La reunión del BCE de octubre debería ser un marcador de posición, sin cambios en los tipos de interés y solo con ciertos ajustes en su comunicación, según los expertos de las firmas de inversión. Básicamente, nadie espera cambios, ya que, como la propia entidad ha señalado, considera que está “bien posicionada”. Ahora bien, todos coinciden que la dependencia de los datos sigue siendo clave, sin ningún compromiso previo con respecto a ninguna otra vía de política monetaria.
Según, Niall Scanlon, gestor de Carteras de Renta Fija en Mediolanum International Funds (MIFL), el BCE quiere mantener los tipos en los niveles actuales durante un tiempo, y dado que en esta reunión no se publicarán las nuevas previsiones económicas, no hay un catalizador que justifique un cambio significativo en el mensaje del Consejo de Gobierno del BCE.
“En su última reunión de septiembre, la presidenta Christine Lagarde dejó claro que el umbral para aplicar medidas de estímulo adicionales sigue siendo alto y que el BCE se siente cómodo pasando por alto las leves desviaciones a la baja de la inflación proyectada para 2026 y 2027. Desde entonces, las declaraciones de los miembros del Consejo de Gobierno del BCE han reforzado esta visión, ya que la mayoría parece considerar que el tipo de interés actual es, en líneas generales, neutral, y que no hay necesidad urgente de realizar más ajustes por el momento. Los datos recientes han sido mixtos, pero no lo suficientemente concluyentes como para justificar un cambio en el discurso del BCE”, argumenta Scanlon.
En opinión de Geoff Yu, estratega senior de mercados para EMEA en BNY Investments, las comunicaciones recientes de los miembros del Consejo de Gobierno han sido claras respecto a los riesgos bajistas para los precios, pero no parece haber una inclinación marcada hacia ninguna acción preventiva. “Haría falta otro conjunto de datos de actividad débiles y una señal clara de desaceleración de los precios para que la reunión de diciembre sea decisiva, pero dado que las cifras de inflación se mantienen en o por encima del objetivo y que los niveles del euro parecen haber tocado techo, dudamos que haya urgencia, incluso si la diferencia en las condiciones financieras entre la zona euro y Estados Unidos se amplía rápidamente”, apunta Yu.
¿Ha terminado el BCE su trabajo?
Sin embargo, Ulrike Kastens, Economista Senior de DWS, reconoce que le preocupa que este posicionamiento no sea sostenible en los próximos meses. “Si bien la economía mostró resiliencia en el primer semestre de 2025, es probable que se produzca un estancamiento en el segundo, sobre todo porque se ha retrasado la recuperación del sector manufacturero. Además, los acontecimientos políticos en Francia también siguen planteando un riesgo para la economía. Además, la caída de los precios del petróleo podría provocar un incumplimiento más significativo del objetivo de inflación. Seguramente sean temas que se discutirán el jueves. El posicionamiento futuro del BCE también depende de las nuevas proyecciones de crecimiento e inflación, que se publicarán en diciembre de 2025. Por primera vez, también se proporcionarán proyecciones para 2028. Teniendo en cuenta los temas mencionados anteriormente, todavía vemos la posibilidad de que el ciclo de recortes de tipos de interés del BCE aún no haya terminado”, argumenta Kastens.
En opinión de Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de Bank of Amierca para Europa, la presidenta del BCE, Lagarde, probablemente reiterará que el banco central está en un buen lugar y que los acontecimientos recientes coinciden ampliamente con las expectativas en el ejercicio de pronósticos de septiembre. “Esperamos cambios menores en la evaluación de las perspectivas y el balance de riesgos. Lagarde insistirá en que no se comprometa previamente y en un enfoque de reunión por reunión”, insiste Segura-Cayuela. Y sostiene que, en consonancia con eso, dudan que el BCE esté listo para reconocer el final del ciclo de flexibilización. “Si bien algunos miembros del consejo de gobierno pueden sentir que han terminado, la incertidumbre es alta y los riesgos aún son algo asimétricos. Del mismo modo, no esperaríamos ninguna orientación para la reunión de diciembre, señalando que el nuevo conjunto de pronósticos proporciona información más completa para tomar decisiones”, añade
De hecho, desde Bank of America sostienen que los datos no justifican que la institución monetaria haya terminado su trabajo. “Para nosotros, los recortes del BCE son más una historia de ‘cuándo’ que de ‘si’. Esa es nuestra convicción más fuerte. Todavía esperamos un recorte en diciembre y marzo, pero la convicción en diciembre es cada vez menor. Cuanto más tiempo se tarde en proporcionar un estímulo modesto, más probable es que, una vez que se recorte, se quede atascado allí y la normalización que ahora esperamos a finales de 2027 nunca se produzca”, concluye Segura-Cayuela.
En esta misma línea, Guy Stear, director de Estrategia de Mercados desarrollados en el Amundi Investment Institute, añade: “Las débiles cifras recientes de producción industrial de Alemania, Francia e Italia deberían hacer que el BCE se plantee si realmente puede permitirse no hacer nada hasta que la política fiscal alemana empiece a surtir efecto. Aunque es casi seguro que noviembre será demasiado pronto para que tomen medidas, seguimos viendo margen para una bajada de un cuarto de punto en diciembre y otra en la primera reunión de 2026, en febrero”.
Ya solo con el debate sobre si el BCE ha llegado o no al final de su ciclo de recorte de tipos, la reunión de octubre ha dejado de parecer aburrida. Pero además, los expertos consideran que lo más interesante estará en la rueda de prensa posterior a la reunión. “Uno de los focos de atención de la próxima rueda de prensa será Francia, aunque no se espera que ello implique ajustes en la orientación de política monetaria. Lagarde probablemente reiterará que el BCE no comenta situaciones nacionales específicas, y que el Consejo de Gobierno mantiene la vigilancia sobre los mercados de deuda soberana, que, hasta ahora, no han mostrado signos de tensión relevantes”, afirma Germán García Mellado, Managing Director en A&G Global Investors.



