El petróleo por encima de 40 dólares el barril es bueno para Rusia, que se ha beneficiado claramente los últimos tres años de que haya estado por encima de ese nivel. Según Christopher Bannon, cogestor del fondo Pictet Russian Equities, destaca que desde 2015 Rusia ha cambiado su manera de gestionar el balance fiscal, establecido para un precio de 40 dólares/barril. «Rusia está en superávit fiscal desde 2016, favorecido por un rublo más débil y ha aumentado sus reservas en más de 500.000 millones de dólares los últimos tres años. A este superávit contribuyen las compañías mediante el pago de impuestos».
El aumento de la volatilidad tras el ataque a las instalaciones petrolíferas de Arabia Saudita no ha impedido que Rusia asegure que recuperará la producción para el mes de noviembre. «Este tipo de eventos incrementa la prima de riesgo geopolítica, especialmente en esta región, que produce una cantidad significativa del petróleo mundial. Pero el mercado de futuros a largo plazo del petróleo ha descontado muy poco aumento de la prima de riesgo. Tras una volatilidad inicial de hasta 13% ha vuelto a niveles no muy alejados de donde estábamos antes del ataque, lo que indica lo equilibrado de este mercado», explica Bannon, durante un encuentro informativo.
De hecho, este experto sostiene que los niveles de inventario actuales pueden cubrir las necesidades de los mercados globales de petróleo. «Hay que tener en cuenta que los países no OPEC vienen incrementando su producción. EE.UU., tras el crash del petróleo de 2015 ha estado incrementando su producción a un ritmo del 14% anual.
En este contexto Rusia, con Arabia Saudita, es de los pocos países que han manifestado que tienen capacidad sobrante. La estatal Rossnef ha mostrado capacidad sobrante de 300.000 barriles al día y la totalidad sobrante del sistema ruso puede ser de entre 600.000 y 700.000 barriles. «Si la utiliza para cubrir la menor producción de Arabia sus compañías petroleras pueden beneficiarse, pero no creemos que Rusia vaya incrementar su producción porque desde 2017 el cartel OPEC + con Rusia limita la producción para generar precios más altos a corto plazo, sobreponiéndose al deseo de algunos de estos países de incrementar cuota de mercado a expensas de EE.UU. mediante bajos precios», añade Bannon
A menor precio del petróleo, mayor presión para que las compañías paguen dividendos
En Rusia es fácil encontrar compañías con una rentabilidad por dividendo por encima del 10% en todos los sectores. Por ejemplo, en el sector financiero bancos como Sberbank alcanzan ese nivel mientras que el telecomunicaciones llega al 11% y al 15% en compañías industriales y servicios públicos. «Se trata de compañías sin apalancamiento, pues con las sanciones su deuda neta respecto a beneficios de explotación se ha reducido los últimos tres años. Históricamente las compañías petroleras rusas eran muy ineficientes, hasta el punto de que destruían valor por una mala asignación de la inversión de capital. Pero no han estado invirtiendo y están pagando abundante flujo de caja a los inversores. Es la primera vez en 20 años que los inversores minoristas están alineados con compañías y gobierno», afirma Hugo Bain, cogestor del Pictet Russian Equities
Pero cuanto menor es el precio del petróleo mayor es la presión del gobierno para que las compañías paguen dividendos (muchas empresas del petróleo y gas son estatales y reciben dichos dividendos). «Si se mantiene entre 50 y 70 dólares/barril, como actualmente, los próximos 5 a 10 años la rentabilidad para el inversor en Rusia puede ser muy elevada, lo que todavía los inversores no ven. Por el contrario, si el precio del petróleo llegara a cien dólares el barril no habría presión gubernamental y las empresas no serían más eficientes», añade Bain.
El riesgo geopolítico ha mejorado
Uno de los principales riesgos que perciben los inversors Rusia es el geopolítico debido a las sanciones de EE.UU. y Europa. Sin embargo, estos expertos aseguran que el país se ha mostrado inmune a tales sanciones. «Para defenderse se ha producido un esfuerzo por mejorar la asignación de capital y la eficiencia de la producción. En cualquier caso la economía rusa es difícil de sancionar eficazmente, dado que Europa depende de su suministro de energía, lo que hace improbables sanciones al sector energético del país», explican.
En el plano macroeconómico, Rusia mantiene superávit fiscal gracias a una política fiscal ultraconservadora en la dirección económica del país, con su banco central controlando la inflación, que está alrededor del 4%. «A pesar del bajo crecimiento económico, su balance se puede considerar de los más sanos del mundo». Además, su deuda empresarial y de los hogares es mínima, mientras que la pública apenas se sitúa en el 40% del PIB.
Otro de los riesgos para los inversores está en el buen gobierno de las compañías. En este sentido, Bannon cree que la manera más clara de mejorar el gobierno corporativo en Rusia es, precisamente, mediante políticas de distribución de dividendos. «Desde que se conminó a las empresas estatales a pagar dividendos, esta forma de actuar en favor de los accionistas se ha extendido a diferentes sectores empresariales y actualmente las empresas rusas compiten por proporcionar políticas claras, consistentes y favorables de dividendos. Además Rusia no es inmune al movimiento ASG y hemos visto empresas estatales en gas petróleo y minerales en diálogo con inversores, sobre todo en asuntos medioambientales, tomando muy seriamente los asuntos relacionados con cambio climático y emisiones».
Los gestores del Pictet Russian Equities recomiendan pensar en renta variable rusa con un horizonte de inversión de largo plazo y pronostican para los próximos cinco años una rentabilidad total, teniendo en cuenta la rentabilidad por dividiendo y el crecimiento de beneficios, de un dígito medio o alto. En cuanto a la correlación del fondo con el precio del petróleo, es actualmente mucho menor que antes. «Cuanto más bajo está el precio del petróleo, entre 20 y 40 dólares/barril, mayor es la correlación con el petróleo. Pero con el precio entre 50 y 70 dólares/barril, como actualmente, la correlación es mucho menor que en el pasado, pues en ese rango las expectativas de pago dividendos no varían mucho», concluye Bannon.