La economía digital, impulsada por la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías transformadoras, ya representa aproximadamente el 16% del PIB mundial. Sin embargo, según Bertrand Born, Gestor Principal de Cartera en Zürcher Kantonalbank / Swisscanto y especialista en estrategias de inversión en la economía digital, esto podría ser solo el comienzo. Born estima que la contribución de la economía digital podría aumentar hasta el 30% del PIB mundial en los próximos años, a medida que la transformación digital continúe permeando industrias mucho más allá del sector tecnológico. “Estamos solo al inicio de una tendencia estructural”, afirma, subrayando el potencial de crecimiento a largo plazo de esta megatendencia.
Un enfoque más amplio hacia la transformación digital
Si bien la IA es un motor clave de la economía digital, Born señala rápidamente que la estrategia de transformación digital de Swisscanto no se limita a la IA o a las acciones tecnológicas tradicionales. “Alrededor del 50% de la cartera está invertida en el sector tecnológico”, explica Born, con un fuerte enfoque en infraestructuras digitales como la computación en la nube, equipos de redes, semiconductores y conectividad de centros de datos, que se benefician del auge emergente de la inteligencia artificial. A mediano plazo, la ciberseguridad también podría convertirse en un beneficiario importante de la inteligencia artificial, no solo para protegerse contra nuevas amenazas emergentes como los deepfakes, sino también en una era de «IA agente», donde la inteligencia artificial no solo responderá a preguntas de los usuarios, sino que tomará acciones autónomas en nombre de los usuarios en forma de «agentes». Estas IA-agentes deberán ser tratadas por las empresas como usuarios individuales con acceso a datos críticos, y por lo tanto, aseguradas adecuadamente.
Además, la estrategia abarca una amplia gama de industrias digitales no tecnológicas, como medtech, automatización y robótica, movilidad inteligente y fintech. Por ejemplo, un beneficiario indirecto de la IA es el sector industrial eléctrico, que proporciona infraestructura de gestión de energía y potencia a los centros de datos en rápida expansión. En el ámbito industrial, los mundos físico y digital están convergiendo cada vez más, impulsados por gemelos digitales que simulan el mundo real y sistemas robóticos cada vez más sofisticados que aprenden y perciben, desde coches autónomos hasta automatización en fábricas y, en el futuro, posiblemente robots humanoides. Otro sector muy prometedor para la transformación digital, según Born, es la salud digital. Desde robots quirúrgicos hasta la gestión digital de ensayos clínicos, el desarrollo de medicamentos asistido por IA y el uso de big data para mejorar los resultados de los pacientes o proporcionar soluciones de salud personalizadas, la salud digital muestra un potencial inicial para revolucionar la industria. En general, Born ve oportunidades de inversión significativas en empresas que utilizan tecnologías digitales para mejorar la eficiencia, aumentar la productividad o incluso crear soluciones completamente nuevas que antes no estaban disponibles.
Otro aspecto distintivo de la estrategia es que va más allá de los gigantes tecnológicos típicos, a menudo referidos como los “Magníficos 7”. En cambio, Born y su equipo incluyen inversiones en pequeñas y medianas empresas de «segunda línea», actores emergentes que están impulsando la revolución digital.
Geográficamente, la innovación digital y tecnológica se centra predominantemente en Silicon Valley, en los Estados Unidos, dice Born. Pero, en su opinión, también hay desarrollos interesantes a nivel global, especialmente en Asia, en mercados como Taiwán y Corea, pero también en China, que, desde que la startup de IA DeepSeek demostró su potencial, está emergiendo como un jugador formidable en la «carrera global de la IA». Para superar las restricciones en el acceso a tecnología avanzada de semiconductores de Estados Unidos, el país está desarrollando soluciones innovadoras en el ámbito del software, además de su ya existente dominio en la fabricación de productos electrónicos, y está acelerando su autosuficiencia mediante inversiones significativas en toda una cadena de suministro de semiconductores nacional y un ecosistema tecnológico relacionado. Born espera que el ecosistema de China produzca avances sustanciales en IA en los próximos años, apoyando a su industria tecnológica nacional con relevancia global.
La sostenibilidad como principio fundamental
La sostenibilidad es un pilar fundamental de la estrategia de economía digital de Swisscanto. La cartera, domiciliada en Luxemburgo y alineada con el Artículo 9 del SFDR, invierte únicamente en empresas cuyos productos y servicios contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, garantizando que las inversiones estén en línea con los esfuerzos globales para crear un futuro más sostenible.
Calidad y crecimiento
La estrategia se centra en empresas que demuestran crecimiento y calidad. El crecimiento en las industrias digitales suele estar impulsado por la innovación, y las empresas más exitosas a menudo se basan en los llamados modelos de negocio de plataformas que exhiben fuertes efectos de red (por ejemplo, mercados donde más clientes atraen a más proveedores, y una mayor variedad de oferta atrae a más clientes, creando un ciclo virtuoso), lo que permite un crecimiento estructural escalable y altas barreras de entrada. Ejemplos de negocios de plataforma se pueden encontrar en diversas áreas, como movilidad inteligente (car-sharing), redes de pago, mercados en línea e incluso empresas de ciberseguridad, donde las brechas de vulnerabilidad identificadas con un cliente se aplican rápidamente a todos los demás clientes.
Además, se pone énfasis en la calidad: la cartera prioriza empresas que han demostrado altos retornos sobre el capital invertido (ROIC), márgenes atractivos, un flujo de caja libre sólido y balances financieros sólidos. La combinación percibida de crecimiento y calidad no solo respalda la creación de valor para los accionistas, sino que también busca reducir riesgos, evitando generalmente empresas con balances débiles u operaciones deficitarias que podrían verse presionadas en condiciones económicas más débiles.
El camino por delante
A medida que la economía digital continúa su rápida expansión, los inversores tienen una oportunidad única para posicionarse dentro de esta megatendencia transformadora. Al centrarse en los habilitadores de la innovación, mantener un compromiso con la calidad, el crecimiento y la sostenibilidad, e identificar áreas de disrupción y oportunidad, la estrategia de Swisscanto ofrece una hoja de ruta que puede ayudar a navegar las complejidades de la revolución digital. Para Born, el mensaje es claro: la economía digital aún está en su infancia, y existe un potencial considerable para la creación de valor. Aquellos que puedan identificar y apoyar a las empresas adecuadas desde el principio podrían estar bien posicionados para beneficiarse de esta era sin precedentes de transformación tecnológica.
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