En los últimos años, España ha intensificado la presión fiscal sobre los grandes patrimonios y por eso, a la hora de establecer su oferta de servicios, son tan importantes las sinergias que una entidad pueda establecer entre los servicios financieros y aquellos en materia fiscal o legal. «El peso de la factura fiscal convierte a Hacienda en un socio impositivo del contribuyente, motivo claro por el que cada vez tenemos un mayor volumen de clientes que demandan no solo nuestro servicio de gestión de carteras financieras, sino también nuestro servicio en materia fiscal, patrimonial (y legal)», nos cuenta Leticia Lozano, directora del Área fiscal-patrimonial de Value Tree.
Lozano, incorporada recientemente a la agencia de valores española, explica la importancia de esa búsqueda de optimización patrimonial y de estructuras que lo permitan: entre ellas, la empresa familiar o las sociedades de capital riesgo (SCR), las sociedades inmobiliarias con actividad económica real o vehículos como los seguros Unit Linked. «Los Unit Linked han ganado protagonismo en la planificación fiscal por varias razones, entre ellas porque permiten el diferimiento fiscal y la sucesión eficiente», indica. Y destaca asimismo otro producto estrella que están demandando los grandes patrimonios: las sociedades y fondos de capital riesgo; de hecho, en Value Tree se encuentran en proceso de fundraising para una «exclusiva» oportunidad de private equity a través de un FCR que están ofreciendo a sus clientes.
En esta entrevista con Funds Society, y aunque está de acuerdo en el atractivo de la traspasabilidad de los fondos, matiza que «suele ser un aspecto por el que muchos inversores muestran a veces cierta “obcecación”, olvidando a menudo que, tarde o temprano, deberán tributar y que los tipos impositivos de la base del ahorro no dejan de incrementarse». Y, sobre el futuro de Europa e iniciativas como la cuenta de inversión europea que se propone en el marco de la SIU se muestra muy clara: para que funcione, «debe contar con una normativa simple y beneficios fiscales claros».
Reproducimos la entrevista completa a continuación.
¿Cuáles son los principales retos desde el punto de vista fiscal que se abren ahora para los grandes patrimonios en España?
En los últimos años, España ha intensificado de forma notable la presión fiscal sobre los grandes patrimonios. Dado que gestionamos grandes patrimonios, este es, sin duda, una de los grandes retos en las que estamos poniendo el foco desde el área fiscal-patrimonial de Value Tree, diseñando e implementando para nuestros clientes, mecanismos que permiten mitigar la carga fiscal. Estos mecanismos requieren anticipación, análisis técnico y un diseño adecuado de la estructura patrimonial.
Este aumento de la presión fiscal sobre los grandes patrimonios se activó en el ejercicio 2022 mediante la implantación del Impuesto sobre Solidaridad de las Grandes Fortunas y, posterior reactivación del Impuesto sobre el Patrimonio en algunas comunidades, como la Comunidad de Madrid, eliminando la bonificación del 100% que ostentaban en años anteriores. Ambos impuestos elevan de forma relevante la carga fiscal del gran contribuyente en función del desarrollo normativo autonómico. Por otro lado, se ha elevado la carga fiscal sobre el gran contribuyente mediante la subida de tipos impositivos máximos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que alcanza hasta el 54% en algunas comunidades, así como el aumento de los tipos sobre la renta del ahorro, con un máximo del 30% a partir de 300.000 euros. Esto sitúa a España entre los países de la Unión Europea con mayor carga fiscal sobre la renta.
Esta carga fiscal, con un asesoramiento y planificación fiscal patrimonial anticipada y preventiva, puede rebajar la factura fiscal de los grandes patrimonios a final de año.
En este entorno, las grandes fortunas de España no pueden permanecer pasivas, la optimización patrimonial exige el uso de estructuras como la empresa familiar o, las sociedades de capital riesgo (SCR), donde los activos afectos a la actividad (considerándose afectos a la actividad las participaciones en sociedades activas si supera la participación mínima del 5%) pueden quedar exentos del Impuesto sobre el Patrimonio o el Impuesto sobre las Grandes Fortunas. También se apuesta por sociedades inmobiliarias con actividad económica real o, por la aplicación del límite conjunto IRPF–Patrimonio (60% de la renta), que permite reducir significativamente la cuota de Patrimonio/Grandes Fortunas.
¿Qué vehículos de inversión pueden ser más eficientes desde un punto de vista fiscal? Se habla mucho de los Unit Linked…
Los seguros Unit Linked han ganado protagonismo en la planificación fiscal por varias razones, entre ellas porque permiten el diferimiento fiscal y, la sucesión eficiente. Son productos que permiten planificar y, diferir el pago de impuestos hasta su rescate o fallecimiento del tomador del seguro. Los mencionados seguros facilitan una sucesión eficiente, con una posible tributación ventajosa por Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, con la aplicación de bonificaciones del 99% en algunas CCAA, como la Comunidad Autónoma de Madrid. Además, los seguros Unit Linked no se integran en la masa hereditaria, aportando confidencialidad y liquidez inmediata a los beneficiarios. Por lo tanto, los Unit Linked son un vehículo fiscalmente eficiente, flexible y alineado con la planificación intergeneracional.
En este contexto, contar con equipo multidisciplinar in-house nos ha permitido aportar un verdadero valor añadido a nuestros clientes al poderles ofrecer soluciones integrales y personalizadas, pues, en definitiva, es un vehículo que combina gestión financiera con planificación fiscal, sucesoria y de protección patrimonial.
Y, en general, ¿qué vehículos están demandando los grandes patrimonios? ¿Son los fondos el producto estrella gracias a la traspasabilidad?
En efecto. No obstante, actualmente, otro producto estrella que están demandando los Grandes Patrimonios son las sociedades y fondos de capital riesgo. De hecho, precisamente estamos actualmente en proceso de fundraising para una exclusiva oportunidad de private equity a través de un FCR que estamos ofreciendo a nuestros clientes.
Dicho interés crece puesto que son productos que permiten la entrada en el capital privado y su tratamiento fiscal es beneficioso debido a la aplicación de bonificaciones del 95%–99% en el Impuesto sobre Sociedades por plusvalías y, la posible aplicación de exenciones de empresa familiar en Patrimonio, Grandes Fortunas y Sucesiones.
No obstante, existe inseguridad jurídica por los criterios de Hacienda, especialmente cuando no se dispone de medios propios de gestión en las sociedades de capital riesgo. Estas sociedades están siendo objeto de Inspección por los órganos de inspección y comprobación tributaria, sobre todo cuando delegan la gestión en una entidad externa, ya que Hacienda interpreta que carecen de medios propios para dirigir sus inversiones. Por ello, se debe garantizar la participación activa de los accionistas a través de comités de inversión y supervisión.
Un apunte más: la traspasabilidad de los fondos de inversión suele ser un aspecto por el que muchos inversores muestran a veces cierta “obcecación”, si se me permite la expresión. Sin embargo, a menudo olvidan que, tarde o temprano, deberán tributar (salvo si se está en una etapa vital en la que ya se va pensando en la famosa “plusvalía del muerto”) y que los tipos impositivos de la base del ahorro no dejan de incrementarse. En Value Tree nos preocupa la optimización fiscal, pero somos firmes defensores de que la buena gestión y la rentabilidad deben prevalecer sobre la fiscalidad, y no al revés.
¿Qué hay de los ETFs y la gestión pasiva: ¿son vehículos interesantes en las carteras pese a su fiscalidad, están creciendo?
La desventaja fiscal es que no permiten traspasos sin tributación dado que, a diferencia de los fondos, no les es de aplicación la exención fiscal en el traspaso. En el caso de los ETFs, cada venta genera una plusvalía sujeta a tributación, lo que reduce su atractivo fiscal para inversores que buscan cambiar de estrategia sin penalización fiscal.
Ahora bien, como gestores de patrimonio value desde hace 25 años en España (y más de 30 en el extranjero), nos parece interesante analizar lo que realmente esconde el auge de la gestión pasiva. Entre otros factores, cabe destacar que gran parte del rendimiento de los índices ha venido de un grupo muy reducido de grandes compañías. Así, por ejemplo, la concentración extrema de las conocidas como “Magnificent Seven” (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon.com, Meta, NVIDIA y Tesla) explica en gran medida la alta rentabilidad del S&P 500 el año pasado, si bien casi el 55% de la rentabilidad total del índice se debió a estas 7 compañías.
Dicho esto, pensamos que el contexto está cambiando y que el valor añadido que ofrece la gestión activa está volviendo a ganar terreno fértil (e irá en aumento) dada la inflación, tipos ya no tan bajos como antes de la subida masiva iniciada en 2022, shocks geopolíticos, etc. Pensamos que los factores clave que caracterizan una buena gestión activa a van ser cada vez más determinantes: adaptación a los cambios del mercado, mejor gestión del riesgo, posibilidad de evitar concentraciones excesivas, protección del capital en fases difíciles y aprovechamiento de oportunidades que no aparecen en los índices. Además, se puede personalizar la cartera según el perfil, la fiscalidad y los objetivos del cliente, algo que la gestión pasiva no ofrece.
Los mercados privados están ganando tracción entre patrimonios de todo tipo: ¿cree que su fiscalidad podría mejorarse o es eficiente?
No todos los productos impactan en nuestra fiscalidad de la misma forma y el capital privado, según el vehículo a través del cual inviertas, también tiene sus particularidades. La eficiencia fiscal depende del tipo de vehículo.
En los Fondos de Inversión Libre (FIL) es posible la aplicación del régimen de traspasos. Cuando el importe obtenido como consecuencia de la transmisión o reembolso de un FIL se destine, de acuerdo con el procedimiento establecido en la normativa de instituciones de inversión colectiva (IIC), a la adquisición o suscripción de otra IIC, esa ganancia patrimonial no queda sometida a tributación en el IRPF.
Los FIL permiten aplicar el régimen de traspasos, por el contrario, las participaciones en una SCR o FCR si son detentadas por personas físicas no permiten este traspaso sin peaje fiscal. No obstante, las SCR o FCR contemplan bonificaciones en el Impuesto sobre Sociedades de hasta el 99%, y pueden beneficiarse de las ventajas de empresa familiar, pero su tratamiento fiscal en Patrimonio y Sucesiones presenta incertidumbres.
La SIU promete, pero los expertos dicen que es clave la fiscalidad para que salga adelante, principalmente en la propuesta de cuenta de inversión que hay sobre la mesa. ¿Qué expectativas tiene en este sentido?
Bajo mi perspectiva, Europa debe avanzar en una unión fiscal y armonización fiscal. Es necesaria una fiscalidad europea armonizada que incentive el ahorro y la inversión. Para que la SIU (cuenta de inversión europea) funcione, debe contar con una normativa simple y beneficios fiscales claros. La falta de armonización fiscal en Europa y, la política impositiva española genera escepticismo entre los expertos.
¿En qué ámbitos del ahorro-inversión en España ayudaría una fiscalidad más favorable??
La fiscalidad del ahorro (hasta el 30%) es superior a la media de la OCDE y UE. Este entorno fiscal desincentiva el ahorro y la inversión, perjudicando al tejido productivo. La OCDE urge a España a impulsar políticas que incentiven la creación de capital. Hacienda grava a través del IRPF con hasta un 30% la rentabilidad que una persona física obtiene mediante la venta de acciones, por intereses generados con su ahorro o inmuebles, o por dividendos.
España está penalizando fiscalmente el ahorro, y este endurecimiento del peaje fiscal del ahorro en España implica que el tejido productivo español carece de financiación para expandirse, y competir a escala global y europea. El peso de la factura fiscal convierte a Hacienda en un socio impositivo del contribuyente, motivo claro por el que cada vez tenemos un mayor volumen de clientes que demandan no solo nuestro servicio de gestión de carteras financieras, sino también nuestro servicio en materia fiscal, patrimonial (y legal). Las sinergias entre estos ámbitos son evidentes y consideramos que es fundamental que la gestión de las carteras tenga coherencia con el esquema patrimonial y fiscal del cliente.
En definitiva, la OCDE advierte que es urgente estimular políticas fiscales que fomenten la inversión en activos financieros. Un tipo marginal que se aplica a aquellos que obtienen retornos de más de 300.000 euros, y que supera en más de 12 puntos la media de la OCDE. Los datos reflejan el desmedido castigo fiscal al ahorro que se aplica en nuestro país, lo que supone un grave error. Primero porque con este tipo de tasas se impide que los rendimientos del ahorro se acaben convirtiendo en consumo. Y, segundo, porque la alta fiscalidad retrae las necesarias inversiones que nuestro PIB necesita para mantener su alto ritmo de crecimiento.



