Los flujos de portafolios de inversión siguen llegando a las costas de los mercados emergentes, pero hay señales de debilidad en el horizonte. Ese es el diagnóstico del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés) con sus cifras estimadas para agosto de este año.
Según un informe reciente de la entidad, los flujos del octavo mes del año llegaron a 44.800 millones de dólares, lo que representa una subida moderada desde los 38.100 millones de dólares que se registraron en julio.
En el desagregado, la composición de los flujos revela un “creciente fragilidad”, según la entidad. Mientras que la inversión neta en deuda se elevó hasta los 41.500 millones de dólares, la compra de acciones emergentes cayó marcadamente, a 3.300 millones de dólares. “Esto marca el mes más débil para los flujos de renta variable emergente desde la primavera (boreal) y refleja una reversión significativa en la confianza con los mercados exChina”, escribió el economista senior, Jonathan Fortun.
Durante el mes, las condiciones financieras globales se mantuvieron bastante favorables, en la visión del IIF, con los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. bajando “modestamente” y la volatilidad de las bolsas todavía “contenida”. Aun así, advirtieron, “la distribución de los flujos apunta a un apetito de inversionistas cada vez menor y una creciente concentración geográfica.
Dinámicas de deuda y acciones
Las cifras del IIF muestran que los flujos a los mercados de deudas volvieron a estar dominados por China. La renta fija del gigante asiático recibió 28.300 millones de dólares en flujos de portafolios internacionales. Esto representa una leve baja desde los 30.800 millones de dólares que se registraron en julio.
Los demás emergentes recibieron 13.200 millones de dólares en capital internacional, “una cifra que sigue rondando bastante por debajo del peak más reciente del ciclo”. Específicamente, los flujos sumaron 18.100 millones de dólares en Asia (excluyendo China), 8.900 millones de dólares en América Latina, 8.700 millones de dólares en Europa emergente y 5.800 millones de dólares en la zona MENA (Medio Oriente y el Norte de África, por su sigla en inglés).
Es por el lado de la renta variable que “el panorama se ve más frágil”. Los flujos a las bolsas cayeron de 16.200 millones de dólares en julio a los 3.300 millones de dólares que marcaron en agosto. Esto fue el producto del neteo entre los flujos positivos de 10.800 millones de dólares a China a la salida de capitales que experimentaron los demás mercados emergentes.
Sólo en India, señalaron desde el IIF, las desinversiones netas sumaron 1.400 millones de dólares, sumado a ventas relevantes en Indonesia, Malasia y Tailando. En contraste, las bolsas de América Latina recibieron inversiones netas por 3.200 millones de dólares y las de Europa emergente recibieron 1.800 millones de dólares en capital, manteniendo la dinámica de julio.
“El colapso de los flujos fuera de China se concentró en vehículos activos, mientras que los ETFs pasivos de renta variable siguieron atrayendo flujos, aunque de forma más modesta”, indicó Fortun. A esto agregaron que el posicionamiento “parece cada vez más sensible a los riesgos de titulares y ruido político, especialmente en economías expuestas a shocks externos o ciclos electorales”.