La IA es una bendición potencial para las empresas sanitarias, pero los fundamentos empresariales, y no los últimos avances científicos, son la verdadera prueba de su capacidad de resistencia.
Las empresas sanitarias están aprovechando un nuevo catalizador de crecimiento que debería dar motivos de optimismo a los inversores, a pesar de la debilidad del sector este año. Las aplicaciones de la inteligencia artificial (IA) en todo el sector sanitario están creando una fuerza innovadora que puede impulsar los beneficios —y el potencial de rentabilidad de las acciones— de determinadas empresas.
El avance tecnológico siempre ha sido un agente de cambio para la salud, que depende en gran medida de la gestión de datos y de una mejor ciencia para su sustento. La IA es la próxima ola, desde aprobaciones más rápidas de medicamentos y mejores experiencias para los pacientes hasta cirujanos robot y parches para detectar el cáncer. El tema de la IA se plantea cada vez con más frecuencia en las empresas de salud (Display), aunque solo una parte relativamente pequeña del sector está buscando activamente aplicaciones para esta tecnología. Consideramos que la IA es un motor de diferenciación que conducirá a un mayor éxito empresarial, crecimiento y potencial de rentabilidad de las acciones en los próximos años.
Fuertes indicios de la fuerza emergente de la IA
La IA ya ha abierto camino resolviendo la necesidad crucial de la sanidad de recopilar e intercambiar información. OpenEvidence, una fuente de datos impulsada por IA dedicada a los profesionales de la salud, se está convirtiendo rápidamente en la OpenAI de la profesión médica.
A partir de unas pocas preguntas escritas, la plataforma agrega, visualiza y difunde respuestas de su creciente biblioteca de literatura médica y de investigación académica de referencia, todas ellas fundamentales para tomar decisiones bien informadas.
Éxito temprano con procedimientos médicos impulsados por la IA
La idea de que R2-D2 realice operaciones importantes en pacientes vivos lleva tiempo asimilarla. Pero los esfuerzos por avanzar en la cirugía robótica, sin asistencia humana, están abriendo nuevos caminos. Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, por ejemplo, utilizaron vídeos didácticos completos para entrenar a robots en la cirugía de vesícula biliar utilizando pacientes realistas, y lograron una tasa de éxito del 100 % en ocho ensayos. Esto supuso «un hito hacia el despliegue clínico de sistemas quirúrgicos autónomos», según un resumen del estudio publicado en Science Robotics en julio.
Una empresa sanitaria, Intuitive Surgical, lleva mucha ventaja en este ámbito. Con su sólido modelo de negocio, Intuitive ha liderado el sector de la maquinaria quirúrgica asistida por robots y los servicios de generación de datos. Creemos que la IA probablemente dará un nuevo impulso a su oferta tecnológica, transformando potencialmente todo el proceso quirúrgico, desde la selección de pacientes hasta la recuperación.
Superar a los virus y gestionar de forma inteligente a los clientes
La IA también podría ayudar a acelerar el descubrimiento de fármacos, los estudios genómicos (ADN) y la investigación clínica. Sin duda, los éxitos han sido limitados hasta la fecha. El Financial Times informó recientemente de que las expectativas de una revolución en la reducción de las tasas de fracaso en el descubrimiento de fármacos eran exageradas y que pocos fármacos descubiertos mediante IA han llegado a las últimas fases de los ensayos clínicos.
Aun así, algunas empresas están aprovechando la tecnología de análisis avanzado y gemelos digitales (modelos virtuales) para simular la progresión de las enfermedades, optimizar las moléculas y personalizar las terapias individuales. Por ejemplo, la empresa bioMérieux, especializada en diagnóstico in vitro, utiliza la IA para mejorar la detección clínica de la resistencia a los antimicrobianos, las pruebas de enfermedades infecciosas y la vigilancia de la COVID-19.
Los usos comerciales de la IA en el ámbito sanitario también han avanzado mucho. Veeva Systems, un proveedor de software en la nube para ciencias de la vida, utiliza la IA para optimizar la gestión de los ensayos clínicos y el cumplimiento normativo de las empresas farmacéuticas.
Un buen trato con los pacientes: la experiencia humana de la IA
Algunos siguen viendo la IA como una amenaza, especialmente para sus puestos de trabajo. Pero podría salvarles la vida sin que se den cuenta. GE HealthCare, por ejemplo, recurre a la IA para obtener radiografías más nítidas en menos tiempo, mejorando la calidad de la imagen y la posibilidad de un diagnóstico más preciso, al tiempo que se reduce la exposición general a la radiación.
Evaluación del auge de la IA en el sector sanitario
Aunque la IA mejorará muchos aspectos del sector sanitario, es importante que los inversores se centren en sus verdaderos beneficios para cada negocio en particular. Es inteligente invertir dinero en una innovación prometedora, pero no se puede dar por sentado que por sí sola transformará una empresa con problemas más graves.
Por eso siempre insistimos en que los inversores del sector sanitario se centren en el negocio, no en la ciencia. La misma lógica se ha aplicado a otros avances, desde los albores de Internet hasta el desarrollo de medicamentos y vacunas. Incluso la tecnología disruptiva más exitosa se basa en muchos fracasos a lo largo del camino. Y a veces, incluso las ideas mejor planteadas tardan en cuajar.
En nuestra opinión, los inversores en acciones del sector sanitario deben prestar atención a cómo contribuye la IA al modelo de negocio de una empresa, junto con el flujo de caja, la rentabilidad y la posición competitiva. También hay que tener en cuenta si el negocio es duradero y si se está reinvirtiendo por encima del coste del capital. Un negocio sólido puede seguir prosperando aunque fracase una iniciativa de IA. Y si el modelo de negocio sanitario es realmente de primera calidad, el éxito de la IA no hará más que reforzarlo, lo que favorecerá mejores resultados para los beneficios y los inversores.
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