Después de un primer semestre con mucha actividad en los mercados, los gestores de fondos llegan al ecuador de 2025 optimistas. Según la encuesta global mensual de BofA, “no se observa un punto de inflexión claro ni obvio, pero los gestores están el punto más optimista desde febrero de 2025: la probabilidad de aterrizaje brusco es la más baja desde enero de 2025, el efectivo como porcentaje de activos bajo gestión en un mínimo histórico del 3,9%, las asignaciones de renta variable en aumento, pero no en niveles extremos”.
Este estado de ánimo también se denota en su visión macro. Muestra de ello es que el 68% predice un aterrizaje suave, el 22% no prevé aterrizaje, y solo el 5% se posiciona para un aterrizaje brusco. Ahora bien, las expectativas de crecimiento global se mantienen tibias. En concreto, el optimismo sobre el recorte de tasas es el más alto desde diciembre de 2024. Al preguntar si el próximo presidente de la Fed recurrirá a la flexibilización cuantitativa (QE) y el aumento de capital (YCC) para aliviar la carga de la deuda estadounidense, el 54% respondió que sí y el 36% que no; se espera que el arancel final de EE.UU. sobre el resto del mundo sea del 15%, frente al 14% de julio. Un dato que llama la atención es que el sentimiento de los gestores sobre las expectativas de crecimiento de China aumentó a un 11% neto y esperan que sea una economía más fuerte (frente a solo un 2% en julio), el nivel más alto desde marzo de 2025.
En cuanto a riesgos, los gestores consideran que el riesgo de cola de una guerra comercial/recesión disminuye (29%), mientras que la inflación/sin recortes de la Fed (27%), los rendimientos de los bonos desordenados (20%), la burbuja de la IA van en aumento(14%); la mayoría de las multitudes vuelven a operar en los «7 Magníficos» (45%), pero la mayoría (52%) no ve una burbuja de IA (41% sí) y el 55% afirma que la IA ya está impulsando la productividad.
Posición de las carteras
En cuanto al asset allocation, la encuesta muestra que, en el último mes, los inversores aumentaron su asignación a mercados emergentes y acciones globales, así como a servicios públicos, y redujeron su asignación a sanidad, acciones de la Eurozona y bienes raíces. “En agosto, los inversores están más sobreponderados en mercados emergentes, Eurozona y bancos, y más infraponderados en el dólar estadounidense, bienes raíces y consumo discrecional”, indican desde BofA.
Otro dato relevante es que se ha registrado un récord del 91% afirma que las acciones estadounidenses están sobrevaloradas; rotación hacia servicios públicos, energía y finanzas desde salud (la tasa de cambio más baja desde febrero de 2018); el 33% desea aumentar las coberturas contra la debilidad del dólar estadounidense (máximo reciente del 40% en mayo).
Según las conclusiones de la encuesta, “solo el 9% de los inversores tiene exposición a criptomonedas (con una asignación promedio del 3,2%); ajustando al 75% sin criptomonedas, la exposición total de la cartera de FMS a criptomonedas es del 0,3%; el 48% de los inversores tiene exposición al oro (con una asignación promedio del 4,1%); ajustando al 41% sin oro, la exposición total de la cartera de FMS al oro es del 2,2%”.
Los gestores europeos
En el caso de la encuesta a gestores europeos, la encuesta detecta que el riesgo de estanflación frena a los alcistas. Los analistas de BofA resaltan la persistencia del pesimismo sobre el crecimiento global debido a la preocupación por la estanflación en EEUU, mientras que la flexibilización fiscal alemana y la del BCE protegen las esperanzas de crecimiento de la UE.
“El consenso es menos optimista sobre la renta variable de la UE a corto plazo, pero más optimista de cara a 2026, ya que se debilitan los argumentos a favor de un rendimiento superior de la UE, destaca el informe que, además, incide en que aumentan las dudas sobre los cíclicos europeos en general, aunque los bancos y Alemania siguen siendo los principales sobre-ponderados por consenso”, señalan desde BofA.
Entre las conclusiones de la encuesta se observa que el 41% de los encuestados cree que la economía global se debilitará durante el próximo año, frente al 31% del mes pasado. Respecto a los riesgos, la combinación de políticas estadounidenses y un consumo más débil se consideran los principales lastres: el 58% considera que las políticas del gobierno estadounidense tienen un impacto negativo en el crecimiento y un impacto positivo en la inflación, es decir, que son estanflacionarias, frente al 52% del mes pasado. Un 18% neto espera que la inflación global aumente en los próximos 12 meses, su nivel más alto desde mayo.
También destaca que la encuesta muestra un menor optimismo sobre la renta variable de la UE a corto plazo, pero optimistas de cara a 2026. Según muestran los datos, un 15% neto espera ganancias a corto plazo para la renta variable europea, una disminución respecto al 37% del mes pasado, y un 50% cree que solo una pequeña parte del impacto arancelario está descontada en los precios, un aumento respecto al 44% del mes pasado. “Sin embargo, el porcentaje que prevé un potencial alcista para la renta variable europea en los próximos doce meses ha aumentado del 81% del mes pasado al 88%, y un 0% prevé una caída”, indican desde BofA.
No obstante, se observa que la rotación hacia la renta variable de la UE y hacia la renta variable estadounidense ha comenzado a revertirse: un 25% neto afirma estar sobreponderado en renta variable europea en relación con su índice de referencia, una disminución respecto al máximo del 41% en julio, mientras que un 16% neto afirma estar infraponderado en renta variable estadounidense, una disminución respecto al máximo del 38% en mayo.