Magallanes Value Investors ha celebrado su décimo aniversario con un balance muy positivo tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo: con un volumen de 3.100 millones de euros y más de 25.000 cuentas de inversores, y multiplicando por 2,5 las inversiones desde el comienzo, afronta su segunda década de vida con la intención de seguir haciendo las cosas como hasta ahora. En esta entrevista don Funds Society, Iván Martín Aránguez, socio fundador, presidente y director de Inversiones de la gestora, nos cuenta las luces y sombras de este periodo plagado de sucesos como el COVID, el Brexit o ahora, las amenazas arancelarias, pero que han sabido navegar con convicción y rumbo firme. Entre sus mejores inversores históricas, destaca la banca europea y, entre los peores momentos, la pandemia. Reproducimos la entrevista a continuación.
Ya hace 10 años del inicio de la gestora. ¿Qué balance haces de este periodo, en términos de logros, metas alcanzadas proyecto construido?
El balance es muy positivo tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo. Actualmente manejamos 3.100 millones de euros y más de 25.000 cuentas de clientes. Y hablando de rentabilidades, desde que salimos hemos multiplicado por casi 2,5 la inversión inicial en estos diez años. En lo cualitativo, el aspecto más reseñable ha sido la validación de nuestro modelo, de nuestra filosofía y proceso de inversión, siendo capaces de entregar unas rentabilidades como estas en una década donde los acontecimientos más inimaginables han ocurrido (covid, problemas de suministro, guerras, quiebras bancarias, etc…). Sin duda, esto se ha podido conseguir al mantenernos fieles a nuestra forma de hacer las cosas, a nuestro proceso inversor, que se ha mantenido invariante durante todo este tiempo, consistente en comprar buenos negocios a buenos precios, aunque a veces daba la sensación de que el mundo se nos venía abajo.
En este tiempo, ¿cuál ha sido la época más difícil y dónde habéis tenido mayores oportunidades de inversión también?
Posiblemente el COVID fue el peor momento por la magnitud y la celeridad en las caídas, pero todos los eventos adversos se viven con intensidad similar en el momento que suceden, aunque después el mundo sigue avanzando, y las empresas con él. Siempre hemos encontrado buenas oportunidades de inversión, es una de las fortalezas de nuestro proceso, aunque es cierto que durante las caídas fuertes de mercado el número de oportunidades se dispara, sin ir más lejos, las últimas correcciones de abril como consecuencia del Liberation Day de la administración americana.
¿Cuál diría que ha sido vuestra mejor y vuestra peor inversión?
Sin duda, nuestra inversión en banca europea hace cuatro años ha sido de las mejores inversiones históricas de Magallanes, con plusvalías de varias veces nuestro dinero invertido. Básicamente entramos en un momento donde el binomio beneficio-riesgo estaba claramente desequilibrado a favor del primero, aunque el mercado no quería comprar la tesis en ese momento. No hemos tenido inversiones que nos hayan quebrado, ni mucho menos que nos hayan deteriorado la cartera de ninguno de los fondos, pero es cierto que en alguna inversión puntual no supimos ver bien los riesgos reales detrás de la tesis de inversión, como nuestra inversión en Metro, dueña de Makro, distribuidor de alimentación cash&carry, aunque finalmente salió de nuestra cartera con una leve plusvalía ya que recibimos una OPA por parte de su máximo accionista. Esto también demuestra que incluso ante errores de cálculo en algunas tesis, la paciencia y el tiempo suelen solucionar parte del desaguisado creado.
De cara a los próximos 5-10 años, ¿sobre qué bases se asienta el proyecto? ¿Mantendréis vuestra filosofía? En este punto os pregunto qué entendéis exactamente por value, porque últimamente hay varias acepciones en el mercado…
Cierto, hay tantas acepciones del value como practicantes, y eso está bien. Esto le da la oportunidad al inversor de diversificar entre diferentes gestores. Nuestra filosofía se basa en la toma de decisiones en función de nuestro pensamiento independiente, diferente en la mayor parte del tiempo a la del consenso, para comprar buenos negocios a precios que pensamos que son muy atractivos. No somos dogmáticos respecto a geografías o sectores, no estamos ni a favor ni en contra de empresas tecnológicas, o bancos, o petroleros… estamos a favor de comprar barato y en contra de sobrepagar por las modas. Tratamos de estar siempre donde el “valor” de las cosas está. En este sentido nuestros planes a futuro pasan por mantenernos en esa forma de pensar y de hacer, que tan buenos resultados nos ha dado durante estos diez años, para qué cambiar algo que funciona.
Sobre el entorno actual, lo veis como una oportunidad de compra pero, ¿y si empieza un ciclo bajista en las bolsas? ¿Contempláis ese escenario y cómo reaccionaríais entonces?
El entorno de aranceles ha generado mucha incertidumbre sin duda, entre los participantes de mercado. La bolsa es el mejor mecanismo para reflejar los sentimientos en un primer momento, y en ponerlo todo en su sitio después, más tarde, cuando llega la información. Por eso se generan oportunidades. Ahora estamos pasado del primer acto al segundo, de ahí la recuperación en los mercados, y muy particularmente en nuestros fondos, que vuelven a máximos. Por eso dijimos que, en el justo momento del anuncio de lo aranceles, actuaríamos protegiendo nuestros fondos, cosa que hicimos comprando más de las compañías que nos gustaban y no vender. De esta manera aumentamos el potencial de nuestras carteras, el margen de seguridad, eso es lo que entendemos por proteger los fondos. No sabemos qué ocurrirá a futuro y, de hecho, no importa, si cae compraremos más, si no cae, disfrutaremos de las subidas.
En cuanto a sectores, la moda se aleja de la tecnología o la ESG y se acerca a la defensa europea… ¿qué sectores despuntan en vuestra cartera? Y por geografía, ¿creéis que se producirá una rotación hacia Europa?
Observando los flujos estamos viendo que la migración de dinero de EE.UU. hacia Europa es un hecho. Si esto continuará o se acelerará, difícil de prever, pero sí podemos decir que hay mucho terreno que recuperar de tantos años donde el dinero de todo el mundo iba a un solo destino. Europa está despertando, nueva comisión europea, nuevo gobierno alemán… y se empiezan a ver decisiones y medidas en la buena dirección, paquete de gasto en infraestructuras del gobierno alemán o los incentivos a la inversión en empresas europeas. Tiene sentido pensar por lo tanto en que Europa podría ser un beneficiario de la situación actual y por ende sus empresas. Nuestras carteras están posicionadas en negocios con una alta exposición a todas estas tendencias.
¿Tiene cabida la ESG en vuestra gestión?
Tiene cabida la inversión responsable, con cabeza y sentido común, ahora, y como siempre hemos hecho en Magallanes, los problemas vienen cuando, una vez más, algunas cosas se convierten en moda, y la ESG no ha sido una excepción.
En los últimos tiempos, los ETFs han crecido muchísimo a la hora de exponerse a renta variable: ¿lo veis como amenaza o como una competencia sana?
Sinceramente es una cosa buena, la gestión pasiva es complementaria de la activa. Para aquellos que buscan una gestión diferencial, con servicio, de especialistas o expertos en determinadas áreas geográficas o temáticas, está la gestión activa. Para aquellos que simplemente buscan exposición a una tendencia o mercado sin más, la gestión pasiva no es una mala elección.
Termino con la cita de Peter Lynch que citáis en vuestra carta, diciendo que no se debe invertir en renta variable si no se está preparado para afrontar momentos como estos. ¿Está todo el mundo preparado para invertir en bolsa, pese a los intentos de convertir al ahorrador en inversor? ¿Es necesaria la educación financiera?
La educación financiera es importante, pero no suficiente, a la vista está el comportamiento del inversor ante eventos de incertidumbre o modas. La migración masiva a EE.UU. cuando estaba en máximos y la huida de Europa en mínimos, las ventas generalizadas en los mínimos de lo peor del anuncio de tarifas, etc… son algunos ejemplos recientes de los múltiples eventos que desencadenan comportamientos erróneos por parte de los inversores. Sin embargo, es posible ayudar a reconducir dichas conductas, no sólo basta con explicar lo que hay que hacer en determinados momentos de mercado, es necesario que el inversor confíe en el proceso y delegue. Esto, y el paso del tiempo que trae consigo buenos resultados, mejora y refuerza muy notablemente el comportamiento acertado de los inversores. En Magallanes hemos visto, como ejemplo reciente de lo anterior, cómo el volátil mes de abril ha sido uno de los meses récord en el número de operaciones de suscripción por parte de inversores, nuestros inversores tienen educación financiera y saben cómo actuar porque lo han vivido antes.
Soplando las velas… pide un deseo para el futuro de Magallanes, para sus próximos 10 años en el mercado español.
En el encuentro reciente con nuestros inversores celebrando el 10º aniversario decía que los próximos diez años no tenían por qué ser diferentes, hemos multiplicado por 2,5 desde el inicio en un entorno francamente hostil para la inversión en Europa y especialmente el estilo valor. Aplicando el mismo proceso de inversión y con unos inversores que entienden y comparten nuestra filosofía no veo razones para no esperar algo parecido a futuro, y tal vez mejor si la situación en la próxima década se normaliza desde el punto de vista geopolítico, pero eso no está en nuestra mano. En cualquier caso, seguir haciendo las cosas como hasta ahora contando con el apoyo de nuestros inversores es el objetivo de hoy y de los próximos 10 años.