La encuesta de las 50 empresas más admiradas del mundo, que mide la reputación corporativa, se realiza anualmente entre más 3.800 ejecutivos, directores y analistas de valores que votan sobre las 10 compañías que más admiran no sólo de su industria sino de todos los sectores.
El podio de honor de las empresas más admiradas del mundo lo encabezan este año, Apple, Amazon y Berkshire Hataway. JP Morgan Chase y American Express son otras dos empresas del sector financiero situadas entre las 20 primeras ocupando el puesto 9º y 6º respectivamente.
BlackRock se sitúa en el puesto número 22 de la lista de las 50 compañías más admiradas del mundo que elabora anualmente la revista Fortune. La compañía, que ha sido incluida por sexto año consecutivo en la lista, ha alcanzado este año la posición más alta hasta la fecha y volvió a ocupar la primera posición en el ranking de la industria de gestión de activos.
Los criterios que se tienen en cuenta, difieren por industria y para la de gestión de activos son los siguientes: innovación, gestión de personas, uso de activos corporativos, responsabilidad social corporativa, calidad del equipo directivo, fortaleza financiera, inversión a largo plazo, calidad de productos y servicios y competitividad global.
La puntuación de BlackRock dentro de la industria en el año 2019 es 7,97 que representa un aumento anual muy significativo con respecto al año anterior (7,48). Este aumento es debido a la subida en la posición en el uso de activos corporativos (de 2º a 1º) y en la de responsabilidad social corporativa (de 3º a 1º). De hecho, este último es el criterio que mejor comportamiento ha presentado en los últimos seis años, evolucionando desde el puesto número 9 en la industria al primero.
Sobre las políticas de RSE que están llevando a cabo, desde BlackRock han comentado que “nuestro rol es impulsar a las compañías para que entiendan su papel en la sociedad y desarrollen estrategias en las que puedan plasmar su propósito corporativo y permitan generar valor a largo plazo, focalizando sus esfuerzos no solo en los beneficios económicos, sino también en la resolución de problemas sociales. Creemos que de esa forma es posible impulsar el crecimiento y rentabilidad sostenibles a largo plazo».