Fidelity International celebró su evento «Think companies not countries» en Madrid para explicar cómo posicionarse en la renta variable europea. Contó con Fred Sykes, gestor del FF European Dividend Fund y del FF European Growth Fund, este último con más de 7.000 millones de activos bajo gestión y con un estilo de inversión similar al del European Dividend.
El experto se pregunta qué esperanza hay para la renta variable europea. Y su respuesta es clara: Estados Unidos cuenta con empresas de mayor calidad que merecen mejores valoraciones. Sin embargo, Europa cotizó con descuento durante un período muy largo, que, al cabo de los años, “se ha desbordado”.
En este punto, Sykes explica cómo el análisis de las valoraciones sirve para determinar las rentabilidades futuras para concluir que, a diez años vista, la valoración es un indicador muy sólido de la rentabilidad futura. “Esto es muy importante”, según el gestor, si se tiene en cuenta que las acciones europeas cotizan a unas 14 o 15 veces los beneficios, en comparación con las estadounidenses, que presentan una ratio de 22 o 23 veces.
En este escenario, ve como principal obstáculo a los aranceles. “Aunque estos se anunciaron hace tiempo, no estoy seguro de que hayamos visto su impacto”, afirma, y cree que eso puede crear un vacío de confianza. Pero también ve factores favorables para los mercados. Por ejemplo, el consumo, impulsado por el crecimiento de los salarios “de forma saludable”. Además, existe potencial para un estímulo fiscal europeo. También, el timing de aplicación de las políticas anunciadas por Donald Trump: ha adelantado las medidas desfavorables al mercado, como los aranceles.
Invertir como empresarios
Con todo esto sobre la mesa, Sykes admite que, si bien tiene opiniones sobre el panorama general, no toma decisiones de inversión basándose en ellas. “Me centro en lo que se refleja en los precios de las acciones”, apunta, y explica que la filosofía y el proceso de inversión han sido consistentes desde que dirige el fondo: una cartera de empresas de buena calidad con respaldo de la valoración, lo que debería reducir el riesgo de caídas en fases difíciles del mercado. “Creo que, a largo plazo, la rentabilidad que obtiene un accionista será prácticamente igual a la de una empresa. Y esa rentabilidad se basa en la solidez y la durabilidad de su posición competitiva, el valor que ofrece a los consumidores y la capacidad de la dirección para gestionar la empresa de forma competente y asignar el capital con criterio”, sentencia.
Los dividendos han sido una parte fundamental de la rentabilidad del mercado a lo largo del tiempo, y Sykes cree que los inversores a menudo subestiman su importancia para generar rentabilidades atractivas. Pero, además, considera que son un “excelente indicador” de la solidez de la asignación de capital de un equipo directivo. Sykes busca invertir en áreas donde la oferta es menor que la demanda. Asimismo, cree que mediante una cuidadosa selección de acciones se pueden elegir mejores empresas que protegerán aún más la cartera.
El gestor se centra en valores individuales y luego piensa en cómo influye en la ponderación sectorial. “Nunca diría que quiero sobreponderar el sector financiero —por ejemplo— pero si encuentro muchas acciones financieras que me gustan, me alegra sobreponderar ese sector”, apunta.
“Construyo la cartera según cuatro pilares”, apunta Sykes. Primero, en el flujo de caja, que “es una evaluación transversal del potencial de ganancias” y evita errores relacionados con la ciclicidad. También, la estructura de capital, para saber cómo apalancar las empresas. Incluso, señala que “la mejor medida de calidad es la rentabilidad del capital invertido”. Finalmente, se fija en los ingresos. Para el fondo europeo de dividendos, busca una rentabilidad por dividendo de alrededor del 2% en el momento de tomar una posición en el valor en cuestión.
Oportunidades en Alemania
La presentación también contó con Christian von Engelbrechten, gestor del fondo FF Germany Fund. El gestor ve “mucho margen” para que los flujos de inversión hacia Alemania observados este año continúen. En primer lugar, por el interés de los inversores por diversificar las carteras hacia Europa y Alemania. “Como punto de partida, tenemos valoraciones más bajas. Además, contamos con una mayor fiabilidad en cuanto a los niveles de deuda”, señala.
El experto destaca lo “ambicioso” del fondo de gasto del nuevo gobierno por 500.000 millones de euros, y los casi 100.000 millones de euros en gasto presupuestados para 2026. En el ámbito de la defensa también hay planes de gasto bastante ambiciosos, con un potencial de gasto teóricamente ilimitado, además de otras medidas positivas en marcha.
El gestor destacó asimismo otros dos datos con trayectoria positiva: la confianza empresarial, medida por el índice IFO alemán, y la evolución del PMI. Según las previsiones de beneficios de von Engelbrechten, anticipa para este año un crecimiento de alrededor del 4% y un mayor impulso para 2026.
Von Engelbrechten también se fija en las valoraciones. Las ganancias esperadas para los próximos 12 meses cotizan actualmente a un múltiplo de 14,7 veces, frente a las 14,3 veces de la media histórica. “Con la mejora de los fundamentales, aún podemos pensar en un buen potencial, y resulta especialmente interesante si lo comparamos con otros países y a nivel mundial”, apunta, para recordar que el mercado alemán aún cotiza con un descuento considerable a nivel mundial, especialmente desde el punto de vista de la media histórica.
¿Dónde están los riesgos y las oportunidades? Von Engelbrechten admite que sigue infraponderando algunos de los grandes sectores en Alemania, como el químico y el automotriz, donde cree que la situación se deteriorará. Eso sí, aún encuentra compañías que pueden obtener buenos resultados. Tiene una sobreponderación en salud, software y tecnologías de la información (IT), con posiciones en compañías como Fresenius o Aero Engines, y en algunas empresas financieras.
“Hay dos grandes temas en el mercado actualmente: debemos analizar quién está expuesto a los aranceles estadounidenses y qué tipo de contramedidas tienen. Segundo, quién se beneficia del programa alemán de gastos y estímulo. Por supuesto, queremos estar preparados para ello”, explica Von Engelbrechten. Un ejemplo sería Siemens, que con un 15% de los ingresos procedentes de Alemania, se beneficiará del mayor gasto estatal del país. También citó a Airbus, Deutsche Telekom y MTU Aero Engines, proveedor de piezas para motores de aviones, así como a Rheinmetall, “un claro beneficiario”.
En este punto, también recordó que Alemania cuenta con empresas posicionadas para el crecimiento futuro. “Quizás no tengamos a Nvidia ni a las Microsoft de este mundo, pero lo que la gente pasa por alto es que tenemos a SAP, la segunda empresa europea de tecnología y software”, afirmó. Von Engelbrechten concluyó que Alemania está en una trayectoria de mejora, con las valoraciones aún en un territorio atractivo y con muchas empresas interesantes que están bien posicionadas en la tercera economía más grande del mundo.