En el marco del 6º aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas – el plan de acción a favor de las personas, el planeta y la sostenibilidad donde se plantean los objetivos internacionales hasta el año 2030 -, el Pacto Mundial de Naciones Unidas España ha presentado en el Espacio Telefónica su publicación anual ODS Año 6, la Agenda 2030 desde un enfoque sectorial.
Se trata de un documento que pone en valor la importancia de avanzar hacia las transformaciones necesarias en los principales sectores empresariales del país para dar lugar a un cambio sistémico y lograr un cambio estructural en todos los sectores que nos coloque en vías de alcanzar los ODS.
Para ello, la publicación recoge por una parte un análisis de los ODS en diez sectores de la economía, que incluye la integración actual de los objetivos y cuáles son los ODS más trabajados, entre otros puntos; y por otro, una propuesta de acción y estrategia empresarial en un momento en que los sectores tienen que reinventar sus negocios. En este sentido, desde el Pacto Mundial de Naciones Unidas insisten que esta transformación no debe afrontarse desde una perspectiva individual, sino que tiene que apoyarse en alianzas, destacando algunas de las colaboraciones sectoriales más importantes a nivel nacional e internacional como los Principios de Banca Responsable.
Asimismo, el documento hace un repaso sobre los planes, normativas y estrategias nacionales en materia de sostenibilidad, analizando qué repercusiones y oportunidades ofrecen estos para cada sector. En concreto, destacan en este ejercicio el análisis del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que canalizará en nuestro país los fondos Next Generation EU, y el de la Estrategia de Desarrollo Sostenible 2030.
En palabras de Cristina Sánchez, directora ejecutiva del Pacto Mundial de Naciones Unidas España, “nuestro objetivo con esta publicación es crear un movimiento sectorial hacia la consecución de los ODS. Mientras que los impactos individuales de las empresas son insuficientes, el esfuerzo sectorial tiene potencial para alcanzar el cambio sistémico que necesitamos. Para ello, es fundamental que las empresas de un mismo sector cuenten con una visión compartida sobre cómo abordar los retos de los ODS y cómo alcanzar una transformación en sus organizaciones y en el conjunto del sector”.
Un análisis de la implementación de los ODS sector a sector
Como punto de partida, la publicación recoge un análisis sectorial extraído de una consulta empresarial sobre la implementación de los ODS y de diez talleres sectoriales. En concreto: comercio y distribución, construcción e ingeniería civil, industria, agroalimentario, servicios profesionales, turismo, farmacéutico y sanitario, servicios financieros de banca y seguros, telecomunicaciones y nuevas tecnologías y utilidades y energía. Del mismo se extrae que son estos cuatro últimos los sectores que tienen un mayor conocimiento de la Agenda 2030 y también entre los que se encuentran un porcentaje mayor de empresas que identifica los ODS prioritarios. Por su parte, el sector de comercio y distribución es el que muestra un menor nivel de conocimiento de este marco de Naciones Unidas.
En cuanto al paso del compromiso a la acción, se sigue observando una brecha importante entre la identificación de los ODS prioritarios y el establecimiento de compromisos concretos y cuantificables en todos los sectores económicos españoles. Por ejemplo, en el sector de banca y seguros un 69% han identificado sus ODS prioritarios, pero solo un 26% ha fijado objetivos cuantificables.
En el plano positivo el documento destaca que los diez sectores analizados presentan buenas cifras en la ejecución de acciones relacionadas con los ODS, siendo el sector farmacéutico y sanitario, el de utilidades y energía y servicios financieros de banca y seguros los que lideran este ránking.
En general, se percibe un nivel alto de contribución con acciones por parte de todos los sectores, pero se insiste en que no han pasado a la integración en la estrategia empresarial de un modo generalizado, un paso fundamental para la transformación del modelo empresarial a uno más sostenible. Es el caso, entre otros, del sector farmacéutico y sanitario en el que, a pesar de que el 58,7% de las empresas encuestadas realiza una identificación de los ODS prioritarios, solo un 19,6% lleva a cabo la integración de los mismos.
En este sentido, el sector que ostenta un mayor grado de integración de los ODS en las diferentes áreas de la empresa es el sector de utilidades y energía, coincidiendo también con el que tiene en un mayor grado fijados objetivos públicos y cuantificables, con un 42% y un 48% de las empresas, respectivamente. En el lado contrario, encontramos el sector de comercio y distribución y servicios profesionales.
En cuanto a los ODS más trabajados, éstos varían sustancialmente dependiendo del sector, aunque todos ellos sitúan el Objetivo 5 de igualdad de género entre sus prioritarios. También otros como el ODS 8 de trabajo decente, el ODS 3 de Salud o el ODS 13 de clima son señalados por una inmensa mayoría.
De izquierda a derecha, David Cadalso de Morningstar, Salomé Bouzas, de Tressis, José María Martínez-Sanjuán, de Santander, y Toni Conde, de Renta 4, en la conferencia anual de Morningstar, celebrado hoy en Madrid.. morming
Tras una pandemia mundial, ¿cómo ha cambiado la selección de fondos, qué aspectos se han potenciado o intensificado? En un panel de la conferencia anual de Morningstar en España, celebrada hoy en Madrid, tres selectores españoles, de Santander, Tressis y Renta 4, han dado respuesta a estas y otras cuestiones sobre su labor.
Tras el COVID, no creen que su rol sea más difícil, pero sí más intenso. “Es mucho más intenso seleccionar fondos ahora que en el pasado, porque hace unos años nos encontramos con un escenario inesperado, y desde ese momento empezamos a mirar de forma más intensa las tendencias y sectores y también los flujos de caja de las compañías, y su capacidad para navegar un entorno incierto de mercado. Es más intenso el análisis post que pre COVID”, aseguraba Toni Conde, directora de Gestión de Activos en Renta 4 Banco.
En Santander coinciden en que en dificultad nada ha cambiado pero sí en intensidad, ya que ahora existen muchos más eventos virtuales de gestoras y mayor actividad. “No todo es negativo porque también hemos ganado en accesibilidad: antes era impensable poder reunir al top management de una gestora en una mesa a la vez y ahora el acceso ha mejorado. Pero para los detractores, no es lo mismo -sobre todo al principio- tener una reunión donde el lenguaje corporal te puede decir mucho que una conexión online, que a veces falla también”, explicaba José María Martínez-Sanjuán, Global Head of Fund Selection, en Santander. “Esa sensación de tener una conversación con alguien que no acabas de entender -por fallos técnicos, por ejemplo- hace perder credibilidad. Hay argumentos a favor y en contra de los eventos virtuales, pero nuestra labor no es más difícil ahora que antes porque hay partes que compensan la otra”.
También reconoció los cambios Salomé Bouzas, analista de fondos y gestora en Tressis: “No es más difícil pero sí ha cambiado la selección. Antes dependíamos de conocer a los gestores físicamente y ahora estamos más acostumbrados a la vida virtual pero el feeling con el gestor siempre va a sumar. Creo que lo que nos ha dado 2020 es mucha información, porque nos ha permitido ver realmente en qué se traduce una filosofía de inversión cuando vienen mal dadas e inesperadas como una pandemia mundial”.
Lo que no ha cambiado es la dificultad de analizar algunas estrategias, sobre todo alternativas o de retorno absoluto. Pero lo más complejo es analizar fondos con mucha flexibilidad por parte del gestor y de los instrumentos que puede utilizar en cartera: “Cuanto más flexible, más difícil es analizarlo y compararlo. Es difícil encontrar un fondo comparable si es muy flexible, por la capacidad de invertir en muchos activos y de diversas formas e instrumentos”, dijo Martínez-Sanjuán. También Bouzas coincidió en que a mayor flexibilidad e instrumentos, más complicado el análisis. Y sobre activos, ambos mencionaron los productos de retorno absoluto o alternativos, que pueden cambiar el posicionamiento de un mes para otro. “Y con respecto al reporting de gestoras también la información es menor en este segmento”, criticó Bouzas, y es más necesaria la comunicación con la gestora”.
Para Martínez-Sanjuán, la gestión alternativa es lo más complejo de analizar, por la asimetría de información y la dificultad de acceso y valoración de los activos subyacentes, porque ahí es donde se ve la diferencia con la gestión tradicional. “En retorno absoluto, el uso de instrumentos complejos como derivados o apalancamiento hace más difícil entender de dónde viene el performance”, añadía. Conde coincide en esa dificultad. “Generalmente usamos estrategias alternativas de baja volatilidad pero es un cajón de sastre donde entran muchas estrategias diferentes y difícilmente comparables”, explicó.
Gestión pasiva: ¿cómo utilizarla?
La gestión pasiva ha aumentado su peso en las carteras, pero los selectores coinciden en que hay algunos casos en los que conviene utilizarla con más fuerza, como en los mercados más eficientes –como la renta variable- o para construir posiciones satélite, no core. En cualquier caso, es un alcla a la beta, para jugar el alfa en otros lugares.
Para Santander, los fondos indexados y ETFs tienen un rol muy importante en la gestión de carteras, pues es una forma de acceder al mercado, de tener exposición a beta, muy eficiente, tanto en términos de coste como de ejecución. Y también un buen aliado para gestionar el riesgo a asumir frente a un índice objetivo. “La industria brinda muchos activos en este formato pasivo y puedes diversificar la cartera y, a priori, es mejor usarlos donde no haya evidencias de generación de alfa”, aseguró Martínez-Sanjuán. “En los mercados más eficientes, líquidos y donde hay más información, es más complicado generar alfa”, añade. Un informe de Morningstar desvela que solo un 25% de gestores de renta variable estadounidense baten al S&P 500 10 años después, “una cifra escandalosa”. Y en large caps, esa cifra es un 11%: por tanto, sería razonable plantearse si utilizar más la gestión activa o la pasiva en este segmento del mercado. En otras áreas pasa lo contrario, como bolsa emergente, donde el índice MSCI se sitúa en tercer cuartil a 10 años. “Hay que observar muy bien esta realidad, decía el experto.
Para Conde, por esta razón la gestión pasiva podría encajar mejor en la parte de renta variable. “En carteras más tolerantes al riesgo, con más peso en bolsa de forma estructural, suele aportar valor tener estrategias de costes más bajos, complemento de otra”.
Para Bouzas, no es una pelea entre gestores activos ni pasivos: “Nosotros como selectores lo vemos como una herramienta más para conseguir que las carteras sean consistentes y la gestión pasiva te da posibilidades de jugar tu alfa en otro sitio. Es un juego de relativos, de hacerlo mejor que, o menos mal que, y la gestión pasiva te da un ancla al mercado para luego tomar tus apuestas a través de gestores más activos”. Para la experta, esa labor de ancla es muy potente. “En mercado eficientes hay que ser conscientes de que pagas un fee a un gestor porque te añade algo y si no, no tiene sentido”, dice. Y también es interesante para apuestas más tácticas o satélite en un activo: “Si quieres beta, y no quieres jugártela a que el gestor seleccione bien o mal, sino lo que quieres es el activo, ahí la gestión pasiva es una buena opción”.
ESG en la selección
Otra tendencia clarísima es la incorporación de la ESG a la selección: “Desde finales de 2020 hemos incorporado factores de sostenibilidad, pero no exigimos que todos los fondos cumplan”, dicen en Renta 4. “Los metemos dentro del proceso pero no hay una discriminación dura, simplemente hacemos seguimiento. Así están identificados fondos que cumplen y fondos que no”, explica Conde.
En Santander también incluyen factores ESG al analizar: “Aporta un ángulo diferente fijarte en factores no estrictamente financieros no tanto por la rentabilidad sino sobre todo por el riesgo. Tenemos un equipo especializado, con bases de datos propias y de terceros. No basta con que un fondo esté en el artículo 8, es crucial el análisis cualitativo para ver lo sostenible que es”, dijo Martínez-Sanjuán.
En Tressis, siempre que hacen una due diligence del fondo responden a un apartado común para los fondos de la misma categoría, que son preguntas relacionadas con la ESG. “Llevamos ya muchos años haciendo esa parte. La SFDR sería otro melón a abrir y lo de los artículos nos da un marco común para tomar decisiones pero en el que no te puedes apalancar un 100%. Sería como un greenwashing si solo miras SFDR y nada más: gestionamos carteras sostenibles desde 2014, sin referencias, y eso nos ha dado un expertise muy potente. Un paso fundamental es mirar la cartera del fondo, ver las compañías subyacentes y ver que todas te encajan, y si algo falla preguntar a la gestora por la tesis de sostenibilidad”, añadió Bouzas. Para la experta, la SFRD no lo es todo aunque ayuda.
La excelencia en fondos
Pero, ¿qué es para los selectores un fondo excelente? Para Bouzas, un fondo mejor que los de su categoría, más consistente (lo que supone estar en el primer cuartil en la mayoría de periodos posibles), y que el gestor lleve bastantes años, pues si hay mucha rotación el componente humano tiene su impacto. Para Santander, un fondo excelente es “aquel que te proporciona lo que esperas al mejor coste posible”. Para Renta 4, si además el fondo tiene menos volatilidad que el resto o que el índice, ya es la guinda.
“Tiene que darte lo que esperas de él y tiene que acompañar al área al que da exposición, hacerlo mejor que la categoría de fondos y con menos volatilidad especialmente en caídas. Y debe tener transparencia, que haya una comunicación fluida, porque puede marcar la diferencia entre dos fondos conocer la cartera y conocer bien al gestor y saber cómo puede comportarse ante un evento crítico”, añadía Conde.
Otro apartado crítico son los costes, ¿cómo influyen en la selección? Para Martínez-Sanjuán, son un factor clave, y más si hay rentabilidad negativa. “Si en renta fija los tipos están a cero y hay costes, es difícil invertir. Y en renta variable pasa igual: si el alfa es baja y los costes están ahí, a veces no compensa. Pero eso no significa que no merezca la pena buscar gestores activos, hay que buscarlos pero en la ecuación tienes que meter el coste porque, dependiendo del nivel de riesgo que el gestor asuma, podrás esperar una rentabilidad mayor o menor acorde al coste del vehículo”.
Para Bouzas, hay que ser conscientes de los costes que asumimos porque el cliente te los traslada. Al hacer un análisis en gestión activa, has de hacerlo neto de costes y si un gestor hace outperformance neto, eso significa que lo ha hecho bien habiendo descontado su comisión, por lo que “se la merece”. “Es una de las razones de que haya pocos gestores activos que batan a los índices, porque si su comisión es alta, tienen que generar mucho alfa para superar al benchmarck. Somos conscientes de los costes pero en gestión activa hay que buscar un gestor que genera alfa y si lo hace va a hacerlo neto de comisiones”, añadía.
En Renta 4, todos los análisis cuantitativos los hacen ya con datos netos. Por eso, aunque es un asunto clave para Conde, no es una variable de su análisis.
Una sola pregunta al gestor
Bouzas haría dos preguntas a un gestor: qué porcentaje del patrimonio de sus suegros está en el fondo, y otra más seria, cuál es el peor escenario de mercado para su estrategia. Martínez-Sanjuán añade: «¿por qué debo elegirte a ti y no a otros?.
Para Conde, la pregunta sería qué parte de su cartera no podría liquidar en uno o dos días, “por ver hasta qué punto asume riesgos de forma gratuita y puede poner la cartera en un aprieto ante un evento de mercado”.
Foto cedidaDe izq. a dcha. Silvia Bruno, Pau Bermúdez, Elena Rico, José Zuraide, María López, Alberto Gómez y Mercedes Storch.. Equipo
La Asociación de Capital, Crecimiento e Inversión (ASCRI) ha demostrado estar comprometida con el cambio y desde hace tiempo, está llevando a cabo una firme apuesta por promover una política ESG a través de sus gestoras y participadas. Para ello, la diversidad, la paridad, el talento y la igualdad de género deben jugar un papel clave en esta transformación. Acciones como la Semana del Clima, la publicación de la Guía de Inversión Responsable junto a PwC o varios webinars con enfoque de sostenibilidad lo reflejan.
La asociación, siguiendo la misma línea de otras asociaciones europeas de capital privado como la francesa, ha continuado con esta tendencia y ha creado el Club ASCRI Diversidad, que fue presentado en un evento reciente que reunió a más de 70 personas. Este club tiene como objetivo centralizar los esfuerzos y acciones en este aspecto, buscando la eficiencia y el mayor impacto positivo posible en la sociedad.
El objetivo principal será fomentar la diversidad dentro de las gestoras de capital privado en España mediante una serie de iniciativas que irán variando en función de las necesidades y el contexto. Asimismo, el club se caracterizará por un carácter abierto y colaborador.
Las primeras acciones que desarrollará este comité son la elaboración de un estudio sobre diversidad en la industria del venture capital & private equity en España junto a Atrevia, Boyden y ESADE, la organización de un evento de networking trimestral que sirva de punto de encuentro y la creación de un site propio en Linkedin.
El club estará presidido por Elena Rico (managing partner en Impact Partners) y formarán parte del mismo Oriol Pinya (Abac Capital) como vicepresidente, María López (managing director & partner en Boston Consulting Group), Silvia Bruno (executive director & board member / energy-telecom technology & innovation en Red Eléctrica), Mercedes Storch (head of international relations en AXIS Participaciones Empresariales), José Zudaire (director general de ASCRI) y Silvia Martín (directora de comunicación de Ascri).
Para Elena Rico “la creación de este Club es una oportunidad de implantar en nuestra industria una toma de decisiones más alineada con la realidad que vivimos en este momento en términos no sólo de diversidad de género, sino también de edad, cultura e ideología. Es todo un reto al que animamos que se unan todas las entidades de venture capital y private equity y lo adopten también en sus empresas participadas”.
Foto cedidaSamantha Ricciardi, nueva CEO de Santander AM. Samantha Ricciardi, nueva CEO de Santander AM
Tras la reciente salida de Mariano Belinky,Santander Asset Management (SAM) ha nombrado a Samantha Ricciardi para el cargo de nueva consejera delegada global de la firma. Según confirman desde la gestora, Ricciardi, que llegará desde BlackRock, se incorporará a finales de febrero de 2022 a la gestora de Santander, una vez se hayan cumplido los plazos obligados de transición de una compañía a otra.
Samantha Ricciardi cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria de gestión de activos y, a lo largo de su trayectoria profesional, ha trabajado para firmas como Citi, Schroders o BlackRock. En esta última ha pasado más de 11 años de su carrera, ocupando cargos de responsabilidad en el área de ventas y para el desarrollo de negocio en la región EMEA, en concreto como Head of Strategic Clients & Solutions para EMEA. Ricciardi se ha formado en la London School of Economics y en el Instituto Tecnológico de México, y habla cuatro idiomas.
Tras un intenso proceso de selección liderado por los ejecutivos del Grupo y los miembros del Consejo de Santander Asset Management, el perfil de Ricciardi ha destacado por su experiencia internacional en el negocio de la distribución y gestión de activos, tanto a escala local como global, así como en el desarrollo de negocio.
El nombramiento de Ricciardi se produce tras la reciente salida de la entidad del anterior CEO, Mariano Belinky, quien ha fichado por Motive Partners.
Pixabay CC0 Public Domain. Las empresas de pago aplazado desafían a Visa y Mastercard
MasterCard y Visa son las dos mayores redes de pago del mundo para tarjetas de crédito, débito y prepago. Son buenos ejemplos de empresas de plataforma, una estructura en la que las empresas líderes generalmente captan la mayor parte del mercado. MasterCard y Visa poseen una cuota de mercado conjunta del 90 % (sin incluir a China). Ni Visa ni MasterCard emiten tarjetas directamente a los clientes. Es la entidad financiera emisora la que fija las condiciones de las tarjetas de pago, como las comisiones, los incentivos y otras características.
MasterCard y Visa se benefician de la reactivación económica posterior a la COVID-19 y del aumento de las operaciones transfronterizas. Las dos acciones han subido más de un 60% frente a los mínimos del año pasado. Este año, sin embargo, la evolución de las cotizaciones ha estado contenida. Existen algunas razones que lo explican. Muchos inversores han vendido MasterCard y Visa para entrar en valores bancarios en previsión de las subidas de los tipos de interés. Y muchos inversores tecnológicos las han vendido para entrar en acciones fintech.
La variante delta fue otra razón, ya que a los inversores les preocupaban los posibles retrasos en la reapertura de las economías. En nuestra opinión, la variante delta puede haber retrasado la reapertura de las economías, pero no ha cambiado nuestra visión positiva sobre estas empresas. Visa incluso ha anunciado recientemente que su negocio transfronterizo sigue mejorando.
Otra preocupación es que las empresas de pago aplazado están desafiando el duopolio tradicional de MasterCard y Visa. Las empresas de pago aplazado han experimentado un fuerte auge durante la pandemia. Tildadas por algunos como «el futuro de las finanzas para los millennials», suscitan un creciente interés entre los menores de 30 años y los que deben apretarse el cinturón.
Empresas como Affirm, la australiana Afterpay y la sueca Klarna ofrecen planes de pagos por los que se compra ahora y se paga más adelante. Aunque existen diferencias entre cada plan, desde el número de pagos hasta las condiciones específicas, el rasgo común es la promesa de una serie de pagos iguales durante un periodo relativamente corto, sin comisiones ocultas. A menudo, los planes no devengan intereses.
A corto plazo, el impacto de las empresas de pago aplazado será, en realidad, positivo para MasterCard y Visa por el incremento del volumen en sus redes de distribución y las mayores comisiones. Muchas empresas de pago aplazado están asociándose con las redes de pagos, como Affirm con su tarjeta de débito, que es una colaboración con Visa. MasterCard también ha lanzado recientemente su propio producto de pago aplazado. ¿Serán capaces las empresas de pago aplazado de orillar las redes de pagos a largo plazo? Está por ver, pero de ser así, es algo que no va a ocurrir pronto.
Tribuna de Mikko Ripatti, responsable para la península ibérica y gestor sénior de carteras de clientes en DNB Asset Management
Pixabay CC0 Public Domain. El 90% de las compañías a nivel mundial han aumentado o mantenido sus dividendos en los últimos 12 meses
Los dividendos mundiales se recuperan rápidamente tras la pandemia, según indica el último Janus Henderson Global Dividend Index. Gracias al aumento de los beneficios y a la solidez de los balances, en el tercer trimestre de 2021 las distribuciones de dividendos avanzaron a un ritmo récord del 22% interanual en tasa subyacente hasta alcanzar un máximo histórico para este trimestre de 403.500 millones de dólares.
Según indica la gestora, el total aumentó un 19,5% en términos generales. El índice de dividendos de Janus Henderson se sitúa actualmente apenas un 2% por debajo de su máximo previo a la pandemia en el primer trimestre de 2020. A escala mundial, el 90% de las empresas aumentó sus dividendos o los mantuvo intactos. Se trata de una de las cifras más sólidas desde que el índice echara a andar y pone de manifiesto la rápida normalización de los patrones de dividendos a medida que la recuperación mundial sigue su curso.
La excepcional solidez de las cifras de repartos del tercer trimestre, junto con la mejora de las perspectivas para el cuarto, han llevado a Janus Henderson a mejorar sus previsiones para el año completo. Janus Henderson espera ahora un crecimiento del 15,6% en tasa general, lo que situará las distribuciones de 2021 en un nuevo récord de 1,46 billones de dólares. Janus Henderson anticipa que los dividendos mundiales se habrán recuperado en solo nueve meses desde su mínimo en plena pandemia, registrado a finales de marzo de 2021. Se espera que el crecimiento subyacente de los repartos se sitúe en un 13,6% en 2021.
Los sectores con más peso
Según los datos que arroja el Janus Henderson Global Dividend Index, el sector minero mundial es el que más contribuye al crecimiento de la remuneración al accionista en el tercer trimestre. La subida de los precios de las materias primas dio lugar a beneficios récord para muchas empresas mineras; más de dos tercios del crecimiento interanual de los dividendos mundiales en el tercer trimestre procedieron de este sector. Un 75% de las compañías mineras del índice de Janus Henderson duplicó como mínimo sus dividendos en comparación con el tercer trimestre de 2020.
“El sector repartió la extraordinaria cifra de 54.100 millones de dólares en dividendos en el tercer trimestre, más en un solo trimestre que el anterior récord para todo un año, alcanzado en 2019; BHP será la empresa que más dividendos distribuya en 2021 a escala mundial”, destacan desde Janus Henderson.
En segundo lugar, el sector bancario también contribuyó de forma significativa, sobre todo porque muchos reguladores han levantado las restricciones a la distribución de dividendos y porque los deterioros de valor de los préstamos han sido inferiores a lo previsto.
Un aspecto curioso es que las zonas geográficas afectadas por los mayores recortes de dividendos en 2020 y las más expuestas al auge de la minería o al restablecimiento de los dividendos bancarios experimentaron una rápida recuperación. Australia y el Reino Unido fueron los grandes beneficiarios de ambas tendencias. Europa, determinadas partes de Asia y los mercados emergentes también registraron notables incrementos en las distribuciones en tasa subyacente.
Las regiones del mundo, como Japón y EE.UU., en las que las empresas no recortaron en exceso sus dividendos en 2020 han exhibido, como es de esperar, un crecimiento inferior a la media mundial. Con todo, los dividendos de las empresas estadounidenses avanzaron un 10% hasta anotarse un nuevo récord en el tercer trimestre. La solidez del tercer trimestre implica que las empresas chinas también van camino de ofrecer una remuneración al accionista récord en 2021.
“Los datos de esta nueva edición del Janus Henderson Global Dividend Index son una muestra más de que la recuperación económica sigue su curso. Los buenos resultados empresariales unidos a una mejor situación financiera de las empresas, con balances más sólidos, y un panorama económico más favorable han hecho que el 90% de las compañías a nivel mundial hayan aumentado o mantenido sus dividendos en los últimos 12 meses y se hayan alcanzado cifras récord de reparto [de dividendos] para un tercer trimestre. En este contexto esperamos que la tasa de crecimiento [de los dividendos] para el conjunto del año 2021 supere el 13.5%, muy por encima de la media histórica del 5%-6% anual”, apunta Juan Fierro, Associate Director para Iberia en Janus Henderson.
Según explica Fierro, si bien es cierto que en Europa se ha observado un descenso del 34% en el tercer trimestre, esto solo refleja la normalización de los patrones de dividendos tras los retrasos en los pagos de 2021. El crecimiento subyacente ajustado superó el 28%.
“De cara al 2022, anticipamos que los dividendos mundiales se recuperarán completamente y restablecerán su tendencia histórica de crecimiento. Un importante motor para el crecimiento el próximo año será el sector bancario, donde esperamos observar una continuidad en el restablecimiento de dividendos iniciada este año gracias a las menores exigencias de capital de los reguladores”, adelanta.
Por su parte, Jane Shoemake, gestora de carteras de clientes del equipo de Global Equity Income de Janus Henderson, destaca que tres aspectos importantes han cambiado durante el tercer trimestre. En primer lugar, y el más importante, las empresas mineras de todo el mundo se han beneficiado de los elevadísimos precios de las materias primas. Muchas de ellas obtuvieron resultados históricos y los dividendos se han hecho eco de ello.
“En segundo lugar, los bancos aprovecharon rápidamente la relajación de las restricciones a los repartos y restablecieron sus pagos en niveles más elevados de lo que parecía posible hace incluso unos meses. Y, por último, las primeras empresas de Estados Unidos que iniciaron el reajuste anual de los dividendos demostraron que las compañías de ese país están dispuestas a remunerar adecuadamente a sus accionistas”, explica Shoemake.
Además, considera que “un notable catalizador de cara a 2022 será el restablecimiento en curso de los dividendos bancarios, aunque parece poco probable que las empresas mineras puedan mantener este nivel de distribuciones, en vista de su dependencia de los volátiles precios de las materias primas subyacentes, que en algunos casos ya han caído. Así, es probable que las mineras supongan un lastre para el crecimiento mundial de los dividendos el próximo año”.
Implicaciones para la asignación de carteras
“Los dividendos se están recuperando más rápido de lo previsto, impulsados por la mejoría en los balances de las empresas y el mayor optimismo existente sobre el futuro. Dos de los sectores más afectados el año pasado fueron los de materias primas y finanzas, y el informe pone de manifiesto que ambos fueron el motor más destacado de crecimiento de los dividendos durante el periodo analizado. Hemos aumentado nuestra exposición a estos sectores durante el año pasado, y nos complace ver cómo los accionistas se están beneficiando de este aumento en los repartos”, concluye Ben Lofthouse, responsable de Global Equity Income en Janus Henderson.
En un entorno en el que van desapareciendo las heridas de la pandemia pero se mantiene el impacto de las medidas adoptadas por los gobiernos para hacer frente a la crisis, desde JP Morgan Asset Management consideran que en los próximos años la gestión activa, la diversificación internacional y el papel de los activos alternativos serán fundamentales para diseñar una cartera equilibrada y sólida.
La gestora publicó hoy sus 26ª previsiones del mercado de capitales a largo plazo (LTCMA), una investigación anual cualitativa y cuantitativa de su equipo de expertos en la que ofrece de cara a 2022 una visión a 10-15 años sobre los riesgos y los rendimientos para guiar las asignaciones estratégicas de activos.
John Bilton, jefe de Estrategia Global de Activos Múltiples y Karen Ward, estratega jefe de EMEA de JPMAM, fueron los encargados de presentar las conclusiones del estudio en una videoconferencia en la que si bien destacaron su optimismo sobre el mercado, también indicaron que los rendimientos previstos siguen siendo bajos en comparación con los estándares históricos.
Se prevé que una cartera estándar de 60/40 solo genere un 4,3%, lo que sugiere que los inversores deben mirar más allá de los mercados de activos tradicionales para encontrar mayores rendimientos, destacó Bilton. Además, el estudio de este año sostiene que, en vista de que los rendimientos reales de los bonos seguirán siendo bajos o incluso negativos, los activos reales pueden ofrecer un importante aporte si se valoran de manera adecuada los riesgos de iliquidez.
«Estamos cada vez más convencidos de que la pandemia dejará pocas cicatrices económicas. Sin embargo, esperamos que las intervenciones políticas en el punto álgido de la crisis tengan un impacto duradero en los mercados», añadió Bilton. «Nuestro mensaje general es optimista, y aquellos inversores que estén dispuestos a ampliar las opciones y a aceptar las primas de riesgo que ofrecen los activos no tradicionales, pueden seguir encontrando amplias fuentes de alfa para generar rentabilidades sólidas y eficientes en sus carteras, incluso cuando las expectativas de rentabilidad de los mercados públicos sigan siendo moderadas».
Karen Ward alertó asimismo de que por primera vez en muchos años han elevado sus previsiones de inflación a largo plazo en todas las economías, pero que se trata de una “inflación sana” de unos mercados en expansión. Se ha roto con la política de austeridad dominante sobre todo en Europa tras la crisis financiera mundial y nos enfrentamos a una nueva dinámica, dijo. “Las economías han cerrado rápidamente las brechas de producción y la política fiscal y monetaria trabajan en colaboración». Sin embargo, la inflación que se manifiesta en las últimas etapas de la pandemia está resultando un poco más difícil de lo que esperaban los bancos centrales.
Crecimiento
«Esperamos un crecimiento modesto del PIB real en comparación con los estándares históricos”, con un avance lento de las grandes economías EE.UU., China e India, indicó Ward. La investigación estima una expansión del PIB real del 2,2% para el conjunto de economías en los próximos 10 a 15 años, frente al 2,9% de 2010 a 2020 y el 2,7% de 2000 a 2020.
Mientras que el crecimiento agregado de los mercados desarrollados, de un 1,5%, se acercará bastante a su trayectoria histórica, la desaceleración en curso de China –que está buscando una expansión más sostenible basada en el consumo interno- reduce el agregado de los mercados emergentes, que la gestora calcula en un 3,7%, frente al 6,0% de los 20 años que terminan en 2020.
Aunque prevén que la productividad crezca, espoleada por la adopción de tecnologías por parte de las empresas que aceleró la pandemia, la realidad de la debilidad demográfica seguirá pesando sobre el crecimiento económico tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes. “Debemos reconocer que la misma política fiscal y monetaria audaz que nos impulsó a salir de la penumbra de la pandemia representa una evolución sísmica y duradera de la política económica que perdurará en el tiempo”, señaló Ward.
Queda por tanto atrás una década de escasa inversión, austeridad y débil productividad, compensada por una política monetaria flexible. En su lugar, destaca el informe, existe un énfasis en el crecimiento nominal y una mayor disposición a tolerar balances más grandes y una mayor deuda nacional que la que hemos visto desde 1945. Los gobiernos se centran ahora en las ambiciones a medio plazo con planes de gasto plurianuales que hacen hincapié en la reconstrucción de las infraestructuras en ruinas, en la lucha contra la desigualdad social y contra el cambio climático.
Hipótesis sobre las clases de activos
Por activos, la gestora prevé para la renta variable estadounidense de gran capitalización una rentabilidad anual del 4,10%, mientras que el impacto favorable de los márgenes y la valoración mejora su previsión para la renta variable de la zona euro en 60 puntos porcentuales, hasta el 5,80%.
Para Japón estiman un recorte de 10 puntos porcentuales hasta el 5,0%, y un gran ajuste a la baja de 260 puntos porcentuales, hasta el 4,10%, para las acciones del Reino Unido. Los mercados emergentes experimentan un descenso más modesto de 20 puntos básicos, hasta el 6,60%. Estos cambios combinados bajan 10 puntos porcentuales la estimación de la rentabilidad de la renta variable mundial en dólares, hasta el 5,0%.
Respecto de la renta fija, aunque las perspectivas de la deuda pública siguen siendo negativas, desde JP Morgan AM mejoran las previsiones de rentabilidad nominal de los bonos a partir de 2021. Su previsión de rentabilidad del Tesoro estadounidense a 10 años aumenta en el informe hasta el 2,40%, mientras que las previsiones de rentabilidad del efectivo en dólares suben 20 puntos porcentuales, hasta el 1,30%. No obstante, teniendo en cuenta la estimación de la inflación en EE.UU. la rentabilidad real sigue siendo negativa. Y el panorama no es mejor fuera de EE.UU.
Es por ello que los activos alternativos ofrecen una mejor rentabilidad en comparación con los mercados públicos: la renta variable privada ponderada por capitalización sube 30 puntos porcentuales desde el año pasado, hasta el 8,10%, y la deuda privada ofrece el 6,90%. Los activos reales siguen destacando como un conjunto de oportunidades que tiene una valoración atractiva y también es probable que sean resistentes de cara múltiples escenarios futuros.
A corto plazo, los fuertes flujos de ingresos en activos inmobiliarios, de infraestructuras y de transporte son bienvenidos cuando los rendimientos de los bonos están comprometidos, indicó Bilton.
Por ello desde la gestora resaltaron la importancia de una gestión activa que tenga en cuenta la internacionalización de los activos, con nuevos mercados que están madurando -en especial China-, la adopción de un enfoque ESG en la inversión y la necesidad de otorgar mayor peso a la inversión alternativa. “Tendremos que hacer trabajar más duro a nuestro capital”, resumió Ward.
Pixabay CC0 Public DomainFilippo Casagrande, director de Soluciones de Inversión en Seguros, Grupo Generali, de la Unidad de Negocio de Gestión de Activos y Patrimonio.. Filippo Casagrande
Generali ha anunciado la puesta en marcha de un programa internacional de inversión de impacto social centrado en empresas sociales de toda Europa que abarcan una amplia gama de temáticas, como la salud, la educación, los medios de subsistencia y las energías renovables.
Según ha explicado, la fase piloto del programa, nacido de la colaboración entre Generali Investments y The Human Safety Net (la iniciativa global de Generali para las comunidades), invierte específicamente 22 millones de euros en dos fondos de impacto: el fondo Impact Growth IV y el Raise Impact, gestionados por Impact Partners AM y Raise Impact AM. Ambos vehículos comparten el énfasis en la inclusión social y el desbloqueo del potencial humano en las comunidades vulnerables.
Se trata de la primera vez que el Grupo Generali se adentra en la inversión en empresas que dan prioridad al impacto en su modelo de negocio y son capaces de medirlo. El proyecto piloto se basa en el compromiso más amplio de Generali con las finanzas sostenibles y forma parte de coaliciones globales como la Net Zero Asset Owner Alliance y la Net Zero Insurance Alliance.
“Gracias a este proyecto, Generali Investments comienza a explorar la inversión de impacto social seleccionando y supervisando la gestión de fondos para la Fundación Generali. Como plataforma internacional con diferentes capacidades de inversión, estamos reforzando nuestro enfoque en las inversiones que pueden combinar el rendimiento financiero con la atención a los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza. Creemos que nuestro sector puede impulsar inversiones que transformen verdaderamente nuestras sociedades apoyando la transición energética, la asistencia sanitaria, las infraestructuras, la digitalización y la sociedad en general”, ha afirmado Filippo Casagrande, director de Soluciones de Inversión en Seguros, Grupo Generali, de la Unidad de Negocio de Gestión de Activos y Patrimonio.
Algunos ejemplos de inversiones en inclusión social son Talis Education Group, en Francia, y MiCuento, en España. Talis Education Group es una red de instituciones de enseñanza superior especializada en la formación profesional de alta calidad. Talis se asocia con empresas sociales para poner en marcha programas de aprendizaje que coloquen a los jóvenes desfavorecidos en el mercado laboral. Por su parte, MiCuento promueve la lectura para todos los niños, incluidos los que tienen dificultades de aprendizaje. Produce libros personalizados y adaptados para niños que tienen problemas de lectura y otros problemas de aprendizaje. La empresa tiene previsto lanzar 140 títulos de este tipo y vender 120.000 libros adaptados a las dificultades de lectura de aquí a 2024.
Por su parte, Emma Ursich, directora ejecutiva de The Human Safety Net y jefa de Identidad Corporativa de Generali, ha destacado: “The Human Safety Net ha desarrollado una red de más de sesenta organizaciones especializadas en el impacto social, que llevan a cabo programas en más de veinte países donde Generali está presente. Sobre la base de esta plataforma, nos complace comprometernos con Generali Investments en la movilización de capital filantrópico y de inversión para los mismos grupos vulnerables y los mismos retos sociales”.
Desde Generali destacan que el universo de la inversión de impacto está creciendo a nivel mundial, con unos 1.500 fondos institucionales de calidad y unos activos gestionados superiores a los 250.000 millones de euros. Se trata de un grupo diversificado de inversiones en todas las clases de activos, con una importante representación de inversiones privadas y, en particular, de capital privado y capital riesgo.
“Las inversiones de impacto social, es decir, que tienen el objetivo de beneficiar a determinadas comunidades y personas, son un subconjunto del universo de las inversiones de impacto. Incluyen una variedad de temáticas e instrumentos, que van desde los bonos sociales y de impacto social, hasta la microfinanciación y la vivienda asequible. The Human Safety Net pretende abordar específicamente tres temas: los niños y las familias, posiblemente también a través del marco Nurturing Care; las personas desplazadas, los inmigrantes y los refugiados; y las dificultades financieras de estas personas”, indican desde Generali.
abrdn ha anunciado sus planes para reducir la intensidad de carbono de los activos que gestiona en un 50% para 2030 y alcanzar el cero neto para 2040. La gestora tratará de llegar a este objetivo a través de tres pilares, incluyendo además un análisis riguroso de las trayectorias de cero neto, el desarrollo de soluciones de inversión dirigidas al cero neto y al accionariado activo para influir en las empresas y en los responsables políticos.
«Debemos ser muy claros: el mero hecho de retirar el dinero de nuestros clientes de las acciones con alta intensidad de carbono y colocarlo en opciones más ecológicas no resolverá la crisis mundial. Descarbonizar una cartera no es lo mismo que descarbonizar una industria. Para conseguirlo necesitamos un compromiso efectivo con las empresas, porque el cambio más trascendental vendrá de respaldar a las empresas de transición creíbles en su camino de alta a baja intensidad de carbón», explica Stephen Bird, CEO de abrdn.
El primer pilar será la descarbonización: se ha comprometido a hacer un seguimiento y reducir la intensidad de carbono de sus carteras. Eso significa seguir incorporando el análisis del carbono en el proceso de inversión y apoyar a los líderes de la transición y las soluciones climáticas creíbles. La mayoría de sus inversiones en renta variable, crédito y cuantitativas ya son activos con una intensidad de carbono inferior a los índices de referencia y su negocio en el sector inmobiliario se ha comprometido a alinear sus activos con los objetivos de emisiones cero neto en 2050.
En segundo lugar, proporcionar soluciones de cero neto, para ello aumentará la proporción de activos que se destinan a soluciones de inversión dirigidas al objetivo de cero neto. Alrededor del 30% de los activos se gestionan actualmente en línea con el objetivo de «Cero Neto 2050». El objetivo de abrdn será aumentar esta cifra continuando con el desarrollo de soluciones de cero emisiones en todas las clases de activo, comprometiéndose activamente con los clientes, así como con la transición de su gama de fondos para apoyar los objetivos de emisiones cero neto.
El tercer y el último pilar será el accionariado activo, esto supondrá que votará y colaborará activamente con las empresas en las que participa para impulsar el cambio y la transición de los activos reales. El equipo se comprometerá con los emisores más financiados a través de las participaciones de capital y de crédito, buscando la transparencia en el progreso con respecto a los hitos claros de transición evaluados según las normas pertinentes – como la referencia de Acción Climática 100+ cero neto. abrdn se desprenderá de las empresas que, al cabo de dos años, considere que no han avanzado lo suficiente respecto a los hitos de transición fijados, a menos que no se ajuste al mandato del cliente.
Precio del carbono
Asimismo, abrdn ha solicitado la fijación del precio del carbono ya que «los incentivos efectivos en forma de precios adecuados del carbono son absolutamente críticos para permitir la asignación de capital en línea con el cero neto y para crear un entorno de inversión que recompense a las empresas y a los inversores que se vuelvan verdes. También necesitamos un debate y una acción adecuados sobre el papel del sistema fiscal en la transición. La fijación de los precios del carbono debe centrarse en cambiar los comportamientos y garantizar una transición justa, a escala nacional y mundial», concluye el CEO.
Renta 4 Renta 4 Gestora ha inscrito en la CNMV dos nuevos compartimentos pertenecientes al fondo Renta 4 Megatendencias F.I. se trata del Renta 4 Megatendencias Medio Ambiente F.I., y del Renta 4 Megatendencias Consumo F.I.
Renta 4 Megatendencias Consumo F.I. tiene como objetivo conseguir un crecimiento de capital a largo plazo mediante la inversión en empresas relacionadas con el sector consumo. Los cambios demográficos, tecnológicos y la preocupación por el medioambiente están transformando los hábitos de consumo y permite que algunos sectores y compañías se beneficien de estas megatendencias, con un crecimiento en ingresos y beneficios superior a la media.
Se trata de un fondo de renta variable global que invierte en sectores de empresas de comunicación e Internet, lujo, cosmética, textil, alimentación y bebidas, cuidado personal, o bienes de consumo duradero. Lo hace sin límite en términos de distribución geográfica ni capitalización, por lo que se podrá invertir en compañías de baja, mediana y elevada capitalización bursátil. Integra factores ESG en su proceso de inversión, analizando el impacto que los factores ESG tengan en la posición competitiva y financiera de las empresas.
El compartimento será gestionado por David Cabeza, gestor además de Renta 4 Small Caps Euro FI desde 2017, que acumula más de 20 años de experiencia en mercados financieros, como gestor de fondos y analista financiero. “El nuevo compartimento Renta 4 Megatendencias Consumo FI ofrece a los partícipes la posibilidad de invertir de manera diversificada en aquellas compañías que van a marcar el futuro de un sector que ya está cambiando hacia otros modelos como el online o las membresías, y que crece por encima del crecimiento mundial”, valora el gestor del fondo.
Por su parte, Renta 4 Megatendencias Medio Ambiente F.I., tiene como objetivo maximizar la rentabilidad promoviendo características ESG, mediante una gestión activa y flexible. El fondo invierte en compañías que promueven una sociedad sostenible desde el punto de vista medio ambiental. Asimismo, invierte en compañías de otros subsectores cuyo modelo de negocio esté relacionado con empresas que persigan un objetivo sostenible desde el punto de vista medio ambiental, con características ESG altas, como por ejemplo: transporte con bajas emisiones de carbono, economía circular, energías renovables y alternativas, agricultura e industria alimentaria sostenible, captación y almacenamiento de CO2, edificación sostenible, reforestación, mejora de la eficiencia en el uso de la energía y el transporte, almacenamiento de la electricidad, automatización y mejora de la productividad industrial, gestión de agua y residuos, inversión socialmente responsable, entre otras.
Todo ello sin límite en términos de distribución geográfica ni capitalización, por lo que se podrá invertir en compañías de baja, mediana y elevada capitalización bursátil. El objetivo a largo plazo es invertir en mayor proporción en compañías con objetivos sostenibles.
Los gestores, Jaime Vázquez y Beatriz Pérez
El fondo será cogestionado por Jaime Vázquez y Beatriz Pérez que cuentan con 12 y 4 años de experiencia respectivamente en los mercados financieros como analistas de renta variable en diversos sectores. Según Beatriz Pérez, cogestora del compartimento, “la inversión en medioambiente es una tendencia duradera y no pasajera que muestra fortaleza incluso en momentos clave o crisis”.
El proceso de inversión de ambos fondos comienza con la identificación top-down de las tendencias a largo plazo (desde el punto de vista del consumidor o de la sostenibilidad, respectivamente), para seguir con una selección bottom-up de empresas de mayor calidad y mejor posicionadas en dichos segmentos, y finalizar con la construcción de una cartera diversificada (60-80 valores atendiendo a convicción y riesgo).
Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Gestora, define megatendencia como “aquellas ideas globales que tienen un impacto importante en el mundo, contribuyendo a cambios significativos con implicaciones a todos los niveles: personas, empresas, sociedades o instituciones”. Es decir, “hablamos de invertir en sectores o temáticas que van a marcar el crecimiento social y económico a largo plazo”. Estos dos compartimentos se unen a los tres ya existentes dentro del fondo: Renta 4 Megatendencias Tecnología FI, Renta 4 Megatendencias Salud, Innovación y Biotecnología Médica FI y Renta 4 Megatendencias Ariema Hidrógeno y Energías Sostenibles FI (que cuenta con el asesoramiento de un experto en este segmento).