromiso de convertirse en líder dentro de la gestión ESG, así como de proporcionar su experiencia en ESG al servicio de sus clientes para que puedan invertir de manera responsable y de una forma que contribuya a un futuro sostenible

En este sentido, Todd Henderson, responsable Real Estate Americas de DWS, ha añadido: “Como gestores globales en real estate, consideramos que hemos creado una base sólida para integrar los principios ESG en nuestro proceso de inversión, en consonancia con el amplio y firme compromiso de DWS. Con el nombramiento de Sasha, esperamos aumentar todavía más nuestra capacidad de ejecución ESG”. 

Actualmente, la plataforma real estate de DWS cuenta con 16.600 millones de euros bajo gestión en activos inmobiliarios con etiqueta verde (aquellos con certificaciones como LEED, BREEAM, Energy Star o equivalentes). Además, dispone de quince fondos inmobiliarios y 36.000 millones de euros están reconocidos con la distinción Green Stars de GRESB.

La EBA actualiza sus directrices sobre las políticas de remuneración y de gobernanza interna para entidades de crédito

  |   Por  |  0 Comentarios

teamwork-3213924_1920
Pixabay CC0 Public Domain. Tabula IM incorpora a Mandy Chiu como jefa de Producto

La Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) ha publicado una nueva versión de sus directrices para adaptar los criterios de remuneraciones y de gobierno interno a lo recogido en la normativa de requerimientos de capital y de las empresas de servicios de inversión.

Según explican desde finReg360, esta actualización, que se presentó el pasado mes de julio, “tiene en cuenta las modificaciones incluidas por la quinta directiva sobre requerimientos de capital (CRD V, por sus siglas inglesas) y por la directiva de empresas de servicios de inversión (IFD, en sus siglas inglesas)”.  Ambas directrices se aplicarán a entidades de crédito a partir del 31-12-2021.

La principal novedad que presenta la EBA es que las políticas de remuneraciones deben ser neutras en cuanto al sexo. Esto implica que, en puestos de trabajo iguales o equivalentes (es decir, del mismo valor), se retribuya lo mismo a todos los empleados, con independencia de su sexo. Además, la autoridad europea prevé que para ello, puede usarse un sistema de clasificación de puestos de trabajo que determine, de antemano, la remuneración aplicable a cada puesto y que se base en criterios objetivos y no discriminatorios.

“También se aclaran algunas cuestiones respecto a los bonus de retención o las indemnizaciones por despido. Además, las políticas deben ser coherentes con los objetivos de negocio y la estrategia de riesgo de la organización, incluyendo los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG)”, apuntan desde finReg360 entre las principales novedades que lanza la EBA.

Sobre el bonus explica que las entidades han utilizado ambos elementos para eludir algunos requisitos, como el encaje de la remuneración con los resultados o los límites máximos de remuneración. Los bonus o primas de permanencia deben utilizarse en casos excepcionales y justificados (por ejemplo, reestructuraciones, cambios de control o ejecución de proyectos relevantes). Por ello, la entidad debe documentar cómo cumple el empleado con los criterios para acceder a esa prima y que es adecuada a la situación del empleado y de la propia entidad.

“Respecto a las indemnizaciones por despido, no deben prever una recompensa desproporcionada al empleado, sino una compensación adecuada para los casos de rescisión del contrato. Las indemnizaciones se fijarán en función del rendimiento conseguido por el trabajador y no se aplicarán en  incumplimientos o bajas voluntarias”, añaden desde finReg360.

La actualización realizada por la EBA incluyen elementos con la intención de  fomentar una sólida cultura corporativa, reforzar la supervisión de las actividades de la entidad y fortalecer su marco de gestión de riesgos, por ejemplo, en cuestiones relacionadas con el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Uno de los pilares fundamentales del documento es la transparencia y el conocimiento de la estructura de la organización. En este sentido, el órgano de administración debe tener un conocimiento exhaustivo de los ámbitos legal, operacional y organizativo de la entidad (know your structure) y asegurar que está en línea con la estrategia de negocio y el marco de apetito al riesgo. Las entidades evitarán estructuras que incrementen el riesgo de blanqueo de capitales, financiación del terrorismo u otros delitos financieros y establecerán los controles para ello”, explican desde finReg360.

Por otra parte y en línea con las directrices de remuneraciones, se aportan nuevas recomendaciones para incluir en el código de conducta de las entidades medidas para evitar cualquier tipo de discriminación. Según la consultora, de esta forma, estima que se garantiza la igualdad de oportunidades y el control de la brecha salarial.

Por último, la EBA aborda los conflictos de intereses. “Entre sus objetivos para desarrollar estas directrices está el combatir los conflictos de intereses. La principal novedad, a este respecto, la podemos encontrar en relación con los préstamos a miembros del consejo de administración y a partes relacionadas. Recogen, por ello, medidas adicionales para un uso adecuado de los préstamos,  como la ampliación de las categorías de partes relacionadas y la definición clara del proceso de toma de decisiones y umbrales a partir de los que se requiere un control adicional”, concluye finReg360 en su análisis.

Acabar con el greenwashing y establecer una definición homogénea de lo que es, y lo que no es, sostenible

  |   Por  |  0 Comentarios

bottles-4251473_1920
Pixabay CC0 Public Domain. diferenciarse

La lista cada vez mayor de marcos de información y clasificación reglamentarios que se están introduciendo o considerando en la UE -la Taxonomía, el SFDR, el Ratio de Activos Verdes, los Índices de Referencia Climáticos- son importantes y sirven a un propósito muy claro: acabar con el lavado verde y establecer una comprensión uniforme de lo que es -y lo que no es- sostenible. Trabajan para definir los dos extremos y aumentar la transparencia en torno a la exposición a los activos más verdes, por un lado, y a los activos, actividades y empresas más perjudiciales, por otro.

Pero para las instituciones financieras y sus inversores, estos indicadores deben verse como un simple punto de partida, no como un fin que debe considerarse de forma aislada. Hacerlo sería distorsionar tanto el panorama completo de los esfuerzos de transición existentes como la magnitud de la oportunidad que existe.

En lugar de lamentar o celebrar las partes relativamente pequeñas de las carteras que cumplen los criterios establecidos por los reguladores, los bancos y los gestores de activos deberían centrarse en la cantidad que queda sin clasificar y ver la enorme oportunidad -ya sea comercial o social- que eso supone.

En nuestra opinión, el papel esencial de las instituciones financieras en el esfuerzo colectivo por limitar el calentamiento global no radica en un extremo o en otro, sino en el paso de uno a otro, así como en la dinámica en el término medio. Mediante un enfoque ascendente, apoyando a los clientes individuales en la consecución de sus propios objetivos medioambientales, los bancos y los gestores de activos pueden financiar y asegurar la transición a una economía baja en carbono y, a su vez, aumentar gradualmente su propia exposición «verde»; y eliminar la «marrón». Además, a medida que surgen nuevos riesgos y evolucionan las oportunidades, gran parte de lo que actualmente se encuentra sin categorizar en el medio, será inevitablemente subsumido por un extremo u otro del espectro o, al menos, se enfrentará a un intenso escrutinio. Las instituciones financieras se encuentran en una posición única para garantizar que la dirección de la marcha sea positiva y, en última instancia, para facilitar la transición hacia las bajas emisiones de carbono.

Las implicaciones del cambio climático son cada vez más tangibles para las instituciones financieras. La aparición de una norma contable para las emisiones financiadas integradas en las carteras no es más que el comienzo de la financiación de la transición. Sorprende que se hayan necesitado casi dos décadas para llegar a ese punto desde que se introdujo el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero como guía para las empresas no financieras, y que desde entonces se ha convertido en una norma ampliamente adoptada.

Dado que el cambio climático se ha convertido en una prioridad para la mayoría de las partes interesadas de las instituciones financieras, ahora es el momento de actuar. Pero la acción necesaria no se limitará a la adaptación y mitigación del cambio climático. La Taxonomía de la UE es una herramienta de transición que incorpora no solo esos dos, sino también otros cuatro objetivos: el uso sostenible y la protección de los recursos hídricos y marinos, la transición a una economía circular, la prevención y el control de la contaminación, y la protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas. Los respectivos criterios técnicos de selección están ya en fase de desarrollo. Los tan necesarios elementos sociales que complementan los objetivos medioambientales también están subiendo en la lista de prioridades. Por ejemplo, la Comisión Europea está solicitando asesoramiento sobre la ampliación de la Taxonomía a los objetivos sociales. El vínculo implícito con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU parece evidente.

La hoja de ruta está clara. La financiación de la transición es un programa plurianual a gran escala. Aunque hoy se centra en el cambio climático, su alcance es más amplio. Una tendencia secular se manifiesta como una oportunidad para que el sector financiero desempeñe un papel crucial como facilitador de una economía más sostenible.

Tribuna de Stephanie Lipman, analista ESG de La Française Sustainable Investment Research

La llegada de las SPAC al parqué español: comunicación, oportunidades y retos para la industria y el regulador

  |   Por  |  0 Comentarios

spain-4522800_1920
Pixabay CC0 Public Domain. La llegada de las SPAC al parqué español: comunicación, oportunidades y retos para la industria y el regulador

Las SPAC son vehículos creados con el objetivo de levantar capital a través de una oferta pública inicial (IPO) con el propósito de fusionarse con una compañía existente no cotizada. A pesar de que se han creado hace casi tres décadas, están experimentando ahora un nuevo resurgir: el 2020 fue bautizado como el “año de las SPAC” si bien, en estos cuatro primeros meses del 2021, con casi 270, ya se han superado las cifras del ejercicio anterior. 

Evercom, agencia creativa de comunicación y marketing, ha organizado un debate sobre las SPAC (Special Purpose Acquisition Companies) en donde destacados portavoces de la industria financiera analizaron este segundo “boom” que está experimentando este instrumento en el mercado estadounidense, y si el regulador, las empresas españolas y los inversores están preparados para su aterrizaje.  

La popularidad de este vehículo está dando el salto desde Wall Street a los mercados europeos en donde ya se empiezan a ver las primeras SPAC listadas en plazas financieras como Ámsterdam, Frankfurt o París.  

En este contexto, Ana Puente Pérez, subdirectora general de Legislación de Mercado de Valores e Instrumentos Financieros del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital; Luis Garvía, profesor de Icade Business School; Iñigo de Areilza, responsable de Equity Capital Markets para España de Deutsche Bank; Eduardo Bravo, CEO de EBAC, SPAC de Capital Europeo y Alberte Santos, CEO de evercom, han compartido su visión sobre el potencial de este vehículo entre las empresas y el inversor, minorista y mayorista, español. 

A nivel regulatorio, comenta Ana Puente Pérez: “no hay ningún impedimento regulatorio ni jurídico para que en España se liste una SPAC”. También destacó que “el objetivo de la propuesta normativa para regular las SPAC en España no es tanto fomentarlas o allanarles el camino, sino garantizar la protección de los inversores”.

Las ventajas del vehículo

A grandes rasgos, este vehículo permite que la compañía agilice su salida a Bolsa. “Con una SPAC reducimos tiempo, costes y dilución. Eso sí, la compañía que no está lista para salir a Bolsa en EEUU tampoco está lista para la SPAC”, advierte Eduardo Bravo, CEO de EBAC, SPAC de capital europeo. 

Bravo también destaca la importancia del equipo gestor a la hora de medir el éxito de una SPAC: “es vital saber quién es el sponsor de la SPAC: la composición del equipo, su experiencia y bagaje porque de ello dependerá en gran medida que la SPAC pueda cumplir sus compromisos de retorno con el inversor”. 

Por su parte, Iñigo de Areilza subraya que: “una SPAC es una estructura creada para que la compañía pueda salir a Bolsa, pero es un error pensar que este vehículo sólo es una forma de acelerar el proceso. A diferencia de una salida a Bolsa tradicional, una SPAC te permite tener mayor certeza en la valoración de la compañía en un momento anterior en el proceso, y te permite salir a Bolsa en partnership con un sponsor que puede aportar valor a la compañía”. 

La importancia de la comunicación con el inversor 

Si bien este vehículo no está diseñado para el inversor particular, este sí puede invertir cuando la empresa esté cotizando. En este sentido, Ana Puente Pérez comenta: “hay que distinguir al inversor que está en las primeras fases de la SPAC, del accionista retail que puede entrar al final. Aunque este no es un vehículo pensado para que se comercialice entre inversores minoristas, tampoco se puede impedir que estos entren en cualquier momento del proceso una vez esté cotizando la SPAC. Por eso, la SPAC tiene que ser transparente, publicar su información financiera y la información reputacional para que el inversor, minorista o institucional, conozca bien las características del producto y sus riesgos”.

Areilza, de Deutsche Bank, puntualiza que: “la estructura de las SPAC permite a los inversores recuperar el 100% de la inversión si la combinación no les parece interesante. Pero, en cualquier caso, es clave hacer due Diligence del sponsor y de su temática de inversión”. 

Alberte Santos, CEO de evercom, añade que: “las SPAC corren el riesgo de ser demonizadas por no ser conocidas. Por ello, el papel de la comunicación es clave y esta debe apostar por la transparencia, la confianza y la información detallada del producto y sus características. Además, necesitamos que las SPAC tengan una estrategia de comunicación más visible porque son, al fin y al cabo, empresas cotizadas; es decir, públicas”. 

Por último, Luis Garvía apela: “el inversor no debe invertir en aquello que no conozca y esto es también es aplicable a las SPAC, en donde el inversor, institucional, pero sobre todo minorista, debe conocer bien, además de las características del producto de riesgo-rentabilidad, quién es el equipo gestor que está detrás y la empresa”.

Clyde Rossouw (Ninety One): “El debate entre las acciones value y growth se resuelve invirtiendo en empresas con un crecimiento estructural”

  |   Por  |  0 Comentarios

Global Franchise
. Ninety One

En la opinión de Clyde Rossouw, co responsable del equipo de renta variable Quality y gestor de la estrategia Global Franchise en Ninety One, en los últimos meses se han observado unos cambios significativos en la estructura del mercado que sugieren que junio marcará el pico del ciclo actual. Conforme el año avanza hacia su segunda mitad, los inversores se cuestionan sobre una posible desaceleración en la economía y en consecuencia, sobre la necesidad de realizar cambios en la asignación de sus carteras.  

A juicio del gestor, el debate entre las acciones value y growth se resuelve invirtiendo en empresas con un crecimiento estructural. En cuestión de márgenes, la rentabilidad de los sectores más cíclicos como, por ejemplo, los bancos y las empresas de energía, pueden estar cerca de sus máximos, por lo que se recomienda cierta cautela.

Las expectativas de inflación han sido una parte clave en el rally experimentado por las acciones value y cíclicas. Cuando la economía entra en una fase de recuperación, el poder de fijación de precios se amplía y las empresas se encuentran en una mejor situación, por lo que no es tan necesario mantener una lista exclusiva de acciones con ventajas competitivas y posicionamiento de marca. Sin embargo, en el momento en que la ampliación del poder de fijación de precios y la inflación están llegando a un pico, el caso de inversión tras una recuperación debe ser cuestionado.  

Una recuperación diferenciada: la disponibilidad de vacunas marca el ritmo de recuperación

Para que el 70% de la población esté vacunada a finales de 2021, 10.500 personas deben ser vacunadas cada minuto. Las respuestas de los gobiernos serán una función de las tasas de vacunación que cada país sea capaz de conseguir, dependiendo en parte de sus ventajas en recursos y en cierta medida de su desarrollo tecnológico. Por eso, la idea de una recuperación sincronizada es elusiva, algo que complicará las decisiones de inversión a futuro. Por ejemplo, las empresas que operan en un ámbito más local en determinadas economías en las que sus tasas de vacunación son bajas y sus tasas de infección son altas, se verán más afectadas.

Un desempeño fuerte y resiliente, impulsado por los fundamentales

Unos menores tipos de interés por más tiempo juegan un papel importante para las empresas que cuentan con unos beneficios de larga duración. Se trata de empresas que serán capaces de mantener un crecimiento secular. En 2020, la estrategia Global Franchise consiguió un desempeño superior al mercado, a pesar de que perdió impulso en el último trimestre debido a la rotación del mercado hacia los valores value. Al comienzo de la temporada de beneficios de enero, alcanzó un mínimo en febrero, y a partir de ahí encontró la senda del rendimiento en el momento que los datos de los fundamentales sirvieron de respaldo para el repunte. En lo que va de año, los rendimientos de la cartera se sitúan por delante del mercado, gracias a la inversión en empresas con buenos credenciales y claramente diferenciadas frene a sus competidores.

En el último trimestre, una de las principales empresas que ha contribuido a un desempeño superior de la estrategia Global Franchise frente al mercado ha sido Moody’s, la agencia de rating crediticio es una de las acciones clave de la cartera dentro del sector financiero desde hace cinco años. Mientras que el resto del sector sigue dependiendo del nivel de los tipos de interés o de los movimientos en la curva, conforme la dinámica a nivel macroeconómico de Europa y Estados Unidos sigue presentando desafíos para el sector bancario, Moody´s se mantiene al margen de cualquier presión alrededor de las políticas monetarias.

Por su parte, ASML Holding, uno de los mayores pesos en tecnología dentro de la estrategia, es prácticamente un monopolio que ha reportado unos sólidos beneficios en el segundo trimestre, lleva un crecimiento de más del 40% en los últimos 12 meses y ha duplicado su libro de órdenes de compra para 2022 y 2023. La naturaleza de su negocio permite una gran visibilidad y contar con que el crecimiento en los beneficios seguirá creciendo a futuro.

En el lado contrario, Booking fue la acción con peor desempeño de la cartera. En el índice MSCI All Country World, las acciones cíclicas -aquellas que necesitan un ciclo económico fuerte para obtener un buen rendimiento- tienen un peso del 60%, mientras que la exposición a este sector representa en la cartera del Global Franchise un 15%, dentro de la cual Booking tiene una ponderación del 4%. Las perspectivas para el sector de viajes han remitido con la aparición de nuevas variantes, pero Booking es una empresa que dentro del sector de las agencias de viaje online continuará ganando cuota de mercado. Se ha visto una recuperación en los viajes regionales, con Estados Unidos liderando en este frente. Aunque no haya regresado el volumen de viajes previo a la pandemia, en Ninety One no creen que sea necesario contar con cifras récord para invertir en Booking, pues representa una oportunidad de inversión dentro de su sector. Además, cabe añadir que la cartera no está únicamente posicionada para beneficiarse de la recuperación, otras posiciones como Nestlé o Johnson and Johnson, de carácter más defensivo contrarrestan las posiciones más cíclicas.

Un proceso de inversión consistente desde su lanzamiento

Todas las empresas que forman parte de la cartera tienen un valor de marca excepcional, unos flujos de caja libre y unos sólidos modelos de negocio. Ofrecen buenos productos y servicios y se benefician de una demanda estructural, pero también tienen una huella financiera atractiva.

La calidad de los beneficios en la estrategia es muy alta. En términos generales, la renta variable global tiene un ratio de 80 centavos de dólar de flujo de caja libre por cada dólar de beneficios. Mientras que en la estrategia Global Franchise, las acciones de la cartera ofrecen un dólar de flujo de caja libre por cada dólar de beneficios.

La tasa de crecimiento estructural que la cartera ha obtenido desde su lanzamiento es de dos dígitos y el nivel de apalancamiento de las empresas es muy bajo, por lo que no se está tomando prestado rendimientos futuros para pagar los actuales. Las empresas de la cartera del Global Franchise tienen un alto grado de calidad, con unos rendimientos de capital elevados y consistentes.

 

Ninety One