Aunque los detalles de lo acordado se difundirán el lunes 12 de mayo, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, calificó como “productivas” las reuniones de dos días entre altos funcionarios de su país y de China realizadas el fin de semana en Ginebra, Suiza.
Ambos países consiguieron un “progreso sustancial” en sus primeras conversaciones, según señaló Bessent a la prensa. Los países se sentaron a negociar en medio de una nueva edición de la guerra comercial entre las dos potencias mundiales, con escaladas progresivas de aranceles recíprocos.
En una breve comparecencia que dio junto al representante de Comercio, Jamieson Greer, en la que no se admitieron preguntas, los dos funcionarios de Trump elogiaron la «diligencia» con la que trabajaron los negociadores chinos durante el fin de semana. Bessent indicó que este lunes temprano se informará de forma detallada en Washington sobre los avances logrados.
Ambas partes acordaron establecer un mecanismo de consulta comercial entre China y Estados Unidos.
Los medios estatales chinos dijeron que Pekín y Washington emitirán una declaración conjunta sobre las conversaciones comerciales el lunes. Li Chenggang, viceministro de Comercio de China, fue citado diciendo que «sin importar cuándo se publique esta declaración, será una gran noticia y una buena noticia para el mundo».
El secretario del Tesoro enfatizó que las conversaciones se desarrollaron con un evidente espíritu de «cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo».
“Es importante entender cuán rápidamente pudimos llegar a un acuerdo, lo que refleja que quizás las diferencias no eran tan grandes como se pensaba”, dijo Greer. Pero también enfatizó que una de las prioridades de Trump es cerrar el déficit comercial de Estados Unidos con China, que alcanzó un récord de 263.000 millones de dólares el año pasado.
“Estamos seguros de que el acuerdo que alcanzamos con nuestros socios chinos nos ayudará a resolver y trabajar hacia la resolución de esa emergencia nacional”, añadió Greer. Las primeras reacciones del mercado a la noticia fueron positivas, con los futuros de Wall Street y el dólar al alza.
Los retos arancelarios de China
En opinión de Jason Pidcock y Sam Konrad, gestores del fondo Jupiter Asia Pacific de Jupiter AM, es difícil predecir lo que sucederá a continuación. «Parece que nos encaminamos hacia un desacoplamiento entre EE.UU. y China, lo que, en nuestra opinión, podría beneficiar a otros mercados asiáticos, ya que la capacidad manufacturera y el comercio se desplazarían a su favor. Cabe señalar que el desacoplamiento no comenzó con los aranceles de Trump. Por ejemplo, la administración Biden detuvo la exportación de equipos de producción de semiconductores de alta gama a China desde EE. UU., los Países Bajos y Japón», explican.
Según su análisis, Japón, Vietnam y Corea del Sur han expresado su disposición a negociar con EE. UU. sobre los aranceles. «Creemos que es posible que la administración Trump firme acuerdos comerciales con un número significativo de países en los próximos tres meses y que los niveles arancelarios hayan alcanzado más o menos su punto máximo y puedan reducirse, es decir, menos del 10% en algunos casos. Es posible que China se vea obligada a reducir los precios y a vender coches eléctricos, acero y otros productos manufacturados con precios de dumping en el extranjero para mantener sus fábricas en funcionamiento y sostener su economía», añaden.