Entre escándalos, negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), emisiones de deuda en corto y un clima político tóxico, si el inversor quiere descifrar la política monetaria de Argentina puede esguinzarse el cerebro leyendo toneladas de información o escuchar regularmente lo que tiene que decir sobre su país Juan Salerno, socio y portfolio manager para Argentina de Vinci Compass.
Durante el Investor Day de la firma latinoamericana en Montevideo (el 19/08) y ante un público convencido de que el actual gobierno de Javier Milei ganará las próximas elecciones (legislativas provinciales en Buenos Aires el 7 de septiembre; legislativas nacionales el 26 de octubre), Salerno expuso logros y desafíos de Argentina y, lo más revelador, a la hora de invertir recomendó situarse en corto hasta las elecciones de octubre y apostar por algunos bonos provinciales y corporativos.
Nadie quiere ser negativo y por ello, como la mayoría de los analistas argentinos estos días, Salerno comenzó hablando de los logros de la actual administración: “Hay orden fiscal, lo cual representa una excepción en estos último 60 años, la inflación permanece controlada y la actividad económica estuvo en máximos a principios de año”.
Pero el experto se guardó mucho de ser triunfal y a cada logro le puso su duda relacionada con la sostenibilidad a largo plazo. A pesar de su endeudamiento, Argentina es un fuerte emisor y lo hace a tasas, del 70%, que son inéditas en el mundo. Y Salerno considera que “con la capitalización de intereses” se hunde parte del balance positivo del gobierno.
Cada vez que el portfolio manager de Vinci Compass tiene la ocasión habla del problema que represente la falta de independencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y de la ausencia de consensos políticos para delinear un plan de crecimiento económico a largo plazo que implique reformas. Son plegarias no atendidas.
La prioridad política de la administración Milei es mantener la inflación controlada, ya que esta es una de las principales demandas de la población. En este contexto, Salerno explica que en el plan de estabilización ha primado la apreciación del peso, una política de la moneda fuerte que sólo es sostenible si Argentina regresa a los mercados internacionales y elimina las anclas cambiarias.
En la lista de temas pendientes está el eterno problema de las reservas que, en términos netos, siguen siendo negativas, lo cual genera incertidumbre. Los objetivos que pone el FMI en 2025 se han recalibrado, pero igual siguen siendo desafiantes.
En este contexto resulta preocupante el perfil de vencimientos de Argentina, no ya en los próximos años, sino en lo inmediato. Según Salerno, al ritmo actual, en un año los fondos del FMI estarán agotados.
Se espera que las restricciones monetarias continúen hasta las elecciones de octubre, con Milei como favorito de las encuestas y la incertidumbre como constante ya que en política, como en el fútbol, la diferencia entre la derrota y la victoria puede ser un segundo y en Argentina un mes es una eternidad.