Después de meses de flujos de entrada netos a mercados emergentes, noviembre cortó el momentum y trajo una desinversión neta por parte de portafolios de inversión no-residente. Eso muestran las cifras del último reporte del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés), que muestran una marcada venta de acciones emergentes, mientras la deuda se mantuvo firme.
El flujo neto de salida alcanzó los 3.900 millones de dólares en el penúltimo mes del año, indicó la entidad en un reporte firmado por el economista senior Jonathan Fortun. Esto marca una fuerte fuga frente a los 20.500 millones de capital neto que entraron a los activos emergentes en octubre.
“Este giro estuvo impulsado totalmente por la reducción de renta variable, mientras la deuda se mantiene positiva y generalmente estable”, escribió Fortun, recalcando que los emergentes han acumulado 223.200 millones de dólares en entradas netas de capital en lo que va de 2025. Esto lo ubica levemente por encima de las cifras del mismo período en 2024.
“El tropiezo de noviembre no descarrila el panorama más amplio, de resiliencia en los posicionamientos por ingresos, pero resalta lo sensibles que son las acciones a cambios en el entorno global de riesgo y el sentimiento en China”, agregó el profesional.
Los mercados de renta variable vieron la salida de 18.900 millones de dólares en el undécimo mes del año. Esto representa una fuerte baja respecto a octubre, donde los flujos positivos llegaron a 6.100 millones de dólares. Así, marcó su mayor salida mensual de capitales desde marzo de 2025.
En cambio, los flujos a deuda emergente se mantuvieron positivos, llegando a 15.000 millones de dólares y superando los 14.400 millones que llegaron el mes anterior.
“La pegajosa demanda por instrumentos ligeros de duración y alto carry siguen anclando el apetito de los inversionistas, a pesar de que el impulso por los ciclos de relajamiento monetario se está desvaneciendo”, indicó Fortun.
En esa línea, el economista explicó que la confianza con las acciones emergentes sigue bamboleándose al ritmo de la incertidumbre política global, el posicionamiento en el sector tecnológico y la recuperación –todavía desigual– de China.



