Creand Asset Management, gestora del grupo Creand en España, recoge en sus perspectivas para el año que viene tres patas en las que apoyará su estrategia: la renta fija corporativa de países nórdicos; la renta variable europea, apoyada en el sector bancario, y la renta variable emergente; favorecida por un contexto de dólar débil y tipos de interés más bajos.
Así lo explicaron Luis Buceta, director general de Negocio e Inversiones de Creand Asset Management en España, y Miguel Ángel Rico, director de Inversiones de Creand Asset Management España. Su escenario central está marcado por una fase de clara complacencia de los mercados, en el que no se terminan de reflejar los riesgos existentes en el contexto macroeconómico, como los elevados déficits públicos. “No es un problema cercano, pero habrá que vigilarlo”, aseguró Buceta.
Pese a que la inflación se sitúa en niveles todavía elevados y persisten las tensiones geopolíticas y la incertidumbre comercial, los índices mantienen un tono positivo sustentado por una elevada liquidez y valoraciones que continúan en niveles exigentes.
Buceta, ante un optimismo excesivo y la existencia de elementos de riesgo relevantes, considera necesario mantener un enfoque prudente y selectivo, centrado en activos de calidad y en compañías con modelos de negocio sólidos.
Política monetaria
En las últimas semanas, la Reserva Federal ha enfriado las expectativas de bajadas de tipos para 2026. En este contexto, los expertos de Creand AM consideran que los tipos podrían colocarse “más cerca del 3% que del 4% a finales del próximo año”. Eso sí, será indispensable que la inflación siga con su tendencia a la baja.
Respecto a este tema, Buceta y Rico explicaron que el mercado ha descontado buena parte del ruido inicial generado por la guerra arancelaria desatada por el presidente estadounidense Donald Trump, aunque también advierten que su efecto todavía no se ha diluido por completo.
Renta variable: la IA seguirá marcando la pauta
Los expertos de Creand AM consideran que, mientras no se produzca un giro al alza en los tipos de interés, es razonable pensar que el impulso de las compañías ligadas a la inteligencia artificial continuará en 2026. La firma observa una dinámica de “economía circular”, donde el capital fluye entre compañías estrechamente vinculadas a la IA. No obstante, la gestora apunta que los elevados niveles de inversión asociados a la IA podrían presionar los márgenes a futuro, aunque aclara que el entorno actual sigue favoreciendo a las compañías mejor posicionadas y será inevitable que los márgenes de las grandes tecnológicas bajen, ante la dificultad de hacer rentables inversiones tan grandes.
También creen que el contexto de tipos de interés seguirá siendo favorable para el crecimiento de los beneficios de los bancos. Precisamente, ante el elevado peso de la banca en la bolsa española, Buceta no descarta que el mercado español repita un buen comportamiento en 2026. El momentum también juega a favor del sector defensa, según los expertos.
Por geografías, la entidad explica que el crecimiento medio de los beneficios por acción en Estados Unidos se sitúa por encima del 10% en términos interanuales, superando lo esperado hace unos meses. Creand Asset Management apunta a un exceso de liquidez y un escenario donde al mercado se mantiene en modo “complacencia”, lo que puede llevar a altas valoraciones.
Mientras tanto, en Europa, a pesar de que no exista una expectativa de que los beneficios sean tan potentes, podría haber sorpresas positivas si el sentimiento empresarial empieza a ser mejor y se traduce en un mayor crecimiento económico. Si el dólar no sigue debilitándose, las compañías europeas podrían ver como sus beneficios por fin despegan. Con un nivel de valoración razonable en la región, podría generar una buena oportunidad.
Por otro lado, la renta variable emergente, sigue siendo atractiva. Las principales bolsas de los mercados emergentes parece que empiezan a funcionar después de unos años muy complicados. El diferencial de crecimiento respecto a desarrollados es lo que realmente importa, y está empezando a ensancharse otra vez, las economías emergentes lo están haciendo bien, indicadores de actividad económica como los PMIs están subiendo. Históricamente ha habido una fuerte correlación entre el diferencial de crecimiento en PIB y los retornos relativos de renta variable.
Renta fija: crédito de calidad y duración en Estados Unidos
Buceta y Rico explicaron que, en renta fija, los inversores se están volviendo más cautelosos. El entorno de tipos de interés ya no favorece las altas rentabilidades que se han visto en los últimos años coincidiendo con el endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales. “Conseguir rentabilidades del 5%-6% será más complicado a partir de ahora, lo que requerirá asumir más riesgo”, apuntan.
En la firma mantienen una postura constructiva de cara a 2026 en crédito corporativo de alta calidad, en un escenario con niveles de morosidad a la baja, tanto en Estados Unidos como en la zona euro. En definitiva, señalan al crédito corporativo de los países nórdicos como una opción para añadir rentabilidad extra a la parte de renta fija de las carteras: “Con un bajo nivel de riesgo se logran yields que se han visto este año en el crédito core de Europa”, asegura Buceta.
La firma, asimismo, considera razonable ampliar la duración de la cartera de renta fija hacia el tramo 7-10 años en renta fija estadounidense, donde se observan rentabilidades atractivas y mayor visibilidad sobre los tipos. “En este escenario, asegurar un buen nivel de rendimiento en plazos medios y largos es una estrategia coherente con un ciclo monetario más estable al mismo tiempo que actúa de protección, encontrándonos en un mercado todavía muy líquido”, apuntó Rico.
En cuanto a las materias primas, la entidad señala que el oro mantiene potencial en un entorno donde la liquidez sigue siendo elevada y los riesgos geopolíticos continúan presentes. En el caso del petróleo, el mercado se encuentra en una situación de superávit amplificado por el crecimiento del Gas Natural Licuado (GNL), lo que reduce presiones adicionales sobre los precios.



