Los clientes institucionales de Willis Towers Watson asignaron 10.000 millones de dólares, a través de 175 selecciones, a estrategias de diversificación en 2015. Entre éstas, las alternativas líquidas atrajeron el mayor interés, con más de 8.100 millones de dólares, de los cuales aproximadamente la mitad corresponden a estrategias smart beta y 1.900 millones de dólares a secure income.
Según David Cienfuegos, director de inversiones de Willis Towers Watson España, «dado el momento en el que nos encontramos en el ciclo de inversión, nuestros clientes han seguido diversificando sus carteras para protegerse contra los riesgos bajistas aprovechando al mismo tiempo el aumento de la volatilidad del mercado. Los clientes siguen utilizando soluciones smart beta, según se refleja por el elevado número de selecciones, ya que éstas utilizan enfoques sistemáticos para explotar aquellos riesgos alternativos que proporcionan una verdadera diversificación más allá de la renta variable y el crédito. Además, las estrategias de secure income han demostrado ser muy populares el año pasado ya que incluso los clientes con perfil más conservador prefieren aprovechar la iliquidez como protección contra los riesgos sistémicos presentes en la renta fija tradicional”.
Los datos también muestran que durante el año pasado los clientes de Willis Towers Watson -que incluyen fondos de pensiones, compañías de seguros, fondos soberanos y fundaciones- llevaron a cabo 215 selecciones de crédito por un total de casi 18.000 millones de dólares, de los cuales una parte significativa corresponde a inversiones de mayor calidad crediticia (5.900 millones de dólares en los mandatos de bonos globales y 3.300 millones de dólares en mandatos de Estados Unidos).
Tal y como explica David Cienfuegos, «incluso en el crédito de mayor calidad observamos una tendencia hacia soluciones con mejor protección frente al riesgo bajista. El año pasado el crédito estructurado de alta calidad superó al del crédito tradicional de grado de inversión, impulsado en gran medida por factores regulatorios. Buscamos la forma de aprovechar esta oportunidad y ayudamos a estructurar una opción de implementación exclusiva para nuestros clientes que atrajo más de 5.000 millones de dólares de capital de clientes en 2015″.
Los clientes de la compañía invirtieron 6.600 millones de dólares en mandatos de crédito alternativo en 2015, de los cuales 1.400 millones de dólares fueron en crédito a través de hedge funds y 1.300 millones de dólares en crédito ilíquido. El número de selecciones de crédito alternativo (98) representa más del doble en comparación con el año anterior.
David Cienfuegos comenta además que “el crédito alternativo ha sido infra-explotado por los inversores en el pasado, tanto en términos de asignación de activos como de ejecución eficiente. Sin embargo, esto está cambiando y el año pasado realizamos un número récord de búsquedas de crédito alternativo ya que muchos clientes trataron de reducir la dependencia de la prima de riesgo de la renta variable, mejorar la diversificación e incorporar fuentes adicionales de rentabilidad a sus carteras».
En renta variable, los mandatos globales representaron alrededor de 8.200 millones de dólares, siendo los más populares entre los clientes de Willis Towers Watson en 2015, seguidos de la renta variable australiana (3.100 millones de dólares). Asimismo, una cantidad récord de nuevo capital fue asignado a renta variable smart beta (2.600 millones de dólares). A lo largo del año la renta variable de mercados emergentes atrajo 2.200 millones de dólares, mientras que 3.000 millones de dólares se invirtieron en renta variable estadounidense. Tras el despliegue significativo de private equity a lo largo de 2013, los clientes prefirieron estrategias ilíquidas de nicho frente a un enfoque tradicional de compra, y como resultado de ello el private equity atrajo menos activos que en años anteriores (500 millones de dólares). En total, las selecciones de mandatos de renta variable en 2015 alcanzaron los 21.500 millones de dólares en activos a través de cerca de 250 selecciones.
David Cienfuegos explica que «mientras se extendía el ajuste de riesgo a la baja en cartera de nuestros clientes, hemos experimentado un descenso en las búsquedas tradicionales de renta variable, junto con un menor número de reemplazos de mandatos de idéntico tipo. En su lugar, las asignaciones son cada vez más estratégicas con cambios más sustanciales, dando como resultado una media de asignación mayor que en años anteriores a través de un menor número de selecciones. Las asignaciones regionales específicas han sido impulsadas en gran medida por consideraciones fiscales y regulatorias. El smart beta continúa siendo muy popular como forma de mejorar la exposición a la renta variable de nuestros clientes, con más del doble del capital asignado a esta estrategia el año pasado en comparación con el año anterior».
Durante 2015, los inversores institucionales de Willis Towers Watson en todo el mundo llevaron a cabo más de 7.000 millones de dólares de selecciones a través de diversos tipos de estrategias de Smart beta, con una exposición total cercana a los 46.000 millones de dólares en una amplia gama de clases de activos.
David Cienfuegos asegura que «es positivo que los inversores piensen de manera inteligente en beta a lo largo de todos los factores de rentabilidad en sus carteras. Sin embargo, estamos realmente preocupados por la proliferación de productos etiquetados como smart beta, particularmente en el área de renta variable. No todos los smart beta se crean igual: deben estar descritos de forma fácil y comprensible, pero muchos productos no lo están, a menudo se implementan de forma pobre, con una consideración ingenua de los riesgos a los que está expuesto. Los inversores deberían ser “smart” a la hora de alejarse de estos sucedáneos».
La actividad global de selección de gestores de Willis Towers Watson superó las 730 selecciones en 2015, lo que refleja alrededor de 60.000 millones de dólares de activos movidos para más de 270 clientes.