La amenaza de aranceles del 50% del presidente estadounidense Trump tendrá un impacto limitado en el perfil crediticio de las empresas brasileñas, según Fitch Ratings. Las empresas brasileñas mantendrán indicadores crediticios estables este año, a pesar de las altas tasas de interés. Un mercado laboral ajustado, una cosecha agrícola sólida y fundamentos favorables de las materias primas, incluidas las proteínas, respaldarán su solidez.
Las exportaciones a EE.UU. representan apenas un 15% del valor total de las exportaciones de Brasil. La mayoría de las exportaciones a EE.UU. son materias primas, para las cuales es más fácil encontrar mercados alternativos. Todas las empresas brasileñas con calificación Fitch, excepto cuatro, tienen una exposición de ingresos del 10% o menos al comercio entre EE.UU. y Brasil.
Fitch estima que Embraer obtiene alrededor del 35% de sus ingresos de EE.UU., excluyendo el contenido local estadounidense, y podría enfrentar un mayor riesgo si los aranceles entran en vigor. La escasez de oferta mundial de aeronaves y las posibles exenciones arancelarias específicas de la industria, respaldadas por una larga trayectoria de acuerdos arancelarios de cero por cero, compensan parcialmente estos riesgos.
Dos productores de pulpa y papel, Eldorado Brasil Celulose y Suzano, y una empresa de petróleo y gas, PRIO, también tienen cierta exposición de ingresos a EE.UU. (menos del 30%). Varios grandes exportadores brasileños, como JBS, Marfrig y Gerdau, tienen una importante presencia de producción en EE. UU., lo que mitiga el riesgo arancelario.
Las altas tasas de interés, y no los aranceles estadounidenses, siguen siendo el principal desafío para las empresas brasileñas. El banco central de Brasil ha endurecido drásticamente su política monetaria este año, elevando su tasa de referencia Selic en 450 puntos básicos, hasta el 15 %, durante los 10 meses hasta junio de 2025, para abordar el aumento de la inflación. Fitch prevé que el BCB comience a recortar las tasas a principios de 2026, hasta alcanzar el 12% para finales de año. La orientación conservadora del BCB indica que mantendrá esta postura altamente restrictiva hasta que la inflación se acerque al objetivo del 3%.
Fitch prevé que las métricas crediticias de las empresas calificadas se mantengan prácticamente estables, respaldadas por una asignación de capital más conservadora. Las empresas han desacelerado las inversiones y recortado los dividendos en respuesta a los altos costos de capital.
La liquidez se mantiene abundante a pesar de las altas tasas de interés. Fitch espera que las empresas refinancien su deuda antes de 2026, año electoral. Los vencimientos de la deuda interna están bien distribuidos, con alrededor del 23% con vencimiento entre 2025 y 2026. Los vencimientos transfronterizos son relativamente pequeños dentro de la cartera calificada por la calificadora, con tan solo unos 3.000 millones de dólares con vencimiento entre ahora y el cierre de 2026. Las empresas pueden refinanciar este importe en el mercado interno si lo necesitan.