La guerra comercial global es el mayor riesgo que identifican los family offices para 2025, seguido de un conflicto geopolítico importante, de los temores de recesión global y de una crisis de deuda. Según el último informe global de family offices de UBS 2025, para proteger sus carteras de esta lista de riesgos, están cubriéndose con estrategias de gestión activa, con hedge funds y, selectivamente, con metales preciosos.
Respecto a la asignación de activos por regiones, se inclinó principalmente hacia América del Norte y Europa Occidental, con los family offices aumentando sus pesos en acciones y bonos de mercados desarrollados, “ya que buscan oportunidades líquidas para el crecimiento de capital y el rendimiento en un entorno volátil”, según indica el informe.
Según explica Benjamin Cavalli, jefe de Clientes Estratégicos en UBS Global Wealth Management, en un momento de mayor volatilidad, temores de recesión global y tras una venta masiva de mercado casi sin precedentes a principios de abril, el último informe sirve como un buen recordatorio de que los family offices de todo el mundo están, ante todo, persiguiendo un enfoque constante y a largo plazo, ya que se centran en preservar la riqueza a lo largo de las próximas generaciones.
“Incluso con la encuesta realizada en gran parte en el primer trimestre, los family offices ya eran muy conscientes de los desafíos que plantea una guerra comercial global, identificándola como el mayor riesgo del año. Sin embargo, en entrevistas realizadas tras la corrección del mercado desencadenada a principios de abril, reiteraron su asignación estratégica de activos diversificados y para todo tipo de entorno”, señala Cavalli.
Para Yves-Alain Sommerhalder, jefe de Soluciones GWM en UBS Global Wealth Management, si bien el entorno macroeconómico y político global sigue marcado por cambios rápidos y un alto grado de incertidumbre, la encuesta ofrece una visión de lo que podemos esperar en los próximos cinco años. “Y lo más importante, proporciona una indicación de la forma de pensar de los family offices de todo el mundo, sus objetivos, preferencias y preocupaciones”, destaca.
La guerra comercial global, su mayor preocupación
Cuando se les preguntó sobre las mayores amenazas para sus objetivos financieros en los próximos 12 meses, más de dos tercios (70%) de los family offices destacaron una guerra comercial. La segunda mayor preocupación para más de la mitad (52%) fue un conflicto geopolítico importante.
Según UBS, esto explica que de aquí a los próximos cinco años, aquellos preocupados por un conflicto geopolítico importante aumentaron al 61% y el 53% estaban preocupados por una recesión global debido a disputas comerciales potencialmente serias. Alertados de los peligros del endeudamiento gubernamental, el 50% de los family offices estaban preocupados por una crisis de deuda, según la encuesta.
A pesar de las incertidumbres, en el momento en que se realizó la encuesta, el 59% de los family offices planeaban asumir la misma cantidad de riesgo de cartera en 2025 que en 2024, manteniéndose fieles a sus objetivos de inversión a largo plazo. Sin embargo, el 29% destacó la dificultad de encontrar la estrategia adecuada para diversificar el riesgo, debido a correlaciones inestables.
“A raíz de esto, el 40% ve la selección de gestores y/o la gestión activa como la forma más efectiva de mejorar la diversificación de la cartera, seguida de los hedge funds (31%). El mismo porcentaje está aumentando el peso de activos ilíquidos (27%), y más de una cuarta parte (26%) están aumentando la renta fija de alta calidad y corta duración”, indica el informe.
Además, los metales preciosos, utilizados por casi una quinta parte (19%) a nivel mundial, han visto crecer su uso en materia de inversión por encima de otros activos en comparación con el año anterior, con un 21% anticipando un aumento significativo o moderado en su asignación durante los próximos cinco años.
Reequilibrio hacia mercados líquidos
Una de las conclusiones que saca el informe es que se está llevando a cabo un rebalanceo en la asignación estratégica de activos para los próximos años dentro de esta época inestable para el comercio y la economía global. En este sentido, los family offices están aumentando sus ponderaciones en acciones y bonos de mercados desarrollados, ya que buscan oportunidades líquidas para el crecimiento de capital y el rendimiento en un entorno volátil.
“Cada vez más, hay oportunidades para acceder a tendencias de crecimiento secular en acciones cotizadas que antes estaban limitadas principalmente a mercados privados, que van desde acciones de inteligencia artificial generativa hasta acciones de energía, recursos y longevidad”, indican las conclusiones.
Es relevante que las asignaciones de acciones de mercados desarrollados aumentaron al 26% en 2024 y los family offices que planean hacer cambios en 2025 tienen la intención de aumentar este peso al 29%: “En los próximos cinco años, casi la mitad (46%) anticipa un aumento significativo o moderado en su asignación a acciones de mercados desarrollados. Por el contrario, menos de una cuarta parte (23%) se ve haciendo lo mismo en sus pesos de renta fija de mercados desarrollados”.
UBS explica que, después de un período prolongado de rentabilidades decepcionantes, y un crecimiento económico no reflejado en las rentabilidades del mercado de acciones, los family offices en los EE.UU. y Europa son prudentes con los mercados emergentes, más que sus pares en Asia-Pacífico, América Latina y Medio Oriente. A nivel mundial, los family offices asignaron solo el 4% a acciones de mercados en desarrollo en 2024 y el 3% a bonos de mercados en desarrollo, pero ven la mayor oportunidad en los próximos cinco años en India y China.
Cuando se trata de barreras para invertir en estas regiones, las preocupaciones geopolíticas se citaron con mayor frecuencia (56%), así como la incertidumbre política y/o el riesgo de impago soberano (55%). Las devaluaciones de la moneda y/o la inflación (48%), así como la incertidumbre legal/falta de regulaciones (51%) demostraron ser factores casi igual de disuasorios.
Si bien los family offices están reduciendo la exposición a activos ilíquidos, UBS destaca que las asignaciones a mercados privados siguen siendo relativamente altas en 2024 con un 21%. Sin embargo, aquellos que planean cambiar las asignaciones en 2025 tienen la intención de reducir este peso al 18%, impulsados principalmente por inversiones directas, ya que tanto la baja actividad de mercados de capitales como de nuevas inversiones están ralentizando las desinversiones de carteras, mientras que los tipos de interés más altos hacen que la financiación sea más cara.
Continuando la tendencia de los últimos años, América del Norte (53%) y Europa Occidental (26%) siguen siendo los destinos de inversión preferidos, reclamando cuatro quintas partes de todos los activos. Mientras que las asignaciones a AsiaPacífico (excluyendo Gran China) y Gran China cayeron al 7% cada una.ç
El futuro de los family offices
En medio de la mayor transferencia de riqueza en la historia actualmente en curso, poco más de la mitad (53%) de los family offices a nivel mundial tienen planes de sucesión para los miembros de la familia. Sin embargo, otros aún no tienen planes de sucesión, principalmente porque los propietarios creen que tienen mucho tiempo para diseñar la misma: el 21% declaró que los propietarios no han decidido cómo dividir su riqueza, mientras que el 18% indica que los propietarios no tuvieron tiempo para hablarlo.
“En el caso de las familias que tienen planes de sucesión, el mayor desafío sigue siendo asegurar la transferencia de riqueza de la manera más eficiente en términos fiscales, según casi dos tercios (64%)”, apunta el informe. Además, un 43% ve como otro gran desafío el preparar a la próxima generación para asumir la riqueza de manera responsable y en línea con los objetivos familiares, con solo el 26% consultando a la próxima generación sobre el plan de sucesión desde el principio.
Análisis por regiones
Si ponemos el foco del análisis en los resultados regionales, se observa que las inversiones alternativas fueron la clase de activo preferida de los family offices de EE.UU. (54%), con un 27% en capital privado, un 18% en inmobiliario y un 3% en deuda privada, según la encuesta. En comparación, el 46% tenía inversiones en clases de activos tradicionales, con la mayor parte en acciones (32%), seguida de renta fija (9%) y efectivo (5%). Sus carteras tenían la mayor inclinación geográfica hacia América del Norte (86%), con solo un 7% en Europa Occidental y un 3% en Asia-Pacífico (excluyendo Gran China). Además, el 47%de las carteras se gestionan activamente.
En el caso de América Latina, los family offices prefirieron las clases de activos tradicionales (71%), con un 34% en acciones y un 31% en renta fija. La participación de las clases de activos alternativos fue del 29%, con las mayores inversiones en capital privado (17%), seguidas de efectivo (6%) e inmobiliario (6%). El 64% centró su asignación de activos regional en América del Norte, seguida de América Latina (15%), Europa Occidental (11%) y Asia-Pacífico (excluyendo Gran China) en un 5%.
Respecto a Europa, los family offices prefirieron las clases de activos tradicionales (51%), con la mayor parte en acciones (30%), seguida de renta fija (15%) y efectivo (6%). La participación de las clases de activos alternativos fue del 49%, liderada por el capital privado (27%) e inmobiliario (11%). Al igual que sus pares de EE.UU., tenían una preferencia hacia su mercado local, con un 44% indicando una asignación de activos en Europa Occidental, seguida de EE.UU. (43%) y Asia-Pacífico (excluyendo Gran China) en un 5%.
Y en el caso de Medio Oriente, la distribución de la asignación de clases de activos alternativos y tradicionales estaba dividida equitativamente (50%), con la mayor parte en acciones (27%), seguida de capital privado (25%), renta fija (16%) e inmobiliario (14%). América del Norte es la región preferida en términos de asignación de activos (55%), seguida de Europa Occidental (21%) y Medio Oriente (14%). Mientras que Gran China actualmente ocupa el cuarto lugar (4%) en términos de asignación geográfica en las carteras.