Mientras el presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció una mayor apertura para el ingreso al país y algunos estados defienden protocolos estrictos y otros son más flexibles con el uso de la mascarilla, la industria financiera visualiza una salida de la pandemia.
Desde hace unos meses, cuando la vacunación comenzó a bajar la cantidad de casos, los problemas locales comenzaron a desplazar al COVID-19 en los medios de comunicación.
En este contexto, es posible que los inversores estén pasando página al tema de la pandemia, ya que su enfoque se desplaza hacia los problemas locales, la reactivación y la incertidumbre fiscal, según la última encuesta Marquee QuickPoll de Goldman Sachs.
El estudio, que involucró a 864 clientes inversores institucionales, resalta varios resultados.
Por ejemplo que la pandemia fue la mayor fuente de riesgo para casi todos los mercados financieros durante los últimos 18 meses. Sin embargo, por primera vez desde septiembre de 2019, los inversores citaron la política monetaria como su mayor riesgo.
Además, los impulsores locales se han vuelto más frecuentes para la acción del precio en todo el mundo. De hecho, la mayoría de los indicadores de sentimiento muestran lecturas equilibradas, lo que revela que los inversores se sienten cómodos con su nivel de riesgo, agrega el estudio.
Si bien la variante Delta fue un “susto”, la mayoría de los inversores que respondieron (26%) prefieren las acciones cíclicas estadounidenses para expresar el tema de la reflación.
De todas maneras, sigue habiendo especulaciones sobre la forma que tomará el proyecto de ley de reconciliación. El proyecto de ley se está negociando actualmente en el Congreso de EE.UU., pero los inversores son relativamente optimistas: el 51% dice que el proyecto de ley final tendrá un impacto positivo en los precios de las acciones y solo el 18% espera un impacto negativo.
Por otro lado, The Conference Board pronostica que el crecimiento del PIB real de EE.UU. se desacelerará al 5,5 por ciento en el tercer trimestre de 2021, frente a un crecimiento del 6,6 por ciento en el segundo trimestre de 2021, y que el crecimiento anual de 2021 será del 5,9 por ciento (año tras año).
El pronóstico es una rebaja de la perspectiva de agosto e incorpora el impacto mayor al esperado que la variante Delta ha tenido en la economía de EE.UU. a corto plazo, el consumo de EE.UU. debería seguir creciendo, aunque a un ritmo más moderado debido a la variante Delta.
Finalmente, la pandemia ha dejado problemas en las cadenas de suministro, dice un informe de Wells Fargo.
El COVID-19 demostró que algunas cadenas de suministro industriales en el extranjero son más estratégicamente importantes y más vulnerables de lo que se pensaba, y la política de la pandemia está llevando a una reevaluación del comercio de bienes en todo el mundo.
Estados Unidos y Europa han identificado industrias críticas, por ejemplo, las que proporcionan suministros básicos de atención médica, como hisopos de algodón y equipo de protección personal, que deben permanecer más cerca de casa.
Además, a medida que la competencia entre EE.UU. y China intensifica la retórica política, China ha priorizado la autosuficiencia nacional para sus necesidades de tecnología y bienes de consumo, agrega la nota “The big rethink: Globalization in the age of coronavirus”.
Como resultado, la participación del comercio mundial en la producción manufacturera se ha reducido y se nota un aumento en las redes de producción y comercio locales o regionales.
Estas desviaciones de las redes comerciales mundiales de los últimos 30 años refuerzan el enfoque más regional y selectivo de la inversión internacional.
Está surgiendo una nueva cara de la globalización. En medio de esta turbulencia, la wirehouse recomienda la selectividad en la geografía y en los sectores.