«La codicia siempre es mucho más difícil de revertir que el miedo, y los inversores son más propensos a mantener la cobertura y la rotación del verano que a realizar grandes posiciones cortas y retirarse”, señalan los analistas de BofA a la luz de los resultados de su última encuesta mensual global a gestores de fondos. En ella se constata que el optimismo está en auge y que las expectativas de recesión retroceden, a la par que el apetito por el riesgo crece. Sin embargo, el resultado de la encuesta señala que la sobreponderación en renta variable aún no es exagerada.
“Nuestra medida más amplia del sentimiento del FMS, basada en los niveles de liquidez, la asignación a renta variable y las expectativas de crecimiento global, mejoró hasta 4,3 desde 3,3, el nivel más alto desde febrero de 2025”, apuntan desde BofA.
En concreto, señalan que el nivel medio de liquidez descendió al 3,9% en julio desde el 4,2% en junio, lo que activó una señal de “venta”. La encuesta refleja que el sentimiento de los inversores es el más optimista desde febrero de 2025, dado que los niveles de liquidez están ahora por debajo del 4%, además el 86% espera un aterrizaje suave o ningún aterrizaje, y un 59% considera poco probable una recesión, pero las expectativas de crecimiento global y la asignación a renta variable global/estadounidense no están en niveles extremadamente alcistas.
“Las expectativas de crecimiento global se recuperaron aún más en julio, con un 31% neto de los participantes del FMS esperando un crecimiento económico global más débil, frente al -46% del mes pasado y al -82% de abril. El apetito por el riesgo, representado por la renta variable estadounidense, sigue superando las expectativas de crecimiento global del FMS”, matizan desde BofA.
También llama la atención que las expectativas de recesión del FMS cayeron por tercer mes consecutivo, con un 59% neto que considera poco probable una recesión global en los próximos 12 meses, el nivel más bajo desde febrero de 2025, y una caída significativa desde el 42% que la consideraba probable en abril.
Otro dato relevante es que el 47% espera que la Reserva Federal reduzca las tasas dos veces en 2025, mientras que 34% espera una sola reducción, el 10% no espera cambios en la tasa de fondos federales, el 8% prevé tres recortes, y el 1% estima más de tres recortes. Las expectativas de política monetaria según el FMS están actualmente alineadas con la valoración del mercado de bonos. Dado que se espera que Trump nombre a un nuevo presidente de la Fed en la segunda mitad de 2025, se preguntó a los inversores FMS quién creen que será el nominado y el 26% menciona a Scott Bessent, el 17% a Kevin Warsh, el 14% a Christopher Waller, y el 7% a Kevin Hassett.
Por último, la encuesta muestra que el riesgo de una guerra comercial que desencadene una recesión global sigue siendo considerado el principal «riesgo de cola» por el 38% de los encuestados, frente al 47% en junio.
Implicaciones para la inversión
Fruto del contexto actual, es llamativo que una de las operaciones más populares entre los gestores haya sido estar corto en dólares. “Por primera vez en la historia del FMS, según el 34% de los inversores, reemplaza el estar largo en oro, que a su vez había reemplazado al largo en Magnificent 7, que fue la operación más popular desde abril de 2023 hasta marzo de 2025”, indican desde BofA.
Según muestra la encuesta, la exposición de los inversores FMS a acciones de la zona euro subió este mes a su nivel más alto en 4 años, con un 41% neto diciendo que están sobreponderados, frente a un 34% neto en junio y apenas un 1% en enero. Sobre la exposición a acciones tecnológicas globales, los gestores aumentaron su asignación desde un 1% neto de infraponderación el mes pasado hasta un 14% neto de sobreponderación, el nivel más alto desde enero de 2025. Además, en los últimos tres meses desde abril, han incrementado su asignación al sector tecnológico en la mayor magnitud desde marzo de 2009.
“Los inversores aumentaron su asignación a acciones de tecnología, materiales y telecomunicaciones, así como a acciones estadounidenses y redujeron su asignación a efectivo, acciones bancarias y de consumo básico, así como a acciones de mercados emergentes (EM)”, indican desde BofA. En comparación histórica, los inversores están sobreponderados en el euro, servicios públicos (utilities) y bonos e infraponderados en el dólar estadounidense, energía y acciones de EE.UU.
Gestores europeos
Por su parte, la encuesta a gestores europeos de Bank of America confirma el boom del entusiasmo respecto a Europa ante el cambio de paradigma fiscal. En concreto, un 44% neto de los encuestados espera un crecimiento más fuerte en Europa durante los próximos doce meses, frente al 29 % del mes pasado, y la diferencia con las expectativas de crecimiento mundial, que también han mejorado este mes, se mantiene cerca de los máximos históricos recientes. “El consenso claro es que la política fiscal alemana será el principal catalizador de la mejora del crecimiento europeo, y ahora una mayoría considera que el estímulo fiscal de la zona del euro es el factor más positivo para el crecimiento mundial en general, sustituyendo al apoyo político de Estados Unidos”, indican desde BofA.
A la hora de hablar de perspectivas, los encuestados esperan una desaceleración del crecimiento en EE.UU., pero se considera que Europa es inmune. El 63% espera que el crecimiento de EE. UU. se desacelere en los próximos meses, mientras que menos del 10% espera una aceleración, ya que la mayoría considera que la agenda política del presidente Trump es negativa para el crecimiento y positiva para la inflación.
Sin embargo, el 63% cree que el gasto fiscal europeo tendrá un impacto suficiente como para que la macroeconomía y los mercados europeos se desacoplen de los vientos en contra de la política estadounidense, frente al 25 del mes pasado. “Esto también ha llevado a los inversores a mostrarse menos optimistas sobre las perspectivas de inflación en Europa, con un 4% neto que ve margen para que la inflación europea aumente en los próximos doce meses, el nivel más alto desde marzo de 2022”, apunta la encuesta.
Sobre todo, se observa más optimismo sobre la renta variable de la UE a medida que aumenta la posición sobreponderada. El 37% neto de los participantes espera nuevas ganancias a corto plazo para la renta variable europea, mientras que el 81% neto prevé subidas en los próximos doce meses, ambos datos por encima del mes pasado. Además, un 56% neto ve al alza el beneficio por acción (BPA) europeo a 12 meses, ligeramente por debajo del mes pasado.
Entre los datos de la encuesta destaca que un 41% neto afirma tener sobreponderación en renta variable europea con respecto a su índice de referencia, el nivel más alto en cuatro años, mientras que un 23% neto afirma tener infraponderada la renta variable estadounidense; mientras que el 74% cree que el bajo rendimiento estructural de Europa puede llegar a su fin si la expansión fiscal se combina con un nuevo impulso a la integración europea.