Pixabay CC0 Public DomainAutor:Creative_Tomek. Crèdit Andorrà cierra el acuerdo de compra de Vall Banc
Crèdit Andorrà ha cerrado el acuerdo de adquisición de Vall Banc, propiedad del fondo J.C. Flowers & Co. Según ha explicado, adquirirá el 100% de esta entidad y se financiará íntegramente con fondos propios.
La negociación entre las dos entidades ha culminado con la firma del acuerdo entre Xavier Cornella, consejero ejecutivo y director general de Crèdit Andorrà Financial Group, y Richard Carrión, presidente del Consejo de Administración de Vall Banc. Ahora, la formalización de la operación está sujeta a la obtención de las autorizaciones de los supervisores correspondientes.
Con esta adquisición, Crèdit Andorrà consolida su liderazgo en el mercado andorrano, acelera los objetivos contemplados en su Plan Estratégico 2021-2023 y refuerza su fortaleza en las principales magnitudes de negocio, es decir, la rentabilidad y los activos. También aumenta las capacidades de la entidad en el ámbito de la banca privada, un segmento clave de negocio de Crèdit Andorrà Financial Group y en el que Vall Banc se ha especializado. Crèdit Andorrà, además, refuerza su liderazgo en banca comercial, ya consolidado desde hace muchos años, en el que ha mantenido cerca del 50% de cuota de mercado en el segmento de particulares y casi el 70% en el de empresas.
Como resultado de la operación de la compra de Vall Banc y la recientemente anunciada de GBS Finance en España, así como del significativo crecimiento orgánico de negocio, Crèdit Andorrà Financial Group prevé cerrar este ejercicio 2021 con cerca de 23.000 millones de euros en volumen de negocio, cifra muy superior a las previsiones de su Plan Estratégico 2021-2023, hasta el punto de adelantar en casi dos años la consecución de sus objetivos estratégicos. Así mismo, la operación supone un impulso relevante para que la entidad alcance el objetivo fijado para el 2023 de generar unos beneficios recurrentes de 40 millones de euros.
Esta operación también permitirá reforzar las capacidades del Grupo mediante la integración del capital humano de ambas entidades, resultando un grupo más sólido, global y con un claro carácter internacional que, a buen seguro, permitirá un desarrollo profesional con mayor recorrido y con más oportunidades para sus profesionales.
Desde la entidad destacan que la nueva realidad de Crèdit Andorrà Financial Group “refuerza su proyecto de crecimiento y repercute directamente en su capacidad de servicio al cliente, la eficiencia y la rentabilidad de sus diferentes áreas de negocio y servicios centrales”.
Para Xavier Cornella, consejero ejecutivo y director general del Grupo Crèdit Andorrà, “esta operación se alinea con nuestro Plan Estratégico, focalizado en consolidar nuestro modelo de negocio, impulsar el crecimiento en las plazas financieras donde estamos presentes en el mundo y contribuir al desarrollo económico de nuestros accionistas, clientes y empleados, así como al progreso de la sociedad andorrana. Reafirmamos, así mismo, nuestra posición de liderazgo en Andorra, plaza fundacional y estratégica para la entidad, por su compromiso de servicio al país”.
En 30 años pueden pasar muchas cosas. En las últimas tres décadas, se han visto enormes avances en la ciencia, la tecnología y las telecomunicaciones. En ese mismo periodo, la necesidad de prácticas sostenibles se ha convertido en algo fundamental. En el 30 aniversario del origen del equipo de renta variable sostenible global de Janus Henderson Investors, la gestora echa un vistazo a los acontecimientos que han dado forma a la inversión sostenible y al mundo en que vivimos actualmente.
El trabajo de 1987 “Nuestro futuro común, también conocido como Informe Brundtland, ofrece los orígenes de la inversión sostenible. Aunque las raíces de la “inversión responsable” se remontan mucho más atrás, el concepto de desarrollo sostenible fue introducido por este informe, encargado por Naciones Unidas.
En él, la “sostenibilidad” se definía como “el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”. Sobre la base de estos principios, el equipo de renta variable sostenible global de Janus Henderson Investors empezó a invertir cuatro años después.
A efectos de una mirada retrospectiva, la gestora agrupa los factores de desarrollo en tres apartados:
1. Ciencia: transformación de las perspectivas sobre la esperanza de vida
La ciencia y la tecnología han cambiado significativamente en 30 años. Mucho antes del cambio de milenio, médicos y científicos habían realizado su primer triple trasplante de órganos (1986) y clonado con éxito a una oveja (1996). Desde entonces, la medicina ha logrado avances considerables que han tenido un impacto importante en nuestras vidas.
Dichos avances han contribuido a una fuerte disminución de la morbilidad y la mortalidad por HIV/SIDA, una reducción de la mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares, unas tasas de éxito más altas que nunca en cirugía y, por supuesto, vacunas contra la pandemia de COVID-19. En los países en desarrollo, la introducción de la inmunización, junto con otras intervenciones sanitarias y de desarrollo ―incluido el acceso al agua y saneamiento, la mejora de la higiene y educación― han permitido reducir el número de muertes anuales de menores de cinco años en 2 millones en la década cerrada en 2010 (1).
Pero mientras que los tratamientos de afecciones no genéticas mejoraban, la comprensión de las enfermedades genéticas no estaba tan avanzada. En 2003, un esperado avance en la tecnología moderna cambió la situación con el éxito de la secuenciación del genoma humano. Fue la conclusión de un proyecto de 13 años y 2.700 millones de dólares que transformó la biología moderna con la “gran” ciencia.En la actualidad, la secuencia del genoma humano puede determinarse por menos de 1.000 dólares en menos de 24 horas (2). Se estima que el uso de servicios genéticos médicos podría reducir en un 70% la mortalidad y la discapacidad en los menores de cinco años (3).
Al mejorar la calidad de vida en gran parte del mundo, también lo hizo la esperanza de vida global. Hacia 2011, la esperanza de vida media era de 70 años, mientras que actualmente la Organización Mundial de la Salud calcula que ha aumentado hasta los 73 años (4).2011 fue también el año en que dos terceras partes de la población lograron tener acceso a agua potable segura. El año pasado, esa cifra aumentó hasta las tres cuartas partes.
2. Crecimiento de la población: con un coste elevado
Los avances científicos contribuyeron a la composición de la población global, que ha crecido y ha experimentado un rápido proceso de urbanización. Hacia 2011, la población alcanzó los 7.000 millones ―un aumento de 1.000 millones en 12 años― y el impacto humano en el medioambiente se había vuelto enorme. Actualmente, la población global alcanza los 7.800 millones y los efectos son más evidentes que nunca. El uso de los recursos, la generación de residuos y los daños medioambientales se han acelerado por el crecimiento de la población y se han visto agravados por los hábitos de consumo de un modelo económico lineal (“extraer, producir, desperdiciar”).
La producción de plásticos se ha disparado en las siete décadas desde su invención, hasta llegar a 381 millones de toneladas en 2015 (5). Sin embargo, el 91% del mismo no se recicla, lo que se ve en vertederos desbordados y el deterioro de la salud de nuestros océanos (6). Once millones de toneladas acaban en los mares cada año y un estudio ha demostrado que el agua potable no tratada contiene 4,9 microplásticos por litro (7).
La agricultura y la ganadería intensivas han provocado una enorme pérdida de bosques en todo el mundo, sobre todo en América. Al mismo tiempo, la increíble biodiversidad del planeta se está reduciendo. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) denunció que la población animal mundial se redujo en una media del 68% entre 1970 y 2016 (8).
Mientras tanto, el CO2 atmosférico, que contribuyeal calentamiento del planeta, no ha parado de aumentar. En mayo de 2013, el observatorio de Mauna Loa, en Hawái, registró una concentración media diaria de CO2 de 400 partes por millón por primera vez desde que comenzaron las mediciones en 1958 (9).
Actualmente, dicha cifra ha aumentado a 412,97 partes por millón. El calentamiento global ha provocado que los casquetes polares se estén derritiendo a un ritmo alarmante y el grosor del hielo ártico se ha reducido en un 40% desde finales de la década de 1970 (10). Como resultado, los fenómenos meteorológicos extremos ―incendios forestales, huracanes e inundaciones― se han vuelto más frecuentes en todo el mundo.
El ritmo y la intensidad del impacto del ser humano en el planeta son evidentes. Al aumentar la población mundial, también se ha incrementado el consumo de los recursos naturales finitos de la Tierra. Es importante tener en cuenta que el uso de recursos no es igual entre las personas, ya que millones de ellas siguen viviendo por debajo del umbral de la pobreza, aunque el efecto acumulado es importante y devastador. Esto plantea la pregunta clave a la que se enfrenta el mundo actualmente: ¿estamos preparados para aceptar la solución potencialmente incómoda y el coste de pasar de un modelo de economía lineal insostenible a una economía circular basada en factores renovables, eléctricos y digitales?
3. Innovación: posibles soluciones
En 1989 se creó la red mundial de Internet. Poco podía imaginar entonces el científico e inventor inglés Tim Berners-Lee, pero la Red, o Internet, cambiaría la sociedad para siempre. La comunicación global libre proliferaría pronto, convirtiéndose en un motor de evolución social y comercial. Desde finales de la década de 1990, personas, empresas y gobiernos han utilizado Internet para transformar las prácticas de comunicación y, en algunos casos, eliminar todas las barreras comunicativas.
Internet también ha tenido un profundo impacto en la educación y el bienestar. Ha abierto las puertas a una enorme cantidad de conocimientos, diversas formas de comunicación y recursos educativos a cada rincón del mundo, ayudando a reducir la brecha entre la población urbana y rural. Internet también ha sacado a muchas personas de la pobreza al permitir que los países en desarrollo accedan a la economía moderna e impulsen el desarrollo de las competencias profesionales. Un estudio del Banco Mundial apuntaba una mejora del bienestar en los hogares con acceso a banda ancha móvil (11).
La arquitectura tecnológica del mundo actual gira en torno a Internet. Los datos pueden almacenarse, gestionarse y consultarse sin contar con una infraestructura física propia como servidores de datos. Esta tecnología, denominada “informática en la nube”, permite el acceso remoto eficiente, bajo demanda y en múltiples plataformas a una amplia red. Esta tecnología también puede ayudar a impulsar iniciativas de sostenibilidad. Un estudio de Accenture destacaba que si todas las empresas se pasasen a la nube, podría haber una reducción de 59 millones de toneladas de emisiones de CO2, lo que equivale a sacar 22 millones de coches de las carreteras (12).
En los últimos 30 años también ha habido grandes avances en la innovación de tecnologías limpias: las energías solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y mareomotriz constituyen los principales tipos de energías renovables. Entre 1990 y 2018, el suministro total de energías renovables a nivel mundial creció a un ritmo medio anual del 2%, comparado con el 1,8% del total de la energía, correspondiendo la mayoría del crecimiento de la energía solar a los países emergentes (13 y 14). En 2015, por primera vez un país, Costa Rica, logró funcionar al 100% con energías renovables y, en 2020, las fuentes renovables superaron a los combustibles fósiles en la generación de energía en Europa (15 y 16).
Las baterías son otro aspecto importante de la sostenibilidad y cuya innovación ha experimentado un enorme punto de inflexión durante la última década. Para lograr una mayor penetración de las energías renovables, hay que poder captar, almacenar y utilizar la energía cuando se necesite. Por ello, los avances en la tecnología de las baterías han sido fundamentales para dejar de depender de los combustibles fósiles.
Las baterías de iones de litio, las baterías recargables que se encuentran en los dispositivos electrónicos portátiles, como los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles, así como en los vehículos híbridos y eléctricos de batería, han cambiado las reglas del juego. El primer coche eléctrico fabricado específicamente fue producido en serie por General Motors en 1996, utilizando una tecnología de batería menos avanzada. Aunque la primera aventura en el vehículo eléctrico de General Motors no tuvo éxito, allanó el camino a la producción en serie de coches eléctricos. Los vehículos eléctricos actuales se benefician de la capacidad de largo alcance y el diseño ligero que ofrecen las baterías de iones de litio. En la última década, la producción de baterías de iones de litio se ha disparado, lo que ha provocado una caída de los precios del 85% y ha hecho que los vehículos eléctricos resulten viables comercialmente. Solo el año pasado, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 41% (17 y 18).
Recientemente, el Acuerdo del Clima de París de 2015 ha fijado objetivos exigentes para limitar el calentamiento global. Las economías más industrializadas del mundo han respondido adoptando políticas para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. El Reino Unido, EE. UU. y la UE se han puesto como meta alcanzar la neutralidad en carbono antes de 2050, mientras que China tratará de lograr ese mismo objetivo para el año 2060. La hoja de ruta 2021 hasta cero emisiones netas de la Agencia Internacional de la Energía describe la escala, el ritmo y el compromiso político necesarios para lograr un sistema de energía con cero emisiones netas, que incluye la necesidad de invertir al menos 4 billones de dólares anuales en tecnología de energías limpias de aquí a 2030. En la actualidad, los países han comprometido una enorme cantidad de capital para crear las condiciones de un auge de inversiones simultáneas en tecnologías limpias a nivel mundial.
La senda hacia una economía circular
Como se estableció hace 34 años en el Informe Brundtland, definió el desarrollo sostenible como la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades En las últimas tres décadas, ha habido enormes avances en materia de sostenibilidad, aunque sigue habiendo importantes obstáculos y, en la situación actual, continuamos en una senda destructiva con un modelo económico que sigue siendo lineal y basado en combustibles fósiles.
En el lado positivo, la ciencia y la tecnología han mejorado, al igual que la comprensión de lo que hace falta para lograr que el planeta sea sostenible. En Janus Henderson creen que el siguiente paso en el camino hacia la sostenibilidad del planeta consiste en desvincular el crecimiento del consumo de recursos finitos, mediante un modelo de economía circular. En este modelo, el futuro estará marcado por las fuerzas renovables, eléctricas y digitales. Pero para llegar a ese punto hará falta una acción política coordinada al más alto nivel y un compromiso ante decisiones difíciles.
En Janus Henderson, llevan 30 años viendo el mundo bajo el prisma de la sostenibilidad. En ese sentido, la gestora cree que el mundo puede hacer los cambios necesarios y que la innovación es la clave para superar los obstáculos en el camino. Si se sigue evolucionando y manteniendo un compromiso con las tecnologías de las que ya se dispone, es posible, y fundamental, pasar al modelo económico circular.
Para ampliar información sobre ASG y descubrir cómo impulsar un cambio social y ambiental real, accedeaquí a la página de Janus Henderson sobre inversión con impacto positivo.
Notas a pie de página
(1) Organización Mundial de la Salud, Plan de Acción de Vacunación Global
(2) Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano de EE. UU., The Cost of Sequencing a Human Genome, diciembre de 2020
(3) J. Zarocostas, Serious birth defects kill at least three million children a year, febrero de 2006
(4) Our World In Data, Life Expectancy, octubre de 2019
(5) Our World in Data, Plastic Pollution, septiembre de 2018
(6) National Geographic Society, A Whopping 91 Percent of Plastic Isn’t Recycled, Julio de 2019
(7) Marine Conservation Society, 2021
(8) World Wide Fund for Nature, septiembre de 2020
(9) National Oceanic and Atmospheric Administration, 2021
(10) Royal Society, Why is Arctic sea ice decreasing while Antarctic sea ice is not?, marzo de 2020
(11) Banco Mundial, Expanding mobile broadband coverage is lifting millions out of poverty, diciembre de 2020
(12) Accenture, The green behind the cloud, septiembre de 2020
(13) Agencia Internacional de la Energía, Renewables Information, agosto de 2021
(14) Carbon Brief, Analysis:How developing nations are driving record growth in solar power, noviembre de 2017
(15) Time, “How Costa Rica Went 75 Days Using Only Clean Electricity”, abril de 2015
(16) Bloomberg, “Renewables Beat Fossil Fuels in EU for First Time Last Year”, enero de 2021
(17) CNBC, The battery decade:How energy storage could revolutionize industries in the next 10 years, diciembre de 2019
(18) Agencia Internacional de la Energía, Global electric car sales set for further strong growth after 40% rise in 2020, abril de 2021
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De cara al último trimestre del año, Invesco ha organizado un webinar para analizar qué podemos esperar del mercado y cómo preparar las carteras ante un entorno económico que parece haber moderado su crecimiento. Bajo el título The Big Picture: más renta variable, menos high-yield, y durante 45 minutos, la gestora analizará si es el momento de adoptar una postura más defensiva o no.
El webinar se celebrará el próximo 28 de septiembre de 2021 a las 11:00 AM CEST/10:00 AM BST, será retrasmitido en streaming* y está destinado solo a inversores profesionales en España. La gestora considera que tras la fuerte recuperación de los últimos trimestres, la economía mundial parece haber moderado sus tasas de crecimiento. Sin embargo, se plantea si se trata simplemente de una transición hacia un crecimiento más sostenible o es una señal de algo que debería preocuparnos. Al mismo tiempo, advierte de que las valoraciones de los activos parecen elevadas, lo que puede limitar su potencial de revalorización.
Estos y otros temas relevantes para los inversores profesionales analizarán durante el webinar Paul Jackson, Global Head of Asset Allocation Research, y Sam Whitehead, Senior ETF Product Strategist. Para inscribirse haga clic en este enlace.
*Desde Invesco, recomiendan que utilice Google Chrome o un navegador de Internet distinto de Internet Explorer para acceder y participar en el webinar.
El 25 de septiembre de 2015, la 70ª Asamblea General de las Naciones Unidas se convirtió en el marco de adopción de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una iniciativa destinada a transformar el mundo con vistas a la denominada Agenda 2030. El reciente ‘Sustainable Development Goals Report 2021‘ publicado precisamente por Naciones Unidas en relación al impacto del COVID-19 en el avance de los ODS, indica sin embargo que se han perdido años de progreso a nivel mundial. En este sentido, la pandemia ha contribuido a agravar los índices de pobreza y desigualdad, la pérdida de empleo y el crecimiento de la economía irregular.
Por otra parte, tal y como apuntan los datos de un informe de InfoJobs sobre la implementación de los ODS en las empresas de España, existe un problema casi igual de grave en torno al conocimiento que estas compañías tienen de los mismos. Así, hasta el 36% de las empresas en España afirman no estar familiarizadas con los ODS, y un 35% señala haber oído hablar de estos, pero no tener un conocimiento profundo de lo que implican.De hecho, solo un 13% de las compañías afirma estar al día con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible diseñados por la ONU. Finalmente, un 16% dice haberse informado sobre ellos en algún momento o haber recibido información en profundidad.
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs, “los resultados obtenidos a través de este informe urgen a poner en marcha nuevas vías para hacer llegar a las empresas la importancia de la adopción de los ODS como una parte trascendental de su negocio”. Pérez ha añadido: “El enorme impacto que ha tenido la pandemia debería impulsarnos a todos a trabajar con más empeño que nunca para acabar con todas esas desigualdades de las que adolece la sociedad. En concreto, desde InfoJobs estamos comprometidos con fomentar el desarrollo económico y el trabajo para todos, como forma de mejorar el nivel de vida de las personas e impulsar el progreso de la sociedad (ODS 8)”.
Por tamaño de empresa, aquellas con menos de 50 empleados son las que menos han oído hablar de este término (29%), porcentaje que en el caso de las entidades con más de 50 trabajadores asciende al 40%.
7 de cada 10 empresas no tienen formalizados unos ODS para los próximos años
Otro dato significativo que se desprende de este estudio es el hecho de que hasta el 72% de las empresas en España reconoce no tener formalizados unos Objetivos de Desarrollo Sostenible con vistas a la Agenda 2030 o los próximos años. En este aspecto, se observan también diferencias según el tamaño de la empresa.
Así, solo el 38% de las compañías de más de 50 empleados afirma haberlos establecido dentro de su actividad, frente al 22% de las empresas de menos de 50 trabajadores.
Antes de la pandemia, la ONU estimó que se necesitan entre 3 y 5 billones de dólares al año en la próxima década para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como sabemos, la actual crisis mundial ha acentuado los desafíos y existe una necesidad más urgente que nunca de que el capital mitigue los problemas, tanto antiguos como nuevos.
Por otro lado, la inversión de impacto está creciendo en todo el mundo. El último informe de The Global Impact Investing Network (GIIN) afirma que el mercado global se sitúa en 715.000 millones de dólares (frente a los 502.000 millones de dólares del año anterior). En términos de inversión ESG (ambiental, social y de gobernanza), el crecimiento y la cantidad de capital asignado a este tipo de productos también son significativos.
Pero el déficit de financiación de los ODS sigue siendo enorme y, en mi opinión, es hora de acelerar la movilización de capital hacia el impacto. Aquellos que ya están en el mercado necesitan incrementar aún más sus activos bajo administración. Pero eso por sí solo no será suficiente: debemos invitar a nuevos actores al sector. Solo cuando la inversión de impacto y la inversión socialmente responsable (ISR) se conviertan en la corriente principal, estaremos en una buena posición para resolver los desafíos a los que nos enfrentamos.
En Social Nest Foundation, fundación española con una década de experiencia trabajando en impacto, hemos sido testigos y hemos contribuido al nacimiento y evolución del sector del emprendimiento y la inversión de impacto en nuestro país. Es gratificante ver este desarrollo. SpainNab, en su último informe junto con ESADE, cuantifica en un 26% el incremento de la inversión de impacto en España durante 2020, situando en 2.378 millones de euros los activos bajo gestión.
Este crecimiento se refleja en el creciente interés en nuestro foro anual de inversión de impacto e ISR, Fi, que se dirige a personas que administran su capital o el de terceros y que están interesadas en alinear su dinero con sus valores. Al mismo tiempo, somos perfectamente conscientes de que la industria sigue siendo un nicho en España. Necesitamos hacer mucho más para movilizar el capital hacia el impacto.
Atraer a más inversores
Para sumar inversores más tradicionales al sector, creemos que debemos trabajar en cuatro áreas: educación, inspiración y confianza, oportunidades de inversión atractivas, y conexión. Esos son los pilares en los que se basa Fi.
Este año, dadas las circunstancias, Fi21 se llevará a cabo de nuevo de forma virtual, lo que nos permite seguir ampliando nuestro alcance internacional. Nuestro enfoque natural, basado en el idioma y también en el potencial de capital sin explotar, es América Latina. Al igual que España, la región tiene un sector de inversión de impacto muy joven y aún inmaduro, pero que también ofrece grandes oportunidades.
Pero Fi se ha ido convirtiendo en estas cuatro ediciones en una plataforma global, como bien indican las casi 40 nacionalidades diferentes de los asistentes en la edición pasada.
Cuatro acciones que podemos tomar
Para nosotros, todo empieza con la educación. En nuestro mundo polarizado, muchos creen que los inversores eligen entre la filantropía o maximizar los rendimientos financieros. Ahora el espectro de oportunidades se ha ampliado, pero muchos inversores aún no saben que es posible alinear capital y valores. En los últimos años, en Social Nest Foundation hemos sido contactados por family offices españoles y personas de alto patrimonio; están interesados pero hacen preguntas básicas sobre conceptos y medición de impacto. No puedes apoyar o involucrarte en algo que no entiendes completamente (o tal vez ni siquiera sabes que existe). Términos como inversión de impacto, exclusión, ESG, SRI, etc., confunden a quienes no tienen experiencia en el campo. En muchos casos, quienes se acercan a nosotros no tienen experiencia interna en tales inversiones. Responder preguntas como ‘¿cómo sé que mi dinero está contribuyendo a un impacto positivo?’ es el primer paso para explicar la inversión de impacto.
El ejemplo de María Ángeles León
Mostrar rigor, seguido de metodologías de gestión y medición del impacto, contribuye a la segunda acción que necesitamos: generar confianza e inspirar. Aquí en España, tenemos el ejemplo de alguien que está haciendo estas dos cosas de manera muy activa. María Ángeles León, quien fundó Open Value Foundation hace muchos años, se involucró inicialmente en la filantropía que apoyaba proyectos sociales en África. Desde que descubrió la inversión de impacto, está inspirando a otros a seguir su camino de combinar la filantropía y la inversión de impacto.
También es fundamental mostrar rigor y profesionalidad en el sector. Personas como Sir Ronald Cohen (el «padre» de la inversión de impacto), o Raúl Pomares (que ha trabajado en este campo durante más de 20 años) son claros ejemplos de personas que pasan del mundo financiero convencional a la inversión de impacto y ayudan a construir con éxito. Fondos como Quona Capital, con sede en México, con sus exitosas salidas en fintech para la inclusión, también ayudan a demostrar que la inversión de impacto funciona y genera confianza en el sector.
Oportunidades de inversión
Pero el cambio real no se producirá hasta que más inversores tomen medidas y muevan parte de su capital hacia la inversión de impacto. Por eso en Fi creemos que es fundamental mostrar oportunidades de inversión atractivas y diversas. Atractivas en términos de impacto y rentabilidad financiera, pero también diversas para que todos puedan encontrar oportunidades de inversión que resuenen con los desafíos que les importan. Ya sea invirtiendo en agricultores en América Latina (como el fondo Huruma), mitigando los desafíos que enfrentamos en España (Fondo Bolsa Social) o promoviendo el desarrollo económico en África y frenar así la migración forzosa (Oryx Impact), los proveedores de capital pueden descubrir algo que les funcione.
Un ejemplo de cómo ofrecer una gama más amplia de oportunidades de inversión es Zubi Labs. Este venture builder de empresas de impacto español ha incorporado enfoques de la industria tecnológica, como estudios de venture building y startups, que ayudan a crear nuevas empresas que aborden los desafíos sociales y ambientales. Ha creado también el primer fondo venture debt de impacto, Zubi Capital. De esta manera, proporciona un flujo continuo de oportunidades de coinversión de riesgo en el espacio riesgo-retorno-impacto.
El último pilar para hacer crecer el mercado de la inversión de impacto es la conexión. Conectarse a una comunidad, donde cada uno de nosotros puede compartir preguntas, experiencias y oportunidades para caminar mejor en nuestro camino hacia el impacto, es crucial.
La fecha de nuestro foro anual Fi se acerca rápidamente (28, 29 y 30 de septiembre) y muchas de las personas y organizaciones mencionadas anteriormente serán ponentes en el evento. Nuestro encuentro tiene como objetivo ayudar a que fluya más capital para resolver los viejos desafíos en España y el mundo (cambio climático, pobreza, desempleo …), pero también los problemas de salud, educación y desigualdad que el COVID-19 ha agravado.
Así que, por el bien del mundo, invitemos a más personas a la fiesta y trabajemos duro para asegurarnos de que acepten esa invitación.
Tribuna de Margarita Albors, fundadora y presidenta de Social Nest Foundation.
Tras más de un año, el COVID-19 ha tenido un fuerte impacto económico a nivel mundial. Durante ese tiempo, se ha visto cómo los diferentes gobiernos han tenido que endeudarse para hacer frente a la pandemia, mientras que las empresas han reinventado sus negocios para acercarse a un nuevo modelo de consumo más digital y demandante. Sin embargo, la llegada de las vacunas y la cercanía de la esperanzadora inmunidad de rebaño, invitan al optimismo y se abre el debate sobre cuándo llegará la recuperación económica.
Ipsos, junto al Foro Económico Mundial, ha elaborado un estudio con más de 21.000 personas de 29 países para conocer las percepciones sobre cuánto tardará la economía local en recuperarse tras esta crisis.
A nivel global, de media, el 39% de los ciudadanos creen que la economía de su país tardará más de tres años en recuperarse, mientras que el 35% cree que será en dos años. En el lado más optimista, el 19% de los ciudadanos piensa que la recuperación llegará en un año y solo el 7% afirma que su país ya está completamente recuperado de la pandemia.
En el caso de España, esos porcentajes son mucho más pesimistas. La mitad (47%) de la población española cree que la economía del país tardará más de tres años en recuperarse, seguido de un 36% que piensa que llegará en dos años. El 15% piensa que la recuperación llegará en un año y solo el 2% cree que el país ya se ha recuperado de la pandemia. Estos datos sitúan a España como el segundo país europeo más pesimista sobre el tiempo que se tardará en recuperarnos económicamente tras la pandemia, solo por detrás de Rumania.
En quién confiar para liderar la recuperación económica
Al preguntar a los encuestados en quiénes confiarían para liderar la recuperación económica, a nivel global, de media, el 53% de los ciudadanos lo hacen en la actuación de su gobierno, siendo para el 34% su primera opción. Ligeramente por debajo están las grandes empresas o multinacionales (52%), que son la primera opción para el 17% de la ciudadanía. En el tercer puesto se encuentran los propios consumidores (40%), donde el 17% de las personas los sitúan como primera opción. El pequeño comercio ocupa la cuarta posición (37%), donde el 13% elige a este colectivo en primer lugar, y en última posición encontramos las ONGs (24%), en las que sólo el 6% de los encuestados confiarían en estas entidades como primera opción.
El orden de confianza en España es similar al global pero con un destacado e interesante cambio en la primera posición, donde el pequeño comercio (58%) desbanca al gobierno como la opción que genera más confianza para liderar la recuperación económica, siendo la preferencia para el 23% de la población española. Estos porcentajes sitúan a España como el segundo país mundial que más confía en este sector, y el primero a nivel europeo, por delante de Italia (46%) y Francia (44%), donde también reciben un importante apoyo.
En la misma línea que a nivel global, en segundo lugar, el 49% de los españoles deposita su confianza en las grandes empresas, siendo para el 19% la primera opción. A nivel europeo, España es el segundo país que más confía en las grandes entidades para liderar la recuperación económica tras la pandemia, solo por detrás de Hungría (68%).
Asimismo, los consumidores (41%) son la tercera opción de mayor confianza, un 17% los elige como primera alternativa. En este sentido, España es el tercer país europeo que más confía en los consumidores para la recuperación económica por detrás de Países Bajos (71%) y Bélgica (54%).
El gobierno (41%), a diferencia de la media global, es el cuarto agente que genera más confianza para lograr la recuperación económica, donde el 25% de los españoles elegirían a este organismo como primera opción. Los datos sitúan a España entre los países europeos que menos confían en su gobierno para la recuperación económica junto a Polonia (32%), Francia (36%) y Bélgica (38%).
Finalmente, y en la misma línea que a nivel global, las ONG (13%) son las entidades en las que menos confían los españoles para la recuperación y sólo el 3% las mantiene como opción preferente. España, junto con Países Bajos (13%), son las economías europeas que menos confían en estos organismos en este sentido.
Según Vicente Castellanos, director de opinión pública y estudios políticos de Ipsos en España, “las expectativas sobre las distintas entidades que impulsarán la recuperación económica varían mucho según los países. En general, las altas expectativas en cuanto a que sea el gobierno quien lidere la recuperación tienden a alinearse con las altas expectativas sobre las empresas grandes/multinacionales y con la menor confianza sobre los consumidores y las pequeñas empresas. Por el contrario, las menores expectativas con el gobierno y de las grandes empresas se alinean con las mayores expectativas de los consumidores y de las pequeñas empresas, que sería donde se situaría España”
Indicadores de recuperación económica
A los encuestados también se les pidió que eligieran entre diferentes acontecimientos que indicarían para ellos una recuperación económica. En primer lugar, de media a nivel global, los ciudadanos mencionan la vuelta al trabajo de sus conocidos o que estos consigan un nuevo empleo (79%), que se abran nuevos negocios (78%) y que aumente el turismo (72%). Estas posiciones varían entre la ciudadanía española, que sitúa como principal indicador de la recuperación económica la apertura de nuevos negocios (84%), seguido de que llamen a gente conocida para que vuelvan a trabajar o consigan un nuevo empleo (83%) y el incremento del turismo (77%).
Pixabay CC0 Public Domain. Invertir en el crecimiento de los países emergentes
La OCDE ha previsto un crecimiento mundial por encima del 5,1% para este año. Se espera que economías como la India y China crezcan mucho más rápido, al igual que en años anteriores. Lo cierto es que muchos países emergentes llevan años experimentando un gran crecimiento. Sus economías representan ahora cerca del 40 % de la producción económica mundial. En 1980, representaban apenas el 18 %. En cambio, siguen estando muy poco representados en los mercados de capitales, con una cuota de solo el 13 %.
En general, muchos mercados emergentes siguen luchando contra las consecuencias de la crisis sanitaria, aunque, recientemente se han observado claros signos de recuperación. Con el despliegue de las campañas de vacunación y a través de los paquetes de ayuda gubernamental, deberían volver a la senda del crecimiento a medio plazo. Aunque en el año del comienzo de la pandemia muchas bolsas de los mercados emergentes obtuvieron ganancias decentes, muchos países no estaban no estaban suficientemente preparados para la pandemia, de forma que este crecimiento no se tradujo automáticamente en un beneficio por parte de los accionistas.
El potencial de crecimiento en el mundo desarrollado se ha agotado para muchos grupos empresariales en el ámbito mundial y se enfocan cada vez más hacia los países emergentes, cuyo mercado interior están ganando importancia. Por otro lado, las empresas locales de los países emergentes están desarrollando nuevos tipos de modelos de negocio y exportan con éxito sus productos y servicios a las naciones industrializadas.
Vamos a centrarnos ahora en los casos concretos de China e India. Sin duda, China cumplirá un papel destacado en la senda del crecimiento mundial. Al ser el primer país afectado por la pandemia, la economía ha sido también la más rápida en recuperarse, gracias en parte a la eficaz gestión de la crisis sanitaria. Tras las elevadas tasas de crecimiento en el curso de la rápida recuperación, es probable que el ritmo de crecimiento vuelva a estabilizarse un poco en los próximos trimestres. A largo plazo, somos optimistas por el aumento de la productividad, el enfoque económico hacia el gran mercado interior y los recursos disponibles, tanto en términos de base de capital como de capital humano.
Desde la crisis financiera, el gobierno de China da más importancia a la calidad que a la cantidad del crecimiento económico. Esto significa que allí se invierte mucho dinero en formación. Las empresas chinas también han gastado más dinero en investigación y desarrollo que las empresas de la UE desde 2014. También se espera que el gasto supere al de las empresas estadounidenses con el equivalente a 616.000 millones de dólares.
El comercio electrónico, en particular, ha cobrado gran importancia en China desde la crisis financiera. Cuando las empresas se adaptan a los gustos de la gente, el potencial es enorme. Las ventas minoristas online representan ya más de una cuarta parte del total de las ventas minoristas chinas. Las plataformas de Alibaba gestionaron más de un billón de dólares de mercancías el año pasado. La competencia extranjera queda al margen, ninguna de las grandes empresas estadounidenses de Internet ha podido hacerse un hueco real en China.
En nuestra opinión, estos proveedores de plataformas de servicios digitales tienen un enorme potencial porque sus modelos de negocio son fácilmente escalables y pueden aumentar rápidamente su cuota de mercado. Las empresas de plataformas chinas han sido objeto de un mayor control por parte de los reguladores estatales en los últimos meses. Algunas de estas empresas han aumentado considerablemente sus cuotas de mercado durante la crisis del coronavirus y han alcanzado una posición dominante en el mercado.
El gobierno chino también sabe que depende de un sector tecnológico dinámico e innovador si el país quiere seguir siendo competitivo en el ámbito internacional. En este sentido, suponemos que el Gobierno no perjudicará gravemente los modelos de negocio de las empresas.
En lo que respecta a la India, el país sigue luchando contra los estragos del coronavirus. En este sentido, esperamos que el crecimiento económico muestre inicialmente signos de ralentización en los próximos trimestres, lo que posiblemente también podría conducir a un aumento de los impagos de préstamos. A largo plazo, sin embargo, la economía india sigue ofreciendo un gran potencial de crecimiento debido a su ventajosa estructura demográfica y a la todavía baja renta per cápita en comparación con otros mercados.
En la India, ya en abril un gran número de personas enfermó, incluso en las zonas rurales. El mercado bursátil indio en particular, así como la moneda, han demostrado ser sorprendentemente resistentes. El mercado parece estar viendo otra ola y ya anticipa la continuación de la recuperación económica una vez que las medidas de flexibilización vuelvan a entrar en vigor.
En definitiva, las fronteras entre las empresas de los países emergentes y las de las economías desarrolladas son cada vez más difusas. Los inversores no deberían ignorar las oportunidades que ofrecen las empresas que se benefician significativamente del crecimiento en los países emergentes, aunque no estén localizadas en uno de ellos o pertenezcan a un índice regional concreto.
Tribuna de Michael Altintzoglou, gestor de carteras de Flossbach von Storch.
Foto cedidaEquipo de Ariete Family Office.. Ariete Family Office prevé nuevas sedes en Madrid y Latinoamérica
Ariete Family Office, firma presidida y fundada por el ex-jugador de fútbol profesional Keko Martínez, ha anunciado su intención de abrir nuevas sedes en Madrid y Latinoamérica, como parte de su plan estratégico. El anuncio lo ha realizado durante la celebración de su XII aniversario como firma especializada en el asesoramiento patrimonial a profesionales Sport & Artist, principalmente del mundo del fútbol, del arte, el espectáculo, el emprendimiento y la empresa.
En concreto, la firma quiere añadir a su principal sede ubicada en Barcelona, una oficina en Madrid. Además, se está planteando expandir su compañía en Latinoamérica, principalmente en Uruguay, Argentina y Brasil, países en los que ya cuenta con importantes clientes, no solo deportistas, sino también relacionados con el mundo patrimonial. Según explica, crecer geográficamente le permitirá acercar su experiencia y servicio a profesionales de otras partes de Europa, Asia y Norteamérica, que comienzan a desarrollar su carrera profesional en el mundo deportivo, artístico o del emprendimiento.
“Nuestro objetivo es acercar a nuestros clientes a sus objetivos económicos así como proteger y hacer crecer su patrimonio de forma sostenida”, ha explicado Keko Martínez, presidente de Ariete Family Office. Esto se debe principalmente al tipo de cliente de la empresa, que se caracteriza por tener un ciclo de generación de ingresos irregulares y asimétricos.
Ante estos nuevos objetivos, la empresa ha ampliado su plantilla profesional en los últimos años, de tal forma que ha creado un equipo de 23 profesionales multidisciplinares. “Todo ello, desde un modelo de Consejero Personal, que junto a las diferentes áreas de la empresa (Wealth Management, financiero, legal, fiscal y Real Estate), busca la aplicación oportuna al Patrimonio según los objetivos y aspiraciones acordados con el cliente”, añaden.
Actualmente, este family office asesora y gestiona el patrimonio de más de 100 familias, en el ámbito nacional e internacional, lo que supone más de 350 millones de euros y cuenta con más de 600 millones de activos agregados. Según señala, su objetivo es alcanzar los 1.000 millones de activos agregados en los próximos dos años.
Pixabay CC0 Public DomainSede central de Deutsche Bank en Frankfurt am Main (Alemania).
. Sede central de Deutsche Bank en Frankfurt am Main (Alemania).
Deutsche Bank España amplía su oferta de fondos de inversión con la comercialización en exclusiva del fondo Amundi Fund Solutions Sustainable Income 11/27, gestionado por Amundi Luxembourg S.A. a través de un proceso de inversión y selección de activos que integra criterios ESG y que tiene como objetivo proporcionar rentabilidades* sostenibles para un perfil de riesgo moderado a través de un enfoque de inversión multiactivo a largo plazo.
El fondo tiene un vencimiento el 27 de diciembre de 2027, un perfil de riesgo moderado, un objetivo de rentabilidad por dividendo (no garantizado) de 2,25% cada año y una volatilidad anual esperada de entre el 1% y el 7%. Realiza una asignación dinámica de activos para adecuar la inversión a cada momento del mercado. Está disponible en clase de acumulación y de distribución.
“El compromiso que tenemos en Deutsche Bank es crear e impulsar soluciones de inversión basadas en criterios ESG, que a su vez tengan como objetivo generar rentabilidad para un nivel de riesgo aceptado. Estamos muy contentos de esta colaboración con Amundi y poder lanzar el fondo Amundi Fund Solutions – Sustainable Income 11/2027 en exclusiva para nuestros clientes”, explica Wolfgang Kania, responsable de Fondos de Inversión y Planes de Pensiones de Deutsche Bank España.
Invierte en una cartera diversificada globalmente, principalmente de activos de renta fija, renta variable y mercado monetario, de emisores seleccionados rigurosamente integrando criterios ESG además de criterios financieros. La cartera modelo del fondo (sujeta a variaciones) está compuesta por un 60% de renta fija, un 37% de renta variable y un 3% de liquidez.
Las compañías en las que invertirá el fondo operan en sectores tales como el saneamiento de agua, la construcción o la energía sostenible, entre otros.
Los criterios sostenibles (ESG) influyen cada vez más en las decisiones de inversión
El número de personas, empresas y entidades que buscan que sus inversiones ayuden a mejorar el mundo crece cada año. Según la encuesta que la entidad realizó en mayo de 2021 a 2.130 clientes de Deutsche Bank (Encuesta a inversores Deutsche Bank 2021) para comprender mejor las actitudes de los inversores con relación a la inversión sostenible, el 75% de los inversores opina que sus inversiones deberían contribuir a un futuro mejor.
El compromiso de colaboración contra la construcción de la central eléctrica a carbón Vung Ang 2 en Vietnam, iniciada y dirigida por Nordea Asset Management (NAM), ha sido preseleccionado para el Premio PRI a la Iniciativa de Gestión del Año 2021. El 22 de octubre de 2020, NAM encabezó un consorcio de 25 inversores que representaban 4,8 billones de euros en activos bajo gestión, enviando una carta a los propietarios, financieros y constructores de Vung Ang 2, una nueva central eléctrica a carbón en Vietnam.
La carta instaba a las empresas a retirarse del proyecto y a poner fin a todas las formas de participación en nuevos proyectos de carbón en todo el mundo, citando los riesgos financieros y de reputación relacionados con el clima. Además, en la carta se subrayaba el importante papel que desempeñan las empresas que cotizan en bolsa para abordar el cambio climático, así como el riesgo que transmiten a los inversores cuando no abordan la exposición al riesgo climático.
Además de la carta firmada, NAM y sus colaboradores siguieron diálogos directos e individuales con empresas asociadas a Vung Ang 2. Según aseguran desde NAM, la presión de los accionistas como la de la gestora ha desempeñado un papel clave en el compromiso de Samsung C&T de retirarse de todos los futuros proyectos de carbón y salir de la industria del carbón. KEPCO, Mitsubishi Corporation y Sumitomo Mitsui Financial Group también anunciaron planes para poner fin a futuros proyectos de carbón. Además, Mitsubishi Corporation ha anunciado que se están retirando del proyecto hermano de Vung Ang 2, Vinh Tan 3. El compromiso también fue citado por miembros pro-climáticos del parlamento de Corea durante un debate climático que en última instancia llevó a la decisión del gobierno coreano de anunciar un objetivo de cero emisiones netas.
NAM está decidida a seguir instando a las empresas que participan en Vung Ang 2 a que se retiren del proyecto de construcción y se comprometan a poner fin a su participación en nuevos proyectos de carbón, en conformidad con la recomendación del Secretario General de las Naciones Unidas.
“Vung Ang 2 se está convirtiendo rápidamente en el ejemplo perfecto del caso contra empresas que asuman riesgos de transición en plantas de carbón, por no mencionar el conflicto obvio con los compromisos de esas mismas empresas de alinearse con el acuerdo de París”, dijo Eric Pedersen, director de inversiones responsables de Nordea Asset Management.