La guerra entre Ucrania y Rusia está provocando un “efecto dominó” en la economía mundial debido a las posibles consecuencias que en el corto plazo se puedan generar por la entrada de otros países en el conflicto, que ha pasado de ser político a bélico en los últimos días. En este sentido, el sector inmobiliario, como uno de los principales motores de la economía española, es uno de los que sigue más de cerca el avance de la guerra.
Desde donpiso, una de las redes inmobiliarias más grandes de España, se hace un análisis cauteloso de esta situación en la que todavía existen muchas incógnitas por despejar, entre otras cosas, por la incerteza de cuánto puede llegar a durar el conflicto y qué países van a acabar viéndose involucrados en él.
Así, Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, relativiza por el momento el impacto de la guerra en el mercado inmobiliario español y subraya que “si bien el comprador de viviendas ruso tuvo su boom hace unos años, hace ya una década, lo cierto es que en estos momentos no representan un porcentaje notable del total de las compras de viviendas realizadas por extranjeros en nuestro país”.
El experto entra en materia y pronostica efectos negativos si las sanciones aumentan: “Si al final los ciudadanos rusos tienen dificultades para conseguir residencia en países de la Unión Europea a raíz de las sanciones y otro tipo de acciones, y ya no digamos para el movimiento de capitales, lógicamente puede haber un rebote negativo. Estamos yendo a la línea de flotación del comprador ruso de vivienda. De ahí que sea el segmento del lujo el que pudiera acabar perdiendo a uno de sus mejores clientes”.
Y es que el real estate español de alta gama ha sido uno de los valores refugio de los inversores rusos con un poder adquisitivo muy elevado, especialmente en zonas del litoral español como la Costa del Sol. En un contexto en el que existen otros activos de inversión al alza, Bermúdez incide en que “cierto que las grandes inversiones se están yendo al oro, pero en países como España el ladrillo es un valor refugio que ha servido durante todos estos años como un mecanismo de rentabilidad ante otras opciones como la renta fija”.
Pixabay CC0 Public Domain. El fondo solidario de Mutuactivos activa su clase de emergencia para prestar su apoyo a Ucrania
Mutuactivos ha reactivado la clase B de su fondo de inversión Mutuafondo Compromiso Solidario FI para ayudar a Cáritas en la puesta en marcha de medidas urgentes en apoyo del pueblo ucraniano. Todas las suscripciones recibidas por el fondo en esta clase y los rendimientos generados irán destinados al proyecto “Cáritas con Ucrania”, que tiene como objetivo atender las necesidades humanitarias de los refugiados ucranianos en situación más vulnerable.
En concreto, la iniciativa de Cáritas contempla acciones como el reparto de alimentos, comida caliente, kits básicos de higiene familiar, facilitar el acceso a agua potable y transporte y prestar apoyo psicoemocional y atención a personas vulnerables, como ancianos, personas con discapacidad y menores. Además, el proyecto incluye también el acondicionamiento de los centros de Cáritas para dar acogida a los refugiados y desplazados internos del país.
El fondo realizará una primera donación a Cáritas a finales del mes de marzo. Posteriormente, realizará donaciones mensuales por el 100% de las participaciones suscritas en el periodo.
Se trata de la segunda vez que Mutuactivos activa esta clase (B) de Mutuafondo Compromiso Solidario FI. Esta clase fue creada con el objetivo de destinar su patrimonio a necesidades sociales urgentes (situaciones de emergencia o catástrofes), como es el caso del actual conflicto en Ucrania o como lo fue el estallido de la pandemia de coronavirus en el año 2020, cuando se abrió por primera vez.
El primer fondo 100% solidario del mercado español
Mutuafondo Compromiso Solidario FI es el primer fondo 100% solidario del mercado español, lanzado a finales de 2019. El único objetivo del fondo es colaborar con proyectos solidarios mediante la donación de las participaciones suscritas por los inversores. Mutuactivos lo gestiona de forma totalmente desinteresada, sin obtener beneficio alguno.
La Fundación Mutua Madrileña se encarga de seleccionar los proyectos a los que se destinarán las donaciones en base a los rigurosos criterios que ya tiene implantados y velando en todo caso por su viabilidad.
Hasta ahora, Mutuafondo Compromiso Solidario FI ha donado casi 300.000 euros que han ido destinados a proyectos de cuatro entidades de carácter social: Cáritas, Unicef, Unoentrecienmil y Fundación Aladina. Para poder donar, la suscripción al fondo se puede realizar a través de www.mutuactivos.com y del teléfono 900555559.
Pixabay CC0 Public Domain. la necesidad de reconocer los esfuerzos y la presión que recibe el sector financiero y el bancario. “Las pruebas de esfuerzo que el BCE va a poner en marcha son exigentes cuando aún no tenemos concreción a la hora de medir”, apunta.
El informe de este año del IPPC sobre el cambio climático ha quedado eclipsado por el contexto geopolítico en el que vivimos, a pesar de que ha aumentado su nivel de alarma sobre el mismo. El presidente de Finresp y de la AEB, José María Roldán, ha advertido de esto mismo en el encuentro anual de Finresp señalado que “la sostenibilidad en este contexto geopolítico parece que es un lujo”. Algo que también pasó durante la pandemia.
Sin embargo, la sostenibilidad importa, y mucho. Por ejemplo, Roldán ha explicado que, si avanzamos en el camino de la sostenibilidad, disminuiremos la dependencia energética de la UE y de España. “Esa autonomía energética será muy necesaria en un mundo complejo y polarizado”, añade.
Pero advierte de que ese progreso tiene que ser sin acelerones ni retrocesos. “Es un camino de 20 y 30 años y nos distraerán muchas cosas, pero la sostenibilidad, precisamente en estos momentos de turbulencias, tiene más sentido que nunca y el sistema financiero jugará un papel vital”, explica.
En este sentido, Roldán ha hecho una llamada al realismo y ha insistido en que debemos tener presente que los ajustes que requiere cumplir con las metas de sostenibilidad suponen costes y estrategias de decrecimiento. Asimismo, ha recordado la necesidad de la cooperación internacional, que será más complicada, pero fundamental. Concreción es otro de los aspectos que ha reclamado: “Necesitamos menos tormentas y más ideas decididas. Sigo echando de menos, aunque tengamos la Taxonomía, más concreción”.
Respecto a esto último, el experto advierte del peligro de que, derivado de la polémica que ha surgido en torno a la inclusión del gas y la nuclear en la taxonomía, cada estado miembro cree su propia subtaxonomía. La segunda reflexión que lanza, es la necesidad de reconocer los esfuerzos y la presión que recibe el sector financiero y el bancario. “Las pruebas de esfuerzo que el BCE va a poner en marcha son exigentes cuando aún no tenemos concreción a la hora de medir”, apunta.
En este sentido, ha advertido de que el sector financiero no puede ser la policía del cambio climático. “Socialmente es insostenible tener ese papel. No podemos asumir esa presión porque desde el punto de vista social no se va a aceptar que seamos los ejecutores, tiene que ser el sector público”. En este contexto de presión, anima a luchar contra el green washing y también alerta del green bashing (que te critiquen a pesar de que tengas una buena estrategia). “Ese equilibrio entre ambos es fundamental. Además, tenemos que salvar los próximos 3 o 4 años, ya que habrá poca concreción y mucha presión, pero no podemos quedarnos parados”, anima.
La transición: una oportunidad para el sector financiero
Representantes del sector financiero también han protagonizado una mesa redonda en el encuentro de Finresp, moderada por Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, quien ha señalado que la transición es una oportunidad para el sistema financiero.
Sin embargo, identifica cinco grandes retos: la creación de un mercado de activos verdes que cree esa oferta de productos sostenibles; disponibilidad de datos de las empresas, que sean suficientes, públicos, homogéneos y en formatos procesables; disponibilidad de profesionales especializados y que se desarrollen metodologías de general aceptación; desarrollo de un marco operativo, para evitar exigencias de criterios locales y generar un arbitraje entre le UE que nos puede separar de este objetivo común de transición; y el fomento de la educación financiera para que los ahorradores puedan tomar decisiones con el mayor conocimiento posible.
El presidente de Inverco también ha aprovechado para pedir que se fomente la fiscalidad del ahorro de aquellos vehículos que van a financiar actividades sostenibles.
Helena Viñes, consejera de la CNMV e integrante de la Plataforma Europea de Finanzas Sostenibles, ha señalado que sin el sector financiero no hay transición posible, y que tiene como objetivo la descarbonización de las carteras, paulatina pero firme. “El sector financiero debe ser un motor de cambio, y para facilitar la transición, la CE está desarrollando medidas e instrumentos cuyo objetivo es acortar la brecha anual de inversión sostenible de Europa”, ha explicado.
Por su parte, Ana Martínez-Pina, coordinadora de Regulatorio Financiero de Gómez-Acebo & Pombo, ha señalado que el sector financiero debe canalizar el ahorro hacia proyectos que tengan en cuenta los criterios ESG. Uno de los retos que localiza es que el sector, no muy familiarizado con cuestiones medioambientales hasta hace poco, debe incorporar nuevos perfiles o formar a sus plantillas en las nuevas materias.
Para Blanca Navarro, directora de Estrategia y Evaluación de ICO, los retos están en dar respuesta a las expectativas del supervisor incorporando los riesgos climáticos en la operativa habitual, el reto de la información (cómo publicarla), la captura de esa información y la medición. José Luis Blasco, director global de Sostenibilidad de Acciona, ha alertado de que el significado de valor ha cambiado y es más sofisticado, y que la ESG se expandirá y desaparecerá como elemento diferenciador. “A partir de ahora creo que los asuntos ESG de forma convencional dejarán de estar en nuestra agenda porque formarán parte del plain vanilla”, prevé.
Foto cedidaRaphaël Moreau, gestor del fondo Sextant PME de Amiral Gestion.. Gestión Activa y Carteras Blend en tiempos de inflación
A pesar de la incertidumbre que la guerra en Ucrania ha generado en las economías y los mercados de valores mundiales, para el gestor de Amiral Gestion Raphaël Moreau existen algunas certezas a las que los inversores pueden aferrarse para navegar en estos tiempos de inflación desbocada. En el webinar ‘Gestión Activa y Carteras Blend en tiempos de inflación’, que tuvo lugar el pasado martes, el gestor del fondo Sextant PME de la firma señaló que es difícil saber si la situación va a mejorar o empeorar en el país eslavo, ya que esto depende enteramente de factores políticos, pero hay sectores económicos que se van a ver favorecidos tanto si las negociaciones entre Rusia y Ucrania llegan a buen puerto, como si se termina desencadenando un conflicto a mayor escala.
Una de las principales tendencias que suponen una apuesta segura de futuro es el sector de la producción, transporte y almacenamiento de energía. La autonomía energética de Europa es una necesidad geoestratégica que el actual conflicto ha puesto de relieve, un proceso en marcha que se ha visto acelerado y que está estrechamente relacionado con la carrera hacia la sostenibilidad.
Ya sea a través de la transición verde en países como Alemania y España, o con una histórica apuesta por la energía nuclear en el caso de Francia, el impulso a la producción energética ya era una realidad antes de la invasión de Ucrania. No lo era en cambio el despertar militar de Europa. El sector de la defensa, largo tiempo olvidado en países como Alemania y Francia, ha vuelto a cobrar a raíz de la crisis ucraniana, una importancia notable.
La invasión también ha espoleado la cohesión europea en forma de una política común más vigorosa, una tendencia que comenzó con la pandemia y las cuantiosas inversiones comunitarias de los fondos Next Generation. Esta amenaza común unirá aún más a los países de la UE.
Tanto el incremento del gasto en defensa, abanderado por el anuncio del canciller alemán Olaf Scholz de un paquete de 100.000 euros para reequipar su ejército, como la cohesión y posible expansión de la Unión Europea, presentan oportunidades en términos de inversión en el medio y largo plazo. De hecho, tras el giro en la política de defensa alemana, las acciones de los principales fabricantes de armamento ya han experimentado un alza considerable en los principales mercados de valores.
No obstante, la situación es aún muy incierta y muchos gestores se están mostrando cautelosos a la espera de ver cómo evolucionan los acontecimientos en el este y la política monetaria de los principales bancos centrales. Esta precaución ha mantenido a Sextant PME, el fondo gestionado por Moreau, sin ningún cambio significativo en su cartera en las últimas semanas, según explicó su gestor.
Este fondo de renta variable invierte al menos un 75% de su capital en pequeñas y medianas compañías europeas escogidas mediante selección individual, apostando por un segmento (el de las small caps) cuyo rendimiento ha superado al de las large caps durante los últmos 20 años, según señaló Moreau. Sextant PME divide sus activos en un 49% de compañías GARP y un 48% de valores value y cuenta en su top 5 de principales posiciones con las empresas Group Guillin, SES Imagotag, Prevas, S&T y SAF Holland.
Con respecto a las perspectivas del mercado en los próximos meses, el gestor de carteras no se mostró muy optimista, ya que la capacidad del mercado para gestionar la elevada inflación es menor que en 2021, cuando el impacto de la subida de precios quedó atenuado por la alta demanda en muchos sectores. Con la situación actual, en cambio, el riesgo de estanflación es mayor debido a la caída de la demanda. “Si entramos en economía de guerra, los principios de mercado ya no se aplican”, aseveró.
Sin embargo, Moreau se mostró esperanzado en que la crisis no dure demasiado. “Las sanciones son difíciles de mantener, porque hacen daño a todos los actores en ambos lados. Creo que las partes en conflicto se verán forzadas a negociar un acuerdo”, adujo. Si se cumplen estas predicciones, la estanflación debería durar “uno o dos cuartos” y, cuando termine, las compañías que hayan aguantado el shock estarán mejor posicionadas para crecer.
Por lo tanto, la cuestión es dónde situar el punto de entrada más óptimo para comenzar a adquirir participaciones en valores small cap. Para este portfolio manager con años de experiencia en el sector, las valoraciones han bajado ante la enorme incertidumbre, pero todavía no a los niveles experimentados en 2008 o en 2020 con la pandemia.
“Los valores growth de mayor calidad siguen siendo demasiado caros. Si entras y los tipos de interés incrementan, te matan. La situación actual me recuerda un poco a la situación vivida con la burbuja de las ‘puntocom’ y la guerra de Irak a comienzos de siglo, duró unos cuantos meses y luego los valores volvieron a su punto de partida. Y los activos value tuvieron un muy buen rendimiento”, explicó.
Pixabay CC0 Public Domain. BlackRock renuncia a las comisiones de uno de sus fondo y dos ETFs por su exposición a Rusia
Las gestoras siguen tomando decisiones difíciles sobre los fondos que se han quedado “atrapados” por su exposición a Rusia, en mitad de la guerra con Ucrania y ante las sanciones económicas impuestas por los principales países occidentales. En este contexto, BlackRock ha anunciado que “renuncia” a las comisiones de tres vehículos de inversión, un fondo y dos ETFs.
“Debido a las circunstancias excepcionales que afectan a algunos fondos y ETFs de BlackRock con una exposición significativa a Rusia y que actualmente están suspendidos para suscripciones y reembolsos, hemos tomado la decisión de renunciar a las comisiones de los fondos BGF Emerging Europe, iShares MSCI Russia ADR/GDR UCITS ETF USD (CSRU) y iShares MSCI Eastern Europe Capped UCITS ETF (IEER)”, ha indicado la gestora en su último comunicado.
En el caso del fondo BGF Emerging Europe, la gestora explica que el Consejo de Administración de BlackRock (Luxembourg) S.A. ha tomado la decisión excepcional de renunciar a sus comisiones de gestión y al cargo anual de servicio relacionado con el Fondo. Una decisión que, tal y como indica, se hace efectiva con fecha de 1 de marzo de 2022.
Con la intención de proteger a los inversores, el pasado 28 de febrero el Consejo ya decidió suspender la valoración, y, en consecuencia, las emisiones, los reembolsos y las conversiones, de todas las clases de acciones del fondo a partir del 1 de marzo de 2022. Aunque la gestora espera levantar esta suspensión “tan pronto como sea posible” hacerlo, reconoce que seguirá evaluando las medidas tomadas a la luz de la evolución de los acontecimientos.
Respecto a sus ETFsiShares MSCI Russia ADR/GDR UCITS ETF USD (CSRU) y iShares MSCI Eastern Europe Capped UCITS ETF (IEER) la firma ha resuelto “renunciar al coeficiente total de gastos que BAMIL tiene derecho a cobrar por el fondo”, con efecto a partir del 2 de marzo de 2022 y “hasta nuevo aviso”, según puntualiza. Además, matiza que “BlackRock se hará cargo de los gastos operativos corrientes del fondo mientras se renuncie al TER”. Al igual que con el primer fondo, la gestora tuvo que suspender la valoración de estos ETFs y la emisión, reembolso y canje de las acciones del vehículo, desde el pasado 2 de marzo de 2022.
La gestora matiza que todas estas medidas son temporales, pero reconoce que no sabe hasta cuando se prolongarán y se compromete a ser informando puntualmente a sus clientes.
Pixabay CC0 Public Domain. El problema de los tipos de interés
El aumento de los tipos de interés representa un riesgo real para los activos y valores de larga duración que ofrecen más promesas que beneficios. Incluso los pequeños aumentos en la rentabilidad de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años causan estragos en las proyecciones doradas del flujo de liquidez descontado de Wall Street.
O dicho de otra manera, un «pájaro en mano» se está volviendo más atractivo que un «ciento volando». Ahora es un buen momento para reducir la exposición a activos especulativos y buscar refugio en acciones de más calidad que se basen menos en la generosidad de los estímulos.
¿Otro ejemplo de que la historia se repite?
La combinación de negocios de alta calidad comprados a precios de value generalmente se ha traducido en menores caídas para las carteras de Scharf cuando el mercado se da la vuelta. Muchos inversores tardaron años en recuperar las pérdidas tras el estallido de la burbuja tecnológica en 2000-2002 y la crisis financiera mundial del 2008-2009. La cartera de Scharf volvió a equilibrarse en meses, o incluso años, más rápido que los índices Russell 1000 Value y S&P 500.
Dado el contexto actual y el cambio rotacional que se aleja del crecimiento, enumeramos cinco de nuestros nombres de alta convicción dentro de la cartera. Todos ofrecen perspectivas de crecimiento de beneficios de doble dígito en los próximos tres años y, en conjunto, se encuentran con valoraciones atractivas en comparación con el mercado, sus homólogos y los propios historiales comerciales.
Berkshire Hathaway
Con unos niveles máximos de asignación de liquidez por parte de Warren Buffett, Berkshire combina uno de los mejores números de suscripción de seguros con inversiones racionales en negocios no relacionados con seguros de alta calidad. La compañía del oráculo de Omaha es un holding diversificado, con gran solidez, y un refugio seguro con un perfil de riesgo similar al de los servicios públicos y el cuidado de la salud, que esperamos que aumenten los beneficios por acción y el valor contable entre un 8% y un 12 % anual.
También, la compañía está históricamente barata. Berkshire cotiza a una relación precio/valor contable mucho más barata que hace 20 o 30 años. Y, por primera vez, en una ilustre carrera en el mundo de los mercados, la inversión favorita de Buffett ha sido recientemente Berkshire. En lugar de hacer una gran compra durante la pandemia, el multimillonario inversor ha recomprado más de 50.000 millones de dólares en títulos de la empresa.
CVS Salud
Creemos que la transformación de CVS puede generar valor para todas las partes interesadas. La nueva CEO, Karen Lynch, está demostrando un claro éxito en la transición de la empresa de una farmacia/minorista estadounidense a una firma integrada en los servicios de atención de la salud en el país norteamericano, que ofrece beneficios médicos (Aetna) y de farmacia (Caremark), suscripciones y gestión de redes, entrega a farmacias y atención clínica.
La pandemia también ha reiterado las ventajas competitivas de CVS: una red de salud enorme e integrada, una gran escala de compras y una plataforma de consumo digital mejorada. Asimismo, tiene el viento de cola de las tendencias seculares. La compañía se apoya positivamente en una población más envejecida, una mayor innovación médica, el cierre de la brecha entre el seguro médico y el aumento de las prestaciones de atención integrada centrada en el valor.
McKesson
Las altas barreras para la entrada competitiva y el refuerzo de la importancia de las capacidades logísticas de McKesson por la pandemia respaldan la inversión. McKesson también se beneficiará del envejecimiento de la población, una mayor innovación médica, una mayor adherencia a los medicamentos y el cambio de la atención sanitaria fuera de los hospitales.
Aunque los beneficios han crecido un 8% anual en los últimos cuatro años, los litigios por opioides (como distribuidor que enviaban las píldoras) habían agriado el sentimiento de inversión. Sin embargo, el verano pasado, alrededor del 90% de los estados y territorios de Estados Unidos, firmaron un acuerdo preliminar de un litigio conjunto para establecer la responsabilidad de MCK en los 7.900 millones de dólares pagados durante 18 años, o el 10% del flujo de caja libre anual. La acción ha subido más de un 30% desde el anuncio y aún cotiza a un flujo de caja libre de 11 veces, o un rendimiento del 9% frente al 3% del S&P 500.
Microsoft
Líder en tecnología de la nube comercial y cogiendo parte de la tarta de Amazon, Commercial Cloud de Microsoft es un negocio de 71.000 millones de dólares que crece más del 30% anualmente. Esta división consta de Office 365, Dynamics 365, LinkedIn Commercial y Azure. Todos están registrando un fuerte crecimiento y márgenes, pero Azure es la joya de la corona (sobre los 32.000 millones de dólares del negocio creciendo cerca de un 50% anual).
Igualmente, hay una pista que anticiparía un crecimiento largo y visible. La penetración de la nube aún se encuentra en las «primeras fases». Goldman Sachs estima que la nube representa solo en torno a 25 bps del PIB global actualmente, en comparación con los cerca de 170 bps para el gasto de tecnología empresarial a nivel mundial. Esto sugiere que Cloud tiene al menos una posibilidad de crecimiento de 7 veces más. Además, si bien Cloud/Azure son los principales impulsores, es importante tener en cuenta que MSFT tiene negocios en crecimiento como el Gaming, Surface y Search (e incluso Windows recientemente).
Advanced Autoparts (AAP)
Este valor se caracteriza por una baja sensibilidad económica. Los consumidores a menudo retrasan las compras de automóviles nuevos en condiciones económicas adversas, lo que hace que AAP sea menos cíclica que la economía en general; las intenciones de compra de coches se encuentran actualmente en mínimos de varias décadas.
De la misma manera, tiene tendencias seculares favorables. El mercado de repuestos para vehículos se beneficia de una flota de coches envejecida en la carretera. La edad media de los vehículos estadounidenses es de alrededor de 12 años, y esta tendencia se ha acelerado durante la pandemia.
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Solo para fines de debate: la información y los datos contenidos en este documento no constituyen de ninguna manera una oferta, recomendación o consejo para comprar o vender instrumentos financieros.
Pixabay CC0 Public Domain. GVC Gaesco se une con WieldMore para gestionar un fondo de retorno absoluto
GVC Gaesco amplía su red de colaboraciones con boutiques de inversión extranjeras. La compañía española ha sellado una alianza con la británica WieldMore Investment Management a la hora de lanzar su nuevo fondo de retorno absoluto, que la inglesa asesorará.
El vehículo, denominado WieldMore GVC Gaesco Multi Asset Strategies Fund, ya ha sido registrado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y tiene como objetivo obtener una rentabilidad absoluta -siempre positiva- en cualquier entorno de mercado a largo plazo, con un nivel máximo de volatilidad del 10% y una media del 6% en términos de volatilidad anualizada.
La principal característica del nuevo fondo de GVC Gaesco Management es que realizará la práctica totalidad de su estrategia con activos de renta fija, que supondrán el 100% de su patrimonio.
No obstante, el fondo también podrá tener hasta un 10% en derivados financieros para cubrir y mitigar los riesgos de la renta fija, «principalmente la duración», así como para capturar la prima de mercado (alfa) con derivados de renta fija, renta variable (emisores de la cartera de bonos), índices bursátiles o volatilidad.
La gestora, dirigida por Jaume Puig, responsable de más de 1.800 millones de euros de un total de 3.500 millones controlados por el grupo catalán, se ha fijado en la experiencia de Giuseppe Amitrano, consejero delegado de WieldMore, en el ámbito de los tipos de interés y los derivados de crédito, que tiene una larga trayectoria a sus espaldas en grupos como Scotiabank, RBS o UBS liderando estrategias de inversión en retorno absoluto y retorno relativo.
Colaboraciones internacionales
GVC Gaesco Gestión abrió la puerta a finales de 2020 a otros colaboradores internacionales con un fondo de bonos asiáticos (GVC Gaesco Asian Fixed Income) que asesora a la firma de Singapur Maybank Asset Management. El año pasado, este producto subió un 3,2%.
Ahora, su nuevo fondo ‘todoterreno’ con WieldMore sale al mercado con dos clases diferentes de participaciones: una general con una comisión de gestión del 1,35% y de resultados del 9%, y otra para inversores institucionales a partir de un millón de euros con comisiones del 0,75% por gestión y del 9% sobre resultados.
Pixabay CC0 Public Domain. De las monedas digitales a las stablecoins: ¿hacía dónde van las iniciativas estatales?
Estados Unidos se une a Nigeria, Filipinas, Turquía, Perú, Argentina, Suecia y China en la aventura de las divisas digitales. Se trata de un primer paso, ya que, por ahora, Joe Biden, presidente de EE.UU., ha pedido solo “evaluar los posibles beneficios y riesgos” de un posible “dólar digital”, así como “las infraestructuras tecnológicas” que serían necesarias para su emisión.
En principio, Biden simplemente quiere valorar y tener más detalles sobre cuál sería el impacto de un dólar digital en el sistema financiero, cómo sería la operativa de su uso en pago y si todo el mundo podría tener acceso a él. «La orden ejecutiva firmada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene por objeto garantizar el desarrollo responsable de los activos digitales, como las criptomonedas, abordando sus riesgos y aprovechando al mismo tiempo sus beneficios. La atención e interés oficial de la Casa Blanca en estos activos supone una noticia muy relevante para la industria”, explica Alejandro Zala, Country Manager de Bitpanda España.
El mercado ha celebrado esta iniciativa con subidas en las principales criptomonedas, como el bitcoin, tras haber perdido parte de su atractivo desde el inicio del conflicto bélico que Rusia está llevando a cabo en Ucrania. Según indican desde Bloomberg, “el bitcoin subió con la noticia, ya que el enfoque holístico y deliberativo de la administración calmó los temores del mercado sobre una inmediata represión de las criptodivisas”. En concreto, tras el anuncio el pasado miércoles 9 de marzo, el bitcoin subió un 9,1% hasta los 42.280 dólares, lo que supone su mayor subida porcentual desde el 28 de febrero.
En opinión de Zala, el mundo de los activos digitales ha experimentado un enorme crecimiento en los últimos años, tanto en términos de adopción masiva como de aparición de nuevos actores. “La actividad regulatoria y la atención de los principales actores geopolíticos, como el presidente de los Estados Unidos, son buenas noticias esenciales para la adopción, la confianza y la protección de los inversores”, añade.
A corto plazo, otro de los pasos más esperados es el de la Unión Europea, que también ha puesto en marcha un proyecto de euro digital respaldado por el propio Banco Central Europeo (BCE) para mediados de 2023.
Hay que recordar que estas iniciativas se basan en desarrollar monedas digitales emitidas por bancos centrales, conocidas como CBDC, por sus siglas en inglés. Según los expertos de BBVA, las CBDC constituyen una alternativa al dinero en efectivo que también es entre pares (peer-to-peer), pero abre la posibilidad de introducir cambios en las otras tres características:
Pueden ser de acceso universal o restringido a un grupo particular de usuarios. Asimismo, las DLT pueden ser abiertas o cerradas (por ejemplo, limitadas a bancos o instituciones financieras)
Pueden ser anónimas (como el efectivo) o identificadas (como las cuentas corrientes). Las primeras responden a la idea de las CBDC basadas en tokens, y la segunda a las CBDC basadas en cuentas
Pueden pagar intereses o no. La desvinculación del efectivo del papel-moneda abre la posibilidad de incluir como característica los intereses, tanto en la variante basada en cuentas como en la basada en tokens
El camino de las Stablecoins
Estos trayectos conviven en paralelo con el desarrollo de las stablecoins, una criptomonedas cuyo valor permanece estable porque cuentan con un backup de respaldo, cuyo mercado tienen una perspectivas muy positiva de crecimiento, según el último informe de Bank of America. De hecho, alcanza ya un valor de mercado de unos 141.000 millones de dólares, frente a los 24.000 millones de dólares de hace un año, el volumen de transacciones trimestrales superará los 1.000 millones de dólares en 2021. “Su regulación y un marco normativo completo serán los próximos catalizadores de la adopción masiva de los activos digitales. Las empresas de pagos probablemente integrarán la tecnología blockchain y las stablecoins en sus plataformas para que las compras y las transferencias de dinero sean más rápidas y menos costosas, lo que probablemente aumentará el uso de las stablecoins como medio de pago e impulsará la adopción por parte de los minoristas”, explican desde Bank of America.
Una de las advertencias que hacen los expertos de la entidad es que el potencial de crecimiento de las stablecoins crea un riesgo sistémico, ya que los activos digitales y los mercados financieros tradicionales están más conectados de lo que muchos de lo que muchos creen. Según indican, “si el bitcoin, el mayor token por valor de mercado, cayera a 0 dólares, probablemente el impacto en los mercados financieros tradicionales sería limitado o nulo. Sin embargo, las stablecoins son diferentes, debido a las reservas que las respaldan en forma de efectivo y activos tradicionales, por lo que las implicaciones de una huida de los inversores de estos activos se extenderían probablemente a los mercados financieros tradicionales”.
Pixabay CC0 Public DomainCúpula de la Roca, Jerusalén.. Cúpula de la Roca, Jerusalén.
Norman Villamin, CIO de Wealth Management de UBP, ha elaborado un informe comparativo analizando las similitudes entre las crisis actuales entre Rusia y Ucrania y la cuarta guerra árabe-israelí, en el último el último Spotlight de UBP titulado Ghosts of the 1970s. Su principal conclusión es que las sanciones a Rusia tienen el potencial de crear un shock de oferta de productos básicos de mayor alcance que el observado en 1973, por lo que los inversores «no deberían subestimar la importancia de las respuestas políticas al embargo energético de 1973 como factores que contribuyeron al estancamiento económico y a la profundidad de la recesión que siguió».
Según contextualiza el experto, en 1973, la reavivación de un conflicto latente pero pausado dio el pistoletazo de salida de la cuarta guerra Árabe-Israelí. Un conflicto bélico librado por la coalición de países árabes liderados por Egipto y Siria contra Israel que culminó en un choque energético global y dio inicio a la era de la estanflación de la década de 1970. «En paralelo, la batalla de casi una década entre Rusia y Ucrania (desde la invasión de Crimea en 2014) ha estallado una vez más. En esta ocasión el territorio disputado son las Repúblicas de Donetsk y Lugansk que tras el conflicto de 2014 recibieron un estatus con mayor independencia política y en donde la mayoría de habitantes son pro-Rusia. La nueva situación con la invasión rusa ha provocado una crisis humanitaria y ha aumentado los riesgos de estanflación para la economía global», apunta.
En su opinión, un aspecto relevante es que la coordinación de Occidente a la hora de dar una respuesta unida al ataque ruso ha supuesto el anuncio de numerosas sanciones, entre ellas la limitación al acceso del consorcio SWIFT por parte de algunos bancos rusos. Junto a estas medidas otras que cada día se van anunciando, lo que está aislando a la economía rusa de las relaciones comerciales con Europa y Estados Unidos, dejando a Rusia potencialmente alineada a futuro con Corea del Norte, Venezuela e Irán.
«Si bien Venezuela e Irán son, al igual que Rusia, los principales productores de energía, palidecen en comparación con los más de 6-7 millones de bpd de las exportaciones rusas de petróleo y gas. Además, dado que Rusia domina el comercio mundial de los principales cereales y metales industriales, las sanciones a Rusia tienen el potencial de crear un shock de oferta de productos básicos de mayor alcance que el observado en 1973. De mantenerse el conflicto sin una respuesta diplomática próxima, los políticos occidentales tras aplicar las sanciones deberán prepararse para elegir: seguir políticas monetarias similares a las de la década de 1970 que provocaron profundas recesiones a lo largo de la década; o adaptarse a la inflación para preservar el crecimiento», explica Villamin.
En cambio, para el CIO de Wealth Management de UBP, resulta alentador que, en 2021-22, la escasez invernal de gas en Europa haya servido de banco de pruebas para la respuesta fiscal de la UE a los elevados precios de la energía, lo que «pone de manifiesto el apetito fiscal por amortiguar al menos el impacto de los costes adicionales a los que se enfrentan los consumidores europeos». Según indica en su último análisis, en EE.UU., en las últimas semanas, se ha introducido una legislación para suspender el impuesto federal sobre la gasolina (que actualmente representa aproximadamente el 5% del precio medio de la gasolina en EE.UU.), lo que indica una voluntad fiscal similar para amortiguar, al menos parcialmente, el impacto sobre el consumo y la actividad de cara al futuro, especialmente con las elecciones de mitad de mandato de 2022 que se celebrarán en noviembre.
«Esto es coherente con el giro de la política fiscal, que pasó de ser estricta a principios de la década de 1970 (con la contracción del gasto público estadounidense no relacionado con la defensa entre 1971 y 1973) a ser relajada en 1974 (con un crecimiento del gasto público no relacionado con la defensa de hasta un 3% interanual en 1974), para tratar de proporcionar apoyo a medida que la confianza de los consumidores y de las empresas estaba bajo presión. Desgraciadamente, justo cuando la política fiscal se relajaba en 1974, la política de la Reserva Federal se endurecía drásticamente en respuesta a la creciente presión inflacionista. De hecho, con un ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal que ya estaba en marcha antes del embargo de la OPEP, el endurecimiento de la política de la Reserva Federal se aceleró en respuesta, y el tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal de EE.UU. experimentó una espectacular subida de 560 puntos básicos a mediados de 1974, hasta el 14%, a medida que el impacto inflacionista del embargo se afianzaba», afirma Villamin.
Frente a este escenario, añade: «Si bien los fantasmas de la década de 1970 ensombrecen los mercados, un enfoque en la gestión proactiva del riesgo puede complementar flujos de ganancias de alta calidad tanto en crédito como en acciones para ayudar a los inversores a capear picos de volatilidad más frecuentes y prolongados que los vistos en la última década».
Desde mediados de octubre de 2022, ciertos activos de riesgo como los índices S&P 500, NASDAQ Composite y MSCI EAFE han cosechado unas rentabilidades que oscilan en torno al 15%. Este tipo de repuntes no tienen nada de extraño y, en nuestra opinión, los clientes deberían valorar la cautela ante su materialización. En 2022, asistimos a tres repuntes de dos dígitos porcentuales. El índice S&P 500 se revalorizó alrededor de un 11% en marzo de 2022 y se anotó un avance adicional del 17% (desde cotas mucho más reducidas) el pasado verano. En su periodo más desfavorable, el índice S&P 500 cedió más de un 25% desde sus máximos de principios de enero de 2022 hasta su mínimo de octubre y, en la actualidad, ha recuperado aproximadamente la mitad de esas pérdidas.
Los episodios acontecidos recientemente recuerdan al duro mercado bajista de principios de la década de 2000 que tuvo su origen en el estallido de la burbuja de las «puntocom». En 2001 y 2002, el mercado protagonizó cuatro repuntes de entre un 19% y un 21% en el marco de un periodo bajista de dos años que conllevó una caída del 49% desde el nivel máximo hasta el nivel mínimo. De modo similar, durante la crisis financiera mundial, las empresas estadounidenses de primera fila (blue-chips) repuntaron más de un 24% a finales de 2008, pero acabaron perdiendo casi un 57% en total desde el punto álgido del ciclo en octubre de 2007 hasta el punto mínimo de marzo de 2009. Si echamos la vista aún más atrás y nos detenemos en el colapso bursátil de 1929, observamos que el Dow Jones Industrial Average se desplomó prácticamente un 48% en dos meses. Si bien las acciones recuperaron rápidamente casi la mitad de esas pérdidas en 1930, terminaron descendiendo otro 85% para mediados de 19321.
¿Por qué sucede esto? A nuestro juicio, si bien el mercado resulta extremadamente eficiente a la hora de descontar hechos a corto plazo, reviste una eficiencia menor en marcos temporales más largos. Durante muchos de los repuntes anteriores acontecidos en un contexto de mercado bajista, el mercado estaba centrado en los datos más recientes, que a menudo eran el descenso de la inflación y la caída de los tipos de interés en respuesta al final del ciclo económico. Si bien en la actualidad no se están produciendo rebajas de tipos, estamos experimentando una situación de desinflación, los mercados prevén que podríamos estar cerca del punto álgido del ciclo de subidas de los tipos de interés y las curvas de tipos de interés a plazo apuntan a que los tipos empezarán a bajar a finales de 2023. Dicho de forma sencilla, los mercados están actuando en previsión de un posible descenso de los tipos, dado que unos tipos más reducidos impulsan al alza las valoraciones y ello puede dar lugar a que se produzcan repuntes en una coyuntura de mercado bajista. Sin embargo, estos repuntes podrían resultar fugaces debido a que, por lo general, el mercado toma posteriormente conciencia de que el ciclo económico está terminando y los beneficios sorprenden a la baja.
En general, los efectos del endurecimiento de la política monetaria han tardado entre 12 y 24 meses en repercutir en los fundamentales de las empresas. Para la mayor parte de la economía, el mecanismo de transmisión no reviste un carácter inmediato, a diferencia de lo que sucede en el sector de la vivienda, por ejemplo, donde el ajuste se produce con rapidez. La mayoría de las empresas presentan una combinación de deuda a tipo fijo y variable y, por ende, los efectos de las subidas de tipos sobre los fundamentales de las compañías se dejan sentir más tarde de lo que el mercado está dispuesto a contemplar durante puntos de inflexión en los planos de la inflación y la política monetaria.
No estamos ante un fenómeno nuevo. En agosto de 2008, las previsiones apuntaban a que los beneficios protagonizarían una caída de alrededor del 5%. No obstante, la marcada recesión que comenzó tras el colapso de Lehman Brothers tuvo un impacto mucho mayor sobre los beneficios, puesto que estos cayeron un 50% desde sus cotas máximas.
Asimismo, debemos tener presente que el actual ciclo de endurecimiento de la política monetaria en los mercados desarrollados arrancó hace menos de un año y todavía tiene recorrido por delante. La travesía por el desierto no ha terminado aún, por así decirlo.
Si bien cada ciclo económico presenta diferencias, los beneficios han disminuido en promedio un 23% durante las cinco últimas recesiones, según se desprende de los datos de Goldman Sachs. Puede que en esta ocasión la disminución sea mayor debido a que los costes laborales y de capital no caerán tanto como en episodios anteriores, aunque dicha disminución también podría resultar menor en vista de la solidez que exhiben los consumidores y los bancos. No estoy seguro de cuál de estos dos escenarios se materializará, pero no me corresponde centrarme en ello, sino en cómo tratar de generar mejores resultados ajustados al riesgo para los clientes. En nuestra opinión, dichos resultados procederán de estar invertidos en valores de elevada calidad que, a nuestro juicio, exhiben menores riesgos de registrar caídas de sus beneficios en comparación con sus índices de referencia y con sus homólogos.
Por último, creemos que el mercado resulta brillante a corto plazo. A pesar de que actualmente no está centrado en los beneficios, cuando pase a hacerlo, lo hará rápido. A continuación, los inversores descontarán la debilidad antes de que las empresas la comuniquen, y creemos que los clientes deberían valorar estar posicionados para ello. Por nuestra parte, estamos listos para afrontar tal circunstancia.
Tribuna de opinión de Robert M. Almeida, director de inversiones y estratega global en MFS Investment Management.